sábado, 21 de julio de 2012

El dólar blue en 6-7-8: lecturas


A mediados de esta semana, el dólar en el mercado informal llegó a 6,78 pesos en la punta vendedora, con lo cual la brecha entre el dólar de casas de cambio y el informal tocó el 48%. Según analistas, la mayor demanda provino  del sector minorista y particularmente de personas que planear viajar al exterior (el fuerte ascenso coincidió con el comienzo del receso de invierno en la Capital Federal y conurbano Bonaerense, aunque también fue traccionado por personas ávidas de atesoramiento). Hacia el fin de la semana, en cambio, la presión bajó, finalizando a 6,45 pesos (una brecha del 41%, pues la divisa en las casas de cambio operó alrededor de los 4,6 pesos) en un contexto en el que ingreso de divisas por liquidación de la cosecha gruesa favoreció la estrategia oficial respecto del control de la variable cambiaria.

En la entrada anterior, destacamos algunos paralelismos entre el contexto argentino y el brasileño en términos de la puja distributiva. En un paro de hace dos meses, los camioneros causaron caos en Sao Paulo al obstruir avenidas neurálgicas, y en las últimas semanas hubo asambleas de los trabajadores de Petrobras que  reclaman mayor participación en el lucro de la petrolera. Asimismo,  persisten negociaciones entre el Ministerio de Educación y los profesores universitarios que llevan adelante una huelga que ha generado la  pérdida de clases para un millón de estudiantes.

Existen otros elementos en común entre nuestro país y el principal socio del Mercosur: una ralentización del crecimiento económico (en Brasil, la expansión en el primer trimestre del año fue de sólo un 0,8% en medio de una serie de revisiones a la baja para 2012 y 2013; para este año, el Banco Central de ese país redujo de 3,5% a 2,5% la previsión de crecimiento, y analistas no esperan un crecimiento de la actividad superior al 2% por ciento); una moneda local sobrevalorada que mermó en parte la competitividad de los exportadores, y un gobierno que  apunta a la profundización de la crisis en la Unión Europea (mayor socio comercial de Brasil) como la causa principal de la desaceleración económica (otros actores agregan al cóctel de causas exógenas el lento crecimiento económico de China, el segundo mayor destino de las exportaciones brasileñas).

Al igual que Argentina, Brasil revalidó la continuidad del oficialismo en el poder (con la diferencia de que aquí hubo reelección, mientras que en Brasil Lula declinó un tercer mandato ungiendo a su sucesora).  En la campaña para suceder a Lula, la presidenta Dilma Rousseff descartó la necesidad de reformas estructurales dolorosas para mantener al país creciendo y sostuvo que mantendría en lo sustancial del modelo aplicado por su precedesor (aquí, Cristina habló de profundizar el modelo). Esa línea de política económica también le ha generado a Dilma críticas desde diversos sectores, en el sentido de que la presidenta lleva 18 meses en el poder sin poner en práctica las reformas que sus críticos consideran necesarias (de hecho, se insiste en que el equipo económico de Dilma persiste en combatir la desaceleración económica con las mismas armas que en la crisis de 2008).

Recientemente, el economista Andrés Méndez aportó una lectura de la situación cambiaria en ambos países que, en este contexto, nos parece más que oportuno citar: “si bien el análisis del valor de una moneda es bastante complejo y está muy relacionado con diversos factores como la confianza de los agentes económicos, el crecimiento económico, el respeto de los contratos y muchos otros aspectos más, podemos animarnos a hablar de un tipo de cambio futuro para la Argentina y (…)  en el primer trimestre de 2012 el PIB creció 0,75% interanual y la Brasil inversión cayó poco más de 2% (… ) Efectuando un análisis similar con el PIB (que se había contraído en 2009), los últimos datos revelan que Brasil se desacelera y que su moneda seguirá sufriendo ataques especulativos”.

Sostiene Méndez que “pese a contar con una balanza comercial superavitaria, Brasil tiene un déficit anualizado de cuenta corriente de alrededor de U$S 53.000 millones (filmina 2). Esto indica que, para seguir creciendo, la economía brasileña necesita contar con el ahorro del resto del mundo. (…) Tanto la inversión de cartera (cortoplacista) como la extranjera directa (IED) han sido muy volátiles desde la crisis de 2008 verificando un significativo descenso en los últimos trimestres (de haber entrado U$S 70.000 millones en un año, ahora están ingresando U$S 10.000 millones). Además, la IED está creciendo menos, sinónimo de que hay "sospechas" fundadas sobre la futura solidez del crecimiento de Brasil. ¿Qué piensa el mercado de Brasil  y de la Argentina a partir de la lectura de los Non Deliverable Forwards (NDF)? Que el tipo de cambio R$/U$S se va a ubicar en R$ 2,20 en julio de 2013, mientras para el caso de la Argentina, se negocia en torno a $/U$S 6,25 / 6,30. Ahora bien, si visualizamos la experiencia pasada, advertimos que los inversores sobrerreaccionan exageradamente cuando negocian futuros sobre moneda argentina. Por ejemplo, mientras en octubre de 2009 se esperaba un tipo de cambio cercano a $ / U$S 7 para octubre de 2010, finalmente el valor real fue de $ 3,95 por dólar estadounidense. En consecuencia, podemos inferir que la trayectoria del tipo de cambio pasará dentro de un año por debajo de los valores que hoy negocia el mercado. ¿Cuál es el fundamento? La suba histórica del precio de la soja pero, fundamentalmente, los grados de libertad que posee el Banco Central para establecer un determinado tipo de cambio. Consecuentemente, estamos esperando para dentro de un año una relación cambiaria no superior a $ / U$S 5,50. Paralelamente, para el caso de Brasil nos inclinamos por una corrección anual del orden del 6%  lo que colocaría la relación R$ / U$S en torno a R$ 2,15. En otras palabras, y más allá de las correcciones nominales, en términos reales no debieran esperarse demasiadas alteraciones para ninguna de las dos monedas de la región para los próximos doce meses”.

2 comentarios:

  1. Lo de 6-7-8 no es periodismo sino militancia, cuando se vaya el gobierno esos tipos desaparecen. El dolar debe ser más alto para que el blue no se escape tanto.

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  2. Gracias por tu aporte! De todos modos, obviamente la entrada "juega" con el número 6-7-8/6,78, sin hacer un análisis del programa en cuestión como propuesta periodística. Respecto a tu propuesta de dejar flotar más el dólar, seguramente el gobierno teme que espiralice la inflación y además quiere tenerlo contenido para afrontar los vencimientos de deuda pendientes, veremos cómo sigue la historia en los próximos meses. Saludos!

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