martes, 3 de julio de 2018

Cierre del 1er semestre y perspectivas para el 2do en la opinión pública: premisas analíticas, consideraciones metodológicas y mediciones

Como a menudo recordamos, dos de las premisas analíticas de este blog son: 1) no hay electorado por un lado y comunidad por el otro, sino una comunidad, que produce, que consume, que elige y que vota 2) a mediano y largo plazo, son los efectos socioeconómicos los que construyen las tendencias de opinión pública, más allá de los vaivenes de la coyuntura (tomada del consultor Carlos Fara). Esto es, una gestión de gobierno que no genere bienestar mayoritario no puede construir hegemonía a mediano y largo plazo, aunque sí imponerse como primera minoría en un número (limitado) de turnos electorales. Una tercera premisa es metodológica, y resulta oportuno explicitarla ahora: en nuestros análisis y pronósticos, tratamos de seguir el método utilizado por el matemático y cazador de  tendencias norteamericano Nate Silver, quien plantea: “Casi todas las predicciones que publico, sean sobre política o sobre otro campo, son probabilísticas. En lugar de escupir un número y fingir que sé exactamente qué va a suceder, presento diversos resultados posibles (…) Los pronósticos de FiveThirtyEight, por ejemplo, combinan a menudo datos de sondeos con información económica y demografía de cada estado”. Silver remarca que los modelos que adoptan un enfoque que combina datos económicos, datos de sondeos y otro tipo de información (un enfoque más propio de un zorro) han obtenido resultados muchos más fiables que otros. Un buen tip es presentar un abanico de no menos de tres escenarios: el mejor posible, el peor posible y el más probable, es decir, un abanico de posibilidades, más sensato que plantear un ´pleno´. “Exponer todos los resultados posibles de forma probabilística constituye una parte fundamental de cualquier pronóstico científico”. Otro buen tip: combinar factores cualitativos y factores cuantitativos. “El modelo que yo utilizo para pronosticar el resultado de las elecciones a la Cámara de Representantes de Estados Unidos, por ejemplo, combina información cuantitativa, como la de los sondeos, con información cuantitativa de algunos expertos como los del Cook Political Report”, apunta el especialista.




Un cuarto criterio, que hasta cierto punto se desprende de los anteriores, es la consistencia de datos. Resulta pertinente explicitarlo, porque en ocasiones aparecen mediciones de opinión pública totalmente desviadas del resto. En este blog, tomamos con pinzas a estos “mirlos blancos”, no sólo cuando se desvían de las mediciones alternativas, sino cuando se presentan inconsistentes con los datos (duros o blandos, oficiales y privados) de consumo y actividad que enmarcan la coyuntura y que revisamos periódicamente en este blog. Por ejemplo, en el “mayo negro” del oficialismo, mientras la gran mayoría de las mediciones mostraban claramente y con apenas matices el desgaste del oficialismo, en Clarín se publicó una encuesta de la consultora Isonomía (proveedora del gobierno) según la cual el presidente Mauricio Macri lograba una mejora de su imagen positiva, que llegaba al 52%, contra una negativa del 44% (ver datos arriba; click para agrandar). En tanto, en imagen de gestión, la misma medición registraba un empate en 49% (ver datos abajo; click para agrandar). 




Mientras las mediciones de Isonomía mostraban mejoras relativas para el gobierno en el peor mes de su gestión, todos los demás estudios que hemos revisado en este blog mostraban consistencia: desgaste en los números de la actividad, deterioro del consumo, desgaste en imagen, aprobación y expectativas. Ese mismo mes, la consultora Ipsos detectó que sólo el 36% de los argentinos decía creer que el país está en la dirección correcta, contra 64% que opinaba lo contrario. Ese 36% era el nivel más bajo en lo que iba de la gestión Macri, contra el pico de pesimismo en la serie evolutiva (ver datos arriba; click para agrandar). Ese mismo mes, la consultora Synopsis detectaba un crecimiento de la desconfianza en la capacidad de gestión del gobierno: un alto 60 % de los electores argentinos no tenía ninguna confianza en que pudiera manejar la crisis en curso, contra un 37,8% que sí (ver datos abajo; click para agrandar). Al mismo tiempo, un 55% se mostraba en desacuerdo con la decisión de pedir financiamiento al FMI, en tanto que un 31,4% estaba de acuerdo (ver datos abajo; click para agrandar). En síntesis, los tres guarismos favorables al gobierno perforaban el umbral del 40%: si tenemos en cuenta que Cambiemos obtuvo en las legislativas de medio término del 2017 el 42%, eso implica que las decisiones de política económica del oficialismo van mermando el apoyo, que se repliega cada vez más hacia el núcleo duro de la Alianza: esto es, más cerca del 30% que del 40%. 




A fines de mayo, el consultor Rosendo Fraga apuntaba: “La Argentina no ha resuelto una crisis, la está viviendo. Ni la turbulencia cambiaría ni el conflicto social han desaparecido, ni mucho menos. En lo social, lo peor está por llegar en el país, y lo mismo sucede con la inflación”. De esa forma, el analista dejaba en claro que, lejos del relato reiterado del gobierno de que lo peor ya había quedado detrás, lo peor estaba por sobrevenir. De manera fragmentaria, incluso algunos ministros ya han blanqueado que se vienen al menos 2 o 3 meses difíciles, estimación que muy probablemente se quede corta. Como cierre del primer semestre, vimos que la encuesta de Synopsis realizada en junio arrojó que el gobierno perforó el 30% de imagen positiva: 29,1% (ver datos abajo; click para agrandar). Eso confirma en números lo que Fraga dijo: la crisis aún está en desarrollo, mientras el dólar busque su techo Macri seguirá buscando su piso. Además, refuerza la tesis de repliegue del apoyo oficialista a niveles más cercanos al 30% (núcleo duro) que al orden de magnitud en torno al 40% que selló la victoria oficialista en octubre de 2017. Este es el plexo de condiciones de base a partir del cual se estructurarán las tendencias ahora que arrancó el segundo semestre del año.



No hay comentarios:

Publicar un comentario