viernes, 20 de septiembre de 2013

Economía y consumo pos Paso y pre Octubre (1)

En los últimos meses, el contexto internacional se ha vuelto menos favorable para América Latina en general, por una serie de factores: aumento de  las tasas de interés a largo plazo en EE.UU., desaceleración del crecimiento en China y corrección a la baja de los precios de algunas materias primas. En ese marco, tanto en Brasil como en Argentina se insinúan señales de desgaste de sus respectivos modelos económicos, con un crecimiento menor e inflación creciente (si bien con intensidades bien distintas: Brasil crece menos que Argentina pero sufre también una inflación mucho menor), que a su vez coinciden con una emergencia de malestar que tiene traducción política (la cual, no obstante, también se pone de manifiesto en países con conducciones políticas y modelos económicos distintos, como sucede en Chile, Perú y Colombia).  

El caso argentino es de especial interés, dado que pese a un contexto mejor que el del año pasado sigue campeando un sensible malestar (que se puso en evidencia en las Paso). Veamos: en agosto, la confianza del consumidor subió 5,4%, y 17% interanual. Fue el tercer mes consecutivo de crecimiento, remarcó la Universidad Di Tella, autora del informe. Todos los subíndices verificaron una mejora en relación a la medición anterior: el subíndice que mide las Expectativas Macroeconómicas ascendió 13,3%, el de Situación Personal trepó 1,9%, y el de Bienes Durables e Inmuebles verificó un alza de 1,5%. El estudio precisó que la recuperación en el subíndice de Expectativas Macroeconómicas, a nivel nacional se debe a un incremento tanto en el componente que captura la perspectiva para el corto plazo (+18,3%) como en el que mide las de mediano plazo (+9,6 por ciento).

Cruzando el dato por nivel socioeconómico, surge que la confianza del consumidor sube más en sectores ‘más acomodados’: aunque el director del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la UTDT, Guido Sandleris, subrayó que “aumenta independientemente del poder adquisitivo de los consumidores”, el sondeo reflejó un crecimiento en la confianza de los sectores de mayores recursos de 6,6% en agosto contra el mes anterior, mientras que en los estratos de menores ingresos trepó 4%. Si bien la brecha porcentual es menor, leerlo en clave política puede ser sugestivo: buena parte de la merma electoral del oficialismo en las Paso obedece a una performance más floja en los segmentos menos favorecidos: según Artemio López (consultora Equis), ”la a clave de esta pérdida hay que buscarla en el comportamiento electoral de los segmentos medios bajos y bajos y no tanto en los medios y medios altos (…) en el conurbano bonaerense en 2009 se obtuvieron 36% de los votos y en 2013 el 32% de los votos, una caída de cuatro puntos promedio en el conurbano general y de seis puntos en el cordón segundo, el más vulnerable, en un contexto socioeconómico incomparablemente mejorado, a punto que si en el año 2009 las elecciones de medio mandato se realizaron en un marco de caída de 3 puntos del PBI en 2013 el crecimiento anual esperado es del 5% y en el segundo semestre por sobre el 6% promedio”.

Cruzando el dato por regiones, en Capital, el ICC apenas escaló 1% contra el mismo mes de 2012, mientras que el ICC aumentó en las distintas regiones en el interior del país subió en agosto 7,5% contra julio y en Gran Buenos Aires se elevó 3,7%. A diferencia del dato anterior, esto no presenta simetría con el comportamiento electoral en las Paso: "Sorprende la fortísima caída del kirchnerismo en todo el norte, donde perdió en provincias donde no había sido derrotado, como La Rioja", señaló oportunamente el ex ministro Ricardo López Murphy, para quien esta situación denota "problemas en competitividad y en energía, algo que en el inconsciente colectivo se percibe como dificultades que se van agravando". De hecho, hay economistas que han asociado el comportamiento del electorado en las provincias del interior con el malestar generado por cuyas economías regionales afectadas por el atraso cambiario.

Otros estudios aportan cifras que sugieren esa asociación entre voto castigo al oficialismo y atraso cambiario. Recientemente, una investigación de la Fundación Mediterránea mostró cómo varios productos alimenticios han sufrido pérdidas de rentabilidad en niveles de hasta un 60% en comparación con el año 2007, cuando asumió Cristina Kirchner. "El dólar crece a un ritmo menor que la inflación y, por lo tanto, los exportadores notan que su margen de ganancia se va deteriorando día a día", analizó Jorge Day, autor del informe. Sugestivamente, los distritos donde esos productos tienen mayor peso en las distintas economías regionales resultaron desfavorables para el kirchnerismo en las Paso, en especial contra los guarismos de elecciones anteriores: allí aparecen malos resultados en Mendoza, San Juan, Catamarca, La Rioja y la zona agro-ganadera (donde más impacta la política de retenciones a las exportaciones).

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