jueves, 25 de noviembre de 2021

Nivel socioeconómico, consumo e inflación: qué se dice sobre el efecto pandemia en el país (nota publicada en CBA24N)

Según el informe realizado por Consultora W a fines de 2020, el mayor impacto económico del Covid-19 se registró en la clase media baja (28% de la pirámide poblacional) y la baja superior (18,4%), dos segmentos que no contaron con el nivel de ayuda estatal que sí asistió a la clase más desfavorecida, la baja (31,6%; gráfico arriba). Si sumamos a esos dos niveles socioeconómicos (NSE) el acumulado es de 46,4%, mientras que si agregamos el casi 32% correspondiente a los NSE D2/E la sumatoria trepa al 78%. Ese guarismo nos da una idea de la vulnerabilidad social actual, que sugestivamente se ubica cerca del orden de magnitud de la proporción de argentinos que dicen estar endeudados según el monitoreo de redes sociales más reciente de consultora Taquión: 71,5% (gráfico abajo). 

Dentro de los endeudados, existen matices: casi 23% dice que tiene deudas pero puede pagarlas a corto plazo, mientras que 18,2% estira la capacidad de pago a largo plazo. Por otro lado, 14,1% dice haberse endeudado para afrontar deudas anteriores, 12,5% dejó de pagar algunas por no afrontarlas y 4% dejó de pagar todas, lo que acumula un 30,6% de alta vulnerabilidad. 

Este panorama se corresponde con una situación doméstica comprometida, en la cual la canasta básica alimentaria para una familia tipo alcanzó en octubre pasado $ 34.976, según la consultora Focus Market; esa cifra representa una suba intermensual de 2,97% y una interanual de 51,45%. Para más datos, la canasta básica alimentaria para una familia tipo está 9,3% por encima del salario mínimo de octubre ($ 32.000; gráfico arriba). 

Para mirar el vaso medio lleno, el consumo durante octubre pasado registró una caída de 0,4%, lo que fue la menor retracción registrada en 2021 hasta ese momento. Así, el acumulado de los primeros 10 meses del año dejó un saldo negativo de 8,6%. Según el informe, el tercer trimestre arrojó una desaceleración de la caída del consumo en formatos de hasta 500 metros cuadrados junto con un crecimiento en grandes superficies comerciales y el canal mayorista. Para Damián Di Pace, responsable del estudio, la mejora relativa responde a los nuevos ajustes salariales obtenidos en paritarias, a lo que se sumó el incremento del salario mínimo vital y móvil y otros planes sociales con los que se busca revertir la caída del consumo. "Advertimos tres escenarios: un sector privado con salarios casi empardando a la inflación, el público levemente por debajo y el sector más castigado del asalariado informal al que todavía el rebote de la economía no le llegó o a los que llegó no alcanzó para recuperar el nivel de ingreso"

Así, el principal problema para la economía doméstica de los argentinos es la inflación, flagelo que para casi 9 de cada 10 es responsabilidad del Gobierno nacional; apenas 4% de los comentarios en redes culpan a los empresarios y 8% a otros sectores (gráfico arriba). En esta variable, el Covid-19 también impactó negativamente, dado que el aumento de precios se transformó en un problema global y regional, como pone en evidencia un estudio reciente de la consultora econométrica pxq: considerando como escenario base febrero de 2020, desde el comienzo de la pandemia los principales países de Latinoamérica sufrieron una aceleración del índice de precios al consumidor (IPC), aunque el impacto fue mayor en los que ya venían experimentando una inercia inflacionaria más alta, como Argentina (gráfico abajo). 

jueves, 18 de noviembre de 2021

Tras una elección que ratificó la grieta, ¿hay espacio para el consenso parlamentario? (nota publicada en CBA24N)


La “grieta” tiene mala prensa, pero funciona: estructura creencias, actitudes y comportamientos políticos. En esto, el electorado tiene el mismo tipo de doble discurso que con frecuencia le critica a la clase dirigente. Los datos blandos de las encuestas y el cruce con los datos duros de las elecciones lo ponen en evidencia: según Zuban Córdoba, casi 77% de los electores están de acuerdo con la frase “me tienen cansado las peleas de los partidos tradicionales”, expresión que claramente responde a lo que en ciencias sociales se llama “respuesta de deseabilidad social” (traducido: “respondo lo que creo que queda bien responder”). Sin embargo, luego el electorado consagra la grieta en las urnas: lo vimos en 2019, cuando el Frente de Todos (FDT) superó a Juntos por el Cambio (JXC) por 48,24% a 40,28%, y volvimos a verlo el 14 de noviembre, con JXC rozando el 42% y el FDT en torno al 35% en la sumatoria de total país contando propios y aliados, un resultado que reproduce de manera casi exacta el mapa político que detectó la misma consultora en su última encuesta nacional (gráfico abajo).  


Es decir, las dos fuerzas principales sumaron casi 77% de los votos, una altísima polarización para una elección de medio término, si bien razonablemente por debajo del casi 89% de la presidencial de 2019 y con un módico avance del FIT y de Avanza Libertad. Dado este mapa político y la correlación de fuerzas resultante en el futuro Congreso Nacional, ¿hay espacio para los consensos parlamentarios a los que apuesta el oficialismo? 

Antes del resultado del domingo pasado, el Gobierno nacional había anticipado que tendería puentes hacia la oposición, atento a que la composición parlamentaria desde diciembre mostrará, de acuerdo a lo que ya perfila el tránsito del escrutinio provisorio al definitivo, un panorama en el cual el FDT será la primera minoría en la Cámara de senadores  nacionales (gráfico arriba) y en la de diputados nacionales (gráfico abajo). 

Con la futura distribución de fuerzas parlamentarias, ambas coaliciones políticas necesitarían recurrir a aliados para formar quórum (37 en el Senado y 129 en Diputados) y a efectos de construir las mayorías necesarias para sancionar proyectos de ley en un trámite parlamentario ya que venía trabado y puede complicarse aún más. En ese marco, la capacidad de “rosca” y la muñeca política del FDT y de JXC serán recursos clave en los dos años que vienen y la “pos pandemia” (un escenario que, hay que decirlo, no está garantizado si vemos lo que hoy está sucediendo con el Covid-19 en el resto del mundo).  

Por fuera de esos recursos, otro elemento clave pasa por el nivel de consenso social en los temas más relevantes de la agenda legislativa. Como vimos en nuestra nota de la semana pasada, en la negociación con el FMI el apoyo a la postura oficialista ronda el 49%, según Zuban Córdoba (gráfico arriba).  

¿Qué sucede con otros temas? Antes de que se conozca un nuevo paquete de iniciativas, nos sirve de referencia el impacto de los anuncios oficiales pos PASO en todo el país: adelantar jubilaciones bajando la edad a 30 años de aportes tiene un acuerdo de casi 44% contra un desacuerdo de 53,3%, es decir, unos 5,2 puntos porcentuales menos que el consenso respecto al tema FMI. Con todo, al ubicarse cerca del “umbral consensual” del 50%, en el debate parlamentario el Gobierno podría apelar a la preexistencia de acuerdos relativamente extendidos, cercanos a una primera minoría de opiniones que se corresponde con la condición de primera minoría de su bancada en ambas cámaras. Respecto a la nueva etapa del IFE (Ingreso Federal de Emergencia), el acuerdo es de 39,2% vs un desacuerdo de casi 58%. En el mismo orden de magnitud se ubica el apoyo al aumento de la asignación universal por hijo (AUH; 37,2% vs 56,1%, respectivamente; gráfico arriba). 

Así, a priori estos temas, si bien son resortes del Poder Ejecutivo, recogen consensos menores. El panorama mejora en otro tema que también es resorte del Ejecutivo: según consultora Taquión, el aumento del salario mínimo tiene un acuerdo acumulado del 71% vs un desacuerdo acumulado de apenas 25,3% (gráfico arriba). El consenso es transversal según el análisis de la variable etario-generacional (en el Gen Z, en el Y, el X y los Baby Boomers predomina el acompañamiento), por intención de voto en las legislativas y por profesión, oficio o actividad. 

En la misma línea, la reconversión de planes sociales recoge un acuerdo total del 68% vs un desacuerdo total de casi 26% (gráfico arriba). Nuevamente, el consenso es transversal en el análisis por variables. En síntesis, hasta nueva orden, el panorama muestra que hoy el consenso es mayor en temas que son resortes propios del Poder Ejecutivo que en otros que requieren pasar por el trámite de aprobación parlamentaria.

Análisis del resultado electoral en Redacción Abierta, de Canal 10 de Córdoba (video)


viernes, 12 de noviembre de 2021

Qué dicen las encuestas sobre la negociación con el FMI (nota publicada en CBA24N)

En las últimas semanas se endureció la negociación entre el Gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI), quienes discuten las condiciones para el pago de la multimillonaria deuda contraída por la gestión Cambiemos con ese organismo entre 2018 y 2019. En este marco, resulta oportuno repasar la mirada de la opinión pública respecto a este tema. El primer dato es que desde 2019 hasta ahora no hay variaciones estadísticamente significativas en dos variables clave: en primer término, se mantiene la situación que los analistas denominan “sixties”, que corresponde a la coyuntura en la cual la posición del oficialismo de turno tiene un consenso mayor al 60%, en este caso respecto a renegociar la deuda. Esa posición tenía un acompañamiento de 66% hace dos años (gráfico arriba) y de casi 65% hoy, según dos encuestas del CELAG, más que duplicando a la postura de pagar la deuda en las condiciones que suscribió el ex presidente Mauricio Macri (gráfico abajo). 

También se mantiene el consenso negativo sobre la imagen del FMI: 66% en 2019 (gráfico arriba) y casi 70% en 2021 (gráfico abajo), nuevamente según CELAG. En este caso, la opinión desfavorable triplica a la favorable.  

Por otro lado, la última encuesta de Zuban Córdoba mide las posiciones respecto al estado actual de la negociación: para casi el 49% de los electores, Argentina debe crecer económicamente antes de pagar la deuda, lo que se corresponde con la posición del Gobierno nacional y coincide, sugestivamente, con el caudal del Frente de Todos (FDT) en octubre de 2019; 48,24%. La posición contraria, es decir acordar cuanto antes aceptando todas las condiciones del FMI (donde se inscribe el ala dura del PRO que representa Macri), alcanza 37,2% de acompañamiento y queda 11,6 puntos porcentuales por detrás de la postura que constituye la primera minoría actitudinal y consensual. Por otro lado, un 4,6% se inclina por romper relaciones con el FMI y rechazar el pago de la deuda, que es la postura sostenida básicamente por la izquierda y algunos sectores más contestatarios dentro del FDT; finalmente, un 9,4% ns/nc (gráfico abajo). 

Profundizando en el análisis, la última encuesta de la consultora Circuitos midió el tema en el distrito electoral más gravitante, provincia de Buenos Aires (PBA). Con un peso del 37% en el padrón total, casi 36% de los electores bonaerenses se inclina por la alternativa de pagar sólo la deuda con el FMI que se reconozca como legítima, mientras 30,4% cree que se debe pagar toda la deuda pero buscando mejores condiciones; apenas 10,3% se inclina por pagar la deuda según las condiciones del FMI. Por otro lado, casi 24% aún no sabe, lo que es una proporción importante sin posición tomada al respecto (gráfico abajo).  

En síntesis, pese al revés que el resultado de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del mes de septiembre supuso para el oficialismo, en este tema clave el mapa de actitudes y percepciones de la opinión pública aún presenta un perfil claramente favorable a las posiciones que lleva adelante el Gobierno nacional. 

viernes, 5 de noviembre de 2021

La agenda preelectoral de cara al 14 de noviembre

De cara al elección de medio término del 14 de noviembre, resulta oportuno repasar la agenda de problemas percibidos como prioritarios por el electorado. Según la última encuesta de la Universidad de San Andrés (Udesa), el podio está conformado por inflación (44%), corrupción (37%) y delincuencia/inseguridad (36%); el top 5 se completa con falta de trabajo (29%) y los políticos (28%), en un set de opciones que admite múltiple respuesta (gráfico arriba). 

Profundizando en el análisis, la agenda de problemas en la provincia de Buenos Aires (PBA), distrito que concentra 37% del padrón a nivel país y donde el oficialismo se juega gran parte de sus chances de remontar la elección del 14-N, el podio de problemas es similar al nacional que vimos en Udesa: inflación/precios de los alimentos al tope (43,4%), escoltada por inseguridad/delincuencia (18%) y desempleo/bajos salarios, cerrando el podio con casi 12%, según consultoras Equis y Proyección (gráfico arriba). El podio se completa con corrupción (10%) y funcionamiento de la justicia, que roza el 5%, en empate técnico con impuestos (4,7%). Con matices en los guarismos y ordenamiento de problemas, aumento de precios también encabeza las menciones en PBA según el último informe de Consultora Circuitos, con 27,4%; corrupción llega al 20,5%, mientras que el tercer lugar del podio es disputado por desempleo e inseguridad, con 13,9% y 13,2%, respectivamente (gráfico abajo). El top 5 se completa con gasto público (9,5%) y situación sanitaria (2,7%). 

Equis hizo un zoom sobre las preocupaciones de los electores de PBA que votaron al Frente de Todos (FDT) en 2019 pero no concurrieron en las PASO de septiembre, un segmento clave al que el oficialismo apuesta a recuperar para remontar la elección. En este grupo, casi el 46% marcó a la inflación/el precio de los alimentos básicos como su principal preocupación, muy por encima de los demás (gráfico abajo).  



Otro zoom al tema lo proporciona el último estudio de Políticos en Redes, que permite comparar la percepción y jerarquización de problemas en el conurbano bonaerense (Gran Buenos Aires, GBA) con el del interior de PBA: en ambos coincide el podio y el top 5 de problemáticas, con matices en los órdenes y porcentajes. En GBA inseguridad trepa al 36,3% y saca ventaja respecto a corrupción política y pobreza, mientras que en el interior provincial se registra un empate técnico entre los mismos problemas; las posiciones 3, 4 y 5 coinciden en ambos territorios, con matices en los porcentajes (gráfico abajo). 

También con matices en el ordenamiento y los guarismos respecto a PBA, la última encuesta de consultora Tendencias en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) muestra un empate técnico entre la inflación y el trabajo/los bajos ingresos como principal problema (ambos rozan el 22%), mientras que corrupción e inseguridad se ubican entre el 15% y el 20%. Salud y pandemia cierra el top 5%, llegando con lo justo a los dos dígitos (gráfico abajo).  


En conclusión, si analizamos las recurrencias en todos estos estudios de problemas, el más pregnante de todos hoy tiene que ver con la inflación, junto con los bajos salarios. Tomando nota del resultado de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 12 de septiembre y del impacto de ambos temas en el "metro cuadrado" de los electores, el gobierno nacional definió un golpe de timón en esa materia, designando a Roberto Feletti en la Secretaría de Comercio Interior y avanzando con acuerdos de congelamiento de precios (una herramienta de carácter transitorio). Por otro lado, la corrupción asociada a la dirigencia política también aparece como un tema de agenda, lo que en parte explica por qué "prenden" ciertos discursos "anti-política", como los del frente libertario y Javier Milei en particular. En la misma línea, las menciones a inseguridad y delincuencia abonan el endurecimiento de ciertos discursos en esa materia; finalmente, se percibe con claridad cómo las consideraciones sanitarias relativas a la pandemia van quedando relegadas en el orden de jerarquización de problemas. 

jueves, 4 de noviembre de 2021

Antes de la veda: últimas encuestas nacionales, en Córdoba y distritos clave (nota publicada en CBA24N)

 LA TENDENCIA EN CÓRDOBA

Córdoba pesa 8,7% del padrón nacional y renueva senadores y diputados nacionales. El promedio entre el resultado de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) y las últimas encuestas posteriores a ellas arroja 50% para Juntos por el Cambio (JXC), 25% para Hacemos por Córdoba (HXC) y 11% para el Frente de Todos (FDT), lo que implica variaciones estadísticamente no significativas respecto a septiembre pasado (+2,5 puntos porcentuales, +0,5 pp y +0,1 pp, respectivamente). La última medición de CB Consultora con proyección de indecisos y votos en blanco ubica a los guarismos de HXC y el FDT en esos niveles y estira el caudal de JXC a casi 55% (gráfico abajo). 

Según el resultado final se acerque más al promedio o la proyección de CB, la distribución de las 9 bancas de diputados nacionales será 5-3-1 o 6-2-1, respectivamente; las de senadores nacionales serán 2 para JXC y 1 para HXC.  


LA TENDENCIA EN PROVINCIA DE BUENOS AIRES (PBA)

PBA pesa 37% del padrón nacional y renueva diputados nacionales. En las PASO, JXC obtuvo 37,9% vs 33,7% del FDT, una brecha de 4,2 puntos porcentuales. El promedio entre el resultado de las PASO y las últimas encuestas posteriores arroja 39% para JXC y 36% para el FDT, un empate técnico (la brecha de 3 puntos porcentuales no resulta estadísticamente significativa). Los liberales llegan a 6,5%, el FIT a 5,6%, Randazzo roza el 4% y Valores 1,4%. La encuesta más cercana al promedio de la serie reciente es la de Ricardo Rouvier, que reporta 38,9% para Santilli vs 35,5% para Tolosa Paz (gráfico abajo). 


Por su parte, con proyección de indecisos y voto en blanco la encuesta de Proyección + Equis es la que arroja el escenario más parejo: 40,1% para Santilli vs 38,1% para Tolosa Paz, una brecha de apenas 2 puntos porcentuales. Aquí, el FIT aparece por delante de Avanza Libertad, si bien por una diferencia estadísticamente no significativa, mientras que Vamos supera el 4% y Valores llega al 2% (gráfico abajo).  


En sentido contrario, el estudio reciente que más diferencia reporta a favor de JXC es de consultora Tendencias: proyectando indecisos, arroja 37,4% para Santilli vs 32,5% para Tolosa Paz, una brecha de casi 5 puntos porcentuales. El FIT roza el 7%, Espert ronda el 6%, Randazzo no llega al 4% y Hotton ronda el 2% (gráfico abajo).  


Por el peso de este distrito, gran parte de las chances del FDT de recortar la ventaja que sacó JXC a nivel país pasan por el resultado final de PBA. Al menos en el promedio y las últimas encuestas, los datos insinúan que la brecha en esa provincia podría achicarse. 

LA TENDENCIA EN LA PAMPA

Aunque pesa poco en el electorado nacional (menos del 1%), La Pampa es un distrito clave para la conformación del Senado nacional a partir del próximo mes de diciembre. En las PASO, JXC obtuvo 48,8% vs 38,3% del FDT, una brecha de 10,5 puntos porcentuales. 


Esa diferencia equivale a 20 mil votos; el peronismo ya ha remontado primarias adversas, por lo que apuesta a dar vuelta la elección para quedarse con 2 bancas de senadores nacionales y que JXC sólo obtenga la de la minoría. Esto le permitiría al FDT conservar el quórum  en la Cámara Alta, recurriendo a aliados. Según CB, la brecha ya se achicó a 5,7 puntos porcentuales, lo que deja la disputa en 49,2% para JXC vs 43,5% para el FDT; las demás listas no llegan al 5% cada una (gráfico arriba). Como se advierte, la lista de Kroneberger apenas varía respecto al resultado de las primarias (+0,4 puntos porcentuales), mientras que la de Bensusán avanza 5,2 pp, lo que sugiere que la disputa se acerca a un empate técnico.  

LA TENDENCIA EN CHUBUT

Al igual que La Pampa, Chubut pesa poco en el electorado nacional (1,3%), pero es un distrito clave para la renovación del Senado nacional. En las PASO, JXC obtuvo 39,5% vs 26,4% del FDT, una brecha de 13,1 puntos porcentuales que le permitiría quedarse con dos bancas. Según CB (gráfico abajo), Torres (40,8%) apenas avanza 1,3 puntos porcentuales respecto a las primarias, mientras que Linares (32,6%) crece 6,2 pp. Así, la brecha se achica a 8,2 pp pero aún no configura un empate técnico, por lo que el sprint final hacia el 14 de noviembre será decisivo para el resultado. 




LA TENDENCIA EN SANTA FE

Santa Fe pesa casi lo mismo que Córdoba en el electorado nacional (8,4%), y también renueva senadores y diputados nacionales, por lo que es clave para la conformación del Congreso nacional desde diciembre. En las PASO, JXC obtuvo 40,1% vs 29,1% del FDT, una brecha de 11 puntos porcentuales que le permitiría quedarse con dos bancas de senadores. 

Según CB (gráfico arriba), Losada (42,5%) apenas avanza 2,4 puntos porcentuales respecto a las primarias, mientras que Lewandoski (35,3%) crece 6,2 pp. Así, la brecha se achica a 7,2 pp pero aún no configura un empate técnico, por lo que el sprint final hacia al 14 de noviembre será decisivo. 

LA TENDENCIA EN TUCUMÁN

Tucumán pesa casi 3,7% en el electorado nacional y también renueva tanto senadores como diputados nacionales, por lo que es otro distrito clave para la renovación del Congreso. En las PASO, el FDT obtuvo 49,6% vs 34,8% de JXC, una brecha de 14,8 puntos porcentuales que le permitiría quedarse con dos bancas en el Senado. 

Según CB (gráfico arriba), Yedlin (47,2%) cede 2,4 puntos porcentuales respecto a las primarias, mientras que Alfaro (37,4%) crece 2,6 pp. Así, la brecha se achica a 9,8 pp pero aún no configura un empate técnico, por lo que el sprint final previo hacia el 14 de noviembre será decisivo. 

LA TENDENCIA NACIONAL

Al no haber listas unificadas en todo el país (como sí sucede en una elección de presidente y vice), la tendencia nacional puede reconstruirse sólo de manera aproximada. Contando aliados, en septiembre JXC rondó el 40% de los votos vs 31,8% del FDT, una brecha de 8,2 puntos porcentuales similar a la que Alberto Fernández le sacó a Mauricio Macri en la elección presidencial de 2019, pero en este caso invirtiendo el orden. El promedio ponderado entre el resultado de las PASO y las encuestas nacionales más recientes arroja 33,4% de actitud electoral favorable al Frente de Todos (FDT) vs 39,2% para Juntos por el Cambio (JXC), lo que reduce la brecha a casi 6 puntos porcentuales, una variación estadísticamente no significativa. Si comparamos el promedio ponderado con mediciones individuales, el dato del FDT es similar a la estimación de Udesa para el oficialismo (32%) y está cerca del piso que reporta esa misma encuesta para JXC (37,8%) considerando el intervalo de confianza del 95% (gráfico abajo).  

En cambio, el techo de JXC roza el 45% en esa medición, contra 35,2% para el FDT. Dado este panorama, las chances del FDT para recortar la desventaja y emparejar la elección pasan centralmente por capitalizar el anti macrismo: si subyace en el mapa electoral argentino una situación de polarización, así como en 2019 el país pintado de azul en las PASO generó una reacción amarilla en la general, la hipótesis sería que la ola amarilla de las primarias del 2021 genere una reacción contraria. En ese caso, el techo del FDT podría trepar hasta casi el 44%, que es la proporción de anti macrismo que estima la consultora Zuban Córdoba (gráfico abajo).