viernes, 31 de octubre de 2025

La grieta goza de buena salud: una polarización levemente asimétrica le dio el triunfo al Gobierno nacional (nota publicada en CBA24N)

Antes de la elección del pasado domingo, la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral publicó el informe “Proyección de participación y análisis del comportamiento de los oficialismos en elecciones de medio término”. En el documento, proyectaba que de acuerdo a los antecedentes históricos la afluencia se ubicaría por debajo del 70%, con lo cual sería la más baja desde el regreso de la democracia en 1983 (gráfico arriba). Aunque falta concluir el escrutinio definitivo, se estima que rondará el 68%, lo cual marca un gran acierto del estudio, y confirma que los votantes en general se sintieron poco interpelados en este turno electoral.

El informe pos electoral de Alejo Brosio ilustra con claridad el piso de afluencia que se registró el domingo pasado (gráfico arriba). La baja concurrencia es consistente con la falta de entusiasmo posterior a los resultados, lo que sugiere que se trató de una elección de votos castigos cruzados: los netamente opositores a Milei se inclinaron por el peronismo como herramienta de castigo, pero sin euforia, mientras que los antiperonistas se decantaron por La Libertad Avanza como heredera de Cambiemos, presumiblemente movilizados más en rechazo al triunfo de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires el pasado 7 de septiembre que por una adhesión fervorosa al oficialismo. 

Según el mismo informe, el promedio histórico de porcentaje de votos obtenidos por la principal fuerza opositora en las elecciones de medio término es de 30,7%. El domingo, el peronismo + aliados rondó el 35% (gráfico arriba), es decir que se ubicó nítidamente por encima de la media histórica, pero aun así la victoria favoreció al oficialismo nacional, con casi 41%. Ambos frentes tuvieron desempeños por encima de la media de las coaliciones que se enfrentaron en elecciones de medio término en los últimos 40 años, contando la elección de 1985 como la primera desde la restauración democrática.

El informe poselectoral de Barda destaca que el desempeño de LLA + aliados (fundamentalmente el PRO, columna vertebral de Cambiemos) fue el quinto más alto desde 1983 en votos en elecciones intermedias (gráfico arriba). En términos comparativos, resultó levemente inferior al de Cambiemos, que en 2017 obtuvo 41,8% de los votos. La victoria oficialista se explica, principalmente, por la resiliencia del polo antiperonista, que desde 2017 logra cruzar el umbral del 40% en las elecciones de medio término, más que por una caída del peronismo.

Si bien este año el PJ y aliados obtuvieron menos votos en valores absolutos que en 2017 (siendo oposición) y en 2021 (siendo gobierno; gráfico arriba), en términos relativos esa coalición se sostuvo competitiva en torno al 35%. Así, la victoria de LLA del domingo fue traccionada por una corriente de “voto útil” antiperonista en los últimos 10 días, que la encuesta nacional de DC Consultores pudo identificar (gráfico abajo). Eso decantó en una polarización moderadamente asimétrica: oficialismo en torno al 40% y peronismo opositor rondando el 35%, con una brecha favorable a LLA de 5,8 puntos porcentuales (la diferencia respecto a los 6,3 pp que estimaba la encuesta no resulta estadísticamente significativa).

Esa polarización también diluyó las chances competitivas del frente Provincias Unidas, que había despertado expectativas como novedad política: si bien presentó listas en 14 provincias (Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Chaco, Chubut, Córdoba, Corrientes, Jujuy, La Rioja, Mendoza, San Juan, San Luis, Santa Fe, Santa Cruz y Tierra del Fuego), fue derrotado en 13 de ellas (incluidas cinco donde sus miembros gobiernan, como Chubut, Córdoba, Jujuy, Santa Fe y Santa Cruz) y apenas obtuvo una magra victoria en Corrientes. Nuevamente, la tercera vía no logró romper el “techo de cristal” del 10% (dos dígitos) necesarios para transformarse en un actor electoral suficientemente gravitante como para desafiar la grieta que atraviesa la política nacional desde hace casi 20 años. Por su parte, la izquierda perdió más de 300 mil votos respecto a la elección de medio término de 2021, un sensible retroceso considerando que el Frente de Izquierda de los Trabajadores-Unidad (FIT-U) se presentó como tal en más de 20 distritos. En conclusión, la foto de hoy proyecta un nuevo clásico con el peronismo vs antiperonismo como protagonistas en el turno electoral 2027: son las únicas coaliciones nacionales con volumen electoral, mientras que los demás sellos del mapa político están relegados al rol de actores de reparto.

viernes, 24 de octubre de 2025

Cómo impacta el vínculo con Donald Trump y la asistencia de Estados Unidos: las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

En nuestra nota de la semana pasada apuntamos que el presidente Javier Milei se abraza a Donald Trump para llegar competitivo a la elección del domingo, pero corre el riesgo de reeditar el “Braden o Perón” en la forma de “Bessent o el peronismo”, o bien “PJ vs JP Morgan”. ¿Qué dicen las últimas encuestas nacionales sobre este tema? Según Equipo Mide, el presidente de Estados Unidos es impopular en Argentina: 36% tiene una imagen positiva de él vs 56% que lo califica negativamente (gráfico arriba), lo que arroja un diferencial desfavorable de 20 puntos porcentuales (pp).  

Para más datos, según el mismo informe casi la mitad de los argentinos prefiere una política exterior multilateral que mantenga un equilibro entre todas las potencias; 25% se inclina por profundizar la relación estratégica con el Mercosur y América Latina, mientras que 23% se decanta por el bloque de Brasil/Rusia/China y Sudáfrica (BRICS). Quienes prefieren un mayor vínculo con Estados Unidos aparecen en quinto término, con 20% (gráfico arriba). Así, la postura elegida por Milei resulta francamente minoritaria.

Según Zuban Córdoba & Asociados, Trump tiene 60,3% de imagen negativa vs 34,3% de positiva (gráfico arriba), lo que arroja un diferencial desfavorable de 26 pp. Entre septiembre y octubre, cuando se profundizó el vínculo de Milei con el presidente de EE.UU., las posiciones al respecto se polarizaron y bajó el ns/nc, lo que indica que el tema es movilizador y genera emocionalidad. 

Para más datos, quienes se sienten lejanos respecto de Trump y EE.UU. prácticamente duplican a quienes se sienten cercanos: casi 63% vs casi 32% (gráfico arriba). Nuevamente, la posición afín a la línea definida por el gobierno nacional se ubica en la franja del 30% al 35%, vs un consenso negativo mayoritario.

Según el mismo informe, casi 61% califica negativamente la visita de Milei a EE.UU. para reunirse con Trump y funcionarios del Fondo, vs casi 37% que la califica positivamente (gráfico arriba). 

En la misma línea, casi 65% cree que esa visita será sólo un gesto simbólico, vs 30% que opina que traerá inversiones reales (gráfico arriba). Así, en estas dos variables, la postura afín al gobierno nacional también oscila en torno al “tercio libertario”, vs mayorías en contra que casi duplican esa proporción.

En tanto, según D´Alessio/IROL, el apoyo de Trump divide opiniones: 46% cree que será positivo por la Argentina, vs 46% que cree lo contrario (gráfico arriba). 

En la misma línea, 45% cree que Argentina perderá soberanía con el apoyo de Trump, vs 45% que cree lo contrario (gráfico arriba). Como se aprecia, este informe se diferencia de los anteriores por mostrar una polarización simétrica de actitudes a favor vs en contra, claramente atravesadas por la grieta política.  

Finalmente, según Zentrix 37,3% de los argentinos está a favor de recibir ayuda directa del Tesoro de los Estados Unidos, vs 58,2% que está en contra (gráfico arriba). Eso arroja un diferencial desfavorable de casi 21 pp. Con el matiz de que Equipo Mide relevó ese dato entre el 63% que estaba enterado de esa asistencia, el 38% de ese segmento se mostró de acuerdo vs 55% en desacuerdo (gráfico abajo). 

En síntesis: 1) el presidente Trump tiene una imagen negativa promedio de 58,15% vs una positiva de 35,15% 2) la asistencia financiera de EE.UU. genera desacuerdos mayoritarios (por encima del 50%) vs acuerdos por debajo del 40% 3) en el mejor de los casos, el apoyo divide opiniones, pero no tiene consenso mayoritario 4) además de la tendencia adversa en las encuestas, la conversación en redes sobre Milei en las horas posteriores a su reunión con Trump refleja una percepción crítica de la visita. Según el relevamiento del sentimiento social en redes realizado por Monitor Digital, el predominio del eje “Trump–Casa Blanca–EE.UU.” indica que el hecho fue percibido como una subordinación simbólica más que como un logro diplomático. La magnitud de menciones negativas muestra que la interpretación predominante fue desfavorable. En el plano simbólico, Milei aparece como actor secundario en su propia escena: “Trump” tiene la centralidad, mientras que “Argentina” aparece subordinada. El imaginario digital reconfigura así la reunión como una foto de poder asimétrico, donde la legitimidad externa se busca como compensación a la debilidad interna. El 74% de negatividad de la charla en redes sobre Milei (gráfico abajo) no sólo expresa enojo, sino también desconfianza hacia el relato de éxito que intentó construir el gobierno tras el encuentro con Trump. En este marco, la estrategia podría resultar contraproducente dada la sensación de que el apoyo está condicionado al resultado electoral que logre LLA en este domingo 26.



viernes, 17 de octubre de 2025

Tendencias nacionales y proyección en distritos clave: las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

En nuestra nota de la semana pasada citamos la última encuesta nacional de las consultoras 3puntozero y La Sastrería, que arrojó arrojó 46,2% de intención de voto para Fuerza Patria (FP) vs 40% para La Libertad Avanza (LLA), una brecha favorable a la principal fuerza opositora de 6,2 puntos porcentuales (pp). Esta semana, Consultora Zentrix, que aportó una buena aproximación al resultado del 7 de septiembre en Provincia de Buenos Aires (PBA) e identificó la tendencia ganadora del peronismo, reportó 43,5% para FP vs 36,5% para LLA (gráfico arriba). La brecha de 7 pp resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-2,46% y perfila una victoria opositora. Esta misma semana, pero en el otro extremo, CB Consultora proyectó casi 41% para LLA vs 35,4% de FP + partidos justicialistas provinciales aliados (gráfico abajo), una brecha de 5,4 pp estadísticamente no significativa dado el error muestral de +/2,4%, lo que implica un empate técnico.  

El promedio ponderado de las últimas mediciones nacionales arroja 38% para FP vs 35% para LLA, una brecha de 3 pp. La hipótesis es que, en rigor, ambos frentes nacionales están por debajo del 40% de intención de voto lineal (sin proyectar votos en blanco e indecisos). Esto resulta consistente con las tendencias en los distritos clave. Arranquemos por provincia de Buenos Aires (PBA). En estos días se conoció la encuesta realizada por Nueva Comunicación en ese distrito que pesa el 38% del padrón nacional. Con el plus de que esa fue la consultora que mejor pronosticó el resultado del 7 de septiembre y que midió la tendencia ya sin José Luis Espert como cabeza de la lista libertaria, reportó casi 44% para FP vs 31,5% para LLA (gráfico abajo), una brecha contundente de 12,3 pp. 

El promedio ponderado de las últimas encuestas en PBA arroja 42% para FP vs 32% para LLA (brecha de 10 pp). En la elección de medio término de 2017, Cambiemos alcanzó 42% en PBA, mientras que en octubre de 2019 llegó a 36%, lo que arroja un promedio de 39%; hoy, LLA está sensiblemente por debajo de esos números. Los dos dígitos de desventaja en la provincia de mayor incidencia en el padrón obligarían al sello libertario a hacer una gran elección en los demás distritos clave por peso electoral, para descontar esa tendencia desfavorable. Empecemos por Córdoba: Cambiemos sacó 48,5% en 2017 y 61% en 2019, un promedio de casi 55%. Según la última encuesta provincial de Comparactiva, LLA alcanza 28,5% de intención de voto vs 31,5% de Provincias Unidas/PU (gráfico abajo). La brecha de 3 pp no resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-3,45% e implica un empate técnico, pero ubica al sello libertario muy lejos de la performance de Cambiemos. El promedio de las últimas mediciones arroja 31% para Schiaretti vs 30% para Roca, lo que confirma la situación de polarización simétrica y deja a LLA muy por debajo del apoyo decisivo que logró Mauricio Macri y que Milei necesitaría el 26 de octubre para ir descontando la desventaja en PBA. 

En Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), LLA debería alcanzar entre 51% (lo que sacó Cambiemos en 2017) y 53% (lo que Macri obtuvo en 2019), es decir, un promedio de 52%. Según la última encuesta de Proyección, LLA alcanza 39,2% vs casi 28% de FP en el tramo de senador nacional; presuponiendo un efecto de arrastre lineal al tramo de diputado nacional, la  brecha de 11,4 pp es insuficiente para descontar de manera significativa el revés en PBA. El promedio de las últimas mediciones en CABA arroja 43% para LLA vs 28% para FP, una brecha de 15 pp, con el sello libertario encaminado a una victoria pero muy por debajo de los antecedentes de Cambiemos (que superó el 50% en ese distrito). 

En Santa Fe, Cambiemos obtuvo 37,8% en 2017 y 43% en 2019, es decir, un promedio de 40%. Según la última encuesta de GyC Comunicaciones, en ese distrito FP alcanza 26% de intención de voto vs 25% de PU y 21% de LLA (gráfico abajo). La brecha de 5 pp a favor del peronismo no resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-3,2%, pero muestra al sello libertario corriendo desde atrás y con un caudal muy inferior a los antecedentes cambiemitas. El promedio de las últimas mediciones confirma la tendencia: 29% para FP vs 26% para LLA.

En Mendoza, Cambiemos obtuvo en 2017 45,7% de los votos y en 2019 50%, o sea, un promedio de casi 48%. Según la última encuesta de DC Consultores en ese distrito, LLA + Cambia Mendoza alcanza 47,1% de intención de voto vs 26,4% del peronismo (gráfico abajo). La brecha de casi 21 pp perfila una victoria oficialista, pero se trata del único distrito clave donde el sello libertario se acerca al guarismo necesario para ir descontando de manera sensible la desventaja en PBA. 

En los cinco distritos que suman 65% del padrón electoral, JXC ganó en 2017. Hoy, sólo se perfilan victorias libertarias claras en CABA y Mendoza, escenario reñido en Córdoba, y derrotas en PBA y Santa Fe. Por fuera del top 5, otros distritos importantes son Entre Ríos (donde JXC obtuvo 45% en 2019) y Tucumán (allí alcanzó 34% en 2019). Según las últimas encuestas, en la provincia mesopotámica podría ganar LLA, pero con un promedio inferior al 40%, mientras que en Tucumán rondaría el 30%, pero perdería frente al peronismo. En síntesis: 1) el promedio ponderado de las últimas encuestas arroja 38% para FP vs 35% para LLA, una brecha de 3 pp desfavorable al gobierno nacional, aunque estadísticamente no significativa 2) a 80 años del 17 de octubre (Día de la Lealtad) y a 9 días de la elección de medio término, LLA se abraza a Donald Trump para llegar competitivo, pero corre el riesgo de reeditar el “Braden o Perón” en la forma de “Bessent o el peronismo”, lo que será tema de análisis de la siguiente nota.  

jueves, 9 de octubre de 2025

Tendencias nacionales y proyecciones en provincia de Buenos Aires: las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

A fines de septiembre, la consultora Management & Fit proyectó para LLA+PRO una intención de voto de 39,6% vs 34% de Fuerza Patria de cara a la elección de medio término de octubre, una brecha de 5,6 puntos porcentuales a favor del oficialismo a nivel país. Del 3 al 5 de octubre, luego del escándalo protagonizado por José Luis Espert, midió nuevamente y reportó que el oficialismo mantendría una intención de voto de 34,3% (gráfico arriba), una merma de 5,3 pp respecto a la medición anterior, que implicaba un escenario de empate. Casi en la misma fecha, las consultoras 3puntozero y La Sastrería midieron intención de voto nacional: su estudio arrojó 46,2% para Fuerza Patria vs 40% para LLA (gráfico abajo), una brecha favorable a la principal fuerza opositora de 6,2 pp. 

En el primer escenario, LLA estaría en situación de empate técnico y perforando el 35% de intención de voto, mientras que en el segundo estaría en desventaja ante el peronismo, pero rondaría el 40%. En nuestra anterior nota en este espacio planteamos que probablemente las encuestas nacionales estén sobreestimando el caudal potencial de ambos espacios y planteando una polarización mayor a la que podría surgir de las urnas el 26 de octubre. Veamos: para rondar el umbral del 40%, LLA debería tener una muy buena performance en los distritos de mayor peso electoral. En provincia de Buenos Aires (PBA) debería rondar entre 42% (lo que Juntos por el Cambio/JXC obtuvo en la elección de medio término de 2017) y 36% (JXC en octubre de 2019), es decir, alcanzar un promedio de 39%. En Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), debería alcanzar entre 51% (JXC 2017) y 53% (JXC 2019), es decir, un promedio de 52%. En Córdoba, entre 48,5% (JXC 2017) y 61% (JXC 2019), un promedio de casi 55%. En Mendoza, entre 45,7% (JXC 2017) y 50% (JXC 2019), o sea, un promedio de casi 48%. En Santa Fe, entre 37,8% (JXC 2017) y 43% (JXC 2019), es decir, un promedio de 40%. En esos cinco distritos que pesan 65% del padrón electoral, JXC ganó en 2017. Por fuera de ese top 5, también son distritos importantes Entre Ríos, donde JXC obtuvo 45% en 2019, y Tucumán, donde alcanzó 34% en la misma elección. Por su parte, el peronismo obtiene 46,2% de intención de voto según el estudio de 3puntozero y La Sastrería. Para concretar esa performance (apenas por debajo del 48% del Frente de Todos en octubre de 2019) debería rondar el 50% en PBA, el 35% en CABA, el 27% en Córdoba, el 41% en Santa Fe, el 37% en Mendoza, el 43% en Entre Ríos y el 56% en Tucumán. 

El pasado domingo 5 de octubre, una semana después de que el affaire narco estallara en los medios, Espert declinó su candidatura por LLA en PBA. ¿Qué decían las últimas encuestas en ese distrito clave, que pesa 38% del padrón nacional? Según la medición realizada por Federico González & Asociados (FGA) entre el 24 y el 28 de septiembre, Espert tenía 27,4% de intención de voto vs 41,5% de Jorge Taiana (Fuerza Patria, FP). Esa desventaja de 14,1 pp era muy similar a la brecha que separó a FP del sello libertario en la elección legislativa del pasado 7 de septiembre, con el agravante de que el candidato del gobierno nacional estaba perforando el umbral del 30% antes del narco escándalo. Este era el peor escenario para LLA, con una desventaja mayor a los 10 pp.

Zuban Córdoba & Asociados relevó del 15 al 17 de septiembre: su informe arrojó 41,8% para Taiana (FP) vs casi 32% para Espert/LLA (gráfico arriba), una brecha de 9,9 pp desfavorable al sello libertario. 

En tanto, Consultora Delfos midió del 26 de septiembre al 1 de octubre: reportó 47,1% para Fuerza Patria vs 37,4% para LLA (gráfico arriba), una brecha de 9,7 pp desfavorable al oficialismo nacional. 

A su turno, Analía del Franco relevó del 22 al 26 de septiembre: reportó casi 36% para Taiana vs casi 27% para Espert (gráfico arriba), una brecha desfavorable a LLA de 9,1 pp. Así, estas tres mediciones proyectaban una derrota por entre 9 y 10 pp para el gobierno nacional en PBA. 

Consultora Tendencias midió del 13 al 16 de septiembre: reportó 40,4% para Taiana vs 32,3% para Espert (gráfico arriba), una brecha de 8,1 pp desfavorable a LLA. Finalmente, CB Consultora relevó del 1 al 4 de octubre: su informe arrojó 42% para Taiana vs 36,8% para Espert (gráfico abajo), una desventaja de 5,2 pp para LLA. Así, estas dos mediciones proyectaban para el gobierno nacional una derrota por entre 5 y 8 pp en PBA. 

Finalmente, el promedio de estas seis encuestas (ponderado en función del resultado previo del 7 de septiembre) arroja 42% para Fuerza Patria vs 32% para LLA, una brecha de 10 pp. Como se advierte, LLA estaba 7 pp por detrás del promedio de 39% necesario en PBA para acercarse a la performance de JXC entre 2017 y 2019, lo que sugiere que está más cerca del 30% de intención de voto que del 40% a nivel país, como reportó la encuesta de 3puntozero y La Sastrería. En tanto, FP estaba a 8 pp de su resultado del 2019 en PBA, lo que perfila que su performance en el mismo estudio también está sobreestimada. En la siguiente nota de este espacio repasaremos cómo se perfilan ambas fuerzas en los demás distritos clave, para completar este análisis. 

viernes, 3 de octubre de 2025

Tendencias nacionales, pisos y techos relativos en las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

 

En la nota de la semana pasada apuntamos que la tendencia hacia la elección del 26 de octubre se perfila desfavorable para el oficialismo, dado que el promedio del pan peronismo en las últimas mediciones se ubica en el mismo orden de magnitud del resultado obtenido en octubre de 2023 por Unión por la Patria (37% de los votos), mientras que varias encuestas ubican a La Libertad Avanza (LLA) en la franja del 30% al 35% de intención de voto, no en la del 35%-40% que podría apuntalar una victoria. Por otro lado, recientes encuestas perfilan un voto castigo ascendente: según Zuban Córdoba & Asociados, esa “ola” alcanza el 57%, vs casi 34% que plebiscitaría con su acompañamiento a la gestión Milei (gráfico arriba).  El informe ubica a LLA más cerca del 30% que del 40% necesario para garantizar un triunfo sin sobresaltos; de confirmarse ese tercio de apoyo, el caudal oficialista se ubicaría en el mismo orden de magnitud del 30% que acompañó con su voto a Milei en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto de 2023 y la primera vuelta de octubre del mismo año.

¿Representa ese 33% el piso del oficialismo? Según el mismo informe, podría ser más bajo: casi 26% de los electores se define “mileísta”, vs 56,1% que responden “anti-mileista” (gráfico arriba). En este caso, el apoyo a LLA perfora el umbral del 30% e implicaría acercarse a un escenario de crisis similar al 2001, cuando la coalición que llevó al gobierno al presidente Fernando de la Rúa rondó ese porcentaje y fue derrotada por el peronismo en la elección de medio término.

En tanto, la última medición de Udesa aportó un escenario intermedio, con LLA en 31% de intención de voto vs 26% del peronismo (gráfico arriba). Los 5 pp de ventaja no representan una brecha estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-3,15%, pero abren la chance de que el oficialismo sea la primera minoría electoral en octubre.  

En tanto, la más reciente encuesta de Management & Fit (M&F) presentó un panorama mejor para LLA, con casi 40% de intención de voto vs 34% de Fuerza Patria (gráfico arriba). Los 5,6 pp de ventaja sobre el peronismo están en el límite de la significatividad estadística dado el error muestral de +/-2,5%, pero en rigor el PRO no concurre en alianza con el sello libertario en los 24 distritos electorales (matiz que no contempla la encuesta).

La encuesta más reciente de Analogías no midió intención de voto, sino permeabilidad electoral: con 22,3% de voto muy probable para un candidato de LLA + 16,6% de voto probable, el techo oficialista alcanza casi 39% (gráfico arriba). En tanto, el techo del peronismo unificado trepa al 37,8% (gráfico abajo). La brecha de 1,1 pp a favor del oficialismo no resulta estadísticamente significativa, dado el error muestral de +/-2%.

Sin embargo, ambos frentes podrían estar siendo sobreestimados por la mayoría de las encuestas, que anticipan una polarización más intensa de la que podría surgir de las urnas el 26 de octubre. Por un lado, el sello Fuerza Patria emerge como la principal lista  del peronismo en 14 de 24 distritos, mientras que en los otros 10 hay diferencias en cuanto a sus aliados y la conformación partidaria o compite con marcas provinciales alternativas, lo cual afecta a la sumatoria nacional por sello. Por su parte, LLA competirá en alianza con el PRO y otros socios en 9 distritos, en tanto que en los otros 15 se presenta en solitario. Asimismo, como las mediciones se concentran en las listas que se presentan con identidades relativamente homogéneas en la mayoría de los 24 distritos del país, pero también hay sellos que compiten con denominaciones no incluidas, las encuestas podrían estar subestimando la intención de voto de las terceras fuerzas. Además, este año se eliminaron las PASO, que hasta la elección de 2023 redujeron la oferta electoral y facilitaron la captura de voto disponible en aras del “voto útil”. La ausencia de ese filtro favorece mayor fragmentación electoral y dispersión relativa.  Sin duda, LLA y Fuerza Patria son las principales coaliciones nacionales, pero, planteada la elección de octubre como un plebiscito sobre la gestión Milei, en 11 provincias argentinas el peronismo no es la principal fuerza opositora. En esos distritos, la competencia del oficialismo se da contra partidos provinciales, alianzas locales o frentes multipartidarios que no responden al PJ ni a la lógica nacional. En seis de esos 11, el sello libertario podría perder frente a fuerzas locales o coaliciones no peronistas, pues enfrenta a rivales con fuerte arraigo territorial, estructuras consolidadas y liderazgos locales. Esto pone en duda las tendencias de las encuestas que aún después del 7 de septiembre ubican a LLA como primera minoría electoral (Atlas Intel, Trends, Management & Fit y Udesa). Por otro lado, hay cinco provincias donde el PJ gobierna y sí se enfrenta directamente con LLA: Buenos Aires, Formosa, La Rioja, Catamarca y Tucumán. En esos distritos, la polarización es nítida, pero no suficiente para definir el mapa nacional. En tanto, la provincia de Córdoba también presenta una dinámica propia que no responde a la lógica nacional. En las próximas notas de este espacio, haremos un zoom por distritos clave.

viernes, 26 de septiembre de 2025

¿Javier Milei será un "pato rengo"? A un mes de la elección, qué dicen las encuestas nacionales (nota publicada en CBA24N)

En 30 días se celebrarán las elecciones de medio término, 53 jornadas después del revés que sufrió el presidente Javier Milei con una derrota por 13,6 puntos porcentuales (pp) en la provincia de Buenos Aires (PBA), que representa casi 40% del padrón nacional. La amplitud de la victoria del panperonismo en ese distrito clave dejó planteadas varias preguntas: ¿se trasladará a las tendencias nacionales como un “efecto contagio”, La Libertad Avanza puede revertirlo o, al menos, achicar la brecha y mantenerse competitiva a nivel país? Consultora Zentrix, quien aportó una buena aproximación relativa al resultado del 7 de septiembre en PBA e identificó la tendencia ganadora del peronismo, relevó de manera online del 10 al 20 de septiembre: reportó 41,5% para Fuerza Patria vs 35,4% para LLA (gráfico arriba). La brecha de 6,1 pp es nítida, si bien está en el límite de la significatividad estadística dado el error muestral de +-/2,93%. Aunque falta un mes y hay 11,1% de indecisos, este escenario abre una ventana de potencial derrota para el gobierno nacional y complica los planes reeleccionistas de Milei, quien podría convertirse en un “pato rengo”, es decir, un presidente debilitado en lo que le queda de mandato. 

En tanto, la consultora Reale-Dalla Torre (RDT) relevó de manera digital del 10 al 15 de septiembre: el informe arrojó 36,4% para Fuerza Patria vs 35% para LLA + aliados (gráfico arriba). La brecha de 1,4 pp a favor del pan peronismo no resulta estadísticamente significativa, dado el error muestral de +/-2,5%. En este caso, la competencia queda en empate técnico, pero la serie evolutiva grafica con claridad la trepada de Fuerza Patria (subió 9,3 pp en sólo un mes) y a la vez la pendiente descendente de LLA, que cedió 4,6 pp entre febrero y agosto, y otros 3,4 pp entre ese mes y septiembre. 

El informe de RDT ensaya una aproximación alternativa, que resulta más desfavorable a LLA: considerando el impacto electoral del “escándalo de los audios”, el oficialismo lograría retener una intención de voto de 31,4% (gráfico arriba). Esa merma extra potencial de 3,6 pp lo dejaría cerca del umbral del 30%, en el mismo orden de magnitud del caudal que obtuvo en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto de 2023 y la primera vuelta de ese año. 

Con apenas matices, la última medición online de Zuban Córdoba & Asociados reportó que las sospechas de corrupción que generaron los audios ubicarían a LLA con 34,3% de intención de voto (gráfico arriba). Si bien en este caso no se relevó de manera directa la proyección de Fuerza Patria, situarse por debajo del umbral del 35% plantea nuevamente una situación de riesgo y potencial derrota para el oficialismo. 

En cambio, la última medición digital de Atlas Intel reportó casi 40% para LLA vs casi 36% para Fuerza Patria (gráfico arriba). La brecha de 4,2 pp favorable al oficialismo resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-1%, pero se reduce 2,1 pp respecto d de la medición de agosto, lo que perfila un panorama más competitivo. Asimismo, este informe arroja 3,1% de intención de voto para el PRO, que es aliado de LLA en algunos distritos pero va con lista propia en otros, lo que plantea la incógnita de si esos puntos se sumarán o no al sello violeta. 

Consultora Trends reportó una de cal y una de arena: por un lado, proyectó 42% para LLA, por encima de las mediciones anteriores; por otro, la intención de voto de Fuerza Patria ascendió al 38%. La brecha favorable al oficialismo es de 4 pp, estadísticamente no significativa dado el error muestral de +/-1,9%. El empate técnico deja la moneda en el aire: cualquiera de los dos frentes podría ganar, a 30 días de los comicios y con 7% de indecisos. El promedio de las tres mediciones comparables (que miden ambos frentes, sin el PRO aparte) arroja 38,6% para Fuerza Patria vs 37,5% para LLA, una brecha de 1,1 pp estadísticamente no significativa. Sin embargo, la tendencia se perfila desfavorable para el oficialismo, por una serie de razones: 1) el pan peronismo se ubica en el mismo orden de magnitud del resultado obtenido en octubre de 2023 por Unión por la Patria, 37% de los votos (la diferencia de 1,6 pp no resulta estadísticamente significativa 2) en cambio, tres mediciones (Zentrix, con el plus de su acierto en PBA, RDT y Zuban Córdoba) ubican a LLA en la franja del 30% al 35% de la intención de voto, no en la del 35%-40% 3) para garantizarse una victoria en octubre, el oficialismo debería superar el umbral del 40%, reeditando la performance de Cambiemos (42% en 2017) en los cinco principales distritos (pesan 65% del padrón) 4) eso implicaría 42,1% en PBA, 51% en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), 48,5% en Córdoba, 45,7% en Mendoza y 37,8% en Santa Fe. “En todos esos distritos ganó Cambiemos. Hoy, todos esos resultados suenan una utopía para LLA”, apuntó Lucas Romero, de consultora Synopsis. En las próximas notas de este espacio, repasaremos por qué. 


viernes, 19 de septiembre de 2025

Crisis económica, el común denominador de las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

El gobierno nacional atraviesa semanas de turbulencia en la economía, lo que permea en las encuestas como síntomas de crisis: según la última medición de Atlas Intel/Bloomberg realizada del 10 al 14 de septiembre, la negatividad atraviesa todos los niveles, con 49% de calificación “mala” en el metro cuadrado del elector (su situación familiar), 63% en la economía del país y 73% en el mercado de trabajo (gráfico arriba). Eso arroja un promedio de pesimismo multidimensional de casi 62%. 

A futuro, el optimismo llega a rondar un tercio de las opiniones, pero aun así queda por debajo del pesimismo, que copa 50% de las opiniones sobre la economía nacional, 42% a nivel de la situación familiar y 51% en el mercado de trabajo (gráfico arriba), para promediar casi 48% de negatividad multidimensional.  

 

Las encuestas mensuales realizadas por D´Alessio-IROL/Berensztein ya habían anticipado una ola de pesimismo creciente al cierre del primer semestre. Desde junio pasado, la negatividad va superando a la positividad por una brecha cada vez más amplia, que trepó a 19 puntos porcentuales (pp) en agosto: 59% calificó a la situación económica como peor que la del año pasado, vs 40% que la vio mejor (gráfico arriba). El optimismo tocó un pico de 54%-56% de diciembre de 2024 a enero de 2025, cuando el presidente Javier Milei cumplió su primer año de gestión, y desde febrero comenzó a caer, como grafica la serie evolutiva.  

A diferencia de la encuesta de Atlas Intel (que mostraba matices entre la evaluación de la coyuntura y la proyección a futuro), el informe de D´Alessio IROL arroja una negatividad transversal entre la situación presente y la expectativa: 57% de los electores opina que la situación económica dentro de un año será peor, vs 40% que cree que puede mejorar (gráfico arriba). La brecha desfavorable llega a 17 pp, pico desde el cambio de gobierno en diciembre de 2023.  

En este contexto, el Índice Líder (IL) que elabora el Centro de Investigación de Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) para anticipar cambios de tendencia en el ciclo económico reportó que la probabilidad de salir de la fase expansiva en los próximos meses se ubica en 98,61% (gráfico arriba): ese salto de 42,45 pp entre julio y agosto augura altísimas chances de estancamiento económico para los próximos meses. 

Al pesimismo generalizado de los sondeos realizados entre electores y el cruce de indicadores económicos de coyuntura se suma el escepticismo a nivel de los empleadores argentinos: la última Encuesta de Expectativas de Empleo de Manpower arrojó que el 27% de ellos planea aumentar su dotación de personal vs 24% que prevé disminuirlas, mientras que el 45% no realizará cambios y el 4% restante no sabe. Eso arroja una expectativa neta de empleo (ENE) de + 5% ajustada estacionalmente para el cuarto trimestre (Q4) del año (gráfico arriba). La serie evolutiva muestra una ENE que se mantuvo deprimida durante todo 2024 y lo que va del año, oscilando apenas entre el -1% y el 5%.  

Eso ubica a la ENE de Argentina como la más débil de todos los países medidos (gráfico arriba). Esto es consistente con la negativa evaluación del mercado de trabajo que reportó Atlas Intel, tanto a nivel de la coyuntura presente (73% de calificación negativa) como en las expectativas a futuro (51% de pesimismo). En síntesis, estos cuatro informes que repasamos convergen en mostrar una sensación de crisis generalizada que permea desde el nivel micro del metro cuadrado de los electores hasta las expectativas de contratación de los empleadores para el último trimestre del año y, al mismo tiempo, los datos blandos de las encuestas nacionales convergen con los datos duros de la economía en un diagnóstico de crisis.