viernes, 29 de junio de 2012

Lecturas de una protesta (2)


El análisis de las repercusiones del día después de la movilización que encabezó Moyano en Plaza de Mayo tienden a coincidir en que el camionero esperaba una demostración de fuerza más contundente y que ha crecido en su entorno la brecha con dirigentes que eran aliados firmes hasta hace poco. De hecho, en su mismo discurso ese creciente aislamiento se patentizó cuando acusó al gobierno nacional de “aprietes” sobre gran parte de la dirigencia cegetista para evidenciar que el apoyo a su figura ha mermado entre las filas sindicales. De alguna manera, Moyano también quedó entre dos fuegos, ya que mientras los dirigentes más combativos (tanto de los sindicatos como de organizaciones sociales no alineadas dentro de los mismos pero que se sumaron a la movilización por ser opositoras al kirchnerismo) esperaban una postura todavía más dura contra el gobierno, otros creen que no debería haber acelerado la confrontación con el oficialismo e interpretan su avanzada como un paso  riesgoso.

El saldo de la protesta fue la confirmación de que se quemaron los puentes con el gobierno nacional y de que si bien Moyano demostró que mantiene el control sobre el gremio de Camioneros (que tiene además de poder movilizador la capacidad de afectar con un paro la logística de gran parte del país) no logró el acompañamiento de otros gremios fuertes ni mucho menos de sectores independientes a los que se presume “enojados” con Cristina, y resintió el vínculo con aliados recientes (el chiste de Página/12 que ilustra esta entrada muestra un escenario que no fue, el de sectores medios y altos sumándose a la marcha).  

El hecho de que el “clima” del día fuera muy distinto al de un paro general (en la Capital, epicentro de la protesta, el movimiento fue relativamente normal fuera de las molestias por el corte de avenidas céntricas) fue recibido con alivio por el gobierno y de hecho el trastorno fue menor que días anteriores, con cajeros y estaciones de servicio afectadas. La protesta tampoco logró monopolizar la agenda mediática (el discurso presidencial desde San Luis le compitió).

Sin embargo, Moyano si tuvo éxito en términos de instalar en la agenda (como nunca antes) el reclamo la falta de actualización en el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias. El gobierno salió del paso ahora que se descomprimió la tensión instalada por la protesta, pero ese reclamo sin duda se mantendrá aunque  la intensidad no sea la misma de estos días. En este terreno, que a corto plazo el gobierno revise su posición en cuanto a Ganancias ya no sólo se trata de una cuestión política sino también de una necesidad fiscal, en tiempos de crisis tanto global como interna. Para el analista Julio Burdman, “Cristina fue muy clara sobre esta cuestión. Va a sostener el impuesto, aunque eso le implique enfrentar una escalada conflictiva y aunque le cueste perder imagen ante la opinión pública y quedarse sólo con el apoyo de la base peronista". De ahí la insistencia presidencial en correr el eje de la discusión hacia la preservación del empleo y destacar que Ganancias sólo alcanza a una porción minoritaria de los trabajadores.

En cambio, desde el Congreso circula como un mantra de que el kirchnerismo en Diputados promete que la eventual suba del mínimo no imponible volverá a la agenda de tratamiento en agosto (de ser así, se trataría de una demora de 4 meses respecto a las actualizaciones de años anteriores).  Que esto se confirme dependerá también de dos factores: que no se repita una escalada confrontativa con Moyano por este tema (ya que el kirchnerismo es refractario a tomar medidas bajo presión) y que el segundo semestre muestre un panorama financiero más holgado para el gobierno, a tal punto que pueda sostener una modificación del mínimo en Ganancias apostando a que lo que resigne como impuesto lo facturará por suba de consumo (aunque esto requiriera, a su vez, de otra condición: que se recupere la confianza del consumidor, tema al que volveremos en breve). 

jueves, 28 de junio de 2012

Lecturas de una protesta (1)






Finalmente, la movilización de Hugo Moyano tuvo una convocatoria inferior a la esperada: alrededor de 40 mil personas, contra las más de 100 mil esperadas y por debajo del acto de los camioneros en Vélez en 2009 (60 mil) y River en 2010 (80 mil). Consciente del módico número reunido, el líder de la CGT se apresuró a "resemantizar" la protesta, a la que presentó como un acto de su gremio al que adhirieron otros en lugar de un paro de la CGT, admitiendo así que tanto el paro en sí como la movilización estuvieron por debajo de las expectativas previas.


Al grueso aportado por camioneros se sumaron columnas (y en algunos casos, dirigentes) de gremios municipales, sindicatos marítimos y aeronáuticos, judiciales, mercantiles disidentes (Cavalieri es opositor a Moyano) y gastronómicos, si bien Luis Barrionuevo no asistió al acto (sí estuvo el "Momo" Venegas de UATRE, referente del duhaldismo) . También aportaron algunas agrupaciones sociales y políticas como Barrios de Pie, el Partido Comunista Revolucionario y el Partido Obrero de Jorge Altamira, quien dejó una declaración desopilante: "No somos funcionales a Moyano, en todo caso él es funcional a nosotros". Desde al arco político también hubo una variopinta postal donde convergieron Pino Solanas de Proyecto Sur, peronistas anti-K (los federales Claudia Rucci y Carlos Brown) y algunos ex legisladores.  


En ese marco, tampoco se cumplió la expectativa de acompañamiento de sectores medios a los que se presume (de mínima) desencantados con el gobierno nacional. Moyano apostaba a que su demostración de fuerza resultara favorecida por el acompañamiento (aunque más no fuera, catártico) de sectores que recelan de sus métodos pero podrían haber aportado a la movilización para manifestarse en contra del kirchnerismo. La módica convocatoria de ayer ratifica (en la misma línea que las protestas que la precedieron en junio) que el malestar es menos extendido de lo que se presume y que, en todo caso, la procesión más bien va por dentro y no está tan dispuesta a exteriorizarse. 


Desde lo positivo, Moyano pudo al menos mostrar que conserva (aunque menguado) poder de movilización, en tiempos de un escepticismo generalizado (lo que es palpable en el hecho de que ningún opositor ha logrado, hasta el momento, capitalizar el desgaste del gobierno). También queda como dato favorable la ausencia de incidentes de relieve, dato no menor dado que la presidenta Cristina Fernández había ordenado que Policía Federal y fuerzas de seguridad se mantuvieran al margen.


Desde el lado del gobierno hubo alivio y se interpretó que el camionero profundizó su aislamiento en el escenario sindical con el acto de ayer y que Cristina mostró nuevamente no sólo firmeza para no ceder sino también que reafirmó su propia impronta de gestión, ninguneando al mismo líder sindical que Néstor dejó crecer durante todos estos años (ganando posiciones en hipermercados, transporte de caudales, cabinas de peaje, combustibles y protagonizando sonados bloqueos a empresas y hasta medios opositores al kirchnerismo). El oficialismo también celebró el éxito del "operativo" de aislar al camionero, desinflando tanto el paro como la movilización. La primera plaza "peronista" contra Cristina resultó menos masiva que lo deseado por Moyano y diversos opositores al kirchnerismo, con ausencias notables (especialmente la de Héctor Recalde), que evidenciaron fisuras en el entorno de Moyano. 


De todos modos, el gobierno no debería subestimar sus propias internas, especialmente las escaramuzas con el sciolismo (potenciadas a partir de sus fotos con Moyano). En la medida en que los opositores por fuera del PJ no logren capitalizar el desgaste del gobierno, cualquier proyección política futura de Moyano (que tiene protagonismo, pero con mala imagen) necesita de una diáspora en el peronismo que aún no se produce (no es lo mismo recelar de Cristina y el kirchnerismo que animarse a sacar los pies del plato).

miércoles, 27 de junio de 2012

Un alegato a favor de la transparencia...



Mientras esperamos las repercusiones de la protesta de hoy, elevamos un alegato ilustrado a favor de la transparencia republicana... Katy Perry siguió la tendencia de leotardos en transparencias para su más reciente presentación en los MuchMusic Video Awards en Toronto, Canadá. 

lunes, 25 de junio de 2012

Pulseada política (2)


Decíamos en la entrada anterior de este tema que el impacto potencial de una protesta convocada por el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, era muy distinto al de las protestas de tono opositor al gobierno que venían realizándose en junio, especialmente porque Moyano es un dirigente fogueado en esta materia y con capacidad de manejar “la calle”, algo que en el folklore del poder al que el PJ rinde culto es un diferencial a atender. Este es un “activo” que favorece la capacidad de movilización de la protesta y por lo tanto sus repercusiones en términos de opinión pública (con el eventual desgaste al gobierno como una clave).

Por otro lado, Moyano es un dirigente con una elevada imagen negativa en la opinión pública, lo que contrapesa su poder de recoger adhesiones en la sociedad en general aunque no necesariamente limita su poder de convocatoria sindical. Pero, en términos de valoración positiva, “el campo” como construcción colectiva gozaba en 2008 (año del conflicto por las retenciones) de una imagen positiva mucho más legitimada de la que hoy ostenta Moyano.

Con todo, el sindicalista apuesta centralmente a dos cosas: a) que su rol de opositor al kirchnerismo (del que antes fue aliado) le granjee el apoyo (al menos episódico) de quienes no tienen una buena imagen suya y cuestionan sus métodos.  Este sería el componente si se quiere visceral, es decir de quienes acompañarían la protesta simplemente por un efecto de contraste (anti-K) con el gobierno. b) en segundo término, que el paro con movilización a Plaza de Mayo convocado para el miércoles en reclamo de un aumento del mínimo no imponible para el impuesto a las Ganancias recoja el apoyo de sectores de la clase media y asalariados que por los aumentos de los últimos años ya entran en la llamada “cuarta categoría” de ese impuesto. Esto ya no es visceral, sino racional y apuntado al bolsillo (subsidiariamente entra aquí el reclamo vinculado a los topes para el cobro de la Asignación por Hijo), y además hay sindicatos no alineados a Moyano que comparten este pedido aunque no convaliden la medida de protesta convocada por el camionero.  

En estos días se sucedieron algunos hechos que habrá que atender hasta el día “D”. Moyano aseguró que si el gobierno nacional escucha sus reclamos no se presentaría a la reelección al frente de la CGT el día 12 de julio (elección que el gobierno podría bajar con el argumento de defectos formales en su convocatoria). Con todo, ratificó la medida de fuerza, desautorizando a dirigentes de su entorno que habían mostrado una posición más dialoguista con el gobierno y dejando abierta la posibilidad de que la protesta se desactivara si se acercaban posiciones (e
l secretario general del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmidt, expresó que si el Gobierno proponía “una alternativa que cambie el panorama” del reclamo, la CGT podría “levantar” el paro previsto para el miércoles próximo y la concentración en la Plaza de Mayo).

Ratificada la protesta, entonces, la expectativa está en la fuerza que tenga el paro y la convocatoria que logre la marcha. En este marco, cabe retener algunos datos: hay gremios  enrolados detrás de Moyano que no han adherido al paro ni a la movilización, como la Federación de Trabajadores de la Industria del Gas Natural, que conduce Oscar Mangone; otros que se movilizarán, pero no pararán, como es el caso del Sindicato Aceitero San Lorenzo (SOEA), ya que su titular, Pablo Reguera, informó que los trabajadores de las plantas del Gran Rosario se sumará a la movilización a Plaza de Mayo convocada por el titular de la CGT, Hugo Moyano, pero evitarán paralizar las fábricas de la región (con el argumento de que la protesta es contra el Estado para la eliminación del Impuesto a las Ganancias o la elevación de su piso de aplicación a salarios superiores a los 20 mil pesos; hay que considerar que los trabajadores de la industria aceitera están entre los más afectados por la quita que impone a sus salarios el impuesto a las ganancias, ya que es uno de los sectores que ha recibido mayores aumentos en los últimos años).

De los gremios estratégicos para medir el éxito de un paro (una cuestión distinta es la marcha o movilización), la UTA (transporte) los bancarios y los estatales no adherirían a la medida, ni tampoco otros sectores distanciados de Moyano, como el gremio de Obras Sanitarias, la UOCRA (construcción) ni Taxis. Por supuesto, tampoco serán de la partida los gremios conducidos por los denominados “Gordos”, acérrimos opositores de Moyano (Armando Cavalieri de Comercio, Carlos West Ocampo de Sanidad y Oscar Lescano de Luz y Fuerza, quienes motorizaron la suspensión de la convocatoria de elecciones del 12 de julio). En cambio, sí se suma al reclamo el  gastronómico Luis Barrionuevo, quien confirmó su adhesión a la marcha a la Plaza de Mayo aunque no apoya al jefe de la CGT en su pelea por la reelección.

Por su parte, Federación Agraria adhiere al reclamo, pero anunció que no concurrirá al acto en Plaza de Mayo (De Angeli recordó que en 2008, en pleno conflicto campo-Gobierno, "a Moyano lo tuvimos enfrente, cuando era del Gobierno, y nos maltrataban y nos trataban del golpistas").  Por las dudas, Facundo Moyano, hijo del camionero y líder del sindicato de peajistas (Sutpa) adelantó que no convalidarán eventuales adhesiones de opositores históricos del gobierno nacional, entre ellos el jefe de Gobierno porteño y líder del PRO, Mauricio Macri y Cecilia Pando, referente de un sector de las Fuerzas Armadas que se opone férreamente a la política de derechos humanos del Gobierno (incluso los tildó de «oportunistas»).

En tanto, el sector disidente de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) ratificó que adherirá al paro lanzado para el miércoles próximo por el secretario general del gremio de camioneros y titular de la CGT, Hugo Moyano, aunque sin participar de la movilización. “Estamos de acuerdo en parar conjuntamente. De ahí a movilizarnos, es otra historia. No estamos acostumbrados a que nos convoquen por televisión, no nos parece que ésta sea la forma”. En cambio,  la línea kirchnerista de la CTA, conducida por Hugo Yasky, aseguró que, si bien comparte “la demanda” porque “no puede ser que el mínimo no imponible afecte salarios de los sectores medios”, no se sumará a la medida de fuerza por considerar que fue “planteada en términos de confrontación y los trabajadores de la CTA no comemos vidrio. No vamos a pelear contra un gobierno que nos permitió una cantidad de conquistas enorme. Compartimos el reclamo pero no la metodología”, dijo Yasky.

domingo, 24 de junio de 2012

Nota publicada hoy en suplemento de Economía de La Voz del Interior sobre RR.HH



Gestionar el cambio

Expertos coincidieron en que las áreas de Recursos Humanos de las empresas deben asumir la necesidad de impulsar el cambio organizacional y fortalecer el liderazgo.

¿Cómo gestionar los recursos humanos ante un escenario actual desconcertante y prepararse para vivir en una estructura en la que se multiplican las contingencias? Para responder a ese interrogante, la Universidad Blas Pascal (UBP) convocó a diversos especialistas en la octava edición del Congreso de Recursos Humanos que se realizó recientemente en Córdoba.
El evento contó con destacados referentes nacionales e internacionales, que desarrollaron temas estratégicos de la agenda de los Recursos Humanos: desarrollo organizacional, liderazgo, resultados, innovación, aplicación de nuevas tecnologías en gestión y relaciones laborales, entre otros.
link a nota completa:

    viernes, 22 de junio de 2012

    Pulseada política (1)




    A principios de junio, la consultora Poliarquía medía 50%  de imagen positiva para Cristina Fernández, con 25% de regular y 25% de negativa. Como principal problema en la agenda social se destacaba la situación económica para el 30% de la población mayor de 18 años, seguida por la inflación (15%), con lo cual el analista Eduardo Fidanza destacaba que el desgaste de la imagen presidencial en un contexto donde aún seguía alta obedecía a una combinación de varios factores, dentro de los cuales la situación del dólar no era más que un síntoma.


    Por esos días, también circuló una encuesta de la consultora Management & Fit (con un historial menos prolijo que el de Poliarquía en cuanto aciertos en sus diagnósticos) según la cual el 50,4%  por ciento  desaprobaba su gestión y el 42,1% la aprobaba (con un 7,5% de "no sabe/no contesta"). M&F también exploraba las expectativas económicas como contexto del balance de gestión: la pregunta relativa a "cómo cree que estará la economía en los próximos seis meses" arrojaba que el 59% consideraba que la situación económica empeoraría, frente al 24,5% por ciento que estimaba que seguiría "igual" y un 15% que esperaba una mejoría.


    Esos datos enmarcaron una serie de cacerolazos en los días en los que las restricciones a la compra de dólares se ubicaron al tope de la agenda mediática. Por su carácter francamente minoritario (hubo una brecha evidente entre el “ruido” de la protesta en las redes sociales y la presencia de la misma en la calle, acotada a sectores de la clase media alta porteña, visceralmente contraria al kirchnerismo) la acción no tuvo una entidad lo suficientemente representativa como para que el gobierno se preocupara.


    La protesta también se desinfló, ya que después de la concurrencia a algunas miles de personas a Plaza de Mayo (la cual coincidió sugestivamente con la decisión de bajar la candidatura de Reposo a la Procuraduría General de la Nación) la semana siguiente la convocatoria fue notablemente inferior tanto en la Plaza como en algunos puntos de la zona norte de la Capital (Recoleta, Barrio Norte y Belgrano).  Incluso Beatriz Sarlo, reconocida crítica del gobierno, a la vez que cuestionó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el traslado en avión de su hijo Máximo a raíz de un cuadro de artritis séptica, se refirió a la vuelta de los cacerolazos a las calles de la Argentina afirmando que "es gente que carece de organización y son muy pocos, sin ninguna experiencia de calle. El espacio público se ocupa con una experiencia de calle. No se puede aprender en Facebook cómo saltar y gritar para que una aparición tenga el espíritu de una manifestación".


    Es decir, se trató de episodios con un impacto potencial muy disminuido respecto a los cacerolazos históricos del 2001 y también de las manifestaciones del conflicto del campo en 2008: mientras la primera de esas acciones coincidió con un contexto de deslegitimación de todo el sistema político y de crisis económica (“que se vayan todos” + corralito y caída de la convertibilidad) y la segunda con una crisis de confianza en el gobierno detonada a partir de la protesta de un sector legitimado por la opinión pública (y mediáticamente promovido, el “campo”), los  cacerolazos de junio no contaron ni con un contexto de dramatismo comparable al del 2001 ni con un actor articulador de la protesta como el 2008 (como así tampoco con alguien en condiciones de capitalizar dicha manifestación). 

    En estos días, el secretario general del Sindicato de Camioneros y titular de la CGT, Hugo Moyano, acaba de levantar un paro de la rama del transporte de combustibles que comenzó el martes pasado y que afectó el abastecimiento de naftas y gas a 18 provincias, y al mismo tiempo convoca a todos los trabajadores "afectados" por la aplicación del Impuesto a las Ganancias a movilizarse el próximo miércoles a Plaza de Mayo (día en el que volverá a haber un paro nacional de camioneros). Estas medidas de protesta, a diferencia de los anteriores cacerolazos, tienen un potencial impacto muy diferente en la opinión pública. Volveremos sobre este tema en un próximo post.   

    martes, 19 de junio de 2012

    Estadística aplicada, seria y entretenida a la vez






    Muchas veces les remarco a mis alumnos de ciencias sociales (y, como tales, un tanto renuentes a lo numérico) que la estadística, lejos de ser una abstracción matemática, en realidad está presente y puede aplicarse a datos cotidianos, a lo que no rodea permanentemente: por ejemplo, la probabilidad de lluvias en el pronóstico meteorológico que vemos por TV, el índice de inflación del que nos enteramos por los diarios, la cantidad de personas que siguió la transmisión televisiva de un superclásico del fútbol, etc.

    Asimismo, la estadística no sólo nos informa y orienta acerca de la realidad, sino que además nos ayuda a tomar decisiones, tanto a las personas particulares (si debo salir con paraguas, cómo debo administrar mi presupuesto familiar considerando el aumento de precios del mes pasado, etc.) como a instituciones y empresas (saber, por ejemplo, si un determinado producto tiene una aceptación tal que justifique invertir para lanzarlo al mercado). 

    La estadística también tiene, por supuesto, un costado lúdico. Un ejemplo: el equipo de Macroeconomía del Banco Itaú ha elaborado un informe en el que, aplicando modelos estadísticos a los resultados de las eliminatorias para el Mundial, posiciona a la Argentina como el favorito para clasificarse. Se trata de un ranking acerca de las probabilidades de clasificación de los equipos en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial, a través de modelos estadísticos que combinan con creatividad el expertise de los economistas y el deporte.

    Según los economistas de Itaú, la Selección Argentina lidera el ranking de clasificación para la Copa del Mundo Brasil en 2014. Luego de las últimas fechas disputadas, el estudio indica que, a pesar de figurar en la tercera posición de la clasificación del torneo con 10 puntos en cinco partidos jugados, Argentina sigue liderando el ranking con una probabilidad de clasificación del 90,8%, después de la goleada de 4 a 0 contra Ecuador (la celebrada victoria sobre Brasil 4 a 3 en EE.UU. no cuenta a estos fines, ya que fue un amistoso).

    El mismo informe reporta que Uruguay, con 11 puntos en cinco partidos, aparece en el segundo puesto del ranking de probabilidades, con un 87,4% de chances, en tanto que Chile (líder de las Eliminatorias con 12 puntos en 6 partidos jugados) se posiciona en tercer lugar del ranking de probabilidades (78,9%). Ecuador (34,6%) es una de las sorpresas: si bien ese seleccionado tenía bajas probabilidades por su poca tradición en la competencia, mostró un rendimiento superior a lo esperado. Colombia (44,0%) y Venezuela (28,9%) también muestran buen desempeño, mejorando sus probabilidades. Por otro lado, Perú (27,2%) y Paraguay (43,5%) decepcionaron, aunque mantienen chances de clasificar por su tradición en la competencia. Finalmente, Bolivia consiguió sólo cuatro puntos de los 18 en juego, y sólo cuenta con 2,4% de probabilidades de clasificar. Estos resultados incrementan la expectativa en la lucha por el cuarto puesto, con cinco selecciones con probabilidades muy similares.

    El banco Itaú (sponsor local de ese campeonato y de la selección brasileña de fútbol) encargó el estudio a su equipo de macroeconomía sobre las probabilidades de clasificación de las selecciones que disputan las cuatro plazas para el campeonato. Disputadas en doble turno, esas eliminatorias están compuestas por nueve selecciones, número impar en virtud del cual una selección tiene fecha libre en cada ronda (por ello, la Argentina y Uruguay disputaron cinco partidos en seis fechas jugadas). El estudio sobre la probabilidad de clasificación de las selecciones sudamericanas fue realizado por el economista Caio Megale. Antes del inicio de la competición, se estimó la probabilidad de cada selección de lograr la clasificación al final de la disputa. La actualización de las probabilidades se realiza según un análisis de desempeño en esta edición de las Eliminatorias y se compara con el desempeño en ediciones anteriores para la Copa de 1998 (la primera vez que fueron disputadas en este mismo formato).

    Del análisis se desprende que las selecciones con rendimientos superiores al 70% se clasificaron, mientras que aquellos con rendimientos inferiores al 30% no consiguieron participar de la Copa del Mundo. A partir de esta información, se calculan las probabilidades viendo el desempeño proyectado con los resultados de las primeras rondas, dando 100% de chances para selecciones con más de 70% de rendimiento, y retrocediendo de manera no lineal hasta 0% de chances para las selecciones que tiene menos del 30% de rendimiento. Finalmente, la calificación definitiva se calcula mediante la asignación de diferentes pesos a la probabilidad inicial (75%) y a la probabilidad de acuerdo con el desempeño en el torneo (25%).

    lunes, 18 de junio de 2012

    Heterodoxia con sintonía fina




    Decíamos en la entrada anterior que, si bien faltan cerrar paritarias clave (en especial los camioneros de Hugo Moyano, hoy en franca oposición al kirchnerismo) el hecho de que varios acuerdos cerraran por menos del 20% de suba era un señal positiva para el gobierno, necesitado de “enfriar” las presiones inflacionarias, entre ellas el costo salarial, respecto a las cifras del año pasado. En 2011, según datos del Ministerio de Trabajo de Carlos Tomada, el aumento salarial intermedio fue del 25,5% (algunos privados, como vimos en la entrada anterior, incluso estimaron una cifra superior) con lo que lograr para este año unos puntos menos no era, valga el juego de palabras, un dato menor.

    En un principio, tanto Hugo Moyano como Luis Barrionuevo (si bien enfrentados entre sí, ambos están lejos del metalúrgico Antonio Caló, quien sería el candidato preferido del gobierno) reclamaban un alza salarial de no menos del 30%. Sin embargo, los gastronómicos podrían firmar un aumento de sueldos para 2012 del 25% en promedio, pagadero en dos cuotas (una de ellas en febrero de 2013, lo que redondearía un incremento total del  27%).

    Hace unos días, en Ámbito se publicó que “curiosamente, aseguran en el Gobierno, y más allá de lo que Barrionuevo suele decir en público, desde la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA) se reconoció en las negociaciones que la situación del turismo internacional es complicada en el país, y que por eso hubo prudencia en los reclamos”. De ser así, esto dejaría a Moyano más aislado en su postura de abierta confrontación con el gobierno, que ya se expresó con los paros de los últimos días (Barrionuevo incluso viene insistiendo en el paso al costado del camionera en su cargo de secretario general de la CGT a favor de un esquema “tripartito”).

    Con todo, no hay que perder de vista las incongruencias y torpezas de la heterodoxia económica del gobierno, que así como tiene sus éxitos (algunos relativos, por cierto) también ofrece desaciertos. El periodista Marcelo Zlotogwiazda (a quien citamos hace poco en este blog respecto al revalúo inmobiliario impulsado por el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli) lo expuso con crudeza la semana pasada. En un artículo titulado “Intervencionismo degenerado”, el periodista plantea que “el intervencionismo de Moreno es lo menos parecido a la sintonía fina que Cristina Kirchner anunció en su momento como característica de su segundo mandato. Como sus modales, su accionar es tosco, lo que importa no por una cuestión de estilo sino por el daño que provoca. No son pocas las industrias que han tenido que interrumpir transitoriamente sus líneas de producción por falta de insumos. Por sus maneras, errores y abusos, él y quienes lo avalan también son responsables de un daño que, sin ser material, tal vez sea más grave. La mala praxis está desprestigiando y degenerando el concepto de intervencionismo estatal, regalándoles argumentos a los anacrónicos ideólogos del libre mercado. En una crisis del mundo desarrollado como la actual es imprescindible que el Estado intervenga administrando el comercio y protegiendo el mercado interno, pero cuantas más regulaciones haya mayor es la exigencia de precisión y eficacia. De sintonía fina (…) Nuevamente, está bien que en la actual coyuntura el gobierno quiera mejorar el resultado de la cuenta corriente de la Balanza de Pagos y sumar la mayor cantidad de reservas, y es loable la pretensión de pesificar la economía y la cabeza de los argentinos. Pero en nada contribuye a esos fines prohibir indiscriminadamente la compra de dólares”.

    El comercio exterior y la regulación del mercado de cambios requieren, en síntesis, de sintonía fina y no de trazo grueso, de prolijidad en la instrumentación de medidas, y es algo que evidentemente está faltando: el viernes pasado, las autoridades ampliaron el plazo para que más de 20 empresas (entre ellas YPF, pero también industrias vitivinícolas, farmacéuticas y agroalimentarias) liquiden exportaciones, de 60 a entre 90 y 180 días.

    Esa revisión fue originada por medidas del gobierno que buscaban acelerar el ingreso al sistema financiero de divisas originadas en las operaciones de exportación acortando los plazos, pero lograron el efecto contrario en alguna empresas, que imposibilitadas de cumplir con los tiempos suspendieron sus exportaciones.

    viernes, 15 de junio de 2012

    El gobierno profundiza su heterodoxia (2)




    El gobierno nacional apunta a  “naturalizar” las dificultades para acceder al dólar y así favorecer una   pesificación de la economía sin tener que presentar un paquete específico de medidas,  permitiendo un mayor ritmo devaluatorio pero sin ceder a las presiones, apostando así a que el paso del tiempo descomprima la situación del mercado cambiario.  

    Esta línea de acción había sido anticipada por Julio Burdman, director de la consultora Analytica: "la serie de medidas que se vienen aplicando en el mercado de cambios, en las importaciones y en los subsidios van todas en una misma dirección, pero busca evitar expresamente los anuncios del tipo ‘paquete', característicos de los planes económicos de antaño. Ha sido el estilo de todos los gobiernos K y no va a cambiarlo ahora". Así, el gobierno nacional -con discrecionalidad, e incluso con torpeza- apuesta a un efecto “disciplinador” de las restricciones, que vaya acotando el uso del dólar en las operaciones e impulsando así la pesificación, especialmente en aquellos sectores más remisos a la misma: el inmobiliario, por ejemplo. 

    Por caso, Federico Weil, presidente de la desarrolladora inmobiliaria TGLT, opinó que "la dinámica propia irá haciendo que las operaciones inmobiliarias se pasen a pesos de modo natural". Por lo pronto, Ámbito financiero publicó en estos días que “ante las trabas para comprar dólares que generaron una importante retracción en el mercado inmobiliario, los inversores se volcaron a la nueva estrella del sector: los proyectos comercializados completamente en pesos, desde el pozo”.

    Si esa tendencia se consolidara, el gobierno podría ilusionarse en ese terreno, del mismo modo en que apuesta a que el patentamiento récord de 0 km en mayo traccione la producción de autos que viene desacelerándose. La apuesta aquí es que la situación de la industria automotriz se revierta ante una demanda interna en aumento y apuntalada también por la previsión de que vuelvan a resurgir las ventas a Brasil, ya que en el principal socio del Mercosur también crecieron las ventas de autos en mayo (este detalle no es menor, ya que Argentina exporta a Brasil autos distintos a los que ese país vende aquí, por lo cual para el repunte de la industria automotriz nacional la mejora de Brasil es una condición indispensable).

    En otro de los frentes en los que el gobierno ha jugado fuerte para enfrentar la escasez de divisas ha sido el comercio exterior, donde ha obtenido un éxito relativo con su batería de restricciones a las importaciones: por caso, las procedentes de Brasil cayeron un 16% en mayo, con lo que continúa achicándose el déficit (el principal objetivo oficial de esas medidas). En ese mes, el intercambio entre Argentina y Brasil cayó un 7,1% y alcanzó los 2.986 millones de dólares, según indicó un informe de la consultora Abeceb.com. Así,  el saldo comercial de Argentina con Brasil arrojó en el mes de mayo un déficit de 242 millones de dólares, un 61% menor que el registrado en el quinto mes del pasado año. En términos acumulados, el resultado del intercambio es de 1.212 millones de dólares, lo que implica una reducción del déficit del 38% con relación al 2011. Por su parte, las ventas argentinas a Brasil alcanzaron en mayo de 2012 los 1.372 millones de dólares, un aumento de los envíos del 6%.

    Por otro lado, el gobierno ha obtenido también un éxito relativo en las paritarias salariales a lo largo de este año, varios de los cuales cerraron por debajo de las negociadas en 2011: “"en medio de esta vorágine, pasa desapercibido el éxito a medias que el Ejecutivo viene consiguiendo en su intento por frenar la nominalidad salarial", observó el economista Miguel Bein, apuntando que las paritarias se fueron acomodando hacia un techo del 24%, en contraste con el 35% promedio del año pasado. Sin bien faltan sectores por negociar -entre ellos, los combativos camioneros de Hugo Moyano y los gastron- esto le permitiría al gobierno morigerar la inflación (causa principal del recrudecido interés por el dólar). 

    martes, 12 de junio de 2012

    El gobierno profundiza su heterodoxia (1)




    Una asidua lectora (y más, colaboradora) de este blog había dejado planteado el desafío de profundizar en el análisis del panorama económico la cuestión de la pesificación; intentaremos hacerlo ahora.

    Creemos que el interés de gran parte de los argentinos en el dólar como moneda de reserva de valor se explica, por cierto, por las sucesivas devaluaciones sufridas por la moneda nacional a lo largo de la historia, pero también por un componente cultural, si se quiere un aspiracional, que nos distingue de otros países latinoamericanos que también han sufrido vaivenes económicos comparables a los nuestros pero sin embargo se han mantenido fuera de esa mentalidad "bimonetaria" que nos distingue. 

    De esta suerte, habría una especie de “fetichismo” argentino por el dólar, que si bien tiene una lógica económica no por debería aceptarse acríticamente: en el actual contexto de crisis global, se percibe al dólar como una moneda fuerte, y sin embargo, el déficit público de EE.UU. del mes pasado duplicó al de hace 1 año atrás, lo que pone en evidencia que esa valoración del dólar coexiste con un sistema que encubre (o al menos deja en la trastienda) el hecho de que tampoco la emisión de dólares por parte de ese país cuenta con un respaldo a salvo del cuestionamiento “ortodoxo” (por supuesto, la “trampa” de la ortodoxia es el doble rasero, o sea, no se exige lo mismo a los países “desarrollados” que a los “emergentes”).

    Con todo, desde la óptica del análisis económico más tradicional se puede decir que los especialistas tienen razón cuando dicen que el problema es la inflación (y su impacto en la relación cambiaria entre el peso y el dólar) y no la cotización del "verde", cuestionando que el gobierno ataca el síntoma (vale decir, el efecto) y no la causa; pero no es menos cierto que el "cepo" cambiario y el esfuerzo de pesificación están apuntando tanto a la coyuntura como al componente "cultural" o "aspiracional" del dólar, tratando de remover esa asentada "mentalidad" bimonetaria. 

    En ese marco, hay que interpretar (creemos) otro elemento de este contexto que se suma al "cepo" cambiario: el avance hacia la pesificación de contratos y obligaciones incluida en el proyecto de unificación y reforma de los Códigos Civil y Comercial abriendo la posibilidad de cancelar obligaciones en pesos a la cotización oficial del dólar, sin tener necesariamente que hacerlo en la moneda estadounidense. 

    Esta movida supone además una nueva remoción de un resabio de la convertibilidad, como acertadamente interpretó Rubén Rabanal en Ámbito Financiero: "la reforma que ahora se envió al Congreso da marcha atrás así con otro de los artículos de la Ley de Convertibilidad aún vigentes, el 11. Fue allí donde Domingo Cavallo modificó el Código Civil introduciendo la bimonetariedad en el país permitiendo que se cumpliera con la cancelación de contratos en la moneda que éstos estuvieran estipulados, dólares o lo que fuera. Hasta puede decirse que este es el fin «cultural» de la convertibilidad, aunque se mantenga la posibilidad de realizar contratos en dólares". Es decir, mientras que la convertibilidad (con su insostenible paridad 1 a 1) “halagó” a ese aspiracional del argentino (o al menos de segmentos importantes de la sociedad argentina) el kirchnerismo apuntaría a cuestionarlo, interpelarlo e (idealmente) confinarlo a un lugar marginal.  

    Además, el "avance pesificador" confirma la línea económica heterodoxa de la que hemos hablado ya varias veces en este blog y que, por supuesto, despierta las críticas de los economistas que no comparten esa orientación: por ejemplo, Juan Llach, que habló de "pesificación forzosa, transitoria y marginal" e insistió en que "si no se ataca en serio la inflación, a la hora de ahorrar e invertir, los argentinos seguirán pensando en dólares, no en pesos. El problema cultural de la Argentina al respecto no es el uso del dólar, sino la reincidencia en la inflación". Asimismo, Llach reconoció que fue un logro del gobierno haber bajado el nivel de deuda pública del país, pero reclamó que  eso debería ser aprovechado para refinanciar parte de los vencimientos de la deuda en lugar de pagarlos con reservas del Central.

    ¿Puede tener éxito este gobierno allí donde otros fracasaron, es decir, en plantear con medidas heterodoxas una "batalla cultural" contra la mentalidad (o idiosincrasia) bimonetaria presente en Argentina? ¿Podrá contra ese fetichismo o, por el contrario, siendo en términos marxistas la “conciencia” determinada por la “existencia” ese fetichismo terminará por prevalecer? Se sabe que el kirchnerismo es afecto a plantear sus acciones en términos de su “relato épico”, y esta “batalla cultural” sería un hito más en esa línea. Volveremos sobre este interrogante en un próximo post. 

    domingo, 10 de junio de 2012

    Actualizando el panorama económico (3)



    En los dos post anteriores repasábamos datos de la actualidad económica, tratando de balancear una coyuntura desafiante para el análisis, ya que estamos en un clima de opinión donde cabe preguntarse en qué medida la situación evolucionará: en función de la sensación térmica -por ejemplo, el malhumor detonado por las complicaciones derivadas de los controles a la compra de dólares- de la temperatura reinante -datos duros donde conviven indicadores que muestran alguna desaceleración en el nivel de actividad y otras donde aún los números son verdes, pese a un contexto endógeno y exógeno (global) enrarecido- o bien de una combinación de ambos elementos (lo más probable).

    Veamos: según el último relevamiento de Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas cayeron casi 7% promedio en mayo, con bajas que llegaron a superar el 8%, como fue el caso del rubro calzados, juguetes y ferretería. Por contrapartida, 
    en mayo el sector automotriz comercializó unas 75.800 unidades, lo que implicó un alza del 11,5% en relación al mismo mes del año pasado. Desde enero, se patentaron casi 390.000 vehículos, lo que implicó un alza del 7% en comparación con el mismo período de 2011. Según la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), fue el mejor mayo de la historia (+11,5% comparado con el mismo mes de 2011 cuando se habían realizados 67.985 operaciones, y 25% arriba de abril pasado, en el que se habían patentados 60.836 autos).


    Marcos Ferrario, analista de la consultora Abeceb, destacó que "si bien las restricciones a la compra de dólares generan incertidumbre, la realidad marca que la venta de autos no para de crecer (...) esto se debe a que la economía hoy ofrece pocas alternativas para mantener el valor del peso, en medio de una inflación que se mueve por encima del 25 por ciento". En esta línea de análisis, el auto estaría canalizando la capacidad de ahorro que en otros momentos se volcaba al mercado inmobiliario. De proseguir esta tendencia, el patentamiento podría situarse entre 5% y 8% por arriba de los niveles de 2011, lo que implicaría superar las 918.000 unidades comercializadas. 

    Aun así,  la industria automotriz acumuló (en abril) su segunda caída consecutiva en cuanto a producción: según datos de ADEFA, en abril la fabricación de vehículos se desplomó casi un 25% en relación al mismo período de 2011. Mientras las concesionarias festejan, la industria automotriz  se ve afectada por la desaceleración económica de Brasil, lo que queda en evidencia en el dato de que durante los primeros cuatro meses de 2012, los envíos hacia ese destino se derrumbaron un 25%. El negocio de la exportación equivale a la mitad de la producción automotriz. A ese factor se suma que 4 de cada 10 vehículos que se comercializan a nivel local tienen sello nacional, el resto son importados (sobre todo del mismo Brasil). 

    Por su parte, la Universidad Torcuato Di Tella difundió que la probabilidad de que la economía argentina entre en recesión en la segunda mitad de 2012 trepó al 98%, alcanzando el registro más alto de los últimos tiempos, de acuerdo al Índice Líder que elabora ese centro de estudios. Tiempo atrás, el economista Juan Jorrat había efectuado el mismo pronóstico (que repasamos en una entrada anterior). 


    En cambio, la misma entidad destacó en sentido positivo que en mayo cayeron las expectativas de inflación de la gente: el aumento del índice de precios esperado para los próximos 12 meses se ubicó en un promedio por arriba del 30%, según los datos del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella. Teniendo en cuenta el promedio, las expectativas de inflación cayeron (3,2 puntos porcentuales respecto al mes anterior) y se ubicaron en 33,9%. Por su parte, de acuerdo a la mediana de respuestas, la inflación se mantiene en 30% por segundo mes consecutivo. Guido Sandleris, Director del Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT, sostuvo que "las expectativas inflacionarias parecen haberse estabilizado en 30%.

    domingo, 3 de junio de 2012

    Actualizando el panorama económico (2)



    Seguimos desarrollando la temática iniciada en una entrada anterior. Mientras el gobierno nacional se orienta hacia una “pesificación” de la economía argentina (a la que algunos de sus propios referentes y funcionarios no contribuyen) con una serie de medidas que giran en torno a limitar las operaciones en dólares en un marco de incertidumbre, los indicadores económicos siguen acumulando matices que demandan un especial esfuerzo para leer la perspectiva económica.


    1) la confianza de los consumidores cayó en mayo 16,4% anual, pero creció 5,9% respecto de abril, según la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), mostrando una recuperación luego de tres bajas consecutivas en la comparación intermensual (en abril había bajado 12,7%) . El sondeo arrojó un crecimiento en la confianza de los sectores de menores recursos (lo que en marketing se denomina la base de la pirámide) de 10%, mientras que en los estratos de mayores ingresos se elevó 1,6%. El Índice de Confianza al Consumidor (ICC) fue medido entre el 2 y el 15 de mayo el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la UTDT. El director del CIF, Guido Sandleris, destacó que "si bien se observó un comportamiento positivo del ICC respecto al mes anterior es importante señalar que la base sobre la que se calcula el cambio intermensual es baja y que, más allá de este incremento, el ICC aún se encuentra en los niveles mínimos de los últimos dos años". Todos los subíndices verificaron una mejora en relación a la medición anterior. Así, el componente que mide las Expectativas Macroeconómicas ascendió 13,4%, el de Bienes Durables trepó 2,8%, y el de las perspectivas sobre la Situación Personal verificó un alza de 2,7%. La recuperación en el subíndice de Expectativas Macroeconómicas a nivel nacional obedeció tanto a un incremento en el componente que captura la perspectiva para el corto plazo (+13,9%) como en el que mide las de mediano plazo (+13%). A su vez, el factor que mide la percepción de la situación económica personal actual en términos de la de hace un año atrás subió 0,7 por ciento, mientras que el factor que captura las expectativas del encuestado para los próximos doce meses aumentó 4,3%. La predisposición para la compra de Automóviles y Casas verificó un alza de 1,7% por ciento contra el mes pasado, y la intención de adquirir electrodomésticos subió 3,7% mensual.

    2) según la Cámara Argentina de Turismo,  en tres años se duplicó el turismo en fines de semanas largos: la cantidad de turistas que aprovechan el feriado del 25 de mayo para tomarse unas minivacaciones pasó de 564 mil en el 2009 a superar el millón este año. “Estas cifras ponen en evidencia el impacto del reordenamiento de los feriados en la actividad turística, así como el trabajo permanente que realizan empresarios y funcionarios para promocionar todas las propuestas que tiene la Argentina", dijo Oscar Ghezzi, titular de CAT y de la Federación Hotelera (FEHGRA). En la misma línea, el Ministerio de Turismo de la Nación informó que ese fin de semana el 91% de los turistas viajó dentro de Argentina y gastó un promedio de 921 pesos, mientras que la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) estimó que los 1,2 millones de turistas viajaron por el país en esos días y gastaron 1.052 millones de pesos, con un gasto diario por turista que rondó los 323,3 pesos y una estadía media de 2,7 días, indicó CAME. En 2012, ya hubo cinco fines de semana largo (Carnaval, Malvinas, Semana Santa, Día del Trabajador y 25 de mayo), durante los cuales viajaron 7,7 millones de turistas que le dejaron ingresos por 6.301,3 millones de pesos a las ciudades y provincias que forman parte del circuito turístico nacional. De los fines de semana largos de 2012, el que mayores ingresos generó fue Semana Santa, con 1.962 millones de pesos; seguido por los feriados de Carnaval, con 1.694,40 millones de pesos.

    3) la construcción cayó 3,8% interanual en abril de este año, con lo que el nivel de actividad del sector registró un crecimiento acumulado de sólo 0,6 por ciento en los cuatro primeros meses del año, según el Indec. Respecto de marzo, y de acuerdo a los últimos datos del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), en abril el sector marcó un retroceso de 5,9% en relación a marzo. En lo que atañe a la encuesta cualitativa, que refleja las perspectivas de corto plazo del sector empresario, el Indec señaló que entre las firmas que se dedican principalmente a realizar obras públicas, el 43,2% dijo que la actividad va a declinar, contra un 5,4% que estimó aumentos, mientras que el restante 51,4% no anticipó mayores variantes. Entre quienes realizan principalmente obras privadas, el 17,4% proyectó retrocesos en el nivel de actividad, contra 4,3% que anticipó un aumento, en tanto que el 78,3% no prevé mayores cambios.

    4) nuevamente según datos oficiales, el consumo de servicios públicos creció 7,8% en abril. El uso de telefonía celular apuntaló el índice. El consumo de servicios públicos aumentó durante abril 7,8 por ciento en relación a igual mes del año pasado, impulsado por la telefonía móvil, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). En tanto, en los cuatro primeros meses del año marcó un avance de 8,9 por ciento respecto a igual período anterior, mientras que frente a abril pasado, marzo reflejó un retroceso de 3,4 por ciento. En términos desestacionalizados, el aumento registrado en abril en la medición interanual estuvo impulsada por un alza del 20,3 por ciento en la cantidad de llamadas realizadas a través de la telefonía móvil y del 32,9 por ciento en el número de mensajes de textos. El sector de comunicaciones fue el único que mostró un aumento por encima de la media (otros rubros, como el transporte de pasajeros en ómnibus, mostraron avances más acotados).

    5) según el Indec, las ventas en supermercados subieron 16% interanual en abril, en la medición a precios constantes desestacionalizados, mientras que en la comparación con marzo se expandieron 3,6%. En la medición a precios corrientes las ventas aumentaron un 25,5% en abril, de acuerdo a la última encuesta de supermercados, que releva 65 empresas distribuidas en todo el país. Asimismo, las ventas en centros de compras (35 shoppings centers de Capital Federal y el conurbano bonaerense) arrojaron un crecimiento del 8,7% interanual en abril en la medición desestacionalizada a precios constantes.

    En síntesis, las cifras muestran una desaceleración del crecimiento en las ventas, si bien en el caso de los supermercados el resultado de abril permitió revertir la tendencia de freno que se había expresado en marzo (mes en el que la tasa de crecimiento se había reducido al 12%). En mayo, hubo una cierta recuperación de la confianza respecto de los meses precedentes, y el fin de semana largo arrojó números positivos en el comportamiento de consumo, si bien menores que fines de semana largos precedentes (Semana Santa y Carnaval). Mientras algunos sectores muestran un freno evidente (como la construcción) otros (como el comercio y el consumo de algunos servicios) aún muestran cifras en verde. Procuraremos avanzar en una interpretación de las tendencias en una próxima entrada.