martes, 11 de diciembre de 2018

Polarización, territorialidad y cronograma electoral

En una serie reciente de posteos analizábamos la implantación territorial como una clave para el 2019 electoral: si en 2017 las dos fuerzas principales, Cambiemos y Unidad Ciudadana + aliados, habían protagonizado una polarización asimétrica (42% vs 24,5% en el resultado electoral) con una performance diversa a nivel distrital pero extendida a lo largo del país, de cara al 2019 ese factor vuelve a ser clave. Más aún, se profundiza en la medida en que las tendencias insinúan ahora una polarización simétrica (30%-30%) que obtura las posibilidades de que una tercera fuerza sin implantación territorial nacional pueda colarse en el ballotage. Como hemos visto en todas las mediciones recientes, el empate técnico entre CFK y Macri es una constante: a la última encuesta citada de Rouvier y Asociados, que ubicaba a la ex presidenta con 31,9% y al actual presidente con 28,1%, se agrega la más reciente medición de la consultora Query en conjunto con MyR Asociados: CFK 29,1%, Macri 28,4%, Sergio Massa 9,1% y Nicolás del Caño 5,5%. Como novedad, este sondeo incluye a Alfredo Olmedo, que alcanza 3,6%; los indecisos trepan al 24,3% (ver datos arriba; click para agrandar).


Esta medición se realizó entre fines de noviembre y principios de diciembre sobre una muestra de 1.224 casos en todo el país. Confirma la paridad entre Cambiemos y Unidad Ciudadana y relega a las demás figuras al rol de actores de reparto. El escenario de ballotage mantiene la situación en empate técnico: 35,9% CFK, 35,3% Macri, con casi 29% de indecisos (ver datos arriba; click para agrandar). Cuando se indaga el techo relativo entre esos indecisos, nuevamente se detecta un empate técnico: 30,5% dice que nunca votaría a Macri y 29,6% que nunca votaría a CFK, mientras que casi un 40% dice que podría votar a cualquiera de los dos (ver datos abajo; click para agrandar). 



En cualquier caso, se confirma una elección muy disputada y con alta incidencia de la agenda socioeconómica en las preocupaciones de los electores: inflación (38%) y desempleo (30%) son los dos problemas principales. Las menciones a ambos se dan en casi 7 de cada 10 electores y relegan a los dos "issues" que el gobierno apuesta a explotar de cara al 2019 a la lucha por el tercer lugar del podio (la diferencia entre 15% para inseguridad y 12% para corrupción no es estadísticamente significativa). Más relegadas aún quedan salud y educación, ambas con 3% (ver datos abajo; click para agrandar). 



Ese estudio confirma también el malestar socioeconómico en otros dos indicadores: contra lo que una nota reciente de Clarín trata de sugerir (una presunta "mejoría en las expectativas), tanto el Índice de Economía Personal (IEP) como el Índice de Economía Argentina (IEA) se encuentran en zona negativa y amesetados: el IEP pasó de 31 en octubre a 33,9 puntos en diciembre (ver datos abajo; click para agrandar). 




A su turno, el IEA pasó de 30 en octubre a 31,4 en diciembre (ver datos abajo; click para agrandar). Ambas variaciones son estadísticamente significativas, por lo que de ninguna manera puede hablarse de una mejoría, como la nota en cuestión sugiere. 



En este marco de crisis y elección disputada (que implica caída de Cambiemos a nivel nacional y suba de Unidad Ciudadana respecto a los resultados de los comicios de medio término), repasemos lo que se conoce del calendario electoral 2019 hasta hoy. El 17 de febrero: internas en La Pampa. 10 de marzo: en Neuquén. 31 de marzo: PASO en San Juan. 7 de abril: PASO en Chubut. 14 de abril: PASO en Entre Ríos. 12 de mayo: elecciones en Córdoba. 19 de mayo: en La Pampa. 2 de junio: en San Juan. 9 de junio: en Chubut y Entre Ríos. 11 de agosto: PASO nacionales. 27 de octubre: primera vuelta nacional. 24 de noviembre: ballotage. Con un cronograma de elecciones de gobernador adelantadas respecto a las nacionales, la articulación entre niveles distritales provinciales y el nacional puede perfilar un clima de opinión más favorable a la continuidad de Cambiemos o al cambio según la suerte que el sello corra en los comicios provinciales, y el oficialismo lo sabe. En ese marco puede leerse la nota escrita ayer en Ámbito por Ezequiel Rudman:"Mauricio Macri definirá cuando irán a las urnas los bonaerenses para elegir gobernador. La Casa Rosada se reservó de definición sobre el eventual desdoblamiento de la elección nacional y bonaerense de acuerdo a las posibilidades que tenga el Presidente de reelegir un nuevo mandato. El escenario que hoy analizan en Jefatura de Gabinete apunta a unificar las PASO el segundo domingo de agosto 2019 para adelantar la elección en Buenos Aires a septiembre. Siempre y cuando no repunte la deteriorada imagen presidencial. El comicio bonaerense depende de Macri. La decisión se tomará en febrero a más tardar. En caso de confirmarse el adelantamiento de la votación a gobernador para septiembre, antes de la presidencial del tercer domingo de octubre, Vidal deberá firmar un decreto para confirmar la nueva fecha anticipada. Pero existen otros escenarios posibles (...) La posibilidad de adelantar la elección a gobernador despertó la ira del peronismo bonaerense. El presidente del Partido Justicialista (PJ) de Buenos Aires e intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, calificó ayer de miserable un posible desdoblamiento de las elecciones en la provincia y sostuvo que sería con el único fin de perjudicar a Cristina de Kirchner. En rigor, el objetivo de la Casa Rosada es sacar a Cristina de la boleta en las elecciones bonaerenses para que Vidal arrastre votos en los municipios sin el poder de tracción de la expresidente en el conurbano. Menéndez, que al igual que otros intendentes del PJ se ata a la mediciones que ubican a Cristina cerca del 50% de intención de voto en sus distritos insistió en que sería un error enfrentar un desdoblamiento electoral ya que le implicaría un costo económico a la provincia"



Un potencial desdoblamiento en PBA "se basa en la especulación de que un eventual triunfo adelantado de Vidal en septiembre en Buenos Aires instalaría un escenario triunfante para Macri de cara a octubre. Con el peronismo sin candidato/a competitivo para la gobernación, al oficialismo se le allanaría el triunfo en el principal distrito electoral del país si Cristina no aparece en esa boleta. Eso siempre y cuando la senadora de Unidad Ciudadana sea candidata a presidente y no a gobernadora. Cerca de Vidal sin embargo no terminan de digerir este escenario (...) Desde el peronismo, redoblan la apuesta. En el Instituto Patria agitan una eventual doble candidatura de Cristina en caso de que desdoblen la elección presidencial y la bonaerense". Veamos: nuestra reciente revisión de tendencias electorales en 4 distritos gobernados por el PJ (Córdoba, Entre Ríos y San Juan) y uno gobernado por Cambiemos (PBA), arrojaba que ninguno presenta hoy una ventaja decisiva para Cambiemos de cara a las elecciones de gobernador del 2019. En Córdoba, el promedio de mediciones muestra una ventaja para UPC entre 10 (si se mide por sello) y 20 puntos porcentuales (si se mide por precandidatos); en Entre Ríos, el promedio de dos mediciones muestra una elección en paridad para Bordet y Cambiemos, en tanto que San Juan arroja una clara ventaja para el gobernador Sergio Uñac. En PBA, Aresco muestra 38,2% para María Eugenia Vidal (Cambiemos) y 35,4% para Axel Kicillof con el apoyo de CFK, un empate técnico. La estabilidad de la línea de Unidad Ciudadana confirma que el voto lo fideliza la ex presidenta (ver datos arriba; click para agrandar), ya que está en el orden de magnitud del 37% que obtuvo el año pasado en las legislativas nacionales, por lo cual si ella fuera candidata a gobernadora hoy estaría ubicándose en torno al mismo registro, disputando así de manera competitiva con Vidal.  

Si a esos 4 distritos le agregamos un quinto, Tucumán, con datos de una encuesta realizada por la consultora Aresco sobre una muestra de 2.447 casos de electores mayores de 16 años. De acuerdo a los resultados, el actual gobernador provincial, Juan Manzur, acusó un leve descenso entre octubre y noviembre: la evaluación de su gestión pasó de una opinión positiva de un 60,4% a un 55,6%, mientras que la negativa pasó de 35,5% a un 38,1%. Al mismo tiempo, la imagen de Manzur también sufrió una leve baja de octubre a noviembre (aproximadamente un 4%). En todos los casos, se trata de variaciones estadísticamente no significativas. Sin embargo, si alguien pudiera capitalizar un desgaste de Manzur, el estudio de Aresco muestra que el otro precandidato firme a la gobernación de Tucumán es José Alperovich, ex gobernador de esa provincia entre 2003 y 2015 que hoy funge como aliado de CFK: su imagen positiva creció de 49,3% a 53,5%. En cuanto al candidato preferido a gobernador de Tucumán sin mención de fórmulas, la encuesta mostró a Alperovich por el Frente Tucumano en punta (30,3%), a Alfonso Prat Gay de Cambiemos con 23%  y a Manzur (Frente Justicialista) con 20,5%; es decir, ventaja para un aliado de Unidad Ciudadana y empate técnico entre Cambiemos y el PJ no K. Esa ventaja de Unidad Ciudadana se confirma en la intención de voto a presidente de cara al 2019: lidera Cristina Fernández de Kirchner (43,3% en octubre y 42,9%, estable) y segundo Mauricio Macri (25,1% y 27,8%, respectivamente). En síntesis, tenemos 5 distritos, de los cuales 3 (Córdoba, San Juan y Tucumán) muestran hoy un escenario adverso para Cambiemos en la elección de gobernador y 2 (Entre Ríos y PBA) que perfilan elecciones disputadas, lo que se suma a una pelea pareja a nivel presidencial en las tendencias nacionales. 

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