martes, 6 de noviembre de 2018

A 35 años del regreso de la democracia: satisfacción con el sistema e imagen de presidentes

Un cliché del análisis periodístico y de tendencias hoy es si en Argentina hay espacio para el surgimiento de un “Bolsonaro”. La analogía, como apuntan los epistemólogos, muchas veces encubre en realidad una pereza del pensamiento. De todos modos, es oportuno tener en cuenta algunos datos para abordar el tema de modo  empíricamente fundado. Según el Latinobarómetro 2017, hay una diferencia clave entre Brasil y Argentina: sólo 13% de los brasileños decía estar muy satisfecho o más bien satisfecho con la democracia, mientras que en Argentina esa proporción era casi 3 veces más grande: 38% (ver datos arriba; click para agrandar).




Por su parte, según un informe especial elaborado por D’Alessio IROL y Berensztein a 35 años de las elecciones que le pusieron fin a la última dictadura cívico-militar (sobre una muestra de 800 casos en todo el país, relevada entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre), el 96% de los argentinos cree que la democracia es mejor que el autoritarismo. Dentro del mismo orden de magnitud, el 93% de los argentinos cree que la democracia es un sistema que puede mejorar con el tiempo gracias al aprendizaje de las sociedades y el 89% cree que es el mejor sistema de gobierno que existe. En conjunto, esos resultados sugieren que, al menos a nivel sistémico, la preferencia es clara y podría obturar una eventual deriva autoritaria a nivel de régimen de gobierno. En tren de identificar matices, el 34% de los argentinos dice no tener ninguna crítica para con la democracia, mientras que un 23% cuestiona que permite la corrupción, el 22% los fracasos económicos, el 13% que no permite resolver los problemas de la gente y el 8% que profundiza las desigualdades. Profundizando en las críticas, entre las promesas incumplidas de la democracia, las económicas suman el 71%: estabilidad económica (23%), disminución de la pobreza (26%) y crecimiento económico (13%). Le siguen la calidad institucional (13%), el combate a la corrupción (9%) y la seguridad (7%). Por contrapartida, entre lo que se valora, el principal logro de este período democrático es la erradicación de los golpes militares para el 54% de los encuestados (60% de los votantes del FpV y 46% de los de Cambiemos). En segundo lugar se ubicó la libertad de expresión, con 28% (ver datos arriba; click para agrandar).



Las preferencias por la democracia son simétricas entre los votantes del Frente para Victoria (96%) y entre los de Cambiemos (95%). En cambio, surgen matices a la hora de evaluar a los presidentes desde el retorno de la democracia. A la hora de elegir al mejor, Raúl Alfonsín alcanzó el 37% de las preferencias, seguido por Néstor Kirchner (29%); sintomáticamente, en octubre pasado se cumplió tanto el aniversario de la llegada al gobierno del primero como del fallecimiento del segundo. En tercer lugar se ubicó CFK (12%), seguida por Mauricio Macri (9%). El 9% no se inclinó por ninguno. Finalmente, Carlos Menem y Eduardo Duhalde empataron con un 2% cada uno. Los ex presidentes Fernando de la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá no recibieron ninguna adhesión (ver datos arriba; click para agrandar). Si se sumaran linealmente las respuestas de NK y CFK, ese ciclo de 12 años (2003-2015) quedaría como el más valorado de la democracia, con 41%, con una diferencia estadísticamente (4 puntos porcentuales) no significativa respecto al único (y en rigor inconcluso) mandato de Alfonsín. Entre los actuales oficialistas, está clara la preferencia mayoritaria por Alfonsín (56%). Macri aparece segundo, pero muy rezagado (17%). Entre los votantes del FPV, la adhesión a sus referentes es muy marcada: Néstor Kirchner llega a 53% como "mejor presidente" y Cristina a 24%. 




A la hora de plantear cuáles fueron los peores presidentes, la polarización se hace evidente: el 42% cree que CFK fue la peor presidenta desde la vuelta de la democracia y el 38% piensa que Macri fue el peor (la diferencia de 4 pp es estadístísticamente no significativa, e implica empate técnico; ver datos arriba, click para agrandar). Mucho más lejos aparecen De la Rúa, que apenas gobernó 2 años, con 9%; Menem, que tuvo dos mandatos y sumó 10 años (5%); Néstor Kirchner, con un mandato de 4 años (3%), Rodríguez Saá y Duhalde (1% cada uno, ambos presidentes interinos, pero el primero de ellos apenas por una semana, y el segundo por 1 año y medio). Entre los que votaron a Cambiemos, el 73% dice que el "peor presidente" fue Cristina; a su turno, entre los votantes del FPV, el 72% dice que el "peor presidente" fue Macri. 



Finalmente, en cuanto a las percepciones sobre el gobierno estadounidense de Donald Trump, pese a que suele ser vinculado a comportamientos autoritarios sólo el 46% de los argentinos cree que Trump es negativo para Estados Unidos; el 30% lo evalúa como positivo y el 18% como neutro. El matiz es fuerte por elección anterior: entre los votantes del FPV se impone el sesgo negativo (63%), mientras que entre los de Cambiemos es positivo (44%; ver datos arriba, click para agrandar).




Respecto a las percepciones sobre el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, el matiz es más marcado. En general, el 52% piensa que será negativo para Brasil, contra apenas 23% que cree que será positivo. Entre los votantes macristas son más los que lo ven como positivo (42%, contra el 25% que lo ve negativo), mientras que entre los adherentes al kirchnerismo la visión negativa es hegemónica: 80%, contra apenas 4% que cree que será positivo (ver datos arriba, click para agrandar). Sintetizando, en general se advierte en nuestro país una satisfacción con la democracia más elevada que en Brasil, y una preferencia sistémica muy alta (en torno al 90%), aunque no exenta de críticas; los mayores matices tienen que ver con los lineamientos políticos dominantes hoy, que se estructuran en torno a la polarización Cambiemos-Kirchnerismo. 

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