miércoles, 1 de agosto de 2018

FF.AA y seguridad: ¿un issue que el oficialismo puede capitalizar?


Cerrábamos el posteo anterior planteando la hipótesis de que el gobierno quizás instaló el tema de la reforma en el papel de las Fuerzas Armadas para tratar de correr la agenda hacia un issue que le resultara menos desfavorable (en torno a él, las opiniones se dividen en mitades casi simétricas a favor y en contra, +-50%) que las cuestiones socioeconómicas (en las cuales el apoyo al oficialismo viene perforando el orden de magnitud del 40% para replegarse hacia su núcleo duro, esto es, alrededor del 30% e incluso entre el 20% y el 30% en las cuestiones más sensibles). Precisamente, este domingo Shila Vilker, investigadora, analista de opinión pública y directora de la consultora Trespuntozero apuntó, en una línea muy similar, lo siguiente: “Considerando que el gobierno nacional ha sufrido en lo que va del año el mayor declive en su imagen y aceptación públicas de su mandato debido a los aumentos de tarifas y a las controversias ligadas a funcionarios, este dato no es menor. Reducción del gasto público, pobreza cero, gestión transparente y lucha contra el narcotráfico fueron los grandes caballitos de batalla electorales de Cambiemos en 2015. Tres de esos cuatro pilares hoy tambalean”. En ese marco, el gobierno podría estar jugándose un pleno al cuarto. 

En este marco, la encuesta realizada por las consultoras Taquión y Trespuntozero en zona metropolitana (AMBA) que citamos en el posteo anterior profundizó en cuestiones clave en torno a la reforma presentada por el presidente Mauricio Macri. Como ya vimos, la iniciativa divide a la sociedad en dos partes casi simétricas: 47,2% a favor y 48,9% en contra, con núcleos duros más sólidos en los extremos más intensos. Quienes están “muy de acuerdo” rozan el 31% y quienes están  “algo de acuerdo” el 17% (16,6%). Del otro lado de la grieta, un tercio (33,1%) dice no estar “nada de acuerdo” con la propuesta y sólo “poco de acuerdo” casi el 16% (15,8%; ver datos arriba, click para agrandar). Apunta Vilker:”entre los que dicen tener imagen favorable del gobierno nacional, 9 de cada 10 están a favor de la iniciativa. Si miramos al voto en las últimas elecciones presidenciales de 2015 tenemos más simetría y más calco con la grieta. Ocho de cada 10 votantes de Macri encuestados están a favor; 8 de cada 10 votantes de Scioli, en contra; ¿y los votantes de Massa? ¡5 y 5!. Es impresionante. La estructura de adhesiones y rechazos a esta iniciativa es lo más parecido (quizás lo último que queda) a los sentimientos partidarios en 2015, cuando Cambiemos empezó su proyecto de gobierno. Siendo así, no están errados en recurrir a esta medida”

En ese punto, sin embargo, hay que señalar un matiz. Recordemos que el célebre consultor Dick Morris le aconsejaba al ex presidente norteamericano Bill Clinton que se expresara públicamente en todos aquellos temas en los cuales hubiera un alto porcentaje de opinión pública a favor. Los denominaba “the sixties”, es decir, los issues que obtuvieran un 60% de apoyo en la sociedad. Si nos atenemos a los datos de Berensztein/D'Alessio Irol (sobre total país) y a los de Taquion/Trespuntozero (en AMBA) no hay sixtie, sino un 50%/50%. No habiendo un “sixtie”, la posibilidad de capitalización se ve limitada. Con todo, sí es cierto que al gobierno le sienta mejor un issue en el que puede sintonizar con un 50% de los electores que aquellos donde el apoyo oscila en torno al 30% o incluso por debajo de ese umbral (como todos los ligados a la política económica, que hemos visto en varios posteos en los últimos  meses). En la misma línea, si en este tema los electores contrarios al oficialismo están tan abroquelados en contra como los pro-oficialistas lo están a favor, entonces en el mejor de los casos el gobierno nacional está reforzando a segmentos permeables, sin avanzar sobre otros (es decir, con un resultado neutro en términos de sustentación y legitimación política). 




Respecto a la función que espera la ciudadanía de las Fuerzas Armadas, en la encuesta se presentaron tres opciones guiadas: 1) Las Fuerzas Armadas sólo deben intervenir en conflictos extranjeros 2) Las Fuerzas Armadas deben intervenir en conflictos extranjeros y sólo en emergencias internas; 3) Las Fuerzas Armadas deben intervenir en conflictos extranjeros y en el control de la seguridad interna. “Aquí volvemos a ver más simetrías. De los votantes de Scioli, 6 de cada 10 se inclinan por la segunda opción que permite a las Fuerzas Armadas intervenir en conflictos internos sólo de carácter excepcional. De los votantes de Macri, 6 de cada 10optan por la intervención constante en control de la seguridad. Sin embargo, los votantes de Massa hacen, sí, en este caso, una pequeña diferencia de cinco a favor del control de la seguridad contra cuatro a favor de la intervención excepcional. Esta diferencia tampoco desentona con el panorama de 2015. De hecho, fue el massismo el que impulsó la lucha contra el narcotráfico, tema que Cambiemos sumó a su plataforma de cara al ballottage para captar los votos del Frente Renovador”, describe Vilker (ver datos arriba; click para agrandar). En rigor, vuelve a haber un empate técnico entre las dos opciones más elegidas, dado que la diferencia de 2,7 puntos porcentuales no puede considerarse estadísticamente significativa. 





El último punto relevado es quizás el más controversial y el que presenta mayor potencial de generar un cisne negro: si la reforma implica darle a las FF.AA cierto poder  de control y represión de las protestas sociales. “Si esta finalidad está o no en la cabeza de Macri, de Bullrich o de Aguad, es imposible saberlo, pero está en la cabeza de 5 de cada 10 argentinos que dicen ver en la propuesta tal objetivo. Naturalmente, siguiendo esta repartición de la opinión hasta aquí mencionada, son más los desaprobadores del Gobierno los que adhieren a esta hipótesis: 7 de cada 10 para ser precisos. Esto es un indicador interesante, no sólo sobre cómo vive la sociedad esta iniciativa sino sobre cómo vive la protesta social”, evalúa Vilker (ver datos arriba; click para agrandar). Asimismo, casi la mitad del total de electores de AMBA se identifica con esa creencia, con una diferencia sobre la posición alternativa que en este caso sí es estadísticamente significativa: casi 14 puntos porcentuales (13,6 pp). Recordemos que a principios de este año el oficialismo ya había ensayado un endurecimiento de línea en materia de seguridad en oportunidad del caso Chocobar, algo que luego fue superado por la agenda del malestar socioeconómico. Así, sería la segunda vez en 2018 que el gobierno ingresa en esta cuestión de alta sensibilidad, con los riesgos que supone una línea eventualmente más dura en un cuerpo social sensibilizado por la crisis. 

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