Las últimas mediciones conocidas antes de que comience la veda de publicación de datos confirman las tendencias que venimos repasando, tanto respecto al debate del domingo pasado como a la intención de voto. Según la consultora Clivajes, el candidato de mejor desempeño el 13 de octubre fue Alberto Fernández: 50,19% de los electores argentinos dieron esa respuesta. Un 30,54% eligió a Mauricio Macri, poco más del 6% a José Espert, 4,5% a Roberto Lavagna, casi 2% a Nicolás del Caño y casi 1,4% a Juan Gómez Centurión, mientras que un 5,35% terminó en la categoría de respuesta ns/nc (ver datos abajo; click para agrandar). Los datos fueron recolectados online del 14 al 15 de octubre sobre una muestra nacional de 842 casos, con un error muestral de +-3,38%.
En la misma línea, la consultora Opina hizo idéntica pregunta, con resultados similares: 49% para Fernández, 33% para Macri, 7% para Espert, 3% para Lavagna, 2% para Gómez Centurión y 2% para Del Caño; 3% dijo "Ninguno". Las diferencias entre esta encuesta y la anterior son estadísticamente no significativas, y ambas coinciden con la tendencia del sondeo nacional sobre este tema que vimos en el posteo anterior, de la consultora Proyección. Básicamente, las percepciones del debate están en la misma orden de magnitud de la intención de voto.
Por su parte, las mediciones de intención de voto ratifican que ni el debate ni la campaña oficialista "Sí, se puede" han tenido un impacto estadísticamente mensurable. La más reciente encuesta nacional de la consultora Proyección arroja que el Frente de Todos roza el 54%, vs 33,4% de Juntos por el Cambio; La brecha es de 21 puntos porcentuales, con Alberto y Cristina Fernández insinuando un avance de 4,31 pp respecto al resultado de las PASO considerando votos afirmativos, mientras que Macri y Pichetto aparecen estancados (+ 0,46 pp). Lavagna-Urtubey rozan el 7% y Del Caño-Del Plá apenas pasan el 2%, mientras que el Frente NOS y el Frente Despertar rondan el 1% (ver datos arriba; click para agrandar). La medición se realizó entre el 10 y el 16 de octubre sobre una muestra de 1.913 casos relevada vía panel online.
Otro sondeo fue el realizado por Ricardo Rouvier del 8 al 16 de octubre, sobre una muestra de 1.200 entrevistas telefónicas, con un margen de error de +/-2,8 para el total de casos. Según los datos, los Fernández alcanzan 52,3% de intención de voto, vs 34,3% de Macri-Pichetto, 7,6% de Consenso Federal y casi 3% de la izquierda; los frentes NOS y Despertar rondan el 1,5% (ver datos arriba; click para agrandar). En este caso, la brecha a favor del Frente de Todos es de 18 pp, y tanto esa lista como la oficialista insinúan avances estadísticamente no significativos en relación a las primarias (de +2,81 pp y +1,36 pp, respectivamente).
A su turno, la Universidad San Andrés (Udesa) hizo un relevamiento online sobre una muestra de 1.008 casos contactados entre el 1 y el 10 de octubre, con un margen de error de +-3,15%. Su proyección final da 51% para Alberto Fernández-CFK, 34% para Macri-Pichetto, 8% para Lavagna-Urtubey y 3% para Del Caño-Del Plá. Los frentes NOS y Despertar empatan en 2% (ver datos abajo; click para agrandar). Nuevamente, el Frente de Todos insinúa un avance (estadísticamente no significativo) respecto a las primarias, y el oficialismo se muestra estancado.
Esto nos permite actualizar nuestros promedios. Sobre 36 encuestas pos PASO, da 52,5% para el Frente de Todos vs 33,3% para Juntos por el Cambio; 19,2 pp de brecha. Consenso Federal queda en 7,4% y el FIT en 2,4%, en tanto que el Frentes NOS queda en 1,7% y Despertar en 1,4%. Si sólo tomamos una medición de cada consultora, la más reciente de ellas, nos quedan 16 encuestas y el promedio para las dos fuerzas principales resulta 52,4% para el Frente de Todos vs 33,5% para el oficialismo; brecha de 18,9 pp. Finalmente, si sólo tomamos las mediciones posteriores al reinicio de la campaña, tenemos 13 encuestas y una media aritmética de 52,8% para los Fernández y 33,4% para Macri-Pichetto; la brecha queda en 19,4 pp. Los matices respecto a las PASO son mínimos, pero sugieren que el oficialismo apenas está confirmando su caudal, mientras que el Frente de Todos puede cruzar el umbral del 50% para constituirse como mayoría neta. En cualquier caso, la tendencia resulta nítida y perfila un triunfo de la fórmula opositora en primera vuelta. Sólo un cisne negro, que por definición es un impredecible, podría alterar esta tendencia. Ni siquiera una suba de la participación electoral parece en condiciones de recortar la brecha, dado que, según Proyección, el 47,1% de los que no votaron en las primarias se inclinaría por el Frente de Todos, vs 29,3% que lo haría por el oficialismo; así, las proporciones de esos electores mantienen una ventaja de 17,8 pp a favor de los Fernández, ubicándose en el mismo orden de magnitud de la intención de voto general (si se considera el error muestral). Para recortar la brecha, el oficialismo necesitaría que el 16% de los electores que dicen votar a otros candidatos, en blanco o indecisos se volcaran por la fórmula de Juntos por el Cambio.
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