lunes, 12 de septiembre de 2016

El consumo: entre los datos duros y las encuestas (1)

Veíamos en entradas recientes una correspondencia entre la crisis del mercado laboral, la contracción del consumo y la caída de indicadores de gestión del gobierno nacional. El caso de Córdoba resulta emblemático: los datos de la Encuesta de Indicadores Laborales de julio pasado muestran que el deterioro del empleo privado en el Gran Córdoba sigue sin repuntar. En el arranque del ansiado segundo semestre del año se mantuvo la tendencia contractiva, con una baja de 0,2% en relación a junio, de 2016, por lo que ya se acumulan cinco meses de caídas intermensuales consecutivas. La comparación interanual confirma un efecto tobogán de desaceleración en la creación de nuevos puestos formales: así, julio pasado marcó el piso más bajo desde mayo de 2015. Entonces, desde el mes de marzo de 2016 se recortan en Córdoba más puestos de trabajo de los que se crean mes a mes.

El dato cobra otro relieve si se pone en contexto nacional: con todo lo negativo que resulta el panorama en Córdoba, todavía el proceso en esta provincia no ha llegado al punto más crítico de mostrar caídas interanuales, como sí ocurre en Paraná, Mendoza, Gran Buenos Aires y Jujuy. Pero la “anemia” en la creación de puestos de trabajo se profundiza, y coincide con una contracción del consumo: según el más reciente estudio realizado por la consultora Delfos en el mes de agosto en la provincia de Córdoba detectó que el 20% de los cordobeses activó su protocolo de crisis y recortó diversos gastos, entre ellos esparcimiento (31% ajustó esas actividades), vacaciones (27%), tarjeta de crédito (28%) y telefonía celular (27%). Estos efectos socioeconómicos, por supuesto, tienen su traducción política: en la provincia de Córdoba, donde Mauricio Macri obtuvo más del 70% de votos en el ballotage (71,51%) que lo consagró presidente (de hecho, fue el distrito que inclinó la balanza a su favor), la imagen positiva de su gestión presidencial ya está en el orden de magnitud de los votos que obtuvo la Alianza Cambiemos en las elecciones primarias de hace poco más de un año (34,57%): 36%, lo que implica la mitad de los votos que logró el 22-N.  

El bajón del consumo que arroja la encuesta de Delfos en el distrito más favorable a Macri en el ballotage se confirma en encuestas nacionales. Así, un reciente informe elaborado por la consultora Analogías sobre los hábitos de consumo de los argentinos revela un fuerte recorte en las compras de bienes y servicios para el segundo semestre y prevé un panorama "sombrío" para la reactivación del mercado interno. La investigación se realizó del 22 al 25 de julio sobre 4.056 casos a través de llamados telefónicos, con un operador automatizado,  un error muestral de 2,1% y un nivel de confianza del 95%. El estudio detecta una tendencia "mayoritaria" a restringir consumos en diversos servicios y productos para los próximos meses: en el rubro energía, transportes públicos y combustibles, 7 de cada 10 anunciaron que "restringirán" las adquisiciones (ver datos arriba; click para agrandar). Sólo 2 respondieron que mantendrán las compras habituales y apenas un 2% estimó que aumentará sus gastos en gas, luz, colectivos, taxis y naftas, entre otros. Similar contracción se da en el sector indumentaria: el 65% de los consultados tampoco tiene previsto cambiar el ropero en invierno ni primavera. El 19% cree que mantendrá las compras de todos los años, mientras que 7% dice que aprovechará las ofertas para salir de shopping. 

La tendencia negativa se mantiene pareja en las categorías más básicas del consumo, conformada por los productos de almacén (alimentos, tocador o limpieza). Allí, el 64% achicará sus gastos y 25% lo tratará de sostener. Apenas un 3% prevé incrementarlos. Porcentajes similares se dan en electrónica y electrodomésticos: 60% recortará, 28% no sabe, 10% mantendrá y 2% elevará. En el caso de la carne, la comida típica de los argentinos, el pesimismo cede un poco, pero sigue siendo alto. Un 57,4% descartó la idea de repetir los asados con amigos o las milanesas en familia, al restringir su consumo. El 5,8% aseguró que incrementará los kilos adquiridos, ya sea de carne vacuna, de pollo o cerdo, por ejemplo.  "Evaluando las tendencias, los resultados muestran un panorama sombrío para la reactivación del consumo", concluye el trabajo de la consultora que dirige Analía Del Franco.

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