lunes, 8 de julio de 2013

Contexto económico e hipótesis electorales: miradas (3)

En las dos entradas anteriores presentamos hipótesis u pronósticos más bien desfavorables al oficialismo; examinamos ahora otra aproximación de sentido contrario. Artemio López, director de la consultora Equis (cercano al kirchnerismo y uno de los primeros consultores que anticipó que el oficialismo superaría el 50% de los votos en 2011) parte de la premisa de que el nivel de crecimiento económico en 2013  superaría el 5% anual y que durante el tercer trimestre (período en el que tendrán lugar las elecciones de octubre) la tasa interanual será al menos del 6,5%.

De darse estas cifras, la dinámica económica será muy superior a la de las anteriores elecciones de medio término (2009) aunque algo por debajo del correspondiente a las elecciones presidenciales del 2011. El sociólogo afirmar que esas cifras, “junto con el pico de consumo que instala la transferencia de ingresos récords vía planes sociales (AUH 35,3%) y ajustes salariales formales por sobre la inflación (paritarias promedio del 24%), más el impacto de la reactivación de la construcción vía blanqueo, el achatamiento de las presiones de precios vía congelamientos exitosos, produzcan los ya habituales efectos electorales reiterados desde el año 2003 - con la excepción del año 2009 que veremos.

El sociólogo ensaya una lectura materialista según la cual esa dinámica redundará en beneficio de las chances electorales del kirchnerismo, planteando “efectos de bienestar socioeconómico que operan en favor de los oficialismos en general y el nacional en particular, potenciados por la composición del voto K ya analizada oportuna y sistemáticamente con un núcleo duro del 25% y otro tanto que responde de manera dominante a las condiciones materiales de existencia”.

De esta manera, López reafirma su posición (expuesta otras veces) respecto de que la comparación con el contexto del año 2009 no es pertinente, ya que “ese año mostraba una caída de 3 puntos de PBI, la crisis de la 125 abierta, destrucción de un punto de empleo, el sistema de medios opositores aún con credibilidad, un vice destituyente activado por los mismos medios y una lista entonces opositora de 5 puntos como la del EDE que hoy acompaña al FPV y a su candidato Martín Insaurralde”. En esta mirada, se distancia de las previsiones de Sergio Berensztein, director de la consultora Poliarquía

Por otro lado, al igual que
Berensztein, López dedica una aproximación específica a la situación en provincia de Buenos Aires con la competencia entre el kirchnerismo (PFV, con Martín Insaurralde) y el massismo (Frente Renovador, FPR), dado su peso electoral estratégico: "Es de esperar un dispositivo FPV-FPR que permita la captura de más del 75% de votos bonaerenses por parte de ambas fuerzas bajo la tensión oficialismo-oposición, con lo que el piso del FPV sube automáticamente. Ya es una verdad de perogrullo que nada electoralmente activo existe en Buenos Aires por fuera del dispositivo FPV-FRP,  nada estadísticamente sustancial escapa al dispositivo y la polarización que vendrá hará el resto con lo que aún queda fuera del espacio polarizador. Esto supone que hoy el 32% de voto que pone en juego el FPV será su piso, mientras resultó su techo durante el emblemático año 2009, también año con polarización aunque menor que la actual gracias a la gran estrategia de polarización combinada con listas testimoniales ideada por Néstor Kirchner para enfrentar momentos críticos”. Según López, esta sola sumatoria que ubicaba al piso del FPV en el 37% en aquel contexto tan crítico permite avizorar un resultado más favorable en las legislativas de medio término de este año: “seguramente la realidad socioeconómica muy mejorada en este año 2013 respecto al año 2009, donde por caso la AUH no existía,  hará trepar ese nivel de voto al FPV bonaerense por sobre el 40%”.

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