lunes, 24 de diciembre de 2018

Solidez de los pisos versus potencialidad los techos al cierre de 2018

La solidez de los pisos de Cambiemos y de Unidad Ciudadana (ambas fuerzas, con una intención de voto actual en torno al 30%) limita las posibilidades de que una tercera vía (como la de Alternativa Federal) pueda colarse en la disputa por la primera minoría electoral y el consecuente paso al ballotage. Mientras Cambiemos y Unidad Ciudadana sigan por arriba del 20% de intención de voto, tienen garantizado el pase al ballotage; mientras AF no llegue al 20%, se queda afuera. El techo para que este frente potencial crezca está dado por la solidez de los pisos de Cambiemos y de la principal fuerza opositora; esto implica que la idea de que la tercera fuerza es la de mayor potencial de crecimiento (o techo más alto) de cara a un ballotage deviene abstracta. En rigor, su techo real está dado por la suma del piso de las otras dos (30+30), que deja a la tercera vía afuera de la segunda vuelta. 

Visto de otro modo, a Cambiemos y a Unidad Ciudadana les basta con fidelizar sus núcleos duros para pasar al ballotage; una vez garantizado el pase a esa instancia, pueden trazar una estrategia de campaña para tratar de captar a los electores no alineados (es decir, a quienes no votaron a Cambiemos ni a UC en las PASO ni en la primera vuelta presidencial). En sentido contrario, Alternativa Federal necesitaría erosionar parte de los núcleos duros de CFK y de Macri para pasar a primera vuelta (algo extremadamente difícil de hacer), porque los electores no alineados (esto es, ni cambiemitas duros ni kirchneristas duros) se fragmentan entre su preferencia por el peronismo no K (11,2% de intención de voto, según la última encuesta de Synopsis), una alternativa progresista (4,9% de intención de voto, según la misma encuesta), la izquierda (3,9%), otra lista (4,7%) e indecisos (10,3%). 

En este marco, la clave electoral de la elección presidencial de 2019 se resuelve así: en la PASO y en la primera vuelta, lo que importa es la solidez de los pisos, porque ella es la que garantiza lograr la condición de primera minoría electoral, la brecha sobre la segunda fuerza y el consiguiente pase a la segunda vuelta. De esa manera, la potencialidad de los techos importa, pero recién en el tránsito al ballotage, y gran parte de esa instancia se resuelve más en función de los rechazos relativos que de las adhesiones. Básicamente, muchos de los electores que en las dos instancias previas no votaron a ninguna de las dos fuerzas principales, en la tercera terminarán votando más en contra de la que más rechacen y no tanto a favor de la otra (si tuvieran empatía con esa fuerza, la hubieran votado en la PASO o en la primera vuelta). Respecto a los pisos y techos relativos, existen algunos matices en las mediciones. Según la última medición de Udesa, Mauricio Macri y Cristina Fernández son los candidatos con mayor proporción de voto seguro, pero el actual presidente aventaja a la ex presidenta 41% a 28% en esa sumatoria; los candidatos potenciales de Alternativa Federal (Roberto Lavagna, Sergio Massa, Juan Urtubey y Felipe Solá) quedan muy por detrás en voto seguro, pero mejoran si se les suma el "podría votarlo" (ver datos abajo; click para agrandar). Es decir, este estudio muestra mejores chances para el líder de Cambiemos.



En cambio, la última medición sobre análisis de redes sociales de Reputación Digital muestra mayores comentarios positivos para CFK (59%) que para Macri (53%), y menos comentarios negativos (41% a 47%; ver datos arriba, click para agrandar). Como hemos visto ya en este blog, también hay encuestas que vienen marcando una suba del rechazo relativo a Macri, ubicándolo ya en el mismo orden de magnitud que el de CFK (es el caso de la más reciente medición de Aresco). 


Por su parte, la última encuesta de Gustavo Córdoba y Asociados arroja para Macri un rechazo del 52%, muy superior al de CFK (40,8%; ver datos abajo, click para agrandar). Es decir, la tendencia en estos casos pasa a favorecer a la ex presidenta en su disputa contra el actual presidente. 
El rechazo a la figura de Macri es idéntico al que genera Cambiemos: el 52,5% se declara "anti-Cambiemos", contra un 30,7% que se dice cambiemita (ver datos abajo; click para agrandar). 
Cuando se mide la adhesión y rechazo relativo al peronismo, el primero es similar al de Cambiemos (33,5%), pero el rechazo es sensiblemente menor: 41,4% (es decir, 11,1 pp menos). De todos modos, este dato no es tan orientativo como el anterior en materia de adhesiones, debido el carácter irresuelto del vínculo entre peronismo y kirchnerismo. 
Más allá de la discusión sobre los techos relativos, cuando pasamos a medir la intención de voto, este estudio coincide con los demás en poner de relieve la importancia de contar con pisos sólidos: casi 39% para CFK, casi 31% para Macri y apenas 5,2% para Sergio Massa, guarismo con el que hoy no podría acercarse ni remotamente a las chances de entrar en segunda vuelta (ver datos al inicio del post; click para agrandar). Como dato interesante, una candidatura del economista José Luis Espert alcanza en esta medición 5%, Ricardo Alfonsín roza el 4% y Alfredo Olmedo el 3%; sería interesante ver cuánto suma Cambiemos si esos tres dirigentes no compiten, para ver cuánto caudal del oficialismo se va por esas colectoras y cuánto puede volver de cara a una segunda vuelta. Con el gobernador salteño Juan Urtubey, la performance de Alternativa Federal mejora (10,4%), pero de todos modos queda fuera de la disputa por la primera minoría electoral, que sigue polarizada entre CFK (35,7%) y Macri (30,8%; ver datos abajo, click para agrandar). En resumen, se confirma la polarización entre Cambiemos y Unidad Ciudadana, aunque en el primer escenario planteado no es tan simétrica como venimos viendo en otros estudios; volveremos sobre este punto en el próximo posteo.

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