viernes, 30 de marzo de 2012

Interesante discusión en España: encuestas vs. resultado electoral (2)



Completamos la entrada referida al debate de porqué "fallaron" las encuestas en Andalucía.

3) Esteban López Escobar, catedrático de Opinión Pública de la Universidad de Navarra, también planteó que «pudo darse el fenómeno de la «vergüenza» de votar socialista», tras los escándalos de corrupción que afectaron a esa fuerza y la extendida difusión de que el PP ganaría holgadamente las elecciones. A ese «voto de la vergüenza» habría que añadir, según el experto, otro factor difícil de medir: la intensidad de la inclinación del voto. «Uno puede darle un coscorrón al partido para avisarle y luego votar otra cosa», explicó López Escobar: los sondeos habrían supuesto un "aviso" de algunos votantes socialistas, que quisieron «castigar» al partido sin que la sangre llegara al río.

Además, López Escobar agregó otros elementos al análisis: la idiosincrasia propia de Andalucía, que presenta una persistencia enorme en su voto y una inclinación socialista «sumamente arraigada». Los sondeos debían haber tenido en cuenta que esa comunidad autónoma es un territorio muy especial, «el granero político del socialismo, un fenómeno único». En su opinión, esa idiosincrasia debería ser considerada y reflejarse en las encuestas en un coeficiente concreto. El especialista remarcó otro elemento de peso: la valoración de la abstención electoral, ya que en esta elección concurrió a votar un 61,67% del padrón electoral andaluz, mientras que en 2008 acudió el 72,67% (once puntos porcentuales de brecha). Aunque las autoridades apelaron al argumento de cambio de hora para explicar la baja participación, el especialista apuntó a una «saturación electoral».

4) Otra posibilidad es que la consistencia de las encuestas en señalar un triunfo del PP haya ocasionado un efecto de "desactivación" entre los electores potenciales de esa fuerza. Según López Escobar, algunos pueden haber pensado "ya ganamos, así que no hace falta que vote". El experto plantea que habría que valorar las proporciones, en qué medida influyó la campaña socialista y las informaciones de los medios de comunicación, en especial de la televisión andaluza, y termina por reivindicar las encuestas: "Se desprestigia a las encuestas, que son como fotos instantáneas y como tales pueden ser diferentes días después. Un sondeo predice lo que pasaría si hoy se celebraran elecciones, no si dentro de una semana", subrayó López Escobar, recordando asimismo que el último día en que los medios de comunicación podían publicar encuestas era el domingo 18 de marzo.

Por su parte, el catedrático en Ciencias Políticas e investigador del Cadpea Juan Montabes también defendió los sondeos, explicando que la desviación de los datos obedeció a que a mediados de febrero se produjo un cambio en la opinión pública que las interpretaciones de las encuestas no captaron. "Encuestas como las del Centro de Investigaciones Sociológicas tenían los datos de intención de voto y simpatía, en las que remontaba el PSOE, pero no se reflejaron en los medios", dijo Montabes.

5) Eso nos lleva a otra explicación tentativa: las corridas electorales de último momento, en este caso una movilización tardía de los votantes del PSOE que terminó recortando la ventaja del PP que señalaban los sondeos. En ese sentido, las encuestas en boca de urna (en España las llaman "a pie de urna") elaboradas por Ipsos para Canal Sur se acercaron algo más a los resultados finales que las encuestas preelectorales previas, pues acertaron en no conceder la mayoría absoluta a los populares, como finalmente sucedió.

“Las encuestas son una foto fija y la gente se mueve. Una movilización en los últimos 20 días como la que se ha producido es muy difícil de detectar”, dijo Carmen Ortega, directora del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Cadpea). Asimismo, la investigadora evaluó que la campaña electoral influyó bastante. “En los últimos cuatro meses (desde las elecciones generales del 20-N) el PP ha perdido 100.000 votantes al mes”, explica Ortega, que asoció esa merma a varios factores: “Los populares han sufrido un voto de castigo por la política económica de Rajoy y han pecado de exceso de confianza con una campaña de baja intensidad que ha desmovilizado a su electorado”, añadiendo la desactivación de los votantes de esa fuerza como otro elemento de la explicación.

6) Otra línea de análisis hace hincapié en las diferencias demográficas en el comportamiento electoral: las votaciones en ciudades mayores de 100.000 habitantes en Andalucía fueron muy diferentes de los resultados en poblaciones de menos de 50.000. En algunos distritos, por ejemplo, los municipios de la provincia sevillana, en 93 de 105 pueblos se impuso el PSOE al PP. También hubo diferencias relativas entre la costa andaluza y el interior de la comunidad (donde más cayó la participación electoral respecto a elecciones anteriores fue en la zona costera de Almería o Málaga frente al interior, donde, por el contrario creció el voto).

Carmen Ortega también abonó esa explicación, articulada con el abstencionismo electoral que perjudicó al Partido Popular: "se ha votado menos en las ciudades grandes que en los pueblos, y en las localidades más pequeñas se ha votado más al PSOE que al PP, de ahí que la abstención haya perjudicado al Partido Popular".

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