viernes, 31 de octubre de 2014

Del tercio de los sueños a la disputa por el voto “no alineado” (1)

El estudio de Isonomía citado en el post anterior destacaba que "en el caso de Massa, su principal desafío pasará por recuperar la credibilidad como vehículo de un cambio más moderado (principal atributo de su campaña 2013) para equiparar el nivel de competitividad que presenta Macri en este segmento". El líder del Frente Renovador, catapultado a las encuestas nacionales de intención de voto presidencial a partir de su resonante triunfo sobre el FPV en provincia de Buenos Aires en las elecciones legislativas de 2013, se sostiene en el podio de todas las encuestas conocidas hasta ahora (es decir, entre los tres primeros), pero su posición se ve amenazada por el crecimiento de Macri en los últimos meses. 

El riesgo, en este juego de suma cero entre el tigrense y el líder del PRO, es que en algún momento “abra la boca del yacaré”, expresión acuñada por los encuestadores para graficar el momento exacto en que los desempeños de dos candidatos se van en la dirección opuesta: si la curva ascendente de Macri se profundizara, el posicionamiento de Massa podría pasar del estancamiento relativo a una nueva situación de curva descendente. También, potencialmente, podría suceder lo opuesto: que Massa comenzara a despegarse nítidamente de Macri. En cualquier caso, en un gráfico de línea de fiebre que mostrara el evolutivo de la intención de voto hacia 2015 veríamos un quiebre, en donde uno de los dos candidatos opositores más fuertes (Massa o Macri) crecería a expensas del otro, lo que podría anticipar una elección más polarizada (entre el principal opositor versus el candidato del espacio pan-oficialista).

De todos modos, hasta ahora la boca del yacaré no se abrió y la disputa sigue abierta. Según Juan Germano, director de la consultora, desde hace aproximadamente cuatro meses se da una virtual situación de triple empate entre Scioli, Macri y Massa. Más allá de leves variaciones de uno o dos puntos, los tres transitan una banda de intención de voto de entre 24% y 27% en un escenario post PASO. El estudio de Isonomía también revela que los altos niveles de indefinición no se dan sólo a la hora de definir qué candidatos representan mejor las diferentes variantes de cambio y continuidad de cara a 2015: cuando se consulta a los votantes acerca de si podrían votar a otro candidato además del propio, se detecta una elevada volatilidad, poniendo de manifiesto que si bien existe definición de voto, aún hay bajos niveles de convicción. 

“La única variable que no encuentra mayores cambios en el transcurso del año es la predisposición a votar por un candidato que sea apoyado por Cristina Fernández de Kirchner, que se encuentra en 32%. Un número sumamente representativo y sólido pero que seguramente tenga fuertes problemas para enfrentarse a una potencial segunda vuelta electoral. El principal desafío para el gobierno será poder trasladar ese capital de apoyo potencial a un candidato puro del espacio”, remarcó Germano. Como vemos, los números de Isonomía ratifican el “tercio de los sueños” kirchnerista (aclaración para eventuales lectores desprevenidos: el tercio de los sueños es una expresión tomada de la canción del mismo nombre de Andrés Calamaro). Como venimos sosteniendo, este tercio electoral es el piso del FPV en las elecciones más flojas que tuvo desde que accedieron los K a la presidencia (2009 y 2013), con lo cual su solidez parece, hasta ahora, fuera de discusión. El problema es que el espacio no tiene, de momento, un candidato puro: Daniel Scioli, el que más mide de acuerdo a diversas encuestas, va limando progresivamente la resistencia interna, pero aún existen núcleos K duros reluctantes a su candidatura (que además objetan las encuestas preelectorales y el podio en el que casi todas, con matices, coinciden en remarcar). 

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