miércoles, 13 de agosto de 2025

Variables que se alinean y pronóstico electoral en las últimas encuestas nacionales (nota publicada en CBA 24N)

Entre las últimas 10 encuestas realizadas a nivel nacional, hay tres que se destacan por compartir una tendencia que parece funcionar como predictiva hacia la elección de medio término del 26 de octubre: alineación de determinadas variables clave. Comenzaremos el análisis por la más reciente: los datos relevados por la consultora Reale-Dalla Torre (RDT) entre el 28 de julio y el 3 de agosto arrojan que 38,6% de los electores aprueba la gestión de Javier Milei, una merma de 8,6 puntos porcentuales (pp) respecto a la aprobación al primer mes de gobierno (47,2%), en tanto que la desaprobación trepó 5,7 pp, de casi 41% a 46,6% en el mismo lapso (gráfico arriba).

En ese informe, la aprobación es consistente con la intención de voto a favor de La Libertad Avanza (LLA) + aliados: 38,4%. Pese a un descenso de 4,6 pp respecto a febrero pasado en el caudal oficialista, la ventaja sobre la principal fuerza de oposición se sostiene en dos dígitos: pasa de 16,3 pp a 11,3 pp, similar a los 11,6 pp que Milei sacó de brecha sobre Sergio Massa en el ballotage de 2023. Fuerza Patria se mantiene relativamente estable entre  febrero y agosto y las demás fuerzas no oficialistas insinúan una tendencia a la baja, mientras que los votantes enojados (no votarían a “Ninguno”) se duplican (gráfico arriba).

Como dato complementario, RDT relevó la intención de voto a favor vs en contra del gobierno de Milei: nuevamente, la favorable se alinea con la aprobación de la gestión y roza el 37%, si bien acusa una merma de 8,7 pp respecto a febrero pasado. La desfavorable logra un empate técnico con el caudal filo-oficialista: 36,5%, estable respecto a febrero pasado. El dato que crece fuerte es el no sabe, que sube 9 pp, pasando de casi 18% a casi 27% (gráfico arriba). 

Entre el 25 y el 28 de julio, AtlasIntel también relevó a nivel nacional: en este caso, la variable que se alineó con la intención de voto no fue la aprobación sino la evaluación del gobierno. La calificación positiva rozó el 36%, vs una negativa de 42,3% (que se corresponde con el voto a Massa en la segunda vuelta de 2023, 44,4%) y una regular de 20%, lo que expresa un primer nivel de malestar (gráfico arriba). Como se observa en la serie evolutiva, la evaluación positiva perforó el umbral del 40% en abril pasado (cayó 8,3 pp, de 44% a 35,7%) y ya no volvió a ubicarse por encima de ese nivel. 

La intención de voto a favor del oficialismo según el informe de AtlasIntel se ubica en el mismo orden de magnitud de la imagen positiva del gobierno: 38,7%, vs 27,5% de Unión por la Patria (gráfico arriba). La ventaja es de 11,2 pp, similar a los 11,6 pp que LLA obtuvo sobre UP en noviembre de 2023. En tren de hipótesis, la brecha podría ampliarse si en los distritos en los que concurren en alianza con el PRO logra sumar de manera lineal al sello amarillo, que en ese estudio alcanza 6,5% de intención de voto.

En tercer término, consultora Opina midió a principios de julio: en este caso, la variable que se alineó con la intención de voto fue la posición política frente al gobierno de Milei. Un 38% se identificó con el apoyo, 22% como neutro y 39% como opositor (gráfico arriba). Como se aprecia en la serie evolutiva, el apoyo perforó el umbral del 40% en abril pasado (cayó de 41% a 37%, 4 pp) y ya no volvió a alcanzarlo, si bien se ubica apenas por debajo, mientras que la postura de relativa neutralidad muestra una tendencia ascendente desde mayo pasado.

Ese 38% de apoyo se corresponde con 37% de intención de voto a favor de LLA, que en este caso obtiene una ventaja sensiblemente menor sobre el peronismo K: apenas 5 pp, menos de la mitad de lo que vimos en las otras dos mediciones. Nuevamente, la brecha podría ampliarse si en los distritos en los que concurren en alianza con el PRO logra sumar de manera lineal al sello amarillo, que en ese estudio alcanza 8% de intención de voto. Con todo, más allá de esa hipótesis, del análisis de estos tres estudios se desprende que 1) la intención de voto a favor del oficialismo oscila en torno al 38% 2) tiende a correlacionarse con variables como el nivel de aprobación, la evaluación de gestión y el nivel de apoyo al gobierno 3) las tres muestran una tendencia descendente en los últimos meses y se ubican por debajo del umbral del 40% 4) por ahora, el caudal a favor del oficialismo muestra suficiente resiliencia como para que LLA sea la primera minoría electoral en octubre.

viernes, 8 de agosto de 2025

Análisis de coyuntura de cara al cierre de listas de diputados nacionales por FM Milenio (audio)


 https://drive.google.com/file/d/1a-01k0QZlxds3pVUNtgKEOz1Xw38guBi/view


La comunicación de Javier Milei, de disruptiva a repetitiva (nota publicada en CBA24N)

Esta semana, durante su discurso en la Fundación Faro, el presidente Javier Milei anunció: “Voy a dejar de usar insultos”. ¿Fue un acuse de recibo de las últimas mediciones que relevaron los efectos de una comunicación caracterizada por la auto-referencialidad y la violencia discursiva? Las alertas al respecto comenzaron en junio pasado: el reporte de redes de Ad Hoc de ese mes arrojó que la conversación sobre Milei se mantuvo negativa por quinto mes consecutivo, la racha desfavorable más larga de la era libertaria. El mismo informe apuntaba que las menciones a su figura seguían bajando cada mes, lo que indicaba un protagonismo autosostenido y en declive. A fines de julio, el monitor de redes de Tendencias Consultora confirmó el retroceso del respaldo digital al presidente: el apoyo medido en likes cayó entre tres y cuatro veces respecto a los primeros meses de su gestión (gráfico arriba). 


La pérdida de apoyo fue aún más pronunciada en las publicaciones vinculadas a la denominada ´batalla cultural´. “Si separamos la caída de todos los posteos entre los de batalla cultural y el resto, encontramos que la caída fue mucho mayor entre los de batalla cultural: perdieron 80,4% de likes, mientras que el resto cayó 63,8%”, destacó el informe (gráfico arriba). El contexto de este cambio de tendencia es una situación económica donde la desaceleración inflacionaria viene perdiendo centralidad como mérito de gestión y la preocupación por los ingresos deteriorados y el pluriempleo ganan protagonismo, agregó el documento. 


Consistente con la tendencia que indican los monitores de sentimiento social en redes, las últimas encuestas nacionales ratifican que el apoyo al oficialismo es minoritario en esta materia: según una reciente medición de la consultora Casa Tres, al 40% de los electores les gustan las formas del gobierno, vs 54% a los que no (gráfico arriba). La brecha de 14 puntos porcentuales desfavorables es nítida y también se aprecia que el rechazo es mucho mayor entre las mujeres, algo entendible dada la virulencia del discurso presidencial contra ese género. 


Con mayor negatividad aún, la última encuesta nacional de Analogías arrojó apenas 22,3% de votantes a los que les gustan las formas y el modo de comunicar del presidente, vs 73,3% a los que no les gustan (gráfico arriba). En este caso, el saldo desfavorable trepa a 51 pp. El rechazo es mayoritario por género, edad y niveles de instrucción, si bien con algunos matices. 

Como dato relativamente positivo, casi 51% cree que la forma de comunicarse del presidente es genuina, vs casi 33% que la ve como parte de un “acting” (gráfico arriba). Como lectura favorable, se puede plantear que se le reconoce espontaneidad a Milei. El problema, sin embargo, es que dos tercios de los electores (66,3%) califican como violentas sus formas discursivas, lo que casi triplica a quienes opinan lo contrario: 24,4% (gráfico abajo). 


Esa percepción de violencia discursiva no es caprichosa: según el último informe de redes de Ad Hoc, Milei es el político argentino más provocador y el usuario no troll que más insultos y agresiones realizó en los últimos 2 años (gráfico abajo).

En síntesis: 1) tanto las encuestas nacionales como los monitores de sentimiento social en redes muestran rechazos mayoritarios a la comunicación presidencial 2) eso sugiere que el contenido y las formas de su relato funcionan como aceleradores del malestar, pues sólo reciben apoyos en el orden del 25%-40% del electorado 3) si bien un nivel de apoyo que se traduzca en un tercio de los votos o algo por encima puede ser suficiente para confirmar al oficialismo como primera minoría electoral en los comicios de medio término de octubre, la comunicación presidencial pierde novedad y centralidad en la agenda; está dejando de ser disruptiva, para resultar repetitiva. 

viernes, 1 de agosto de 2025

Análisis de coyuntura socioeconómica en FM Milenio (audio)


https://drive.google.com/file/d/1uLCDlTMHuqhNqoAvk51LQe2KrpgDh9Tw/view 

Cierre de Vialidad y ajuste en obra pública: qué dicen las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

El 8 de julio pasado, el Poder Ejecutivo disolvió la Dirección Nacional de Vialidad; si bien un fallo judicial frenó temporalmente la medida, el gobierno de Javier Milei está decidido a avanzar en esa línea. Según las encuestas, es una decisión impopular en el marco de una política también impopular: el relevamiento de Consultora Delfos realizado en julio a nivel país arrojó que 51% de los electores está en desacuerdo con esa decisión, vs 44% que acuerda (gráfico arriba). La brecha de 7 puntos porcentuales resulta estadísticamente significativa, dado un error muestral de +/-1,7%, lo que confirma un rechazo mayoritario. 

La evaluación del área que enmarca a la medida es aún peor: según la Universidad de San Andrés (Udesa), en julio 71% se mostró insatisfecho con la política de obras públicas e infraestructura del gobierno nacional, vs apenas 21% que mostró satisfacción (gráfico arriba). El saldo en contra es de 50 pp. Como dato extra, todas las áreas testeadas muestran mayor insatisfacción que satisfacción, lo que sugiere que el apoyo que aún muestra el oficialismo tiene que ver con motivos no vinculados estrictamente a la valoración de sus políticas.

En la misma línea, en junio pasado (antes de la decisión de disolver Vialidad Nacional), la encuesta nacional de Equipo Mide reportó a Obras Públicas como el área peor calificada: 63% de negativa vs 26% de positiva (gráfico arriba). El saldo desfavorable era de 37 pp; esto confirma que se trata probablemente de la política en la cual la motosierra tiene el menor nivel de apoyo relativo de todas las que se miden de manera periódica. 

Para más datos, incluso en Córdoba (provincia en la cual Milei obtuvo el 74% de los votos en el ballotage de 2023), el recorte en obra pública apenas logró un acuerdo de 27%, vs un desacuerdo de 67% (gráfico arriba), según la encuesta realizada en mayo pasado por la consultora Casa Tres. El saldo desfavorable de 50 pp es contundente.

Ampliando el marco temporal del análisis hasta marzo pasado, cuando Milei atacó la obra pública en su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso Nacional, su mensaje apenas logró un acuerdo de 37%, vs un desacuerdo de 51%, según Equipo Mide (gráfico arriba): el saldo en contra fue de 14 pp.

Finalmente, la serie evolutiva de mediciones realizadas por las consultoras Alaska y Trespuntozero permite establecer que la motosierra en obra pública no tuvo apoyo mayoritario ni siquiera cuando Milei llevaba un par de meses de gestión: en febrero de 2024, 43,3% estaba de acuerdo con eso, vs casi 52% que se mostraba en desacuerdo (gráfico arriba). La brecha desfavorable de casi 9 pp se amplió a 25,2 pp al final del primer año de mandato, con el desacuerdo rozando el 60%, vs casi 35% de acuerdo. En síntesis: 1) hay consenso en las encuestas respecto a que el ajuste en obra pública es una de las áreas peor evaluadas de la política del gobierno nacional 2) el sostenido y repetido discurso presidencial de motosierra en obras nunca dejó de ubicarse como posición minoritaria en términos de opinión pública, y en los últimos meses cayó por debajo del 40% de aval 3) así, el ajuste en Vialidad reconfirma la impopularidad de la agenda libertaria en esa materia. 


martes, 29 de julio de 2025

Córdoba podría tener hasta un 45% de abstención en octubre (nota publicada en Perfil)

Norman Berra advierte que el desinterés electoral podría reflejarse en una participación muy baja si no surge una alternativa visible al modelo de Milei.


El analista Norman Berra anticipó que la participación electoral en Córdoba podría ser “en el orden del 55%” en las legislativas de octubre, si persiste el clima de desilusión y no emerge una oposición clara al oficialismo nacional. En diálogo con Punto y Aparte, Punto a Punto Radio (90.7), Berra sostuvo que el ausentismo se consolida como tendencia en las encuestas provinciales, luego de las elecciones adelantadas que marcaron descensos de participación en todo el país.

El referente de la Consultora Delfos explicó que “todas las elecciones adelantadas que hubo este año, con sus matices, mostraron baja participación. La caída más fuerte probablemente fue la de CABA”. A su juicio, “ante un malestar general y la falta de una alternativa crítica visible al actual modelo nacional, parte del electorado que votaría contra Milei podría directamente quedarse en su casa”.

Según las mediciones de la consultora, en Córdoba hay hoy “un promedio de indecisos del orden del 12 %”. Si ese grupo no se moviliza, “la concurrencia puede quedar en torno al 60 %”. Berra agrega que, sumado al 5–6 % que evalúa votar en blanco o evitar las urnas, “el escenario de abstencionismo puede llegar al 45 %”.

La imagen de Llaryora y el impacto del bono provincial

Respecto del aumento del 84 % a jubilados provinciales —que lleva la mínima a unos $700.000—, Berra afirmó que “es una medida fuerte, porque es un anuncio que se contrapone con la política que está llevando adelante el Gobierno nacional”.

El consultor señaló que la aprobación de la gestión de Martín Llaryora se ubica “alrededor del 50–55 %”, mientras la desaprobación ronda el 40% en la provincia de Córdoba. A nivel nacional “un 35–40 % todavía no tiene opinión formada” sobre el mandatario cordobés, de modo que el efecto del bono “todavía es prematuro para evaluar en las encuestas”.

Schiaretti, la carta más potente del cordobesismo

Berra subrayó que el sello cordobesista posee un caudal “de 25 a 30 puntos, y quien mejor fideliza esos votos es claramente Juan Schiaretti”. Si el exgobernador encabezara la lista, mantendría ese techo; otros nombres —Calvo, Siciliano, Pichi Campana— “partirían más bien de 20 puntos”.

En cuanto a Natalia de la Sota, el analista consideró que “con un sello fuerte, por ejemplo el Frente Renovador o el kirchnerismo, podría alcanzar entre 12 y 14 puntos”. Sin esa estructura, “bajaría a 6–7 puntos”, sobre todo si el kirchnerismo impulsa otro candidato y fragmenta el electorado.

Sobre La Libertad Avanza, Berra observó que el espacio “da señales de ir con lista propia en Córdoba, sin alianza con radicales ni PRO, aunque el escenario está en construcción”. Esa estrategia replicaría lo ocurrido en provincia de Buenos Aires y complejizaría el tablero opositor.

¿Córdoba puede ser la excepción?

A diferencia de distritos que votarán múltiples categorías este año, Córdoba solo concurrirá a las urnas en octubre. “Eso —dijo Berra— podría evitar una caída de participación tan drástica como la vista en otras provincias, aunque todo dependerá de la intensidad de la campaña y del clima económico y social”.

viernes, 25 de julio de 2025

Qué dicen las últimas encuestas en provincia de Buenos Aires (nota publicada en CBA24N)

En los comicios de 2023 en los que el gobernador de la provincia de Buenos Aires (PBA) obtuvo su reelección, la lista de diputados y senadores peronistas que acompañó a Axel Kicillof obtuvo 39,3% de los votos, vs 23,7% de La Libertad Avanza (LLA) y 22,3% del PRO: la sumatoria de ambas fuerzas de derecha, que concurrieron divididas, arrojó 46%. Con ese antecedente, más la victoria libertaria sobre el sello amarillo en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) en abril pasado, el oficialismo nacional forzó una alianza en la cual el PRO se diluye detrás del sello violeta en pos de vencer al peronismo en su bastión. ¿Qué dicen las últimas encuestas realizadas en ese distrito antes del cierre de listas, pero que ya sondeaban escenarios de unidad en los dos principales frentes? Según  Mercados y Estrategias (M&E), la sumatoria del peronismo unificado rozaba a mediados de junio el 49% de intención de voto, vs 43,6% de la alianza entre LLA y el PRO (gráfico arriba). De eso resulta una brecha de 5,2 puntos porcentuales (pp) estadísticamente no significativa dado el error muestral de +/-3,9%. 

A fines de junio, Tendencias Consultora reportó 40,3% para el peronismo vs 39,5% para LLA, brecha de 0,8 pp estadísticamente no significativa dado un error muestral de +/-1,85%; es decir, un empate técnico (gráfico arriba). A diferencia del estudio de M&E, en este caso los indecisos (11,1%) llegaban a los dos dígitos, planteando un escenario muy competitivo y abierto entre las dos principales formaciones.

Con apenas matices, la última medición de Trends realizada entre fines de junio y principios de julio también arrojó un empate técnico: casi 44% para el peronismo unido vs 42,4% para LLA + el PRO (gráfico arriba). La brecha de 1,3 pp resulta estadísticamente no significativa dado un error muestral de +/-2,7%, y los indecisos rondan el 5%. 

En cambio, en su encuesta realizada entre el 27 de junio y el 10 de julio, Management & Fit (M&F) reportó 41,3% para LLA+PRO vs 33,4% para el peronismo K (gráfico arriba). La brecha de casi 8 pp a favor de la derecha unificada se ubica en el límite de la significatividad estadística dado el error muestral de +/-3,5%, pero su relativa amplitud respecto a las mediciones anteriores se vincula con que en el informe de M&F el peronismo no K roza el 6%, muy por encima de lo que registra en los anteriores sondeos.   

La última medición de Consultora Delfos, realizada del 11 al 15 de julio con sellos más definidos, estira la ventaja a favor de la Alianza La Libertad Avanza hasta 10,2 pp: 48,3% vs 38,1% de Fuerza Patria (gráfico arriba). La brecha resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-2,4%, y el informe presenta la menor proporción de indecisos: casi 2%. El promedio de esta serie de cinco encuestas arroja 43% para LLA+PRO vs casi 41% para el peronismo K y aliados, un empate técnico. La sumatoria de la derecha se ubica 3 pp por debajo del 2023, mientras que el peronismo aparece casi 2 pp arriba, pero los caudales de ambas coaliciones están dentro del mismo orden de magnitud de 2023 si se considera el error muestral medio.

Por otro lado, dos consultoras relevaron intención de voto en las secciones electorales de mayor peso en el padrón: según Isasi-Burdman, en la primera el Frente LLA aventaja a Fuerza Patria por 16 pp, 48% a 32% (gráfico arriba).

En cambio, según CB Consultora la ventaja para LLA en esa sección electoral es menor a 6 pp: 41,2% vs 35,3%, en este caso midiendo sellos más cabezas de lista (gráfico arriba). Finalmente, ambas consultoras también sondearon la tercera sección de la PBA, tradicional bastión peronista: Isasi-Burdman reportó una brecha de 2 pp para LLA+PRO, que implica un empate técnico (gráfico abajo).

Por contraste, CB reportó una ventaja de casi 19 pp a favor de Fuerza Patria, con la actual vicegobernadora Verónica Magario como cabeza de lista: 46,5% vs 27,7% para Maximiliano Bondarenko, de LLA (gráfico abajo). Estas dos mediciones realizadas en secciones electorales clave muestran matices marcados, pues los sellos sugieren una tendencia que cambia sensiblemente cuando se incorporan las cabezas de lista a la disputa. Por lo tanto, habrá que esperar a las próximas semanas para ponderar el factor de arrastre territorial de las candidaturas que compiten.  

jueves, 17 de julio de 2025

La negatividad y el escepticismo predominan en las últimas encuestas nacionales (nota publicada en CBA24N)

El gobierno nacional celebra una inflación amesetada por debajo del 2% mensual desde mayo pasado, pero esa euforia no se traduce en la conversación digital ni en las encuestas nacionales. ¿Por qué? Según el último informe de sentimiento social en redes de Monitor Digital, “pese a la baja de la inflación y las reiteradas promesas del gobierno sobre el despegue económico inminente, la conversación pública no sale del escepticismo”. El clima general de los usuarios de redes sociales sobre la economía se mantiene en una zona de negatividad extrema desde hace más de un año: aunque se registraron leves repuntes en marzo y abril de 2025, volvió a deteriorarse entre mayo y julio, estabilizándose en torno a los -70 puntos, un nivel muy malo (gráfico arriba).

Con apenas matices, el último reporte de redes de Ad Hoc arrojó que la conversación sobre Javier Milei se mantuvo negativa por quinto mes consecutivo (gráfico arriba). Eso perfila la racha desfavorable más larga de la era libertaria: a inicios de 2024, cuatro fueron los meses consecutivos de negatividad por sobre la positividad. En 2025, ya van cinco meses.

¿Cómo permea en las encuestas el pesimismo que muestran las redes sociales? Según la última medición de Atlas Intel & Bloomberg, desde octubre de 2024 la evaluación negativa del gobierno nacional viene superando a la positiva (gráfico arriba): eso implica nueve meses consecutivos de saldos desfavorables, lo que se agudiza si se considera al regular como un primer nivel de malestar. 


Asimismo, desde febrero pasado la percepción de que el país va en la dirección equivocada viene superando a la idea de que el rumbo es correcto; según la serie evolutiva de la consultora Equipo Mide, sólo en mayo de 2025 el oficialismo pudo apuntarse un empate en esa disputa (gráfico arriba). En conjunto, estos datos marcan que el discurso oficialista presenta una euforia que no se condice con el sentimiento social que miden las redes ni con el pulso de las encuestas, que oscilan entre el escepticismo y el pesimismo. 


A eso se suman dos rasgos característicos de la comunicación oficial que también están jugando en contra, como son la auto-referencialidad y la violencia discursiva. El primero queda puesto en evidencia en el informe de Ad Hoc: las menciones a Milei siguen bajando cada mes, lo que muestra un protagonismo autosostenido, pero en declive (gráfico arriba). “El que más habló positivamente sobre el presidente fue el propio presidente. Milei realizó 2.959 menciones a su propio nombre, entre  publicaciones originales y retweets donde los mencionaban”.  

Respecto al discurso del oficialismo, todas las mediciones son concurrentes: según Equipo Mide, al 62% de los electores no le gustan el estilo y las formas del presidente, vs 38% que dice lo contrario (gráfico arriba). 

Profundizando el análisis, el Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Universidad de Buenos Aires (OPSA/UBA) relevó en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Provincia de Buenos Aires, conglomerado que acumula alrededor del 45% del electorado de todo el país. Nuevamente, más del 60% respondió de manera negativa respecto al estilo comunicacional del presidente (gráfico arriba).  

Para más datos, la agregación de las respuestas abiertas espontáneas sobre el estilo comunicacional de Milei resulta en 71% de negatividad vs 27% de positividad (gráfico arriba).  

En la misma línea, los sentimientos que generan los discursos de Milei acumulan 56% de negatividad vs 35% de positividad (gráfico arriba). En síntesis: 1) tanto las mediciones de conversaciones en redes como las encuestas nacionales muestran al pesimismo por encima del optimismo 2) eso permea en la calificación de la gestión y la percepción del rumbo del país, que vienen arrastrando varios meses de negatividad 3) tanto el contenido como las formas del relato oficialista funcionan como aceleradores del malestar, pues sólo reciben apoyos en el orden del 30%-40% del electorado, muy lejos del casi 56% que lo votó en el ballotage del mismo año. 

viernes, 11 de julio de 2025

La carrera preelectoral en Córdoba se puso más competitiva: las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

Tal como vimos a nivel nacional en notas recientes de este espacio, entre junio y julio creció el malestar político con los oficialismos también en provincia de Córdoba, y esa negatividad se tradujo en mayor fragmentación de la intención de voto de cara a la elección de medio término de octubre. Según la última encuesta provincial de Pulso Social, la imagen positiva de la gestión del gobierno de Javier Milei cayó 6 puntos porcentuales (pp) respecto de mayo pasado, lo que se tradujo casi linealmente en una suba de 5 pp en la negativa (gráfico arriba). Cabe destacar que Pulso Social mide de manera online y  polarizada (positivo vs negativo), sin matices intermedios: con esa metodología, la calificación favorable se ubicó casi 20 pp por debajo del voto obtenido por Milei en nuestra provincia en el ballotage de noviembre de 2023 (74%), mientras que el 41% desfavorable superó en 16 pp al caudal que sumó Unión por la Patria (UP) en esa misma fecha (26%). 

En tanto, Grupo Feedback midió de manera presencial en el Área Metropolitana Córdoba y con el plus de la opción de respuesta regular: su informe reportó que la imagen positiva del gobierno nacional es de 34,2%, vs una regular de casi 34% y una negativa de casi 32% (gráfico arriba). El panorama es de tres tercios simétricos y el registro favorable al oficialismo nacional es consistente con el 33% de los votos que Milei obtuvo en octubre de 2023 en nuestra provincia, lo que aporta una óptima aproximación a la tendencia provincial. Asimismo, la serie evolutiva de las últimas seis mediciones muestra que la imagen positiva está en un piso y la negatividad en un pico.  

Pasando al gobierno provincial, según Pulso Social la valoración positiva cedió levemente respecto al pico de enero pasado (-3 pp), mientras que la negativa creció de manera más sensible (+ 9 pp; gráfico arriba). La opinión favorable se ubicó casi 12 pp por encima del caudal que obtuvo Hacemos por Córdoba (HXC) en junio de 2023 (41,8%), en tanto que la desfavorable está en el mismo orden de magnitud del voto a Juntos por el Cambio (JXC) en aquella elección: 38,7%.

La medición metropolitana presencial y no polarizada de Grupo Feedback arrojó un panorama mucho más estricto para el oficialismo provincial: casi 27% de imagen positiva, vs 42,2% de regular y 30,4% de negatividad (gráfico arriba). En la serie evolutiva, la valoración favorable anotó el segundo piso en la serie, mientras que la desfavorable está en un nivel pico. 

¿Cómo se traducen esos malestares crecientes en la intención de voto? Según Pulso Social, la intención de voto a favor de candidatos de Milei y La Libertad Avanza (LLA) cedió 4 pp entre mayo y julio, lo mismo que subió la alineada con candidatos de Llaryora y Schiaretti (pasó de 19% a 23%). En tanto, la intención de voto por candidatos alineados al PJ nacional con el apoyo de CFK se mostró relativamente estable (pasaron de 12% a 13%), lo mismo sucedió con la izquierda (ronda el 3%), mientras que JXC cedió levemente de 10% a 8% (gráfico arriba).

De acuerdo al informe de Grupo Feedback, LLA está en empate técnico con los indecisos (ambos rondan el 26%); luego aparece HXC (15,3%), mientras que una lista de UP rondaría el 8%. La UCR+PRO y la izquierda aparecen en empate técnico (entre 4% y 5%), mientras que Natalia De la Sota con el sello del Frente Renovador también rondaría el 4% (gráfico arriba). Si el espacio filo K lograra una lista de unidad como en Provincia de Buenos Aires, podría rondar el 12%. En síntesis, más allá de los matices entre estas mediciones, hay algunas recurrencias: 1) LLA ronda entre 26% y 36%, lo que arroja un promedio de 31% que se ubica en el mismo orden de magnitud del 33% que votó a Milei en Córdoba en la primera vuelta de octubre de 2023 2) el oficialismo cordobés ronda entre 15% y 23% 3) una lista filo K de unidad ronda el 12% 4) la izquierda ronda entre el 3% y el 5%. Por fuera de esas franjas nítidas, la tendencia para una alianza UCR+PRO presenta la mayor dispersión relativa pero, en cualquier caso, el panorama actual es de fragmentación de cara a la elección de octubre, con muchos indecisos (rondan el 20%).  

viernes, 4 de julio de 2025

Javier Milei encara el segundo semestre con una confianza amesetada en las encuestas (nota publicada en CBA24N)

 

En nuestra anterior nota en este espacio apuntamos que el “efecto CFK” posterior al fallo de la Corte se tradujo en máxima polarización y mínima ventaja para el oficialismo: antes de que el balcón de la ex presidenta cobrara centralidad en la agenda, el promedio de las encuestas nacionales arrojaba 37% de intención de voto para La Libertad Avanza (LLA) vs 29% para Unión por la Patria (UP). En las primeras mediciones pos fallo, la media arroja 37% vs 32%, respectivamente. Así, el gobierno encara el segundo semestre del año con un panorama de grieta recargada y confianza amesetada: según la última encuesta de Consultora Delfos, desde abril pasado la confianza en Javier Milei como presidente (calificaciones entre 8 y 10) se estancó en torno al 37%, vs una desconfianza (calificaciones entre 1 y 4) de 54% (gráfico arriba). El 37% que confía se corresponde con el caudal de LLA en el promedio de las encuestas, al tiempo que la nota más baja (47% que le pone un 1) es consistente con el voto a UP en el ballotage de noviembre de 2023: 44,4%. Considerando el promedio, entre mayo y junio la confianza bajó 0,4 puntos.

Asimismo, la confianza en Milei aparece alineada con la imagen de gestión nacional según el mismo informe (gráfico arriba): el 40% de positiva se corresponde con 37% de confianza (la brecha de 3 puntos porcentuales entre datos no resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-1,6%), 8% de regular (consistente con el 8% de niveles de confianza entre 5 y 7) y 52% de negativa (la diferencia de 2 pp con el 54% de desconfianza no es estadísticamente significativa).

Con matices en las cifras, pero en la misma línea que Delfos, el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) reportó una caída de 4,6% entre mayo y junio (gráfico arriba). En términos interanuales, la baja fue de 5,1%, con lo cual el nivel de confianza en la actual gestión (2,34) es 2,6% mayor al del registro de junio de 2017 en el gobierno de Macri, quien comparte con Milei una alianza político-electoral y la condición de haber surgido de un ballotage. 

Por contrapartida a la baja en la confianza, aún juega a favor del oficialismo la interna no resuelta en la oposición, que deja abierta la disputa por el liderazgo: según Delfos (gráfico arriba), casi 37% no ve a ningún dirigente con chances de construir una alternativa a Milei, lo que perfila una primera minoría donde queda vacante la emergencia de una figura con esa impronta. Por otro lado, desde el pan peronismo kirchnerista, CFK (con 23,3%) y el gobernador de Provincia de Buenos Aires (PBA) con casi 19% compiten por la primacía de esa representación.

Según la última medición de la consultora Pulso Research, también queda vacante el liderazgo opositor: una primera minoría de 43% responde “no hay” o “no sabe”, casi un tercio se inclina por CFK y Kicillof ronda el 8% (gráfico arriba).

Finalmente, la última encuesta de Synopsis avanzó un paso: con el dato de CFK fuera de competencia, midió quién debería liderar el peronismo para quienes votaron a UP en el ballotage de noviembre de 2023. El gobernador de PBA sacó una clara ventaja y más que duplicó a Juan Grabois, quien a su vez duplicó a Sergio Massa (el contrincante que lo derrotó en las primarias de agosto de aquel año): casi 20% vs 10,1%. Por otro lado, Máximo Kirchner rondó el 10% (gráfico arriba). En síntesis: 1) la confianza en el oficialismo se muestra amesetada y con cierta tendencia a la baja en las últimas encuestas 2) la polarización LLA vs pan peronismo perfila una elección competitiva, pese a la interna no resuelta por el liderazgo opositor 3) a ese contexto se suma la decisión del JP Morgan de abandonar sus posiciones en pesos y desarmar su cartera de Lecaps para reducir su exposición al riesgo argentino ante la inminente temporada baja de liquidación de dólares del agro, la salida constante de divisas por turismo y el "ruido político" del proceso electoral en marcha, que hasta ahora arrojó una sola victoria libertaria en los comicios distritales anticipados: la de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con alrededor del 30% de los votos.