miércoles, 1 de junio de 2011

La Rioja, Chubut y el encolumnamiento del PJ


En La Rioja, las elecciones generales de gobernador de la provincia arrojaron un aplastante triunfo del actual gobernador, Luis Beder Herrera, alineado con el kirchnerismo: con el 98,31% de los sufragios escrutados, el Frente Justicialista de la Victoria de Beder Herrera obtuvo 67,20% (108.275 votos), contra 19,60% del Frente Cívico para el Cambio (31.582 votos), que llevaba como candidato al radical Julio Martínez. En tercer lugar se ubicaba el ex gobernador Ángel Maza (10,86%) del Frente Unión Riojana (17.504 votos), en comicios donde además del gobernador se eligieron 19 diputados provinciales, 18 intendentes y 148 concejales.

Al concurrir a votar, el ex presidente Carlos Menem no tuvo reparos en alabar a la presidente Cristina Fernández. "Tiene adhesión de la gente porque está haciendo las cosas bien", disparó el ex Jefe de Estado, y adelantó que la votaría en octubre, en una nueva señal de alineamiento político con la Rosada.

Se trató del cuarto test electoral previo a las presidenciales y la tercera victoria del Partido Justicialista, mayoritariamente alineado con el kirchnerismo, después del batacazo de Catamarca (donde desbancó al Frente Cívico) y el triunfo en Salta del gobernador Juan Urtubey, un peronista que si bien ha dado señales de autonomía respecto de la Rosada, coincidió en el reciente cónclave nacional del PJ en apoyar la candidatura de Cristina para un nuevo mandato. En ese contexto, el ministro argentino del Interior, Florencio Randazzo, viajó esa noche a La Rioja para manifestar el apoyo del gobierno nacional a Beder Herrera, quien tempranamente tributó su triunfo afirmando que "también es de la presidenta".

Por otro lado, en Chubut el candidato kirchnerista Carlos Eliceche venció en las elecciones complementarias celebradas el domingo pasado, aunque la ventaja obtenida en las 6 mesas en cuestión (en total, 1982 electores) no le alcanzó para revertir la diferencia de 401 votos inicial a favor del dasnevista Martín Buzzi. “Igual, fue una victoria política”, remarcó Randazzo en referencia al resultado del sur, ya que Eliceche finalmente perdió “por sólo 384 votos” contra Buzzi. El jefe de gabinete Aníbal Fernández, por su parte, destacó que "en estas seis mesas ganamos por 51 votos, es decir que tan locos no estábamos en lo que decíamos y, de hecho, se confirmó el triunfo (del FpV) en el municipio de Camarones".

Aunque reconoció el triunfo de Buzzi, Eliceche estimó que si el Tribunal Electoral de la provincia hubiera aceptado su pedido de abrir todas las urnas y volver a contar los votos "el resultado hubiera sido distinto" (originalmente, el dasnevismo había contabilizado 1.500 votos de ventaja, que se achicaron a 401 en el recuento). Cabe recordar que a principio de año la ventaja del candidato ungido por el gobernador Mario Das Neves rozaba los veinte puntos, y que la reñida elección y la poca transparencia del proceso electoral en la fecha de los comicios generales del 20 de marzo acabaron con la precandidatura del gobernador chubutense y referente del PJ anti-K.

Buzzi gobernará con minoría en la legislatura (el kirchnerismo ganó la elección en ese tramo) y con la ciudad más grande de la provincia también en manos de la oposición (en Comodoro Rivadavia, ciudad de la que Buzzi es intendente saliente, ganó Néstor Di Pierro, un kirchnerista "duro") por lo que se descuenta que en esa situación de debilidad a Buzzi no le quedan muchas más alternativas que amigarse con la Rosada, apartándose de la línea confrontativa de Das Neves (quien, de paso confirmó que su candidatura presidencial "ya fue", al igual que el Peronismo Federal, espacio donde se referenciaba).

Como sostiene el politólogo Julio Burdman, "el peronismo es, sin dudas, un movimiento diverso, pero se unifica alrededor del poder y la administración". Esto es clave para entender el creciente encolumnamiento de la estructura del PJ en torno de la candidatura de Cristina, percibida como ganadora en la actual coyuntura. Al respecto, el consultor Hugo Haime destacó que “hace un mes teníamos que su candidatura iba a estar entre el 40 y 45 por ciento, ahora nos preguntamos cuánto más arriba del 45 va a llegar”.

Enrique Zuleta Puceiro remarcó la ausencia del sentimiento de confrontación que dominaba el escenario político hasta el 2009. “No está en riesgo la democracia, no se quema nada, no hay inestabilidad política ni económica, entonces es más probable la tendencia a la continuidad”, especuló. Los especialistas comparan la coyuntura actual con los comicios del 2007, cuando Cristina obtuvo el 46,3% de los votos, seguida por una segunda fuerza que llegó al 23,7% (por ese entonces Elisa Carrió, quien hoy roza apenas el 5%).

Con el primer lugar fuera de duda, hay cierta discusión respecto a quién ocupa el lugar de segunda fuerza. Según Doris Capurro, hoy sería Eduardo Duhalde, muy lejos, pero con un 18% si se proyectan indecisos (habrá que ver si un lanzamiento oficial de la candidatura presidencial de Alberto Rodríguez Saá, rival de Duhalde en la frustrada interna del PJ disidente, merma o no ese caudal). La mayoría de los demás consultores, en cambio, estima que será el radical Ricardo Alfonsín la alternativa opositora más votada, aunque habrá que seguir la evolución de las negociaciones con el socialismo y el bonaerense Francisco de Narváez, resistido por las huestes que lidera el gobernador santafesino Hermes Binner (quien a su vez es tironeado por Fernando "Pino" Solanas de Proyecto Sur y Margarita Stolbizer del GEN, que lo animan a candidatearse como presidente por la centroizquierda y romper definitivamente con la UCR).

Artemio López, de EQUIS, cree que si se concreta un frente de centroizquierda ( Binner + Luis Juez + Stolbizer + Solanas) puede rondar el 10% a nivel nacional, sin poner en riesgo las chances de triunfo de Cristina Fernández (aunque, por supuesto, es una licencia literaria incluir en la misma cuenta a un candidato de ideología difusa como Juez junto a Pino Solanas, al que no se le puede reprochar inconstancia en materia doctrinaria).

Sin embargo, contra el triunfalismo, López destacó que el oficialismo tiene tres elecciones difíciles por delante, donde inciden el liderazgo nacional pero también los locales: Córdoba, Mendoza y Santa Fe, tres provincias que, junto con la Ciudad de Buenos Aires (también de pronóstico reñido) representan el 32% del electorado, mientras que el conurbano bonarense tiene una incidencia del 25%.

No hay comentarios:

Publicar un comentario