miércoles, 26 de julio de 2017

PASO en PBA: matices entre la medición por candidatos y la medición por lista

Además de la del CEOP que citamos en el post anterior, otra encuesta que ilustra la diferencia entre medir candidatos y medir fuerzas es la de Analogías. Se trata de un relevamiento en la provincia de Buenos Aires, con 2.700 casos telefónicos. Cuando se miden candidatos, la fórmula liderada por CFK alcanza 34,7% de intención de voto, contra 24,8% de Esteban Bullrich, 16,2% de Sergio Massa y 5% de Florencio Randazzo. En este caso, la diferencia entre la ex presidenta y el candidato oficialista es de casi 10 puntos porcentuales (9,9), estadísticamente significativa; Bullrich se ubica como claro segundo, con una ventaja de 8,6 puntos sobre Massa. Así, hay un nítido panorama de 1-2-3, sin empate técnico y sin polarización, puesto que la primera minoría corresponde claramente a CFK (ver datos arriba; click para agrandar)

La situación cambia cuando se mide por espacios: allí, el Frente de Unidad Ciudadana (FUC) llega al 34,8% (estadísticamente, lo mismo que mide Cristina como candidata), pero Cambiemos mejora la performance que tenía su candidato y llega a 31,3%, con lo cual la diferencia entre ambos frentes se reduce a 3,5 puntos porcentuales. La lista de Massa y Stolbizer, 1País, queda en 11,9%, menos de lo que mide Massa como figura, y Cumplir (Randazzo) alcanza 4,7% de intención de voto. Así, pasamos de un escenario 1-2-3 despolarizado en la medición por candidatos a uno de empate técnico y polarizado entre el FUC y Cambiemos, que se disputan la primera minoría, mientras que la tercera fuerza queda relegada (ver datos abajo; click para agrandar), y todo dentro de la encuesta de la misma consultora Analogías. 

Esa encuesta también relevó la imagen del presidente Mauricio Macri. El resultado fue un diferencial negativo de 7,7 puntos porcentuales, dado que la positiva es de 45,2% y la negativa de 52,9%, con una alta concentración de respuestas en el malestar de mayor nivel de intensidad: 28,9% de los electores bonaerenses dice que tiene muy mala imagen del presidente. En el caso de la gobernadora María Eugenia Vidal, la imagen positiva es de 55,7% y la negativa de 41,7%, lo que arroja un diferencial favorable de 14 puntos porcentuales. A diferencia de Macri, aquí las respuestas tienden a concentrarse en el segmento más intenso favorable: la suma de las respuestas “muy buena” y “buena” alcanza 43%, contra 31,6% del acumulado de las respuestas “mala” y “muy mala”. En el caso de CFK, la imagen está dividida: 37,5% de positiva (sumando las respuestas “muy buena” y “buena”), contra 42% de negativa (acumulado de respuestas “mala” y “muy mala”), lo que da un diferencial negativo de 4,5 puntos (algo mejor que el de Macri, pero peor que el de Vidal). El problema para el oficialismo es que tradicionalmente las elecciones en PBA se “nacionalizan”, con lo cual a la hora de votar termina ponderando más (ya sea de manera positiva o negativa) la imagen presidencial que la del gobernador del distrito (recordar que el FPV perdió en PBA la elección de medio término del 2009 por dos puntos ante el fugaz Francisco de Narváez, aun llevando al ex presidente Néstor Kirchner al tope de la lista y al por entonces gobernador Daniel Scioli como candidato testimonial, por su buena imagen en los sondeos). Y, a tenor de estos datos de Analogías, la imagen negativa del presidente es mayor que la de la ex presidenta.

En cuanto a la percepción de la coyuntura, casi dos tercios (64,8%) de los bonaerenses perciben que la situación económica del país se ha deteriorado respecto a la de hace dos años, acumulando las respuestas “igual de mala” (17,6%), “peor” (21,9%) y “mucho peor” (25,3%), mientras que un 33,2% la ve favorablemente, sumando las respuestas “igual de buena” (8,5%), “mejor” (14,3%), y “mucho mejor” (10,4%). Aquí, la “grieta” es evidente entre los polos opositor y oficialista: mientras que los votantes del Frente de Unidad Ciudadana (FUC/CFK) creen en casi un 93% que la situación económica es peor, en sentido inverso el 78% de quienes tienen intención de votar a Cambiemos perciben una mejoría. A su turno, las expectativas a mediano plazo también muestran un sesgo negativo: un 41% de los bonaerenses esperan que la situación económica del país mejore en el próximo año (o que sea “igual de buena”), contra un 53,2% que estima que empeorará o será “igual de mala”, lo cual arroja un diferencial negativo de 12,2 puntos porcentuales. En este sentido, a diferencia de lo que sucede en otros distritos, en PBA la expectativa no traccionaría lo suficiente para favorecer al oficialismo. 



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