miércoles, 30 de octubre de 2019

Lecturas del 27-O a la espera del escrutinio definitivo: del clivaje territorial al socioeconómico


La hipótesis de que la brecha entre el Frente de Todos (48,10%) y Juntos por el Cambio (40,37%) se ampliará en el escrutinio definitivo para pasar de 8 a 9 o 10 puntos porcentuales tiene una doble base empírica. Por un lado, en el escrutinio provisorio quedaron sin escrutar un total de 2.873 mesas; tomando el padrón y considerando un 80% de presentismo promedio, da una cuenta de unos 833.000 sufragios. De esas 2.873 mesas, el 52,3% (1.503, alrededor de  400.000 electores) son de la Provincia de Buenos Aires (PBA), y tres de cada cuatro corresponden a dos secciones electorales en que la fórmula Fernández-Fernández ganó con claridad. Eso hace presumir que Alberto y Cristina Fernández engrosarán su caudal y participación en el total respecto al guarismo que arrojó el escrutinio provisorio. Recordemos que, del total de 18 distritos en los que el Frente de Todos se impuso sobre el oficialismo (ver datos arriba), PBA fue el que aportó mayor volumen al agregado nacional, con particular intensidad en el conurbano bonaerense o Gran Buenos Aires (GBA), aun cuando Juntos por el Cambio logró achicar la diferencia entre las primarias y la general del domingo (ver datos abajo; click para agrandar) en 5,3 pp entre ambos comicios.  


El otro motivo tiene que ver con el juego de "suma cero" que supone la tremenda polarización de la elección entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. En las primarias de agosto, la suma de ambas fuerzas daba 82,43%, un altísimo grado de polarización para una primaria; en la elección general, esa suma creció a 88,47%, es decir, una suba de 6,04 puntos porcentuales. Todas las terceras fuerzas perdieron caudal entre las PASO y la primera vuelta. Si las primarias funcionaron como una primera vuelta anticipada, la primera vuelta funcionó como un ballotage anticipado. Así, la misma covarianza que en el escrutinio provisorio tuvo el efecto de achicar la brecha de puntos porcentuales entre Alberto Fernández y Mauricio Macri, en el definitivo tendrá el efecto de ampliarla, dado que cada voto que el segundo pierda lo ganará el primero. Matemáticamente, dada una diferencia de partida de 48-40, un pp menos resultará probablemente en una brecha 49-39, en el orden de los 10 puntos porcentuales entre ambas fórmulas o en torno a ella.  



Pos elecciones, varios analistas hacen foco en la "resiliencia" de Cambiemos, es decir, la capacidad de lograr un resultado electoral importante (en torno al 40%) aun en medio de una crisis como la actual. Sin embargo, Andy Tow (ver datos arriba; click para agrandar) destacó oportunamente que, en medio de la hiperinflación de 1989, el PJ obtuvo con Carlos Menem 47,5% (un resultado en el mismo orden de magnitud del 48,10% alcanzado ahora por Alberto Fernández-CFK), mientras que la UCR logró 32,45% (resultado casi idéntico al 32,94% que alcanzó Juntos por el Cambio en las primarias del 11 de agosto). En esa elección, el radical Eduardo Angeloz también sumó los votos de la colectora CFI, lo cual acumulaba un 37,04%. Más aún, si se suma a ese caudal el 6,87% obtenido en esos comicios por la Ucedé/Alianza del Centro, se acumula un voto "antiperonista" de 43,91%, aun superior al obtenido ahora Juntos por el Cambio.



Así, más allá de los matices, se advierten ciertas continuidades, patrones o constantes en la historia política argentina. Desde 2013, el estancamiento relativo de la economía argentina durante el segundo mandato de CFK (crecimiento en los años impares y meseta o caída en los pares) generó una fragmentación del electorado que había acompañado masivamente a la ex presidenta en su reelección con el histórico 54,11% de los votos (récord desde la vuelta de la democracia). El distanciamiento entre las masas de trabajadores formales respecto a los informales y precarios decantó en la dispersión de la oferta política del espacio pan-justicialista, con el desprendimiento del Frente Renovador. Su debut estelar se dio en las legislativas de medio término del 2013, con la victoria de Sergio Massa sobre el FPV en provincia de Buenos Aires. Esa dispersión de la oferta política se mantuvo en el turno electoral de 2015 y 2017, gracias a lo cual Cambiemos pudo construir la mejor coalición ganadora de cara al ballotage de 2015 (51,34% de los votos) y consolidar una primera minoría electoral en las legislativas de 2017 (42% de los votos). Sin embargo, después de esa victoria, al querer acelerar el proceso de ajuste con la reforma previsional en diciembre de 2017, se activó la resistencia. Luego, con la suba de tasas y el cierre del mercado voluntario de deuda con el cual la gestión Macri había financiado su "gradualismo", detonó la primer crisis cambiaria en abril de 2018. Después de eso, el acuerdo con el FMI comenzó a sellar la suerte del oficialismo, asociando el significante vacío del cambio con el contenido del ajuste (lo que el estrategia oficialista Jaime Durán Barba había dicho que debía evitarse a toda costa). Tres de cuatro años de gestión con caída del PBI y del consumo interno, más alta inflación, desempleo y pobreza en alza, volvieron a amalgamar a la demanda política, diluyendo la brecha entre trabajadores formales/informales y precarizados. Esa unificación de la demanda política se articuló con la reunificación de la oferta política, acelerada a partir de la decisión de CFK de ir por la vicepresidencia y nominar a Alberto Fernández como candidato a presidente, constituyéndose así como puente entre la gestión de Néstor Kirchner (2003-2007) y la de Alberto, que comenzará el próximo 10 de diciembre. Al combinar la reunificación de la oferta política con la reunificación de la demanda política, se generó lo que en teoría política y marketing electoral se llama una coalición ganadora, la cual ya se concretó en las primarias de este año y se terminó de confirmar el domingo 27 de octubre. 

martes, 29 de octubre de 2019

Lecturas del 27-O a la espera del escrutinio definitivo: el clivaje territorial

Desde que empezó la carga de datos del escrutinio provisorio, la diferencia entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio no dejó de ampliarse: arrancó en unos 6 puntos porcentuales y terminó con 7,8 pp, dado que se cargaron más rápido los distritos en donde sólo se elegían presidente-vice y diputados nacionales y luego aquellos donde además se votaban otros cargos ejecutivos (como gobernadores, legisladores provinciales e intendentes). Estos últimos incluían Catamarca, La Rioja y provincia de Buenos Aires (muy favorables a la fórmula Alberto Fernández-CFK) y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (muy favorable al binomio Macri-Pichetto). La hipótesis es que el escrutinio provisorio puede ampliar la brecha a favor de Alberto y Cristina Fernández de 8 a alrededor de 10 pp, por la incidencia de PBA que es donde quedó mayor porcentaje sin subir al escrutinio provisorio. Probablemente, el resultado termine en 49% vs 40% o incluso 49%-39%, con el Frente de Todos repitiendo en términos generales su performance de las PASO (49,49%) y Juntos por el Cambio mejorándola, pero perforando el umbral del 40%.  

Desde el punto de vista del clivaje territorial, si bien en las generales Juntos por el Cambio pudo avanzar respecto al resultado de las PASO (cuando sólo se había impuesto en CABA y provincia de Córdoba; ahora sumó otros cuatro distritos), en términos de brecha el patrón fue similar: sólo en CABA y Córdoba pudo el presidente Mauricio Macri sacar una ventaja voluminosa (ver datos arriba; click para agrandar). De los otros 4 distritos en donde revirtió el resultado de las primarias, sólo en Mendoza sacó una ventaja nítida; en Entre Ríos, San Luis y Santa Fe, la brecha apenas osciló entre los 1.500 y los 18 mil votos (a confirmar en el escrutinio definitivo; ver datos abajo, click para agrandar). 


En el caso del Frente de Todos, mientras que en las primarias se había impuesto en 22 distritos, ahora lo hizo en 18 provincias, y en dos de ellas (Tucumán y PBA) por un volumen de votos que resultó gravitante en el agregado nacional (ver datos al inicio del posteo y arriba; click para agrandar). Asimismo, cabe destacar que el triunfo del Frente de Todos en provincia de Buenos Aires estuvo fuertemente basado en conurbano bonaerense o Gran Buenos Aires (GBA), como puede apreciarse en el gráfico de abajo. En ese conglomerado, Alberto Fernández le sacó casi 25 pp de ventaja a Mauricio Macri. 



Con respecto a las variaciones entre elección, como ya adelantamos, al igual que sucedió entre las primarias de agosto y las generales de 2015, hasta tener el escrutinio definitivo los datos del provisorio insinúan que la mayor afluencia se distribuyó asimétricamente a favor de Juntos por el Cambio, que captó unos dos millones de electores más que el Frente de Todos y de esa manera achicó la brecha respecto a los Fernández que habían arrojado las PASO en poco más de 2 millones. Alberto Fernández y CFK sumaron casi 640 mil votos (ver datos abajo; click para agrandar). La polarización asimétrica que perfiló la elección (con las dos fuerzas sumando casi el 90% de los votos y la primera minoría electoral acercándose al 50%) diluyó a las terceras fuerzas: tanto Consenso Federal como el FIT y los frentes NOS y Despertar cedieron caudal respecto al resultado que habían cosechado en las primarias de agosto. Comparando con la general del 2015, la peor performance fue la de Nicolás del Caño: en octubre de ese año, el FIT alcanzó 812.530 votos, 3,23% del total, y ahora apenas 577.797 votos (2,16%). En cambio, el espacio panjusticialista unificado superó en votos y porcentaje lo que el FPV obtuvo en la primera vuelta de hace 4 años (9.338.490 sufragios y 37,08%, respectivamente) y lo mismo sucedió con Cambiemos/Juntos por el Cambio (8.601.131 y 34,15%, respectivamente), que además se acercó a su resultado de las legislativas de medio término del 2017: 42%. Esto refuerza un rediseño del sistema de partidos en dos grandes coaliciones; un mapa "ditelliano", como apuntamos en nuestra primera lectura del 27-O. 



lunes, 28 de octubre de 2019

Primeras lecturas del 27 de octubre (2)

En la estratégica provincia de Buenos Aires (PBA), Axel Kicillof (Frente de Todos) se impuso a la gobernadora María Eugenia Vidal (Juntos por el Cambio) por 52,3% a 38,4% (ver datos arriba con 95,66% escrutado; click para agrandar). La contundencia del resultado deja a Vidal con pocas chances de disputar el liderazgo en la coalición oficialista cuando le toque ser oposición a partir del 10 de diciembre de 2019. Además, le permite al espacio pan-justicialista retomar la conducción de la provincia más gravitante del total país, a la que gobernó ininterrumpidamente desde 1987 a 2015. 




En CABA, Horacio Rodríguez Larreta aventajó a Matías Lammens por 55% a 35% (ver abajo datos con 98,08% de escrutado; click para agrandar). Eso deja al Jefe de Gobierno de CABA como el único líder del PRO con un territorio propio, mientras que en el radicalismo las futuras que se sostienen de cara al futuro inmediato son el saliente gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo (quien logró que su delfín gane las elecciones en esa provincia) y Gerardo Morales (reelecto en Jujuy). Con respecto a Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes, habrá que ver qué sucede en 2020, cuando esa provincia tiene sus comicios distritales. Asimismo, habrá qué ponderar en qué rol queda Macri; aunque su resultado mejoró respecto a las PASO, en la historia argentina los candidatos a presidente perdedores suelen no tener chances de volver a pelear por el poder. Macri es el único presidente argentino que buscó su reelección y no la logró, a diferencia de Juan Domingo Perón, Carlos Menem y Cristina Fernández de Kirchner. No obstante, puede conservar chances de disputar el liderazgo dentro del PRO. En la provincia de Catamarca, Raúl Jalil superó el 60% de los votos, vs alrededor del 33% que alcanzó Roberto Gómez, de Juntos por el Cambio, con lo cual casi duplicó en votos a su competidor. En La Rioja, Ricardo Quintela superaba a Julio Martínez por alrededor de 40% vs 30% de Julio Martínez. Eso estira la hegemonía del justicialismo en ambos distritos. Por la tanto, en las elecciones distritales de este domingo, el espacio pan-justicialista ganó en 3 de los 4 que se disputaban. 

Respecto a la performance de las encuestas previas, cabe destacar cuatro aproximaciones que en su momento repasamos en este blog y una quinta que no fue publicada. Udesa presentó oportunamente tres escenarios, bien a lo Nate Silver: el intermedio logró una aproximación razonablemente buena al resultado, con un desvío de - 1 punto porcentual para Alberto y Cristina Fernández y de 2 pp para Macri-Pichetto (ver datos abajo; click para agrandar). esta medición fue online. 



Por su parte, la consultora Giacobbe & Asociados proyectó 51,3% para el Frente de Todos vs 36,3% para Juntos por el Cambio: los desvíos son de +3,2 pp y -4,1 pp, respectivamente, por lo cual se trata de una aproximación razonablemente buena si se considera el error muestral de +-2%. Esta medición fue mixta: sobre celulares y usando un sobre cerrado (simulación de voto; ver datos abajo, click para agrandar). 



Por su parte, la consultora Análisis y Tendencias reportó 50,65% vs 37,40%, un desvío de + 2,55 pp y -3 pp, respectivamente. Este sondeo se realizó a través de plataformas digitales, entre el 29 y 30 de agosto, sobre una muestra distribuida proporcionalmente conforme a la población en todo el país. Dado que fue realizado mucho tiempo antes de la elección, se la puede calificar como una aproximación buena (ver datos abajo; click para agrandar). 



En tanto, la brasileña Atlas Intel había reportado 48,2% para el Frente de Todos vs 38,5% para Juntos por el Cambio; el desvío es de +0,1 pp para Alberto Fernández y de -1,9 pp para Mauricio Macri, una aproximación buena (ver datos abajo; click para agrandar). En su momento habíamos sido escépticos con esta proyección, dado los desastrosos antecedentes de las consultoras brasileñas BTG Pactual e Ideia Big Data en las PASO, pero, nobleza obliga, esta vez la aproximación fue digna de ser destacada. 


Trespuntozero hizo un relevamiento nacional entre el 23 y el 26 de octubre (durante la veda de datos, por lo cual no fue publicado ni lo repasamos en este blog) y el sábado 26 casi a la medianoche envió sus datos a Clarín: 48,2% a 37,2%. El desvío es de +0,1 pp y -3,2 pp, respectivamente. Su cierre anterior daba 17,7 pp a favor de Fernández, y al medir en el sprint final logró una buena aproximación. En cuanto a los promedios que manejamos en este blog, la mejor aproximación relativa no fue la construida a través de los sondeos nacionales, sino el distrital: 50,64% para el Frente de Todos (un desvío de +2,54 pp) y 33,21% (desvío de -7,19 pp). Aquí la mayor debilidad fue la falta de encuestas en distritos que mostraron un cambio de tendencia respecto al resultado de las PASO, como Entre Ríos, Santa Fe y Mendoza, en particular. En general, las mediciones (incluidas las bocas de urna publicadas el domingo 27) sobreestimaron a Fernández y subestimaron a Macri. En estadística, esto se llama covarianza: en términos simples, significa que cada punto de más que le demos a un candidato también es computable como un punto que le falta a otro, y viceversa. Al haberse polarizado la elección (diluyendo a las terceras fuerzas), la covarianza generó esa transferencia lineal del error entre los dos principales candidatos. Así como las primarias de agosto funcionaron como una primera vuelta anticipada, la elección general de ayer funcionó como un ballotage prematura, empujando la polarización hasta el 88,47% de los votos. 
En el caso de provincia de Buenos Aires, en cambio, el acierto de las encuestas fue generalizado, considerando el margen de error. 

domingo, 27 de octubre de 2019

Primeras lecturas del 27 de octubre (1)



El Frente de Todos ganó la elección presidencial en primera vuelta, le arrebató la provincia de Buenos Aires (PBA) al oficialismo y sus aliados provinciales retuvieron las dos provincias que ponían en juego, Catamarca y La Rioja. Por su parte, Juntos por el Cambio pudo retener la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). A nivel país, Alberto y Cristina Fernández alrededor del 48% de los votos, vs alrededor del 40% de Macri-Pichetto (ver datos arriba; click para agrandar). Con más del 48% de los votos vs poco más del 40%, para el oficialismo, el Frente de Todos se constituyó como primera minoría electoral, quedando a 2 pp de conformar una mayoría neta. El mejor resultado reciente del espacio pan-justicialista sigue siendo el 54,11% alcanzado por CFK en 2011 y esta vez, a diferencia de lo que sucedió cuando ella consiguió la reelección, la ventaja obtenida en las primarias se achicó de 16,55 puntos porcentuales a unos 8 pp. En ese marco, la dinámica pos-PASO se pareció más a la de 2015 que a la de 2011. En cuanto a la participación, mientras que en las PASO votaron 25.543.041 electores (76,41%), ahora sufragaron 26.352.226 (80,86%); un crecimiento de 4,45 pp en la afluencia. 



La fórmula compuesta por la ex presidenta y el ex Jefe de Gabinete se impuso en 18 distritos, mientras que Juntos por el Cambio logró hacerlo en 6 (ver mapa debajo; click para agrandar). Sin embargo, las brechas a favor de Juntos por el Cambio son magras en San Luis, Santa Fe y Entre Ríos (distritos que serán gobernados por justicialistas en el mandato 2019-2023). Sólo Mendoza puede ser considerado como un bastión cambiemita o, con más propiedad, radical, ya que la ventaja ahí superó los 10 pp. 





La representación en el Congreso proyecta que el Frente de Todos no tendría  quórum propio (129 legisladores) en la Cámara baja: alcanzaría alrededor de  111 diputados nacionales. Juntos por el Cambio, por su parte, rondaría los 119 diputados nacionales (ver datos abajo; click para agrandar, si bien habrá que esperar al escrutinio definitivo para confirmar la distribución final). En el Senado, en cambio, el Frente de Todos sí tendrá quorum propio: 39 senadores junto con sus aliados, vs 29 de Juntos por el Cambio y aliados y 4 de otras fuerzas. 





Se trata de un resultado "ditelliano" en términos políticos, dado que perfila una coalición de centro-popular vs una coalición de centro-conservador, un mapa relativamente inédito en un país donde los sectores conservadores sistemáticamente recurrieron a los golpes de Estado por su falta de competitividad electoral. En este caso, ese patrón se corrige parcialmente, dado que la Alianza Cambiemos/Juntos por el Cambio logra terminar su mandato y mantener una segunda minoría electoral relativamente robusta (más allá de que resta ver si logra mantenerse como interbloque en el Congreso, o la derrota genera una diáspora). Esta línea interpretativa coincide con la expuesta por Juan Pablo Schinello, referente de la consultora Clivajes: "Esta elección (una especie de balotage en primera vuelta) puede reperfilar el sistema de partidos argentinos. Con 2 coaliciones de gobierno, una de centro derecha y otra de centro izquierda".




Bocas de urna a la espera de los resultados oficiales

Boca de urna nacional



Boca de urna Provincia de Buenos Aires (PBA)



Boca de urna Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)


Resultados oficiales desde las 21 en https://resultados2019.gob.ar/

miércoles, 23 de octubre de 2019

Las tendencias luego del segundo debate (2)



Las mediciones del segundo debate que se conocieron después de nuestro posteo anterior ratifican, en líneas generales, el análisis que venimos realizando. Un trabajo realizado por Dynamis Consulting vía encuesta online privada midió la reacción de los electores durante el intercambio de los candidatos presidenciales en la Universidad de Buenos Aires (UBA): el 45% dijo que ganó Alberto Fernández, del Frente de Todos, vs un 29% que vio ganador al presidente Mauricio Macri. Ambos guarismos están en el orden de magnitud de las respectivas intenciones de voto si se considera el margen de error. Por otro lado, la mitad de los indecisos que dijo haber tomado una decisión por el debate votará por Fernández, y en el tema "empleo" ese candidato incluso logró el apoyo de los macristas. El relevamiento se realizó de manera online sobre una muestra de 400 ciudadanos argentinos en edad de votar que reaccionaron minuto a minuto frente a cada intervención de los candidatos durante el debate. Previamente, se consultó a cada participante su orientación política para agruparlos en audiencias determinadas. 

Las reacciones se graficaron con líneas con colores asignados a cada aspirante o segmento y curvas que representan cómo impactó el mensaje de los políticos en los ciudadanos. Cuando la línea sube, significa que los encuestados están más dispuestos a apoyar al dirigente o fuerza política; cuando la línea baja, esa audiencia está menos dispuesta a respaldar al candidato elegido. Se reportó que Mauricio Macri registró una curva creciente de aprobación entre los votantes PRO, pero le fue muy mal entre indecisos, votantes de los Fernández y de otros opositores, entre quienes las curvas fueron decrecientes. Incluso se observaron baches de apoyo entre los propios votantes cuando hizo referencia indirecta a Miguel Pichetto y cuando mencionó la frase “mejora del salario”. En sentido contrario, Fernández en la apertura registró una curva creciente de apoyo entre los propios votantes peronistas y también en los indecisos (y, como era de esperarse, una curva decreciente de apoyo entre los votantes de Juntos por el Cambio y los otros espacios). Asimismo, logró un pico de impacto positivo entre  los indecisos cuando se refirió a que se educó y educa en la Facultad de Derecho de la UBA y cuando hizo referencia a que “un Presidente no debe firmar decretos que favorezcan a sus hermanos”.

Aunque si se observa el número total de encuestados el debate no generó un movimiento importante en la intención de voto, sí arrojó como resultado claro que la mayoría de los consultados que tomaron una decisión electoral a partir del debate votarán por el Frente de Todos. El sondeo mostró los indecisos representaron el 8% del total de los encuestados y que cuatro de cada 10 entre ellos decidieron su voto a partir de lo que vieron y escucharon en el debate. De ellos, Alberto Fernández logró captar el apoyo de casi la mitad, el 49%; Roberto Lavagna del 27%; mientras que Mauricio Macri y José Luis Espert consiguieron números mínimos (15 y 9%, respectivamente). En cuanto al impacto por tema, 
Macri ganó en dos, "Seguridad" y "Transparencia", pero en ambos casos logró hacerlo apenas una diferencia escasa sobre el ex jefe de Gabinete. En el primero lo hizo con un 42% de aprobación contra un 39% de su adversario (una brecha estadísticamente no significativa), mientras que en el segundo consiguió el mismo porcentaje contra un 36% del candidato del Frente de Todos. A su turno, Fernández se impuso en los tópicos "Empleo" y "Desarrollo Social", en ambos casos con una diferencia muy amplia sobre Macri. En el primero alcanzó una aprobación del 51% sobre un 33% del líder PRO, mientras que en el segundo logró un 53% de aprobación contra un 30% del actual mandatario (ambas diferencias son estadísticamente significativas).

Según el sondeo, durante todo el debate se registró la clásica polaridad en el comportamiento de los votantes del Frente de Todos y los de Juntos por el Cambio: frente a las intervenciones de Alberto los votantes de Macri mostraban poco apoyo, mientras que ante las intervenciones del líder PRO los votantes peronistas mostraban poco apoyo. Con todo, en un momento se registró un apoyo significativo a Fernández que logró romper esa polarización: fue en la intervención sobre Empleo, Desarrollo Económico e Infraestructura. Allí, cuando el candidato presidencial del Frente de Todos se refirió a que el trabajo en blanco es la mayor garantía de paz social y que van a poner en marcha las Pymes se generó un pico de apoyo inusual por parte de los votantes de Juntos por el Cambio. Al cierre del debate, Fernández consiguió un diferencial positivo de mejora de su imagen de 13 puntos porcentuales: el 42% de los encuestados manifestó que mejoró su imagen respecto del candidato del Frente de Todos, contra el 29% que empeoró su mirada. En cambio, el saldo para Macri fue neutro: el 36% manifestó que mejoró su opinión sobre el líder PRO, mientras que un 35% la empeoró (diferencial de +1 pp).




Por su parte, la UBA a través de su Observatorio Pulsar hizo un relevamiento sobra una base de 108 votantes de los diferentes espacios. Los dividieron en 9 aulas y debían ir marcando qué les gustaba y qué no durante el debate. Cada encuestado tenía una tablet con aplicación que le permitía calificar entre + 10 (lo mejor) y - 10 (lo peor) las diferentes circunstancias de la dinámica. Según los resultados, la frase más valorada de Macri (Juntos por el Cambio) entre sus votantes fue la referida a la Justicia (ver segundo gráfico; click para agrandar)



En el caso de Fernández (Frente de Todos), la mayor adhesión entre sus votantes se dio cuando dijo que Macri "uberizó" la economía (ver datos en tercer término; click para agrandar). 



Roberto Lavagna (Consenso Federal) concitó mayor apoyo entre sus electores al referirse a los delitos de género (ver cuarto gráfico; click para agrandar).



A su turno, el candidato del Frente de Izquierda-Unidad (FIT), Nicolás del Caño, logró su mayor impacto positivo cuando dijo que Macri no podía entender lo que sufre una familia (ver gráfico en quinto término; click para agrandar).


José Espert (Frente Despertar) también logró su pico de apoyo cuando atacó a Macri aludiendo a su slogan de campaña "Sí, se puede" (ver datos arriba; click para agrandar), mientras que Gómez Centurión (Frente NOS) logró su pico al referirse al tema corrupción (ver datos abajo; click para agrandar).  



Finalmente, en la misma línea que el estudio de Dynamis Consulting, este sondeo también arrojó que la polarización se vio reflejada en el debate: el discurso de Macri generó un rechazo directo entre los votantes de Fernández, y viceversa (ver gráfico abajo; click para agrandar). 


Según el informe elaborado por el Observatorio Pulsar de la Universidad de Buenos Aires (UBA), los votantes de Alberto Fernández aprobaron el mensaje de su candidato y rechazaron sistemáticamente las palabras de Mauricio Macri, mientras que los simpatizantes de Juntos por el Cambio reaccionaron positivamente al mensaje del presidente y reprobaron la presentación del candidato del Frente de Todos.

En síntesis, considerando tanto las encuestas realizadas pos debates como los estudios de reacciones citados en este posteo, no cabría esperar de estas instancias una variación significativa de la intención de voto respecto al último cierre de nuestro promedio. Los debates ratifican el "sesgo de confirmación": los adherentes de los principales candidatos valoran de manera más positiva la performance de la figura por la que ya habían votado en las primarias de agosto o pensaban votar en las generales de este 27 de octubre. 

lunes, 21 de octubre de 2019

Las tendencias luego del segundo debate (1)


Al analizar el primer debate la semana pasada, apuntábamos que las encuestas mostraban lo que en psicología política se denomina "sesgo de confirmación", es decir, una percepción alineada con las creencias preexistentes. Así, en el caso de los dos principales candidatos, los votantes de Alberto Fernández percibían él había ganado el debate, mientras que los de Macri creían que el presidente había sido el vencedor. Al haber una distancia tan nítida en las primarias a favor del primero (49,49% de los votos vs 32,94%, es decir, 16,55 puntos porcentuales), la percepción del ganador del debate a nivel general se ubicaba en el mismo orden de magnitud de la intención de voto, favoreciendo al candidato del Frente de Todos. El primer sondeo nacional conocido después del segundo debate, realizado el día de ayer (20 de octubre), va en la misma línea. Según Proyección, el 52% de los electores vio ganador a Alberto Fernández, vs casi 33% que vio ganador a Mauricio Macri; 19,3 pp de distancia. Casi un 4% vio ganador a Nicolás del Caño, 3,3% a José Espert, 2,1% a Roberto Lavagna y apenas 0,3% a Juan Gómez Centurión, con 5,5% de indecisos (ver datos arriba; click para agrandar). 




El resultado es casi idéntico al del sondeo nacional anterior posdebate (las diferencias con el resultado percibido del primer debate no son estadísticamente significativas si se considera el error muestral). También ratifica el "sesgo de confirmación". Los votantes del Frente de Todos en las PASO vieron ganador a Fernández de manera casi unánime, y los de Juntos por el Cambio percibieron como ganador a Macri en una proporción del 91%, similar a la proporción de votantes del Frente Despertar que vieron ganador a Espert. En el caso del FIT, la proporción de quienes vieron ganador a Del Caño cede un poco (81%). Es entre los votantes de Consenso Federal y el Frente NOS donde más se dispersa la percepción de ganador (ver datos arriba; click para agrandar). La muestra fue de 789 casos, con un margen de error muestral de +-4,5%.



Por su parte, otra medición pos debate fue realizada en un distrito clave, AMBA, es decir, el Área Metropolitana de Buenos Aires, que aglutina a Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y el Gran Buenos Aires (GBA). El consultor Raúl Aragón relevó vía CATI (encuesta telefónica asistida con encuestador) sobre una muestra de 1.486 casos, con un error muestral de +-2,5%. El 44,2% de los electores del AMBA vio ganador del debate a Alberto Fernández, vs 33% que percibió como vencedor a Mauricio Macri. José Espert roza el 7%, Roberto Lavagna alcanzó 3,6%, Nicolás del Caño roza el 3% y Juan Gómez Centurión el 1%, con casi 9% de indecisos (ver datos arriba; click para agrandar). El resultado es muy similar al que Aragón reportó para el primer debate: 43,1% vio ganador de esa instancia a Alberto Fernández, vs 34,2% que vio ganador a Mauricio Macri. Las diferencias con el resultado percibido del segundo debate no son estadísticamente significativas si se considera el error muestral. Asimismo, la percepción de ganador del segundo debate está en el mismo orden de magnitud que el promedio simple de intención de voto (sin ponderar) de CABA y provincia de Buenos Aires: 46,8% para el candidato del Frente de Todos vs 37,1% para el presidente. Esto valida la tesis del sesgo de confirmación en la percepción de ganadores del debate. 


Por su parte, la consultora QSocialNow realizó un trackeo de las conversaciones en tiempo real de las redes sociales de Facebook, Twitter e Instagram y contrastó las menciones de los candidatos, ponderando los comentarios positivos y negativos. Los datos arrojaron que Alberto Fernández fue el que acumuló una mayor cantidad de interacciones positivas, con un porcentaje de 68,3%, y resultó el segundo más mencionado (59.395 menciones); su diferencial positivo es de 36,6 pp. A su turno, Mauricio Macri recibió un mayor número de menciones en comparación con los otros candidatos (110.040), pero obtuvo una valoración negativa de 56,5%; su diferencial es negativo en 12,9 pp. En tanto, Gómez Centurión ocupó el segundo puesto de valoraciones positivas (54,8%), pero fue el menos mencionado (9.118); su diferencial es positivo en 9,6 pp. Lavagna fue el cuarto más mencionado (24.260), pero el primero en comentarios negativos durante el debate (73,7%); su diferencial es negativo en 47,4 pp. Le siguió Del Caño, con un negativo de 65,8% y 13.138 menciones; su diferencial es negativo en 31,6 pp. José Luis Espert ocupó el tercer puesto de comentarios negativos (64,9%), con 41.681 menciones; su diferencial es negativo en 29,8 pp.

Claramente, la dinámica de los debates, pese a ofrecer similares oportunidades de exposición para todos los candidatos, replicó la lógica de polarización asimétrica que vienen mostrando los resultados electorales de las primarias y las encuestas pos PASO. Así, en función de los datos analizados, no cabe esperar del debate ningún vuelco en las tendencias de intención de voto que venimos repasando. Habrá que ver si en la semana del sprint final hasta la elección circulan nuevas mediciones que insinúen algún movimiento que pueda tener impacto el domingo 27 de octubre. 

domingo, 20 de octubre de 2019

Últimas encuestas antes del segundo debate



Tres encuestas nacionales y dos mediciones en provincia de Buenos Aires se dieron a conocer desde nuestro posteo anterior. Todas ratifican las tendencias que venimos repasando en este blog, sin sorpresas. El CEOP hizo una encuesta sobre una muestra nacional de 1.605 casos de manera presencial, y reporta casi 54% de intención de voto para el Frente de Todos, vs 33% de Juntos por el Cambio; brecha de 20,6 puntos porcentuales a favor de Alberto y Cristina Fernández. Consenso Federal ronda el 9% y el FIT el 2%, en tanto que los frentes NOS y Despertar oscilan alrededor del 1% (ver datos arriba; click para agrandar). Respecto a las PASO, el Frente de Todos insinúa un avance de 4,11 pp, mientras que el oficialismo aparece estancado (+0,06 pp). Ambas variaciones son estadísticamente no significativas. 


Por su parte, Raúl Aragón & Asociados realizó una encuesta telefónica asistida con encuestador (CATI), sobre una muestra de 2.000 casos relevados del 14 al 19 de octubre. Alberto Fernández alcanza 52,43% de intención de voto, vs 34,37% de Mauricio Macri; brecha de 18,06 pp. Roberto Lavagna llega a 8,26% y Nicolás del Caño 2,60%, en tanto que Espert y Gómez Centurión rondan el 1% (ver datos arriba; click para agrandar). Respecto a las primarias del 11 de agosto, el Frente de Todos insinúa un avance de 2,94 pp, en tanto que el oficialismo uno de 1,43 pp, ambas variaciones estadísticamente no significativas si se considera que el error muestral es de +-2,2%. 



La consultora Giacobbe & Asociados hizo un sondeo nacional combinando preguntas a dispositivos móviles y simulación de voto con sobre cerrado. La muestra es de 2.500 casos. Proyecta 51,3% de intención de voto para Alberto Fernández y CFK vs 36,3% para Macri-Pichetto; brecha de 15 pp, menor que las anteriores. Consenso Federal alcanza 6,4% y el Frente Despertar 2,4%, mientras que el FIT y el Frente NOS rozan el 2% (ver datos arriba; click para agrandar). En relación a las PASO, el Frente de Todos insinúa un avance de 1,81 pp y Juntos por el Cambio uno de 3,36 pp, ambos estadísticamente no significativos para un error muestral de +-2%. Sumar estas encuestas nos permite actualizar el promedio nacional. Para 44 mediciones pos PASO, tenemos 52,5% para el Frente de Todos vs 33,4% de Juntos por el Cambio; 19,1 pp de brecha. Tomando sólo la encuesta más reciente de cada consultora para no sobreponderar ninguna medición, el promedio sobre 20 mediciones queda en 52,3% vs 33,9%; 18,4 pp de brecha. Finalmente, si consideramos sólo 21 encuestas posteriores al reinicio de la campaña, el promedio da 52,6% para Alberto y Cristina Fernández vs 33,6% de Macri-Pichetto; 19 pp de brecha. En todos los casos, se perfila una victoria opositora en primera vuelta, ya que los Fernández superan el umbral del 50%, excediendo así las condiciones para evitar el ballotage. 



En cuanto a las encuestas en provincia de Buenos Aires, Aragón & Asociados relevó del 14 al 19 de octubre vía CATI sobre una muestra de 1.200 casos. Axel Kicillof alcanza 52,55% de intención de voto, vs 36,45% de la gobernadora María E. Vidal; 16,1 pp de brecha. El candidato de Consenso Federal ronda 6%, el del FIT el 3% y el de Consenso Federal no llega al 2% (ver datos arriba; click para agrandar). Según la consultora Federico González & Asociados, el Frente de Todos llega a 55,8%, Juntos por el Cambio a 33,2%, Consenso Federal a 6,1%, el FIT a 3,1% y el Frente NOS a 1,8%. En este caso, la brecha es de 22,6 pp. El relevamiento se realizó del 14 al 18 de octubre sobre una muestra de 1.200 casos, vía CATI. Así, el promedio de 12 encuestas pos PASO en PBA queda en 54,3% para el Frente de Todos vs 35% de Juntos por el Cambio, una brecha de 19,3 pp, perfilando una victoria holgada de Axel Kicillof (ya que supera el umbral del 50% en un distrito que sólo requiere simple pluralidad de votos para ganar).  

viernes, 18 de octubre de 2019

Tendencias distritales antes de la veda de datos





Con las tendencias nacionales consolidadas en sentido convergente, amerita un repaso de las encuestas en los principales distritos. Según la última medición  de la consultora Proyección, la fórmula presidencial del Frente de Todos roza el 59% de intención de voto vs 29,1% de Juntos por el Cambio en provincia de Buenos Aires (ver datos arriba; click para agrandar). La brecha es de casi 30 puntos porcentuales (29,7 pp) a favor del frente opositor en el distrito con mayor peso electoral a nivel país (37% del total). Consenso Federal ronda el 4%, el FIT roza el 2% y los Frentes Despertar y NOS rondan el 1,5%, con 3,1% de indecisos. El estudio fue efectuado entre electores mayores de 16 años en PBA, sobre una muestra de 912 casos relevada del 10 al 17 de octubre vía online con un error muestral de +-3%. En tanto, para gobernador la tendencia es similar: 58,3% para Axel Kicillof vs 33,6% para la gobernadora María E. Vidal; brecha de 24,7 pp. Consenso Federal ronda el 2%, el FIT alcanza 1,4% y el Frente NOS 1,2%, con 3,4% de indecisos (ver datos abajo; click para agrandar). 
  


Por su parte, según la medición de la consultora Ricardo Rouvier & Asociados, el Frente de Todos alcanza 53,6% de intención de voto para presidente vs 32,5% de Juntos por el Cambio en PBA: 21,1 pp de brecha. Consenso Federal alcanza 7,4%, el FIT roza el 3%, el Frente NOS alcanza 2% y Despertar ronda 1,5% (ver datos abajo; click para agrandar). El relevamiento se realizó del 1 al 13 de octubre sobre una muestra de 1.000 casos contactados telefónicamente. El error muestral es de +-3,1%. 



Respecto a la intención de voto a gobernador de PBA, Axel Kicillof alcanza 53,3% vs 35,7% de la gobernadora Vidal; 17,6 pp de brecha. Consenso Federal ronda el 6%, el FIT roza el 3,5% y el Frente NOS llega a 1,4%. Para ambos cargos, los datos se calculan sobre votos positivos con proyección de indecisos. 


CELAG fue otra de las consultoras que midió intención de voto a gobernador en PBA: su estudio arrojó casi 54% para el Frente de Todos, vs 32,1% de Juntos para el Cambio; 21,7 pp de brecha. Consenso Federal roza el 5%, el FIT alcanza 2,2% y el Frente NOS 1,7%, con 5% entre indecisos, voto en blanco/nulo o no votaría (ver datos abajo; click para agrandar). 



A su turno, la consultora Trespuntozero reportó en PBA 52,1% para el Frente de Todos vs casi 35% para Juntos por el Cambio; 17,2 pp de ventaja para la oposición. Consenso Federal alcanza 2,6% de intención de voto, el Frente NOS 2,2% y el FIT roza el 2%. Por otro lado, hay 2% en blanco y 4,4% de indecisos. La muestra fue de 1.000 casos relevados a fines de septiembre de manera online, con un error muestral de +-3,2% (ver datos abajo; click para agrandar). 


Así, tenemos 10 mediciones pos PASO a gobernador en PBA, que nos permite construir un promedio sólido. El resultado es 54,4% para Kicillof vs 35% para Vidal, una brecha de 19,4 pp que resulta holgada para perfilar una victoria opositora el 27 de octubre. Para presidente, con un promedio sobre 6 mediciones en PBA, el promedio es 54,7% para Alberto y Cristina Fernández vs 30,7% de Macri-Pichetto; una ventaja de 24 pp. 



CELAG también relevó intención de voto a jefe de gobierno en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Rodríguez Larreta alcanza 44,6% vs 35,9% de Lammens, una brecha de 8,7 pp. Consenso Federal llega a 6,4% y el FIT roza el 4%, con 9,4% entre indecisos, votos nulos/en blanco y abstencionistas (ver datos arriba; click para agrandar). La encuesta fue presencial. 



Por su parte, UBA Sociales relevó una muestra de 600 casos en los primeros 10 días de octubre y la tendencia es muy similar a la detectada por CELAG: 44% para Juntos por el Cambio, vs 36% para el Frente de Todos; 8 pp de brecha a favor del oficialismo, que no permiten descartar un ballotage. Tombolini alcanza 6% y Solano la mitad, con 7% de indecisos y 4% en blanco (ver datos arriba; click para agrandar). Finalmente, la consultora FGA reportó en CABA casi 49% de intención de voto para Juntos por el Cambio vs casi 41% para el Frente de Todos, una ventaja de 8,2 pp que deja al oficialismo al borde de ganar sin ballotage. Tombolini alcanza 7,3% y Solano 3,1%, proyectando indecisos y excluyendo casi 7% de voto en blanco (ver datos abajo; click para agrandar). La muestra fue de 600 casos, relevada el 19 de septiembre. Así, sobre 8 mediciones pos PASO para jefe de Gobierno en CABA, el promedio da 47,5% para Rodríguez Larreta vs 38% para Lammens; una brecha de 9,5 pp. 



UBA Sociales también relevó intención de voto a presidente en CABA. Reportó 39% para Juntos por el Cambio vs 37% para el Frente de Todos, apenas 2 pp de ventaja que ponen la disputa en empate técnico en un distrito que pesa casi 8% en el padrón nacional e implica que Larreta necesitaría un corte de boleta muy alto respecto al tramo presidencial para eludir el ballotage. Consenso Federal alcanza 7%, el FIT 3%, el Frente Despertar 2% y el Frente NOS 1%, con 9% de indecisos y 2% en blanco (ver datos abajo; click para agrandar). Con esta medición, podemos construir un promedio sobre 3 encuestas pos PASO en CABA para el tramo presidencial, y da 43,5% para Juntos por el Cambio vs 38,9% para el Frente de Todos; apenas 4,6 pp de brecha. 


Así, si tomamos las mediciones distritales que venimos repasando en este blog, vemos lo siguiente: en PBA, el resultado de las primarias fue 52,61% para el Frente de Todos vs 30,77% para Juntos por el Cambio, una brecha de 21,84 pp, que en el promedio de encuestas pos PASO se amplió. Ahora, tenemos 54,7% vs 30,7% (24 pp, +2,16 pp respecto a las primarias). En CABA, la diferencia fue a favor de Juntos por el Cambio en las PASO: 46,21% vs 34,14%, 12,07 pp. Ahora, es de apenas 4,6 pp (43,5% vs 38,9%), con lo cual se achicó significativamente (-7,47 pp). En Córdoba, la brecha en las PASO fue de 18,38 pp: 50,09% vs 31,71%. En nuestro promedio más reciente de ese distrito, es de 20 pp (53,2% vs 33,2%), con lo cual se amplió levemente (+1,62 pp). Por otro lado, en San Juan las PASO marcaron una brecha de 28,25 pp a favor del Frente de Todos (55,6% vs 27,35% de Juntos por el Cambio). Según una encuesta reciente, la brecha se achicó levemente (61,3% vs 36,5%; 24,8 pp de ventaja, -3,45 pp respecto a las PASO). En San Luis, las primarias arrojaron una ventaja de 10,52 pp para el Frente de Todos (45,31% vs 34,79% de Juntos por el Cambio), que los datos propios más recientes estiran a 19,1 pp (50,4% vs 31,3%). Si proyectamos estas tendencias distritales y mantenemos en las demás provincias el resultado de las PASO (a falta de encuestas posteriores a la elección), el promedio nacional queda en 50,70% para el Frente de Todos vs 33,17% para Juntos por el Cambio; la ventaja a favor de la fórmula presidencial opositora queda en 17,53 pp. Sin embargo, si el fuerte corrimiento en favor del ganador en PBA y el crecimiento del Frente de Todos en CABA también se dan en algunos de esos distritos de los cuales no contamos con datos, la brecha podría acercarse al promedio en torno a 19 pp que vimos en el promedio construido a partir de encuestas nacionales, e incluso estirarse.   

Tendencias nacionales antes de la veda de datos (3)


Las nuevas encuestas nacionales conocidas hoy no muestran sorpresas: ratifican las tendencias que veníamos repasando. La consultora Federico González & Asociados relevó una muestra de 1.800 casos ayer 17 de octubre, de manera mixta (telefónica y presencial). Proyectando indecisos y excluyendo el voto en blanco, arroja 54% de intención de voto para el Frente de Todos, vs 31,5% para Juntos por el Cambio; brecha de 22,5 puntos porcentuales a favor de la fórmula opositora. Consenso Federal llega a 8,2% y el FIT a 2,3%, en tanto que el Frente Despertar y el Frente NOS rondan el 2% (ver datos arriba; click para agrandar). Respecto a las PASO, Alberto y Cristina Fernández insinúan un avance de 4,51 pp, mientras que el oficialismo, en cambio, insinúa un retroceso de 1,44 pp, si bien dentro de variaciones estadísticamente no significativas. 


Cuando se observa el proceso de ajuste de los datos, se advierte que en la columna de básico (voto lineal), el Frente de Todos prácticamente repite el resultado del 11 de agosto (49,49%), mientras que el oficialismo cede 3,74 pp. Nuevamente, ambas variaciones son estadísticamente no significativas si se considera el error muestral. Al proyectar, Alberto Fernández y CFK cruzan el umbral del 50% y pasan de ser primera minoría electoral a constituirse como mayoría neta (ver datos arriba; click para agrandar). 


La consultora Circuitos relevó vía IVR 1.601 casos del 14 al 17 de octubre. Sobre votos afirmativos, el Frente de Todos alcanza 53,6% de intención de voto, vs 33,7% de Juntos por el Cambio; 19,9 pp de brecha. Lavagna-Urtubey alcanzan 7,7%, Del Caño-Del Plá 3%, Gómez Centurión-Hotton 1,2% y Espert-Rosales 0,8% (ver datos arriba; click para agrandar). Respecto a las PASO, los Fernández insinúan una suba de 4,11 pp, mientras que el oficialismo aparece estancado (+0,76 pp). El error muestral es de +-2,3%. 



A su turno, la consultora OhPanel midió también ayer 17 de octubre, sobre una muestra de 1.250 casos relevada vía panel online. Los resultados: 52% para el Frente de Todos vs 33% de Juntos por el Cambio, una brecha de 19 pp. Consenso Federal llega a los 2 dígitos (10%), los frentes FIT y NOS empatan en 2% y el Frente Despertar queda en 1%. Nuevamente, respecto a las primarias Alberto Fernández y CFK insinúan un avance de 2,51 pp, mientras que el oficialismo aparece amesetado (+0,06 pp). 


Por su parte, la consultora CIGP presentó un relevamiento sobre una muestra de 1.202 casos, online y telefónicos, relevados entre el 11 y el 15 de octubre. El margen de error es de +/- 3,5%. Arroja 51,37% de intención de voto para el Frente de Todos, 35,08% para Juntos por el Cambio y 7,46% para Consenso Federal. El FIT y el Frente Despertar empatan en 2,2% y el Frente NOS roza el 1,7% (ver datos arriba; click para agrandar. En este estudio, la brecha entre ambas fuerzas se achica a 16,29 pp, más baja respecto a las otras que hemos repasado, y las variaciones de cada una respecto a las primarias (+1,88 pp y +2,14 pp, respectivamente) no son estadísticamente significativa.  




Pulso Social relevó del 10 al 14 de octubre de manera mixta (IVR + presencial) sobre una muestra de 1.200 casos. Proyectando sobre votos válidos, reporta casi 51% para el Frente de Todos y casi 35% para Juntos por el Cambio, una brecha de 16 pp. Lavagna-Urtubey llegan a 8,3% de intención de voto, mientras que la izquierda queda apenas por debajo del 3%. Los frentes Despertar y NOS no llegan al 2% (ver datos arriba; click para agrandar). En este caso, ambas listas se muestran estables respecto a las PASO (los Fernández suman 1,31 pp, y el oficialismo 1,76 pp), con variaciones estadísticamente no significativas considerando el error muestral de +-2,2%. Así, el promedio actualizado sobre 41 encuestas pos PASO da 52,5% para Alberto y Cristina Fernández vs 33,4% para Macri-Pichetto; 19,1 pp de brecha. Consenso Federal alcanza 7,5%, el FIT 2,4%, el Frente NOS 1,7% y el Frente Despertar 1,5%. Tomando sólo la medición más reciente de cada consultora, las variaciones no son estadísticamente significativas: sobre 18 encuestas, 52,3% vs 33,7%, una brecha de 18,6 pp. Finalmente, tomando sólo las 18 que se hicieron desde el reinicio de la campaña, el promedio da 52,7% vs 33,4%, una brecha de 19,3 pp. En cualquier caso, se confirma la tendencia hacia una victoria de Alberto Fernández y CFK en primera vuelta.