miércoles, 3 de julio de 2013

Primeros escenarios tras el cierre de listas

De las encuestas de consultora CEIS citadas en la entrada anterior se desprenden las siguientes conclusiones, con un carácter tan preliminar como el que tienen las mediciones de lo volátil: 1) en Capital Federal, en el tramo de senadores, la lista del PRO liderada por Gabriela Michetti (33,7%) tiene una leve ventaja sobre la del FPV que encabeza Daniel Filmus (27,2%). Filmus es un candidato que reúne la condición de eterno perdedor frente al sello de Macri (que es oficialismo en ese distrito), pero que sin embargo cotiza lo suficiente para ser cabeza de lista, dado que es el kirchnerista que mejor encolumna el voto del signo en ese difícil distrito para el gobierno, que incluso con Cristina en su mejor momento (pongamos, la presidencial del 2011) no llega al 40% de votos. Ese 27% de Filmus (piso o techo, habrá que verlo en las semanas que siguen) es, contra el registro de la legislativa de medio término anterior, muy superior al obtenido por Carlos Heller, el candidato del FPV en esa complicada tenida (alrededor del 12% en 2009). Puesto de esa forma, el FPV mejora la elección de referencia, aunque quizá tenga que contentarse con el segundo puesto y conservar la banca de senador por la minoría.

Con el PJ disidente eliminado como amenaza en ese distrito (luego de la defección del ex ministro Lavagna, quien cotizó caro su candidatura en el PJ anti-K y ante el PRO de Macri, quien sabiamente se inclinó por llevar figuras propias a la elección en lugar de cederle la vidriera a un competidor potencial), sólo asoma en el horizonte una lista disciplinada de UNEN como contendiente potencial del FPV por la banca de la minoría. Eso podría darse en caso de que las PASO alumbren un claro vencedor en ese espacio, que encolumne y sume linealmente el voto que hoy se dispersa en una puja pareja entre Pino Solanas, Alfonso Prat Gay y Rodolfo Terrragno. Para UNEN se trata, sin embargo, de una aritmética electoral incierta, dado que en opinión pública suele suceder que  2+ 2 de como resultado 3 en lugar de 4, dado que en el camino de la unificación se pierde algún punto. 

En Diputados, en cambio, la pelea es más cerrada en Capital, con el PRO en 30%, el FPV en 28% y UNEN con un potencial de 30% si se suman linealmente los votos de Carrió, Lousteau y Gil Lavedra (algo que sería el aspiracional de esa fuerza, pero nuevamente, hay que decirlo, no siempre se logra). Si hay que buscar una regularidad en estos guarismos, lo que se advierte es que el kirchnerismo mide 27% tanto en senadores como en diputados (lo que sugiere un voto "disciplinado"), mientras que las demás fuerzas muestran brechas entre tramos.

En provincia de Buenos Aires, por su parte, la encuesta del CEIS arrojaba prácticamente un escenario de empate técnico entre la lista de senadores del Frente Renovador de Sergio Massa (33,8%) y la del FPV con Martín Insaurralde (30,8%). El dato político de la "estelaridad" de Massa, que no es menor (un intendente disputando la primacía en intención de voto con toda la estructura del kirchnerismo), no debe hacer perder de vista, sin embargo, que el FPV estaría confirmando su piso electoral (alrededor de un tercio, en la línea de la hipótesis desarrollada en varias ocasiones en este blog), aun teniendo como número 1 a un intendente todavía desconocido en gran parte de la provincia. Si ese 31% es piso o techo, se verá en las semanas siguientes: lo cierto es que no deja de ser sintomático que el kirchnerismo esté en esos guarismos cercanos al 32% que obtuvieron, en su momento, nada menos que Néstor Kirchner y Daniel Scioli, figuras sin duda estelares del oficialismo. Puesto de esa forma, el FPV está, a 40 días de las PASO, cerca de repetir la elección del 2009 en ese distrito; está por verse si puede mejorarla, como el gobierno nacional quisiera.

Por contrapartida, se impone como otra conclusión preliminar que el más afectado por la irrupción de Massa, lejos de ser el oficialismo  (lectura forzada por analistas que se dejan extraviar en su interpretación por sus posturas acérrimas anti-k, confundiendo lo que quieren que pase con lo que pasa) es Francisco de Narváez, que en 2009 fue el vencedor del FPV con 34%. En esta elección, el empresario que va por la renovación de la banca obtenida en 2009 quería revalidar su condición de verdugo del oficialismo y ahora se ve confrontado con una foto que lo pone peleando un lejano tercer puesto con Margarita Stolbizer (11,6 contra 11%).

Lo medular de estas conclusiones preliminares no se altera si en lugar de referenciar la lectura en las encuestas de CEIS tomamos el registro del estudio citado por Perfil el fin de semana pasado. En el mismo, realizado por Federico González y Cecilia Valladares (también con sistema IVR, Interactive Voice Response o Respuesta Interactiva por voz, como el empleado por CEIS), la lista de Massa recoge un 35,5% de intención de voto y la del FPV con Insaurralde un 25,6%, en tanto que se ubica tercera Stolbizer con 18,3% y cuarto De Narváez con 14,9%.  Más allá de los matices diferenciadores (la de CEIS implica un cuasi empate técnico entre Massa y el FPV, en cambio esta le da una ventaja de 10 puntos al massismo; la del CEIS tiene un segundo empate técnico entre De Narváez y Stolbizer, esta le da a la líder del GEN una leve ventaja) lo estructural permanece: ambas confirman que la pelea mayor se da entre Massa y el FPV y relegan a las otras dos listas a la pelea por el tercer puesto. La estadística de la volatilidad, después de todo, reside en descubrir las regularidades entre mediciones disponibles; ya habrá tiempo de ver nuevas mediciones y de intuir si pueden aparecer cisnes negros. 

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