miércoles, 25 de marzo de 2015

Las PASO no son internas (1)

En la anterior entrada referida a encuestas abordábamos datos de Ibarómetro que mostraban un empate técnico entre Florencio Randazzo y Daniel Scioli en el FPV, medida esa puja como si fuera una interna. Cuando esa consultora relevó los escenarios de intención de voto para las elecciones generales de octubre, en primer término con el gobernador bonaerense como candidato del FPV y en otro con el ministro de Interior y Transporte, obtuvo lo siguiente: si Scioli fuese el presidenciable, los resultados de la primera vuelta serían los siguientes: 1) Mauricio Macri (24,5%);2) Scioli (23,6%); 3) Sergio Massa (15,6%); 4) Julio Cobos (8,5%) y 5) Jorge Altamira (2,1%). Al momento de realizarse esa encuesta aún no se había producido la Convención Radical que dejó fuera de carrera al mendocino Julio Cobos, por ello aún aparece. En cambio, si Randazzo fuera el elegido por el FPV, la intención de voto se ordenaría así: 1) Macri 24,6%; 2) Randazzo 22,5%; 3) Massa 17,2%, 4) Cobos 7,6% y 5 Altamira 1,8%. En ambos casos, alrededor del 13% de los consultados dijo que aún no sabe a quién acompañará y cerca del 12% aclaró que no votaría a ninguno de ellos. 

Esa diferencia de 1,1% a favor del gobernador de Buenos Aires respecto de Randazzo, si bien estadísticamente no es significativa, implica que el empate técnico entre ambos en contexto de interna (con una mínima luz para el ministro) se transforma en empate técnico con una mínima brecha favorable a Scioli cuando el tratamiento de las preguntas no es el que correspondería al de una interna sino el de una elección abierta. Y este detalle no es menor, porque en rigor las mediciones que indagan la intención de voto de cara a las PASO como si se tratara de una interna incurren en un artificio, porque las primarias categóricamente NO SON elecciones internas (donde votan los afiliados a una fuerza o una serie de fuerzas aliadas integrantes de un frente), ni siquiera internas abiertas (donde votan afiliados a una fuerza, a las fuerzas integrantes de un frente y no afiliados a ninguna), sino elecciones abiertas a padrón general, donde votan afiliados y no afiliados. Esto hace una diferencia decisiva, porque al ser elecciones generales la incidencia de los aparatos partidarios desciende sensiblemente, toda vez que la afluencia de electores no alineados partidariamente (lo que no quiere decir que no tengan preferencias) compensa con creces la gravitación de las estructuras políticas. Esto, en el contexto de las primarias, favorece, como dijimos, a figuras como Gabriela Michetti en el PRO (aun en contra de los deseos del líder del espacio, Mauricio Macri, quien se inclina por Horacio Rodríguez Larreta en la “interna” de esa fuerza) y a Daniel Scioli frente a los candidatos más “K” del espacio pan-oficialista (aun contra los deseos y expectativas del kirchnerismo duro). 

Es por eso que resultan controvertidos los datos que muestran a Randazzo en situación de paridad competitiva con Scioli, dado que no sólo el contexto interpretativo es contrario a esa información, sino abundantes datos nacionales y distritales. En favor de Ibarómetro, podemos citar un estudio de Equis del consultor Artemio López, realizado en la provincia de Buenos Aires (sobre una muestra de 860 casos), según el cual la intención de voto de Mauricio Macri llega al 27%; la del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, a 19,8%, la del líder renovador Sergio Massa, al 18,5% y la de Daniel Scioli al 12% (a fines de diciembre pasado, sin embargo, según Equis, Scioli medía 14,4% y Randazzo 8,5%, con lo cual en las últimas mediciones de López, cuya posición argumental como analista es francamente desfavorable a Scioli, se abría abierto la boca del yacaré entre el gobernador y el ministro). En sentido contrario, un estudio del consultor Rubén Weinsteiner también en provincia de Buenos Aires (sobre una muestra de 1.200 casos) arrojó el siguiente resultado en intención de voto para presidente: Scioli en primer lugar con 26%, seguido por Massa con 22%, Macri 17%, Randazzo con 4% y Stolbizer con 2,3%. Como vemos, una distancia categórica entre Scioli y Randazzo a favor del primero y Scioli imponiéndose en la provincia que gobierna, si bien por escaso margen sobre Massa (quien en 2013 obtuvo 42%) y Macri tercero, contra el primer puesto que obtiene en el estudio de Equis. 

Para más datos, varios relevamientos realizados en el interior confirman a Scioli como el candidato del FPV que más mide: una encuesta reciente del consultor Gustavo Córdoba en Ushuaia muestra a Scioli primero con 32%, seguido por Macri con 21,9% y Massa con 16;7%. En Salta, una encuesta de la consultora ICQ con una muestra provincial de casi 1.700 casos muestra a Scioli a la delantera con 31 puntos, seguido por Macri con 12 puntos. Otras mediciones muestran a Scioli bien por arriba de Randazzo: según datos propios, en Catamarca, por ejemplo, 18% contra 2%; dicho sea de paso, en esa provincia Massa aventaja a Macri por 10 puntos (lo que es una tendencia regional del NOA, por lo cual no sorprende que en Jujuy Gerardo Morales haya avanzado en un acuerdo con el tigrense en lugar de buscarlo con el PRO de Macri). En Córdoba, Scioli 12% contra 3% de Randazzo (aquí Macri supera a Massa por 10 puntos, de ahí que se explore un acuerdo UCR-PRO). En Chubut, Scioli 25% contra 5% de Randazzo (de paso, también allí Massa aventaja a Macri, aunque por una diferencia estadísticamente no significativa). Por si esto fuera poco, en los últimos días se conocieron otras encuestas nacionales que ratifican la primacía de Scioli en el espacio pan-oficialista y su competitividad frente a los candidatos de la oposición, datos que veremos en próximas entradas. 

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