viernes, 30 de octubre de 2015

Análisis de la elección del 25 de octubre en Programa Política y Economía, por CBA24N


Del “too close to call” de primera vuelta al ballotage (1)

Decíamos en la entrada anterior que el resultado del domingo 25 de octubre, más similar al de una elección legislativa que a una ejecutiva presidencial, desemboca en un ballotage inédito: desde la reforma constitucional de 1994, nunca hubo segunda vuelta (en 2003, porque Carlos Menem desistió de participar, y en 2007 y 2011 porque Cristina se impuso en primera vuelta). En este marco, resulta pertinente ver qué tendencias arrojaron los ballotages recientes a nivel regional, a partir de una excelente columna de Daniel Chasquetti.

Veamos lo que plantea Chasquetti: “Hasta el presente, se realizaron en nuestro continente un total de 78 elecciones con sistema de doble vuelta y en 44 de ellas se necesitó la segunda vuelta para dirimir el ganador. Esa enorme experiencia electoral dejó útiles enseñanzas para estudiar las actuales competencias. Por ejemplo, las reversiones del resultado en segunda vuelta se producen sólo en el 23% de los casos. Cuando la diferencia entre el primero y el segundo es menor a 4%, la probabilidad de reversión es del 50%, pero cuando la diferencia oscila entre 5% y 8%, la probabilidad cae al 27%, y cuando la distancia es mayor a 8%, la probabilidad es solo del 10%. Además, sabemos que los competidores del balotaje no suelen perder los votos que conquistaron en la primera vuelta. La única excepción la constituye la segunda vuelta de Brasil 2006, cuando Geraldo Alckmin perdió dos puntos y medio respecto a la primera vuelta y sufrió una severa derrota con Lula Da Silva. De este modo, los dos competidores parten del piso generado en la primera vuelta y el resultado final depende de cómo se distribuyen los votos de los candidatos eliminados en la primera vuelta”.

Si aplicamos lo que aporta Chasquetti al ballotage por venir, nítidamente surgen estas premisas: 1) al ser la diferencia entre Scioli y Macri menor a los 3 puntos (no es esperable que varíe demasiado en el escrutinio definitivo), las chances son de 50% y 50% para ambos (consistentes con el cuasi empate técnico que arrojó la primera vuelta) 2) ambos competidores parten, para esta disputa, del caudal electoral que lograron el domingo pasado (es decir, no es esperable que ninguno pierda votos). Estas premisas serán las que aplicaremos para analizar las encuestas de cara al ballotage, que ya van apareciendo. 

La consultora González-Valladares fue la que realizó la primer encuesta rumbo al ballotage. Según el sondeo, de 1.000 casos, el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, se impondría con el 45,6% de los votos, que proyectado alcanzaría el 50%, ante un 41,5% de su rival por el oficialismo, Daniel Scioli, que llegaría al 45,5 %. El sondeo se realizó telefónicamente bajo el sistema IVR (telefónico con respuestas automáticas pregrabadas) a nivel nacional, con un error muestral de +- 2,9% y un nivel de confianza de 95. Se llevó a cabo bien “en caliente”, entre el 26 y el 27 de octubre (el primer y segundo día después de la primera vuelta). El estudio un escenario que es favorable a Mauricio Macri por apenas 4  puntos. Proyectados, esos números llevan a Macri al 50% contra un 45,5% de Scioli, es decir, una brecha de 4,5 puntos porcentuales, mayor al error muestral de 2,9% (es decir, estadísticamente significativa), pero no categórica, dado el alto nivel de indecisos (8,8%) de voto en blanco (4,1%) y la incidencia de la covarianza, un dato clave de cara al ballotage (sobre todo si recordamos la experiencia reciente de la segunda vuelta porteña). El rango de Macri va del 47,1% al 52,9% y el de Scioli de 42,6% a 48,4% (es decir, hay una zona de intersección entre ambas intenciones de voto). En síntesis, según esta primera foto, analizando sólo la variable intención de voto, venimos de un “too close to call” y seguimos en un cuasi empate técnico, con un leve sesgo a favor del candidato opositor. 

miércoles, 28 de octubre de 2015

Una elección trabada que devino en “too close to call” (2)

Decíamos después de las PASO que la elección estaba trabada, en el sentido que no se había producido polarización y que cada uno de los tres candidatos principales sostenía (dentro de los márgenes de error muestrales de las encuestas) el caudal que sus respectivos frentes habían obtenido en las primarias. La elección del domingo mostró que, contra el voto pasado, efectivamente sucedió eso: Daniel Scioli, el candidato del FPV, mantuvo sus votos y mejoró levemente respecto a las PASO (9.002.242, contra 8.912.665) y también Sergio Massa (UNA) resistió la polarización, ya que sumó casi 600.000 votos más que en las primarias. El que más creció desde las primarias, Mauricio Macri (Cambiemos) no lo hizo a costa de Scioli ni de Massa, sino aupado por la mayor parte de la gran masa de electores que se sumaron con su voto positivo desde agosto a la elección del domingo. 

Esto confirma la tesis que exponíamos en aquella entrada de los océanos rojos versus los azules: ante una elección “trabada”, lo que podía destrabarla era captar electores por fuera de los segmentos políticos ya establecidos. Macri obtuvo 1.591.628 votos más que hace dos meses, los cuales salieron del "océano azul", electores que en las PASO no habían participado (de ahí el incremento de la participación del 73,9% al 80,86%) o no habían votado positivamente (de ahí la caída del voto en blanco, de 1.216.634 a 596.028, una reducción de 51 por ciento o 620.606 votos de diferencia). El resultado, como vimos, fue que el candidato de Cambiemos logró reducir la diferencia de 8,5 puntos que le sacó el gobernador bonaerense en las PASO a sólo 2,53 puntos en la primera vuelta de anteayer. 

Otra lectura que arroja el domingo es que el resultado final se parece mucho más al de una elección legislativa que a una ejecutiva de presidente: 36,9% para Scioli del FPV, fuerza que mantiene su condición de primera minoría, con Cambiemos muy cerca (34,3%) y una tercera fuerza (UNA) con 21,3%. Como el régimen presidencial no es de simple pluralidad de votos (como sí es el de Córdoba provincia y Córdoba ciudad, por ejemplo, donde el gobernador y el intendente fueron electos con 39% y 32% de los votos, respectivamente), se desemboca en un ballotage inédito, el primero desde la reforma constitucional de 1994 que instituyó esa instancia para el caso que ninguna fórmula superara el 40% de los votos con 10 puntos de ventaja sobre la segunda, ni alcanzara el 45%. 

El resultado del domingo también termina pareciéndose más a una elección legislativa que a una ejecutiva porque es la traducción en votos del plexo político que le subyace, y que ya hemos expuesto repetidas veces en este blog: la hipótesis de los tres tercios, según la cual el electorado nacional se divide en un tercio pro-kirchnerista (que mantuvo su voto al FPV incluso en sus peores momentos políticos recientes, las legislativas del año 2009 y las del 2013), un tercio anti-kirchnerista (votantes de fuerzas opositoras en 2009 y 2011) y un tercio equidistante (que en 2009 y 2013 votó contra el kirchnerismo, pero en 2011 se decantó en un 66% por el FPV y en un 33% por la oposición). La elección del domingo confirmó que existe un tercio de votantes dispuestos a votar al oficialismo (y un poco más, dado que Scioli superó el 38% en las PASO y rozó el 37% este domingo) y también otro tercio netamente opositor (y un poco más, ya que Macri concentró 34,3% de los votos). La conclusión que se impone, ahora que sólo quedan dos candidatos para el 22 de noviembre, es que la elección será definida por el segmento electoral no alineado nítidamente ni en el kirchnerismo ni en el anti-kirchnerismo, el cual, a esta altura avanzada del proceso político, es apenas menos que un tercio: 100% del total, menos 37% del FPV y 34% de Cambiemos = 29%. De ese 29%, el caudal más sustantivo es claramente el de UNA, con el 21% de los votos. Según cómo inclinen sus voluntades esos electores se definirá la elección del 22 de noviembre. 

lunes, 26 de octubre de 2015

Una elección trabada que devino en “too close to call” (1)

Previo a la elección de ayer, realizamos en este blog proyecciones a partir de encuestas. Dado que todas sobreestimaron el voto oficialista y subestimaron el de la principal fuerza opositora, esas aproximaciones fueron peores que la hipótesis más conservadora que ensayamos en el post en el que hablamos de una elección “trabada” respecto a las PASO. Allí, presumimos que las 6 listas que habían pasado el filtro de las primarias conservarían su caudal electoral, y procedimos a redistribuir los casi 2 puntos porcentuales que habían dejado "liberados" las listas que quedaron afuera. 

En ese ejercicio, le asignamos a Margarita Stolbizer (Progresistas) un 4,2%, a Nicolás del Caño (FIT) 3,9%, dejamos a Adolfo Rodríguez Saá con el 2% de las PASO y estimamos para Daniel Scioli 38,9% (+ 0,2 respecto a las PASO), para Mauricio Macri 30,3% (+ 0,2 respecto al resultado del Frente Cambiemos en las primarias) y para Sergio Massa 20,6% (prácticamente la misma cifra que la sumatoria de UNA junto a José M. De la Sota en agosto). Con el 97,19% escrutado, Scioli obtuvo 36,86% (redondeamos a 36,9%, para utilizar un decimal como sugieren los manuales y para facilitar la comparación), Macri 34,3% y Massa 21,3%. Es decir, Scioli fue sobreestimado en 2 puntos porcentuales, Macri fue subestimado en 4 y Massa fue subestimado en 0,7 puntos porcentuales. El desvío de este modelo predictivo, en el caso de Scioli y de Massa, es aceptable, dado que cae dentro de los parámetros de error muestrales más utilizados para encuestas del orden nacional; en el caso de Macri, en cambio, está por encima. 

Si advertimos que el modelo también sobreestimó el voto de Stolbizer (algo contraintuitivo, dado que el problema para esa candidata siempre que se la mide en las encuestas ha tendido a ser el contrario, es decir, de subestimación), empezamos a tener un principio de explicación. Macri no sólo mantuvo el voto del radical Ernesto Sanz y de Elisa Carrió en las PASO (como el modelo asumió, en este caso correctamente), sino que tomó votos de Stolbizer. En las primarias, esa candidata había logrado 801.538 votos, y ayer alcanzó 619.051. También parece haber tomado votos de Adolfo Rodríguez Saá: de las PASO a ayer, el candidato de Compromiso Federal bajó de 472.303 a 407.202. De ahí que ambos obtengan menos votos (y también porcentajes) que lo supuesto por nuestro modelo de simulación. 

En el caso de Scioli, el candidato del FPV obtuvo pocos votos más que en las PASO (9.002.242, contra 8.720.146), pero sin embargo logró un porcentaje menor en 2 puntos porcentuales. ¿Por qué? Porque, como decimos en estadística y consultoría, cambió la base 100: entre las primarias de agosto y la elección de ayer se sumaron 2.016.616 electores. Esa diferencia entre la concurrencia a las PASO y la afluencia a los comicios generales fue decisiva para la performance de Mauricio Macri, quien obtuvo 1.591.628 votos más que hace dos meses. Por ello, vimos una dinámica electoral de sentido contrario a la que observamos en los meses anteriores: de un escenario que mostraba una “apertura de la boca del yacaré” (que se confirmó en las primarias con los 8,3 puntos de ventaja de Scioli respecto a Macri) a uno del tipo “too close to call” (cercano al empate técnico de ayer, con apenas 2,5 puntos porcentuales de diferencia).

domingo, 25 de octubre de 2015

Nota publicada en suple Tendencias de La Voz

TECNO 

Un hombre, un voto, un click

Tecnología aplicada a la política. Aplicaciones, sitios y otras novedades de este año electoral.  

Por Norman Berra*

Uno de los motivos por los que el año 2015 quedará en la historia será por la multiplicidad de comicios que tuvieron lugar. Córdoba ciudad, por caso, votó gobernador y legisladores provinciales en julio, primarias de precandidatos presidenciales y legisladores en agosto, intendente y concejales en septiembre y, de yapa, mañana domingo 25 de octubre aquellos mismos cargos nacionales en elecciones “definitivas” (por la chance de balotaje el 22 de noviembre). 
Al calor de este año electoral, surgieron sitios, aplicaciones y otras novedades. Veamos: 
http://www.lavoz.com.ar/tecno/un-hombre-un-voto-un-click

Entrevista publicada en suple Tendencias de La Voz

PERSONAJES 

“En autos, priorizo el diseño antes que el equipamiento y el motor"

En familia. Luis Carranza comparte la vocación por la arquitectura con su esposa Adriana Daniele y sus hijos Sebastián y Santiago. En tecnología, aprecia especialmente la conectividad.

Por Norman Berra*

0


Nacido en Villa Dolores, Luis Carranza (68) es arquitecto desde hace 45 años. En 1973 se inició en la ejecución de obras propias y de terceros, y hace 8 años fundó Inverco, empresa de desarrollos inmobiliarios. “Llevamos desarrollados más de 350 mil metros cuadrados cubiertos, y hoy tenemos en distintas etapas de ejecución seis edificios en la ciudad de Córdoba y el emprendimiento más emblemático de la empresa, LOVE, un proyecto de usos mixtos en Colón y Cárcano: 138 mil metros cuadrados cubiertos con viviendas, oficinas, un mall comercial, cines, salas de entretenimiento, polo gastronómico, bancos, servicios para la salud y un hotel 4 estrellas, además de 1.600 cocheras cubiertas”, enumera.

http://www.lavoz.com.ar/personajes/en-autos-priorizo-el-diseno-antes-que-el-equipamiento-y-el-motor


jueves, 22 de octubre de 2015

El país preelectoral (2): una comunidad que consume y que vota

Los encuestadores y cientistas sociales (investigadores de opinión pública o de mercado) procuramos medir una comunidad que consume y que vota, no un mercado disociado de un conjunto de electores. De allí la pertinencia de entender los cambios en la estructura social en los últimos 10 años y el aporte que la nueva medición de nivel socioeconómico a nivel nacional hace al entendimiento de la conducta social en dos de sus principales manifestaciones: el comportamiento electoral, y el del consumo. 

En este tema, hay un claro contrapunto entre el oficialismo y la oposición: el candidato a vicepresidente Carlos Zannini (por citar a un referente del FPV) planteó que en estos 12 años el FpV incluyó de 7 a 9 millones personas en la clase media. "Tenemos que evitar que piensen que lo lograron solos, lo hicieron en este país de oportunidades”. En cambio, el ex candidato a presidente Ernesto Sanz (UCR) opinó en su momento que “este este gobierno se ensañó con la clase media más que ninguno". Respecto a esto, la serie evolutiva del NSE que mostramos en el post anteriores es clara: la clase top (ABC1) no varió (5,6% al inicio y al final de la serie), la media alta (C2) pasó del 14,7 por ciento en 2004 al 17,7 por ciento en 2014 (subió tres puntos porcentuales) y la media típica creció 5,5 puntos porcentuales (de 25,3% a 30,8%). Por contrapartida, la media baja o baja superior (D1) bajó del 33,5 por ciento al 32,4 por ciento en 10 años y la sumatoria de la baja inferior y marginal cayó del 21 por ciento en 2004 al 13,4 por ciento en 2014. En síntesis, se ratifica la movilidad social ascendente, aunque también es cierto que ese proceso virtuoso parece estancado desde el 2012 a esta parte (lo cual puede ser un principio de explicación de las tensiones sociales crecientes en los últimos años y de la situación relativa de mayor competitividad electoral respecto al 2011). 

Si en términos de porcentajes la movilidad es nítida, en términos de cifras vale citar el aporte del especialista en análisis de tendencias de consumo y mercados, Guillermo Oliveto, quien afirmó que “la Argentina experimentó un proceso de movilidad ascendente desde 2002, y más de 11 millones de consumidores regresaron a la clase media”. El titular de la Consultora W destacó además la reciente “recuperación moderada” de la economía -medida a través de la venta de autos, motos, electrodomésticos, entre otros factores- y juzgó probable que el conjunto de las capas medias “experimente una expansión de siete puntos en lo que queda del decenio”

Oliveto recordó que la mitad de la población se ubicaba en la clase “baja” tras el quiebre de la convertibilidad, mientras 20% pertenecía a la clase “media baja”, mientras que por el aumento del empleo y el salto del Producto Interno Bruto, en la actualidad sólo 14,7% de los consumidores pertenece al estrato bajo (con ingresos familiares mensuales de 3.950 pesos), y 32% al medio bajo (8.500 pesos por mes). Según el analista, el proceso de mejora de los últimos años alcanzó a los segmentos más favorecidos, y hoy el 18% de los consumidores pertenece a la clase “media alta”, con ingresos familiares superiores a 34 mil pesos mensuales. Mientras, en el tope de la escala, la clase “alta”, con más de 107.500 pesos de ingreso familiar por mes, agrupa al 5,1% de los consumidores. Adviértase que la pirámide social argentina según la consultora W no es muy diferente a la de la Asociación Argentina de Marketing que compartimos en la entrada anterior: 5,1 de clase alta ABC1 (contra 5,6 de la AAM, o 5,7 con ajuste para que de 100% el total), 18% de media alta o C2 (contra 17,7% de la AAM), 30,2% de clase media típica o C3 (contra 30,8% de la AAM), 32% de baja superior o D1 (contra 32,4% de la AAM) y 14,7% de clase baja y marginal o D2/E (contra 13,4% de la AAM).

martes, 20 de octubre de 2015

El país preelectoral (1): el nuevo nivel socioeconómico confirma que en la última década creció la clase media

Desde el 2004 hasta ahora, la clase media fue el segmento social que más creció, a la vez que bajaron las clases baja y marginal. La comparación con el año 2004, cuando la Asociación Argentina de Marketing encaró la renovación del índice de nivel socioeconómico (NSE) que había sido actualizado en 2002 (en plena crisis) y el año 2014 arroja un neto crecimiento de la clase media y una reducción de la clase baja. 

El dato surge de una serie evolutiva que muestra que la clase media típica creció del 25,3 por ciento que registraba en 2004 hasta el 30,8 por ciento el año pasado, mientras que la sumatoria de las clases baja y marginal se redujo del 21 por ciento al 13,4 por ciento en el mismo lapso. La información se desprende de la última actualización del NSE, presentada en mayo pasado y realizada por la Comisión de Enlace Institucional (CEI), en la que participan la Asociación Argentina de Marketing (AAM), la Sociedad Argentina de Investigadores de Marketing y Opinión (Saimo) y la Cámara de Empresas de Investigación Social y de Mercado (Ceim). 

La serie evolutiva muestra un panorama social nacional que en 10 años mejoró sensiblemente: la clase top (ABC1) no varió (5,6% al inicio y al final de la serie), la media alta (C2) pasó del 14,7 por ciento en 2004 al 17,7 por ciento en 2014 (subió tres puntos porcentuales) y la media típica creció 5,5 puntos porcentuales (de 25,3% a 30,8%). Por contrapartida, la media baja o baja superior (D1) bajó del 33,5 por ciento al 32,4 por ciento en 10 años y la sumatoria de la baja inferior y marginal cayó del 21 por ciento en 2004 al 13,4 por ciento en 2014. Hilando fino, se advierte que la suma lineal de esos guarismos da 99,9, con lo cual a efectos de que de 100 se podría sumar una décima más al ABC1 (ya que el promedio de la serie en este nivel es mayor al 5,6). En cualquier caso, se ratifica que en la última década creció la clase media, cayó la baja y la “rica” no varió.

Asimismo, el nuevo NSE aporta una metodología alternativa para medir fenómenos como la pobreza. Sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que toma una muestra de 60 mil hogares por trimestre en 32 conglomerados urbanos de todo el país, el índice de NSE clasifica a la población en función de la educación y ocupación del principal sostén del hogar, la cobertura médica y la relación de aportantes de ingreso (es decir, cuántos de todos los miembros de una casa aportan para los gastos comunes de la familia).

La lectura arroja que en los últimos 10 años la pirámide del NSE a nivel nacional acusa un proceso de movilidad social ascendente, con crecimiento de la clase media y reducción de la pobreza, de lo que resulta una menor polarización social relativa. Además, esta metodología de relevamiento alternativa implica un aporte para la candente discusión sobre los niveles de pobreza, ya que “sale por arriba” del laberinto en el que se estanca la discusión entre los defensores de las cuestionadas y desactualizadas mediciones oficiales (el cálculo del Indec de diciembre de 2013 arrojaba que un 4,7 por ciento de la población es pobre, sobre la base de un índice de precios intervenido desde 2007) o quienes se inclinan por estadísticas privadas como las del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica que, al captar deficientemente los hogares con ingresos medio altos y altos, sobre-representa la tasa de pobreza (su última medición la situó en 28,7 por ciento). 

La ventaja de la metodología que utiliza el nuevo NSE de la AAM es que evita el laberinto que enfrentan las mediciones basadas en canastas de consumo (cuya representatividad es problemática) por variables estructurales, como la educación y la ocupación: así, hay una correlación entre la situación de pobreza con niveles educativos bajos (secundaria completa o menos) y ocupaciones no calificadas (que incluyen empleados, cuentapropistas, trabajadores inestables o precarios, personas viviendo de planes y bien jubilados o pensionados de ocupaciones no calificadas). Medida de esta manera, la pobreza estructural según el nuevo índice es de 13,4, bien por encima de los menos de 5 puntos de la estadística oficial pero por debajo de los casi 29 puntos de algunas mediciones privadas.

domingo, 18 de octubre de 2015

Nota publicada en suple Tendencias de La Voz

TECNO 

Aplicaciones que son “un plato”

Tecnología aplicada a la gastronomía. Asistentes recomendados para la cocina nuestra de cada día.

Por Norman Berra (Especial)

El 16 de octubre de cada año se celebra el Día Mundial de la Alimentación. En el frenesí de la vida actual, la hora de la cocina suele traernos algunos inconvenientes, que se potencian si además prevemos recibir visitas en nuestra casa. Sin embargo, gracias a los smartphones y un menú (nunca mejor dicho) de aplicaciones hoy disponibles, decidir qué vamos a cocinar para nutrirnos bien y agasajar a los invitados ya no es un problema.
http://www.lavoz.com.ar/tecno/aplicaciones-que-son-un-plato


viernes, 16 de octubre de 2015

Tendencias finales hacia el 25 de octubre (3)

Tenemos entonces 2% de votos de caudal “liberado” de fórmulas que no pasaron el filtro de las primarias de agosto y que quedaron, por lo tanto, “disponibles” (oceáno azul) para que traten de capturar los 6 precandidatos que sí compiten en octubre. Podemos hacer un ensayo de proyección de ese pequeño pero decisivo caudal, a tenor de encuestas que muestran que un 2% puede resolver la elección en primera vuelta o el pase a ballotage. 

Veamos ahí a 5 listas: Frente Popular (0,50% de los votos), el Movimiento al Socialismo (MAS), 0,47%, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), 0,44%, el Movimiento Solidario Popular (0,38%) y el Movimiento de Acción Vecinal (MAV), 0,17%. Una opción es que estos electores no asistan a votar el 25 de octubre, por haberse quedado “sin candidato” (el que eligieron no pasó el filtro del 1,5%). Otra, que asistan pero voten en blanco; si sucede eso, el efecto de su voto será subir el porcentual de los candidatos votados (dado que los cargos se asignan sobre voto positivo), pero de manera simétrica a los votos que efectivamente recibió cada uno de ellos. La tercera posibilidad es que voten por alguno de los 6 candidatos que compiten el 25 de octubre; aquí es donde entran las hipótesis de proyección.

Tenemos entre esas 5 listas tres que, con un criterio ideológico, podríamos asociar al espacio de la centroizquierda: Frente Popular, MAS y MST. Esas tres listas juntas suman 1,41% de 2 puntos totales, o sea que son la mayor porción. Podríamos trazar la hipótesis de que esos electores volverán a elegir listas de centroizquierda: entonces, podemos dividir una mitad de ellos (0,7) para Margarita Stolbizer (Progresistas) y otra para Nicolás del Caño (FIT). De ser así, Stolbizer llegaría al 4,2% (alcanzó 3,5% en las PASO) y del líder de izquierda al 3,9% (el frente alcanzó 3,2%, sumando los votos de Del Caño a los de Jorge Altamira, a quien derrotó en la “interna abierta” del espacio).

Asignamos 1,41% de esos 2 puntos a fuerzas minoritarias; el resto, en cambio, los distribuiremos entre los tres candidatos más votados, Scioli, Macri y Massa. Son los votos del Movimiento Solidario Popular  del Movimiento de Acción Vecinal, que suman 0,55%. Como ya le dimos a dos minorías la parte más sustantiva, recalculamos la base 100 entre los votos de Scioli, Macri y Massa y asignamos ese 0,55% en partes proporcionales: 43% para Scioli, es decir 0,24, 34% para Macri, es decir 0,19%,y 23% para Massa, es decir 0,13. Así, Scioli pasaría de 38,7% de las primarias a 38,9%, Macri del 30,1% del frente Cambiemos en las PASO a 30,3% y Massa del 20,5% del frente UNA a 20,6%. Como vemos, poco cambió proyectando estos dos puntos: Scioli se acerca a 39% pero está por debajo del 40% de umbral necesario para tener chances de ganar en primera vuelta, y su brecha respecto de Macri se mantiene en el orden de los 8,5 puntos, casi igual a la diferencia entre el FPV y Cambiemos en las PASO.

Agotamos la cantera de océano azul y apenas progresamos en certidumbre respecto al panorama que nos dejaron las PASO. Sin embargo, aún existen alternativas para ensayar si la elección se puede destrabar: oceános violetas, es decir, no azules pero tampoco rojos. ¿Cuáles son? Los que provienen del caudal de candidatos que perdieron la interna de su frente en las PASO. Entre ellos, el más sustantivo es el 6,4% de los votos que obtuvo de la Sota, casi la mitad de los cuales los recogió en la provincia de Córdoba. Son votantes de UNA, pero en rigor votaron al gobernador cordobés, por lo que no es seguro que se encolumnen 100% detrás de Massa, el vencedor de la “interna” de ese espacio. De hecho, el promedio de encuestas recientes de intención de voto en esa provincia arroja 39% para Macri, 25% para Scioli y 21% para Massa. Si esas tendencias se confirmaran, entonces Macri crecería 3,7 puntos porcentuales respecto a lo que obtuvo en las primarias en ese distrito (35,3%) y Scioli subiría 10,3 (alcanzó 14,7%), mientras que Massa cedería 17,7 comparado con la sumatoria de votos entre él y De la Sota en agosto pasado en esa provincia (fue 38,7%). Proyectado al total nacional, Macri subiría de 30,1% a 30,4%, Scioli de 38,7% a 39,6% y Massa bajaría de 20,5% a 19%. Las variaciones son estadísticamente no significativas, pero respecto a la asignación previa que ensayamos aquí hay una mayor reducción de la incertidumbre, porque vemos acercarse más nítidamente al FPV al umbral de los 40 puntos que abren la chance de una victoria en primera vuelta.

jueves, 15 de octubre de 2015

Tendencias finales hacia el 25 de octubre (2)

El promedio de las últimas 12 encuestas da 40,4% para Daniel Scioli (FPV), 28,8% para Mauricio Macri (PRO/Cambiemos) y 21,9% para Sergio Massa (FR/UNA). Comparados con el resultado de las PASO, eso implica que Scioli crece 1,7 puntos porcentuales, Macri cede 1,3 (respecto al resultado acumulado del frente Cambiemos, es decir, sumando a sus votos los de Ernesto Sanz y Elisa Carrió; como candidato individual había obtenido 24,2%) y Massa avanza 1,4 (contra el acumulado de UNA, es decir, sumando al 14,2% del tigrense los 6,3% que logró José De la Sota). Todas esas diferencias son estadísticamente no significativas, si se considera el error muestral, de lo que se sigue que las variaciones han sido menores, aunque los datos sugieren una consolidación oficialista y una merma de Macri a favor de Massa. Es decir, desde las primarias hasta ahora los movimientos han sido mínimos. ¿Por qué?

El consultor Roberto Bacman, titular de CEOP, ofrece la siguiente explicación: “con el 90 por ciento que elige entre tres candidatos, se tienen que sacar unos a otros. Esta es la realidad, no hay más donde crecer, por eso a todos les cuesta crecer”.  Para el analista, no hay chances de que los votos a las minorías disminuyan, “porque se trata de un voto de fuerte cauce ideológico. Es una situación inédita y difícil, con problemas serios porque el 90% de la gente ha optado por 3 candidatos y el 10 % ha optado por otros candidatos. Y la opción por otros candidatos es de fuerte cauce ideológico (…) “Los que votan a (Adolfo) Rodríguez Saá viven la mayoría en San Luis y por ahí un poco en Córdoba, en la zona cuyana. Es muy difícil que esa gente cambie de voto. A Margarita Stolbizer lo que le va a quedar va a ser un voto radical que puso su límite en Macri. Y el voto de la Izquierda (Nicolás del Caño) es el voto de la izquierda. Con lo cual no hay mucha posibilidad de cambiar por ahí”

En función de eso, lo que vemos es una situación de elección “trabada”. Aquí, la bibliografía sobre estrategias empresariales nos brinda una analogía útil: la de los océanos rojos, que se refiere a la competencia al interior de un mercado establecido donde cada actor tiene su “porción” o cuota de mercado (share).  La lucha por el posicionamiento y las acciones de competencia se resuelven en un juego de “suma cero”, donde un jugador sólo gana lo que logra que otro pierda. Ese es el panorama hoy: Scioli consolida el voto oficialista, las minorías conservan los suyos, y sólo se advierte una merma de Macri a favor de Massa apenas perceptible, al punto que cae dentro del error muestral.  

¿Cómo destrabar la situación? Pasando del océano rojo, donde el crecimiento sólo es posible quitándole porciones del mercado a la competencia, a un océano azul (virgen o disponible). La analogía marketinera puede sonar antipática, porque traduce al elector a los términos del consumidor; sin embargo, insistimos en utilizarla y no sólo a efectos ilustrativos, pues consideramos que los préstamos mutuos entre el marketing político y el comercial son enriquecedores, siempre que se eluda el reduccionismo. Con tres candidatos en el podio captando el 90% de la intención de voto y minorías “firmes”, ¿dónde hay “mercado disponible” para ampliar lo obtenido en las PASO de cara a la elección de octubre? Sin duda, el primero a considerar es el caudal “liberado” de las listas que no lograron el 1,5% del total de votos en las primarias de agosto pasado, por lo cual quedaron sin chances de competir el 25 de octubre. Ahí tenemos a 5 fuerzas: Frente Popular (0,50% de los votos), el Movimiento al Socialismo (MAS), 0,47%, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), 0,44%, el Movimiento Solidario Popular (0,38%) y el Movimiento de Acción Vecinal (MAV), 0,17%. En total, estamos hablando de un caudal de 1,96%, que podemos redondear a efectos analíticos en un 2%. Pocos puntos, pero decisivos en una elección en la que hoy ese 2% puede hacer la diferencia entre una victoria del oficialismo en primera vuelta o un ballotage el 22 de noviembre.

martes, 13 de octubre de 2015

Tendencias finales hacia el 25 de octubre (1)

Unas 12 encuestas se han conocido en lo que va de octubre, realizadas entre fines de septiembre y los primeros 10 días de este mes. Veamos los datos: según Analogías, Daniel Scioli (FPV) tiene una intención de voto de 41,6% (de las 12, esta es, junto con la de CEOP, la que le da una proyección más alta al oficialismo); Mauricio Macri, de Cambiemos, 29,3%; Sergio Massa(UNA), 20,8%; Margarita Stolbizer (Progresistas), 4%; Nicolás del Caño (FIT), 2% ; Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal), 2,3%. Con cifras similares, CEOP reporta 41,6% para Scioli, 29,2% para Macri y 20,2% para Massa. Muy cerca, Giacobbe reporta 41,4% para Scioli, 29% para Macri y 19,4% para Massa, en tanto que Rouvier da 41,3% para Scioli, 30,5% para Macri, 20,6% para Massa, 3,4% para Stolbizer, 2,4% para Del Caño, y 1,8% para Rodríguez Saá. A su turno, Aresco da 41% para Scioli, 30% para Macri y 20% para Massa. Poliarquía también proyecta 41% para Scioli, 30% para Macri y 23,5% para Massa. 

Así, tenemos 6 encuestas que coinciden en mostrar a Scioli por arriba de los 40 puntos, a Macri cerca de los 30 y a Massa tercero, a una diferencia estadísticamente significativa del segundo opositor mejor ubicado (el candidato de Cambiemos). El promedio de estas 6 nos da 41,3% para Scioli, 29,7% para Macri y 20,5% para Massa, lo que configura un escenario de victoria oficialista en primera vuelta (dado que el FPV supera los 40 puntos y Scioli le saca 11,6 puntos a Macri, o sea que cumple el requisito de la ventaja de al menos 10 puntos). Además, parece fuera de discusión que Macri es el segundo (la diferencia promedio entre él y Massa es de 9,2 puntos porcentuales). De todos modos, es un escenario no del todo definido, ya que la chance de victoria del FPV en primera vuelta cae dentro del margen de error muestral (bastaría que Scioli bajara un poco o Macri se proyectara nítidamente por encima de los 30 puntos para forzar un ballotage). 

Por otro lado, tenemos un grupo alternativo de 6 encuestas donde el FPV roza los 40, pero no los rebasa: según OPSM, Scioli alcanza 40%, (39,95%), Macri 30% (29,95%), Massa 21,3%, Stolbizer 4,1%, Del Caño 2,3% y Rodríguez Saá 2%. Algunos de estos sondeos, asimismo, muestran a Macri cerca de un empate técnico con Massa; de acuerdo a Raúl Aragón, Scioli alcanza 39,9%, Macri 26,8%, Massa 23,9%, Stolbizer 4,8%, Del Caño 3,1% y Rodríguez Saá 1,5%. Según González y Valladares, Scioli 39,6%, Massa 27,5% y Macri 23,7%; Polldata ubica a Scioli en 38,9%, a Macri en 27,8% y a Massa con 23,6%. Finalmente, Elypsis sitúa a Scioli con 39,4%, a Macri con 30,9% y a Massa con 18,5%. 

Así, en estas 6 encuestas Scioli sigue claramente adelante rozando los 40 puntos, en tanto que Macri encuentra un techo en los 30 puntos y ve achicarse su brecha respecto de Massa. El promedio de estas 6 mediciones resulta en 39,4% para Scioli, 27,9% para Macri y 22,7% para Massa, con lo cual la diferencia entre el FPV y Cambiemos se mantiene en el orden de los 11,6 puntos, abonando la hipótesis de un triunfo oficialista en primera vuelta, pero en un segundo escenario de mayor dificultad respecto a la primera serie de mediciones. No obstante, la principal diferencia entre series es que aquí la ventaja de Macri sobre Massa se achica a un promedio de 5,1 puntos porcentuales (contra los más de 9 de la primera), y hay incluso una medición que muestra al tigrense por arriba del jefe de gobierno porteño (González y Valladares) y otras dos (Aragón y Polldata) cerca del empate técnico entre ambos. De todos modos, en el promedio la diferencia entre ambos sigue siendo estadísticamente significativa y favorable al líder del PRO, con lo que si Scioli no lograra rebasar los 40 puntos, quien pasaría a segunda vuelta sería Macri.

Finalmente, si hacemos el promedio sobre las 12 mediciones, obtenemos 40,4% para Scioli, 28,8% para Macri y 21,9% para Massa. Con una diferencia entre Scioli y Macri de 11,6  puntos porcentuales y entre Macri y Massa de 6,9, se confirma un escenario en el que Scioli está más cerca de un triunfo en primera vuelta que Macri de forzar un ballotage, aunque los guarismos y las brechas entre los dos principales frentes no permiten descartar la hipótesis de segunda vuelta. 

sábado, 10 de octubre de 2015

Nota publicada en suple Tendencias de La Voz

TENDENCIAS 

Día de la madre: galería de regalos

Agasajo. Variedad de obsequios para Mamá.

Por Norman Berra (Especial)

En una semana se festeja el Día de la Madre. Con varios días por delante para elegir, repasamos algunas sugerencias de regalos que las marcas ofrecen para esta fecha.
http://www.lavoz.com.ar/tendencias/dia-de-la-madre-galeria-de-regalos



jueves, 8 de octubre de 2015

Despliegue territorial de cara a octubre (3)

Completamos esta serie de tres entradas referida al despliegue territorial. En el caso de Mendoza, según la consultora Reale-Dalla Torre, Scioli alcanza el 34,8%, y Macri 35,6%. Así, ambos mejoran respecto al resultado de las PASO, ya que Scioli suma 1,6 puntos porcentuales (logró 33,20%) y Macri 10, algo razonable (alcanzó 25,6%, y sumaría los votos de Ernesto Sanz y Elisa Carrió, sus "sparrings" dentro del frente Cambiemos). Comparado con los datos de la región, en Mendoza Scioli estaría por arriba de la estimación regional de Ipsos y Macri un poco por abajo (con una diferencia estadísticamente no significativa). Veamos los resultados de las PASO en las provincias de las que no tenemos encuestas recientes para comparar con la de Ipsos: en San Juan, Scioli obtuvo 54,4%, Massa 15,3% y Macri 14,4%. En La Rioja, 40,6% para Scioli, 22,3% para Macri y 14,6% para Massa; en San Luis, Adolfo Rodríguez Saá logró 45,1%, Macri 20,9% y Scioli 19,6% (aquí, Massa quedó fuera del podio). En este caso, sí hay un empalme o consistencia entre el resultado de las PASO, la tendencia regional de Ipsos y las tendencias del distrito en particular.

En Córdoba, el promedio de las mediciones que citamos da 20,9% para Scioli, 40,7% para Macri y Massa 15,1% (sobre ciudad Capital, no provincia). Están lejos del promedio regional de Ipsos, pero eso es previsible, dado que esa ciudad no es representativa de la región. En las otras provincias de esta región, el resultado de las primarias fue: en Santa Fe, Scioli 33%, Macri 26% y Massa 13,6%; en Entre Ríos, 39,5%, 27,5% y 14,5%, respectivamente. Claramente, la tendencia regional de Ipsos tiene mejor empalme y consistencia con los guarismos de esas provincias litoraleñas que con la mediterránea. 

A su turno, decíamos que en Chubut, por los datos que citábamos, Scioli supera el promedio regional proyectado por Ipsos, Macri está por debajo y Massa cerca. En las otras provincias de esta región, el resultado de las primarias fue: en La Pampa, Scioli 39,8%, Macri 26% y Massa 11,4%; en Neuquén,  35,6%, 21,8% y 15,2%, respectivamente; en Río Negro, 44,6%, 17,9% y 15,7%; en Santa Cruz, 44,4%, 18,4% y 14,5%; en Tierra del Fuego, 47%, 18,4% y 14%. Considerados todos los distritos, el empalme o consistencia de la tendencia de Ipsos con el resultado de las PASO parece plausible, aunque en el caso de Chubut vemos un avance en Scioli y Massa con respecto a las primarias de agosto (+1 en  Scioli y -2,1 en Massa) y un cierto retroceso en Macri (-2,5).  

En CABA, en las PASO, Scioli obtuvo 23,2%, Macri 41,6% y Massa 11,7%, es decir que, a tenor de Ipsos, Macri cede posiciones y los otros dos candidatos no registran diferencias estadísticamente significativas (no contamos con encuestas recientes para comparar). En cuanto a PBA, en las PASO, Scioli alcanzó 39,5%, Macri 24,4% y Massa 18,2%. El promedio de 6 encuestas que tomamos arroja 40% para Scioli y 29% para Macri, lo que implica una sensible diferencia con la proyección regional de Ipsos en el caso de Macri, a quien la consultora ubica en 19%, pero eso se debe a que esa encuestadora midió GBA y no toda la provincia, con lo cual no se puede analizar aquí un empalme o consistencia entre lo distrital de encuestas recientes y lo regional según el estudio de Ipsos. 

Pasando en limpio, la encuesta de Ipsos que venimos analizando y comparando con el despliegue territorial en las PASO y en encuestas recientes nos permite ponderar cuáles son las chances del oficialismo para imponerse en primera vuelta sin depender de otros resultados, como se dice en términos futbolísticos. Para eso, el FPV necesita llegar al 45% (caso contrario, si no llega a ese guarismo pero supera el 40%, necesita sí o sí sacarle 10 puntos porcentuales al segundo candidato/fuerza más votada; por eso decimos que allí depende del resultado de otros). Veamos: según Ipsos, Scioli alcanza el 42,6%. Esa es la medición hasta ahora más alta para el oficialismo en todas las encuestas conocidas, y lo ubica a apenas 2,4 puntos del 45%, la cifra de la felicidad para el oficialismo. Como antecedente próximo a esa cifra, tenemos el 46,3% obtenido por Cristina Fernández en 2007 (dado que el 54% de 2011 es inalcanzable). Ese 46,3% se integró de esta forma (ver cuadro de arriba; también se lo puede comparar con el incluido en el post anterior): 1) 37,9% de provincia de Buenos Aires. En las primarias de 2015, el FPV sacó 38,4% de sus votos de ese distrito, y en 2011 el 40,8% 2) 20% en CABA-Centro; en las primarias de 2015, el FPV sacó 18,1% de sus votos de allí, en 2007 el 20% y en 2011 casi 21% de 2011) 3) del “Norte Grande” (NOA + NEA), el FPV sacó el 27,1% de sus votos en 2007, en las primarias de este año el 29,7% y en 2011 el 24,9% 4) de Cuyo, el FPV sacó 8% de sus votos en 2007 (recordemos que Julio Cobos, gobernador de Mendoza, era candidato a vicepresidente en esa elección en la fórmula encabezada por CFK), 6,3% en 2011 y 7% en las primarias de 2015 5) finalmente, de Patagonia el FPV obtuvo el 6,9% de sus votos en 2007, el 6,8% en las primarias de 2015 y en 2011 el 7,1%. 

martes, 6 de octubre de 2015

Despliegue territorial de cara a octubre (2)

Retomamos la entrada anterior, para completar la comparación de las tendencias regionales de Ipsos con datos de encuestas recientes. A tenor de los datos de Choice, en Jujuy Scioli y Macri están por debajo de lo que obtienen en la región, y Massa por arriba. ¿Cómo fueron los resultados de las PASO en las otras provincias de esa región? En Salta, Scioli obtuvo 43,8%, Macri 17,8% y Massa 22,05%. En Tucumán, la distribución fue 57,1%, 16,3% y 10,6%; en Catamarca, 51,6%, 21,15% y 9,1% para Ernesto Sanz (Massa quedó fuera del podio allí). En Santiago del Estero, 66%, 12,1% y 12,7%. 

Según la consultora Choice, en Jujuy Scioli tiene una intención de voto del 34,3%, contra 18,5% de Macri y 29,2% de Massa, lo que implica que el oficialismo cedería votos a las listas opositoras respecto al resultado de las primarias. Sin embargo, ya en las primarias de agosto Jujuy fue, dentro la región NOA, el distrito de menor performance relativa para el oficialismo: en las PASO el FPV obtuvo el 41,7% (contra 16,2% de Macri y 19,3% de Massa). Por lo tanto, Jujuy no luce como una provincia muy representativa de la región (sin mencionar que su participación sobre el total regional debería ponderarse a efectos de una proyección estadística). 

En el caso del NEA, según Ipsos-Mora y Araujo, Scioli alcanza el 54%, Macri 22% y Massa 16%. Corrientes, donde tenemos una encuesta para comparar, muestra una tendencia muy diferente a la región: en las PASO Scioli alcanzó 43,5%, Macri 22,2% y Massa 15,4%, mientras que según la encuesta de la Fundación Prometeo Scioli alcanza 31,9%, Macri 26,2% y Massa 18%. Veamos los resultados de las PASO en otros distritos que integran la región: en Misiones, Scioli alcanzó 57,4%, Macri 13,7% y Massa 8,3%; en Formosa, 60,1%, 11,7% y 12,2%, respectivamente; en Chaco, 54,7%, 15,7% y 9,7%, respectivamente. 

Esto implica que, ya en las primarias de agosto, Corrientes (una de las pocas provincias gobernadas por el radicalismo) fue, dentro la región NEA, el distrito de menor performance relativa para el oficialismo. Por ello, tampoco es una provincia muy representativa de la región (y vale la misma observación que para Jujuy a efectos de una proyección estadística). La tendencia de Ipsos, en cambio, suena plausible comparada con los resultados de las PASO en los otros distritos que integran esa región. Aunque no son comicios iguales, es un dato a tener en cuenta que el FPV ganó la elección de gobernador en Chaco (que integra esta región) el 20 de septiembre pasado con el 55,4% de los votos.  

El despliegue electoral en NOA y NEA resultó clave en las primarias de agosto: como marcó el analista Julio Burdman, “los resultados mostraron, otra vez, la gran importancia que tiene el Norte Grande (la suma del NOA y NEA) para el Frente para la Victoria (ver cuadro arriba). Allí obtuvo el 29,7% de sus 8.424.749 votos. El oficialismo ganó en todas las provincias (10), y en 7 de ellas obtuvo más del 50% de los votos. Como muestra la tabla adjunta, en el norte el FpV obtuvo el 29,7% de sus 8.424.749 votos (...) Eso compensa las grandes pérdidas del kirchnerismo en la franja adversa, donde sólo cosechó el 18,1% pese a que allí vota el 29% del electorado. Esas dos diferencias peronistas, el +9,2 del Norte Grande vs. el -10,9 de la CABA y el Centro son el núcleo de heterogeneridad de nuestra geografía electoral”. De ahí su importancia estratégica de cara a la elección de octubre.

domingo, 4 de octubre de 2015

Nota publicada en suple Tendencias de La Voz

TENDENCIAS 

Altas obras

Tecnología aplicada a la construcción. Novedades que llevan a la arquitectura a desafiar sus límites.

Por Norman Berra (Especial)


Edificios flotantes, herramientas visuales de alta tecnología y otros avances recientes se conjugan para llevar a la arquitectura más lejos que nunca. Repaso de desarrollos y proyectos que asombran por su belleza y atributos innovadores.



http://www.lavoz.com.ar/tendencias/altas-obras













viernes, 2 de octubre de 2015

Despliegue territorial de cara a octubre (1)

La encuesta de Ipsos-Mora y Araujo que citamos en el post anterior es la que hasta ahora muestra a Scioli más cerca del 45%: 42,6%, contra 29,4% de Macri, 19% de Massa, 5,6% de Stolbizer, 2,8% Del Caño, 1,9% Rodríguez Saá. El dato es clave, dado que si la tendencia de esta consultora fuera acertada y el candidato del FPV lograra de acá hasta octubre salvar la brecha de 2,4 puntos que (según este sondeo) lo separan del 45%, se impondría en primera vuelta sin depender de los otros resultados (el primer candidato en llegar a ese guarismo gana, sin importar la diferencia que obtenga sobre el segundo; en cambio, si supera los 40% sin llegar al 45%, debe obtener al menos 10 puntos porcentuales de ventaja sobre el segundo).

Esa encuesta de Ipsos tiene además una bajada que ilustra el despliegue territorial (ver datos arriba). Resulta ilustrativo comparar esas tendencias con lo obtenido en las PASO y con datos de otras encuestas. Veamos: según Ipsos, en el NOA Scioli llega al 50%, Macri al 21% y Massa al 16%. De esa región, que agrupa a varias provincias, sólo tenemos datos recientes de Jujuy, distrito donde en las Paso el FPV obtuvo el 41,7%, contra 16,2% de Macri y 19,3% de Massa. Según la consultora Choice, Scioli tiene una intención de voto del 34,3%, contra 18,5% de Macri y 29,2% de Massa. 

En el caso de Cuyo, según Ipsos, Scioli alcanza el 30%, Macri 38% y Massa 11%. De esa región, contamos con datos de Mendoza, distrito donde en las PASO, Scioli obtuvo 33,2%, Macri 25,6% y Massa 9,7%. Según la consultora Reale-Dalla Torre, Scioli alcanza el 34,8%, y Macri 35,6%. Así, ambos mejoran respecto al resultado de las PASO: Scioli suma 1,6 puntos porcentuales y Macri 10, algo razonable, ya que tomaría los votos de Ernesto Sanz y de Elisa Carrió. 

En el caso del NEA, según Ipsos-Mora y Araujo, Scioli alcanza el 54%, Macri 22% y Massa 16%. De esa región, contamos solamente con datos de Corrientes, distrito donde en las PASO Scioli alcanzó 43,5%, Macri 22,2% y Massa 15,4%. Según la Fundación Prometeo, Scioli tiene en Corrientes 31,9%, Macri 26,2% y Massa 18%, tendencias muy diferentes a la proyección regional, con Scioli muy por debajo de la tendencia de Ipsos. 

En la región pampeana, Ipsos ubica a Scioli con 33%, a Macri con 32% y a Massa con 17%. De esa región, sólo tenemos datos recientes de Córdoba ciudad, distrito donde Scioli obtuvo en las PASO 12,7%, Macri 33,8% y Massa 5,6%. Con datos recientes, Scioli alcanza 19,3%, Macri 46,9% y Massa 16,7% (Aresco); 22,5%, 34,5% y 13,5% (datos propios). El promedio de ambas mediciones da 20,9% para Scioli,  40,7% para Macri y Massa 15,1%.

Finalmente, en Patagonia (región de baja incidencia electoral en el total nacional), Ipsos sitúa a Scioli con 42%, Macri con 31% y Massa con 15%. De esa región, sólo tenemos tendencias de Chubut, donde Scioli obtuvo en las PASO 47,3%, Macri 18,6% y Massa 15,2%. Ahora, Scioli alcanza 48,3%, Macri 16,1% y Massa 17,3% (datos propios). Del otro lado, pasando a la región más grativante electoralmente, que es zona metropolitana, en CABA Ipsos ubica a Scioli con 22%, Macri 36% y Massa 12%. En el caso del Gran Buenos Aires, según Ipsos Scioli alcanza 40%, Macri 19% y Massa 16%. Encuestas recientes hay varias, sobre provincia de Buenos Aires: según Rouvier, Scioli 41,1%, Macri 33,4%, Massa 18,4%; según Management & Fit, 39,3%, 31,2% y 18,3%, respectivamente; según González y Valladares, 38,7%, 23,4% y 23,7% (esta marca un empate técnico entre los dos principales opositores); según CEOP, 39,3%, 28,9% y 17%; según Giacobbe, 41,4%, 29% y 19,4%. El promedio de estas 5 mediciones da 40% para Scioli, 29,1% para Macri y 19,3% para Massa.