martes, 13 de noviembre de 2018

Repasando escenarios de cara al 2019 (2)

En el posteo anterior de este tema veíamos que, cruzando datos y actualizando escenarios, el panorama de hoy se perfila como el más complicado para el oficialismo: la inflación al final del año será superior a la del peor escenario previo, la tendencia electoral pasó de una polarización asimétrica en la que el oficialismo tenía buenas chances de ganar en primera vuelta a una polarización simétrica con CFK en primera vuelta (lo que abriría un ballotage riesgoso e inevitable) y la crisis económica parece comportarse más como una "L" que como una "V" (el escenario relativamente más favorable al oficialismo) o que una "U" (menos favorable, pero al menos tampoco el mejor para CFK). Para peor, un nuevo default parece inevitable, sino en 2019 (de hecho, el adelanto y ampliación de fondos del FMI están diseñados básicamente para que el presidente Macri no tenga que defaultear antes de diciembre del año que viene, pero a costo de dejar sin fondos y con todo el peso de la deuda a la próxima gestión), con una mayor probabilidad desde el 2020. Todo esto, en un marco en el cual la economía afrontaría una caída mínima del 0,5% en 2019 (con un desempleo llegando a casi el 11%) en el mejor escenario, una caída del 2,4% con un desempleo del 12% en el escenario intermedio y una caída del 4,6% con un desempleo de casi 14% en el peor escenario (ver datos arriba; click para agrandar). En cualquier caso, se trata de recesión y suba del desempleo en pleno año electoral, un desafío difícil de afrontar.  



El economista Julián Zícari también elaboró otros 3 escenarios alternativos: 1) el optimista es el que proyecta el gobierno y algunos analistas ligados a las finanzas y al pensamiento económico ortodoxo. Según este diagnóstico, en 2019 la economía tendrá un recorrido en “V”, es decir, una primera parte bastante mala y en caída, pero una segunda a pura recuperación. Para la segunda mitad del 2019 se empezará a sentir ese rebote y la economía incluso podría crecer a tasas del 5 o 6% anual, traccionando todo por las exportaciones. Otra premisa es que la estabilidad de precios que irá proyectando el “doble cero” permitirá que los salarios le ganen a la inflación, recuperando también el consumo para el momento de los comicios, luego de un 2018 muy negativo en el cual la pérdida de los salarios contra la inflación rondaría los 20 puntos (ver datos arriba; click para agrandar). De darse esa mejoría relativa, la reelección de Macri podría ser accesible. "El debate entre quienes defienden este escenario son las velocidades que asumirá la economía, tanto la caída inicial como la recuperación posterior", afirma Zícari. Algunos suponen que la fase de crecimiento no podrá revertir íntegramente la caída inicial, por lo que el resultado agregado del año será caída de todos modos (-1,6%). Esa es la posición sostenida públicamente por el ministro Nicolás Dujovne y oficialmente por el gobierno, aunque también hay economistas muy optimistas (caso Orlando Ferreres) que creen que la cosecha y la recuperación serán tan buenas que 2019 cerrará con un crecimiento neto del 1,7%. Habida cuenta del yerro descomunal en que incurrieron los optimistas este año, nos quedamos con el pronóstico más conservador (y precavido) oficial: -1,6%. Vale decir que este escenario optimista es peor que el más optimista que vimos en el posteo anterior, que calculaba una caída del 0,5%: la diferencia son 1,1 puntos porcentuales negativos. 

En el escenario moderado, se asume que si la parte final de 2018 la actividad caerá entre un 4% y 5%, ese será el piso de arranque para 2019, pero las cosas se pondrán peor: con un ajuste fiscal del 2,5% del PBI como comprometió el gobierno con su programa “doble cero” y con tasas elevadas, las proyecciones se calculan, aun con una visión moderada, "en un escenario cercano a la ruina económica total e incluso a la catástrofe social", destaca Zícari. Según el FMI, sólo en un escenario “optimista” la economía podría caer un 1,7% durante 2019; en uno pesimista la caída podría llegar al 6,3%, con otro año con una inflación del 50% como el actual. En esta lógica, aún una gran cosecha no podrá revertir el ciclo económico; apenas moderará o desacelerará la caída. En un pronóstico alentador, el bajón, que podría ser de 5% o 6%, gracias a la cosecha sería “sólo” alrededor de 4%. En ese caso, ni el consumo ni los salarios ni la economía real reaccionarán. “Los debates dentro del grupo de los moderados son si la caída tendrá la forma de una ´L´, es decir, un derrumbe que luego se estabilizará, o bien que seguiremos descendiendo por el tobogán durante todo 2019, para encontrar el piso de la crisis recién en 2020”, dice Zícari. Como vemos, aquí el escenario moderado (caída de 4%) es similar al peor escenario del posteo anterior (contracción de 4,6%): moderado contra moderado, la diferencia son 1,6 puntos porcentuales negativos. 

El escenario pesimista surge de la siguiente crítica al planteo moderado: el ingenuo supuesto de que el gobierno podrá renovar la totalidad de los vencimientos de deuda, que no habrá corridas cambiarias y que la fuga de capitales será igual o menor a la de este año, justamente cuando en 2019 se elige presidente (factor que históricamente coincide con fuertes formaciones de activos externos), y además no contempla que la totalidad del mercado está descontando que el default será inevitable. Datos clave: Bloomberg calificó a Argentina como el segundo mercado emergente más peligroso después de Turquía, Fitch bajó su visión del país a “negativa” (“situación local “dramática” e “inestabilidad económica intensa”), el FMI asegura que el programa financiero del macrismo “no es cumplible en alto grado” (considera preocupante que la relación deuda/PBI sea superior al 70%, proyecta que supere el 80% a fin de este año y no descarta que se aproxime al 100% en 2019), con lo cual están asumiendo una cesación de pagos. Aquí ya no se ponen números a la magnitud de la caída (por supuesto, sería mayor que en el peor escenario del posteo anterior), sino que se la plantea en términos cualitativos (consecuencias posibles: hiperinflación, incautación masiva de depósitos como el Plan Bonex, default y nuevas corridas del dólar). En síntesis: en cualquiera de estos tres escenarios, ya sea que la caída de la economía sea de 1,6% en 2019, de 4% o mayor a 4%, el desafío electoral para Cambiemos se hará aún más cuesta arriba de lo que asoma hoy por hoy. 



En esa misma línea, el periodista Maxi Montenegro apuntó: “la forma de la recesión que transita la economía será clave para definir el escenario electoral 2019. La apuesta del Gobierno es un recesión profunda, pero con una salida rápida ya a partir del segundo trimestre del año próximo. Una recesión en forma de "V" “(ver gráfico arriba a la izquierda; click para agrandar). Sin embargo, Montenegro plantea que “los consultores privados descreen de ese pronósticos y hablan del peligro que la recesión tome  la forma de "L", es decir que tras una caída abrupta como la de estos meses -con caídas del 5/6% en el nivel de actividad- la economía se estacione en un piso, la recesión se prolongue y la salida sea más lenta de lo esperado"(ver gráfico arriba a la derecha; click para agrandar). "Lo cierto es que el propio FMI en su 'escenario base' prevé una recesión en forma de 'L moderada'. Es el escenario más optimista del Fondo. La clave en este escenario base del Fondo es que hacia octubre del año próximo la economía no habría recuperado los niveles de actividad previos a la crisis -todavía estaría lejos de hacerlo, en un contexto de recuperación muy lenta motorizada por el campo, pero con el resto de los sectores no agrícolas transitando todavía la recesión. De cumplirse el escenario de una recesión en forma de 'L moderada' el camino a la reelección de Macri se haría todavía más cuesta arriba y aumentarían las chances de la oposición peronista en cualquiera de sus versiones”, concluye Montenegro. El único matiz que haríamos respecto a esta interpretación del periodista es que el escenario de polarización simétrica actual le da más chances a Cambiemos y al kirchnerismo/Unidad Ciudadana de disputar la primera minoría y deja afuera al peronismo antiK, cuyas chances dependen básicamente de que CFK decida no jugar. 

2 comentarios:

  1. muy buena la descripcion de los distintos escenarios. Muchas gracias !!!!

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  2. ¡Me alegro que te sirva, Raúl! Gracias x la lectura y el comentario!

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