miércoles, 24 de febrero de 2016

Midiendo la “zona de riesgo” de Morris (3)


Decíamos en posts recientes que la “luna de miel” de la opinión pública con Mauricio Macri estaba muy apoyada en altas dosis de pensamiento desiderativo y expectativas positivas. En este marco, las preocupaciones económicas en alza y el empeoramiento relativo del estado de ánimo son los principales hallazgos del estudio de Ibarómetro, que en sus indagaciones sobre la percepción del futuro del país arroja que un 47,1% tiene "sentimientos negativos" y que los pesimistas superan en casi 3 puntos a quienes tienen sentimientos "positivos", que llegan al 44,3%. La diferencia de 3 puntos no es estadísticamente significativa (dado que el error muestral en este estudio es de +- 2,8%), pero no es un dato menor que el “pesimismo” supere al “optimismo”: en diciembre, la relación era 37,9% (el pesimismo subió 9,2 puntos porcentuales) y 59,4% para el optimismo (cayó 15,1 puntos porcentuales). El “sinceramiento” que lleva adelante el gobierno parece estar permeando en el estado de ánimo, lo que insinúa el fin de la “luna de miel”. 

Por supuesto, existen matices en esos sentimientos: en los jóvenes entre 16 y 30 años hay un empate técnico entre optimistas y pesimistas (43,1% a 45,2%), en adultos de 31 a 50 se impone el pesimismo (52,8% a 38,1%), mientras que en mayores de 50 lo hace el optimismo (51,3% a 43,5%). En cuanto a la matriz política, entre aquellos con imagen positiva del gobierno nacional gana el optimismo (71,1% a 26,5%), mientra que entre los críticos del oficialismo campea el pesimismo (80,5% a 7,6%). Por zonas geográficas, en el interior del país hay una leve ventaja a favor del optimismo (47,4% a 41,4%), mientras que en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se impone claramente el pesimismo (59,6% a 37,7%). Por sexo y nivel de estudios, no hay grandes sesgos. Profundizando en "¿Qué sentimiento le inspira el futuro del país?", un 22,1% siente incertidumbre, 20% temor, 2,6% resignación y 2,4% indiferencia (un acumulado del 47,1%). Entre los optimistas –44,3%–, la esperanza es el sentimiento que se impone, con 33,4%, seguido muy por detrás por entusiasmo (6,3%) y tranquilidad (4,6%). Puede apreciarse entonces el peso residual de lo que hemos llamado “pensamiento desiderativo” dentro de quienes mantienen un estado anímico positivo. 

Dentro de los principales problemas percibidos, la corrupción (con 20,7%) y la inseguridad (con 19,9%) siguen liderando el ranking de los principales problemas del país, superando a la inflación (16,4%), la pobreza (12,3%), la educación (11,3%), el desempleo (10,2%), la deuda externa (3,2%) y la salud (2,9%). Sin embargo, agrupadas por materia, las cuestiones económicas (inflación, pobreza, desempleo y deuda externa) superan el 42% de las preocupaciones de los argentinos, seguido por los problemas relativos a la justicia (40,6% –corrupción e inseguridad–) y muy lejos del 14,3% de la cuestión social (salud y educación). Esto tiende a confirmar nuestra hipótesis relativa a la centralidad de la agenda económica y su impacto en la opinión pública. Además, de acuerdo con el sondeo de Ibarómetro (ver datos arriba), el 71,3% de los consultados cree que durante los dos primeros meses de gestión de Mauricio Macri la inflación aumentó y sólo 19,6% que cree que "se mantuvo igual". La opinión sobre el aumento de la inflación se impuso tanto entre quienes aprueban la gestión del gobierno nacional como entre quienes la reprueban, con diferencias de intensidad (62% cree eso entre quienes aprueban a la administración actual y 87% entre quienes no la aprueban) que no alteran la común matriz desfavorable al oficialismo. El consenso, en cambio, disminuye a la hora de evaluar la desocupación (47,3% cree que aumentó, contra 34,9% que cree que se mantuvo igual; entre quienes apoyan al gobierno pesa más la opinión de que ese problema se mantuvo igual,con 49%, y entre quienes lo desaprueban la opinión de que creció, con 73%). Otro tanto sucede con la pobreza: 45,7% piensa que subió, contra 37,2% que piensa que se mantuvo igual: como en el ítem anterior, entre los que apoyan al gobierno pesa más la percepción de que sigue igual, con 56%, mientras que entre quienes la desaprueban es hegemónica la opinión de que la pobreza creció, con 86%. 

En síntesis, considerando el podio de problemas de la agenda económica, en dos de ellos (desocupación y pobreza) quienes aprueban la gestión nacional del gobierno tienen una opinión radicalmente diferente respecto de quienes la desaprueban, en torno a la inflación esa “grieta” perceptual desaparece: he aquí el principal riesgo para la gestión Macri, máxime considerando que el impacto del aumento en las tarifas de electricidad en el costo de vida (entre las medidas tomadas hasta el momento por el gobierno nacional y medidas en la encuesta de Ibarómetro, esa es la única impopular, donde claramente la desaprobación supera a la aprobación) recién comenzará a verse en plenitud desde marzo.

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