domingo, 13 de octubre de 2019

Resultados en Chaco, tendencias nacionales y debate




Al mismo tiempo que se desarrollaba el primer debate de candidatos presidenciales en Santa Fe, la provincia del Chaco consagraba como gobernador a Jorge Capitanich con casi el 50% de los votos (49,31%), vs 31,98% para el Frente Chaco Somos Todos representado por el radical Carim Peche, quien apostó a una estrategia de provincialización (con la UCR y el PRO detrás de su sello) tratando de evitar el arrastre negativo del desgaste de Mauricio Macri (ver datos arriba; click para agrandar). Aun así, el resultado fue muy parecido al de la PASO nacional, ya que el caudal logrado por el ex gobernador Capitanich es casi idéntico al que alcanzaron Alberto y Cristina Fernández sobre voto positivo (49,31%-49,49%, respectivamente), y lo mismo sucede con el de Peche (31,69%-32,94%, respectivamente). Lo mismo puede decirse de la brecha en Chaco (17,62 puntos porcentuales) respecto a la brecha en las PASO nacionales (16,55 pp). 


De esta manera, Chaco sumó un nuevo revés para el oficialismo nacional y sus aliados, en lo que es la última elección de gobernador antes del 27 de octubre (donde, además de presidente, se votarán cargos ejecutivos en Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Catamarca y La Rioja). Esto alarga la saga de elecciones en las que se impone el frente panperonista unido en otro distrito que en 2017 Cambiemos había anotado como ganable este año (ya que en los comicios de medio término del 2017 Cambiemos se había impuesto ante Chaco Merece Más). Con esa victoria, ese frente ha ganado 11 de 17 provincias que ya eligieron gobernador y tiene ventaja en 3 de las 45 que votan el 27 de octubre, con la notable excepción de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), bastión PRO desde el 2007 (ver datos arriba; click para agrandar). Para más datos, el ex jefe de Gabinete del kirchnerismo pudo vencer cómodamente sin ballotage en Chaco, instancia que todavía no se puede descartar en CABA, pese a la ventaja que Horacio Rodríguez Larreta lleva en el promedio de las encuestas. 




Respecto al debate de este domingo, como planteamos en un posteo reciente, los candidatos llegaban a la instancia en un escenario de polarización asimétrica notable: 82,43% para las dos fórmulas más votadas, con el Frente de Todos rozando el 50% y Juntos por el Cambio rozando el 33%, y 6 encuestas posteriores al reinicio de la campaña que arrojan un promedio de 53,33% para Alberto y Cristina Fernández vs 33,33% de Macri-Pichetto; brecha de 20 pp. En el mismo promedio, Consenso Federal queda en 7,6% (alcanzó 8,12% en las PASO), el FIT 2,3% (2,82% en las primarias), el Frente NOS 2% (2,60% en las PASO) y el Frente Despertar 1,5% (2,16% en las primarias). Aunque las variaciones son estadísticamente no significativas, la media aritmética insinúa un avance del Frente de Todos (+ 3,84 pp), estancamiento en Macri (+0,36 pp) y leves retrocesos en las demás fuerzas (-0,52 pp en Lavagna-Urtubey, -0,52 pp en Del Caño-Del Plá, -0,6 pp en Gómez Centurión-Hotton y -0,66 en Espert-Rosales). Así, la polarización alcanza 86,66% con la suma de las dos fórmulas principales, perfilándose como más intensa que en las primarias. Además de una brecha que parece agrandarse, el otro problema del oficialismo es el clima de opinión a favor del puntero: la percepción de que Alberto Fernández será el próximo presidente coincidía con el resultado de las primarias antes de agosto (adviértase que la favorable a Macri también estaba en el mismo orden de magnitud), pero luego de las PASO se disparó 23,5 pp para rozar el 73%, mientras que la de Macri cayó 15,5 pp (ver datos arriba; click para agrandar).   

Así las cosas, el presidente Macri llegaba al debate detrás en la elección de antecedente, detrás en las encuestas y detrás en el clima perceptivo de ola ganadora, todo lo contrario que sucedía con Alberto Fernández, mientras que los demás 4 candidatos tenían la oportunidad de posicionarse, si bien dentro de un formato limitado, a la par de los dos principales (todos tenían el mismo tiempo para exponer). La dinámica, sin embargo, mostró a Fernández más activo, fuertemente crítico de la gestión de Cambiemos, con el aplomo de un polemista capaz de capitalizar su experiencia como docente universitario, puntuando a partir de fisuras del discurso de Macri y casi sin fisuras propias, manifestando también mayor presencia gestual (sin llegar al exceso, a contrapelo de quienes marcaron su uso del índice como una falencia), con algún guiño para Lavagna y con un cierre esperanzador, en el que interpeló a la audiencia. Por su parte, el presidente apareció más apegado a un libreto (al punto de introducir algunos temas sin sentido de la oportunidad, evidenciando falta de escucha activa), sin encontrar un tono apropiado, entre el registro de alguien que tiene que defender una gestión casi terminada reconociendo problemas al mismo tiempo que dar motivos para ser reelegido (situación muy diferente a la que enfrentó en 2015). Los demás candidatos no lograron una performance capaz de capitalizar la visibilidad de la instancia televisiva: Lavagna se mostró mejor cuando expuso manejo de datos (a costa de Macri), pero sin poder desprenderse de un tono monocorde que le restó atractivo, mientras que Del Caño alternó las críticas al gobierno con algunos intentos de correr "por izquierda" a Fernández; sin embargo, desaprovechó algunos tiempos. Finalmente, Espert trató de correr "por derecha" a Macri, una posición poco seductora para el votante moderado pero quizá necesaria si se toma nota que el oficialismo hoy está corriéndose más hacia ese espectro ideológico de votantes que hacia el centro. En la misma línea, Gómez Centurión también trató de cuidar los votos "anti-aborto" que Macri procura disputar, pero se lo notó muy fuera de timing, incapaz de entrar en los tiempos del formato previsto. En síntesis, para un formato limitado, Fernández lo aprovechó mejor que los demás candidatos. De todos modos, dada su ventaja preexistente, no habría que esperar demasiadas variaciones pos-debate en la intención de voto. Veremos si surgen nuevas mediciones antes del debate del 20 de octubre o posteriores, para evaluar si cabe esperar en el sprint final algún movimiento en las preferencias.  

2 comentarios:

  1. Hola, buen trabajo como hace meses. Te queria consultar si tenes idea de encuestas en la rioja para gobernador. Ya que el peronismo esta partido en dos y cambiemos con un solo candidato para el 27 de octubre. Creo que quintenela va pegado a la boleta de frente de todos y beder herrera no.

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  2. ¡Gracias por la lectura, estimado! No he encontrado encuestas recientes con datos de intención de voto a gobernador en La Rioja, pero si aparece algo antes de la elección lo apuntaré en el blog. Saludos!

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