jueves, 20 de noviembre de 2025

A dos años del ballotage, se achica la clase media y la movilidad social descendente se impone (nota publicada en CBA24N)

El 19 de noviembre de 2023, luego de obtener alrededor del 30% de los votos tanto en las primarias de agosto como en la primera vuelta de octubre, Javier Milei de La Libertad Avanza (LLA) se impuso con el 55,6% ante Sergio Massa de Unión por la Patria/UP (44,4%). A dos años de esa victoria, las últimas mediciones arrojan que el metro cuadrado de los electores, lejos de mejorar, acusa señales de deterioro. Según el relevamiento nacional que consultora Zentrix realizó para la Federación Económica de Santa Cruz (FESC), casi 7% se autopercibe de clase alta o media alta según sus ingresos, mientras que en el otro extremo poco menos del 60% se identifica como de clase media baja o baja, en tanto que casi un tercio cree pertenecer a la clase media típica (gráfico arriba). 

La consultora Casa Tres cruzó datos de su encuesta nacional realizada en octubre de 2025 con los de la encuesta permanente de hogares (EPH) del Indec durante el segundo trimestre de este año. La comparación arrojó un resultado claramente desfavorable: el 26% se autopercibió de clase media (casi 7 puntos porcentuales menos que en el estudio de FESC) pero, sobre la base de los ingresos mensuales netos que releva la EPH, apenas 14% reúne los ingresos para ser considerado como de clase media (gráfico arriba). En tanto, poco más de un tercio (34%) se percibe como de clase baja, vs 52% que es de esa clase según ingresos. Esto arroja una pirámide de ingresos en la que la sumatoria de las clases media baja y la baja (74%) acumula casi tres cuartos del total. 

En tanto, la última encuesta provincial de consultora Delfos (gráfico arriba), que midió según los parámetros homologados por la Asociación Argentina de Marketing/AAM) y la Sociedad Argentina de Investigadores de Marketing y Opinión/Saimo (no por autopercepción ni por ingresos), reportó que 27% de los cordobeses son de clase media típica o C3 (que en este caso se corresponde de manera aproximada al 26% que se autoidentifica así en el país). Comparando con octubre de 2023 (antes del cambio de gobierno), el acumulado de las clases baja inferior (D2) y marginal (E) creció 2 pp (de 18% a 20%), lo mismo que bajó la sumatoria de las clases media típica y baja superior (D2), una señal de deterioro y movilidad social descendente.  


Ese deterioro también se traduce en un ajuste de las economías domésticas: según Casa Tres, el 63% de los argentinos resignó algún servicio o actividad que realizaba habitualmente, lo que casi duplica al tercio que no hizo recortes (gráfico arriba). En el nivel socioeconómico (NSE) bajo se ajustó casi el 80%, mientras que en el NSE medio recortó poco menos de la mitad (48%). Sólo el NSE alto no tuvo que privarse de nada.  

Consistente con este proceso de movilidad social descendente y ajuste, más de la mitad (55%) percibe que la clase media se está achicando, vs 20% que cree que se mantiene igual y similar proporción de optimistas que ven un crecimiento (gráfico arriba). En ese marco, una primera minoría de casi 41% considera que su situación económica actual es negativa, vs casi 28% que la califica como positiva; así, el malestar acumulado en dos niveles de intensidad trepa a 72,3%. 


Finalmente, según la última encuesta nacional de Explanans (gráfico abajo), el impacto de las medidas de Milei en el bolsillo es peor que el que surge de la medición de FESC: poco menos de la mitad (casi 48%) dice estar peor que antes, casi un 24% dice que su situación no cambió y 28,3% responde estar mejor que antes, guarismo que se ubica en el mismo orden de magnitud del voto duro a LLA en 2023. En síntesis: 1) en conjunto, los datos socioeconómicos convergen en mostrar un deterioro de la clase media, atravesada por un proceso de ajuste 2) la movilidad social descendente es consistente con recortes en el consumo y una pesimista evaluación del metro cuadrado de la economía doméstica 3) esto plantea un panorama que desafía la euforia pos electoral del gobierno nacional y obliga a calibrar las razones del triunfo del pasado 26 de octubre, lo que será tema de la siguiente nota en este espacio. 


viernes, 14 de noviembre de 2025

Inflación, malestar socioeconómico e interpretación pos electoral: las últimas mediciones (nota publicada en CBA24N)

En nuestra nota de la semana pasada destacamos que desde julio de 2025 el índice de precios al consumidor (IPC) que mide el Indec se amesetó en torno al 2% y no hay desinflación desde mayo (es decir, desde hace 5 meses). Esta semana, ese organismo publicó el dato de octubre: los precios al consumidor aumentaron 2,3% en octubre de 2025 respecto de septiembre (gráfico arriba), 31,3% interanual y acumularon un alza de 24,8% los primeros 10 meses del año. Así, por tercera medición consecutiva se registra una aceleración inflacionaria. 

El pasado día 3 de noviembre, el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) publicó y difundió su Informe Económico y Social correspondiente al mes de octubre de 2025, en el cual estimó una inflación del 2,3% para ese período en nuestra provincia (gráfico arriba), es decir que el dato de Córdoba anticipó el guarismo nacional. En ese informe, el instituto destacó que esa cifra coexiste con un consumo deprimido (octubre fue el peor mes del año en ventas minoristas, con una caída del 9,5% interanual en volumen). “La persistencia inflacionaria, que difícilmente vuelva a perforar el piso del 2% mensual en lo que resta del año - considerando los aumentos previstos en tarifas de gas,  servicios públicos, prepagas y combustibles, - continuará erosionando el poder adquisitivo y restringiendo el consumo interno. El escenario económico y social de octubre 2025 confirma un cuadro de fragilidad estructural. La contracción del consumo, endeudamiento familiar y creciente dependencia de la asistencia pública dibuja un dificultoso mapa social. El respaldo electoral obtenido recientemente por el Gobierno Nacional constituye tanto una ratificación de confianza como un llamado a la responsabilidad. La sociedad ha hecho un esfuerzo significativo - incluso a costa de su propio bienestar - para evitar una nueva crisis, y sin dudas espera respuestas de racionalidad económica y principalmente, sensibilidad social”, concluyó el documento.  

Sin embargo, no es esa la lectura del oficialismo, que interpreta el 40,7% de los votos obtenidos el pasado 26 de octubre prácticamente como un cheque en blanco. El problema es que esa decodificación triunfalista puede derivar en una profundización de los problemas que reportan tanto los datos duros de las estadísticas oficiales del Indec como los datos blandos de las encuestas. Según el organismo, el uso de tarjeta de crédito o fiado por parte de los hogares para afrontar gastos creció casi 29 puntos porcentuales (pp) entre el segundo semestre de 2023 (el último de la gestión del Frente de Todos) y el primero de 2025, lo que es consistente con la pérdida de poder adquisitivo registrada desde el cambio de gobierno en diciembre de 2025. 

En la misma línea, la merma de ingresos relativos deriva en un creciente endeudamiento de los hogares (gráfico arriba): 1 de cada 4 (25,5%) tomó préstamos en general, mientras que en los segmentos más vulnerables (es decir, el estrato de ingresos bajos) se endeudó casi 1 de cada 3 familias (30,4%). 

Esa situación ajustada que muestran los datos duros del Indec es consistente con el malestar socioeconómico que arrojan los datos blandos de las encuestas recientes: según el relevamiento nacional realizado por consultora Zentrix para la Federación Económica de Santa Cruz (FESC), una primera minoría del 40,5% dice que su situación económica actual es negativa y casi 32% responde regular, lo que acumula 72,3% de malestar en dos niveles de distinta intensidad, vs casi 28% que responde que su situación económica es positiva (gráfico arriba). 

En la misma línea, según la consultora Casa Tres, 41% siente hoy que su presente económico es peor que el de sus padres, 27% percibe que es igual y la misma proporción cree que es mejor (gráfico arriba). La correspondencia es prácticamente lineal, con un pesimismo neto por encima del 40% y un optimismo por debajo del 30%.  

Así, los datos duros y blandos repasados confirman el panorama de fragilidad estructural en términos de 1) endeudamiento de los hogares y 2) percepción de la coyuntura económica actual. En conjunto, esto perfila una situación de crisis que contradice la euforia pos electoral del oficialismo. En esa línea, la última encuesta realizada por D´Alessio/IROL planteó una alerta: si bien el 45% de los votantes  se mostró feliz con el resultado de las elecciones (guarismo que se ubica en el mismo orden de magnitud del casi 41% de caudal obtenido por La Libertad Avanza más aliados el pasado 26 de octubre), el 52% manifestó malestar y, dentro de ese segmento, el 44% se declaró nada feliz (lo que se corresponde de manera exacta con el voto a Unión por la Patria en el ballotage celebrado hace casi 2 años). Es decir, de la polarización levemente asimétrica favorable al oficialismo el pasado 26 de octubre (40,7% vs 34,9% del panperonismo y aliados) que arrojó una brecha de 5,8 pp, se pasa a una polarización asimétrica desfavorable a LLA, con un saldo de -7 pp. 

jueves, 6 de noviembre de 2025

Un aval político que coexiste con la desconfianza respecto a la economía (nota publicada en CBA24N)

Un día después de la elección del pasado domingo 26 de octubre, la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) publicó el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) correspondiente a ese mes. A partir de un relevamiento realizado entre el 1 y el 14, reportó que el ICG de octubre fue de 2,10 puntos, lo que representó un aumento del 8,1% respecto del resultado de septiembre (gráfico arriba), lo que permite inferir que esa mejora benefició al oficialismo en las semanas preelectorales. Sin embargo, al mismo tiempo reportó una variación interanual negativa del 13,4%, lo que sugiere que el presidente Javier Milei llegó a la elección con una confianza debilitada respecto a la que tenía un año atrás. El ICG emplea una escala de 0 a 5, lo que dificulta hacer una trasposición directa al resultado electoral. Sin embargo, el ICG de octubre se ubicó 25,7% por debajo de octubre de 2017, durante la elección de medio término de Cambiemos (2,83), comparación pertinente dado que ambos gobiernos surgieron de un ballotage. El ICG menor al mismo mes correspondiente a la elección de medio término de Cambiemos es consistente con el menor caudal obtenido a nivel país por La Libertad Avanza/LLA (40,7%) respecto al que alcanzó aquel sello hace 8 años: 41,7%.


Profundizando el análisis, si pasamos de los indicadores políticos a los asociados a la economía, se observa que la gestión de esa área registró 44% de acuerdo vs 56% de desacuerdo según la encuesta nacional realizada por Equipo MIDE en octubre (gráfico arriba). Pese al saldo negativo de 12 puntos porcentuales (pp) y la clara tendencia descendente desde junio (con una caída de 5 pp en cuatro meses), el apoyo se ubicó en el mismo orden de magnitud del caudal obtenido por LLA el pasado domingo 26. 

En rigor, el mejor “proxy” al resultado lo aportó el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la UTDT, que alcanzó 42 puntos en octubre, 2 más que en septiembre (leve suba intermensual) y relativamente estable en términos interanuales (vs octubre de 2024), mientras que el ICG de la misma entidad reportó una caída interanual. Si bien el guarismo sugiere que el gobierno tuvo un suave envión a favor antes de la elección, el dato también se ubicó 3 pp por debajo de octubre de 2023 (mes de la primera vuelta electoral de ese año, casi al cierre de la gestión de Alberto Fernández), lo que muestra un humor social desfavorable a las decisiones de compra consistente con el consumo deprimido que caracteriza a la actual coyuntura. 

Una medición alternativa del índice de confianza del consumidor la aportó en octubre Atlas Intel: reportó una caída intermensual de 1,8 pp (de -27,5 a -29,3; gráfico abajo), profundizando la situación de pesimismo dominante. Asimismo, ese informe permite una comparación regional, que arroja que el índice de Argentina se ubicó muy por debajo de los datos de Chile, Brasil, México, Colombia y Perú. 

Una explicación recurrente del resultado del domingo 26 pasa por la variable inflación, presuponiendo que su control es un activo del gobierno nacional. Sin embargo, los datos duros de las estadísticas oficiales y los datos blandos de las encuestas obligan a matizar esa hipótesis. Recordemos que el dato oficial de la inflación tiene rezago de un mes; así, el registro publicado en octubre correspondió a septiembre. Según el Indec, el índice de precios al consumidor (IPC) alcanzó 2,1% en el mes anterior a la elección (gráfico arriba), 0,2 pp más que en agosto. Como se advierte, desde julio el IPC se amesetó en torno al 2% y no hay desinflación desde mayo pasado, lo cual al menos relativiza la hipótesis. 

En tanto, según los datos blandos de la encuesta del CIF-UTDT, la expectativa de inflación a futuro para los próximos 12 meses se ubicó en octubre en 37% (promedio de las respuestas), lo que arroja una baja de 0,6 pp respecto al mes anterior (37,6%). Así, las expectativas inflacionarias se desaceleraron levemente, pero el evolutivo también sugiere amesetamiento más que una desinflación percibida y, lo que es más importante, esperada.  En sentido contrario, la medición alternativa de Atlas Intel de octubre mostró una leve pero sostenida aceleración de la expectativa inflacionaria entre mayo pasado (6,9) y el mes de la elección (9,2): +2,3 puntos (gráfico abajo). Esto relativiza aún más la hipótesis del control de la inflación como un activo, aunque puede coexistir con la idea de que se trata de un nivel tolerable comparado con la registrada a fines de 2023. 

En síntesis, Milei llegó a la elección de medio término: 1) con un menor nivel de confianza en su gobierno que el que tenía Macri a la misma altura de su gestión 2) con un mayor pesimismo en la variable consumo que el del último mes de octubre del mandato presidencial del Frente de Todos 3) en un nivel piso de acuerdo con respecto a la gestión de la economía 4) y con un IPC amesetado en torno al 2% en el trimestre inmediato anterior, no con desinflación. En conjunto, todos los datos sugieren que el aval electoral obtenido por el oficialismo no despeja la incertidumbre económica, por lo que será clave mejorar la gestión para no diluir ese capital político y evitar el advenimiento de una nueva crisis. 


viernes, 31 de octubre de 2025

La grieta goza de buena salud: una polarización levemente asimétrica le dio el triunfo al Gobierno nacional (nota publicada en CBA24N)

Antes de la elección del pasado domingo, la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral publicó el informe “Proyección de participación y análisis del comportamiento de los oficialismos en elecciones de medio término”. En el documento, proyectaba que de acuerdo a los antecedentes históricos la afluencia se ubicaría por debajo del 70%, con lo cual sería la más baja desde el regreso de la democracia en 1983 (gráfico arriba). Aunque falta concluir el escrutinio definitivo, se estima que rondará el 68%, lo cual marca un gran acierto del estudio, y confirma que los votantes en general se sintieron poco interpelados en este turno electoral.

El informe pos electoral de Alejo Brosio ilustra con claridad el piso de afluencia que se registró el domingo pasado (gráfico arriba). La baja concurrencia es consistente con la falta de entusiasmo posterior a los resultados, lo que sugiere que se trató de una elección de votos castigos cruzados: los netamente opositores a Milei se inclinaron por el peronismo como herramienta de castigo, pero sin euforia, mientras que los antiperonistas se decantaron por La Libertad Avanza como heredera de Cambiemos, presumiblemente movilizados más en rechazo al triunfo de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires el pasado 7 de septiembre que por una adhesión fervorosa al oficialismo. 

Según el mismo informe, el promedio histórico de porcentaje de votos obtenidos por la principal fuerza opositora en las elecciones de medio término es de 30,7%. El domingo, el peronismo + aliados rondó el 35% (gráfico arriba), es decir que se ubicó nítidamente por encima de la media histórica, pero aun así la victoria favoreció al oficialismo nacional, con casi 41%. Ambos frentes tuvieron desempeños por encima de la media de las coaliciones que se enfrentaron en elecciones de medio término en los últimos 40 años, contando la elección de 1985 como la primera desde la restauración democrática.

El informe poselectoral de Barda destaca que el desempeño de LLA + aliados (fundamentalmente el PRO, columna vertebral de Cambiemos) fue el quinto más alto desde 1985 en votos en elecciones intermedias (gráfico arriba). En términos comparativos, resultó levemente inferior al de Cambiemos, que en 2017 obtuvo 41,8% de los votos. La victoria oficialista se explica, principalmente, por la resiliencia del polo antiperonista, que desde 2017 logra cruzar el umbral del 40% en las elecciones de medio término, más que por una caída del peronismo.

Si bien este año el PJ y aliados obtuvieron menos votos en valores absolutos que en 2017 (siendo oposición) y en 2021 (siendo gobierno; gráfico arriba), en términos relativos esa coalición se sostuvo competitiva en torno al 35%. Así, la victoria de LLA del domingo fue traccionada por una corriente de “voto útil” antiperonista en los últimos 10 días, que la encuesta nacional de DC Consultores pudo identificar (gráfico abajo). Eso decantó en una polarización moderadamente asimétrica: oficialismo en torno al 40% y peronismo opositor rondando el 35%, con una brecha favorable a LLA de 5,8 puntos porcentuales (la diferencia respecto a los 6,3 pp que estimaba la encuesta no resulta estadísticamente significativa).

Esa polarización también diluyó las chances competitivas del frente Provincias Unidas, que había despertado expectativas como novedad política: si bien presentó listas en 14 provincias (Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Chaco, Chubut, Córdoba, Corrientes, Jujuy, La Rioja, Mendoza, San Juan, San Luis, Santa Fe, Santa Cruz y Tierra del Fuego), fue derrotado en 13 de ellas (incluidas cinco donde sus miembros gobiernan, como Chubut, Córdoba, Jujuy, Santa Fe y Santa Cruz) y apenas obtuvo una magra victoria en Corrientes. Nuevamente, la tercera vía no logró romper el “techo de cristal” del 10% (dos dígitos) necesarios para transformarse en un actor electoral suficientemente gravitante como para desafiar la grieta que atraviesa la política nacional desde hace casi 20 años. Por su parte, la izquierda perdió más de 300 mil votos respecto a la elección de medio término de 2021, un sensible retroceso considerando que el Frente de Izquierda de los Trabajadores-Unidad (FIT-U) se presentó como tal en más de 20 distritos. En conclusión, la foto de hoy proyecta un nuevo clásico con el peronismo vs antiperonismo como protagonistas en el turno electoral 2027: son las únicas coaliciones nacionales con volumen electoral, mientras que los demás sellos del mapa político están relegados al rol de actores de reparto.

viernes, 24 de octubre de 2025

Cómo impacta el vínculo con Donald Trump y la asistencia de Estados Unidos: las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

En nuestra nota de la semana pasada apuntamos que el presidente Javier Milei se abraza a Donald Trump para llegar competitivo a la elección del domingo, pero corre el riesgo de reeditar el “Braden o Perón” en la forma de “Bessent o el peronismo”, o bien “PJ vs JP Morgan”. ¿Qué dicen las últimas encuestas nacionales sobre este tema? Según Equipo Mide, el presidente de Estados Unidos es impopular en Argentina: 36% tiene una imagen positiva de él vs 56% que lo califica negativamente (gráfico arriba), lo que arroja un diferencial desfavorable de 20 puntos porcentuales (pp).  

Para más datos, según el mismo informe casi la mitad de los argentinos prefiere una política exterior multilateral que mantenga un equilibro entre todas las potencias; 25% se inclina por profundizar la relación estratégica con el Mercosur y América Latina, mientras que 23% se decanta por el bloque de Brasil/Rusia/China y Sudáfrica (BRICS). Quienes prefieren un mayor vínculo con Estados Unidos aparecen en quinto término, con 20% (gráfico arriba). Así, la postura elegida por Milei resulta francamente minoritaria.

Según Zuban Córdoba & Asociados, Trump tiene 60,3% de imagen negativa vs 34,3% de positiva (gráfico arriba), lo que arroja un diferencial desfavorable de 26 pp. Entre septiembre y octubre, cuando se profundizó el vínculo de Milei con el presidente de EE.UU., las posiciones al respecto se polarizaron y bajó el ns/nc, lo que indica que el tema es movilizador y genera emocionalidad. 

Para más datos, quienes se sienten lejanos respecto de Trump y EE.UU. prácticamente duplican a quienes se sienten cercanos: casi 63% vs casi 32% (gráfico arriba). Nuevamente, la posición afín a la línea definida por el gobierno nacional se ubica en la franja del 30% al 35%, vs un consenso negativo mayoritario.

Según el mismo informe, casi 61% califica negativamente la visita de Milei a EE.UU. para reunirse con Trump y funcionarios del Fondo, vs casi 37% que la califica positivamente (gráfico arriba). 

En la misma línea, casi 65% cree que esa visita será sólo un gesto simbólico, vs 30% que opina que traerá inversiones reales (gráfico arriba). Así, en estas dos variables, la postura afín al gobierno nacional también oscila en torno al “tercio libertario”, vs mayorías en contra que casi duplican esa proporción.

En tanto, según D´Alessio/IROL, el apoyo de Trump divide opiniones: 46% cree que será positivo por la Argentina, vs 46% que cree lo contrario (gráfico arriba). 

En la misma línea, 45% cree que Argentina perderá soberanía con el apoyo de Trump, vs 45% que cree lo contrario (gráfico arriba). Como se aprecia, este informe se diferencia de los anteriores por mostrar una polarización simétrica de actitudes a favor vs en contra, claramente atravesadas por la grieta política.  

Finalmente, según Zentrix 37,3% de los argentinos está a favor de recibir ayuda directa del Tesoro de los Estados Unidos, vs 58,2% que está en contra (gráfico arriba). Eso arroja un diferencial desfavorable de casi 21 pp. Con el matiz de que Equipo Mide relevó ese dato entre el 63% que estaba enterado de esa asistencia, el 38% de ese segmento se mostró de acuerdo vs 55% en desacuerdo (gráfico abajo). 

En síntesis: 1) el presidente Trump tiene una imagen negativa promedio de 58,15% vs una positiva de 35,15% 2) la asistencia financiera de EE.UU. genera desacuerdos mayoritarios (por encima del 50%) vs acuerdos por debajo del 40% 3) en el mejor de los casos, el apoyo divide opiniones, pero no tiene consenso mayoritario 4) además de la tendencia adversa en las encuestas, la conversación en redes sobre Milei en las horas posteriores a su reunión con Trump refleja una percepción crítica de la visita. Según el relevamiento del sentimiento social en redes realizado por Monitor Digital, el predominio del eje “Trump–Casa Blanca–EE.UU.” indica que el hecho fue percibido como una subordinación simbólica más que como un logro diplomático. La magnitud de menciones negativas muestra que la interpretación predominante fue desfavorable. En el plano simbólico, Milei aparece como actor secundario en su propia escena: “Trump” tiene la centralidad, mientras que “Argentina” aparece subordinada. El imaginario digital reconfigura así la reunión como una foto de poder asimétrico, donde la legitimidad externa se busca como compensación a la debilidad interna. El 74% de negatividad de la charla en redes sobre Milei (gráfico abajo) no sólo expresa enojo, sino también desconfianza hacia el relato de éxito que intentó construir el gobierno tras el encuentro con Trump. En este marco, la estrategia podría resultar contraproducente dada la sensación de que el apoyo está condicionado al resultado electoral que logre LLA en este domingo 26.



viernes, 17 de octubre de 2025

Tendencias nacionales y proyección en distritos clave: las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

En nuestra nota de la semana pasada citamos la última encuesta nacional de las consultoras 3puntozero y La Sastrería, que arrojó arrojó 46,2% de intención de voto para Fuerza Patria (FP) vs 40% para La Libertad Avanza (LLA), una brecha favorable a la principal fuerza opositora de 6,2 puntos porcentuales (pp). Esta semana, Consultora Zentrix, que aportó una buena aproximación al resultado del 7 de septiembre en Provincia de Buenos Aires (PBA) e identificó la tendencia ganadora del peronismo, reportó 43,5% para FP vs 36,5% para LLA (gráfico arriba). La brecha de 7 pp resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-2,46% y perfila una victoria opositora. Esta misma semana, pero en el otro extremo, CB Consultora proyectó casi 41% para LLA vs 35,4% de FP + partidos justicialistas provinciales aliados (gráfico abajo), una brecha de 5,4 pp estadísticamente no significativa dado el error muestral de +/2,4%, lo que implica un empate técnico.  

El promedio ponderado de las últimas mediciones nacionales arroja 38% para FP vs 35% para LLA, una brecha de 3 pp. La hipótesis es que, en rigor, ambos frentes nacionales están por debajo del 40% de intención de voto lineal (sin proyectar votos en blanco e indecisos). Esto resulta consistente con las tendencias en los distritos clave. Arranquemos por provincia de Buenos Aires (PBA). En estos días se conoció la encuesta realizada por Nueva Comunicación en ese distrito que pesa el 38% del padrón nacional. Con el plus de que esa fue la consultora que mejor pronosticó el resultado del 7 de septiembre y que midió la tendencia ya sin José Luis Espert como cabeza de la lista libertaria, reportó casi 44% para FP vs 31,5% para LLA (gráfico abajo), una brecha contundente de 12,3 pp. 

El promedio ponderado de las últimas encuestas en PBA arroja 42% para FP vs 32% para LLA (brecha de 10 pp). En la elección de medio término de 2017, Cambiemos alcanzó 42% en PBA, mientras que en octubre de 2019 llegó a 36%, lo que arroja un promedio de 39%; hoy, LLA está sensiblemente por debajo de esos números. Los dos dígitos de desventaja en la provincia de mayor incidencia en el padrón obligarían al sello libertario a hacer una gran elección en los demás distritos clave por peso electoral, para descontar esa tendencia desfavorable. Empecemos por Córdoba: Cambiemos sacó 48,5% en 2017 y 61% en 2019, un promedio de casi 55%. Según la última encuesta provincial de Comparactiva, LLA alcanza 28,5% de intención de voto vs 31,5% de Provincias Unidas/PU (gráfico abajo). La brecha de 3 pp no resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-3,45% e implica un empate técnico, pero ubica al sello libertario muy lejos de la performance de Cambiemos. El promedio de las últimas mediciones arroja 31% para Schiaretti vs 30% para Roca, lo que confirma la situación de polarización simétrica y deja a LLA muy por debajo del apoyo decisivo que logró Mauricio Macri y que Milei necesitaría el 26 de octubre para ir descontando la desventaja en PBA. 

En Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), LLA debería alcanzar entre 51% (lo que sacó Cambiemos en 2017) y 53% (lo que Macri obtuvo en 2019), es decir, un promedio de 52%. Según la última encuesta de Proyección, LLA alcanza 39,2% vs casi 28% de FP en el tramo de senador nacional; presuponiendo un efecto de arrastre lineal al tramo de diputado nacional, la  brecha de 11,4 pp es insuficiente para descontar de manera significativa el revés en PBA. El promedio de las últimas mediciones en CABA arroja 43% para LLA vs 28% para FP, una brecha de 15 pp, con el sello libertario encaminado a una victoria pero muy por debajo de los antecedentes de Cambiemos (que superó el 50% en ese distrito). 

En Santa Fe, Cambiemos obtuvo 37,8% en 2017 y 43% en 2019, es decir, un promedio de 40%. Según la última encuesta de GyC Comunicaciones, en ese distrito FP alcanza 26% de intención de voto vs 25% de PU y 21% de LLA (gráfico abajo). La brecha de 5 pp a favor del peronismo no resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-3,2%, pero muestra al sello libertario corriendo desde atrás y con un caudal muy inferior a los antecedentes cambiemitas. El promedio de las últimas mediciones confirma la tendencia: 29% para FP vs 26% para LLA.

En Mendoza, Cambiemos obtuvo en 2017 45,7% de los votos y en 2019 50%, o sea, un promedio de casi 48%. Según la última encuesta de DC Consultores en ese distrito, LLA + Cambia Mendoza alcanza 47,1% de intención de voto vs 26,4% del peronismo (gráfico abajo). La brecha de casi 21 pp perfila una victoria oficialista, pero se trata del único distrito clave donde el sello libertario se acerca al guarismo necesario para ir descontando de manera sensible la desventaja en PBA. 

En los cinco distritos que suman 65% del padrón electoral, JXC ganó en 2017. Hoy, sólo se perfilan victorias libertarias claras en CABA y Mendoza, escenario reñido en Córdoba, y derrotas en PBA y Santa Fe. Por fuera del top 5, otros distritos importantes son Entre Ríos (donde JXC obtuvo 45% en 2019) y Tucumán (allí alcanzó 34% en 2019). Según las últimas encuestas, en la provincia mesopotámica podría ganar LLA, pero con un promedio inferior al 40%, mientras que en Tucumán rondaría el 30%, pero perdería frente al peronismo. En síntesis: 1) el promedio ponderado de las últimas encuestas arroja 38% para FP vs 35% para LLA, una brecha de 3 pp desfavorable al gobierno nacional, aunque estadísticamente no significativa 2) a 80 años del 17 de octubre (Día de la Lealtad) y a 9 días de la elección de medio término, LLA se abraza a Donald Trump para llegar competitivo, pero corre el riesgo de reeditar el “Braden o Perón” en la forma de “Bessent o el peronismo”, lo que será tema de análisis de la siguiente nota.  

jueves, 9 de octubre de 2025

Tendencias nacionales y proyecciones en provincia de Buenos Aires: las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

A fines de septiembre, la consultora Management & Fit proyectó para LLA+PRO una intención de voto de 39,6% vs 34% de Fuerza Patria de cara a la elección de medio término de octubre, una brecha de 5,6 puntos porcentuales a favor del oficialismo a nivel país. Del 3 al 5 de octubre, luego del escándalo protagonizado por José Luis Espert, midió nuevamente y reportó que el oficialismo mantendría una intención de voto de 34,3% (gráfico arriba), una merma de 5,3 pp respecto a la medición anterior, que implicaba un escenario de empate. Casi en la misma fecha, las consultoras 3puntozero y La Sastrería midieron intención de voto nacional: su estudio arrojó 46,2% para Fuerza Patria vs 40% para LLA (gráfico abajo), una brecha favorable a la principal fuerza opositora de 6,2 pp. 

En el primer escenario, LLA estaría en situación de empate técnico y perforando el 35% de intención de voto, mientras que en el segundo estaría en desventaja ante el peronismo, pero rondaría el 40%. En nuestra anterior nota en este espacio planteamos que probablemente las encuestas nacionales estén sobreestimando el caudal potencial de ambos espacios y planteando una polarización mayor a la que podría surgir de las urnas el 26 de octubre. Veamos: para rondar el umbral del 40%, LLA debería tener una muy buena performance en los distritos de mayor peso electoral. En provincia de Buenos Aires (PBA) debería rondar entre 42% (lo que Juntos por el Cambio/JXC obtuvo en la elección de medio término de 2017) y 36% (JXC en octubre de 2019), es decir, alcanzar un promedio de 39%. En Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), debería alcanzar entre 51% (JXC 2017) y 53% (JXC 2019), es decir, un promedio de 52%. En Córdoba, entre 48,5% (JXC 2017) y 61% (JXC 2019), un promedio de casi 55%. En Mendoza, entre 45,7% (JXC 2017) y 50% (JXC 2019), o sea, un promedio de casi 48%. En Santa Fe, entre 37,8% (JXC 2017) y 43% (JXC 2019), es decir, un promedio de 40%. En esos cinco distritos que pesan 65% del padrón electoral, JXC ganó en 2017. Por fuera de ese top 5, también son distritos importantes Entre Ríos, donde JXC obtuvo 45% en 2019, y Tucumán, donde alcanzó 34% en la misma elección. Por su parte, el peronismo obtiene 46,2% de intención de voto según el estudio de 3puntozero y La Sastrería. Para concretar esa performance (apenas por debajo del 48% del Frente de Todos en octubre de 2019) debería rondar el 50% en PBA, el 35% en CABA, el 27% en Córdoba, el 41% en Santa Fe, el 37% en Mendoza, el 43% en Entre Ríos y el 56% en Tucumán. 

El pasado domingo 5 de octubre, una semana después de que el affaire narco estallara en los medios, Espert declinó su candidatura por LLA en PBA. ¿Qué decían las últimas encuestas en ese distrito clave, que pesa 38% del padrón nacional? Según la medición realizada por Federico González & Asociados (FGA) entre el 24 y el 28 de septiembre, Espert tenía 27,4% de intención de voto vs 41,5% de Jorge Taiana (Fuerza Patria, FP). Esa desventaja de 14,1 pp era muy similar a la brecha que separó a FP del sello libertario en la elección legislativa del pasado 7 de septiembre, con el agravante de que el candidato del gobierno nacional estaba perforando el umbral del 30% antes del narco escándalo. Este era el peor escenario para LLA, con una desventaja mayor a los 10 pp.

Zuban Córdoba & Asociados relevó del 15 al 17 de septiembre: su informe arrojó 41,8% para Taiana (FP) vs casi 32% para Espert/LLA (gráfico arriba), una brecha de 9,9 pp desfavorable al sello libertario. 

En tanto, Consultora Delfos midió del 26 de septiembre al 1 de octubre: reportó 47,1% para Fuerza Patria vs 37,4% para LLA (gráfico arriba), una brecha de 9,7 pp desfavorable al oficialismo nacional. 

A su turno, Analía del Franco relevó del 22 al 26 de septiembre: reportó casi 36% para Taiana vs casi 27% para Espert (gráfico arriba), una brecha desfavorable a LLA de 9,1 pp. Así, estas tres mediciones proyectaban una derrota por entre 9 y 10 pp para el gobierno nacional en PBA. 

Consultora Tendencias midió del 13 al 16 de septiembre: reportó 40,4% para Taiana vs 32,3% para Espert (gráfico arriba), una brecha de 8,1 pp desfavorable a LLA. Finalmente, CB Consultora relevó del 1 al 4 de octubre: su informe arrojó 42% para Taiana vs 36,8% para Espert (gráfico abajo), una desventaja de 5,2 pp para LLA. Así, estas dos mediciones proyectaban para el gobierno nacional una derrota por entre 5 y 8 pp en PBA. 

Finalmente, el promedio de estas seis encuestas (ponderado en función del resultado previo del 7 de septiembre) arroja 42% para Fuerza Patria vs 32% para LLA, una brecha de 10 pp. Como se advierte, LLA estaba 7 pp por detrás del promedio de 39% necesario en PBA para acercarse a la performance de JXC entre 2017 y 2019, lo que sugiere que está más cerca del 30% de intención de voto que del 40% a nivel país, como reportó la encuesta de 3puntozero y La Sastrería. En tanto, FP estaba a 8 pp de su resultado del 2019 en PBA, lo que perfila que su performance en el mismo estudio también está sobreestimada. En la siguiente nota de este espacio repasaremos cómo se perfilan ambas fuerzas en los demás distritos clave, para completar este análisis.