miércoles, 26 de septiembre de 2012

Primavera cero


La discusión política sobre el voto joven a partir de la intención del kirchnerismo de avanzar con la reforma al Código Electoral para que a partir de los 16 años se pueda votar en elecciones generales se ha exacerbado precisamente en septiembre, que  primavera de por medio es considerado un mes caro a la juventud. Trataremos de enfocar esta cuestión planteando una serie de consideraciones iniciales, una suerte de punto cero de enfoque antes de revisar información más descriptiva de tendencias al respecto.

El abordaje del tema juventud y política (y más en particular, juventud y voto) no debe soslayar el contexto histórico reciente, que en los últimos años ha mostrado un intenso protagonismo por parte de grupos juveniles como los estudiantes secundarios de grandes urbes (entre ellas, Capital Federal y Córdoba) protestando contra la política educativa de los respectivos gobiernos y la falta de inversiones en establecimientos educativos (de hecho, por estos días en Capital ya hay 29 colegios tomados por alumnos secundarios que rechazan la propuesta curricular del gobierno porteño).

Además de esos reclamos, las agendas en cada caso incorporaban ocasionalmente cuestiones de debate ideológico más amplio, sobre todo cuando la incidencia de fuerzas partidarias de izquierda dentro de esos grupos era palpable.  Estos síntomas de una especie de ola de "activismo joven" forman parte del clima de la época, fogoneado por fuerzas políticas como el kirchnerismo, el PRO y el Frente Amplio Progresista (FAP), principalmente. 

Esta variedad ideológica es sin duda positiva, pues conjura el peligro (muchas veces esgrimido por la oposición al gobierno nacional) de “cooptación” o “adoctrinamiento” respecto de ese segmento etario: en términos cuantitativos, la iniciativa del oficialismo permitiría incorporar al padrón alrededor de 1,5 millón de jóvenes en las estimaciones más optimistas, y de alrededor de la mitad en cálculos más conservadores. Dentro de ese volumen, así como habrá jóvenes que se identifiquen con el oficialismo, también se podrá encontrar otros que  critiquen al oficialismo y, por qué no (y bienvenido sea), que haya juventud dispuesta a correr "por izquierda"  o “por derecha” a la agenda del kirchnerismo.

Usamos el término “agenda” a propósito, porque justamente una de las habilidades del oficialismo ha pasado por instalar temas como éste en la agenda y dividir opiniones dentro de la oposición (que no acierta a proponer una agenda alternativa, lo que marca su debilidad en materia de iniciativa política, al punto que cuando Hugo Moyano confirmó su ruptura con el gobierno, muchos opositores corrieron detrás de la agenda instalada por el sindicalista que pocos meses atrás execraban).  Dentro del PRO y del FAP, por ejemplo, hay posiciones divididas respecto de la iniciativa, incluso en el clan Moyano hay disidencia, pues mientras Hugo se opone considerando que “muchos jóvenes no están preparados y no tienen noción”, su hijo Facundo (diputado del FPV) está de acuerdo con la iniciativa. Mientras Moyano padre sobreactúa su rol de opositor al gobierno oponiéndose al voto juvenil como una oposición más, su hijo particulariza la cuestión, dada su inserción dentro del segmento de delegados gremiales más jóvenes del sindicalismo.

Por supuesto, las diferencias de opinión al interior de cada espacio no tienen nada de malo;  en todo caso, lo criticable son las posiciones defensivas, que parten de la premisa de que el voto juvenil es un “coto de caza” del oficialismo, en lugar de plantear una posición competitiva desde la oposición al gobierno. En este sentido, es saludable que después de las reacciones iniciales francamente contrarias a la iniciativa, se haya avanzado al menos en una discusión del tema en términos bastante razonables, como lo exteriorizó oportunamente la diputada nacional Margarita Stolbizer (FAP) al destacar el "marco de respeto y resguardo del debate" con el que el Senado inauguró la discusión (lo que la llevò a su vez a expresar su anhelo de que la Cámara de Diputados replicara la misma fórmula).

Ese movimiento hacia una consideración más reflexiva del tema dentro de la clase política también se detectó en un estudio de Carlos Fara & Asociados divulgado el día de la primavera: según esta consultora, la iniciativa oficial de habilitar el voto de jóvenes mayores de 16 años es reprobada por el 70% de los consultados, aunque en comparación con un sondeo efectuado en mayo tiene una mejor aceptación entre los consultados, de los cuáles el 28% avala la idea, el doble que en la encuesta de hace cuatro meses atrás.

La investigación se hizo en Capital Federal y el conurbano bonaerense entre el 8 y el 11 de septiembre dejó como dato saliente el crecimiento de la aceptación del denominado voto joven en los 442 casos que se tomaron.  En mayo pasado, solamente el 14% de los encuestados estaba de acuerdo con bajar la edad de los votantes. Este mes, en medio del debate del Senado, ese número se duplicó, ya que de los encuestados el 28% respalda el proyecto que, sin embargo, sigue siendo cuestionado por siete de cada diez consultados.

Nota publicada ayer en http://juventudpartidaria.blogspot.com.ar/ 

4 comentarios:

  1. Para mi es una estraregia d eleccion! Ya que asi la Presidenta pueda conseguir mas votos y poder seguir en el gobierno. Pero es cierto lo que opina Moyano que hay muchos jovenes no capacitados para decidir a quien elegir como el/la futuro/a conductor/a del país..

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  2. Hola Franco, gracias por tu aporte! Sin duda hay una estrategia de por medio, pero no creo que se pueda presumir que necesariamente el voto en el segmento de 16 a 18 años sea francamente favorable al gobierno. Respecto a lo de Moyano, discrepo; puede haber jóvenes poco involucrados en política, pero hay adultos en la misma situación que votan de todos modos. Saludos!

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  3. Es muy cierto! Hoy en dia las mentalidades varian mucho.. Pero de mi parte opino que habra mas fraude politico todavia de la que hay! Pero es cuerto lo que dice profe.. Hay muchos adolescentes de esas edades que ya tienen las capacidades para elegir y votar. Veremos q se decidira..

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  4. Coincido con que hay adolescentes con capacidad de elegir, Franco, aunque discrepo con tu afirmación del fraude, no creo que pueda hablarse de eso tan livianamente. Veremos qué resulta de este tema, saludos!

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