jueves, 5 de febrero de 2015

Carrera preelectoral en un contexto enrarecido (1)

Decíamos en post anteriores que otro punto relevante de la coyuntura era detectar si el caso Nisman generaba o no modificaciones en el escenario electoral respecto a las tendencias preexistentes, a las que sintetizábamos así: hasta fines de diciembre pasado, la mayoría de las encuestas conocidas coincidían en marcar el podio Massa-Scioli-Macri en intención de voto, con matices que iban desde el empate técnico entre los dos primeros a una leve ventaja de uno u otro, hasta el relativo estancamiento del tigrense como contrapartida a un ascenso del jefe de gobierno porteño.

Dicho esto, actualicemos tendencias: Management & Fit realizó una encuesta nacional antes de la muerte del fiscal Nisman, entre el 8 y el 15 de enero, sobre la base de 2.400 casos en una muestra combinada de telefónicas y presenciales en todo el país, con un margen de error del 2%. En ese trabajo, Scioli lidera la intención de voto a presidente con un 27%, seguido por Macri con un 24,6% y Massa con un 18,2%. Ante la pregunta de a cuál frente votaría sin mencionar candidato, se imponía el Frente para la Victoria (FPV) con el 28,2%, seguido por el PRO con el 17,3%, FAUNEN con el 11,6% y el Frente Renovador con el 10,6%. Luego, consultados sobre si votarían al oficialismo o a la oposición, un 45,8% se pronunció por votar a la oposición, un 26,7% al oficialismo y un 27,5% todavía no se definía. Finalmente, se le preguntó a los encuestados si votarían al candidato que elija Cristina Kirchner, sea quien sea: un 26,6% dijo que sí; un 47,9% dijo que no y un 25,5% dijo no saber. 

Esta es la última encuesta de alcance nacional conocida de la cual se han reportado tantos datos; pero, como señalamos, es previa a la muerte de Nisman. La misma no arroja modificaciones respecto del escenario que se perfilaba a fines de diciembre: 1) mismo podio que en estudios anteriores, es decir, las mismas tres figuras 2) empate técnico entre Scioli y Macri, con Massa un poco rezagado 3) el FPV con un núcleo duro fidelizado, que oscila entre el 27% y el 28% (la diferencia con respecto al 33% obtenido por el kirchnerismo en las elecciones legislativas de 2009 y 2013 es de baja significancia estadística) 4) el FAUNEN sigue rezagado de la pelea principal 5) persiste un escenario fragmentado; casi 30% de electores favorables al oficialismo y casi 50% oposición, pero casi otro 30% no se define. O sea, todavía no aparecía una elección francamente polarizada, ya que un casi un tercio de electores no se sentía “filo-K” pero tampoco “anti-K”. 

Por otra parte, se conoció una encuesta de Carlos Fara realizada entre el 24 y el 31 de enero –después de la muerte del fiscal Alberto Nisman- sobre un total de 450 casos domiciliarios en Capital y Conurbano, con un margen de error del 4,6%. Si bien temporalmente ya pudo captar el impacto del caso, tiene un límite: sus tendencias no pueden extrapolarse al total nacional. Aun así, es de interés. Veamos; ante la consulta respecto de a quién votaría como candidato a presidente en las PASO (las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias previstas para agosto), la respuesta fue la siguiente: Massa, 28%; Macri, 20,7%; Scioli, 18,7%; Florencio Randazzo, 5,8%; el socialista Hermes Binner (FAUNEN), 3%; Jorge Altamira, del Partido Obrero, 2,1%; la exlíder del FAUNEN, Elisa Carrió, 1,7% (antes de confirmar su alianza con Macri); Aníbal Fernández, 1,5%; Fernando Solanas (FAUNEN-Proyecto Sur, exsocio de Carrió), 1,2%; Julio Cobos (FAUNEN-UCR), 1,1%; José Manuel de la Sota, 0,9%; el radical Ernesto Sanz (FAUNEN), 0,9%; y “otros candidatos” 1,6%. 

El resultado sugiere que tras la muerte de Nisman crecieron Massa y Macri, y cayó Scioli. Sin embargo, de la lectura de los datos se desprende que el gobernador bonaerense mide menos de 20% cuando compite en la grilla con otros precandidatos del espacio pan-oficialista: Randazzo (que suma casi 6 puntos) y Aníbal Fernández (casi 2), mientras que Macri y Massa, en cambio, compiten solos por su respectivos espacios (PRO y Frente Renovador). El detalle no es menor, toda vez que en las primarias se seleccionarán los candidatos de cada fuerza; si esas primarias fueran hoy, Randazzo y Fernández quedarían fuera de la grilla final, con lo cual el grueso de sus votos podrían migrar en la elección general a Scioli, en su carácter de figura oficialista (difícilmente los electores que se inclinaran por alguno de ellos dos en agosto votarían a un opositor en octubre). Eso llevaría a Scioli a una proyección de 26 puntos, que es otro de los escenarios planteados por Fara (ya pos-PASO): Massa 32,5%, Macri 27% y Scioli 26,1%. Este punto abre una discusión sobre el perfil de Scioli, que retomaremos en próximas entradas.

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