lunes, 22 de mayo de 2017

Descifrando el enigma PBA: medición polarizada versus medición por candidatos

El calendario electoral de este año tiene los siguientes hitos: 1) la presentación de alianzas es el 14 de junio de 2017 2) la de precandidatos (PASO), el 24 de junio 3) las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias , el 13 de agosto 4) las elecciones generales (donde participan los candidatos que pasaron el filtro de las PASO), el 22 de octubre. Por lo tanto, hasta no conocerse los precandidatos, todas las encuestas preelectorales no pueden más que sondear escenarios hipotéticos para tratar de diagnosticar y reducir la incertidumbre. 

En este marco, dentro de las encuestas que se han dado a conocer para el estratégico distrito de provincia de Buenos Aires (PBA) se pueden reconocer diversos enfoques en cuanto a la medición. Uno de esos enfoques son las mediciones que “polarizan” al preguntar. Es el caso de la encuesta de Management  & Fit que, a principios de mayo, provocó un revuelo por mostrar a Cristina Fernández al tope de la intención de voto en la medición por candidatos individuales. En la medición polarizada, esa consultora hizo la siguiente pregunta: “Este año se llevarán a cabo las elecciones legislativas a nivel nacional. Si las mismas fueran hoy, cree Ud que que votaría por un partido opositor o acompañaría con su voto al gobierno nacional?" El resultado fue que 55,2% votaría por la oposición, 34,7% por el oficialismo y 10,1% dijo ns/nc. Otro ejemplo de medición de este tipo fue el que dio a conocer mediados de mayo el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que conduce el sociólogo Roberto Bacman. A partir de una medición telefónica sobre una muestra de 1.500 personas en todo el territorio bonaerense (respetando las proporciones entre el conurbano y el interior, también las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social), esta encuesta arrojó una tendencia similar a la de M&F para el oficialismo (34,2%) y más baja para la oposición (43,8% en lugar de 55,2%), dado que detectó un nivel más alto de indecisos: 22% en lugar de 10,1% (ver datos arriba; click para agrandar).  

Si hacemos un promedio de ambas mediciones, obtenemos que el voto oficialista alcanza el 34,5% y el opositor 49,5%, con 16,1% de indecisos. En principio, este es un panorama favorable a Cambiemos, dado que con 34,5% del voto podría configurarse como primera minoría en provincia de Buenos Aires. Sin embargo, como vimos, se trata de un resultado obtenido por vía de una medición polarizada, donde el encuestado tiene sólo dos alternativas de respuesta: oficialismo versus oposición. En cambio, cuando el elector concurre al cuarto oscuro, se encuentra con una variedad de boletas donde hay diversos candidatos que expresan posiciones con matices, y puede que el votante no identifique unívocamente a esos candidatos con una posición “polarizada” tan nítida como oficialista versus opositor. 

De ahí que la medición por candidato pueda discrepar notablemente en su resultado respecto a la medición polarizada. Eso surge claramente en la misma encuesta de M&F que citamos antes; cuando se indaga por candidatos (en rigor, por los principales precandidatos), la situación cambia drásticamente. En un escenario hipotético en el que compitieran Cristina Fernández, Sergio Massa y Esteban Bullrich, Cambiemos no sólo pierde su condición de primera minoría sino que queda relegada al tercer lugar medida a través de su candidato: CFK llega al 35,3% de intención de voto, el líder del Frente Renovador llega al 34,6% y el ministro de Educación Bullrich, quien sería el postulante oficialista, al 19,5% (ver datos abajo; click para agrandar). La diferencia entre CFK y Massa en PBA es estadísticamente no significativa, lo que implica un empate técnico; pero la situación del oficialismo cambia sensiblemente, ya que pasa de un 34,5% en la medición polarizada a rondar el 20%, lo que implica que podría perder la elección en el distrito más gravitante del país.  



3 comentarios:

  1. 1- La medida estadística básica que aparece es el muestreo, la cual es una técnica que se basa en la selección de una muestra a partir del total de una población (universo), para luego poder generalizar conclusiones sobre el total de dicha población (inferencia estadística). Puntualmente, en estos casos se realizan encuestas por muestreo, las cuales permiten medir respuestas y hacer cuantificables las cuestiones que son relevantes para los objetivos de la investigación.
    2- El muestro que se observa es de carácter aleatorio, ya que se trata de muestras que se seleccionan de tal forma que todos los elementos de la población que la componen (en este caso, los individuos del universo electoral) tengan idénticas oportunidades o probabilidades de ser seleccionados para integrarla. El muestreo aleatorio permite hacer inferencias confiables que puedan ser extrapolables a la población (siempre y cuando se respeten determinados requisitos).
    3- La medida alternativa al muestro aleatorio es el muestreo no aleatorio, en el cual el proceso de selección es subjetivo o arbitrario y no permite estimar o precisas las probabilidades de selección.
    4- La diferencia entre estas dos es que como dijimos, la muestra aleatoria nos permite hacer inferencias confiables respecto de una población, mientras que en las no aleatorias, no existen modelos matemáticos que nos permitan la posibilidad de inferir y llegar a conclusiones generalizables a la población.

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  2. Julieta Moll Jover
    Dentro de la estadística existen diferentes medidas básicas que se diferencian entre sí.
    En relación a la publicación “Descifrando el enigma PBA: mediciones por candidato versus mediciones por binomios” el tipo de muestra que aparece es la denominada muestreo. La misma consiste en recopilar estadísticas y realizar mediciones sobre una muestra, en lugar sobre toda la población. Hacerlo así es menos costoso y más factible de medir.
    Dentro del muestreo tenemos dos posibilidades: Muestreo aleatorio y no aleatorio. En el caso de la publicación podemos distinguir como la encuesta es aleatoria. Su definición es que una muestra es aleatoria cuando se selecciona de tal forma que todos los elementos de la población que la componen tienen idénticas oportunidades de ser seleccionados para integrarla. En el caso particular de la publicación vemos como la muestra que se toma es relacionada al mundo electoral. Lo que permite principalmente este tipo de muestreo es que se logren realizar inferencias confiables, respecto de una población, la elegida. Hay que tener en cuenta que para realizar este tipo de muestras se requiere de un ordenamiento de todas las unidades de población.
    Pero para contrastar, otra de las medidas que podríamos llamar alternativa es la de muestreo no aleatorio, que al contrario de la anterior y marcando diferencia es cuando el proceso de selección es subjetivo o en tal caso arbitrario y no permite estimar las probabilidades de selección, que los hace susceptible a sesgos.

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  3. Hola, Julián y Julieta! La medida estadística básica que aparece en este post es el promedio (o media aritmética), una de las tres medidas de tendencia central. Las otras dos son la moda y la mediana, la idea era que las identificaran, definieran y repasaran sus conceptos, matices diferenciadores, ventajas y desventajas. El muestreo es un procedimiento de medición, no una medida estadística básica.

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