martes, 1 de marzo de 2011

Datos alentadores en un contexto complejo


Comienza marzo, el año "propiamente dicho" en muchos sentidos, por lo que me parece oportuno revisar algunos datos y tendencias del panorama económico:

1) De acuerdo a un sondeo realizado por Fedecámaras, las ventas en el comercio minorista crecieron 24% en febrero último respecto del mismo mes de 2010. "La suba obedece al turismo y al inicio del ciclo lectivo en 11 provincias, aunque este adelantamiento del calendario escolar provocó que muchas familias acortaran sus vacaciones, porque el movimiento turístico registrado en la segunda quincena de febrero fue menor al observado durante la primera quincena", explicó el titular de la entidad, Rubén Manusovich.

Fedecámaras destacó que los comercios que más facturaron durante febrero fueron hoteles, restaurantes, bares y pizzerías, almacenes y supermercados, tiendas y zapaterías, perfumerías, casas de regalos (dulces y artesanías), kioscos, y servicios (recreación, casas de video juegos y entretenimientos). "El inicio de las clases dinamizó el consumo en librerías (artículos escolares y textos) y en menor medida indumentaria", precisó el sondeo. Al respecto, Manusovich sostuvo que "la canasta escolar oficial abarató los precios, aunque no llegó a la totalidad de los pequeños comercios de barrio que sufren la competencia desleal de las grandes cadenas e hipermercados", y agregó que 2011 "será un año en que el consumo irá en aumento", por lo que consideró "necesario mantener y estimular los planes de financiación y lanzar líneas de crédito que estimulen la producción de las pymes".

2) Según un estudio de SESA Select Workmonitor, elaborado por Randstad en 27 estados de Europa, Asia y América, los trabajadores argentinos están entre los más optimistas del mundo: el 77% de los empleados considera positivo el desarrollo económico que tendrá su empleador durante el corriente año, lo que coloca al país entre las seis naciones con mejores perspectivas, detrás de India (86%), China (83%), Chile (82%), México (79%) y Turquía (78%).

El estudio arrojó que en el cuarto trimestre de 2010 la confianza en la dinámica del mercado laboral descendió a nivel mundial 9% (con un promedio de 65,5%). Chinos e hindúes se ubicaron entre los más optimistas, seguidos por australianos y turcos. En el caso de los argentinos, el 69% confia en que podría encontrar una nueva ocupación si lo quisiera, colocándose por encima del promedio mundial, aunque por detrás de los chinos, hindúes, noruegos, mejicanos, australianos, checos, turcos, canadienses y suizos (resignando cinco puestos en el caso de las expectativas de obtener un nuevo trabajo).

3) El Ieral (Fundación Mediterránea) estima que el crecimiento económico de este año rondará entre el 4% y 5% (dos puntos por arrastre estadístico), frente al 8% de 2010. Desde lo negativo, estiman que el piso de la inflación se ubicará entre 28 y 30% (de hecho, los acuerdos salariales firmados hasta ahora giran en torno a esas cifras); en la suba de precios también incidirá el alza de los alimentos a nivel mundial. No obstante, a pesar del mayor nivel inflacionario, el economista del Ieral Gustavo Reyes evalúa que la misma “no se espiralizará”, gracias al dólar y tarifas ancladas.

En cuanto al dólar, Reyes proyectó que tendrá un ajuste por debajo de la suba del costo de vida, lo cual afectará a los sectores exportadores. El economista prevé que los salarios tengan una fuerte suba en dólares y que las tasas de interés se ubiquen lejos del nivel de la inflación, escenario que acarrea una serie de riesgos para el sector externo, mayores desequilibrios fiscales y monetarios, y potencialmente una aceleración de la salida de capitales; lo cual genera una menor expansión económica. Respecto al contexto externo, Reyes consideró que las perspectivas para EE.UU son positivas, con recuperación de confianza y del consumo, aunque la creación de empleo no da buenas señales. Por su parte, Europa muestra postales diversas, con Alemania ostentando una clara recuperación y por otro lado España, Portugal y Grecia con la persistencia de sus problemas de endeudamiento. Asimismo, el pronóstico es que los países emergentes captarán menos inversiones respecto a 2010, cuando lideraron el crecimiento a nivel global, lo cual generó una disminución de la capacidad ociosa y mayores nivel de inflación (India, por ejemplo, 15% y Brasil, 6%).

4) Según un informe de Deloitte & Touche, Argentina se convirtió en 2010 en el segundo país que mayores inversiones recibió en América Latina, sólo por detrás de Brasil: de acuerdo al estudio, en materia de fusiones y transacciones se registraron movimientos por unos 10.675 millones de dólares, mientras que Brasil ostenta (lejos) el primer puesto, con transacciones por unos 46.260 millones. El tercer lugar fue para Colombia, con transacciones por 3.167 millones, en tanto que el cuarto y quinto lugar lo ocuparon Chile y Perú, con negocios por 2.438 y 1.521 millones de dólares, respectivamente.

Esos cinco países fueron los latinoamericanos más atractivos para los inversores: de las 224 transacciones realizadas en la región, 206 se concretaron en ellos, alcanzando un total de 64.061 millones de dólares, de los 70.000 millones invertidos en la región. Asimiso, el informe de Deloitte & Touche indicó que "se siente una clara voluntad por parte del mundo económico en volver a los niveles de actividad previos a la crisis", destacando en ese sentido las líneas de crédito que han surgido en pos de lograr la reactivación tan deseada, el creciente desarrollo de polos industriales y en especial el protagonismo regional de la industria alimentaria, el sector que atrajo la mayor cantidad de inversiones (seguido por el energético, servicios, finanzas, salud, tecnología, minería, retail, transporte y manufacturas).

Al momento de analizar el mercado de fusiones y adquisiciones, Argentina siempre ha sido uno de los pilares de la actividad en la región, según Deloitte. Por caso, en el segundo semestre del 2010, se pudo apreciar la estrecha correlación que tiene el país con lo sucedido en el mercado internacional, evidenciando un crecimiento en las operaciones del 17% (pasando de 18 fusiones o adquisiciones en el segundo semestre de 2009 a 21 en el mismo período de 2010), lo que sugiee una mejora en la confianza de los inversores, tanto los que operan con montos bajos, como para aquellos cuyas cifras superan ampliamente los 500 millones de dólares en una transacción. En este sentido, si bien aún es difícil la obtención de crédito en el mercado nacional, se vislumbra que tanto el Estado como el sector privado ven con buenos ojos los movimientos de capitales de procedencia local como extranjera, para así generar nuevas oportunidades.

Pasando en limpio, estos datos implican para 2011, siempre con el horizonte limitado de un contexto complejo y cambiante a) un nivel de consumo sostenido, muy asociado a la confianza en el crecimiento económico del país (en este sentido, hay cierto componente de sobreactuación en quienes critican el actual clima para las empresas) y también vinculado a las certezas laborales que parece proporcionar el modelo b) desde lo negativo, la inflación se mantendría en guarismos similares a los del 2010 c) probablemente se vea un menor dinamismo en las inversiones externas, en principio más por factores vinculados al contexto regional y mundial que a razones endógenas d) no aparecen amenazas de crisis interna, al menos en el corto plazo.

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