sábado, 31 de julio de 2010

Va a estar bueno Buenos Aires


Mauricio, que es Macri, atraviesa por estas semanas una coyuntura complicada. Opositores duros del kirchnerismo como Elisa Carrió, el radicalismo, el socialismo, el Peronismo Federal -incluidos sus (¿ex?) aliados Felipe Solá y Francisco de Narváez- se mostraron respetuosos del fallo de la Cámara Federal que confirmó el procesamiento del jefe de gobierno porteño por la causa de las escuchas telefónicas, diferenciándose de la postura que venían mostrando respecto al juez Norberto Oyarbide. Solá, por ejemplo, llegó a decir que no le consta la influencia de Kirchner sobre el fallo, y el padre de Mauricio, Franco Macri, fue más allá al decir que pone las manos en el fuego por los "K" en ese asunto.

Para peor, esto repercute en la Legislatura porteña, donde Macri intenta que se apruebe un juicio político sumario (donde el macrismo tendría mayoría) que lo "exonere", mientras la oposición parece decantarse por la alternativa de una comisión investigadora, que no le agrada al jefe de gobierno (porque ahí estaría en minoría).

En este brete, Macri optó por sacarse el bigote, algo que los cordobeses ya vimos en su momento en Luis Juez, un cambio que parece menor pero de hecho ha tenido hasta lecturas psicoanalíticas que resaltan ese gesto como una forma de mostrarse más sincero, a cara lavada, sin ese detalle que a veces es una impostura de poder, de edad o de autoridad que se pretende. O de un gesto más adusto, como también los cordobeses tuvimos años atrás oportunidad de ver en el rostro del fallecido ex gobernador Ramón Mestre, quien después de haber perdido el poder a manos de José M. De la Sota regresó años después a la escena con bigote, como reafirmando su perfil de "duro", antes de su súbito deceso que le impidió candidatearse nuevamente a la Casa de las Tejas.

También hubo quienes vincularon ese cambio en Macri al consejo de su asesor de imagen Jaime Durán Barba, sugiriendo que el bigote inspira la idea de que quien lo porta tiene algo que esconder. En esta línea, repasemos algunas repercusiones en la política y en la opinión pública de este affaire. Por lo pronto, las complicaciones de Macri alejan la posibilidad de que el peronismo disidente monte un "operativo clamor" alrededor de una candidatura suya a presidente para enfrentar a los "K", como puso en evidencia la postura que asumió Eduardo Duhalde, negando que la boleta nacional del peronismo anti-K en 2011 pueda ser encabezada por Macri (ante la indefinición de Carlos Reutemann, Duhalde se imagina a sí mismo candidato, probablemente sorteando antes una interna del PJ disidente frente a Felipe Solá, ya que Mario Das Neves insiste en que hay que batir a Néstor Kirchner por dentro).

Entre el 22 y 23 de julio de 2010 -antes de que Macri cambiara de opinión y decidiera autoimpulsar el juicio político- la consultora Isonomía encuestó por teléfono a 500 porteños. El 42% afirmó estar en contra del juicio político a Mauricio Macri y el 41% dijo estar a favor, en tanto que un 17% no respondió. Respecto a si existe una intención política por parte del kirchnerismo en la causa, el 25% de la población dijo no poder responder o no saber, 29% desestimó la idea y 45% afirmó que comparte la idea de una “operación K” sobre la situación judicial del jefe de gobierno.

A su turno, la consultora Management & Fit efectuó una encuesta nacional de 1.190 casos donde, entre otras cuestiones, indagó cómo se veía el autopedido de juicio político por parte de Macri. El 42,65% lo interpretó como "una jugada política", 39,8% como "la búsqueda de la verdad" (un 17,6% ns/nc). Por otro lado, la imagen positiva de Macri en todo el país cayó de 35,4% a 32,2% (estadísticamente, una variación mínima, por cierto).

Independientemente de los avatares judiciales y del efecto que termine teniendo la causa en la opinión pública, lo menos que se puede decir es que el macrismo ha manejado con torpeza el asunto, y esto también queda puesto en evidencia con el autopedido de juicio político. La estrategia era que saliera rápido -para contrarrestar los tiempos de la justicia que, se descuenta, serán mucho más largos- pero parece no haber sido bien calculada, pues hasta ahora no alcanzan los votos para iniciar el juicio político y parece difícil evitar que alumbre una comisión investigadora especial, como propone la oposición al jefe de gobierno.

En esa línea también se potenció la confrontación con Francisco de Narváez, ya que el macrismo amenazó con partir el bloque en la provincia de Buenos Aires que comparte con su (¿ex?) socio político si en la Ciudad la bancada que conforman Daniel Amoroso y Mónica Lubertino (que se supone reportan a de Narváez) no aporta sus votos para el juicio político. El empresario nacido en Colombia replicó que él no les da órdenes a esos dos legisladores, ni a favor ni en contra del juicio político, mientras que Amoroso reivindicó su posición: "mantengo la coherencia. Cuando Pro votó contra el juicio político, un día antes de impulsarlo, yo también voté en contra. Ellos cambiaron, yo no", sostuvo el diputado y gremialista.

viernes, 30 de julio de 2010

Del clima de crispación


Una crítica que se reitera respecto del kirchnerismo es el estilo frontal y confrontativo de su discurso, que según opositores, periodistas y formadores de opinión genera un "clima de crispación" negativo, socialmente perjudicial para el objetivo del consenso nacional.

Aquí en el blog nos hacemos eco de esa crítica, y para ello ponemos como ejemplo dos declaraciones de esta semana, la primera de un legislador opositor y otra de un periodista crítico, para que los "K" los tomen como muestras del tipo de discurso que contribuye a instalar un clima de opinión moderado, racional y consensual, facilitando así la discusión política de altura.

"La señora presidenta de la Nación se masturba con el problema de las comunidades originarias", sostuvo el diputado de San Luis Julio Braverman, del oficialismo provincial, refiriéndose a Cristina de Kirchner, ante el estupor de sus colegas (aclaro yo: con estupor, no con estupro), cuando estaba en curso el debate para la expropiación del Parque Nacional Sierra de las Quijadas.

"El gatillo fácil del ministro disparó una información errónea y una difamación inaceptable donde me imputa cometer un delito. La equivocación fue producto de haber eyaculado precozmente el twit sin siquiera pedir la desgrabación para saber lo que realmente dije", escribió el periodista Alfredo Leuco en su columna de Radio Continental refiriéndose al canciller Héctor Timerman, con quien tuvo un entredicho en estos días.

Masturbación, eyaculación precoz... si esto no le agrega altura al debate político, ya no sé en qué pensar. Pero ojo, no todos los discursos de opositores o críticos tienen connotaciones sexuales. Recobro aquí uno más viejito, en épocas de la campaña electoral del 2009:

"Como en la guerra, hay que ir matando a los de la primera fila. Hay que barrer a la mayoría, a la mugre, para después sí empezar a remar". Esta perlita es de Jorge Chemes, tercer candidato a legislador del Acuerdo Cívico y Social en la elección de junio pasado, por la provincia de Entre Ríos, como candidato "del campo". El remate, por las dudas que lo anterior no se entienda: "lo primero es el enemigo al que hay que matar". Esto es un discurso acuerdista, cívico y social.

viernes, 23 de julio de 2010

Señales para interpretar la economía y el mercado



Una discusión clave desde el 2008 hasta acá es cuál sería el proceso que se desarrollaría en la crisis global y local. Los analistas lo grafican de esta forma: en "V" (rápida caída hacia abajo y rápido rebote hacia arriba) en "U" (caída más suave, subida suave) en "L" (caída vertical con estancamiento) en "W" (caída, rebote, y nueva caída antes de retomar la recuperación). Repasemos algunos indicadores nacionales para ver cuál de esas gráficas se acerca más a lo que sucede con la economía local.

La industria avanzó 10,8% en el primer semestre, según Fiel. Contrariamente a lo que sucede con la inflación, los números de Fiel son incluso más positivos que los relevados por el INDEC, que calculó un avance del 9,6% en la primera mitad del año.

El Índice del Confianza del Consumidor que monitorea la Universidad Di Tella también viene mostrando ascensos: se incrementó 1,1% en julio y se ubicó en 48,2 puntos, muy cercana a la zona de optimismo (50 puntos o más), con una mejora interanual de 13,8%. El componente que refleja la intención de compra de bienes durables e inmuebles continuó exhibiendo una tendencia favorable: aumentó en el sexto mes del año 8,6% en comparación con el registro anterior, incrementándose la predisposición para adquirir electrodomésticos (+6,8%), automóviles y casas (+11,4%). De hecho, si enfocamos datos de la economía real, la venta de autos en cuotas creció 54% en el primer semestre del año respecto de igual período de 2009, según informó la Asociación de Concesionarios de Automotores de la Argentina (Acara). En esa línea, su presidente Dante Álvarez evaluó que los números de 2010 muestran que ha cambiado la predisposición para tomar crédito a la hora de adquirir un vehículo: "está relacionado con una mejora en la percepción de los clientes sobre la economía del país y también en una baja de la incertidumbre laboral” dijo.

Se desinflaron las expectativas de devaluación y la tendencia es un dólar a $4,10 a fin de 2010. El cambio de tendencia fue marcado desde los primeros días de julio, con el aluvión de dólares por la cosecha, el cierre del canje de deuda con dos tercios de aceptación, que devolvieron la calma en materia cambiaria. En ese marco, el diagnóstico por parte del gobierno nacional es que el crecimiento de la economía es sustentable. "Estamos consolidando un círculo virtuoso" dijo recientemente el viceministro de Economía Roberto Feletti, comentando que el superávit fiscal de junio muestra "solvencia, más nivel de actividad, mejores cuentas públicas". Y agregó que la cifra "no es producto de un ajuste, sino de inducir al consumo". De acuerdo con estadísticas oficiales, el superávit fiscal primario ascendió a 2.713,4 millones de pesos en junio último (un aumento de 198,4% respecto al mismo mes de 2009). El funcionario destacó que "por decisión de la Presidente, y por primera vez, el año pasado frente a una crisis externa tuvimos una política fiscal expansiva".

Amenazas. Sin embargo, los críticos del gobierno advierten que, si bien se verifica una leve mejora de los ingresos reales en los sectores relegados (cayó la indigencia y la pobreza dejó de crecer) la inflación erosiona el efecto positivo que en su momento tuvo la Asignación Universal por Hijo (AUH). Según Ecolatina, el 1er. semestre de 2010 finalizó con una inflación de 13,7%, la cifra más elevada desde la devaluación de 2002. Es decir, la AUH generó un shock de ingresos que sirvió para revertir el deterioro de la pobreza e indigencia en el corto plazo, pero si la inflación no se desacelera será muy difícil que los hogares de menores recursos puedan cubrir la suba de precios.

Otro elemento que los críticos destacan es que el boom de consumo también tiene que ver con que los argentinos adelantan compras para ganarle a la inflación y el consumo crece a mayor ritmo que la inversión. En un contexto en el que la mayoría de las opiniones tienden a la explicación del "efecto rebote" de la crisis en forma de “V”, con un “modelo”. que apuesta a estimular la demanda, con récords de producción y consumo, se plantea la preocupación de que la economía esté recalentada y la capacidad productiva del país no pueda crecer a la misma velocidad que el consumo, con el riesgo de espiralización de la inflación. Según la Fundación Mediterránea, mientras el consumo ya alcanzó los registros anteriores a la recesión de 2009, la inversión sigue por debajo de ese nivel. Hoy, los consultores económicos (caso Orlando Ferreres) plantean que las inversiones actuales están más orientadas al mantenimiento y a cubrir la demanda de corto plazo que a ampliar la capacidad instalada, y que están en niveles de 20%, cuando hasta 2008 era de 24%. El gobierno nacional es consciente de esto: el propio ministro de Economía, Amado Boudou, afirmó que la prioridad en la economía post-canje de deuda será el incremento de la capacidad productiva.

La crisis global. Los analistas no descartan que la economía de EEUU sufra este año una recesión de doble caída en "W". La volatilidad sugiere una amenaza de tormenta en la economía global, graficada por el abrupto ascenso del índice Vix –llamado "el medidor del miedo en Wall Street". Esta semana, el titular de la Reserva Federal de EE.UU, Ben Bernanke, describió un panorama económico “inusualmente incierto”, en un contexto enrarecido por los efectos de las medidas de ajuste en Europa.

El gobierno perdió la mayoría en el Congreso el año pasado, en un marco de crisis económica y también por un rechazo de la opinión pública al estilo confrontativo de los K. Con la economía rebotando con fuerza este año, la mejora en la confianza en el gobierno a partir de enero de este año es una tendencia a considerar, si bien se trata de una recuperación de imagen que parte del punto más bajo que tuvo el gobierno en diciembre de 2009. De acuerdo al Índice de Confianza en el Gobierno que publica la Universidad Torcuato Di Tella, en junio el gobierno logró un índice de confianza de 1,61 contra el 1,04 que tenía en diciembre. No obstante, entre el 2004 y mediados del 2007, cuando comenzó el declive de confianza en el gobierno, el promedio estuvo en 2,48, es decir que aún le queda un largo trecho para llegar a niveles que puedan sustentar posibilidades de éxito en la primera vuelta.

miércoles, 21 de julio de 2010

Acerca de las ideologías políticas


Un muy buen comentario del estimado Luis Ferruci a propósito del post anterior me animó a seguir enriqueciendo el debate. Él consideró "muy importante que se avance sobre la libertad y me llena de orgullo que Argentina sea pionero en America en este punto particular de libertades civiles. Sin embargo, la libertad debe ser un concepto amplio, es un contrasentido que esta libertad de derechos venga otorgada por quienes limitan la libertad de opinión, la libertad política y la libertad económica". Interpreto que se trata de una crítica al actual gobierno, en el sentido de que los K serían liberales en algunas cuestiones y no en otras.

Lo primero que hay que considerar es que es innegable que el clima de opinión generado por los K ha promovido iniciativas como las del matrimonio igualitario y facilitado su sanción, pero el proyecto en sí surge de un movimiento social muy amplio, de ninguna manera reductible al kirchnerismo, por lo que en realidad no creo que se puede interpretar que se trata de una libertad "otorgada" por el actual gobierno. Asimismo, hubo legisladores K que votaron el proyecto con su voto y otros que no.

Aun así me parece interesante la discusión de en qué cuestiones los K se han mostrado liberales y en qué cuestiones no. Recientemente Julio Burdman escribió un texto muy rico al respecto. No lo adjunto completo por razones de espacio, pero procuraré resumir sus líneas centrales. Él sostiene que los K no son definitivamente liberales en los términos del “liberalismo de mercado” (librecomercio + achicamiento del estado + defensa irrestricta de la propiedad privada) ni tampoco en términos del “liberalismo institucionalista”, pues si bien Néstor y Cristina no están totalmente en contra de esas ideas y valores, mantienen con ellos discrepancias, sobre todo en materia económica; los K creen que el comercio, las relaciones laborales y los precios deben ser regulados y orientados, que el Estado debe crecer para articular la distribución del ingreso, y que la propiedad privada debe ser un derecho garantizado pero no un valor absoluto, mientras que en el plano político mantienen una interpretación flexible y pragmática de las instituciones.

En síntesis, según Burdman los K continúan la tradición intervencionista y democráticopopulista del peronismo, pero con un toque distintivo referido a temas sociales y culturales, donde han demostrado ser bastante liberales: derechos humanos, separación de la Iglesia del Estado, defensa de la democracia y derechos civiles de las minorías, cuestiones donde claramente los Kirchner se posicionaron en una postura liberal: "se opusieron a la represión de las protestas sociales, criticaron institucionalmente a las fuerzas de seguridad (...) defendieron las posiciones penales garantistas, incluida la despenalización del consumo de drogas. Dieron gran espacio a las organizaciones de derechos humanos, las políticas antidiscriminatorias, los pueblos marginados y, ahora, el matrimonio entre personas del mismo sexo (...) continuaron con la desmilitarización vigente desde 1983 (...) En estos aspectos, hay una diferencia clara entre el gobierno de los Kirchner y los de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, con los que habitualmente se lo compara en la discusión política (...) También es verdad que buena parte del oficialismo, que cree en el antagonismo como forma política, agita estos temas para marcar sus diferencias con la Iglesia y los sectores conservadores encubiertos (...) Pero también es cierto que, en declaraciones a la prensa, Kirchner se manifestó a favor del matrimonio de personas del mismo sexo, y aún de la adopción, por lo menos desde el año 2003" razona el autor. En alguna medida, esto desmiente argumentos de opositores al gobierno desde la centroizquierda, como Alcira Argumedo, legisladora del Proyecto Sur, quien interpretó que dijo que los K apoyaron el matrimonio igualitario por encuestas de opinión que mostraban que una proporción bastante significativa de la población lo veía bien.

Según algunos analistas, el gobierno argentino sostiene temas de esta agenda para posicionarse como una opción "realista" de centroizquierda, de cara a las elecciones presidenciales de 2011. Esto es discutible, pues hoy los K dependen fuertemente de la estructura del PJ, refractaria a un encasillamiento ideológico clásico. Sí es posible que los K piensen en el matrimonio gay como un tema clave de derechos humanos que puede ayudarlos a ampliar su base electoral hacia la clase media sensible a esos temas.

Termino este post con una referencia a otra cuestión muy vinculada al matrimonio igualitario: si es procedente o no la objeción de conciencia que han planteado algunos funcionarios que se niegan a casar gays y/o demás minorías amparadas en la nueva ley. Aclaro que no soy abogado, pero de todos modos doy mi parecer: en mi opinión, no es procedente, los funcionarios deben velar por el cumplimiento de la ley, ya que se trata de extender derechos y resistirla es contradictorio con ese concepto. Es como si un presidente de mesa no hubiera permitido que una mujer votara después de la sanción del voto femenino en 1952. De todos modos, si algún abogado lee este post y quiere hacer su aporte, bienvenido.

sábado, 17 de julio de 2010

Un país mejor


Con el matrimonio igualitario aprobado por el Senado y pronto a ser reglamentado, nos interesa recuperar un clásico sobre el tema de la ley y la opinión pública, escrito en 1905 por Albert Dicey. Según este autor, la aprobación de una ley hace aumentar su aceptación. Noelle-Neumann interpreta que una forma de explicar ese fenómeno lo proporciona la espiral del silencio: el miedo al aislamiento que se experimenta al apoyar algo disminuye cuando eso se convierte en ley. Interesante para observar en encuestas ulteriores sobre el matrimonio gay, sin duda, porque además nos daría oportunidad de observar si se aplica la perspectiva de Rousseau sobre la relación entre la ley y la opinión pública: "Igual que un arquitecto, antes de levantar un edificio, observa y sondea el terreno para ver si va a poder soportar el peso, el legislador inteligente no redacta leyes supuestamente buenas en sí mismas, sino que primero investiga si el pueblo al que van destinadas es capaz de soportarlas".

Creo que la aprobación del matrimonio gay representa un avance en materia de igualdad de derechos, sin desmedro de la diversidad, y esos avances son siempre positivos. En ese sentido, me gustaron varios discursos del debate en el Senado: el de Oscar Castillo (Frente Cívico), el de María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica), el de Ernesto Sanz (UCR), el de Rubén Giustiniani (Socialismo) y también el de Miguel Piccheto (Frente para la Victoria), pero rescato fundamentalmente una idea: nunca un avance de derechos (matrimonio igualitario) representa riesgos para la sociedad; por el contrario, el plantear derechos restringidos (unión civil) es lo que conlleva riesgos. Me parece que triunfó la propuesta más consistente. Algo parecido sucedió en su momento en España, cuando José Luis Rodríguez Zapatero presentó su iniciativa de matrimonio igualitario finalmente aprobada en 2005: el conservador Partido Popular enarboló un proyecto alternativo de unión civil pero fue derrotado, al igual que le sucedió aquí al peronismo disidente y demás senadores que intentaron torcer en la Cámara Alta la media sanción de Diputados.

La ley sancionada en la madrugada del jueves 15 de julio pone a Argentina entre los países de vanguardia en la cuestión y se entronca asimismo con una tradición secular donde el Estado laico toma para sí la regulación de diversas situaciones comunes a todos los ciudadanos, en una progresiva separación de la Iglesia que tiene como principales hitos a las educación laica, al registro civil de nacimientos y defunciones, al matrimonio civil y a la ley de divorcio promulgada durante la presidencia de Raúl Alfonsín. Es contra ese proceso que la Iglesia reaccionó siempre, como ahora lo hizo en contra del matrimonio igualitario en Argentina.

Los mismos argumentos que usó el clero aquí se repiten en países vecinos donde la Iglesia teme que la ley sancionada en Argentina genere una ola de reclamos en el mismo sentido: por caso, el secretario general de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), Monseñor Adalberto Martínez, afirmó que la Iglesia sólo aprueba la unión sacramental del hombre y la mujer, "porque la Biblia dice que el hombre dejará su hogar para unirse a su mujer". Otra vez, la tensión -y la confusión- entre lo civil y lo religioso. Los gays no están reclamando derecho al matrimonio religioso, sino al matrimonio civil.

viernes, 9 de julio de 2010

Sobre el matrimonio gay, la Iglesia y la ley


El cardenal Jorge Bergoglio envió una carta a las religiosas carmelitas en la que nuevamente manifiesta el rechazo de la Iglesia Católica al proyecto de ley de Matrimonio Homosexual que aprobó Diputados y que se trabó en el Senado. Cito algunos fragmentos: "no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios" (...) "está en juego la identidad y la supervivencia de la familia: papá, mamá e hijos (...) la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre (...) está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios...".

Según Bergoglio, "...no se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una 'movida' del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios", por lo que pide a las religiosas que "clamen al Señor para que envíe su Espíritu a los senadores que han de dar su voto. Que no lo hagan movidos por el error o por situaciones de coyuntura sino según lo que la ley natural y la ley de Dios les señala" (...) "Recordémosle lo que Dios mismo dijo a su pueblo en un momento de mucha angustia: 'esta guerra no es vuestra sino de Dios". Que ellos nos socorran, defiendan y acompañen en esta guerra de Dios".

La misiva de Bergoglio tiene varios elementos en los que es preciso detenerse, pues tocan conceptos centrales de la opinión pública. Una vez más, recurriremos a Elisabeth Noelle-Neumann y su revisión de autores.

John Locke hablaba de tres leyes: la ley divina, la ley civil y la ley de opinión, lo que plantea la discusión de en qué medida las mismas pueden contradecirse. En la sociología moderna, las tres leyes de Locke han sido sustituidas por descripciones más precisas. René König plantea que la ley del Estado se divide en dos partes: los guardianes de la moralidad pública esperan que el Estado utilice la ley como barrera contra los cambios en la concepción del mundo, mientras que los portavoces de la opinión pública piden que la ley y el derecho sigan evolucionando con el espíritu de los tiempos, partiendo de la premisa de que en todas las culturas la opinión pública es un medio de integración social. Cuando las normas legales están de acuerdo con los valores tradicionales, pero la costumbre y la moralidad pública se apartan de ambas, la fachada no tarda en caer. Esto sugiere que, a la larga, la ley no puede mantenerse incólume a los cambios en la costumbre y en las prácticas sociales.

Las concepciones acerca de temas como el matrimonio gay tienden a polarizar a la opinión pública, a dividir a la sociedad en dos posiciones: por ejemplo, según encuestas de Delfos, entre cordobeses mayores de 18 años, el 47% se opone al matrimonio gay y 41% está a favor (12%no sabe o no contesta). Ya se verá si la ley de matrimonio igualitario es aprobada o no, y qué análisis posterior merece el hecho. Pero, más allá de eso, es oportuno recordar que Argentina es un estado laico, no confesional como Irán, donde el poder es ejercido por una teocracia. Sería deseable que Bergoglio lo tenga en cuenta y aplique lo que tantas veces declama: moderación, un atributo incompatible con el llamado a la "guerra santa" que está implícito en su misiva.

Las cuestiones de fe pueden influir, pero no determinar las decisiones políticas. Pretender lo contrario sólo puede llevar al ridículo, como ya hemos podido apreciar los cordobeses en el caso de la directora General de Escuelas de la Municipalidad de Córdoba y esposa del intendente Daniel Giacomino, Gabriela Almagro, quien reconoció que distribuye agua bendita entre las directoras que acuden a su despacho por problemas como la deserción escolar, además de pedirles que recen y se encomienden a Dios para que les ayude.

martes, 6 de julio de 2010

Luces y sombras de la "Obamanía"


Recientemente se publicó el Informe Latinobarómetro, que muestra a 2009 como el año en el que las buenas relaciones de la región con USA (74%) alcanzaron su punto más alto desde que se comenzó a medir ese indicador en 1997. En gran medida, esa percepción de una mejora en el trato de EE.UU (16 puntos porcentuales respecto del 58 por ciento en 2008) hacia los países de la región se vincula con las expectativas que generó la asunción del presidente Barack Obama.
La encuesta, titulada "América Latina mira al mundo", se realizó a través de 20.204 entrevistas en 18 países de la región entre el 21 de septiembre y el 26 de octubre de 2009, con un margen de error del 3%.

Dato significativo: Argentina está ubicada en el último puesto del ránking de los países que mejor opinión tienen de Estados Unidos y es uno de los más críticos en lo que respecta a las relaciones bilaterales con USA. Sólo hay dos países de la región que consideran mayoritariamente que Estados Unidos no tiene una influencia positiva en Latinoamérica: Argentina y Paraguay.

Curiosamente, la perspectiva crítica que arroja el estudio en países como Argentina está más en línea con lo que sucede puertas adentro de Estados Unidos: según encuestas de Gallup realizadas en ese país, la imagen de Obama entre los hispanos continúa con la tendencia decreciente que se inició desde enero pasado, en momentos que el futuro de la reforma migratoria se mantiene indefinido. La popularidad del presidente estadounidense, quien prometió en su campaña trabajar por esa reforma para ganar el voto hispano, cayó en ese grupo del 69 por ciento en enero a 57 por ciento en mayo pasado.

La crisis económico-financiera estadounidense ha generado una tasa muy elevada de desempleo que incrementó el rechazo a los inmigrantes en algunos estados de la Unión, especialmente aquellos con fuerte influencia republicana. El primer caso fue Arizona, donde se le otorgaron a la policía amplios poderes para detener, interrogar y requerir documentación en casos de “sospecha razonable”, medida que los defensores de los inmigrantes y legisladores hispanos han interpretado como ofensiva para las comunidades minoritarias. Florida ya trabaja en una iniciativa similar, y líderes republicanos en Pennsylvania, Rhode Island, Minnesota, Carolina del Sur y Michigan han prometido a su vez impulsar iniciativas análogas.

La cuestión migratoria es una de las materias pendientes de Barack Obama, que cuando era candidato les prometió a los hispanoparlantes una ley amplia de contención, a cambio de su voto. El presidente de EE.UU. ha criticado la polémica norma de Arizona y planteó recientemente algunos lineamientos de su propuesta de reforma migratoria, pero sin ponerle plazos a su aprobación, cuando antes se había comprometido a hacerlo este año. La concreción de esa iniciativa requiere un acuerdo de partidos y los demócratas no tienen la mayoría suficiente para pasar la ley en el Senado ni están unidos en el respaldo a esa iniciativa.

viernes, 2 de julio de 2010

Otra vuelta de tuerca más sobre el mundial y estado de ánimo


Siguen apareciendo datos relativos al mundial: en una encuesta telefónica a 839 personas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires para conocer el nivel de interés y expectativa sobre el Mundial de Sudáfrica 2010 realizado por la universidad Tres de Febrero, el 75 por ciento de los entrevistados dijo creer que la selección dirigida por Maradona jugará la final del Mundial de futbol de Sudáfrica. Además, el 67 por ciento piensa que la albiceleste ganará la Copa y sólo el 10 por ciento estima que perderá en cuartos con Alemania, y un 80 por ciento considera que es buena la tarea de Maradona al frente del equipo.

Por otro lado, quiero compartir algunos fragmentos de un análisis de Manuel Mora y Araujo publicado recientemente, que coincide con varios de los conceptos planteados en las dos últimas entradas del blog.
Los interesados pueden leer la nota completa en el siguiente link:
http://www.infolatam.com/entrada/la_copa_del_mundo_y_la_politica_argentin-21679.html

EL ANÁLISIS DE INFOLATAM
Manuel Mora y Araujo
La copa del mundo y la política argentina

"No sorprende entonces que cuando a la selección argentina empieza a irle bien en una Copa del Mundo, los analistas políticos y no pocos ciudadanos comunes se pregunten cual será el impacto político del desempeño argentino en esa lid. Algunos creen que si Argentina culmina exitosamente su desafío en Sudáfrica, el gobierno de Cristina de Kirchner se verá beneficiado. Hay quienes creen que el efecto podría ser decisivo, que llevaría al kirchnerismo a ganar la elección presidencial de 2011. Hasta circulan ya imágenes donde no falta ni la escenografía: Argentina gana la Copa del mundo, Maradona recupera el sitial de ídolo nacional y, de vuelta de Johannesburgo, Cristina y Maradona saludan al pueblo desde los balcones de la Casa Rosada y definen el futuro político".

(...) "lo cierto es que hay mucha gente, y sobre todo muchos comentaristas, que casi no duermen estos días ante la disyuntiva de dejar volar a su corazón y alentar -simbólicamente, claro- a su selección nacional, o desear que fracase para que el gobierno de Cristina no reciba ese regalo del cielo".

(...) "Hoy coexisten en la Argentina dos aspectos de la realidad que hasta ahora son independientes entre sí. Por un lado, como cada vez que la Argentina disputa una Copa Mundial, millones de personas viven pendientes de ese acontecimiento y en buena medida la actividad del país se resiente, cuando no se paraliza. Hasta en las escuelas los directores disponen que se instalen televisores para que los estudiantes puedan ver los partidos -lo hacen, entre otras cosas, para evitar que falten a clase-. Eso no es nuevo. No sólo la gente vive pendiente de los acontecimientos en Sudáfrica; además, ha cambiado el humor público con respecto al multifacético Diego Maradona. Este pasó de ser vilipendiado por la mayor parte de la población -las encuestas de opinión registraron ese hecho no mucho tiempo atrás- a ser restituido al sitial de los héroes" (...) "El seleccionado argentino en Sudáfrica despierta euforia colectiva".

"Por otro lado, en la política, el gobierno nacional y Néstor Kirchner han repuntado en las encuestas y no hay comentarista que día a día deje de analizar ese fenómeno. El lugar más común es "al gobierno le va bien, a la oposición no tan bien". Juntando ambos aspectos, se dibuja un escenario comprensible: al gobierno, que está mejorando en la estima pública, le irá mucho mejor gracias al desempeño del equipo argentino en la Copa del Mundo, y eso definirá las tendencias electorales".

Esos análisis no son correctos, aunque ambas cosas están ocurriendo. Aunque la Argentina gane la Copa del Mundo, o llegue a las semifinales, el gobierno podría no seguir tan bien, y aunque la Argentina pierda en la próxima ronda el gobierno podría seguir mejorando. Que esto suceda no dependerá del fútbol en Sudáfrica, ni de Maradona y el cambiante humor de la sociedad argentina, sino de cómo siga la economía. A los argentinos les cuadra mejor que a los norteamericanos aquella famosa expresión de Bill Clinton, "es la economía, estúpido" (o sea, "no es el fútbol"). La idea de que los ciudadanos argentinos carecen de preferencias políticas articuladas y son completamente sensibles a los acontecimientos circunstanciales es de vieja data. En 1978 muchos suponían que el triunfo argentino en el mundial de fútbol beneficiaría definitivamente al régimen militar; pero eso no sucedió. En 1982, en medio de la guerra de Malvinas, Argentina se preparaba para el mundial en España, y para desesperación de muchos patriotas eso enfervorizó a multitudes. En 1986 la Argentina ganó la Copa en México, con repercusión cero para el ya alicaído gobierno de Alfonsín".

(...) "El comportamiento político de una sociedad entera puede ser difícil de entender. Pero no es tan volátil ni antojadizo. Si a los Kirchner les va mejor, si les siguiera yendo mejor, no es ni será por los resultados del mundial de fútbol. Es porque en el país, en la percepción de muchísima gente, las cosas no están tan mal, y porque los opositores al gobierno no son capaces de ofrecer opciones atractivas".