jueves, 29 de agosto de 2024

¿El modelo cordobés es exportable a la Nación? Qué dicen las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

Hace un año, Juan Schiaretti obtenía 3,71% de los votos en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) como candidato presidencial; en la primera vuelta de octubre sumó 3 puntos porcentuales y llegó a 6,73%, caudal similar al obtenido antes por otra figura de la “avenida del medio”, Roberto Lavagna, quien alcanzó 6,14% en 2019. En los últimos turnos electorales, las listas ligadas al “peronismo federal” en las que se referencia el cordobesismo nunca alcanzaron los 2 dígitos (10% o más) que las posicionarían como una alternativa más competitiva. Según análisis recientes, una eventual crisis del gobierno de Javier Milei junto con las disputas en Juntos por el Cambio (JXC) y Unión por la Patria (UP) podrían abrir una ventana de oportunidad para el cordobesismo como modelo político “de exportación” nacional; veamos qué dicen las últimas encuestas. Según una reciente medición de Explanans, sin Milei en el escenario casi 48% de los electores percibe al ex mandatario cordobés como el más preparado para gobernar el país, escoltado por Axel Kicillof (casi 37%), Horacio Rodríguez Larreta con 10,3% y Martín Lousteau con 5% (gráfico arriba). Schiaretti pica en punta, con un guarismo de volumen mucho mayor a lo que podría ser un efecto inercial de la campaña 2023.  

La grieta política que atraviesa al país en los últimos 15 años reaparece al analizar las preferencias en función del voto en el ballotage 2023: casi 80% de quienes optaron por Milei se inclinan por Schiaretti, mientras que la misma proporción de quienes eligieron a Massa se decanta en favor del gobernador reelecto en la provincia de Buenos Aires (gráfico arriba). De todos modos, el dato parece prometedor para el cordobesismo en la escena nacional.  

También resulta positivo para la expectativa cordobesista un hallazgo de Synopsis Consultores: casi 25% de los electores cree que la provincia representa mejor el modelo económico productivo deseado para Argentina, mientras que 22,4% se inclinó por Buenos Aires (gráfico arriba); empate técnico, pero aun así un resultado favorable como “aspiracional” nacional.  

Sin embargo, el mismo informe arroja una tendencia fragmentada en términos preelectorales hacia 2025 (gráfico arriba): La Libertad Avanza (LLA) cae 9 puntos porcentuales de intención de voto entre julio y agosto, pero ese desgaste es capitalizado por el PRO (+ casi 4 pp) y la UCR (+ 1,1 pp), la izquierda (+, 1,5 pp) y los indecisos (+3,8 pp). El kirchnerismo aparece estabilizado en torno al 15%, mientras que el peronismo no K (una expresión más amplia que el cordobesismo) presenta una leve tendencia declinante y los partidos provinciales (otro espacio donde se podría situar el sello cordobés) oscilan entre 1% y 2%.     

Pulso Research (gráfico arriba) también reporta una baja de LLA que la ubica en el mismo orden de magnitud del caudal obtenido hace un año (casi 30%), el peronismo K insinúa una recuperación que lo deja en casi 20%, el PRO también rebota hasta 8,1% y crecen los indecisos; en cambio, el peronismo “federal” perfora el umbral del 10%.     

En la misma línea, Mercados y Estrategia (gráfico arriba) muestra a LLA fidelizando su núcleo en torno al 30% y al peronismo K resiliente, en torno al 25%; una lista del peronismo federal “depurada” de referentes de UP apenas alcanza 6%, es decir, lo que obtuvieron Schiaretti en octubre de 2023 y Lavagna 4 años antes.  

En un escenario donde no compite JXC, según Solmoirago LLA roza el 42%, pero nuevamente el peronismo filo kirchnerista se muestra resiliente, con 30,5%, mientras que el PJ no K repite el 6% (gráfico arriba). En síntesis: 1) el cordobesismo logró en 2023 instalar un candidato presidencial, pero el resultado repitió el “techo de cristal” de 2019 para una expresión de la “avenida del medio” 2)  Schiaretti y Córdoba tienen pregnancia como referencia política y económico-productiva a nivel  país, pero eso no se traduce en intención de voto hacia 2025 3) en 2 de 4 encuestas nacionales recientes, las expresiones afines al cordobesismo no superan el resultado de 2023, y en las otras dos el desgaste libertario lo capitalizan otras fuerzas 4) así, se puede concluir que aún no están dadas las condiciones para que el sello provincial despegue a nivel país.  

  

miércoles, 21 de agosto de 2024

Un escándalo político de impacto acotado hacia 2025, según las encuestas (nota publicada en CBA24N)

En nuestra nota de la semana pasada apuntábamos que el affaire Fernández vs Yáñez impactaba en el kirchnerismo, pero al menos por ahora no le generaba un gran daño en términos de acompañamiento electoral potencial según las últimas encuestas. La reciente medición de DC Consultores arrojó que 22,2% estaba dispuesto a votar a ese sello en las próximas elecciones (gráfico arriba), lo cual implica una baja de 5,08 puntos porcentuales respecto al 27,28% de caudal que alcanzó la sumatoria del sello Unión por la Patria (UP) en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto de 2023. Así, la merma potencial no termina de resultar estadísticamente significativa, a lo que se agrega que falta un año para el turno electoral y el “efecto Alberto” podría diluirse en ese plazo.  

Con apenas matices, la última encuesta de los consultores Isasi-Burdman (gráfico arriba) reporta que aún en pleno escándalo 21% votaría al pan-peronismo (16% al peronismo y 5% al kirchnerismo), con lo cual la merma sería de 6,28 puntos porcentuales hoy respecto al caudal obtenido en las PASO hace un año. La relativa estabilidad de la intención de voto se confirma cuando se observa que 30% se inclinaría por La Libertad Avanza (LLA), sello que un año atrás sumó 28,96%; la diferencia de 1,04 puntos porcentuales no resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-2,18%.  

A su turno, Zuban Córdoba detectó que 4% de los votantes de Massa en la primera vuelta de 2023 podría dejar de votar al peronismo por el escándalo, mientras que casi 7% ns/nc (gráfico arriba); así, se puede estimar que hoy el caudal del espacio rondaría el 33% en el peor de los casos, contra 36,78% que sufragó por UP en octubre del año pasado; nuevamente, la merma potencial sería acotada con la foto de hoy.  

De las últimas mediciones, la única que muestra a LLA creciendo en la actual coyuntura es la que realizó el consultor Cristian Solmoirago; en un escenario donde no compite Juntos por el Cambio (JXC), LLA roza el 42%, pero el peronismo filo kirchnerista se muestra resiliente, con 30,5% (gráfico arriba). En síntesis, contra la sensación instalada de que el escándalo es capitalizado por Milei y pone en jaque al panperonismo, las últimas encuestas muestran una relativa estabilidad de las intenciones de voto de cara al turno electoral 2025. La comparación de datos sugiere que el affaire Fernández vs Yáñez está cristalizando opiniones preexistentes (refuerza a los núcleos duros del oficialismo vs a los de la principal fuerza opositora, más que modificar tendencias). En ese marco, la funcionalidad del caso para el gobierno nacional estaría quedando en evidencia, según el informe de Zuban Córdoba: 60,5% de los electores están de acuerdo con que los libertarios aprovechan el issue para desviar la atención respecto de la crisis económica y el crecimiento de la pobreza (gráfico abajo).  

En la misma línea, 63,5% acuerda con que el oficialismo aprovecha el caso para pegarle al gobierno anterior (gráfico abajo). Así, la estrategia libertaria “si no hay pan, que haya circo” resulta eficaz hoy, pero difícilmente pueda tener efectos a largo plazo que operen en la campaña electoral 2025. 

miércoles, 14 de agosto de 2024

Análisis de coyuntura en Asteriscos Eco Medios (audio)


 

A un año de las PASO, cómo se reconfigura la oferta política (nota publicada en CBA24N)

Hace un año, la lista de La Libertad Avanza (LLA) encabezada por Javier Milei obtenía el 28,96% de los votos en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO); Juntos por el Cambio (JXC) sumaba 28% con dos listas (una de Patricia Bullrich y otra de Horacio Rodríguez Larreta), en tanto que Unión por la Patria (UP) alcanzaba 27,28% con la sumatoria de las boletas de Sergio Massa y Juan Grabois. Un año después, Milei acaba de cumplir 8 meses de gestión como presidente surgido de un ballotage en el cual resultaron decisivos los votos de JXC y con la lista de Bullrich integrada a su gabinete (ella como ministra de Seguridad y su candidato a vicepresidente, Luis Petri, como titular de Defensa). JXC y el PRO atraviesan una crisis de identidad, con riesgo de ruptura entre el ala bullrichista y la referenciada en Mauricio Macri, mientras que UP atraviesa una crisis de liderazgo generada por la derrota en segunda vuelta más la tormenta originada por el escándalo que protagoniza el ex presidente Alberto Fernández vs Fabiola Yáñez. De cara a las PASO de 2025, ¿cómo se reconfigura la oferta política? A fines de julio, la consultora Reale-Dalla Torre (RDT) reportó que a 29,4% de los electores le parece bien que el PRO y los libertarios se fusionen en un nuevo espacio; a casi 20% le parece mal, mientras que a 40% le da lo mismo, pues no le gusta ninguno de ellos (gráfico arriba).  

Así, la primera minoría nacional se ubica en el mismo orden de magnitud del voto a UP en la segunda vuelta del año pasado. Al hacer zoom sobre los segmentos electorales, al 63,4% de los votantes de LLA les parece bien una eventual fusión, vs casi 16% que la ve mal; en JXC es acuerdo es similar, mientras que el desacuerdo es un poco más alto (gráfico arriba).  

Según la última medición de la Universidad de San Andrés (Udesa), 38% está de acuerdo con una unión entre LLA y el PRO, vs 36% en desacuerdo; empate técnico. Entre votantes de Bullrich, casi 80% apoya, mientras que entre electores de Milei el acompañamiento cae al 63% (gráfico arriba).  

Entre tanto, en su encuesta cerrada ayer 13 de agosto DC Consultores detectó que casi dos de cada tres electores creen que el kirchnerismo será el más perjudicado por el escándalo en torno a Alberto Fernández, mientras que poco más de un tercio cree que el impacto será mayor sobre el peronismo (gráfico arriba). Sin embargo, el sello K muestra una fuerte resiliencia: 22,2% se muestra hoy dispuesto a votarlo en las próximas elecciones (gráfico abajo), un caudal apenas por debajo del 27,28% que sumó UP hace un año.  

Por otro lado, de cara al turno electoral 2025 otras mediciones hacen foco en eventuales reformas electorales, como la implementación de la Boleta Única; según la última encuesta de Pulso Research, 47,3% apoya esa incorporación vs casi 40% que la rechaza (gráfico abajo). La brecha de 7,6 puntos porcentuales no resulta estadísticamente significativa dado un error muestral de +/-3,5%, lo que perfila una disputa relativamente pareja entre ambas posturas.   

En cambio, según una reciente encuesta de Zuban Córdoba, el acuerdo más que duplica al desacuerdo (gráfico abajo).  

Otro tema en la agenda es impulsar el voto a los 13 años; según Pulso Research, 43,2% está de acuerdo vs casi 50% en contra (gráfico abajo). Nuevamente, la brecha resulta estadísticamente no significativa (6,3 puntos porcentuales), aunque la oposición tiene una ventaja al rozar el 50%.  

Finalmente, según Udesa 63% está de acuerdo con introducir la boleta única vs 22% en desacuerdo, mientras que apenas 23% apoya que puedan votar los jóvenes desde los 14 años, vs 69% que está en contra (gráfico abajo).  

En síntesis: 1) una eventual fusión entre LLA y el PRO divide opiniones a nivel general, aunque es mayoritariamente acompañada por los votantes de Milei y Bullrich 2) el affaire Fernández vs Yáñez impacta en el kirchnerismo, pero al menos por ahora no le genera un gran daño en términos de acompañamiento electoral potencial 3) la implementación de la boleta única recoge resultados dispares en las encuestas, pero en el promedio de tres mediciones el apoyo ronda 56% vs 29% de desacuerdo 4) ampliar el voto desde los 13-14 años tiene un desacuerdo promedio de 59% vs un acuerdo de 33%.

miércoles, 7 de agosto de 2024

Más que grieta, una fractura expuesta: máxima polarización en las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

A cumplir de cumplir 8 meses de mandato, el gobierno nacional enfrenta una nueva marcha opositora al mismo tiempo en el que recoge en las encuestas nacionales realizadas durante los últimos 20 días indicadores críticos. Según la última medición de Delfos, 47% tiene una opinión positiva de la gestión presidencial, vs 46% que opina negativamente; con el 6% de regular como primer nivel de malestar, el saldo desfavorable es de 5 puntos porcentuales (gráfico arriba). La máxima intensidad positiva (32%) se ubica en el mismo orden de magnitud del voto a Javier Milei en las primarias de agosto y la primera vuelta de 2023 (30%), mientras que la máxima negatividad (43% que califica su gestión como muy mala) replica el caudal obtenido por Unión por la Patria (UP) en el ballotage: 44,4%.  

Con apenas matices, la última encuesta de Pulso Social marca un empate técnico polarizado entre positividad y negatividad (gráfico arriba), pero coincide con Delfos en reportar la primera minoría de opiniones en la máxima negatividad: 40% que opina que la gestión es muy mala.   

Delfos también registra la mayor intensidad de sentimientos de desagrado en lo que va de la serie evolutiva: 48% dice que Milei le desagrada mucho, vs 32% que se ubica en el extremo contrario (gráfico arriba). Nuevamente, el dato favorable replica el núcleo duro del voto a La Libertad Avanza (LLA), en tanto que la sumatoria desfavorable se impone por 5 puntos porcentuales.   

Otra medición reciente de polarización afectiva confirma lo anticipado por Delfos: en su encuesta cerrada a fines de julio, la consultora Mercados & Estrategia (M&E) reportó 47,3% de creencias y sentimientos favorables a Milei, vs casi 53% de sentimientos y creencias adversos (gráfico arriba). Aquí también el saldo resulta desfavorable en torno a 5 puntos porcentuales.    

La encuesta de M&E cerrada a fines de julio muestra una tribalización extrema: 47% en favor de la continuidad de Milei vs 47% a favor de su destitución (gráfico arriba). Con similar perspectiva, el informe de Pulso Social también arroja máxima polarización en la percepción de la dirección en la que marcha la gestión presidencial: 47% de positiva vs 46% equivocada, empate técnico (gráfico abajo).   


En síntesis: 1) el concepto de grieta, acuñado durante la década kirchnerista, no sólo sigue vigente, sino que se ha exacerbado a partir del liderazgo fuertemente polarizante que encarna Milei, al punto de tomar la forma de una fractura social 2) a diferencia de Mauricio Macri (el anterior presidente surgido de un ballotage), el libertario consolidó con mucha más rapidez un núcleo duro de máxima negatividad en las variables de imagen y sentimiento social; quienes opinan muy mal de su gobierno y expresan emocionalidades asociadas a un gran malestar constituyen una primera minoría actitudinal en el mismo orden de magnitud del voto a UP en segunda vuelta (en torno al 45%) 3) cerca de cumplir 8 meses de gestión, el presidente ya tiene un nivel de desgaste similar al que Macri sufrió recién luego de la crisis de 2018 4) ese deterioro es consistente con su estrategia de shock, a diferencia del “gradualismo” que aplicó la gestión de Cambiemos 5) en ese marco, se entiende por qué el gobierno libertario enfrentó más tempranamente protestas como los cacerolazos (apenas asumir en diciembre), paros nacionales de la CGT (a 45 días de gestión,  en enero pasado) y movilizaciones opositoras; como planteó Llao en un artículo reciente (*), se trata de una “ultraderecha acelerada”. 

(*) “Aceleración de la Ultraderecha en Argentina”


viernes, 2 de agosto de 2024

Crisis de expectativas y confianza en el gobierno nacional, según las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

Durante el primer semestre del año, el Gobierno nacional sostuvo su imagen sobre la base de un mix de factores entre los cuales sobresalían las expectativas a futuro, con la fuerza del pensamiento desiderativo del 55,6% de electores que consagraron presidente a Javier Milei en el ballotage y con la esperanza como sentimiento social positivo predominante. Sin embargo, en el último mes diversas mediciones plantearon alertas en las variables expectativas y confianza, lo que sugiere que algo se rompió o bien que al menos hay fisuras. La encuesta realizada por consultora Delfos en julio arrojó que la expectativa de que Milei mejore la situación del país cayó 7 puntos respecto a junio, al mismo tiempo que el pesimismo trepó 10 puntos porcentuales (gráfico arriba). En lo que va de 2024, sólo el mes de abril presentó un panorama más desfavorable para el oficialismo.  

El deterioro también se observó en las expectativas de que Milei pueda reducir la inflación (cayeron 7 puntos, en tanto que el pesimismo creció 11 pp) y en las relativas a la reducción de la inseguridad (bajaron 7 pp, mientras que el pesimismo trepó 12 pp; gráfico arriba). 

En la misma línea, si bien con menor intensidad, el Termómetro Ciudadano de Opinaia reportó que la confianza (mucha + bastante) en que el presidente pueda estabilizar la economía quedó 3 pp por detrás de la falta de confianza (suma de poca + ninguna; gráfico arriba). En este caso, el optimismo perforó el umbral del 50% en abril pasado y ya no volvió a alcanzarlo.  

En tanto, la confianza en que Milei pueda bajar la inflación cedió 4 pp y quedó en paridad con la desconfianza (gráfico arriba). En este caso, el pesimismo marcó un pico de 47% en la serie evolutiva.  

Aunque pueda parecer que julio marcó bisagra en estas variables, la encuesta realizada por Analogías a fines de junio había marcado un primer anticipo: empate técnico entre quienes esperaban una mejoría de la situación económica en un plazo de dos años y quienes creían que iba a empeorar, ambas en torno al 45% (gráfico arriba).   

Según la más reciente medición de la Universidad Torcuato Di Tella, la crisis permea en indicadores políticos: el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) que publica esa entidad cedió 3,7% en julio (gráfico arriba), con lo cual el nivel de confianza de ese mes en la gestión Milei fue 12,3% menor al de la medición de julio 2016 (al comienzo del gobierno de Mauricio Macri) y 6,2% menor al de la medición de julio 2020 (al comienzo de la gestión de Alberto Fernández).  

La última encuesta de Indaga-RSO Consultora en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) detectó que el pesimismo económico en las familias creció 7 pp entre abril y julio, mientras que el optimismo se desplomó 13 pp (gráfico arriba). La caída cobra mayor relevancia si se considera que en ese distrito Milei alcanzó un caudal de 57,24% de los votos en el ballotage de 2023.  

En Córdoba, donde el actual presidente obtuvo un acompañamiento récord de 74,05% en la segunda vuelta, la confianza (mucha + algo) en que pueda lograr una mejora económica a partir de la ley Bases se amesetó desde junio, mientras que la desconfianza (poco + nada) llegó a niveles pico de 44% (gráfico arriba) según la serie de encuestas realizadas en la provincia por Pulso Social. En síntesis: 1) diversas mediciones nacionales muestran que cae la confianza en que el presidente Milei pueda mejorar la situación del país, al tiempo que bajan las expectativas de reducción de la inflación y la inseguridad 2) también se advierte una tendencia desfavorable de la confianza en la posibilidad de estabilizar la economía y la confianza en el gobierno 3) en dos distritos clave que resultaron muy favorables para La Libertad Avanza en el ballotage 2023 como CABA y Córdoba, cae o se estanca el optimismo y tiende a crecer el pesimismo.