lunes, 29 de junio de 2020

El efecto Covid-19 en los medios y el consumo de información (5)



Profundizando el análisis de este tema al que le venimos dedicando posteos desde mayo, podemos apuntar que un examen del tratamiento informativo que los medios hicieron de las iniciativas del gobierno nacional respecto al Covi-19 arroja una clara polarización editorial. Según analistas especializados, mientras que en las noticias el tono es parejo (la diferencia entre positivo y negativo es de 3,88 puntos porcentuales en el caso de Clarín y de 0,9 puntos porcentuales en el caso de La Nación), en las notas de opinión el sesgo es marcadamente negativo, con más del 85% en ese tono, poniendo claramente en evidencia un clima mediático "anticuarentena" y opositor en ambos medios (ver gráfico arriba; click para agrandar).  Se advierte lo contrario en Página/12 y Minuto 1, con más del 85% de la cobertura de tono positivo, es decir, favorable a la cuarentena y cercano al oficialismo (ver gráfico abajo; click para agrandar). 



A su turno, un estudio reciente realizado por la consultora Proyección en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) arroja que la información sobre el Covid-19 es consumida principalmente en canales de noticias de cable (52,5%) y noticieros de TV abierta (47,1%). Esto marca un predominio de la televisión en la coyuntura, revirtiendo la caída que venía mostrando en los últimos años pre-pandemia. Por otro lados, las redes sociales alcanzan 41,1% de las menciones, mientras que los buscadores de internet (27,5%) y los diarios digitales (24,1%) están en empate técnico; más rezagada aparece la radio (14,2%) y plataformas de mensajería como Whatsapp (4%; ver gráfico abajo, click para agrandar) que se usan para compartir/viralizar noticias (que muchas veces carecen de un chequeo previo). 




Según la misma consultora, apenas 15,6% considera que los medios de comunicación en general informan de manera responsable sobre el coronavirus y 8,2% les atribuyen neutralidad, lo que acumula 23,8% de percepciones favorables. En sentido contrario, casi 47% cree que lo hacen de manera alarmista y casi 30% que lo hacen con noticias falsas o información poco confiable, lo cual acumula 76,2% de menciones desfavorables (ver gráfico abajo; click para agrandar). 



Una medición reciente de la consultora Delfos en provincia de Córdoba también arroja un resultado desfavorable: el 63% tiene percepciones negativas de la cobertura mediática (42% la ve alarmista y 21% poco confiable), mientras que 35% la ve positiva (22% responsable y 13% neutral); 2% ns/nc (ver gráfico abajo, click para agrandar). Aunque el resultado en conjunto es menos desfavorable para los medios en Córdoba que en el AMBA, en ambos casos el saldo es negativo para los medios de comunicación en general. 



Para más datos, el estudio de Proyección coincide con un hallazgo que repasamos en el posteo anterior de este tema y que reportó la encuesta nacional de Zuban Córdoba: casi un 36% respondía que los medios promueven la grieta y las divisiones políticas en Argentina (casi 37% atribuía ese efecto a  los políticos, 12% a la sociedad y 4,8% a los jueces). En el AMBA, 44% menciona como promotor de la grieta al periodismo, casi 27% a los políticos, 14% a la sociedad y casi 8% a los jueces; otras menciones alcanzan 7,2% (ver gráfico abajo; click para agrandar). Esto pone en evidencia que en el área metropolitana los medios son percibidos como promotores de la división social en mayor proporción que a nivel nacional. 



Finalmente, un estudio nacional de la consultora RTD muestra que el gobierno aventaja a otros actores en la percepción de un tratamiento objetivo de la información relativa al coronavirus, con 69%, por encima del 33% en la oposición, el 26% en el empresariado y el 25% en los medios, que aparecen como los más rezagados entre estos 4 actores medidos (ver gráfico abajo; click para agrandar). En conjunto, los datos ratifican algo que habíamos adelantado en el posteo anterior: el papel de los medios de percibido con una mirada crítica por parte de la opinión pública. 



viernes, 26 de junio de 2020

Al gran pueblo argentino, salud: el Covid-19 revaloriza el rol sanitario del Estado (columna publicada en CBA24N)



La pandemia global reconfiguró la vida cotidiana. La posibilidad de contagio del virus que aún no tiene vacuna activó la estrategia preventiva del confinamiento domiciliario, es decir, la vuelta a lo privado, para preservarnos del riesgo sanitario y, al mismo tiempo que nos cuidamos, cuidar al otro. En esa trama que articula lo privado y lo público, donde cedemos una porción de libertad individual para el cuidado colectivo de todos, se ponen en valor creencias acerca del rol sanitario del Estado: las imágenes de sistemas de salud colapsados en países con una débil presencia pública en esa materia (con Estados Unidos como caso más notorio) revalorizan, por contraste, a la salud pública de países como Argentina; más allá de falencias y de idas y vueltas en las inversiones en ese ámbito, queda en claro que la salud pública es una inversión y no un gasto. Diversas encuestas de opinión aportan testimonio empírico de esas tendencias: según el estudio nacional de consultora Clivajes realizado apenas comenzó la cuarentena, para el 91% de los argentinos el Estado debe intervenir y ejecutar plenamente el sistema sanitario (ver gráfico arriba; click para agrandar). Asimismo, un estudio de Proyección realizado en abril en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) mostró que un 73,1% creía que el Estado tenía que tener más presencia y control en la salud (ver gráfico abajo; click para agrandar).

En ese marco, la encuesta nacional realizada en abril por D`Alessio/IROL-Berensztein arrojaba que casi 2 de cada 3 argentinos se sentían muy cuidados por el gobierno debido a las medidas tomadas para contener la propagación del virus (ver gráfico abajo; click para agrandar).

La misma proporción se mostraba optimista en que las medidas adoptadas reducirían el contagio (ver gráfico abajo; click para agrandar).


En la misma línea, casi 60% evaluaba de manera positiva la preparación del sistema de salud frente al Covid-19 (ver gráfico abajo; click para agrandar).


La pandemia reforzó la actitud favorable a un avance del Estado en materia sanitaria: según Celag, en mayo casi el 77% avalaba la posibilidad de su intervención en el sistema privado para disponer de más infraestructura (ver gráfico abajo; click para agrandar). Entre los votantes del Frente de Todos esa percepción trepaba al 83%, mientras que alcanzaba a 1 de cada 3 electores de Juntos por el Cambio.
Este plexo de creencias acerca del rol del “Estado sanador” es clave para ponderar las mediciones respecto al debate entre “cuarentena vs libertad”. Según la encuesta realizada por la Fundación Bunge & Born en junio, apenas 5,42% considera esa medida como autoritaria, mientras que el resto rescata las virtudes de la cuarentena como medida de cuidado (ver gráfico abajo; click para agrandar).



Según la más reciente encuesta nacional de Zuban Córdoba, casi el 60% está en desacuerdo con terminar con la cuarentena y la misma proporción rechaza que la cuarentena sea un atropello a la libertad (ver gráfica abajo; click para agrandar).


En tanto, según RTD, mientras el 69% cree que el gobierno trata el tema Covid-19 de manera objetiva, más del 40% piensa que la oposición y las empresas lo presentan menos grave de lo que es, mientras que la prensa divide opiniones (ver gráfica abajo; click para agrandar). Esto indica que, pese a la visibilidad periodística que tiene la postura anticuarentena, esta sigue siendo minoritaria en términos de representación social


Finalmente, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que es hoy el foco más crítico de contagios y muertes por Covid-19, la posición de terminar con la cuarentena es absolutamente minoritaria (roza el 3%), el 41% piensa que no se la debe flexibilizar y que el 47% acompaña la flexibilización pero con controles estrictos, según la encuesta más reciente de Clivajes (ver gráfico abajo; click para agrandar).



El mismo estudio muestra que para el 86% el foco debe estar en la salud antes que en la economía y que el temor de que colapse el sistema de salud y la posibilidad de que un allegado se contagie son las mayores preocupaciones (ver gráficos abajo; click para agrandar). En síntesis, pasados los 90 días de una cuarentena que desde hace tiempo fue segmentada geográficamente y a pocas horas del nuevo anuncio de las autoridades respecto a cómo sigue el proceso, la revalorización del tema salud sigue ordenando la distribución de preferencias en las encuestas. 


miércoles, 24 de junio de 2020

La imagen del oficialismo a fines de junio



En el posteo anterior sobre este tema teníamos 4 encuestas que trabajaban con respuestas positivas, regulares y negativas: ese promedio arrojaba, en la variable imagen del presidente Alberto Fernández, 57,5% de positiva, 18,2% de regular y 22,4% de negativa; esto es, 9,26 puntos porcentuales (pp) más de imagen de lo que obtuvo como caudal electoral el 27-O-2019 (48,24%). Por otro lado, teníamos 5 encuestas que clasificaban o agrupaban las respuestas de manera polarizada, positiva vs negativa: en ese caso, el promedio daba 68,9% vs 28,7%, es decir, 20,66 puntos porcentuales de imagen positiva por encima de su caudal en octubre pasado. En el primer caso, la media estaba casi 12 pp por debajo del promedio estimado en último posteo de mayo sobre este tema (69,2%), mientras que en el segundo se ubicaba en el mismo orden de magnitud. Finalmente, si tomábamos las cinco encuestas más recientes en ese momento, el promedio de imagen positiva era de 66,3%, también sin variaciones estadísticamente significativas con respecto al anterior. Veamos qué datos nuevos aportan las encuestas nacionales publicadas desde entonces. Según la medición más reciente de Zuban Córdoba, casi 71% tiene una imagen positiva del presidente vs casi 27% de negativa; 2,7% ns/nc o no lo conoce (ver gráfico arriba; click para agrandar). 




La aprobación del gobierno nacional replica el mismo orden de distribución: casi 71% la aprueba y 26,3% la desaprueba, con casi 3% de ns/nc (ver gráfico arriba; click para agrandar). Por nivel de intensidad, hay una primera minoría de casi 37% que la aprueba totalmente, la cual duplica a la desaprobación más intensa ("desaprueba totalmente", con 17,3%). En esta variable sí se advierte una merma respecto del pico registrado en marzo pos-cuarentena, pero aún así el registro se ubica 9,2 puntos porcentuales por encima del valor pre-cuarentena (ver gráfico abajo; click para agrandar). La desaprobación, en tanto, se ubica en el mismo orden de magnitud. Este estudio fue realizado entre el 9 y 12 de junio sobre una muestra nacional de 1.200 casos relevada en plataforma web, con un error muestral de +/-2,83%.  




Si miramos la variable aprobación en la última medición de la consultora RTD (que es previa a la de Zuban Córdoba), el registro es estable: 2 de cada 3 argentinos aprueban a Alberto Fernández (66%), en tanto que 29% lo desaprueba. Las variaciones respecto a mayo no son estadísticamente significativas, si bien la desaprobación subió 3 puntos porcentuales, menos que los 5 pp que subió entre abril y mayo (ver gráfico abajo, click para agrandar). Entre quienes se identifican políticamente como peronistas y kirchneristas la aprobación al oficialismo supera el 95% y roza el 100%, entre los "independientes" alcanza al 67% y entre los radicales el 37%, es decir, poco más de 1 de cada 3. 



En tanto, la imagen positiva del presidente alcanza el 79,4% en la encuesta nacional de Analogías (la más reciente de todas las realizadas), vs una negativa de 19,2%; 1,4% ns/nc (ver gráfico abajo; click para agrandar). Al igual que vimos en el estudio de Zuban Córdoba, el registro está por debajo del pico inmediato posterior a la cuarentena (récord de casi 94%), pero aún así supera en 9 puntos porcentuales al guarismo pre-pandemia: 70,4%. 

A su turno, la aprobación del gobierno roza el 60% (59,7%) vs una desaprobación de 25,8%; 14,4% ns/nc. La encuesta fue realizada a una muestra de 2.811 casos efectivos a través de entrevistas telefónicas (formato IVR), entre el 20 y 21 de junio de 2020 en las 24 provincias de la Argentina, con un error muestral de +/- 2,0% en un nivel de confianza del 95%. En síntesis, si hacemos un promedio de la variable imagen en las 6 encuestas más recientes de junio que miden de manera comparable (polarizando favorable vs desfavorable, sin regular), tenemos una positiva de 72,5% y una negativa de 24,4%; si tomamos las más recientes de la serie, la positiva cede a 68,8%; en cualquier caso, son variaciones estadísticamente no significativas respecto al posteo anterior, lo que sugiere que el desgaste en imagen es lento y se hace visible cuando comparamos con la situación más cercana a la implementación de la cuarentena (es decir, entre fines de marzo y el mes de abril). Si en lugar de imagen tomamos la variable aprobación que miden tres encuestas, el promedio da 65,5% de aprobación vs 27% de desaprobación. En cualquier caso, el oficialismo cuenta con un acompañamiento que está entre 17 y 20 puntos porcentuales por encima del caudal electoral obtenido en octubre de 2019. 

lunes, 22 de junio de 2020

El efecto Covid-19 en la educación



En este blog venimos repasando el impacto del coronavirus en la polítíca, la economía, el consumo, el trabajo y la vida cotidiana. Otro de los ámbitos que acusa el efecto Covid-19 es la educación, lo que amerita un repaso de las tendencias al respecto. Una de las primeras mediciones que abordó este tema fue la realizada por la consultora Proyección para la Secretaría de Medios y Comunicaciones de la Universidad Nacional de La Matanza (Buenos Aires), sobre una muestra de 1.250 casos reclutados de forma online durante los días 18 y 20 de abril en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires). En general, el 57,7% calificó la experiencia de educación a distancia como positiva (muy buena+buena), mientras que casi 33% opinó que fue regular y casi 10% como negativa (mala+muy mala; ver gráfico arriba, click para agrandar), lo que arroja un saldo favorable en esa primera medición. 



El mismo estudio arrojó que el principal problema para la educación a distancia es la comunicación con docentes/compañeros (casi 55% de las respuestas), seguida por el acceso a internet, la dificultad para concentrarse y la falta de un espacio cómodo, que disputan el segundo puesto en situación de empate técnico (entre 28,2% y 23,3% de las menciones). Cierra el lote la falta de motivación, con 16,4%, en tanto que 15,6% no mencionó ningún problema o dificultad (ver gráfico arriba; click para agrandar). De los factores mencionados, claramente la calidad de acceso a internet es la que segmenta la posibilidad de una experiencia satisfactoria, lo cual, del mismo modo que veíamos en el teletrabajo, confirma que la brecha tecnológica es una barrera para una mayor igualdad. 




Ya en el mes de mayo se conoció la primera encuesta nacional sobre el tema, realizada por la consultora Trespuntozero: sobre una muestra de 1.500 casos, casi 74% evaluó de manera positiva la educación recibida por sus hijos durante la cuarentena vs casi 22% que opinó de manera negativa. Las calificaciones positivas fueron 11,4 puntos porcentuales superiores en quienes tienen hijos en el sistema de gestión pública respecto a quienes los educan en instituciones de gestión privada, mientras que por nivel educativo los matices son menores en el inicial, primario y secundario; en cambio, las calificaciones son más bajas en el terciario-universitario (ver gráfico arriba; click para agrandar). 



En la misma línea, 77% opinó que sus hijos siguen educándose o recibiendo educación en cuarentena, vs 23% que opina lo contrario (ver gráfico arriba; click para agrandar); como puede advertirse, se trata de la misma distribución de opiniones que vimos en la variable anterior, con percepciones favorables arriba del 70% y desfavorables en torno al 20%.


Según el mismo estudio, casi 2 de cada 3 argentinos califican de manera positiva el desempeño del gobierno nacional en materia educativa durante la cuarentena, mientras que 28% opina de manera negativa sobre ella y 7% ns/nc (ver gráfico abajo; click para agrandar). La misma proporción considera que el gobierno nacional está haciendo esfuerzos para que no se pierda el año lectivo vs 26% que opina lo contrario (ver gráfico abajo; click para agrandar), lo cual muestra una notable regularidad estadística en la distribución de opiniones al respecto en estas dos variables.  



En síntesis, las tendencias en conjunto muestran que la experiencia de educación a distancia es evaluada de manera positiva en guarismos que oscilan entre el 74% y el 77% y de manera negativa por alrededor de un 20%. Finalmente, el desempeño del gobierno nacional en la materia es calificado de manera positiva por el 65% y negativamente por alrededor del 27%, en promedio, lo que perfila un nivel de satisfacción importante en esta dimensión que ha sufrido un impacto drástico a partir de la pandemia. 

viernes, 19 de junio de 2020

El rol del Estado empresario: aproximaciones al caso Vicentin (columna publicada en CBA24N)



El coronavirus reconfiguró muchas percepciones acerca del vínculo entre lo individual y lo colectivo y, al mismo tiempo, contribuyó a una revalorización de lo público frente a lo privado, en un contexto en el cual la inversión de los Estados amortigua la caída de la actividad generada por el Covid-19 a nivel global. Diversas encuestas de opinión pública aportan evidencia empírica de esas tendencias en nuestro país: un estudio de la consultora Proyección realizado en abril en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) mostró que el Estado era valorado como el tercer actor más importante para el desarrollo de la Argentina (47% de las respuestas, por detrás de los trabajadores y las Pymes; ver gráfico arriba, click para agrandar). Ese estudio también arrojaba que un 73,1% creía que el Estado tenía que tener más presencia y control en la salud (73,1%) y un 60,2% tenía la misma demanda en el terreno de la producción y el empleo (ver gráfico abajo, click para agrandar).  

Sin embargo, las opiniones se dividen al sondear la posibilidad de una participación estatal en las empresas a las que ayude económicamente durante la pandemia: según la consultora RTD, 40% está de acuerdo con esa posibilidad, vs 47% que está en desacuerdo (ver gráfico abajo, click para agrandar).

En cambio, según la consultora Métrica Digital, casi 44% acuerda con que el Estado tome participación en las empresas a las que ayuda, vs casi 36% de desacuerdo (ver gráfico abajo, click para agrandar). Como vemos, las tendencias se cruzan, lo que confirma que las opiniones son divididas y fluidas en las mediciones, lo que sugiere dificultad para identificar un consenso mayoritario. 



Al sondear cuál es la mejor fórmula para reactivar la economía argentina, se insinúa una mayoría a favor de una mayor intervención estatal (52%), mientras que 37% se decanta por lo contrario, según RTD (ver gráfico abajo, click para agrandar). Así, un promedio aproximado de tres mediciones resulta en una posición “estatista” de 45,3% y una “no estatista” de 43,2%; un empate técnico (la diferencia de 2,1 puntos porcentuales no es estadísticamente significativa).


Este plexo de percepciones y creencias acerca del rol del “Estado empresario” es clave para ponderar las encuestas respecto al caso Vicentin. La semana pasada, el presidente Alberto Fernández anunció la intervención del grupo (hecho ya concretado) y el envío de un proyecto de ley para su expropiación que se discutirá en el Congreso. 


Según la encuesta nacional de consultora CB, casi el 47% de los electores argentinos está de acuerdo con la intervención, vs 43,6% que está en desacuerdo (ver gráfico arriba; click para agrandar). La distribución de preferencias reproduce, con diferencias estadísticamente no significativas, el orden de magnitud del caudal del Frente de Todos (48,24%) y Juntos por el Cambio (40,28%), respectivamente, el pasado 27 de octubre de 2019. La grieta se confirma al analizar las actitudes dentro de cada fuerza: el 64,2% de quienes votaron por Fernández está muy de acuerdo con la decisión, mientras que el 62,3% de los que eligieron a Macri están nada de acuerdo. En la encuesta de Zuban Córdoba, casi el 47% considera que la intervención es necesaria y casi el 31% la ve como innecesaria (ver gráfico abajo, click para agrandar). Es decir, en estas dos mediciones al acuerdo con la intervención ronda el 47%, mientras que el desacuerdo oscila entre 31% y 43%. 



El grupo tiene una deuda total U$S 1.350 millones, gran parte de la cual fue contraída a través de créditos otorgados en la gestión Macri que hoy están siendo revisados, con el dato clave de que Vicentin fue, al mismo tiempo, el principal aportante privado a la campaña electoral del expresidente. En esa línea, casi el 73% de los argentinos cree que Macri ejerció mucha o alguna influencia en el otorgamiento de esos créditos (ver gráfico abajo; click para agrandar). Tres de cada 4 votantes de Fernández creen que esa influencia fue mucha, mientras que el 55% de los electores de Macri cree que el expresidente tuvo influencia. 




Unos 1.000 millones de dólares de la deuda corresponden a préstamos bancarios (principalmente, el Banco Nación) y el resto a empresas agrícolas. El gobierno nacional argumenta que interviene para rescatar a Vicentin de la debacle financiera (Alemania e Italia lo están haciendo con las aerolíneas Lufthansa y Alitalia, respectivamente), preservar las fuentes laborales y procurar el recupero de las deudas a acreedores estatales y privados. En ese marco, según Zuban Córdoba, casi 47% cree que el Estado interviene para salvar los puestos de trabajo (ver gráfico abajo; click para agrandar). Ese guarismo está en el mismo orden de magnitud del acuerdo con la intervención (en torno al 47%). 

En tanto, según CB, el 55,5% cree mucho o algo en la afirmación presidencial de que el gobierno no tiene en mente andar expropiando empresas y 40,6% no le cree nada; el 63% de los electores de Fernández le cree mucho, mientras que casi el 60% de los de Macri no le cree nada (ver gráfico abajo; click para agrandar).  Ese 40,6% que no le cree está en el orden de magnitud del voto de Juntos por el Cambio el 27-O-2019. 


En síntesis, el repaso de tendencias respecto a la intervención estatal en las empresas en general y en el caso Vicentín sugiere que el clima de opinión reproduce, con matices, la distribución de preferencias de octubre de 2019: una primera minoría “oficialista” algo por debajo del 50% vs una posición “opositora” con alrededor del 40%. Sólo una medición se desvía de este plexo de regularidades estadísticas: según M&F, el 21,4% aprueba expropiar la empresa y casi 47% lo desaprueba (ver gráfico abajo; click para agradar). Es probable que el notorio desvío de este dato respecto a la relativa consistencia de los demás se deba a las resonancias que puede evocar el término “expropiación”.


https://www.cba24n.com.ar/opinion/el-rol-del-estado-empresario--aproximaciones-al-caso-vicentin-_a5eece4390332566edc4e3372

miércoles, 17 de junio de 2020

El efecto Covid-19 en la vida cotidiana (2)



Camino a los 90 días de cuarentena (si bien segmentada geográficamente desde hace tiempo), resulta obvio entender que la cotidianidad se alteró sensiblemente y que crece la ansiedad respecto al retorno a una "normalidad" que no será tal, ya que habrá cambios irreversibles mientras no exista una vacuna eficaz. En este marco, el estudio más reciente que realizamos a nivel provincia desde consultora Delfos arroja que casi el 78% está de acuerdo con la flexibilización progresiva de actividades que se viene realizando en Córdoba Capital desde hace semanas, lo que pone en evidencia el deseo mayoritario de volver a cierta normalidad, mientras que 16% discrepa y 6% ns/nc (ver gráfico arriba; click para agrandar). De todos modos, surge una actitud prudente en el sentido de aprobar una vuelta atrás si esa flexibilización de actividades causa un rebrote del Covid-19: 68% estaría de acuerdo con volver a la fase previa si se diera esa circunstancia vs 22% que estaría en desacuerdo y 10% de ns/nc. Respecto a la medición anterior de mayo, ese aval es todavía mayor (+12 puntos porcentuales; ver gráfico abajo, click para agrandar). El segundo estudio de la serie longitudinal se realizó del 5 al 7 de junio sobre una muestra provincial de 504 casos relevados de manera telefónica por sms y CATI, con un error muestral de +/-4,4%. 




Algunos estudios abordan el impacto del coronavirus en otras dimensiones de la vida cotidiana. Es el caso de la encuesta realizada por las consultoras Federico González y Asociados-Raúl Aragón y Asociados, que indagaron cómo llevan el período de cuarentena los menores de edad, si bien a través de la percepción de los adultos. El estudio se llevó a cabo entre el 13 y el 14 de mayo, a más de mil argentinos, residentes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El 63,4% respondió que los niños con los que conviven llevan muy bien o bien la cuarentena y casi 16% que la sobrellevan de manera negativa; 17,4% respondió en sentido neutro y 3,4% ns (ver gráfico abajo; click para agrandar), lo cual arroja un saldo favorable de 47,6 puntos porcentuales. 



En el caso de los adultos, baja el bienestar a casi 59% (4,7 puntos porcentuales menos que en los niños) y el malestar no muestra una variación estadísticamente significativa (13,7%, es decir, cede 2,1 pp), mientras que crecen las respuestas neutras (24,6%, es decir, +7,2 pp; ver gráfico abajo, click para agrandar). Eso demuestra menor intensidad emocional autopercibida entre los adultos respecto a la que ellos perciben en los menores. 



Otro estudio realizado en Córdoba también indagó cómo la cuarentena impactó en los menores. Lo realizó la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes de Córdoba sobre la base de 5.165 encuestas a padres o tutores de toda la provincia sobre aspectos económicos y emocionales que afectan a sus hijos o niños a cargo durante la cuarentena. Según la encuesta, el 47% de los adultos percibieron que los niños están más enérgicos y conversadores durante la cuarentena, un 34% los percibió angustiados y un 13% deprimidos (ver gráfico abajo; click para agrandar).




Respecto a la exposición a las pantallas, el 37% pasa menos de 3 horas diarias frente a ellas, el 43% pasa entre 3 y 5 horas diarias y el 20% pasa más de 6 horas diarias (ver gráfico arriba; click para agrandar). Como dato contextual, cabe recordar que, a diferencia de lo sucedía antes de la implementación del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), al tiempo de entretenimiento y ocio se ha sumado ahora el tiempo destinado a la educación a distancia, que no es menor. Por su parte, la consultora Trespuntozero realizó en junio una encuesta entre más de 1.000 argentinos con el objetivo de conocer las opiniones, actitudes y valoraciones de los argentinos sobre la cuarentena. Casi el 73% dijo que la actividad que más extraña (mucho + bastante) es juntarse o reunirse con familiares, casi el 68% dijo lo mismo respecto a ir a una plaza o espacio verde, casi el 65% salir de paseo con hijos/niños, casi el 61% juntarse con amigos; en cambio, concurrir al lugar de trabajo aparece rezagada, con 51,3% de respuestas (ver gráfico abajo, click para agrandar). 




Finalmente, un reciente estudio de la consultora Analogías sobre los cambios de  hábitos en habitantes del AMBA arrojó que el 51,2% de los adultos de ese conglomerado percibe que la convivencia en su hogar es igual de buena que antes de la cuarentena, mientras que 33,6% ve una mejoría, 4,8% la percibe igual de mala que antes y 7% ve un empeoramiento en la convivencia doméstica; 3,3% ns/nc (ver gráfico abajo; click para agrandar). En un balance, la mayoría no ve cambios en la convivencia, mientras que quienes ven una mejora quintuplican a quienes perciben un deterioro.   



lunes, 15 de junio de 2020

La grieta, entre los que gobiernan y los que no (columna publicada en CBA24N)



La ciencia política distingue una faz agonal (que comprende lo referido a la lucha por el poder) de una faz arquitectónica (la tarea que se lleva a cabo desde el poder para diseñar y ejecutar planes de gobierno). Esta premisa básica, que sirve para entender los realineamientos de la dirigencia frente a un gobierno según su cercanía o no a la administración del poder, se reforzó desde la pandemia. Abril, el primer mes de cuarentena plena, arrojó dos signos: según CIGP, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires logró casi duplicar al expresidente Mauricio Macri en la percepción de liderazgo opositor (ver gráfico arriba; click para agrandar) y Taquión ubicó al presidente con casi 76% de imagen positiva, escoltado por Larreta (casi 56%), quien a su vez superaba a Macri por 20 puntos porcentuales (ver gráfico abajo; click para agrandar).


Mientras Macri abonó la tesis de permitir el contagio en busca de la “inmunidad de rebaño” (ya perimida), Larreta articuló su gestión con la línea alternativa definida por el gobierno de Alberto Fernández. Esa sinergia se plasmó en las conferencias en las que ambos aparecen junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof. De esa manera, la valoración positiva de la gestión del Covid-19 (84%, según Udesa) terminó aproximando a esas tres figuras más allá del signo político, al mismo tiempo que la posición de Macri quedó confinada a una minoría: electores del nivel socioeconómico más alto (ABC1) y edad avanzada (ver gráfico abajo; click para agrandar).


En ese marco, una ola favorable al oficialismo nacional atravesó las mediciones, favoreciendo a muchos líderes distritales, como mostró una encuesta realizada en abril por el Observatorio de Psicología Social de la Universidad de Buenos Aires (ver gráfico abajo; click para agrandar).


Así, los dirigentes en funciones de gobierno quedaron “hermanados” por la función arquitectónica de enfrentar la pandemia. Aun quienes fueron electos por un signo político distinto al oficialista tienen un espacio acotado para diferenciarse, mientras que Macri, luego de obtener 40,28% de los votos el 27-O-2019, retrocedió en valoración a partir del consenso de que la situación del país sería peor si hubiera ocurrido durante su gobierno, según Rouvier (ver gráfico abajo; click para agrandar). Hoy, su posicionamiento es el de un dirigente con bajo valor de gestión y perfil netamente agonal en términos políticos.


La encuesta de Celag de mayo confirmó ese patrón, con Alberto Fernández, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta aventajando a Mauricio Macri en imagen positiva (ver gráfico abajo; click para agrandar).

Con matices en las cifras, la encuesta de Pulso Social de mayo también mostró a Fernández al tope y Larreta segundo, ambos lejos de Macri (ver gráfico arriba; click para agrandar). 


Por su parte, según la medición de Clivajes, en el Área Metropolitana de Buenos Aires casi el 80% veía una relación de cooperación entre Larreta y el gobierno nacional (ver gráfico abajo; click para agrandar).


¿Significa esto que Macri ya está fuera de la pelea por el liderazgo opositor? No, pero mientras la gestión sanitaria del Covid-19 sea el tema dominante en la opinión pública, su posición inicial con respecto a cómo hubiera gestionado él la pandemia lo perjudicará con respecto a figuras menos desgastadas y más cooperativas con el oficialismo nacional, como Rodríguez Larreta. Las primeras mediciones de junio, como la de CIGP, muestran que la cuarentena tiene un apoyo superior al 60%, mientras que la “línea anticuarentena” a la que Macri apostó originalmente (y que suscriben otros referentes opositores) es claramente minoritaria (ver gráfico abajo; click para agrandar). 

Ese estudio también muestra que la imagen positiva del presidente está en el mismo orden de magnitud: 64%, vs menos de 20% de negativa (ver gráfico abajo; click para agrandar).  


Un patrón similar se observa en Horacio Rodríguez Larreta: 62% de positiva vs 20% de negativa (ver gráfico abajo; click para agrandar).


En cambio, el patrón se invierte en la imagen de Macri: 24% de positiva, vs casi 53% de negativa (ver gráfico abajo; click para agrandar). Así, hasta nuevos datos, se está cumpliendo la célebre frase del exprimer ministro italiano Giulio Andreotti: “el poder desgasta… a quien no lo tiene”.