El gobierno nacional celebra una inflación amesetada por debajo del 2% mensual desde mayo pasado, pero esa euforia no se traduce en la conversación digital ni en las encuestas nacionales. ¿Por qué? Según el último informe de sentimiento social en redes de Monitor Digital, “pese a la baja de la inflación y las reiteradas promesas del gobierno sobre el despegue económico inminente, la conversación pública no sale del escepticismo”. El clima general de los usuarios de redes sociales sobre la economía se mantiene en una zona de negatividad extrema desde hace más de un año: aunque se registraron leves repuntes en marzo y abril de 2025, volvió a deteriorarse entre mayo y julio, estabilizándose en torno a los -70 puntos, un nivel muy malo (gráfico arriba).
Con apenas matices, el último reporte de redes de Ad Hoc arrojó que la conversación sobre Javier Milei se mantuvo negativa por quinto mes consecutivo (gráfico arriba). Eso perfila la racha desfavorable más larga de la era libertaria: a inicios de 2024, cuatro fueron los meses consecutivos de negatividad por sobre la positividad. En 2025, ya van cinco meses.
¿Cómo permea en las encuestas el pesimismo que muestran las redes sociales? Según la última medición de Atlas Intel & Bloomberg, desde octubre de 2024 la evaluación negativa del gobierno nacional viene superando a la positiva (gráfico arriba): eso implica nueve meses consecutivos de saldos desfavorables, lo que se agudiza si se considera al regular como un primer nivel de malestar.
Asimismo, desde febrero pasado la percepción de que el país va en la dirección equivocada viene superando a la idea de que el rumbo es correcto; según la serie evolutiva de la consultora Equipo Mide, sólo en mayo de 2025 el oficialismo pudo apuntarse un empate en esa disputa (gráfico arriba). En conjunto, estos datos marcan que el discurso oficialista presenta una euforia que no se condice con el sentimiento social que miden las redes ni con el pulso de las encuestas, que oscilan entre el escepticismo y el pesimismo.
A eso se suman dos rasgos característicos de la comunicación oficial que también están jugando en contra, como son la auto-referencialidad y la violencia discursiva. El primero queda puesto en evidencia en el informe de Ad Hoc: las menciones a Milei siguen bajando cada mes, lo que muestra un protagonismo autosostenido, pero en declive (gráfico arriba). “El que más habló positivamente sobre el presidente fue el propio presidente. Milei realizó 2.959 menciones a su propio nombre, entre publicaciones originales y retweets donde los mencionaban”.
Respecto al discurso del oficialismo, todas las mediciones son concurrentes: según Equipo Mide, al 62% de los electores no le gustan el estilo y las formas del presidente, vs 38% que dice lo contrario (gráfico arriba).
Profundizando el análisis, el Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Universidad de Buenos Aires (OPSA/UBA) relevó en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Provincia de Buenos Aires, conglomerado que acumula alrededor del 45% del electorado de todo el país. Nuevamente, más del 60% respondió de manera negativa respecto al estilo comunicacional del presidente (gráfico arriba).
Para más datos, la agregación de las respuestas abiertas espontáneas sobre el estilo comunicacional de Milei resulta en 71% de negatividad vs 27% de positividad (gráfico arriba).
En la misma línea, los sentimientos que generan los discursos de Milei acumulan 56% de negatividad vs 35% de positividad (gráfico arriba). En síntesis: 1) tanto las mediciones de conversaciones en redes como las encuestas nacionales muestran al pesimismo por encima del optimismo 2) eso permea en la calificación de la gestión y la percepción del rumbo del país, que vienen arrastrando varios meses de negatividad 3) tanto el contenido como las formas del relato oficialista funcionan como aceleradores del malestar, pues sólo reciben apoyos en el orden del 30%-40% del electorado, muy lejos del casi 56% que lo votó en el ballotage del mismo año.
Destacando algo respecto a los efectos de la comunicación, entiendo que el trabajo de la encuesta es visibilizar la desconexión que existe entre el gobierno de Javier Milei y la percepción ciudadana sobre temas económicos y de comunicación política. Sobre esto quiero decir que después de leer los datos sobre la opinión publica, mi mirada sobre el gobierno se ve un poco cambiada ya que en la percepción de mi realidad, veía al gobierno en un momento de tranquilidad ya que no tengo presente ningún momento de conflicto importante. Pero indagando y recopilando información puedo decir que hoy estoy de acuerdo con la mayoría negativa que cree que el mandato de Milei no está siendo bueno y pierde apoyo con el pasar del tiempo. Además a nivel cercano veo que entre familiares y amigos, la agenda política es tratada cuando ocurren situaciones en contra del gobierno, por ejemplo la pública pelea que existe entre el Presidente y la Vicepresidenta, el caso $LIBRA, el acuerdo con el FMI,, entre otras menores. Ahora sobre la metodología de las diferentes encuestas, en principio veo que están hechas con cierta contrariedad hacia el gobierno, lo cual no me parece que esté mal ya que la realización de la misma está bien hecha. Como recomendación diría que se haga de una manera más objetiva ya que da un claro mensaje de pesimismo y falta de apoyo sobre el oficialismo. Además sobre la producción de la encuesta veo que solo la de OPSA/UBA muestra donde se realizó y ¿Por qué? ya que esto es crucial para dar validez a los resultados obtenidos, en cuento a las otras: No destacan tamaños muestrales, segmentación geográfica o sociodemográfica, en otras palabras tendría que ser mas claro a que parte de la sociedad fueron realizados estos estudios, ya que esto es un factor de validación y credibilidad para la encuesta. Las preguntas realizadas pueden dar indicios de subjetividad que en lo personal no creo que sea lo óptimo para tratar un tema político. Para terminar quiero hablar sobre la técnica de social listening que aparece en este trabajo. Ya que el eje central es Javier Milei en redes sociales, reconozco esta técnica es útil ya que capta los climas de opiniones y emociones colectivas en tiempo real. Aunque como punto en contra que posee esta técnica es que no todas las voces están representadas en las redes y entiendo que las redes son en mayor medida, usadas por jóvenes. Otro punto negativo de esto es que los resultados pueden verse modificados por los "bots" o cuentas falsas que se encuentran en las redes ya que al tratarse del Presidente de La Nación, se habla de una figura polémica que se intenta apoyar o perjudicar. Como ultima observación sobre el uso de la técnica, veo que no se destacan filtros semánticos en la aplicación del social listening ya que esta técnica de recolección puede verse afectada por sarcasmos o ironía a la hora de ver los resultados.
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