viernes, 28 de mayo de 2010

Bicentenario


Una de las movilizaciones populares más importantes de la historia del país, con la gente como protagonista central, participando de manera alegre y pacífica en festejos con un fuerte carácter integrador.

Hoy por hoy, carece de sentido tratar de traducir -o reducir-ese sentimiento colectivo en rédito político para el gobierno (principalmente, Cristina y/o Néstor Kirchner) o para la oposición (particularmente, Mauricio Macri, el opositor que logró más visibilidad durante los festejos). Si hay algo así como un "efecto Bicentenario" en la imagen del oficialismo, o en la de quienes aspiran a sucederlo, se verá en los meses por venir, más aún si se recuerda que está cerca otro evento que puede tener efectos colectivos interesantes de analizar (el Mundial de fútbol).

Aun así, los consultores y analistas ya están tratando de evaluar qué consecuencias puede tener este clima de opinión. Un dato coincidente de estas evaluaciones preliminares es el entusiasmo y la emoción puesta de manifiesto en los festejos. Algunos consultores plantean que la sociedad buscó reencontrarse a sí misma y que el Bicentenario fue un catalizador de una suerte de reclamo de unidad o identidad colectiva. Otros destacan que hay un clima de época distinto y que el humor social mejora a corto plazo.

Lo cierto es que el espíritu de autocelebración sorprendió hasta a los mismos organizadores (gobernantes incluidos) y tomó desprevenidos a la mayor parte de los medios de comunicación, que en los últimos meses venían representando una realidad caracterizada por la crispación política, insistiendo en la tensión social y construyendo un sujeto colectivo "desencantado" u "ofuscado".

Existe en opinión pública un fenómeno que Elisabeth Noelle-Neumann no duda en describir como "fascinante", pues se produce en muy raras ocasiones: un clima doble de opinión, es decir, una diferencia entre el clima percibido por la población (la gente en sentido amplio) y el clima representado por los medios.

¿Es probable que estemos a las puertas de un fenómeno de ese tipo?

2 comentarios:

  1. Yo creo que los festejos del Bicentenario, ya sean en Buenos Aires ( macri) o los del resto del país. La gente los vivió como un Festejo patrio, se festejaron 50 años de la patria, de nuestra Argentina. Creo que en estos festejos los habitantes del publo Argentino dejaron de lado su ideologia politica. Seguramente esto fue un punto a favor de el gobierno oficialista, pero igualmente falta un tiempo para las eleccion, creo que estos festejos no van a aser tran trascendentes para las elecciones como habla la prensa. La gente se sumo, festejo, igual va a a pasar con el mundial. Todos nos vamos a aponer la camiseta argentina, pero eso no significa que hinchemos para el "equipo de Kircher" o el de "Macri".

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  2. Gracias por tu comentario, Mariana. Coincido en líneas generales con que el festejo no fue ideológico en sentido político, aunque sin duda la idea de "patria" tiene una impronta ideológica. Respecto al "punto a favor" del gobierno, creo que en principio -ya se verá luego- pasa por una mejoría de la expectativa social, y del clima de opinión. Al respecto, un dato de contexto: en mayo el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de la Fundación Mercado mejoró por tercer mes consecutivo y se ubicó en 26,1 por ciento.

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