jueves, 6 de diciembre de 2018

Efecto M2 vs efecto G20 (2)

Decíamos en el posteo anterior que así como no se detectaba en la encuesta de 
D’Alessio IROL- Berensztein un "efecto G20" favorable al oficialismo sino opiniones divididas en función de la ya clásica polarización Cambiemos/Kirchnerismo, tampoco surgía tal efecto  del estudio realizado por la consultora Ricardo Rouvier & Asociados. Este arrojaba una suba de 4,3 puntos porcentuales en la imagen positiva de Macri a corto plazo (de 37,9% a 42,2%) estadísticamente no significativa, pero el consolidado de la serie mostraba incluso un descenso de 2,1 pp en la valoración favorable (de 41,3% a 39,2%, de nuevo estadísticamente no significativo). La no significatividad de esas variaciones se desprende de la ficha técnica del estudio: 1.350 casos a nivel nacional, relevados entre el 2 de noviembre y el 3 de diciembre, con un margen de error de +/- 2,7%.


Concluíamos así que de ambos estudios se desprende que no surge un "efecto G20" pos cumbre que el oficialismo pudiera capitalizar a nivel perceptivo, del mismo modo que tampoco los datos duros de la economía que repasamos oportunamente permitían acompañar tal presunción. Los demás datos relevados por Rouvier confirman esta línea interpretativa: las expectativas económicas positivas siguen amesetadas en torno al 21%, mientras que las negativas se ubican en torno al 50%, si bien parecen ceder desde el casi 54% del valor pico registrado en septiembre pasado (la caída de 3,7 puntos porcentuales no es estadísticamente significativa, dado que, como apuntamos recién, el estudio tiene un error muestral de +- 2,7%; ver datos al inicio del posteo, click para agrandar).

La expectativa inflacionaria tampoco muestra un giro pos G20: la positiva sube 2,3 pp, mientras que la negativa cede 3,2 pp; nuevamente, ambas variaciones son estadísticamente no significativas (ver datos arriba; click para agrandar) y de ninguna manera sugieren una inyección de optimismo pos Cumbre. Es decir, los efectos socioeconómicos de gestión en el metro cuadrado (M2) de los electores parecen neutralizar el efecto G20. Del mismo modo, en el plano de la imagen de dirigentes, así como el estudio no muestra una mejora en la valoración del presidente Mauricio Macri, tampoco arroja variaciones estadísticamente significativas respecto a la principal figura opositora, CFK: su imagen positiva sigue estabilizada en torno al 39% y la negativa alrededor del 58% (ver datos arriba; click para agrandar).



Si los datos de imagen y de expectativas socioeconómicas no aportan datos alentadores para el oficialismo pos G20, ese panorama termina de confirmarse al examinar los resultados de la tendencia electoral. La intención de voto muestra para CFK casi un 32%, contra 28,1% para Macri, 10% para Sergio Massa, 6,4% para Juan Urtubey y 4,4% para Nicolás del Caño; casi un 5% votaría en blanco o impugnaría su voto, una proporción similar no iría a votar y casi un 10% se muestra indeciso (ver datos arriba; click para agrandar). La diferencia de 3,8 pp entre CFK y Macri no es estadísticamente significativa, lo que pone a la disputa en empate técnico por la primera minoría electoral, pero si se observa la serie evolutiva se advierte que la brecha tiende a agrandarse a favor de la ex presidenta (ver datos abajo; click para agrandar). A su turno, los referentes del peronismo antiK, Massa y Urtubey, se encuentran estancados; aun si se los suma linealmente, no logran alcanzar el 20%, con lo cual hoy están lejos de pelear por pasar a la instancia de ballotage. 



La tendencia de cara a la segunda vuelta confirma así el panorama de polarización simétrica que arroja la intención de voto en primera ronda: casi 39% para CFK y casi 38% para Macri, un empate técnico aún más apretado que el que mostraban los gráficos anteriores (ver datos abajo; click para agrandar). 



Si se observa la serie evolutiva se aprecia que, siempre dentro de variaciones estadísticamente no significativas, el voto a Macri parece ceder levemente (pasa de un pico de 43,6% en la serie a un piso de 37,9%, es decir, una merma de 5,7 pp), mientras que el de CFK se mantiene estable en torno al 39% luego de un pico de 41,4% en septiembre pasado. Es en la respuesta "ninguno" donde se dibuja una tendencia ascendente, leve entre mediciones pero claramente identificable de punta a punta de la serie: de un piso del 10,5% en junio pasado a un pico de 18,4% en noviembre, es decir, una suba de casi 8 pp en 5 meses. En sentido contrario, los indecisos caen de un pico de 10,1% a 4,8% (-5,3 pp; ver datos abajo, click para agrandar). Esto sugiere un aumento de los electores equidistantes de ambos polos, pero ese movimiento en ballotage no se advierte en primera ronda; de ahí que las opciones alternativas a CFK y Macri sigan sin chances de romper la polarización. 

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