miércoles, 5 de febrero de 2020

El Frente de Todos en el gobierno nacional (1)


Cambiemos fue una coalición electoral exitosa en los comicios de 2015 y 2017. Una vez asumido el poder, se plasmó más como coalición parlamentaria que como gobierno de coalición, dado que los socios del PRO funcionaron como avales de la gestión en el Congreso pero aportaron pocos funcionarios, mientras que la mesa chica de decisión fue amarilla pura. Por otro lado, el Frente de Todos se constituyó como coalición electoral exitosa a partir de las PASO de agosto pasado, luego de que en mayo de 2019 CFK ofreciera a Alberto Fernández encabezar la fórmula presidencial, lo que permitió incorporar al frente al massismo y sectores del PJ no K. Desde que asumió en el poder, el nuevo oficialismo va definiendo su impronta como gobierno de coalición. Diversas encuestas indagan en el modo en el que la opinión pública percibe ese carácter, y resulta oportuno repasarlas, cuando el gobierno se acerca a cumplir dos meses de gestión. En diciembre de 2019, Hugo Haime realizó una encuesta domiciliaria sobre una muestra nacional de 1.000 casos, relevados entre el 18 y el 23 de diciembre, con un margen de error de +/- 3,16%. Casi el 50% consideró que en el nuevo gobierno de Alberto Fernández las decisiones se tomarían en conjunto con su vicepresidenta, un tercio que sería CFK quien tome las decisiones y casi 16% que Alberto tomaría las decisiones con su equipo, sin la vicepresidenta. Respecto a cómo se deberían tomar, la mitad consideró que deberían ser en conjunto con CFK, y casi 48% que deberían ser sin ella (ver gráfico arriba; click para agrandar). 



Como se observa, en el estudio de Haime hay un consenso en torno al 50% relativo a la toma de decisiones en conjunto, mientras que la mayor discrepancia aparece en el deber ser, atravesado por las percepciones de los electores de Juntos por el Cambio, quienes rechazan la participación de la vicepresidenta. Por su parte, Opinaia realizó una medición online nacional sobre una muestra de 1.800 casos recolectados entre el 20 y el 24 de enero pasado, con un margen de error de +/- 2,3%. Según esos datos, 2 de cada 3 electores prefieren que Alberto Fernández gobierne con estilo propio, un 16% se inclina por mayor cercanía a CFK y al kirchnerismo y apenas 6% por cercanía con el peronismo de los gobernadores y Sergio Massa; 12% no sabe (ver gráfico arriba; click para agrandar). Un estudio anterior de la misma consultora había arrojado un resultado bastante más ambiguo en términos de deseabilidad: casi la mitad (48%) creía que el nuevo gobierno no debería ser cercano al kirchnerismo ni a CFK, mientras que un 23% creí que sí debería ser cercano a esas posiciones y un 20% se inclinaba por una mayor cercanía al peronismo de los gobernadores y a Sergio Massa (ver gráfico abajo; click para agrandar).  Allí, casi la mitad de los votantes del Frente de Todos preferían mayor cercanía con el kirchnerismo y la vicepresidenta electa, mientras que los electores de Juntos por el Cambio se decantaban por la respuesta "ninguna de las dos opciones".  




Comparando con la encuesta de Haime, en el estudio más reciente de Opinaia aparece un mayor deseo de autonomía respecto de la vicepresidenta, en el orden de los 16 puntos porcentuales (66% vs 50%). Además, permite confirmar que el deseo de autonomía es más intenso entre los electores de Juntos por el Cambio (84%) que entre los del Frente de Todos (50%), sugiriendo así que esa actitud surge de un rechazo al kirchnerismo y la figura de la vicepresidenta más que de una actitud propositiva. A su turno, la consultora Synopsis realizó un relevamiento sobre una muestra nacional de 1.281 casos, online y telefónicos, entre el 10 y el 12 de enero en las principales ciudades del país, con un margen de error de +/- 2,9%. Para medir la influencia de CFK, emplea una escala del 1 a 5, en el que 1 es "nada" de influencia y 5 es "mucha". En las respuestas generales relativas a "cuánto cree que Cristina incide/incidirá en la definición de políticas del gobierno de Alberto Fernández", el 50,8% elige la opción 5 ("mucha"), el 10,9% la 4, el 18,1% la 3%, el 5,3% la 2% y el 9,7% la 1; cierra un 5,2% de "ns/nc". Al realizar el análisis por voto anterior, en la misma línea que los sondeos anteriores, se confirma que el porcentaje de los que creen que la vicepresidenta tiene/tendrá mucha injerencia (opción 5) es mayor entre quienes eligieron a Mauricio Macri el 27-O: 77,2%, mientras que entre quienes votaron a la fórmula presidencial del Frente de Todos es apenas el 25,5%. En segunda instancia, cuando se indaga la variable deseabilidad ("cuánto le gustaría que CFK incida en la definición de políticas del gobierno de Alberto Fernández"), en las respuestas generales, el 51,5% elige 1 ("nada"), el 6,8% la 2, el 15,8% la 3, el 7,2% la 4, el 11,3% la 5 y completa 7,5% de "ns/nc". En el análisis por voto anterior, entre quienes quieren menos injerencia se destacan los votantes de Macri (79,1%). Dentro de los electores del Frente de Todos, quienes desean una influencia importante de CFK alcanzan 34,7%, suma de quienes eligen las respuestas 5 (19,8%) y 4 (14,9%). Por otro lado, un 30,9% quiere un Alberto independiente, inclinándose por las respuestas 1 (18,9%) y 2 (12%).


Vale recordar que, antes de que el Frente de Todos asumiera el poder, una encuesta de la consultora D´Alessio Irol/Berensztein arrojaba que el 43% de los electores creía que CFK tendría alto poder en el gobierno (entre 75% y 100%). Al interior de los electores de la fórmula de ese frente, esa creencia era mucho menor (apenas 9% entre el 75% y el 100%) que entre los votantes de Juntos por el Cambio (85% entre 75% y 100%). En síntesis, este repaso de estudios recientes y antecedentes sugiere que el vínculo entre Alberto Fernández y Cristina Fernández no reviste problematicidad para los electores del Frente de Todos; en cambio, sí tiene fuerte incidencia entre los electores de Macri, quienes presuponen una alta injerencia de la vicepresidenta en la toma de decisiones y rechazan ese rol. En gran medida, esa actitud es previa a la asunción del nuevo gobierno al poder y se basa en un rechazo visceral al kirchnerismo y a la figura de CFK. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario