lunes, 10 de junio de 2019

Resultados distritales y tendencias nacionales en junio (3)




Para completar el análisis, si revisamos las que estaban en la lista de "expectables" para Cambiemos, vemos lo siguiente: 

1) Chubut: con 100% de las mesas escrutadas, el oficialismo local (aliado de Sergio Massa) alcanza 41,3% sobre votos positivos, seguido por el kirchnerismo (34,0%). El candidato de Cambiemos alcanza 15,2% y queda tercero. En 2015, Cambiemos había alcanzado 14,79%, con lo cual avanzó 0,41 pp. 

2) La Pampa: victoria del PJ local, con el peronismo unido, por 52,6% vs 31,8%. En 2015, la expresión local de Cambiemos (Propuesta Frepam) había alcanzado 34,4%, con lo cual el retroceso es de 2,6 pp. Para peor, al igual que en Córdoba y Entre Ríos, el PJ le arrebató la capital a la UCR. 

3) La Rioja: resultado pendiente.

4) Tierra del Fuego: ídem anterior.


Vale decir que de los 4 distritos "expectables", hasta ahora Cambiemos perdió 2 y quedan 2 por definir. Hay otras cuatro provincias que Cambiemos siempre dio por perdidas y los resultados de este año confirmaron ese pronóstico: Río Negro, San Juan, Misiones y Tucumán. Sin embargo, también aquí hay razones para la preocupación, dado que en:


1) Río Negro: en 2015, las 2 listas aliadas de Cambiemos sumadas alcanzaban 13,4% de los votos. Este año, la lista unificada de Cambiemos llegó a 5,6% (un retroceso de 7,8 pp).

2) San Juan: en 2015, las 2 listas aliadas de Cambiemos (una de ellas, con el apoyo de Massa) sumadas llegaron al 42,8%; este año, alcanzaron 33,8%, un retroceso de 9 pp.

3) Misiones: en 2015, las 2 listas aliadas de Cambiemos sumadas llegaron al 22%; este año, alcanzaron 17,3%, un retroceso de 4,7 pp.

4) Tucumán: con 91,33% de mesas procesadas, el PJ local alcanza 50,13% de los votos, vs 20,10% de la lista aliada a Cambiemos. En 2015, la lista radical aliada a Cambiemos alcanzaba 41,51%, con lo cual el retroceso es de 21,41 pp.




En síntesis, el panorama de resultados distritales hasta hoy está muy por debajo de las expectativas de la Rosada hace poco más de un año. De los 5 distritos propios, ha retenido 2, aparece con chances de agregar un tercero y hay 2 aún con resultados abiertos (CABA y PBA). De los 7 distritos "ganables", hasta ahora Cambiemos perdió 3 y va camino de perder 4 (Santa Fe). Quedan abiertos otros 3. Por otro lado, de los 4 distritos "expectables", hasta ahora Cambiemos perdió 2 y quedan 2 por definir. Y, dato no menor, ha perdido 3 capitales de provincia. Además, se confirmó su derrota en otras 4 provincias. Peor aún, en casi todos los distritos en los que pierde (excepto Chubut) también cede puntos porcentuales de caudal respecto a la elección de 2015 (con pico de 21,41 pp en Tucumán). En cambio, en la mayoría de los distritos en los que pierde frente al PJ, los gobernadores de esos sellos superan el resultado de la elección anterior y alcanzan o rebasan el umbral del 50%: el piso es Tucumán (con 50,13%) y el techo Entre Ríos (57,47%). El "voto útil" contra Cambiemos puede explicar por qué el resultado de Manzur esté muy por encima del promedio que armamos el pasado viernes a partir de las encuestas conocidas (30%); es evidente que una parte del caudal del candidato más cercano al kirchnerismo, Alperovich (23,3% en aquel promedio) se transfirió al del PJ, el reelecto gobernador Manzur. 



Los resultados distritales no anticipan por sí solos tendencias nacionales, ya que son comicios distintos y cada distrito tiene un peso electoral muy diferente dentro del total nacional (ver datos arriba; click para agrandar). Además, hay un relativo mosaico de sellos en los resultados, no todos traducibles linealmente en Unidad Ciudadana o Cambiemos, las fuerzas que polarizan la elección presidencial (ver datos abajo; click para agrandar).





Sin embargo, esos resultados sí están plasmando un patrón: las expresiones locales aliadas de Cambiemos retroceden respecto al 2015 y sufren un efecto de "voto castigo", mientras que los peronismos locales se benefician con un "efecto de contraste" por el cual los electorados provinciales premian el colchón de certezas que les proporciona frente a la incertidumbre local. Por otro lado, al revés de lo que suponía, el PJ se ha encolumnado con el kirchnerismo, movimiento que se intensificó desde el 18 de mayo, cuando se anunció la fórmula Fernández-Fernández, mientras que es el peronismo antiK nucleado en Alternativa Federal el que ha quedado aislado y reducido en caudal. Finalmente, el clima de opinión que generan estos resultados adversos a la Rosada es consistente con encuestas nacionales que muestran a Cambiemos no sólo muy por debajo del 42% obtenido en las legislativas de 2017, sino también de la primera vuelta de 2015, como surge de la encuesta nacional más reciente de las publicadas, realizada por la consultora Diagrama Social, que ubica a Alberto Fernández 13 pp por arriba de Mauricio Macri (ver datos al inicio del posteo; click para agrandar). Estos son datos clave de cara al cierre de listas nacionales previsto para esta semana. 

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