domingo, 29 de mayo de 2011

Una primaria provincial con efectos nacionales (2)


Revisando la cobertura periodística sobre las elecciones de Santa Fe y sus repercusiones nacionales, encontré una columna de Carlos Pagni de la cual extracto el siguiente fragmento: "Las encuestas consignan una recuperación de la popularidad oficial, pero en Santa Fe se acaban de celebrar unas primarias en las que el PJ perdió un par de puntos respecto de 2009. Si esa provincia fuera una muestra expresiva del electorado nacional, nada autorizaría a descartar un ballottage".

Es un excelente ejemplo de lo que NO DEBE SER un buen análisis de opinión pública. Veamos por qué:

a) Los resultados de una interna no son trasladables a la elección general provincial: por ejemplo, en el año 2007, el candidato kirchnerista Rafael Bielsa obtuvo 20 mil votos más que el socialista Hermes Binner en la interna, y luego perdió por 200 mil votos la elección general provincial contra el mismo Binner.

b) Pagni carga las tintas en la merma del PJ, sin darle relevancia en su columna al hecho de que el socialismo sacó en esta interna 213 mil votos menos que en 2007. Evidentemente Pagni toma de manera arbitraria sólo los elementos que él cree le sirven para su bajada de línea antikirchnerista y desdeña todo el resto.

c) Pagni llega al extremo de partir de esa lectura sesgada en una provincia a extrapolar un ballotage a nivel nacional (!) que ninguna encuesta muestra actualmente. Por el contrario, hay coincidencia en que si las elecciones fueran hoy, Cristina Fernández se impondría en primera vuelta (escenario que, claro está, puede variar hasta el 23 de octubre).

Otro Carlos (Sacchetto) también derrapa en su análisis de los efectos de esa interna. Escribe: "en la mesa de arena del Gobierno nacional descuentan que el socialismo se encolumnará con disciplina detrás de su candidato, Antonio Bonfatti. Pero no piensan lo mismo del peronismo". En el resto del análisis no hay ninguna referencia a si Bonfatti podrá encolumnar los votos del radical Barletta detrás suyo, en una coyuntura de plena disputa nacional entre el socialismo y la UCR, contexto que seguramente el columnista conoce, pero prefiere ignorar olímpicamente, concéntrándose solamente en las dificultades que él percibe en el kirchnerismo. Además, no le dedica una sola línea al hecho político de que Rossi haya vencido en un espacio que hasta el 2009 venía hegemonizado por los referentes no -K. Visión sesgadísima, en fin.

Por supuesto, un analista puede tener su propia opinión y preferencias electorales, pero no puede cometer el error de dejar que las mismas nublen su juicio. El deber del analista es salir de su propio "microlima" de opinión, para saltar a un nivel superior, o al menos hacer el intento.

Intentemos ahora una lectura más seria de las repercusiones de la interna, completando el análisis de la entrada anterior.

1) Se puede deducir del resultado de la interna que serán el socialismo y la oposición justicialista las que se disputarán los comicios y chances de ser el próximo gobierno. La buena elección de Miguel del Sel no alcanza para disputar el poder: obtuvo 235 mil votos, un buen debut, pero muy lejos de los más de 600 mil que lograron las dos fuerzas mayoritarias, cada una por su lado.

2) Comparando con los resultados obtenidos en 2007, el Frente Progresista (socialismo y aliados) "perdió" unos 213 mil votos (en la anterior elección a gobernador sacó 864 mil votos y en la primaria cosechó 650 mil). Por su parte, la oposición justicialista fue la agrupación más votada: sacó unos 677 mil votos, aventajando al socialismo por unos 27 mil votos (dato que tanto Pagni como Sacchetto soslayan, por supuesto), si bien "perdió" unos 10 mil votos con respecto a 2007, cuando sumó 688 mil. Todas las "pérdidas", claro, son relativas desde la premisa de que no hay comparabilidad lineal entre elecciones internas y generales, lo que además sirve para concluir que el hecho de que la oposición justicialista haya logrado más participación en su interna que el oficialismo que gobierna esa provincia no autoriza a pensar que el socialismo vaya a perder el poder en la general de julio.

3) Dato que puede ser forzado, pero interesante: Punto.biz (sitio web de origen santafesino) hizo el cálculo de que, casi matemáticamente, la suma de lo que "perdieron" esas dos agrupaciones es igual a lo que ganó el PRO, con Miguel del Sel (logró 235 mil votos, mientras que en 2007 ni existía). El sitio evalúa que se desprende que Del Sel se quedó con más votos del socialismo que del justicialismo (justo lo contrario que piensa Sacchetto). "Está claro que, ante la paridad entre ambas fuerzas que quedó expresada ayer, la agrupación que logre que Del Sel le saque menos votos será la ganadora en las elecciones..." evaluó ese sitio web.

4) Binner jugó fuerte para Bonfatti, pero Cristina no jugó con la misma intensidad para Rossi: si eso sucede y la elección se "nacionaliza", ¿qué puede pasar? Una posibilidad es el escenario que mostraron Catamarca y Chubut, una tracción a favor del FPV. En el 2007, Rossi había perdido la interna contra Rafael Bielsa (apadrinado por el ex gobernador Jorge Obeid) y en los comicios legislativos del 2009, cuando fue por su reelección como diputado nacional, cosechó apenas el 10% de los votos, por lo que su victoria del domingo pasado es toda una revancha, más allá del resultado que logre en los comicios generales del 24 de julio.

Rossi ya adelantó lo que podría ser un eje de campaña "nacionalizada" de cara a la generales: “Se pondrán en juego dos modelos de gestión”, dijo el diputado alineado con la Casa Rosada, quien buscará capitalizar la imagen positiva de la presidenta en la provincia, además de tratar de contar con su presencia durante la campaña. “Nosotros vamos a proponerle a los santafesinos que en los próximos cuatro años tiene que existir un modelo de gestión cercano a Cristina Fernández de Kirchner”.

Habiendo hecho una muy buena elección, el rafaelino Omar Perotti (terminó segundo en la interna de ese espacio, con más de 200 mil votos, una buena parte de ellos de origen reutemistas y obeidistas) evaluó que “ganó el justicialismo” y añadió “ahora todos con fuerza vamos a respaldar a Rossi”. También se puso a disposición de Rossi el kirchnerista Rafael Bielsa (terminó tercero con 192 mil votos en la interna del PJ santafesino).

Otra alternativa, en sentido contrario, es que un "desembarco" de Cristina en Santa Fe resulte contraproducente para Rossi. Una hipótesis de este tipo descansa en un razonamiento que tiene más o menos la siguiente lógica: si bien Del Sel aparece como una figura más opositora al modelo nacional que Bonfatti, como el PRO está lejos de ganar, si se percibiera que Cristina podría capitalizar un triunfo de Rossi en la provincia podrían activarse los votantes "anti K" en una corriente de "voto útil" (dejando de votar por el candidato del PRO y transfiriéndo sus votos al candidato socialista). Sin afinidad ideológica con Bonfatti, podrían votarlo sólo para que no gane Rossi y Cristina no capitalizara un nuevo triunfo en un distrito decisivo.

Otra incógnita la plantean los electores (poco más de 11 mil) que votaron por el peronista federal Juan Carlos Mercier, de perfil antikirchnerista y antibinnerista, segmento que a priori podría transferirse a la candidatura por el PRO de Miguel Del Sel, si es que Rossi no logra aglutinar detrás de su candidatura todos los votos peronistas con una amplia convocatoria.

5) El socialismo mantiene un estado deliberativo, en medio de los tironeos con la UCR, lo que puede tener serias repercusiones en las chances del oficialismo para retener la provincia de Santa Fe frente a la oposición justicialista liderada por el kirchnerismo y en el armado político para competir a nivel nacional con el Frente para la Victoria.

La semana pasada, el senador radical Gerardo Morales dio por muerto un posible acuerdo electoral con el gobernador santafesino Hermes Binnner y suspendidas las negociaciones iniciadas con el Partido Socialista para conformar un Frente Progresista a nivel nacional (en el momento del anuncio, el jujeño Morales estaba flanqueado por Willy Hörst, asesor y familiar de Alfonsín, una suerte de metamensaje). Desde la UCR rechazan que el socialismo liderado por Binner les marque la cancha y resista un acuerdo electoral con Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires, y creen que esa resistencia se refuerza con la declaración de Binner acerca de sus deseos de ser candidato a presidente, luego del holgado triunfo en la primaria provincial. La UCR insiste en impulsar un acuerdo con de Narváez, otros peronistas federales, macristas y hasta tanteos con Graciela Ocaña (ex ARI y ex ministra de Cristina Fernández, ahora cercana a de Narváez, aunque hasta hace poco sonaba como eventual candidata vice de Solanas en la fórmula para jefe de gobierno en Capital Federal).

En fin, mucha confusión todavía en la oposición, y serios problemas en el radicalismo, con un viraje pragmático que, como lo dijimos, tiene su lógica desde el marketing electoral ("correrse al centro" del electorado, después de la defección de Sanz y Cobos) pero que le está ocasionando fuertes costos desde el armado político: la UCR ya se quedó sola con Silvana Giúdice como candidata apenas testimonial en Capital Federal (el socialismo cerró con "Pino" Solanas) y no sólo corre el riesgo de perder a los socialistas en el camino de su negociación con Francisco de Narváez, sino también de quedarse sin los votos del GEN (que lidera Margarita Stolbizer) en la provincia de Buenos Aires.

Encima, la foto del 2009 cambió: de ser Francisco de Narváez el candidato anti -K con venia del duhaldismo, ahora se lanzó Graciela Camaño (la del cachetazo a Carlos Kunkel y esposa de Luis Barrionuevo), lo que puede drenarle votos al empresario de origen colombiano. Sin embargo, la UCR y Alfonsín se empecinan: «No hay posibilidad de lograr un proyecto progresista sin competitividad en la provincia de Buenos Aires», es su caballito de batalla.

sábado, 28 de mayo de 2011

Nota publicada en La Voz del Interior

Sumar beneficios para mejorar la motivación
Tendencias y herramientas de gestión del capital humano que marcan el camino a seguir. Complementos que contribuyen a mejorar la calidad de vida.

10/04/2011 00:02 | Norman Berra (Especial)

El último verano confirmó que las empresas, de manera creciente, vienen tratando de innovar en cuanto a beneficios para mejorar la motivación del personal: entre las ventajas más utilizadas por las grandes compañías en esos meses se destacan, por ejemplo, permiso para vestir “casual”, horarios reducidos, vacaciones adicionales y pago de cuotas de gimnasios o de colonias de vacaciones para los hijos de los empleados (e incluso pasantías).

Por caso, los empleados de Mercado Libre cuentan con “vacaciones suplementarias”, un día adicional de vacaciones por cada año trabajado en la empresa de ventas por Internet. También aplican la política de “casual every day”, que permite ir a trabajar con jeans, remeras y zapatillas en cualquier día de la semana (no sólo el viernes). La firma también cuenta con horario flexible y gastos cubiertos para colonias de verano, entre otras acciones que apuntan a mejorar el clima laboral en una estación en la que trabajar requiere de un esfuerzo adicional.

Link a nota completa:
http://www.lavoz.com.ar/suplementos/negocios/sumar-beneficios-para-mejorar-motivacion

Una primaria provincial con efectos nacionales (1)


La victoria del kirchnerista Agustín Rossi (271 mil votos) en la interna justicialista santafesina señala un cambio en la correlacíón de fuerzas de ese espacio en la provincia, más allá de que en esta ocasión Carlos Reutemann (el referente excluyente de los justicialistas no K, sobre todo en ese distrito), se haya mantenido al margen de la contienda.

A priori, a Rossi le debería resultar relativamente sencillo encolumnar detrás suyo a los votos que obtuvo el candidato que salió tercero en la interna de ese espacio, el también kirchnerista y ex canciller Rafael Bielsa (192 mil votos). La pregunta es qué puede suceder con los votos de los candidatos del PJ "no K". Una posibilidad que podría perjudicar a Rossi es que ellos apuesten a la candidatura de Miguel del Sel (del PRO) a gobernador, a sabiendas de que no sería una candidatura para ganar sino para que otro pierda (restarle votos al referente kirchnerista en la elección a gobernador).

Si pesaran más las chances de integrar una mayoría con vocación de recuperar el gobierno de Santa Fe arrebatándoselo al socialismo y discutir después el reparto de poder, el justicialismo se encolumnaría mayoritariamente detrás de Rossi (incluidos los 203 mil electores que en la interna sufragaron por el intendente de Rafaela, Omar Perotti, y los 11 mil que votaron por Juan Carlos Mercier, ambos candidatos distantes del kirchnerismo); por el contrario, si inciden más los resquemores internos entre justicialistas K y no K, en ese caso los segundos (o al menos aquellos definidamente antikirchneristas) preferirían que Rossi no gane la elección y jugarían para del Sel (o, en su defecto, no se movilizarían para votar en las generales del 24 de julio).

Las próximas semanas deberían arrojar señales en uno u otro sentido. Una pista probable podría rastrearse en las declaraciones que hizo el senador Carlos Reutemann al votar en las internas, en las que dio por supuesta la candidatura de Cristina Kirchner a la reelección y dijo que el Peronismo Federal "ya fue".

¿Un guiño al kirchnerismo? Hay que considerar que, para estas elecciones primaras, Reutemann no se inclinó por ningún candidato a gobernador del peronismo disidente, que luego de intensas negociaciones acordó ir junto al Frente Para la Victoria en una misma propuesta, a diferencia de lo sucedido en las últimas elecciones legislativas en la provincia (cuando Rossi fue el candidato K y Reutemann el disidente). Esto podría ser una señal de unidad de cara a las elecciones generales de gobernador.

En esa línea, el candidato a gobernador victorioso por el Frente Santa Fe para Todos, Agustín Rossi, advirtió hoy que “ahora empieza a otra elección” en la provincia y aseguró que su convocatoria para “trabajar en forma conjunta” a los dirigentes justicialistas también incluye al senador Carlos Reutemann. Por otro lado, de cara a la general, un justicialismo alineado podría apostar a la carta más fuerte que tiene el Frente para la Victoria: el papel de Cristina Fernández como electora, que tan buenos dividendos le rindió en Catamarca y Chubut (que, a propósito, completa su traumática elección a gobernador mañana).

Si el panorama tiene sus complicaciones para Rossi, por otro lado, el frente que gobierna la provincia y lidera el socialismo tampoco la tiene fácil. El delfín de Binner, Antonio Bonfatti, se impuso en la interna junto a Jorge Henn con el 44,9% (291 mil votos), asegurándose la candidatura por el oficialismo. Sin embargo, Bonfatti ya contó con el apoyo decisivo del gobernador Hermes Binner para estos comicios, mientras que su contrincante Rossi aún puede apelar a la figura de Cristina en un eventual apoyo abierto y explícito en campaña electoral (aunque no exento de riesgos).

No obstante, la peor amenaza para las chances de Bonfatti no se agotan en su contrincante Rossi sino en la feroz interna con el radicalismo, que no sólo juega internamente en la provincia sino que ya asume proporciones críticas a nivel nacional. Si bien puede darse casi por descontado que Bonfatti logrará encolumnnar los 152 mil votos que obtuvo el candidato alternativo del socialismo, Rubén Giustiniani, habría que ver si le resulta fácil captar aquellos votantes que optaron por el candidato radical en la interna, el intendente de la ciudad de Santa Fe, Mario Barletta (201 mil votos, el segundo más votado en la primaria oficialista).

Barletta, que realizó una buena elección, declaró después de la interna que sin el radicalismo "no habrá triunfo en Santa Fe en las elecciones del 24 de julio”. ¿Amenaza, apriete, desafío para negociar espacios? Puede que también incida la dimensión nacional, una suerte de presión para que Binner sea compañero de fórmula de Alfonsín (el diputado radical apoyó a Barletta en la interna, lo mismo que Elisa Carrió).

Esta semana, el candidato a presidente del radicalismo, Ricardo Alfonsín, lanzó un ultimátum a los socialistas que lidera el mandatario santafesino Hermes Binner. "Que digan públicamente si están con nosotros o con ellos", bramó, en referencia a la resistencia que muestra el socialismo a la alianza que Alfonsín impulsa en provincia de Buenos Aires con el empresario y diputado nacional Francisco de Narváez, figura que Binner y Margarita Stolbizer del GEN consideran como límite para un acuerdo nacional con la UCR.

Alfonsín recela de Proyecto Sur de Fernando "Pino" Solanas, quien sostiene sus esfuerzos para convencer a Binner de ser candidato presidencial por un binomio de centroizquiera, desairando así al diputado radical. Esta semana, "Pino" explicitó su apoyo a la postulación de Binner a la primera magistratura. "Nosotros estamos apoyando a Binner para que sea candidato a Presidente. Uno no transforma la Argentina ni vence en una sola elección. Hay que mirar a largo alcance, y el país no tiene destino si no genera una tercera fuerza. Por eso les venimos diciendo a los socialistas que ir de cola con los radicales es repetir los errores del pasado. Acá hay que armar un espacio nuevo".

Mientras Julio Cobos y Ernesto Sanz eran probables candidatos presidenciales radicales, Alfonsín se diferenciaba de ellos defendiendo un frente progresista para octubre. Sin embargo, una vez que ambos contricantes se bajaron de sus aspiraciones, el hijo del ex presidente se dio un baño de pragmatismo que tiene su lógica desde el marketing electoral, pero que le está pasando factura en el armado político.

De insistir Alfonsín con esta movida, el socialismo y el GEN podrían impulsar un candidato presidencial propio, quizás el propio Binner, desinflando así las posibilidades de Alfonsín frente a la candidatura natural del oficialismo, Cristina Fernández de Kirchner, quien según encuestas recientes de Ipsos-Mora y Araujo trepa al 51% de la intención de voto, superando por más de 40 puntos porcentuales a Alfonsín.

Una ruptura con el socialismo a nivel nacional, en esta coyuntura, sería perjudicial para Alfonsín, pero también complicaría las chances del socialismo de retener el poder en la provincia de Santa Fe.

miércoles, 25 de mayo de 2011

El oficialismo a un año del Bicentenario


Un año atrás, los festejos del bicentenario instalaban en el país un clima de optimismo, alimentado además por una palpable recuperación económica después de la crisis del 2009 y anticipando también la euforia mundialista. Actualmente, se experimenta todavía en el país un evidente efecto de arrastre de ese optimismo, lo que otorga, al menos coyunturalmente, una franca ventaja para la continuidad del oficialismo en el poder.

En este sentido, una encuesta realizada por Isonomía Consultores tras la defección a la carrera presidencial de Fernando "Pino" Solanas y Mauricio Macri arrojó que el 41,2% de los electores votaría por Cristina Fernández de Kirchner si las elecciones fueran ahora. Le siguen el radical Ricardo Alfonsín (con 12,6%) Eduardo Duhalde por Unión Popular (10,1%) y Elisa Carrió de Coalición Cívica (8,0%). Hermes Binner alcanza 5,6%, Alberto Rodríguez Saá 5,4% y Felipe Solá 2,3%.

Con esto, el oficialismo aventaja por más de 28 puntos porcentuales al candidato de la UCR, lo que le permitiría vencer en primera vuelta con holgura. El estudio se llevó a cabo en todo el país entre el 14 y el 17 de mayo por medio de entrevistas telefónicas asistidas en centros urbanos mayores a 20.000 habitantes, totalizando 1.900 casos efectivos ajustados por cuotas censales de sexo, edad y nivel educativo. Entre los matices más destacados, sobresale que la intención de voto de la Presidenta concentra sus principales fortalezas en los jóvenes, los segmentos de nivel socioeconómico bajo y medio-bajo, el conurbano bonaerense y las zonas del NOA, NEA y la Patagonia.

Otra medición posterior a la decisión de Mauricio Macri y Fernando “Pino” Solanas de competir por la Capital, la del CEOP, arrojó que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner amplía su diferencia en la intención de voto de cara a las elecciones presidenciales del 23 de octubre: alcanza un 47,7%, y considerando todavía hay un diez por ciento de indecisos, esa consultora estimó que la Presidenta podría superar el 50% de los votos si los comicios fueran ahora. Ricardo Alfonsín suma 19,3%, Elisa
Carrió 5,8%, Alberto Rodríguez Saá 4,8%, Eduardo Duhalde 4,5%, Hermes Binner 3,4%, un 4,4% no votaría o lo haría por otros candidatos y un 10,1% no responde o no sabe.

Roberto Bacman, titular del Centro de Estudios de Opinión Pública, remarcó que "tiene una imagen en crecimiento, pero, además, estable. Ya a finales de 2009 se empezó a notar la mejoría. La gente que opinaba bien de ella ya superaba entonces el 40 por ciento. Con el Bicentenario hubo un crecimiento al 51 por ciento (...) con la muerte de Néstor se produjo un salto inicial de 10 puntos y hasta llegó al 65 por ciento. Hoy está estabilizada la opinión positiva entre el 62 y 63 por ciento”.

El sondeo del CEOP se efectó durante la semana pasada, entrevistando telefónicamente a un total de más de mil personas de todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.

Bacman evaluó que el estudio muestra que la retirada de Solanas y Macri del escenario nacional aún no conforma un panorama de polarización entre el oficialismo y una figura opositora que se despegue del resto de las opciones con nitidez. "El razonamiento era el siguiente: sin Macri y sin Solanas hay casi un único candidato opositor, Ricardo Alfonsín, que treparía mucho en la intención de voto. La realidad es que esto no ocurre, porque buena parte de los votos que dejaron de ir a Macri y Solanas van a Cristina. Por supuesto que hay un crecimiento de Alfonsín, porque hay un espacio vacío. No hay otro, piensan algunos anti K. La realidad es que Alfonsín creció unos siete puntos y Cristina cuatro. Pero también Cristina se nutre de votantes que iban a ir a Pino Solanas, de manera que ella termina saliendo beneficiada. Y, atención, que si terminara surgiendo una candidatura como, por ejemplo, la de Felipe Solá, seguramente le va a restar a Alfonsín. Un dato más: la decisión de Macri de bajarse no benefició hasta ahora a Eduardo Duhalde, que quedó muy golpeado por la escandalosa interna del Peronismo Federal”.

En cuanto a la imagen de los dirigentes, el titular del CEOP destacó que la Presidenta mantiene una alta opinión positiva y se redujeron las opiniones negativas, en tanto que Ricardo Alfonsín tiene una opinión positiva del 45% pero un menor desempeño en intención de voto, porque lo afectan las percepciones de la opinión pública respecto de las limitaciones del radicalismo y del propio Alfonsín a la hora de gobernar. En el caso de Eduardo Duhalde, alcanza la mayor imagen negativa (70%).

Ya el año pasado en una entrada ad hoc anticipamos que la gobernabilidad sería un eje crucial de cara a las elecciones presidenciales de este año. Ese eje, el hecho de que hoy el oficialismo ofrezca más certezas que la oposición, y el proceso de recreación de expectativas desarrollado desde el año 2010 y reimpulsado a partir del deceso de Néstor Kirchner son factores clave para entender el actual clima de opinión.

Por su parte, según la consultora Poliarquía, Cristina Kirchner ostenta una imagen positiva del 58%, un nivel similar al de 2007, cuando fue electa presidente. Se trata de la cifra más alta en sus cuatro años de mandato. El peor registro presidencial fue el 19% en julio de 2008, al final del conflicto con el campo por las retenciones móviles.

El estudio destaca que cuando el 27 de octubre de 2010 el ex presidente Néstor Kirchner falleció, la imagen positiva de Cristina Kirchner era del 36% por ciento, y al mes siguiente, esa cifra trepó al 55%, acelerando así la recuperación que el oficialismo venía mostrando en las encuestas a lo largo de todo el año 2010, en un marco político donde el gobierno nacional mantuvo el dominio de la agenda y la iniciativa política y en un contexto económico caracterizado por sólidos indicadores de producción y consumo.

Ese cóctel, destacan los analistas, es crucial para entender el éxito del "modelo" K: "no se entenderá el período de los Kirchner sin asumir que si bien fue el primer gobierno en muchos años que encontró un contexto económico ventajoso, a eso le sumó una audacia política poco vista. Atribuir todo a la suerte es miopía intelectual" escribe Eduardo Fidanza, director de Poliarquía. "Nunca ocurrió, en 25 años de democracia, que un presidente cayera abruptamente en las encuestas, perdiera las elecciones de medio término y luego enfrentara su reelección con indicadores favorables de apariencia decisiva. Un solo dato asombra: apenas el 6% de la población prefería hace un año que el próximo presidente fuera Cristina; hoy manifiestan ese deseo el 42% (...) Otra vez se erraría si se quisiera explicar la lozanía de Cristina sólo por la muerte de su esposo. El fin de Kirchner sucedió cuando el Gobierno se reponía, en consonancia con una recuperación económica inusual. El shock carismático empalmó con esa tendencia y contribuyó a reforzarla, agregando nuevos ingredientes al liderazgo presidencial".

lunes, 23 de mayo de 2011

Ecos de la interna en Santa Fe


Antonio Bonfatti, el candidato que el gobernador Hermes Binner ungió para la sucesión, se adjudicó la victoria en el Frente Progresista Cívico y Social con el 45% de los votos. Le siguieron el radical Mario Barletta, intendente de Santa Fe (31%) y el senador nacional Rubén Giustiniani (23%).

Con este resultado, Binner consolida su papel de "gran elector" en la provincia y reafirma que el es el líder natural del espacio; su desafiante interno, Giustiniani, que había encabezado la lista para las legislativas nacionales del 2009 y perdido por un puñado de votos frente a Carlos Reutemann, sufre ahora una derrota interna, lo cual merma su ambición de liderazgo o al menos lo obliga a postergar sus planes en ese sentido. Barletta, a su turno, hizo una buena elección, pero hay que considerar que no enfrentó a un socialismo unido sino dividido, y aún así Binner logró imponer a su candidato con relativa comodidad. Eso fortalece a Binner frente a Ricardo Alfonsín (que había apoyado a Barletta, al igual que Elisa Carrió). Es sabido que el candidato presidencial de la UCR quiere al socialista como compañero de fórmula, aunque otros dirigentes como el titular de Proyecto Sur, Fernando "Pino" Solanas, aspiran a que Binner encabece una fórmula de centroizquierda.

En valores absolutos, en la interna del Frente Progresista Bonfatti obtuvo 292.487 votos, Barletta 201.164 votos, el senador Giustiniani 152.012 y el radical Luis Cáceres apenas 5.015 votos.

Aunque queda todavía la prueba decisiva de la elección general del 24 de julio (donde Bonfatti tendrá que enfrentar y vencer al principal opositor, Rossi) Binner cobra con este triunfo vigor para sostener desde una posición más firme la negociación a nivel nacional con la UCR. En este sentido deben leerse las declaraciones de Bonfatti posteriores a la victoria en la interna: “Primero tenemos que definir el proyecto del país que queremos y las coincidencias alrededor de eso. Hay sumas que pueden llegar a restar” (...) Ya ocurrió con la Alianza, primero hay que definir el proyecto y después las candidaturas”, completó para luego dar los nombres de los posibles aliados electorales, excluyendo de esa lista al diputado Francisco De Narváez. “Proponemos (un acuerdo) a nivel nacional con (Ricardo) Alfonsín, con (Margarita) Stolbizer, con (Fernando) Solanas, con Luis Juez y con (Víctor) De Gennaro. Creemos que no vamos a coincidir con el proyecto de De Narváez”, sostuvo.

De cara a la elección general de gobernador, Bonfatti evaluó: “Compito con Rossi, es el adversario que más votos ha sacado. Lo de Del Sel es la expresión de ese espacio político que faltaba, luego del retiro de otros candidatos”. Cabe recordar que hasta la victoria de Binner en el 2007, el PJ había gobernado esa provincia durante varios mandatos consecutivos, por lo que se anticipa que la polarización se hará entre ambos frentes, quedando el PRO relegado de la pelea principal y además sin Mauricio Macri como anclaje nacional, a partir de su decisión de ir por la reelección en Capital Federal.

En la interna del Frente Santa Fe Para Todos se impuso Agustín Rossi, el jefe de la bancada kirchnerista en Diputados, con 40% de los votos, seguido por el intendente de Rafaela, Omar Perotti (30%) y el ex canciller Rafael Bielsa (28%). Rossi es el más kirchnerista de los candidatos que se presentaron a esa interna, por lo que su triunfo implica para la Casa Rosada un activo político mayor que si se hubiera impuesto Perotti, un intendente que en la crisis del campo tomó distancia del gobierno nacional.

Por su parte, Miguel Del Sel del PRO hizo una buena elección para las expectativas previas (alrededor del 13% de adhesión ) aunque sin competidores internos, lo que le permitió la licencia de realizar una función teatral mientras tenía lugar el recuento de votos.

La asistencia a votar fue de 72,54%, guarismo alto para elecciones internas. El sistema de boleta única (distinto al que se prevé utilizar en Córdoba, aunque comparten la denominación y parte de la mecánica) demoró el escrutinio, ya que en cada mesa se debían escrutar cinco urnas, una por cada categoría que compitió este domingo (gobernador, vice, senador y diputado provincial, concejal e intendente) pero no generó dudas sobre la transparencia del proceso, a diferencia del escándalo que tuvo lugar el 20 de marzo en Chubut (esa provincia completará sus comicios este domingo 29 de mayo).

De cara a los comicios generales, una clave es la incidencia que tiene el distrito de mayor importancia en la provincia, la ciudad de Rosario, donde reside cerca del 37% por ciento del padrón electoral. El Gran Rosario es una de las áreas de Argentina donde más se redujo la desocupación en los últimos años: muy golpeada durante la década del ´90, la ciudad y su zona de influencia son el segundo aglomerado urbano donde más bajó la tasa de desempleo, con una diferencia interanual de casi 4% en el primer trimestre del año, según el Indec.

Los datos recogidos durante los meses iniciales de este año en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) refieren que el 7% de la población económicamente activa en el área de Rosario se encuentra desocupada. En la comparación con el mismo período de 2010, el indicador solamente registró un descenso mayor en Viedma y Carmen de Patagones (4,6%), mientras que el sector de Gran Tucumán y Tafí Viejo también se ubicó cerca de los 4 puntos porcentuales.

El resto de los indicadores referidos al Gran Rosario expresan una leve recuperación en la tasa de personas económicamente activas (46,4% frente a la marca de 45,9% relevada hacia fines del año pasado). Asimismo, el nivel de subempleo llegó a los 8,9 puntos, cerrando un descenso superior al 2% respecto del mismo período de 2010.

El segundo distrito en importancia es la ciudad capital, Santa Fe, donde podrán votar 388 mil personas, que representan poco más del 15% del padrón.

sábado, 21 de mayo de 2011

Santa Fe se apronta para el test del domingo 22


Días pasados resaltamos la importancia de esta elección, que no sólo es decisiva en la competencia por la gobernación de esa provincia, sino por las repercusiones nacionales que pueden derivarse de ella.

Tres sondeos recientes adelantan un resultado parejo, principalmente en la interna del oficialista Frente Progresista (gobierna la provincia una coalición entre el socialismo y la UCR, además de otras fuerzas, y lidera el socialismo el gobernador Hermes Binner) que disputarán el ministro Antonio Bonfatti (delfín de Binner), el senador Rubén Giustiniani (en abierto desafío al gobernador) y el intendente de Santa Fe, el radical Mario Barletta (apoyado por Ricardo Alfonsín y Elisa Carrió), además de otro radical, Luis "Changui" Cáceres, en principio sin chances.

Según una encuesta telefónica realizada la semana pasada por la Universidad de La Matanza entre 1.002 votantes, Bonfatti se impondría en la interna del Frente por 44,41%, seguido de Giustiniani (31,67%) y Barletta (23,60%). En cambio, la consultora Aresco (que mide para el precandidato kirchnerista Agustín Rossi) anticipa una victoria de Bonfatti, el delfín del gobernador Hermes Binner, pero le adjudica el segundo lugar al radical Barletta y relega a Giustiniani a un tercer puesto (Aresco relevó 2.506 casos telefónicos entre el 12 y el 15 de este mes).

El senador nacional Giustiniani, a su turno, encargó su propio sondeo de intención de voto, realizado en forma domiciliaria por la licenciada Victoria Soda para la firma P&P entre el 13 y el 15 de mayo (muestra de 2.345 casos). Según este estudio, Giustiniani obtendría el 20,3% por ciento de los votos de la interna del oficialismo local, ante un 15,2% por ciento de Bonfatti y un 11,3% de Barletta, todos guarismos ostensiblemente más bajos que los registrados por las consultoras antes mencionadas.

Bonfatti y Giustiniani eligieron la capital provincial para realizar sus actos de cierre, en tanto que Barletta recorrió varias ciudades del interior. Una victoria de Bonfatti, sobre todo si se da en un marco de buena concurrencia de electores, fortalecería la posición de Binner en una eventual negociación con la UCR para la definición de las fórmulas nacionales, aunque por supuesto queda el paso definitorio que es revalidar esa primacía en la elección provincial general del 24 de julio, reteniendo la provincia para el oficialismo gobernante frente el desafío del kirchnerismo y sus aliados del PJ santafesino. Por el contrario, si Bonfatti no vence en la interna, Binner quedará seriamente afectado en sus chances de negociación a nivel nacional.

Por otro lado, en la interna del Frente Santa Fe Para Todos (en el que concurren el PJ santafesino y el kirchnerismo con su sello habitual, el Frente para la Victoria) las tres encuestas mencionadas anticipan un triunfo del jefe de la bancada de diputados nacionales del kirchnerismo, Agustín Rossi, aunque difieren en el segundo puesto. Según P&P, Rossi se impondrá con el 17,2% de los votos frente al ex canciller Rafael Bielsa (12,2 %) y el intendente de Rafaela, Omar Perotti (6,4%).

Por su parte, el sondeo de la Universidad de La Matanza coincide en las posiciones de los candidatos, en tanto que según Aresco, Rossi se impondría pero Perotti quedaría en segundo término, superando a Bielsa por 1,3 puntos. En la semana decisiva, Rossi estuvo en Rosario junto al movimiento Evita y Perotti en su bastión, Rafaela. De confirmarse la victoria de Rossi, si se da en un marco de buena concurrencia de votantes, el kirchnerismo confirmaría su recuperación en esa provincia que le fue esquiva en las legislativas del 2009, aunque falta por supuesto el test decisivo de la general de julio.

Para los mismos encuestadores, el candidato del PRO, Miguel Torres Del Sel, obtendría entre 7,04 y 9 puntos.

La elección también es interesante por el debut de la boleta única (en la que el elector deberá marcar el candidato elegido con un bolígrafo sobre papel) hace que las tendencias de los cargos a gobernador no puedan ser linealmente extrapoladas a las demás categorías que se definen este domingo (las internas partidarias, abiertas, simultáneas y obligatorias definirán los competidores por el máximo cargo en los comicios generales de la provincia del 24 de julio, además de senadores, diputados, intendentes y concejales) a diferencia de lo que sucedía con la tradicional boleta "sábana", que sí traccionaba con efecto de “arrastre”.

En los últimos días, las demoras que el voto con boleta única podría ocasionar en el escrutinio dieron pie a algunos cruces. La experiencia, seguramente, será mirada con atención desde Córdoba, que apuesta a utilizar el mismo sistema en la elección de gobernador del próximo 7 de agosto. Veremos qué sucede este domingo en la provincia vecina, y esperemos que la transparencia del acto no se vea empañado como sucedió en Chubut, que definirá su próximo gobernador en elecciones complementarias el domingo 29 de mayo.

martes, 17 de mayo de 2011

Santa Fe, internas con repercusiones nacionales


Este domingo 22 de mayo Santa Fe celebra elecciones internas con un nuevo instrumento, la boleta única, reemplazando al tradicional voto sábana (similar reemplazo prevé utilizar Córdoba en su elección de gobernador del 7 de agosto). Santa Fe es un distrito de importancia no sólo por su peso electoral sino porque allí gobierna el Partido Socialista, liderado por Hermes Binner, en un frente junto con el radicalismo, confluencia que sin embargo atraviesa una coyuntura problemática.

Hemos dedicado ya un par de entradas a la disputa por el armado político entre el socialismo y la UCR desatada a partir de la intención de Ricardo Alfonsín de impulsar un acuerdo con Francisco de Narváez en provincia de Buenos Aires. Repasaremos, de todos modos, los datos centrales: en ese armado, el empresario y diputado sería candidato gobernador compensando la debilidad de la UCR en ese distrito y acompañaría la candidatura presidencial de Alfonsín, ya que el primero carece de un candidato presidencial propio. Dicha movida es resistida desde el socialismo y el GEN, que rechazan a de Narváez por incompatibilidad con el perfil progresista de centroizquierda que se pretendía para ese frente opositor (y que el propio Alfonsín promovió, antes del giro posterior a haber quedado como único candidato radical.

Ambas fuerzas, casi en un acto de repudio, acaban de dejar afuera al radicalismo de un acuerdo celebrado en Capital Federal con Proyecto Sur de Pino Solanas, condenando a la candidata radical Silvana Giúdici a una pobre performance electoral y dando a Solanas elementos para insistir en que el socialismo y el GEN deben olvidarse de hacer un frente con el radicalismo y en cambio impulsar la candidatura presidencial del gobernador santafesino, Hermes Binner.

En este contexto, el resultado de las internas de este domingo en Santa Fe puede tener repercusiones nacionales clave, porque las tensiones del armado nacional también tienen repercusiones fronteras adentro de la provincia y porque a su vez del resultado de la interna pueden derivarse reacomodamientos del escenario nacional. Recordemos que en Santa Fe ganó el justicialismo disidente con Carlos Reutemann en las elecciones legislativas de junio de 2009, y a los pocos meses el socialismo triunfó en elecciones provinciales con Hermes Binner poniéndole el cuerpo a la campaña. Resultados dispares con apenas meses de diferencia confirman claramente que hay un segmento de voto fluctuante (no alineado partidariamente) que define cada elección, tendencia creciente en los procesos electorales en las últimas décadas.

Pero el frente entre el socialismo y el radicalismo no atraviesa sólo vicisitudes nacionales, sino también distritales: mientras Binner impulsa a su ministro de gobierno Antonio Bonfatti para la sucesión, el radical Mario Barletta, intendente de Santa Fe, sostiene una candidatura propia a la gobernación (la que es apoyada por Ricardo Alfonsín y Elisa Carrió), y otro tanto hace el socialista Rubén Giustiniani (derrotado por pocos votos por Reutemann en 2009, cuando aún sostenía su alianza con Binner).

Encuestas recientes (una realizada por el Centro de Estudios Municipales y Provinciales -Cemupro-, que lidera la licenciada Nora Ventroni, y la segunda por Ipsos-Mora y Araujo) señalan que el candidato del gobernador Hermes Binner, Antonio Bonfatti, aventaja a su competidor Rubén Giustiniani dentro del Frente Progresista, Cívico y Social. Una victoria de su delfín en la interna de esa fuerza consolidaría el poder de Binner como elector en la provincia y le daría vigor de cara al desafío mayor que será la elección general de gobernador de la provincia (ya que Binner, por imperio de la constitución provincial, no puede ir a reelección), pero probablemente no se termine de definir qué sucederá con el armado nacional hasta que no se sepa si el socialismo retiene efectivamente la provincia. Aunque Solanas reclama una definición al respecto (Pino pretende que el socialismo rompa con la UCR y proclame a Binner como candidato presidencial, dándole a un frente de centroizquierda la candidatura nacional que perdió con la decisión del cineasta de ir por la jefatura de gobierno en Capital Federal) Binner se ha mostrado prudente y menos dispuesto a una ruptura con la UCR que la otra pata de ese frente, el GEN de Margarita Stolbizer.

En cambio, si el candidato de Binner perdiera (este domingo en la interna, o más tarde en la elección general) las chances de una candidatura presidencial del gobernador socialista descenderían dramáticamente.

Por otra parte, dentro del Frente para la Victoria, las tendencias indican que Agustín Rossi aventaja a Rafael Bielsa y al intendente rafaelino Omar Perotti (que sin embargo dice apostar todo a una remontada final). El jefe de la bancada de diputados del Frente para la Victoria conseguiría según el primer estudio citado el 48% de los votos en la interna, mientras que Rafael Bielsa obtendría el 25% por ciento y Omar Perotti el 22%. Por su parte, el estudio de Ipsos arroja también una amplia ventaja a favor de Rossi (47% de intención de voto dentro de la primaria) pero con Bielsa a menos distancia (33%) y Perotti muy alejado (18%).

El Cemupro también indagó acerca de los niveles de participación en las internas. Según ese estudio, casi el 40% de los santafesinos afirma que votará en la interna del Frente Progresista Cívico y Social (socialismo y aliados), mientras que el 38% por ciento sostiene que lo hará en la primaria del Frente Santa Fe para Todos (PJ-Frente para la Victoria). Eso sugiere que la lucha por la gobernación podría ser muy pareja entre ambas fuerza.

En cambio, sólo el 10% de los consultados anuncia que participará de la primaria del PRO, un dato que perjudica a Miguel del Sel, quien abandonó Midachi para arroparse en la fuerza de Mauricio Macri pero que se ha quedado sin ancla nacional con la decisión del jefe de gobierno porteño de ir por la reelección.

sábado, 14 de mayo de 2011

El armado político en la oposición (2)


Finalmente, Mauricio Macri se definió por la ministra de Desarrollo Social porteño como su candidata a vicejefa de Gobierno por el PRO, María Eugenia Vidal, quien prontamente se alineó con el líder del espacio en su admisión de que "es probable" que la fórmula que integran vaya a una segunda vuelta en las elecciones del distrito del próximo 10 de julio.

La lectura política de la definición del binomio sería que Macri busca darle un perfil social a la fórmula, tomando nota de que enfrenta en el distrito Capital a un kirchnerismo en ascenso (aunque sin candidato definido) y a Proyecto Sur, liderado por Pino Solanas, y ambas fuerzas opositoras tienen buena llegada al electorado de centroizquierda. En esa línea, puede leerse el discurso de Vidal, remarcando que "hoy tenemos la tasa de mortalidad infantil más baja de la historia de la Ciudad; hay más centros de salud; hemos iniciado la primera etapa del hospital de Lugano; y hemos duplicado el número de camas que cada noche le ofrecemos a quienes no tienen a donde ir a dormir".

Sin embargo, el PRO no sólo está pendiente de la difícil contienda en Capital, sino también de las vicisitudes del armado político nacional y bonaerense. Respecto al primer ámbito, luego de la decisión de Macri de encarar la disputa por la reelección en la ciudad de Buenos Aires, el jefe del bloque de Diputados del PRO, Federico Pinedo, ratificó que el macrismo evalúa lanzar una fórmula propia o combinada con el peronismo opositor y aseguró que, si lo hace, Michetti "va a acompañar". Se busca así evitar la posibilidad de que el espacio quede acéfalo en las elecciones presidenciales de octubre, con dos variantes (una fórmula presidencial del PRO que incluya a Pinedo y a Michetti u otra que lleve al diputado peronista Felipe Solá acompañado también por la legisladora macrista).

En cuanto al distrito bonaerense, existe agitación por el principio de acuerdo entre el empresario Francisco de Narváez y el radical Ricardo Alfonsín, ya que una alianza en ese sentido pondría en riesgo el acceso del espacio PRO a cargos de legisladores nacionales, locales, concejales y candidatos a intendente (una negociación de candidaturas entre de Narváez y el diputado de la UCR ocuparía, está claro, prácticamente todas las casillas de candidatos expectables, dejando prácticamente afuera a los referentes del macrismo que fueron aliados del empresario en la elección legislativa del 2009). Ante ese temor, el PRO mantiene negociaciones con Felipe Solá, quien aspira a encolumnar al macrismo detrás de su candidatura presidencial y vaciar así la estrategia del dúo Alfonsín-De Narváez en el principal distrito electoral del país. Aquí se enhebran las conveniencias, necesidades y limitaciones nacionales de cada espacio con las distritales: si la alianza entre Alfonsín y de Narváez cuaja, el macrismo y Solá corren riesgo de quedarse con casi nada.

Respecto a las repercusiones del armado en provincia de Buenos Aires entre los sectores que hasta hace poco se definían como aliados naturales de la UCR liderada por Alfonsín, el gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, dijo que era “una mala noticia” que en el frente que respalda a Pino Solanas como candidato a jefe de gobierno en Capital haya quedado afuera el radicalismo. El acuerdo entre Proyecto Sur, el Partido Socialista (PS) y otras fuerzas progresistas para las elecciones porteñas no incluye a la UCR, lo que condena a la candidata radical Silvana Giúdici a un rol apenas testimonial en el segundo distrito electoral de mayor peso (e incidencia mediática) en el país.

No está del todo claro si Alfonsín ganaría más de lo que perdería de avanzar en el acuerdo con de Narváez, pero sí es palpable que en Capital Federal el resultado de esa negociación ha sido perdidoso para la UCR. Además, de Narváez sube sus pretensiones y reclama cada vez más listas en las intendencias de la provincia (se dice que en los últimos días este pedido se elevó a 40 distritos) y también quiere incidir en el armado de la fórmula presidencial que encabezaría Ricardo Alfonsín.

Con todo, Binner ratificó el interés del PS en trabajar con la UCR y otros partidos en la conformación de un frente para los comicios nacionales de octubre próximo y enfatizó que no tuvo ninguna participación en el acuerdo que excluyó al radicalismo en la Capital Federal, lo que fue interpretado como una puerta todavía abierta al alfonsinismo (habrá que ver el impacto que pueda tener la interna de socialista en la provincia de Santa Fe, a fines de este mes, ante las presiones cruzadas del alfonsinismo, Proyecto Sur y el GEN sobre el PS).

Por otro lado, Eduardo Duhalde sigue perdiendo peso por goteo en su candidatura presidencial, ahora no por el sello Peronismo Federal (implosionó a partir de la ruptura con Alberto Rodríguez Saá) sino con la lista "Unión Popular". Jorge Busti, tres veces gobernador de la provincia de Entre Ríos, le soltó la mano a Duhalde, en un discurso en el que, a diferencia de los anteriores, avaló explícitamente el voto cruzado de los electores en Entre Ríos: "hablo con mucha gente en los barrios y cuando hay alguien que expresa que quiere votarme a mí y también al gobierno nacional, no pongo objeción porque lo hacen de buena fe", explicó Busti, en declaraciones publicadas por Infobae.

Para peor, Busti constató que "el Peronismo Federal dejó de existir en el país" y admitió una atomización de los votantes de ese espacio, que se dividirán, interpretó, entre "algunos que van a votar a Duhalde, otros a Rodríguez Saa, y otros a Cristina Kirchner". Es decir, lo que fue pensado como una colectora negativa del oficialismo (drenar votos al kirchnerismo) termina siendo una fuerza disgregada que reparte adhesiones y oposiciones al gobierno nacional. El ex presidente Eduardo Duhalde ya confirmó tres veces su candidatura desde diciembre pasado, lo que parece más un síntoma de debilidad que de fortaleza (su intención de voto aún no supera un dígito, según diversas encuestas). Con todo, Duhalde apuesta a que los números de las encuestas cambien a partir del 14 de agosto próximo, cuando se definirían las candidaturas oficiales para el 23 de octubre de este año.

Finalmente, el vicepresidente Julio Cobos, en una parábola francamente descendente desde el estrellato al que lo catapultó su voto "no positivo" del 2008, podría terminar siendo candidato a diputado por Mendoza (ya se bajó de la candidatura presidencial y luego rechazó ser candidato a gobernador por esa provincia).

miércoles, 11 de mayo de 2011

El armado político en la oposición (1)


Terminamos la entrada anterior repasando los movimientos en la oposición que sucedieron con posterioridad a la retirada de varios precandidatos presidenciales. Salvo en la Coalición Cívica, donde la voluntad de Elisa Carrió hace y deshace a piacere (lo que le acarrea periódicas pérdidas de adherentes, como recientemente sucedió en Córdoba con Omar Ruiz, quien fogoneaba un acuerdo con el juecismo para la fórmula a gobernador pero terminó retirándose del espacio en desacuerdo con la insistencia de Lilita de llevar un candidato propio) en las demás fuerzas de la oposición la agitación no cesa.

Por un lado, la UCR liderada por el candidato Ricardo Alfonsín confirmó en estos días que el socialismo y el GEN le "marcan la cancha", resistiendo un acuerdo en provincia de Buenos Aires con Francisco de Narváez. La figura del empresario resulta indigerible para el perfil progresista de filo centroizquierda que pretenden darle al frente las fuerzas encabezadas por el gobernador santafesino Hermes Binner y la diputada bonaerense Margarita Stolbizer, respectivamente. Fue precisamente un referente del GEN, el diputado nacional y habitual vocero Gerardo Milman, quien planteó que la UCR "tiene derecho de construir un frente de derecha", pero que en ese caso esa fuerza no participaría del armado político, ya que "lo que no hay que hacer es confundir a la ciudadanía”.

Milman llegó a cuestionar al senador nacional y jefe de bloque de la UCR Gerardo Morales, recordando que el jujeño impulsó en la anterior elección presidencial un acuerdo con Duhalde que encumbró a Lavagna (un peronista) como candidato presidencial del radicalismo. En cambio, Milman remarcó que “nosotros aspiramos a que el debate en la UCR lo gane el ala progresista de ese partido de tradición socialdemócrata que representó durante muchos años el ex presidente Raúl Alfonsín". Ese distanciamiento entre el GEN y la UCR reactivó los contactos entre dirigentes de la Coalición Cívica con Stolbizer, aunque en varias ocasiones ella y Carrió han chocado respecto al armado político opositor. Incluso circula la versión de que el GEN se aprestan a lanzar la candidatura de la diputada Stolbizer a la gobernación en la Provincia de Buenos Aires, como una forma de presionar políticamente a la UCR.

Pero el socialismo también se ha mostrado firme en el rechazo a un eventual pacto Alfonsín-de Narváez, aunque el mismo fuera acotado sólo a la provincia de Buenos Aires. El secretario general de ese Partido Socialista, Carlos Roberto, se mostró "sorprendido" por las negociaciones entre la UCR y Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires y cuestionó una posible alianza entre ambos sectores: "si hace falta una conversación institucional tiene que ser de partido a partido, para darle un marco mas institucional como corresponde y creemos nosotros que así se deben manejar las cosas", advirtió, y afirmó que "todos" los dirigentes de ese partido rechazan la idea de ese acuerdo. "Para nosotros la política que hace la provincia de Buenos Aires y lo que ocurre en el orden nacional están íntimamente relacionadas. Seguimos manteniendo el frente progresista, tiene que ser un frente programático de centro izquierda, por lo tanto es incompatible con la presencia de Francisco De Narváez en ese mismo espacio", subrayó.

El socialismo hace hincapié en que las alianzas no sólo tienen que ser coyunturales con el fin de "ganar elecciones", sino que también tienen que sostener una coherencia programática que permita, si se llega al poder, "gobernar con tranquilidad". De hecho, aunque el socialismo debe sortear antes la interna del 22 de mayo para elegir candidato en Santa Fe (el delfín elegido por Binner es Antonio Bonfatti), ya esa fuerza avanzó en un acuerdo en la ciudad de Buenos Aires con Proyecto Sur, de Pino Solanas, lo que la agrega expectativa a una eventual fórmula presidencial de centroizquierda encabezada por el gobernador santafesino (que depende, claro, de los resultados que logre en su propia provincia).

Para peor, se dice que las últimas encuestas que llegaron para consulta de Alfonsín no fueron auspiciosas para un acuerdo del radicalismo con de Narváez (como adelantamos en el post anterior, en política 2 + 2 no siempre es 4). A su vez, desde el peronismo anti-K, la diputada Graciela Camaño también disparó contra una alianza UCR-de Narváez.

A esos tironeos se agregan las gestiones de Mauricio Macri (un tanto devaluado en sus acciones dentro de la oposición después de haber estirado en exceso su decisión de bajarse de la candidatura presidencial) con de Narváez, para que el empresario victorioso en las legislativas del 2009 en la provincia de Buenos Aires no limite la posibilidad de un acuerdo al radicalismo que orienta Alfonsín, sino que trabaje en la conformación de un espacio más amplio que pudiera estirarse hasta abarcar a sectores de lo que quedó del PJ anti-K después de la disputa entre Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá.

Macri enfrenta, como dijimos, una situación complicada en su distrito, la Capital Federal, y esta semana admitió que le parece "imposible" ganar en primera vuelta, admitiendo tácitamente un ballotage enfrentando al eventual candidato del kirchnerismo (aún por definirse) o, en otra alternativa, a Pino Solanas. Con todo, el jefe de gobierno estuvo tanteando la posibilidad de que un referente del PRO se presente como candidato nacional (podría ser Federico Pinedo) o bien que Gabriela Michetti fuera vice de otro candidato (primero se habló de Alfonsín, luego de Felipe Solá). De todos modos, estas alquimias deben sortear antes el test de la primera vuelta porteña, qué mostrará cuánta fuerza tiene cada contendiente en ese distrito clave, para luego negociar espacios y encarar la elección nacional.

viernes, 6 de mayo de 2011

Una espiral de opinión favorable al oficialismo


Durante la segunda jornada del 28° congreso organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) en el Hotel Sheraton, el director de la consultora Poliarquía, Eduardo Fidanza, ratificó datos que ya habían circulado en los últimos días: hoy, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner alcanza el mismo nivel de imagen positiva con el que asumió. En diciembre de 2007, el registro era 56% de imagen positiva. En marzo de 2008, el conflicto con el campo (las retenciones móviles de la resolución 125) erosionó las bases de apoyo a su gestión, con lo cual la adhesión tocó un piso de 20%. Hacia fines de 2009, Argentina comenzó a salir airosa de la crisis financiera internacional, con lo que trepó a un 36%, y desde 2010 no deja de crecer de manera sostenida, con una aceleración de la tendencia a partir de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner.

"Es algo inédito desde 1983. Es el único gobierno (desde el retorno de la democracia) que, tras haber caído, se recuperó hasta retomar su valoración inicial", evaluó Fidanza ante los interesados en escuchar a los expositores del panel "Encuestas: intención de votos e imagen". El sociólogo reveló que pese a que en abril la imagen de la jefa de Estado como dirigente cayó 3% y la valoración de su gestión perdió cuatro puntos porcentuales (oscilaciones que, técnicamente, pueden ser atribuibles a error muestral) sin embargo la tendencia electoral detectada por Poliarquía otorga a la Presidente un triunfo en primera vuelta con 47% de la intención de votos, si las elecciones fueran ahora.

Según Fidanza, la clave del triunfo del oficialismo es la crisis de representatividad que perciben los electores en la oposición: "menos de 1 de cada 5 argentinos aprueba hoy a la oposición", lo que significa que en medición de imagen 4 de 5 votantes rechazan a los partidos políticos del arco anti-K. "La imagen positiva y la negativa de Macri están casi equiparadas", mientras que "Eduardo Duhalde y Elisa Carrió tienen un amplio nivel de rechazo: entre 70 y 80%", detalló el consultor. Fidanza comparó el nivel de aceptación popular (y de rechazo) del ex presidente interino y de la líder de la Coalición Cívica con la de desacreditados aliados y referentes del gobierno nacional (como Hugo Moyano, Luis D' Elía y Guillermo Moreno).

A su turno, Artemio López, de consultora Equis, coincidió con Fidanza en la hipótesis de la victoria en primer turno electoral, si es que la Presidente va por la reelección. "Cristina ganaría hoy en primera vuelta. La debilidad electoral de la oposición ya se verificaba en 2007, cuando la diferencia entre el Frente para la Victoria y la segunda fuerza fue la más amplia desde 1983 (...) A nivel nacional, Macri tenía 12% de intención de voto. Cristina más que duplica a Macri en votos para presidente en la ciudad de Buenos Aires: 30 a 15%. Antes del fallecimiento de Néstor Kirchner, el FpV estaba ya en condiciones de ganar en primera vuelta".

López mide actualmente un cómodo triunfo del oficialismo (46% y más de 20 puntos de diferencia con el segundo candidato, más allá del renunciamiento de Macri), que a nivel regional se traduce en una intención de voto favorable a Cristina en casi todos los distritos del país

Fidanza diagnósticó que "con la bajada de Macri, Alfonsín buscará ocupar el espacio de centro que queda vacante. Vislumbro un (primer) escenario con Cristina, Ricardo y una tercera fuerza testimonial, parecido al de 1983. Sin embargo, todos los escenarios de ballotage los gana la presidenta", concluyó el especialista.

Este proceso de opinión pública lo hemos analizado largamente en el blog. Para no repetir, sintetizaremos sólo los puntos centrales: el gobierno, por errores propios y méritos ajenos, ingresa en una espiral del silencio desfavorable a partir del conflicto del campo (2008), con lo que la corriente de desaprobación crece (espiral ascendente) y la de adhesión retrocede (espiral descendente). Este proceso se desarrolla a lo largo de más de un año, tocando su pico en las elecciones legislativas de junio de 2009.

Apenas pasado ese punto, la espiral desfavorable al kirchnerismo empieza a recorrer el camino inverso, en tanto que la de adhesión comienza a crecer, movimiento que abarca los meses finales del 2009 y la primera mitad del 2010. Hitos: 1) Argentina sale de la crisis global más rápido y más fuerte que la mayoría de los países, incluso que otros emergentes 2) el gobierno cosecha éxitos de gestión y también legislativos, como la sanción del matrimonio igualitario, la asignación universal por hijo y los festejos del bicentenario, entre otros 3) la oposición cae en un largo proceso de desacuerdos internos tanto en el terreno legislativo como en la definición de la estrategia electoral de cara al 2011 4) por virtudes propias y deméritos ajenos, la expectativa del 2009, que era que la oposición se preparara para el cambio de gobierno en 2011, vuelve al oficialismo; en ese proceso, la muerte de Néstor Kirchner opera como acelerador de la recreación de expectativas en la figura de Cristina.

En esta apretadísima síntesis del proceso, por supuesto, intervienen además elementos de coyuntura: por caso, en el cierre del Congreso del IAEF los economistas Miguel Kiguel y Miguel Bein hablaron sobre el ritmo económico argentino y ambos coincidieron que el 2011 será un año de sostenido crecimiento (aunque pidieron cambios para 2012 en materia de política económica): proyectaron para este año un crecimiento del 6%, un dólar a $ 4,25 y una inflación entre 23 y 25%. Kiguel agregó: "las cuentas fiscales raramente están en déficit, la deuda pública es baja, todavía tenemos superávit en la cuenta corriente en torno al 3% del PBI, reservas altas y un sector bancario chico pero sólido (...) "Hay sobrante de dólares y cuando hay dólares, no hay crisis y se ganan elecciones", agregó, en una referencia sutil, pero inequívoca, a las chances del oficialismo.

Este panorama deja algunas lecciones que la oposición debería tener en cuenta para tratar de mejorar sus posicionamiento frente al oficialismo:

1) el 2009 ya quedó irremediablemente atrás y hay que tomar nota de eso en el discurso y en todas las acciones de posicionamiento electoral. El lanzamiento de Eduardo Duhalde, hoy, en materia discursiva, atrasa dos años, mínimo. Si a eso se le suma la frustrada interna del Peronismo Federal y la alta imagen negativa del ex presidente, el resultado es claro: una candidatura apenas reducida a una colectora negativa del kirchnerismo (es decir, una lista no para ganar, sino para drenar votos al oficialismo) que encima divide adhesiones con otros referentes de ese espacio (Alberto Rodríguez Saá).

2) No obstante, sería injusto cargar las tintas en Duhalde. El discurso de Pino Solanas, ya bajado a la realidad de Capital Federal, adolece del mismo problema, cuando toma como piso de su espacio los votos que él obtuvo en junio de 2009 en Capital Federal, en el peor momento del kirchnerismo y sin candidato "K" auténtico (Carlos Heller rozó apenas el 11% de los votos).

Si lo de Pino es una arenga para movilizar a la militancia, tiene sentido: ahora, si él realmente piensa que parte de ese piso del 24%, necesita un urgente baño de realidad, es decir, salir de su microclima de opinión. La elección de Capital Federal ya está inevitablemente nacionalizada, y en ese marco difícilmente Pino pueda terciar con alguna posibilidad de éxito: los actores protagónicos serán el macrismo vs el kirchnerismo, los demás tendrán que resignarse a ser actores de reparto (cuando no extras).

3) Con Cobos y Sanz en la lona, Alfonsín avanza en la candidatura radical tratando de ampliar su espectro de alianzas, un movimiento de alguna manera lógico ya que venía posicionado hacia el centroizquierda. En este proceso, trata de cerrar un acuerdo con Francisco de Narváez en provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, aquí Alfonsín corre una serie de riesgos no menores: a) destaparse los pies para taparse la cabeza, o dicho en otro sentido, por tratar de sumar votos de centroderecha en un distrito clave, perder los votos de aliados de centroizquierda en el mismo distrito (y en otros). El GEN de Margarita Stolbizer y el socialismo de Hermes Binner le vienen marcando la cancha en los últimos días al diputado radical, con lo cual tiene que medir con cuidado si gana más de lo que pierde en un acuerdo con de Narváez, o si puede perder más de lo que gana; b) los acuerdos de cúpula (la oferta electoral) no siempre se traducen en sumatoria lineal de votantes (la demanda) c) de Narváez versión 2009 no es lo mismo que de Narváez versión 2011, el empresario también sufrió un desposicionamiento relativo cuando en 2010, envalentonado con su triunfo frente a Néstor Kirchner en las legislativas del 2009, trató de instalarse como precandidato presidencial. A su favor cuenta que tomó conciencia del error y se replegó nuevamente en la provincia.

martes, 3 de mayo de 2011

Economía y consumo en un modelo heterodoxo (3)


1) De acuerdo al Indice Líder elaborado por el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Di Tella, las proyecciones económicas para el país en el mediano plazo son optimistas: “se espera que la economía se mantenga en la fase de expansión, iniciada a fines de 2009”, destaca el informe del centro citado, sobre la base de un abanico de variables económicas analizadas, que mostraron un ascenso del 4,1% en marzo respecto a abril y del 24,5% interanual (comparación con el mismo mes de 2010). Con este registro, el índice Líder -que intenta anticipar la evolución económica del país- alcanzó su máximo histórico.

Martín González Rozada, investigador del CIF sostuvo “que la probabilidad de entrar en recesión se mantiene baja (menor al 15%), y eso sugiere un panorama positivo para la economía argentina en los próximos meses, ya que se espera que siga creciendo en el corto y mediano plazo".

A su vez, el Índice de Difusión (IDCIF) alcanza un nivel de 70%. Los resultados indican que siete de las diez series que componen el índice Líder experimentaron aumentos, mientras que las restantes mostraron descensos.

2) Por su parte, la Fundación Mercado destacó el aumento de expectativas económicas, traducida en la mejora de la confianza de los consumidores en abril: el informe mensual de la entidad muestra que el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) subió 1,2% en abril respecto del mes anterior. Asimismo, en la comparación interanual (con abril de 2010) se obtuvo que los consumidores aumentaron su confianza en 8,4%, medida por el mismo ICC.

De acuerdo al informe, el aumento de la confianza en los consumidores es consecuencia del "aumento de las expectativas económicas y de empleo, que aumentaron un 2,4% y 1,1%"; asimismo, las expectativas de los ingresos mejoraron 2%, en tanto que "las expectativas inflacionarias empeoraron un 7,9%". Respecto a las compras, "la tendencia se mantiene estable, principalmente por un aumento de las expectativas de ingreso", explicaron desde la entidad.

Las expectativas sobre el ahorro también mejoraron respecto del mes anterior: si bien "el porcentaje de familias con capacidad de ahorro tuvo una retracción de 1,5%", hubo "una mejora de las expectativas de ahorro de 10,7%, junto a un aumento de los montos ahorrados respecto del mes anterior en 9,3%", precisó el estudio. Esa mejora en las expectativas de ahorro elevó también el índice de confianza del Ahorrista (ICA) (también elaborado por Fundación Mercado) que subió 3,7% respecto de marzo, y 10,1%, respecto de abril de 2010.

A su vez, el indicador sobre la confianza de las Familias (determinado por los dos anteriores) mejoró un 1,5% en comparación con marzo y 8,6% en un año. El relevamiento mensual que realiza la Fundación Mercado abarca las ciudades de Bahía Blanca, Capital Federal, Gran Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Rosario y Tucumán.

3) Según la consultora Ibarómetro, existe una expectativa positiva sobre la economía y una tendencia favorable a la compra de electrodomésticos, computadoras y televisores en cuotas. A partir de datos obtenidos entre el 22 de Marzo y el 13 de Abril en el marco de la encuesta sistemática sobre “Percepción ciudadana de la economía y de los precios” que la consultora Ibarómetro realiza en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA, Ciudad de Buenos Aires y 24 partidos del conurbano bonaerense), muestran que cinco de cada diez encuestados prefiere comprar en cuotas con tarjeta y casi el 60% asegura que la compra en cuotas influye directamente en su bolsillo y capacidad de ahorro.

En general, el 37,1% considera que este tipo de financiamiento mejora el acceso a de las clases medias a bienes de uso y el 30,3% opina que mejora el consumo de todas las clases sociales. Sólo el 8,9% cree que se mejora el acceso al consumo de las personas de ingresos altos.

La posibilidad de acceder a un crédito es valorada por el 42% por ciento de los encuestados, en tanto que, el 36 por ciento, no lo considera importante. La compra en cuotas es el modo de financiamiento elegido en primer lugar (25%) seguido por los préstamos personales (16%) y en tercer lugar los créditos hipotecarios (15%).

4) El patentamiento de autos creció 27% en abril y 2011 se encamina a romper un nuevo récord: según la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) se registraron 64.639 vehículos, con lo que se completan 18 meses consecutivos de crecimiento (y una suba acumulada del 28% en el primer cuatrimestre).

La cifra representa un incremento del 27% comparado con igual mes del 2010, cuando se habían patentados 50.947 vehículos. Dante Álvarez, presidente de ACARA, destacó que "los índices de abril vienen a ratificar la continuidad de una fuerte demanda que viene siendo atendida por la red de concesionarios de todo el país, de una forma más que satisfactoria (...) Luego de comenzar el año con lo que fue el mejor primer trimestre de la historia nos encaminamos nuevamente a un año récord, que cada vez tenemos mayores certezas de que podamos completar sin mayores sobresaltos".

A partir de estas tendencias y datos duros sectoriales, el gobierno nacional ve crecer las posibilidades de credibilidad del "relato" oficial y una de las líneas estratégicas de campaña, inspirada en el famoso leitmotiv de Clinton ("es la economía, estúpido"): presentarse como el garante de la mejora social asociada a las posibilidades de consumo inclusivo.

En ese sentido hay que leer las recientes declaraciones de la presidenta referidas a que "los trabajadores participan del 48,1% del PBI [Producto Bruto Interno], estamos llegando al fifty-fifty (...) porque apostamos a un modelo de crecimiento económico", en su discurso durante la inauguración de las nuevas instalaciones del hospital Ramón Carrillo en el partido bonaerense de Tres de Febrero. Por otra parte, Cristina destacó que Argentina cuenta con el mejor salario mínimo vital y móvil de toda la región y que los salarios actuales "permiten no solamente la dignidad del que lo recibe, sino también contribuir al círculo virtuoso de la economía del país".

En la misma línea, la presidenta del Banco Central (BCRA), Mercedes Marcó del Pont, resaltó las bases firmes del modelo económico actual, y aseguró que la marcha de la economía argentina goza de sustentabilidad, al disertar en un panel realizado en la Feria del Libro. "En la Argentina de los últimos años logramos la articulación de una política macroeconómica que puso al empleo en el centro de sus objetivos", afirmó. "La clave de este esquema es el hecho de que el consumo interno explica las dos terceras partes del crecimiento (...) El superávit fiscal es genuino y sustentable -añadió-, porque se genera a partir de una recaudación sostenida por la economía real, basada en un mercado interno dinámico".