miércoles, 21 de mayo de 2014

Imágenes e intención de voto en la “horse race” (1)

En la jerga del marketing político, el término “horse race” (carrera de caballos) se utiliza para ilustrar el protagonismo de las encuestas en las campañas, que trasladan el foco desde las propuestas y los contenidos a las imágenes e intenciones de voto medidas por las consultoras. En estos términos, Argentina hoy está en una “horse race” de larga duración, que en este blog venimos repasando a través del análisis de diversas encuestas publicadas. En las últimas semanas, nos referimos a las difundidas por Aresco, Haime y Aragón y Asociados, resaltando las convergencias y matices que presentan, y en el post anterior agregamos al análisis la última encuesta difundida por la consultora Management & Fit, que hoy pondremos en contexto también con un sondeo de Ipsos-Mora y Araujo.
Realizada entre el 28 abril y el 8 mayo, en Capital Federal y 11 provincias, sobre la base de una muestra de 1.600 personas, la encuesta de M & F confirmaba, en líneas generales, lo que ya mostraban estudios anteriores citados en el blog: Sergio Massa primero en intención de (20,6%) seguido de cerca por Scioli (17,3%). Es decir, una situación de empate técnico por la punta de una carrera electoral de largo aliento (dado que las elecciones se prevén para octubre de 2015, con una parada en las primarias de agosto, las Paso). Este estudio se desmarcaba un tanto de otros, sin embargo, por plantear también una situación de empate técnico en el segundo pelotón de precandidatos: muestra a Macri (9,5%) en paridad con Binner, del FAU (10,3%), mientras que otras encuestas le daban una luz de ventaja al líder del PRO.
Otros precandidatos que aparecían en esta encuesta del tipo “todos contra todos” (dado que permite que compitan varios referentes del mismo espacio político, a diferencia de los escenarios Pos-Paso que testean ya una situación de candidatos definidos al interior de cada uno de ellos) son Julio Cobos (FAU,  con 7,6% de intención de voto) Florencio Randazzo (FPV, 5,7%), Elisa Carrió (FAU, 4,3%), José Manuel de la Sota (PJ no K, 2,6%); Jorge Capitanich (FPV, 1,9%); y Ernesto Sanz (1,3%). Estos datos agregan información a hipótesis ya esbozadas en análisis previos del blog, a saber: 1) dentro del espacio PJ-FPV, el mejor ubicado de los precandidatos es Scioli, con una nítida ventaja sobre otros referentes; si la misma crece, se mantiene o se reduce es la clave para la definición de la candidatura oficialista; 2) dentro del espacio FAU, la pelea es más pareja, pero a priori se reduce a tres candidatos: Binner, Cobos y Carrió, con Sanz y Solanas prácticamente sin chances. En entradas posteriores profundizaremos en análisis sobre el posicionamiento de los precandidatos en la “interna” de cada espacio (donde su intención de voto es distinta a la que presentan las mediciones generales del tipo “todos contra todos”).
La encuesta de M& F también indagó la imagen de los precandidatos. Massa resultó el dirigente con mejor diferencial de imagen (diferencia entre positiva y negativa, en su caso del 20,8%), seguido por Binner (19,6%). En tercer lugar se ubica Scioli (16,5%). Cobos, en tanto, tiene un diferencial de imagen del 5,4% y Macri del 2,9%. De la Sota alcanza 0,5% de diferencial positivo y Sanz un 0,3%. En cambio, otros dirigentes tienen un diferencial negativo, según esta encuesta: Florencio Randazzo (-4,5%), Carrió (-10%), Capitanich (-32%).
Por su parte, un estudio de la consultora Ipsos-Mora y Araujo coincide en ubicar a Massa como el candidato mejor posicionado, pero señala que su inmediato perseguidor, Scioli, comienza a achicar la diferencia: según esta encuesta nacional (realizada para Perfil) la imagen del ex intendente de Tigre retrocedió lentamente: su negativa subió un 4% más que la de Scioli, en tanto que la imagen positiva del tigrense cayó 1% más que la del gobernador (si bien en rigor esta variación no es estadísticamente significativa). En el evolutivo, los datos señalan que en diciembre del 2015, con el eco de su victoria en la provincia de Buenos Aires en octubre, la imagen positiva de Massa era de 59% y la negativa de 28%, mientras que ahora tiene 55% de positiva, pero 37% de negativa. Una clave de lectura de estos datos pasa por el hecho de que el desafío de Massa es conversar protagonismo, iniciativa y manejo de agenda desde su cargo de diputado nacional en una “horse race” a largo plazo, que implica una presencia distinta a la que se ostenta desde cargos ejecutivos: desde esta perspectiva, las propuestas de Massa para cambiar los niveles del impuesto a las ganancias y el rechazo a la reforma del Código Penal le permitieron sostenerse en el centro de la escena, pero su reciente iniciativa de limitar las reelecciones de los intendentes parece haber tenido un éxito mucho menor en términos de opinión pública. Profundizaremos estos puntos en sucesivas entradas.

6 comentarios:

  1. Por Juan Francisco Schulthess:

    En primer lugar, es necesario considerar que la encuesta en cuestión tiene en cuenta la intención de voto, el clima de opinión, para un escenario futuro, del cual aún falta mucho tiempo. Las encuestas son un recorte de un momento determinado de la opinión pública; los resultados que se aprecian aquí representan la intención de voto de ese momento, con las distintas variables que pueden influir en que los encuestados decidan por cada opción (ya sea la situación del país, cambios en la economía, o que sigan el “efecto del carro ganador”, referido a aquellos individuos que al estar indecisos votan igual a la que perciben como mayoría, o la influencia de la presión social, entendiendo desde la visión de Noelle Neumann, quien elaboró el modelo de espiral del silencio, al ser humano como un ser social que teme al aislamiento y que percibe el clima de opinión, ese sensor cuasiestadístico con el que cada persona sondea el ambiente, por ejemplo, y entre otras variables posibles.) Esta encuesta, que tiene una función electoral de proyectar el futuro (las elecciones presidenciales de 2015), tiene esa particularidad de medir intención de voto, lo que puede variar hasta que sea el momento de las elecciones por diversas causas. Pero además, las encuestas pueden tener función estratégica y propagandística; esta encuesta brinda información que puede ser útil a los partidos políticos como estrategia para modificar las tendencias de la opinión pública; en el caso de Massa, quien tiene el desafío de mantener protagonismo desde su cargo legislativo, en el que presenta menor presencia que en uno Ejecutivo (tal vez por eso cuando era intendente de Tigre presentaba mayor imagen positiva), el objetivo será intentar mantener el porcentaje de intención de voto ; en el oficialismo, Scioli (el “menos kirchnerista” entre los kirchneristas, lo que lo favorece en el sentido de que está la imagen de que puede mantener lo bueno que hizo el Gobierno y corregir lo malo), corre con amplia ventaja sobre Randazzo o Capitanich, mientras que otros candidatos están muy atrás; seguramente las tendencias de opinión pública serán analizadas para definir la candidatura oficialista. También es necesario considerar que el oficialismo tiene presencia en todas las provincias, a diferencia del PRO o del Frente Renovador, que son partidos más nuevos, lo que también le resulta favorable. Por otra parte, habrá que ver qué ocurre con el FAU; es interesante el dato de que Binner sea el segundo dirigente con mejor diferencial de imagen, muy por encima de Cobos, Sanz y Carrió, lo que puede servirle de estrategia a la hora de una candidatura.

    Además, hay otros aspectos que pueden ser interesantes de tener en cuenta; por un lado, en cuanto a los modelos de voto, si los encuestados adoptan una tradición sociológica (en donde la pertenencia social determina la preferencia política) o psicológica ( conexión psicológica con el partido), o si se movilizan mediante una perspectiva de voto racional (donde valora lo que más le convence y lo elige) o en el modelo del clima de opinión (sufre la presión del entorno, está relacionado a la espiral del silencio); en el caso de optar por alguna de estas últimas dos, pueden modificar la intención de voto hasta las elecciones ante el clima de opinión que perciban y las distintas variables y hechos que se produzcan. Por otra parte, el ser una encuesta de intención de voto “todos contra todos” no es algo menor, ya que quizá variarían los resultados si se consultara sobre un solo candidato por partido; y no hay que olvidar que en toda encuesta hay un error muestral, que nunca es cero.

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  2. Leonela Dovo - 3ro año CUP - Turno mañana
    A mi consideración y de acuerdo a estas encuestas, en esta “carrera de caballos”, hoy el candidato Sergio Massa queda ubicado en la punta por sus condiciones para ejercer la gobernabilidad. Pero claro, estas estadísticas muestran que ganar es fácil, pero la pregunta es ¿cuál es el desafío propuesto para gobernar? Llegar y durar son dos cuestiones que van más allá de la imagen positiva o la intención de voto que a través de estas mediciones salieron a la luz, porque no sólo se trata de llegar sino de durar. No olvidemos que fueron encuestas de tipo transversal, en la que sólo se hace una medición, se analiza el estado o nivel de una o más variables en un momento dado. Tengo una foto de la variable. Esta encuesta hace un análisis a futuro de las elecciones presidenciales, por lo que es difícil asegurar quién se va a mantener estable hasta las Paso en agosto y menos aún en octubre 2015. Y justamente, al ser una encuesta con el objetivo de diagnosticar (cómo está hoy la opinión pública en una situación determinada), proyectar (pronosticar a futuro, estimar los resultados) y a la vez propagandístico (difusión de sondeos con la intención de favoreces a algún candidato en detrimento de otros), permite que el resultado de las variables (imagen como intención de voto), beneficie o perjudique al candidato porque alerta a la oposición.
    Los resultados de esta encuesta reflejan que el individuo se ve envuelto en el rol que ocupan los medios en las elecciones 2015, las campañas políticas y ciertos factores que influyen en el voto del individuo, quien reconoce su propio interés, evalúa alternativas y vota a la que considera mejor de acuerdo a sus intereses, ideología. Al adquirir información, evalúa e interpreta las ofertas políticas de cada candidato. Pero también se da lo que Neumann define como espiral del silencio, porque el individuo incierto en un contexto grupal lo toma como referencia en el momento de la opinión, y al tomar información del ambiente, le es relevante en sus decisiones. Sin embargo, puede darse un proceso de espiralización diferente, que lleve al cambio en la corriente de opinión de acuerdo a las estrategias que tome cada candidato. Sergio Massa (Frente Renovador) pelea la punta con el candidato Daniel Scioli (PJ), y para que se mantengan estables deberán, por ejemplo en el caso de Massa, revertir la situación de protagonismo, iniciativa y manejo de agenda para que su imagen no vuelva a tener una baja.
    El problema también está que, al ser un estudio de “todos contra todos”, el proceso de espiralización se puede dar con más razón aún, ya que se puede plantear que quienes le siguen (Binner del FAU con un 10,3% vs Macri líder del PRO con un 9.5%) terminen ganando la punta de esta “carrera de caballos”. Además, siguiendo con esto de “todos contra todos”, permite que candidatos de un mismo partido político, saquen una intención de voto distinta al ser una medición social que en la interna de ese espacio político, dando lugar a que, por ejemplo, dentro del marco político del PJ-FPV, sea posible que se determine una candidatura oficialista a cabeza de Scioli, que aún hoy intenta encontrar su lugar para fortalecer su capacidad de gobernabilidad. Diferente es dentro del espacio FAU, donde la pelea es más pareja, aunque Binner con un 10,3%, puede plantear una estrategia de candidatura a los que hoy ganan “la carrera de caballos”.
    Estas cuestiones que se puedan dar no son definitivas, debido a que la opinión pública mide cosas volátiles, es decir, la sociedad misma, en la que varían preferencias, consumo, ideología, cultura.

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  3. Valentina Meyer – 3º año CUP- TURNO MAÑANA
    Según mi criterio, las distintas encuestas presentadas, son el sondeo sobre la posición que hoy a aproximadamente 400 días de las elecciones presidenciales marcan alguna tendencia de los posibles candidatos. Es necesario explicar que se trata de un método cuantitativo ya que mide las cifras que se hoy se estiman con respecto a dichos políticos. También tiene que ver con un diseño longitudinal porque si bien se basa en un periodo de tiempo determinado, muestra la evolución que puede llegar a tener o las consecuencias de un futuro; por eso también es una investigación correlacional porque podemos distinguir la manera en que una variable se relaciona con otra.
    Seguramente la disparidad de números para arriba o para abajo depende de quien ha encargado las mediciones , pero las noto como encuestas creíbles , si uno toma las acciones diarias o semanales que desarrollan los candidatos, reflejan en los números la realidad que las mismas indican. Además, es un poco apresurado pensar que estas cifras pueden llegar a mantenerse hasta octubre de 2015, pues como acá se realiza varias advertencias: Por un lado, aquellos que tienen cargos legislativos, deben presentar algún proyecto para que en cierta medida provoque en la ciudadanía un efecto fuerte para mover el amperímetro en la medición. Y por el otro, quienes son candidatos y hoy ejercen cargos ejecutivos, ya sea en el gabinete nacional o en las conducciones provinciales, están un poco librados a los acontecimientos que sucedan durante la gestión porque pueden favorecer o empeorar la imagen. Por ejemplo, el caso del gobernador de Córdoba, con los hechos de dominio público producidos en diciembre de 2013 , su imagen había caído muchísimo y guardando un tiempo su exposición mediática, al reaparecer en una campaña en los medios nacionales se nota que no ha movido mucho en números pero seguramente ha restado imagen negativa.
    Con respecto a los funcionarios del gabinete nacional quedan un poco atados a los vaivenes de la gestión del gobierno nacional por que según el desempeño de la presidenta puede jugar a favor o en contra en los porcentajes de imagen.
    El escenario político es tan cambiante como la opinión pública. Vendría a ser como el juego que se encuentra en las plazas: el famoso “sube y baja” , se necesita de dos o más personas para poder jugar y todo sigue hasta que el otro continúa , es decir, cuando la otra persona no decide jugar más , uno se puede golpear y terminar perdiendo . La clave está en tener ese impulso para lograr estar en lo más alto.
    Con este sencillo ejemplo lo que quiero decir es que mientras la figura política y el perfil de un candidato aumenta, el del otro baja. Existen varios factores por el que esto ocurre, primero tiene que ver con las acciones o el desempeño de los protagonistas, segundo la opinión del electorado con respecto a ellos y por último el tratamiento que los medios le dan a las noticias, ya que en esta sociedad de masas, los medios de comunicación tienen un lugar importantísimo e influyen en el pensamiento y creación de opiniones de la sociedad.

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  4. Joaquín Pinelle
    La publicación muestra una medición cuantitativa de la situación actual en la disputa por el cargo de presidente en las elecciones venideras.
    Se trata de una inferencia estadística porque se obtiene a partir de una muestra de la población total. Son parámetros que sirven como referencia para evaluar la situación, según el punto de vista de cada uno.
    De aquí en adelante, habrá otras mediciones que posiblemente muestren un resultado relativamente distinto debido a que se trata de un mecanismo aleatorio en donde los resultados son al azar. Esta es la variabilidad muestra a muestra que existe en la investigación estadística.
    Se trata de una muestra altamente representativa porque es una población estable, a pesar de dejar de lado la opinión de gran cantidad de unidades de observación. Esto es así porque cuando la población es mayor, es más estable, y viceversa.

    El post indica que hay una situación de empate técnico, tanto entre Massa y Scioli como con Macri y Binner. En Estadística, esto quiere decir que la diferencia entre un candidato y otro está incluida dentro del error muestral de la encuesta. Este error muestral es la diferencia entre los resultados de la muestra y la población total. Los porcentajes de cada uno de los políticos son los intervalos de confianza en que los estadísticos estiman que va a estar el resultado final de la votación. Por ende, el resultado es una hipótesis nula porque no hay diferencia significativa entre los candidatos. No es estadísticamente significativa.

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    1. Gracias por tu aporte, Joaquín! Una precisión: cuando se habla de variabilidad muestra a muestra, necesariamente se refiere a muestras sobre la misma población o universo (en el caso de encuestas electorales como las citadas, no necesariamente todas las que circulen son comparables a los efectos del análisis de variabilidad). Una corrección: decís "los porcentajes de cada uno de los políticos son los intervalos de confianza en que los estadísticos estiman que va a estar el resultado final de la votación...". En rigor, los intervalos de confianza son las variaciones en más o en menos respecto a los porcentajes reportados; si en cambio te referís al nivel de confianza, se refiere a la cantidad de veces que una muestra repetida x veces (el parámetro usado es 100) daría igual que la muestra en cuestión (así, un nivel de confianza del 95% significa que 95 de 100 muestras darían como la muestra en cuestión). Saludos!

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  5. Gracias por sus aportes, Juan, Leonela y Valentina! Saludos!

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