Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
miércoles, 31 de diciembre de 2014
Tendencias de fin de año (2)
En los últimos días, el PRO y la UCR avanzaron hacia un armado de fórmulas puras de cara a las primarias de agosto (PASO), aún con indefiniciones en cuanto a su integración. Estos hechos son pertinentes dado que, como decíamos en el post anterior, las principales discrepancias en las encuestas aparecen respecto a la intención de voto de los sellos PRO y Frente Renovador, fuerzas que han avanzado sobre la UCR (pilar del frente FAUNEN) debido a su amplio despliegue nacional. Ambas (PRO y FR) son fuerzas personalistas, lideradas respectivamente por Mauricio Macri y Sergio Massa. La diferencia es que mientras el PRO es un sello con historia (desde 2007, es imbatible en Capital Federal), el Frente Renovador tiene poco más de un año de vida, dato que sugiere que, como fuerza, la de Macri debería “medir” más que la del tigrense, como señalaba la encuesta de OPSM. En sentido contrario, el antecedente de éxito electoral del Frente Renovador con la candidatura de Massa en las legislativas de 2013 en provincia de Buenos Aires podría explicar por qué en la encuesta de Fara ese sello supera al PRO, aunque hay que recordar que en esos comicios el PRO sumó algunos dirigentes a las listas del massismo, y si existió un porcentaje de voto propio PRO en esa circunstancia, el mismo se desprendería del FR en 2015, en la medida en que Macri y Massa compitan en toda la línea.
Resulta interesante repasar los datos de las últimas encuestas, que trazan algunas líneas comunicantes entre el desempeño de las fuerzas y el de los candidatos que podrían representarlas -indubitables en el caso del PRO y del Frente Renovador, toda vez que nadie discute en esos espacios el liderazgo conductor de Macri y Massa, respectivamente-, y abiertos en el caso del PPV-PJ y el FAUNEN. Así, según el último sondeo nacional de la consultora OPSM de Enrique Zuleta Puceiro, entregado antes de Navidad, surgen dos grandes escenarios. Si el FAUNEN se mantiene como tal, Daniel Scioli tendría 26%, Massa 22,7, Mauricio Macri 21,2 y Hermes Binner 11,2. En cambio, si UNEN se rompe (posibilidad que anticiparon dirigentes como Margarita Stolbizer, del GEN, y Humberto Tumini, de Libres del Sur), el gobernador bonaerense alcanzaría 26,7% y Macri, con apoyo de un sector radical y de Elisa Carrió podría subir al 24,8%, dejando en tercer lugar a Massa con 20,4%. En cambio, si sólo se tienen en cuenta candidatos, Massa obtendría el 23,5% y Scioli el 20%. Con respecto al relevamiento anterior de OPSM (agosto pasado), el gobernador bonaerense creció 2,2 puntos y el líder del Frente Renovador cedió 1,1. Ambas variaciones, sin ser estadísticamente significativas per se, sí cobran interés analítico evolutivo en términos de que lo que era una diferencia de casi 7 puntos (24,6 a 17,8) se achicó a la mitad. Tercero en este estudio quedó Macri, que también había crecido con respecto a agosto: del 16,3% al 17,5% (nuevamente, una variación estadísticamente no significativa).
Por otro lado, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Imagen y Voto que viene realizando mensualmente el Observatorio de Política y Democracia de la Fundación para la Dignificación del Hombre en el Trabajo (FUNDITRA), Daniel Scioli lidera la intención de voto de cara a las presidenciales de 2015, con un 27,3%. Le sigue Mauricio Macri con 19,4% y en tercer lugar Sergio Massa, con un 15,4%. Aquí, el gobernador bonaerense aventaja por 7,9 puntos porcentuales al líder del PRO y por 11,9% al tigrense. En cuarto lugar se ubica Hermes Binner (FAUNEN) con un 4,8%, y la opción “Otros” llega al 10,2%, repartida entre Florencio Randazzo (candidato alternativo del FPV, con 5%), Julio Cobos (radical del FAUNEN, 3%) y el voto de izquierda, que suma 2,2%. De este relevamiento se desprende que Scioli absorbe votos del oficialismo, del peronismo no oficialista, del radicalismo desencantado y de los independientes. Massa se muestra en descenso, con votos que absorben los otros dos candidatos principales, mientras que Macri aglutina un voto opositor y opositor moderado, además del voto del radicalismo antiperonista. Como ya mostraban otros estudios, FAUNEN se desdibuja a raíz de su prolongada interna, y su intención de voto se dispersa entre (dato un tanto sorprendente) Scioli y, en mayor medida, Macri. En términos geográficos (variable ilustrativa, ya que la muestra no es suficientemente robusta estadísticamente para hacer una lectura categórica en esta materia) Massa sigue siendo primera opción en el conurbano norte, en tanto que Macri se consolida fuertemente en CABA, Córdoba y Mendoza, beneficiado por su posicionamiento opositor. José Manuel De la Sota aparece sólo en Córdoba como opción opositora al FPV, sin penetración en otras regiones. Respecto a la imagen de cada uno de los candidatos, Sergio Massa todavía está lejos de tener un conocimiento pleno por parte del electorado, algo que sí tienen tanto Macri como Scioli, de acuerdo a este sondeo.
En cambio, en la última encuesta de la consultora González y Valladares publicada en Perfil el líder del Frente Renovador alcanzaría el 29%, seguido por el gobernador bonaerense a sólo 1,9%. El ex intendente de Tigre experimenta una baja de 0,9% en su intención de voto con respecto a la encuesta anterior, mientras que el mandatario bonaerense sube un punto porcentual (ambas variaciones son estadísticamente no significativas). En tercer lugar quedó el jefe de Gobierno porteño, que luego de un ascenso considerable desde marzo de casi 5 puntos se estancó en 21,2%. Muy lejos del podio, el mendocino Julio Cobos (FAUNEN) lograría el 11,3% de intención de voto. Según dicho estudio, Mauricio Macri, que venía subiendo, se habría amesetado, al igual que Sergio Massa, mientras que Daniel Scioli es el único de los tres que incrementó un tanto su intención de voto. Otra consultora, Raúl Aragón y Asociados, también ubica a Massa (25,8%) y Scioli (24,5%) al frente para definir en segunda vuelta, mientras coloca a Macri tercero con 20,4%. Por su parte, la consultora Ipsos- Mora y Araujo había pronosticado este mes un escenario de primera vuelta con 31% para Massa, 30% para Scioli y 22% para Macri, con el electorado de UNEN completamente volcado a nuevas opciones y Julio Cobos (como eventual candidato del frente) con apenas el 4%. En síntesis, más allá de los matices, los puntos convergentes a fin de año son: 1) el FPV mantiene la condición de primera minoría que revalidó en la magra elección de 2013 2) el FPV tiene un precandidato en el podio de los tres más votados, y es Daniel Scioli; los demás aparecen rezagados; no obstante, el oficialismo aún está a varios puntos de poder imponerse en primera vuelta 3) la oposición juega un juego de suma cero entre Massa, Macri y FAUNEN; cuando uno de los tres sube, los demás baja o se estancan 4) mientras FAUNEN viene en declive en todas las encuestas, al igual que sus precandidatos, las posiciones relativas del PRO con Macri y del Frente Renovador con Massa varían según los sondeos; no puede decirse que entre ellos dos se haya abierto “la boca del yacaré” 5) sigue siendo una elección abierta, ya que falta mucho tiempo para los comicios y existe un porcentaje de votantes indecisos y enojados que aún no definió sus inclinaciones.
lunes, 29 de diciembre de 2014
Tendencias de fin de año (1)
Fuera del caso del gobernador de Salta, Juan Urtubey (que revisamos en los post anteriores), dentro del espacio pan-oficialista sobresale la candidatura de otro mandatario provincial, Daniel Scioli, gobernador de Buenos Aires. En ese distrito, por ley las elecciones se realizan en simultáneo con las nacionales. Este dato no es menor, dado que en ese territorio se concentra casi el 40% del padrón nacional. Tanto en 2007 como en 2011, Cristina Fernández como presidente y Scioli como gobernador se beneficiaron de esa sinergia electoral, arrasando a la oposición. Si Scioli (que, al igual que Macri, no puede ser reelegido), hasta ahora el candidato del espacio PJ-FPV mejor ubicado en todas las encuestas conocidas, confirma en las PASO su condición de favorito o “primus inter pares”, podría verse beneficiado del “encolumnamiento del voto” oficialista en la medida en que muchas provincias gobernadas por el peronismo en sus variantes kirchneristas o aliadas al kirchnerismo confirmen elecciones unificadas con las nacionales de octubre: ahí podrían sumarse, además de la decisiva Buenos Aires, Jujuy, Catamarca, Formosa, Chubut, San Juan, Santa Cruz, La Rioja. También podrían ser de la partida Mendoza, La Pampa y Río Negro, cuyo alineamiento con el kirchnerismo es menos nítido (en el caso de Río Negro, la muerte de Carlos Soria llevó al poder a su vice, Alberto Weretilneck, quien coquetea con Sergio Massa, del Frente Renovador; el candidato del FPV a gobernador será el senador oficialista Miguel Pichetto, con serias chances de ganar).
Otro distrito de interés en este análisis es Entre Ríos, provincia que gobierna el también presidenciable del FPV Sergio Urribarri. En 2011, las elecciones de gobernador allí fueron unificadas con la presidencial, pero no se descarta la alternativa de desdoblamiento que le podría permitir al gobernador entrerriano tratar de capitalizar un triunfo local de cara a las PASO nacionales (en la misma línea que la estrategia de Urtubey y de Macri, aunque a diferencia del salteño y al igual que Macri, el entrerriano no puede aspirar a la reelección). Los demás presidenciables del espacio oficialista (Alberto Fernández, Julián Domínguez, Jorge Taiana, Agustín Rossi) no son gobernadores, con lo cual quedan fuera del análisis de efectos del cronograma electoral en función de las tendencias. En síntesis, dentro de la “liga de gobernadores del PJ” Scioli juega dentro de un cronograma distrital alineado con la elección presidencial, en tanto que Urtubey adelantó las elecciones en Salta y la definición de Urribarri aún está por confirmar: si sigue la estrategia de Urtubey, votaría separadamente, en tanto que si mantiene el patrón de las elecciones anteriores votaría junto con las presidenciales. En próximas entradas veremos qué dicen las encuestas del posicionamiento relativo de los precandidatos del FPV-PJ.
En este marco, con todo lo prematuras que pueden resultar las encuestas a más 8 meses de las PASO y 10 de las presidenciales, el repaso de los sondeos publicados en los últimos días confirma la primacía del oficialismo como espacio o, si se quiere, sello político: según el estudio nacional de la consultora OPSM entregado antes de la Navidad, el FPV alcanza casi un 27%, por encima del PRO (20,7%) y muy lejos del Frente Renovador de Sergio Massa (10,3%) y el Frente Amplio UNEN (5%). La ventaja relativa del Frente para la Victoria se mantiene incluso en los sondeos que presentan discrepancias del anterior en cuanto al ordenamiento de los demás espacios, como es el caso del relevamiento de mediados de noviembre de Carlos Fara y Asociados, según el cual el FPV ronda el 28% mientras que el Frente Renovador se ubicaría segundo con el 22,5% y el PRO tercero, con 16,4%. Como es notorio, la discrepancia aparece en las posiciones asignadas a Massa (Frente Renovador) y Macri (PRO). Esta discusión por las posiciones relativas de los sellos de las dos principales figuras opositoras también se traslada a su posicionamiento en tanto que candidatos, como veremos en próximas entradas.
En cambio, ningún sondeo conocido pone al FPV por detrás de la oposición: aquí radica la ventaja competitiva del oficialismo, que podría encolumnar su voto nacional junto con el de los distritos que le resultan afines, considerando que para las elecciones de octubre el candidato oficialista (hoy indefinido) ya estará proclamado por el resultado de las primarias de agosto (PASO). En cambio, el voto en las fuerzas opositoras aparece disperso en función de las conveniencias electorales distritales: el caso más notorio es del de Macri en Capital, quien ahora debe resolver el dilema de la sucesión en su distrito bastión, habida cuenta de la resistencia que muestra Gabriela Michetti a acompañarlo como candidata a la vicepresidencia (el favorito de Macri para la candidatura del jefe de gobierno es Horacio Rodríguez Larreta). En el interior del país, asimismo, el coqueteo de aspirantes radicales a la gobernación con Macri y con Massa (según el distrito) merma las posibilidades de tracción electoral recíproca entre los candidatos a gobernador de la UCR y la indefinida precandidatura presidencial del FAUNEN, envuelto en una discusión interminable por el armado político y la estrategia electoral que periódicamente pone a ese frente al borde de la ruptura.
Otro distrito de interés en este análisis es Entre Ríos, provincia que gobierna el también presidenciable del FPV Sergio Urribarri. En 2011, las elecciones de gobernador allí fueron unificadas con la presidencial, pero no se descarta la alternativa de desdoblamiento que le podría permitir al gobernador entrerriano tratar de capitalizar un triunfo local de cara a las PASO nacionales (en la misma línea que la estrategia de Urtubey y de Macri, aunque a diferencia del salteño y al igual que Macri, el entrerriano no puede aspirar a la reelección). Los demás presidenciables del espacio oficialista (Alberto Fernández, Julián Domínguez, Jorge Taiana, Agustín Rossi) no son gobernadores, con lo cual quedan fuera del análisis de efectos del cronograma electoral en función de las tendencias. En síntesis, dentro de la “liga de gobernadores del PJ” Scioli juega dentro de un cronograma distrital alineado con la elección presidencial, en tanto que Urtubey adelantó las elecciones en Salta y la definición de Urribarri aún está por confirmar: si sigue la estrategia de Urtubey, votaría separadamente, en tanto que si mantiene el patrón de las elecciones anteriores votaría junto con las presidenciales. En próximas entradas veremos qué dicen las encuestas del posicionamiento relativo de los precandidatos del FPV-PJ.
En este marco, con todo lo prematuras que pueden resultar las encuestas a más 8 meses de las PASO y 10 de las presidenciales, el repaso de los sondeos publicados en los últimos días confirma la primacía del oficialismo como espacio o, si se quiere, sello político: según el estudio nacional de la consultora OPSM entregado antes de la Navidad, el FPV alcanza casi un 27%, por encima del PRO (20,7%) y muy lejos del Frente Renovador de Sergio Massa (10,3%) y el Frente Amplio UNEN (5%). La ventaja relativa del Frente para la Victoria se mantiene incluso en los sondeos que presentan discrepancias del anterior en cuanto al ordenamiento de los demás espacios, como es el caso del relevamiento de mediados de noviembre de Carlos Fara y Asociados, según el cual el FPV ronda el 28% mientras que el Frente Renovador se ubicaría segundo con el 22,5% y el PRO tercero, con 16,4%. Como es notorio, la discrepancia aparece en las posiciones asignadas a Massa (Frente Renovador) y Macri (PRO). Esta discusión por las posiciones relativas de los sellos de las dos principales figuras opositoras también se traslada a su posicionamiento en tanto que candidatos, como veremos en próximas entradas.
En cambio, ningún sondeo conocido pone al FPV por detrás de la oposición: aquí radica la ventaja competitiva del oficialismo, que podría encolumnar su voto nacional junto con el de los distritos que le resultan afines, considerando que para las elecciones de octubre el candidato oficialista (hoy indefinido) ya estará proclamado por el resultado de las primarias de agosto (PASO). En cambio, el voto en las fuerzas opositoras aparece disperso en función de las conveniencias electorales distritales: el caso más notorio es del de Macri en Capital, quien ahora debe resolver el dilema de la sucesión en su distrito bastión, habida cuenta de la resistencia que muestra Gabriela Michetti a acompañarlo como candidata a la vicepresidencia (el favorito de Macri para la candidatura del jefe de gobierno es Horacio Rodríguez Larreta). En el interior del país, asimismo, el coqueteo de aspirantes radicales a la gobernación con Macri y con Massa (según el distrito) merma las posibilidades de tracción electoral recíproca entre los candidatos a gobernador de la UCR y la indefinida precandidatura presidencial del FAUNEN, envuelto en una discusión interminable por el armado político y la estrategia electoral que periódicamente pone a ese frente al borde de la ruptura.
sábado, 27 de diciembre de 2014
Nota publicada en suple Tendencias de La Voz
Tecnología aplicada a las vacaciones
Se nos va 2014. Y llegan las semanas de descanso estival. Esto amerita un repaso de tecnología orientada a las vacaciones, en sentido amplio.
Por Norman Berra (Especial)
Si estamos próximos a iniciar los preparativos para irnos de vacaciones, las siguientes sugerencias pueden ser útiles.
http://www.lavoz.com.ar/tecno/tecnologia-aplicada-las-vacaciones
martes, 23 de diciembre de 2014
Cronogramas y tendencias electorales (3)
Al igual que Capital Federal y Salta, en 2015 la elección de gobernador en Córdoba amaga con ir separada de la nacional. Como antecedente, ya en las últimas elecciones venía siendo así; además, desde el 2011 en ese distrito se usa un sistema electoral (boleta única) distinto al nacional. Prospectivamente, no está del todo claro si también incidirían en la decisión de desdoblamiento las consideraciones que intervienen en los casos Capital Federal y Salta, es decir, apostar a un triunfo local que refuerce la precandidatura del gobernador del distrito (en este caso, José Manuel De la Sota) a nivel nacional, por la vía de conservar el poder en el bastión propio.
A diferencia de Mauricio Macri (y al igual que Juan Urtubey), las encuestas nacionales conocidas hasta ahora muestran a De la Sota rezagado de la pelea mayor. Al igual que Urtubey y a diferencia de Macri, el cordobés está constitucionalmente habilitado para buscar la reelección como gobernador, aunque hasta el momento ha sostenido sus aspiraciones presidenciales y descartado ir por un cuarto mandato. El distrito tiene una incidencia del 8,7% a nivel nacional (es el segundo de más peso), lo cual da una dimensión de la relativa gravitación que podría tener un triunfo de la versión de peronismo anti-K que conduce el gobernador a nivel nacional si lograra retener el poder en la provincia con cierta contundencia. Esto, por el momento, no pasa de ser una hipótesis que, por otro lado, no puede de ninguna manera garantizar un “efecto contagio” nacional (que sería indispensable para sostener sus chances, toda vez que, como dijimos, De la Sota está rezagado en la pelea presidencial, a tenor de las encuestas nacionales conocidas).
Otro distrito con un presidenciable compitiendo (Hermes Binner, socialista del FAUNEN) y que ha desdoblado las elecciones es Santa Fe, que votaría el 14 de junio de 2015. Binner, ex gobernador, puede presentarse como candidato nuevamente, pero hasta el momento sólo se juega su carta presidencial (como en ese distrito no hay reelección consecutiva, tampoco puede ser reelegido Antonio Bonfatti, con lo cual hasta el momento el candidato del socialismo sería Miguel Lifschitz). Con una incidencia electoral apenas menor que Córdoba y la misma que Capital Federal (8,4%), Binner necesitaría un espaldarazo distrital para reforzar sus chances nacionales: esto es, un triunfo del socialismo lo suficientemente contundente o impactante para “permear” hacia sus chances como presidenciable. Aquí, al igual que sucede en Córdoba, nada puede garantizar tal efecto; hasta ahora, las encuestas muestran a Binner disputando con Cobos la candidatura presidencial del FAUNEN, con ventaja sobre las otras figuras de ese espacio pero lejos del podio que disputa la pelea principal (Scioli, Massa y Macri).
Los demás presidenciables en el escenario atraviesan circunstancias bien distintas: el mendocino Julio Cobos mide bien como candidato a gobernador de Mendoza, pero no tanto como precandidato a presidente del FAUNEN, aunque ciertamente mejor que su coterráneo y correligionario Ernesto Sanz. Sin embargo, esa provincia está gobernada por el peronismo (Francisco Pérez, alineado con el kirchnerismo), con lo cual ni Cobos ni Sanz controlan los resortes del cronograma electoral en una provincia que tiene una incidencia del 4,3% en el padrón (hasta el momento, se especula con que la elección de gobernador iría unificada con la nacional). Como se sabe, los otros dos precandidatos presidenciables del FAUNEN, Pino Solanas y Elisa Carrió (de quien ni siquiera podemos decir con certeza si está dentro o fuera de ese frente), además de medir poco en las encuestas, no gobiernan ningún distrito, con lo cual no manejan cronogramas electorales ni pueden especular con efectos contagio/no contagio, mantener/no mantener el poder. Por su parte, el presidenciable Sergio Massa es diputado nacional y ex intendente de Tigre, distrito cuya incidencia electoral vuelve anecdótica la cuestión de los cronogramas a los efectos del presente análisis.
A diferencia de Mauricio Macri (y al igual que Juan Urtubey), las encuestas nacionales conocidas hasta ahora muestran a De la Sota rezagado de la pelea mayor. Al igual que Urtubey y a diferencia de Macri, el cordobés está constitucionalmente habilitado para buscar la reelección como gobernador, aunque hasta el momento ha sostenido sus aspiraciones presidenciales y descartado ir por un cuarto mandato. El distrito tiene una incidencia del 8,7% a nivel nacional (es el segundo de más peso), lo cual da una dimensión de la relativa gravitación que podría tener un triunfo de la versión de peronismo anti-K que conduce el gobernador a nivel nacional si lograra retener el poder en la provincia con cierta contundencia. Esto, por el momento, no pasa de ser una hipótesis que, por otro lado, no puede de ninguna manera garantizar un “efecto contagio” nacional (que sería indispensable para sostener sus chances, toda vez que, como dijimos, De la Sota está rezagado en la pelea presidencial, a tenor de las encuestas nacionales conocidas).
Otro distrito con un presidenciable compitiendo (Hermes Binner, socialista del FAUNEN) y que ha desdoblado las elecciones es Santa Fe, que votaría el 14 de junio de 2015. Binner, ex gobernador, puede presentarse como candidato nuevamente, pero hasta el momento sólo se juega su carta presidencial (como en ese distrito no hay reelección consecutiva, tampoco puede ser reelegido Antonio Bonfatti, con lo cual hasta el momento el candidato del socialismo sería Miguel Lifschitz). Con una incidencia electoral apenas menor que Córdoba y la misma que Capital Federal (8,4%), Binner necesitaría un espaldarazo distrital para reforzar sus chances nacionales: esto es, un triunfo del socialismo lo suficientemente contundente o impactante para “permear” hacia sus chances como presidenciable. Aquí, al igual que sucede en Córdoba, nada puede garantizar tal efecto; hasta ahora, las encuestas muestran a Binner disputando con Cobos la candidatura presidencial del FAUNEN, con ventaja sobre las otras figuras de ese espacio pero lejos del podio que disputa la pelea principal (Scioli, Massa y Macri).
Los demás presidenciables en el escenario atraviesan circunstancias bien distintas: el mendocino Julio Cobos mide bien como candidato a gobernador de Mendoza, pero no tanto como precandidato a presidente del FAUNEN, aunque ciertamente mejor que su coterráneo y correligionario Ernesto Sanz. Sin embargo, esa provincia está gobernada por el peronismo (Francisco Pérez, alineado con el kirchnerismo), con lo cual ni Cobos ni Sanz controlan los resortes del cronograma electoral en una provincia que tiene una incidencia del 4,3% en el padrón (hasta el momento, se especula con que la elección de gobernador iría unificada con la nacional). Como se sabe, los otros dos precandidatos presidenciables del FAUNEN, Pino Solanas y Elisa Carrió (de quien ni siquiera podemos decir con certeza si está dentro o fuera de ese frente), además de medir poco en las encuestas, no gobiernan ningún distrito, con lo cual no manejan cronogramas electorales ni pueden especular con efectos contagio/no contagio, mantener/no mantener el poder. Por su parte, el presidenciable Sergio Massa es diputado nacional y ex intendente de Tigre, distrito cuya incidencia electoral vuelve anecdótica la cuestión de los cronogramas a los efectos del presente análisis.
domingo, 21 de diciembre de 2014
Nota publicada en suple Tendencias de La Voz
Galería de regalos para Navidad
Sugerencias. Prever los obsequios para el arbolito amerita un repaso por dispositivos tecnológicos que diversas marcas y retailers ofrecen para estas fechas. Datos y precios orientativos.
Por Norman Berra (Especial)
Con la Navidad a menos de una semana, hacemos nuestro clásico recorrido por algunas sugerencias “tecno”aptas para obsequiar y, por qué no, para “autorregalarse”, si el presupuesto familiar permite darse con el gusto.
http://www.lavoz.com.ar/tendencias/galeria-de-regalos-para-navidad
viernes, 19 de diciembre de 2014
Cronogramas y tendencias electorales (2)
La elección de Capital Federal es clave para las aspiraciones presidenciales de Mauricio Macri, ya que ese distrito es bastión del PRO y un nuevo triunfo de su fuerza confirmaría la hegemonía del espacio en una ciudad que es “vidriera” nacional. La apuesta es que eso beneficie la performance de Macri en las PASO; así, el cronograma electoral porteño fue resuelto para que la segunda vuelta porteña caiga antes de las primarias nacionales, pero no demasiado lejos, de forma tal que le pueda propiciar un “efecto inercial” sobre la candidatura presidencial de Macri (obviamente, bajo la hipótesis de victoria resonante del PRO en esa ciudad). El cierre de listas de los candidatos porteños será en marzo de 2015.
La decisión de Macri también puede leerse en el contexto su pelea como “principal opositor” con Sergio Massa. Ante encuestas que lo muestran alternativamente en condición de “triple empate” con Daniel Scioli y el tigrense versus otras que lo posicionan como segundo o tercero en la pelea, el líder del PRO necesita garantizarse que el distrito que gobierna le de un envión a su carrera, sobre todo porque en términos de despliegue en el interior del país Massa ha contrapesado el avance de Macri en Santa Fe y Córdoba con armados en provincias como Tucumán, Jujuy y Salta, si bien la incidencia electoral de las dos primeras provincias es mucho mayor que la de las norteñas. Esta situación “trabada” es la que aparece en muchas de las encuestas que hemos venido revisando en el blog en los últimos meses.
La competencia del líder del PRO y del titular del Frente Renovador por captar estructuras de oposiciones provinciales (centralmente, la UCR en Tucumán y Jujuy, y peronistas federales anti-K más ex referentes del PRO como Alfredo Olmedo en Salta) puede generar una serie de efectos: 1) tiene el potencial de dejar a las precandidaturas de Macri y Massa en situación de paridad de cara a las PASO (es decir, que no “se abra la boca del yacaré”: que ninguno logre despegarse del otro) 2) favorecer indirectamente al que surja como candidato del espacio pan-oficialista (las encuestas conocidas muestran que Daniel Scioli es el que más mide, pero en un proceso aún no cerrado), ya que dos “opositores” obturándose recíprocamente sus chances de contender con el oficialismo “despolariza” la elección e incrementa las chances de que el FPV se acerque a los guarismos necesarios para ganar sin ballotage y 3) sigue limando las chances del FAUNEN, cuyas disidencias internas allanan el camino para que los líderes radicales distritales exploren acuerdos con el Frente Renovador y el PRO en detrimento de un armado nacional que fortalezca a los aún indefinidos precandidatos presidenciales de ese frente.
De alguna manera, el embrión de la decisión de separar las elecciones distritales de las nacionales ya latía en el anticipo de Macri de que se implementaría una variante del voto electrónico utilizado en Salta. Esta referencia, asimismo, nos lleva a la provincia norteña, donde el gobernador Juan Urtubey, también con aspiraciones presidenciales, tomó antes que Macri la misma decisión: separar las elecciones de ese distrito de las nacionales, sobre la base de una explicación oficial vinculada a la vigencia en Salta del voto electrónico y a las dificultades que ocasionaría mezclar ese método con el tradicional que se utiliza para las nacionales. Sin embargo, en esa decisión también pesa la intención de Urtubey de revalidar sus pergaminos en la provincia el 17 de mayo de 2015 y, de paso, ganar envión en la carrera presidencial. Ante encuestas que lo muestran hoy lejos de la pelea por la presidencia, un triunfo en su provincia le permitiría al gobernador mantener su poder distrital y, al menos, mejorar sus chances de integrar una fórmula presidencial (aunque sea en carácter de vicepresidente). La coyuntura política de ese distrito además confirma la situación de “juego suma 0” relativa entre Massa y Macri, dado que la fórmula que competiría con Urtubey (a diferencia de Macri, él si puede presentarse a la reelección como gobernador) está integrada por el peronista federal anti-K Juan Carlos Romero y el ex diputado del PRO Alfredo Olmedo. Ambos se presentarían con el sello del Frente Renovador, lo que implica un retroceso para el armado del macrismo en el norte del país a la vez que un desafío mayor para Urtubey respecto a la anterior elección de gobernador de 2011.
La decisión de Macri también puede leerse en el contexto su pelea como “principal opositor” con Sergio Massa. Ante encuestas que lo muestran alternativamente en condición de “triple empate” con Daniel Scioli y el tigrense versus otras que lo posicionan como segundo o tercero en la pelea, el líder del PRO necesita garantizarse que el distrito que gobierna le de un envión a su carrera, sobre todo porque en términos de despliegue en el interior del país Massa ha contrapesado el avance de Macri en Santa Fe y Córdoba con armados en provincias como Tucumán, Jujuy y Salta, si bien la incidencia electoral de las dos primeras provincias es mucho mayor que la de las norteñas. Esta situación “trabada” es la que aparece en muchas de las encuestas que hemos venido revisando en el blog en los últimos meses.
La competencia del líder del PRO y del titular del Frente Renovador por captar estructuras de oposiciones provinciales (centralmente, la UCR en Tucumán y Jujuy, y peronistas federales anti-K más ex referentes del PRO como Alfredo Olmedo en Salta) puede generar una serie de efectos: 1) tiene el potencial de dejar a las precandidaturas de Macri y Massa en situación de paridad de cara a las PASO (es decir, que no “se abra la boca del yacaré”: que ninguno logre despegarse del otro) 2) favorecer indirectamente al que surja como candidato del espacio pan-oficialista (las encuestas conocidas muestran que Daniel Scioli es el que más mide, pero en un proceso aún no cerrado), ya que dos “opositores” obturándose recíprocamente sus chances de contender con el oficialismo “despolariza” la elección e incrementa las chances de que el FPV se acerque a los guarismos necesarios para ganar sin ballotage y 3) sigue limando las chances del FAUNEN, cuyas disidencias internas allanan el camino para que los líderes radicales distritales exploren acuerdos con el Frente Renovador y el PRO en detrimento de un armado nacional que fortalezca a los aún indefinidos precandidatos presidenciales de ese frente.
De alguna manera, el embrión de la decisión de separar las elecciones distritales de las nacionales ya latía en el anticipo de Macri de que se implementaría una variante del voto electrónico utilizado en Salta. Esta referencia, asimismo, nos lleva a la provincia norteña, donde el gobernador Juan Urtubey, también con aspiraciones presidenciales, tomó antes que Macri la misma decisión: separar las elecciones de ese distrito de las nacionales, sobre la base de una explicación oficial vinculada a la vigencia en Salta del voto electrónico y a las dificultades que ocasionaría mezclar ese método con el tradicional que se utiliza para las nacionales. Sin embargo, en esa decisión también pesa la intención de Urtubey de revalidar sus pergaminos en la provincia el 17 de mayo de 2015 y, de paso, ganar envión en la carrera presidencial. Ante encuestas que lo muestran hoy lejos de la pelea por la presidencia, un triunfo en su provincia le permitiría al gobernador mantener su poder distrital y, al menos, mejorar sus chances de integrar una fórmula presidencial (aunque sea en carácter de vicepresidente). La coyuntura política de ese distrito además confirma la situación de “juego suma 0” relativa entre Massa y Macri, dado que la fórmula que competiría con Urtubey (a diferencia de Macri, él si puede presentarse a la reelección como gobernador) está integrada por el peronista federal anti-K Juan Carlos Romero y el ex diputado del PRO Alfredo Olmedo. Ambos se presentarían con el sello del Frente Renovador, lo que implica un retroceso para el armado del macrismo en el norte del país a la vez que un desafío mayor para Urtubey respecto a la anterior elección de gobernador de 2011.
miércoles, 17 de diciembre de 2014
Cronogramas y tendencias electorales (1)
Recientemente, el periodista Rubén Curto escribía en La Voz: “Por obra de la especulación política, la potestad de fijar el cronograma de los comicios le da al oficialismo una poderosa arma para diseñar su estrategia electoral. En una provincia donde históricamente la disponibilidad de información sobre cuándo y cómo se realizará el recambio institucional parece ser propiedad del oficialismo de turno, no es extraño que el calendario electoral tenga aun pocas fechas definidas. Más que nunca, en estas cuestiones la disponibilidad de información precisa equivale a poder, y quien la administra en cuentagotas (hoy José Manuel de la Sota) la hace valer según su propio interés. Sólo el gobernador a esta altura conoce cuál es el domingo elegido para que los cordobeses voten a su sucesor y hasta ahora ha dado sobradas muestras que de aprovechará esa prerrogativa al máximo. Aparentemente no tiene previsto compartir esa decisión crucial con el resto del arco político, por lo menos en lo inmediato. Si se tratara de un pronóstico meteorológico, bien podría decirse que el cronograma electoral nacional aparece “claro, despejado y sin cambios bruscos”, porque de antemano ya están fijadas por ley, como debería ser en todos los casos, las fechas para las Paso, elecciones generales y eventual balotaje”.
Recordemos: las PASO nacionales son el 9 de agosto, la primera vuelta el 25 de octubre y la segunda (que tiene lugar si ningún candidato logra en primera vuelta el 45% o el 40% con más de 10 puntos de ventaja sobre el segundo), el 22 de noviembre. Por ello, agrega Curto, “con sus más y sus menos, el escenario nacional otorga previsibilidad, una cualidad central para cualquier proceso electoral. Lo que se dice reglas de juego claras y anticipadas, para que todos los competidores sepan a qué atenerse y con qué antelación deben moverse si quieren participar. A nivel provincial, la carta meteorológica-electoral muestra un clima “inestable, sujeto a cambios bruscos”, según el humor y necesidades del gobernador (…) Es el lamentable juego de especulación que se abre en la antesala de cada año con recambio general de cargos ejecutivos. Porque la fijación del calendario electoral hace rato que dejó de ser una regla de oro de la democracia y la institucionalidad, para engrosar, junto con las encuestas y el proselitismo activo, la estrategia de campaña. Se trata de un mecanismo perverso según el cual los oficialismos que deben fijar las reglas públicas, se las guardan sólo para sí mismos. No sólo organizan el partido, sino que deciden cuándo, donde y cómo se juega. Una ventaja inaceptable”.
La larga cita se justifica porque implica un reconocimiento positivo al gobierno nacional en un tema netamente institucional y a la vez una crítica que, en rigor, alcanza no sólo al oficialismo en Córdoba (que es, a su vez, oposición respecto del oficialismo nacional), sino a los gobiernos de varias provincias cuyos conductores no sólo aspiran a revalidar sus títulos en los distritos que administran sino también jugar a nivel nacional. Resulta llamativo que el kirchnerismo, tan vapuleado por su desapego a lo institucional desde los sectores opositores, salga en esta cuestión clave mejor parado que otros gobiernos, entre ellos varios que lo cuestionan precisamente desde ese flanco. Dicho esto, abandonemos el terreno del deber ser (más propio de la ciencia política) para analizar la relevancia del tema en términos de opinión pública. En el año electoral que se avecina, estas cuestiones no son menores. En las últimas entradas, venimos repasando escenarios electorales a través de diversas encuestas y cruzando ese análisis con alguna aproximación a cuestiones de armado político. En ese marco, podemos apreciar las siguientes tendencias: 1) Scioli, Massa y Macri convergen, en todas las encuestas, como los precandidatos con mayor intención de voto 2) El kirchnerismo tiene un piso de alrededor de un tercio de los votos a nivel nacional, pero ninguno de sus precandidatos muestra todavía un despliegue de ese nivel; la discusión sobre el perfil del candidato (puro, no puro, etc.), atraviesa ese espacio, aunque en el armado político gana peso la creencia de que Scioli sería el más potable para garantizar el acompañamiento de los sectores del PJ no K puros, pero tampoco dispuestos a jugar para la oposición 3) Massa y Macri compiten entre sí por segmentos del electorado decisivos para definir quién será el candidato opositor que enfrente al del oficialismo; también compiten por captar parte de la estructura política del FAUNEN, cuyas luchas intestinas lo vienen alejando de la pelea mayor, y esa competencia se traslada a las provincias donde el radicalismo, el sello de mayor desarrollo territorial dentro del FAUNEN, aspira a desplazar a gobiernos en manos del justicialismo, algunos de ellos kirchneristas, otros PJ aliados al oficialismo y otros PJ anti-K (como el de Córdoba).
Si articulamos el análisis de esos 3 puntos con la definición de los cronogramas electorales, deviene evidente la importancia del calendario. Veamos: Mauricio Macri, que aspira a ser presidente, gobierna Capital Federal. Hasta hace pocas semanas, la discusión interna era si la elección de ese distrito (en el que Macri no puede ser reelecto, pero sí conservar el poder para el PRO con otro candidato) debía coincidir con la elección nacional (apostando a una sinergia positiva entre los candidatos a presidente y jefe de gobierno o bien a un “efecto de arrastre” de un tramo a otro) o bien mantenerse separada, como fue en los últimos años. El jefe de gobierno porteño y precandidato presidencial del PRO se decantó por una elección desdoblada, con primarias (PASO) el 26 de abril, generales el 5 de julio y ballotage el 19 de julio. Si bien una ley local dispone que la votación a jefe de Gobierno debe realizarse separadamente de la presidencial, otra ley podría haber cambiado ese calendario si el PRO hubiera querido y sumaba votos de la oposición para el trámite. Será la primera vez que en Capital se elijan candidatos mediante las PASO y también que se utilice la modalidad de boleta única electrónica en los comicios. En el debate interno del PRO por el sí o el no a la unificación de fechas con la elección nacional ganó la posición que presupone que un triunfo en la Capital Federal elevará las chances de Macri en las PASO para presidente (contra la postura de quienes apostaban a la sinergia recíproca). En función de eso, la segunda vuelta, que en la Ciudad casi es obligada porque se requiere la obtención del 50% más un voto en primera ronda para consagrarse (más estricto que a nivel nacional), queda lo más cerca que posibilitó el almanaque de las PASO nacionales, que se realizarán el 9 de agosto. El dato es importante, toda vez que Macri, según las encuestas que venimos repasando, integra el podio de los 3 candidatos con más intención de voto.
Recordemos: las PASO nacionales son el 9 de agosto, la primera vuelta el 25 de octubre y la segunda (que tiene lugar si ningún candidato logra en primera vuelta el 45% o el 40% con más de 10 puntos de ventaja sobre el segundo), el 22 de noviembre. Por ello, agrega Curto, “con sus más y sus menos, el escenario nacional otorga previsibilidad, una cualidad central para cualquier proceso electoral. Lo que se dice reglas de juego claras y anticipadas, para que todos los competidores sepan a qué atenerse y con qué antelación deben moverse si quieren participar. A nivel provincial, la carta meteorológica-electoral muestra un clima “inestable, sujeto a cambios bruscos”, según el humor y necesidades del gobernador (…) Es el lamentable juego de especulación que se abre en la antesala de cada año con recambio general de cargos ejecutivos. Porque la fijación del calendario electoral hace rato que dejó de ser una regla de oro de la democracia y la institucionalidad, para engrosar, junto con las encuestas y el proselitismo activo, la estrategia de campaña. Se trata de un mecanismo perverso según el cual los oficialismos que deben fijar las reglas públicas, se las guardan sólo para sí mismos. No sólo organizan el partido, sino que deciden cuándo, donde y cómo se juega. Una ventaja inaceptable”.
La larga cita se justifica porque implica un reconocimiento positivo al gobierno nacional en un tema netamente institucional y a la vez una crítica que, en rigor, alcanza no sólo al oficialismo en Córdoba (que es, a su vez, oposición respecto del oficialismo nacional), sino a los gobiernos de varias provincias cuyos conductores no sólo aspiran a revalidar sus títulos en los distritos que administran sino también jugar a nivel nacional. Resulta llamativo que el kirchnerismo, tan vapuleado por su desapego a lo institucional desde los sectores opositores, salga en esta cuestión clave mejor parado que otros gobiernos, entre ellos varios que lo cuestionan precisamente desde ese flanco. Dicho esto, abandonemos el terreno del deber ser (más propio de la ciencia política) para analizar la relevancia del tema en términos de opinión pública. En el año electoral que se avecina, estas cuestiones no son menores. En las últimas entradas, venimos repasando escenarios electorales a través de diversas encuestas y cruzando ese análisis con alguna aproximación a cuestiones de armado político. En ese marco, podemos apreciar las siguientes tendencias: 1) Scioli, Massa y Macri convergen, en todas las encuestas, como los precandidatos con mayor intención de voto 2) El kirchnerismo tiene un piso de alrededor de un tercio de los votos a nivel nacional, pero ninguno de sus precandidatos muestra todavía un despliegue de ese nivel; la discusión sobre el perfil del candidato (puro, no puro, etc.), atraviesa ese espacio, aunque en el armado político gana peso la creencia de que Scioli sería el más potable para garantizar el acompañamiento de los sectores del PJ no K puros, pero tampoco dispuestos a jugar para la oposición 3) Massa y Macri compiten entre sí por segmentos del electorado decisivos para definir quién será el candidato opositor que enfrente al del oficialismo; también compiten por captar parte de la estructura política del FAUNEN, cuyas luchas intestinas lo vienen alejando de la pelea mayor, y esa competencia se traslada a las provincias donde el radicalismo, el sello de mayor desarrollo territorial dentro del FAUNEN, aspira a desplazar a gobiernos en manos del justicialismo, algunos de ellos kirchneristas, otros PJ aliados al oficialismo y otros PJ anti-K (como el de Córdoba).
Si articulamos el análisis de esos 3 puntos con la definición de los cronogramas electorales, deviene evidente la importancia del calendario. Veamos: Mauricio Macri, que aspira a ser presidente, gobierna Capital Federal. Hasta hace pocas semanas, la discusión interna era si la elección de ese distrito (en el que Macri no puede ser reelecto, pero sí conservar el poder para el PRO con otro candidato) debía coincidir con la elección nacional (apostando a una sinergia positiva entre los candidatos a presidente y jefe de gobierno o bien a un “efecto de arrastre” de un tramo a otro) o bien mantenerse separada, como fue en los últimos años. El jefe de gobierno porteño y precandidato presidencial del PRO se decantó por una elección desdoblada, con primarias (PASO) el 26 de abril, generales el 5 de julio y ballotage el 19 de julio. Si bien una ley local dispone que la votación a jefe de Gobierno debe realizarse separadamente de la presidencial, otra ley podría haber cambiado ese calendario si el PRO hubiera querido y sumaba votos de la oposición para el trámite. Será la primera vez que en Capital se elijan candidatos mediante las PASO y también que se utilice la modalidad de boleta única electrónica en los comicios. En el debate interno del PRO por el sí o el no a la unificación de fechas con la elección nacional ganó la posición que presupone que un triunfo en la Capital Federal elevará las chances de Macri en las PASO para presidente (contra la postura de quienes apostaban a la sinergia recíproca). En función de eso, la segunda vuelta, que en la Ciudad casi es obligada porque se requiere la obtención del 50% más un voto en primera ronda para consagrarse (más estricto que a nivel nacional), queda lo más cerca que posibilitó el almanaque de las PASO nacionales, que se realizarán el 9 de agosto. El dato es importante, toda vez que Macri, según las encuestas que venimos repasando, integra el podio de los 3 candidatos con más intención de voto.
lunes, 15 de diciembre de 2014
Nota publicada en suple Economía y Negocios de La Voz
Juguetes: se espera mantener las ventas de 2013
Las expectativas de comerciantes y fabricantes son moderadamente optimistas. Cómo funciona el factor estacionalidad y cuáles son las tendencias.
Por Norman Berra (Especial)
Entre “Halloween”, que tracciona las ventas en casas de cotillón, y Navidad, que compite con el Día del Niño en términos de movimiento comercial, el negocio de los juguetes se prepara para cerrar 2014 con expectativas moderadamente positivas.
http://www.lavoz.com.ar/negocios/juguetes-se-espera-mantener-las-ventas-de-2013
Nota publicada en suple Tendencias de La Voz
Este mensaje se autodestruirá en 5 segundos…
Limpiando rastros. Tecnología aplicada a borrar fotos, videos y conversaciones.
Por Norman Berra (Especial)
La tecnología actual, a la vez que nos expone cada vez más, también brinda cada tanto, como contrapeso, algunas ayudas para paliar la falta de privacidad. Un repaso por desarrollos de este tipo, que tienen el potencial de recordarle a los nostálgicos aquel mensaje grabado de la clásica serie “Misión Imposible”:
http://www.lavoz.com.ar/tecno/este-mensaje-se-autodestruira-en-5-segundos
jueves, 11 de diciembre de 2014
Repaso de encuestas: más continuidades que rupturas (3)
Todas las encuestas conocidas muestran que entre los candidatos del podio se libra una pelea aparte: claramente, Sergio Massa y Mauricio Macri se disputan electores, y en las encuestas en las que puntea Massa, Macri tiende a quedar relegado al tercer puesto, mientras que cuando Macri sube Massa se estanca. Esto confirma que los líderes del PRO y del Frente Renovador son candidatos que compiten y obturan recíprocamente las chances del otro, con lo cual es poco probable que ambos pasen a un eventual ballotage. Daniel Scioli, por su parte, aparece en los diversos sondeos en condición de primero o segundo, lo que le otorga chances de pasar a una eventual segunda vuelta en carácter de candidato oficialista. Asimismo, su actual condición de precandidato del FPV, el sello más sólido, le confiere una ventaja competitiva de la que carecen Macri (si bien este encabeza el sello opositor más nítido e “instalado”) y Massa (cuyo sello, el Frente Renovador, es reciente, aunque se beneficia del resonante triunfo de las legislativas de 2013 en el distrito decisivo, Buenos Aires). Por contrapartida, al interior del espacio pan-oficialista el gobernador bonaerense aún recoge resistencias (si bien menguantes, a tenor de los datos de las últimas semanas).
En este marco, cabe destacar que mientras en la encuesta de la consultora Opinión Pública Servicios y Mercados aparecían Scioli y Macri al frente y quedaba relegado Massa (el gobernador bonaerense medía, en la encuesta de Enrique Zuleta Puceiro, 24,1 % y el porteño, 23,9%, en tanto que Massa alcanzaba los 19 puntos), según la encuesta de Fara, Massa alcanza el 23,5%, Scioli el 20% y Macri el 17,5% (este trabajo, realizado sobre 1.000 casos tomados del 8 al 16 de noviembre en diferentes lugares de la Argentina, ya fue citado en post anteriores). El dato destacado aquí es que muestra a Macri tercero, ya no acechando a Massa. Esa tendencia se profundiza en la última encuesta publicada recientemente de la consultora Ipsos-Mora y Araujo: sobre una muestra de 1.020 casos entre el 11 y el 27 de noviembre en distintos puntos del país, cuando se pregunta por la intención a voto en las Primarias Abiertas y Obligatorias (PASO), el 28% elige a Massa, el 25% a Scioli y el 19% a Macri. Los candidatos de la alianza FAUNEN quedan relegados y reúnen, en una sumatoria lineal entre todos (difícilmente traducible en lo empírico), el 10% por ciento de intención de voto.
En tanto, cuando en este sondeo se indaga la intención a voto pero ya para la primera vuelta electoral (donde se supone que el filtro de las PASO depuraría el actual escenario de superabundancia de precandidatos), el ex intendente de Tigre y líder del Frente Renovador llega al 31% por ciento, el gobernador bonaerense se sitúa en el 30% y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y conductor del PRO trepa a 22%. Es decir, Sergio Massa y Daniel Scioli aparecen prácticamente empatados en la intención de voto a presidente de cara a la primera vuelta electoral, con sólo un punto de distancia en favor del primero (diferencia estadísticamente no significativa), en tanto que Mauricio Macri se ubica tercero, a 8 puntos porcentuales de los postulantes del Frente Renovador y del Frente para la Victoria; esta diferencia sí es estadísticamente significativa, aunque de ninguna manera concluyente dado el tiempo que falta para los comicios (tanto primarias como elecciones generales). Según la consultora, “el escenario de voto para Sergio Massa se mantiene estable y con una leve mejoría después de las PASO. A diferencia de la medición anterior, ahora el liderazgo se encuentra prácticamente compartido con Daniel Scioli, quien tiene una intención de voto del 30 por ciento y es el que muestra un crecimiento más fuerte”. Entre los atributos, Massa está mejor evaluado por “tener autoridad” y “capacidad de liderazgo”. De Scioli se destaca su tolerancia “a las diferencias”.
Este sondeo exhibe, asimismo, un leve ascenso de la imagen presidencial, a la cual los consultados la califican en un 19% de “muy buena” (similar a la que ostentan Scioli y Massa). Macri recoge en ese nivel de calificación un 17%, en tanto que Elisa Carrió, quizá la opositora con mayor visibilidad en las últimas semanas, sigue muy abajo, con apenas un 3% de respaldo. En tren de interpretar las tendencias en las que convergen los estudios de Fara y el de Ipsos-Mora y Araujo, podemos destacar: 1) Massa aparece consolidado, y Macri con un freno en su crecimiento y amesetado; Scioli, en cambio, se refuerza 2) la firmeza de Massa afecta principalmente a Macri, del mismo modo que el ascenso del líder del PRO en las encuestas anteriores aparecía mermando la performance del tigrense; esto confirma cierto juego de “suma cero” entre ambos precandidatos 3) no obstante, todavía no puede decirse que se haya abierto la boca del yacaré entre ambos (cuando eso suceda, si sucede, veríamos a uno asciendo de manera sostenida, y al otro cayendo de la misma forma) 4) en cambio, sí hay una boca de yacaré abierta entre esos dos candidatos opositores y el FAUNEN en términos de sello opositor, cuyos referentes aparecen cada vez más lejos de la pelea.
En este marco, cabe destacar que mientras en la encuesta de la consultora Opinión Pública Servicios y Mercados aparecían Scioli y Macri al frente y quedaba relegado Massa (el gobernador bonaerense medía, en la encuesta de Enrique Zuleta Puceiro, 24,1 % y el porteño, 23,9%, en tanto que Massa alcanzaba los 19 puntos), según la encuesta de Fara, Massa alcanza el 23,5%, Scioli el 20% y Macri el 17,5% (este trabajo, realizado sobre 1.000 casos tomados del 8 al 16 de noviembre en diferentes lugares de la Argentina, ya fue citado en post anteriores). El dato destacado aquí es que muestra a Macri tercero, ya no acechando a Massa. Esa tendencia se profundiza en la última encuesta publicada recientemente de la consultora Ipsos-Mora y Araujo: sobre una muestra de 1.020 casos entre el 11 y el 27 de noviembre en distintos puntos del país, cuando se pregunta por la intención a voto en las Primarias Abiertas y Obligatorias (PASO), el 28% elige a Massa, el 25% a Scioli y el 19% a Macri. Los candidatos de la alianza FAUNEN quedan relegados y reúnen, en una sumatoria lineal entre todos (difícilmente traducible en lo empírico), el 10% por ciento de intención de voto.
En tanto, cuando en este sondeo se indaga la intención a voto pero ya para la primera vuelta electoral (donde se supone que el filtro de las PASO depuraría el actual escenario de superabundancia de precandidatos), el ex intendente de Tigre y líder del Frente Renovador llega al 31% por ciento, el gobernador bonaerense se sitúa en el 30% y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y conductor del PRO trepa a 22%. Es decir, Sergio Massa y Daniel Scioli aparecen prácticamente empatados en la intención de voto a presidente de cara a la primera vuelta electoral, con sólo un punto de distancia en favor del primero (diferencia estadísticamente no significativa), en tanto que Mauricio Macri se ubica tercero, a 8 puntos porcentuales de los postulantes del Frente Renovador y del Frente para la Victoria; esta diferencia sí es estadísticamente significativa, aunque de ninguna manera concluyente dado el tiempo que falta para los comicios (tanto primarias como elecciones generales). Según la consultora, “el escenario de voto para Sergio Massa se mantiene estable y con una leve mejoría después de las PASO. A diferencia de la medición anterior, ahora el liderazgo se encuentra prácticamente compartido con Daniel Scioli, quien tiene una intención de voto del 30 por ciento y es el que muestra un crecimiento más fuerte”. Entre los atributos, Massa está mejor evaluado por “tener autoridad” y “capacidad de liderazgo”. De Scioli se destaca su tolerancia “a las diferencias”.
Este sondeo exhibe, asimismo, un leve ascenso de la imagen presidencial, a la cual los consultados la califican en un 19% de “muy buena” (similar a la que ostentan Scioli y Massa). Macri recoge en ese nivel de calificación un 17%, en tanto que Elisa Carrió, quizá la opositora con mayor visibilidad en las últimas semanas, sigue muy abajo, con apenas un 3% de respaldo. En tren de interpretar las tendencias en las que convergen los estudios de Fara y el de Ipsos-Mora y Araujo, podemos destacar: 1) Massa aparece consolidado, y Macri con un freno en su crecimiento y amesetado; Scioli, en cambio, se refuerza 2) la firmeza de Massa afecta principalmente a Macri, del mismo modo que el ascenso del líder del PRO en las encuestas anteriores aparecía mermando la performance del tigrense; esto confirma cierto juego de “suma cero” entre ambos precandidatos 3) no obstante, todavía no puede decirse que se haya abierto la boca del yacaré entre ambos (cuando eso suceda, si sucede, veríamos a uno asciendo de manera sostenida, y al otro cayendo de la misma forma) 4) en cambio, sí hay una boca de yacaré abierta entre esos dos candidatos opositores y el FAUNEN en términos de sello opositor, cuyos referentes aparecen cada vez más lejos de la pelea.
sábado, 6 de diciembre de 2014
Nota publicada en suple Tendencias de La Voz
Aplicaciones, plataformas y centrales de pago
Facilitadoras. La tecnología aplicada a los procesos de compra y pagos por la web sigue sumando avances. Novedades recientes y casos destacados.
Por Norman Berra (Especial)
Sin duda, los hábitos de compras y pagos en Internet están cambiando. Tironeadas desde varios frentes (la familia, el trabajo, la facultad, los amigos, el ocio) cada vez más personas saben cuándo arranca su día pero no cuándo termina. En ese marco, los dispositivos móviles ayudan a balancear distintas responsabilidades, conectarse, organizar las tareas y simplificar la vida.
http://www.lavoz.com.ar/tecno/aplicaciones-plataformas-y-centrales-de-pago
viernes, 5 de diciembre de 2014
Repaso de encuestas: más continuidades que rupturas (2)
Según Carlos Fara, a quien citamos en el cierre del post anterior, aunque una mayoría no avala la gestión presidencial (52%), la imagen de CFK es "bastante sólida teniendo en cuenta que van siete años de gestión propia y doce del proceso político: cuenta con un 44% por ciento de aprobación de gestión y un 36% por ciento de imagen personal positiva, mientras que posee una imagen negativa del 40% y regular del 24%. Está mejor de lo que estaba (el expresidente, Carlos) Menem en su último año, tanto desde el punto de vista de la opinión pública como de lo político", expresó el consultor, y añadió que, de no mediar algo extraño, Cristina Kirchner concluirá su mandato "con una imagen relativamente positiva, más allá de los problemas que atraviesa la gestión económica y de los casos de corrupción". A su vez, en términos electorales, Fara sostuvo que "es difícil que el Frente para la Victoria baje de un piso del 30 por ciento, más aún si el candidato finalmente es (Daniel) Scioli. Es probable que el FPV tenga el año que viene un 33% de intención de voto, pero hay que aclarar que es el espacio político con el piso más alto y al mismo tiempo con el techo más bajo", precisó Fara. Y describió: "El piso más bajo de la Presidenta fue durante el conflicto con el campo y la crisis de 2009, luego subió mucho en 2010 y 2011 y a partir de ahí empezó a bajar pero lo viene haciendo de una forma bastante amortiguada".
Sumemos datos. Según Enrique Zuleta Puceiro, titular de la consultora Opinión Pública Servicios y Mercados (OPSM), el apoyo a la Presidenta es del 33,5% y el rechazo alcanza el 65,1%, sobre la base de una encuesta que realizó el pasado 17 de noviembre. "Creo que muchos se conformarían con llegar a su último año con un 33,5% de apoyo, más aún cuando en enero y febrero de este año su piso llegó a estar en el 25% por los cortes de energía", evaluó Zuleta Puceiro. A su vez, proyectó que para las elecciones del año próximo "el FPV podría tener un piso de votos del 31 o 32% y si hay otras tres o cuatro propuestas opositoras con posibilidades, entonces el FPV se podría asegurar un lugar en el balotaje". Los datos de OPSM arrojan para el oficialismo un apoyo menor que los de Fara (34% contra 44%, 10 puntos porcentuales menos) pero coinciden en que no es un apoyo menor dado el tiempo de gestión y que el mismo muestra un repunte hacia fin de año. Además, en términos de inserción electoral, Zuleta Puceiro ratifica la solidez del “tercio de los sueños” kirchnerista en términos de inserción electoral.
Por su parte, Analía del Franco, titular de la consultora Analogías, señaló que la Presidenta inicia su último año de gobierno con una imagen positiva (sumando las categorías "regular", "buena" y "muy buena") del 46%, de acuerdo a su último sondeo a nivel nacional, mientras que tomando sólo la provincia de Buenos Aires alcanza el 50%. Al respecto, Del Franco consideró que ese es un "buen nivel" de imagen positiva tras siete años de gestión y recordó que significa un porcentaje superior al de otros momentos de la administración de la mandataria, como "la crisis económica de 2009 o mismo 2012 (cuando se produjo la protesta del 8N) en los que no tenía la evolución positiva de ahora". Hay que decir, sin embargo, que a nuestro criterio la categoría de respuesta “regular”, más que positiva, es indicativa de un primer nivel de malestar, de baja intensidad. En cuanto a la proyección electoral del oficialismo, la consultora remarcó que si bien la aprobación de la mandataria podría beneficiar al candidato que elija como su sucesor, aclaró que imagen positiva no necesariamente se refleja en intención de voto: "La Presidenta tiene un perfil de gestión y personalidad que no implica debilidad y eso tranquiliza a la gente", remarcó Del Franco al ser consultada por los argumentos que esgrimen los encuestados que se inclinan por opiniones favorables a la mandataria.
En líneas generales, los datos de estos tres consultores ratifican las hipótesis que venimos manejando desde hace meses: el kirchnerismo es la primera minoría electoral, tanto que se lo mida por sellos (ver entradas anteriores) como si se considera lo que suman sus diversos precandidatos, aunque esta suma no puede tomarse linealmente; uno de sus precandidatos (Daniel Scioli) claramente está en el podio de los mejor posicionados; el oficialismo mantiene el protagonismo en la agenda y en la iniciativa política y esto se expresa en su firmeza en las encuestas, respecto a posiciones opositoras que, por contrapartida, se encuentran más bien dispersas. La hipótesis de que el kirchnerismo "cierra su ciclo" en términos comparables a los del menemismo es errada: se mantiene más sólido tanto en las variables de apoyo de gestión como en las electorales (recordemos que el menemismo fue derrotado por un frente opositor a nivel nacional en las elecciones legislativas de medio término de 1997, que antecedieron a las presidenciales de 1999; en cambio, el FPV se mantuvo como primera minoría electoral nacional en las legislativas de 2013, aventajando a las fuerzas opositoras, más allá de que algunas de ellas lo batieron en distritos decisivos como Capital Federal (PRO) y provincia de Buenos Aires (Frente Renovador). Asimismo, profundizando en la últimas encuestas de intención de voto (en especial, la más reciente de Fara), también se confirma que la oferta electoral está bastante saturada: hay unos 11 precandidatos que “miden”, pero de ellos, apenas la mitad aparece con guarismos por encima del error muestral (los tres del podio, es decir, Massa, Scioli, Macri, Binner, Cobos y Randazzo, y este último con reservas, ya que alcanza el 2,8%). Los demás (Carrió, Urribarri, De la Sota, Altamira, Sanz), aparecen lejos de la pelea principal. Esa "superabundancia de precandidatos" también tiene otra consecuencia: un nivel relativamente bajo de indecisos y enojados (8,1% de "Ns/Nc" y 8,3% de "Ninguno", respectivamente), lo que acota las posibilidades de crecimiento de las figuras rezagadas.
Sumemos datos. Según Enrique Zuleta Puceiro, titular de la consultora Opinión Pública Servicios y Mercados (OPSM), el apoyo a la Presidenta es del 33,5% y el rechazo alcanza el 65,1%, sobre la base de una encuesta que realizó el pasado 17 de noviembre. "Creo que muchos se conformarían con llegar a su último año con un 33,5% de apoyo, más aún cuando en enero y febrero de este año su piso llegó a estar en el 25% por los cortes de energía", evaluó Zuleta Puceiro. A su vez, proyectó que para las elecciones del año próximo "el FPV podría tener un piso de votos del 31 o 32% y si hay otras tres o cuatro propuestas opositoras con posibilidades, entonces el FPV se podría asegurar un lugar en el balotaje". Los datos de OPSM arrojan para el oficialismo un apoyo menor que los de Fara (34% contra 44%, 10 puntos porcentuales menos) pero coinciden en que no es un apoyo menor dado el tiempo de gestión y que el mismo muestra un repunte hacia fin de año. Además, en términos de inserción electoral, Zuleta Puceiro ratifica la solidez del “tercio de los sueños” kirchnerista en términos de inserción electoral.
Por su parte, Analía del Franco, titular de la consultora Analogías, señaló que la Presidenta inicia su último año de gobierno con una imagen positiva (sumando las categorías "regular", "buena" y "muy buena") del 46%, de acuerdo a su último sondeo a nivel nacional, mientras que tomando sólo la provincia de Buenos Aires alcanza el 50%. Al respecto, Del Franco consideró que ese es un "buen nivel" de imagen positiva tras siete años de gestión y recordó que significa un porcentaje superior al de otros momentos de la administración de la mandataria, como "la crisis económica de 2009 o mismo 2012 (cuando se produjo la protesta del 8N) en los que no tenía la evolución positiva de ahora". Hay que decir, sin embargo, que a nuestro criterio la categoría de respuesta “regular”, más que positiva, es indicativa de un primer nivel de malestar, de baja intensidad. En cuanto a la proyección electoral del oficialismo, la consultora remarcó que si bien la aprobación de la mandataria podría beneficiar al candidato que elija como su sucesor, aclaró que imagen positiva no necesariamente se refleja en intención de voto: "La Presidenta tiene un perfil de gestión y personalidad que no implica debilidad y eso tranquiliza a la gente", remarcó Del Franco al ser consultada por los argumentos que esgrimen los encuestados que se inclinan por opiniones favorables a la mandataria.
En líneas generales, los datos de estos tres consultores ratifican las hipótesis que venimos manejando desde hace meses: el kirchnerismo es la primera minoría electoral, tanto que se lo mida por sellos (ver entradas anteriores) como si se considera lo que suman sus diversos precandidatos, aunque esta suma no puede tomarse linealmente; uno de sus precandidatos (Daniel Scioli) claramente está en el podio de los mejor posicionados; el oficialismo mantiene el protagonismo en la agenda y en la iniciativa política y esto se expresa en su firmeza en las encuestas, respecto a posiciones opositoras que, por contrapartida, se encuentran más bien dispersas. La hipótesis de que el kirchnerismo "cierra su ciclo" en términos comparables a los del menemismo es errada: se mantiene más sólido tanto en las variables de apoyo de gestión como en las electorales (recordemos que el menemismo fue derrotado por un frente opositor a nivel nacional en las elecciones legislativas de medio término de 1997, que antecedieron a las presidenciales de 1999; en cambio, el FPV se mantuvo como primera minoría electoral nacional en las legislativas de 2013, aventajando a las fuerzas opositoras, más allá de que algunas de ellas lo batieron en distritos decisivos como Capital Federal (PRO) y provincia de Buenos Aires (Frente Renovador). Asimismo, profundizando en la últimas encuestas de intención de voto (en especial, la más reciente de Fara), también se confirma que la oferta electoral está bastante saturada: hay unos 11 precandidatos que “miden”, pero de ellos, apenas la mitad aparece con guarismos por encima del error muestral (los tres del podio, es decir, Massa, Scioli, Macri, Binner, Cobos y Randazzo, y este último con reservas, ya que alcanza el 2,8%). Los demás (Carrió, Urribarri, De la Sota, Altamira, Sanz), aparecen lejos de la pelea principal. Esa "superabundancia de precandidatos" también tiene otra consecuencia: un nivel relativamente bajo de indecisos y enojados (8,1% de "Ns/Nc" y 8,3% de "Ninguno", respectivamente), lo que acota las posibilidades de crecimiento de las figuras rezagadas.
martes, 2 de diciembre de 2014
Repaso de encuestas: más continuidades que rupturas (1)
A las encuestas de Raúl Aragón y FUNEDUTRA que repasamos en el post anterior se agregaron en los últimos días otras varias. En primer lugar, la de Management & Fit que se realizó entre el 16 y el 24 de octubre en todo el país y abarcó 2.400 casos, con un margen de error de +- 2%. En dicho estudio, ante la consulta directa de intención de voto a presidente en 2015, Daniel Scioli aparece primero con 26%, seguido por Mauricio Macri con 21,1%. Sergio Massa queda tercero con 20,5%, aunque en rigor esto implica un empate técnico entre el jefe de gobierno y el diputado nacional. Rezagado, aparece el socialista y ex gobernador de Santa Fe Hermes Binner, del FAUNEN, con 9 puntos. Según M&F, si en vez de Binner el candidato de ese frente opositor fuera el vicepresidente y ex gobernador mendocino Julio Cobos, el escenario no se modificaría sustancialmente: alcanzaría 10.1% (suma 1,1%, variación estadísticamente no significativa, dado que cae dentro del error muestral), Scioli seguiría primero con 26,6%, Macri segundo con 20,2% y Massa tercero con 19,9%. Finalmente, si el candidato de FAUNEN fuera el radical Ernesto Sanz (titular del Comité Nacional de esa fuerza), ese espacio retrocedería hasta el 7%.
Estos datos están en línea con estudios anteriores, y confirman que dentro de ese espacio opositor quienes más venían fogoneando la apertura hacia el PRO (Sanz y Carrió) son los precandidatos que menos miden en las encuestas conocidas. Dejamos fuera a “Pino” Solanas (que también resiste a Macri) de esta consideración, dado que su precandidatura no despega más allá de su núcleo duro de adherentes, a tenor de todas las encuestas conocidas. Por otro lado, Management & Fit midió también intención de voto de los frentes electorales: en este caso, el “sello” Frente para la Victoria quedó arriba con 25,7%; en segundo término se ubicó el PRO, con 16,9%; seguido por el FAUNEN, con 13,3% y finalmente el Frente Renovador con 10,9%. Que la marca FAUNEN estuviera detrás del PRO ya antes del portazo de Carrió (la encuesta de M&F se cerró antes del último cruce interno en esa fuerza) es sintomático de la situación de debilidad en la que ese frente opositor se ha ido ubicando, por sus propias inconsistencias y contramarchas. La expectativa pasa por ver cómo ese frente administra su proceso interno en los siguientes meses (permanencia o no de la Coalición Cívica, pase o no de Carrió al PRO, reparto de poder interno entre las fuerzas participantes, persistencia de varias candidaturas o encolumnamiento progresivo en torno de las que más midan).
Varios sondeos coinciden en marcar una consolidación de Daniel Scioli y cierto desdibujamiento de Sergio Massa, en un marco en el que el gobernador bonaerense aparece notoriamente alineado con las posiciones del FPV y con posturas de franco apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuya imagen positiva también aparece más tonificada en comparación con mediciones previas. Según una encuesta de la consultora Aresco de Julio Aurelio, realizada sobre más de 4 mil casos, la imagen positiva de la mandataria alcanzaba en octubre el 47,2%, mientras que la intención de voto de Scioli era del 26,1%. En ese sondeo, Mauricio Macri se ubicaba segundo con 24,4% y Sergio Massa quedaba tercero con 22,9%. Según la consultora, la ventaja de Macri sobre Massa obedece a crecimiento en distritos muy gravitantes como la Ciudad de Buenos Aires (bastión PRO), Córdoba y Rosario. Al igual que en los estudios citados antes, el FAUNEN queda en cuarta posición, en este caso representada por el precandidato Julio Cobos, con 10,2%.
Por contrapartida, una encuesta de Carlos Fara y Asociados realizada sobre 1.000 casos entre el 8 y el 16 de noviembre sigue mostrando primero en intención de voto a Massa, con el 23,5%, y a Scioli segundo, con el 20%. Sin embargo, con respecto al último relevamiento de agosto pasado, el gobernador bonaerense creció 2,2 puntos y el líder del Frente Renovador cedió 1,1. Si bien esas variaciones son estadísticamente no significativas, el evolutivo con respecto a agosto arroja un dato a seguir: lo que era una diferencia de casi 7 puntos a favor de Massa (24,6 a 17,8) se achicó a la mitad. En tercer término, según Fara, se ubica Mauricio Macri, que también creció (si bien de manera no estadísticamente significativa) con respecto a agosto: pasó del 16,3% al 17,5%. Medidos los sellos, en las PASO el más votado sería el Frente para la Victoria, con el 28% (una leve caída con respecto a agosto), mientras que el Frente Renovador aparece segundo con el 22,5% (en agosto se ubicaba en 25,5%). Tercero, con 16,4%, quedaría el PRO, el único partido que creció (tenía el 15,3% en agosto; nuevamente son variaciones no significativas). Como puede apreciarse, la marca FPV se ubica primera tanto en el estudio de M&F como en el de Fara (25,7% y 28%, respectivamente); el PRO apenas varía de un estudio a otro (16,9% y 16,4%). En cambio, el Frente Renovador queda cuarto en el estudio de Aresco (10,9%) y segundo en el de Fara (casi 23%, aunque con tendencia declinante). Con respecto al estudio de Aresco, los matices del sondeo de Fara son que el 44% avala la gestión de CFK (mientras que el estudio de Aurelio arrojaba una imagen positiva del 47%, variables que no son estrictamente las mismas pero que suelen presentar correlaciones). Según Fara, aún sigue habiendo una mayoría que no avala la gestión presidencial (52%).
Estos datos están en línea con estudios anteriores, y confirman que dentro de ese espacio opositor quienes más venían fogoneando la apertura hacia el PRO (Sanz y Carrió) son los precandidatos que menos miden en las encuestas conocidas. Dejamos fuera a “Pino” Solanas (que también resiste a Macri) de esta consideración, dado que su precandidatura no despega más allá de su núcleo duro de adherentes, a tenor de todas las encuestas conocidas. Por otro lado, Management & Fit midió también intención de voto de los frentes electorales: en este caso, el “sello” Frente para la Victoria quedó arriba con 25,7%; en segundo término se ubicó el PRO, con 16,9%; seguido por el FAUNEN, con 13,3% y finalmente el Frente Renovador con 10,9%. Que la marca FAUNEN estuviera detrás del PRO ya antes del portazo de Carrió (la encuesta de M&F se cerró antes del último cruce interno en esa fuerza) es sintomático de la situación de debilidad en la que ese frente opositor se ha ido ubicando, por sus propias inconsistencias y contramarchas. La expectativa pasa por ver cómo ese frente administra su proceso interno en los siguientes meses (permanencia o no de la Coalición Cívica, pase o no de Carrió al PRO, reparto de poder interno entre las fuerzas participantes, persistencia de varias candidaturas o encolumnamiento progresivo en torno de las que más midan).
Varios sondeos coinciden en marcar una consolidación de Daniel Scioli y cierto desdibujamiento de Sergio Massa, en un marco en el que el gobernador bonaerense aparece notoriamente alineado con las posiciones del FPV y con posturas de franco apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuya imagen positiva también aparece más tonificada en comparación con mediciones previas. Según una encuesta de la consultora Aresco de Julio Aurelio, realizada sobre más de 4 mil casos, la imagen positiva de la mandataria alcanzaba en octubre el 47,2%, mientras que la intención de voto de Scioli era del 26,1%. En ese sondeo, Mauricio Macri se ubicaba segundo con 24,4% y Sergio Massa quedaba tercero con 22,9%. Según la consultora, la ventaja de Macri sobre Massa obedece a crecimiento en distritos muy gravitantes como la Ciudad de Buenos Aires (bastión PRO), Córdoba y Rosario. Al igual que en los estudios citados antes, el FAUNEN queda en cuarta posición, en este caso representada por el precandidato Julio Cobos, con 10,2%.
Por contrapartida, una encuesta de Carlos Fara y Asociados realizada sobre 1.000 casos entre el 8 y el 16 de noviembre sigue mostrando primero en intención de voto a Massa, con el 23,5%, y a Scioli segundo, con el 20%. Sin embargo, con respecto al último relevamiento de agosto pasado, el gobernador bonaerense creció 2,2 puntos y el líder del Frente Renovador cedió 1,1. Si bien esas variaciones son estadísticamente no significativas, el evolutivo con respecto a agosto arroja un dato a seguir: lo que era una diferencia de casi 7 puntos a favor de Massa (24,6 a 17,8) se achicó a la mitad. En tercer término, según Fara, se ubica Mauricio Macri, que también creció (si bien de manera no estadísticamente significativa) con respecto a agosto: pasó del 16,3% al 17,5%. Medidos los sellos, en las PASO el más votado sería el Frente para la Victoria, con el 28% (una leve caída con respecto a agosto), mientras que el Frente Renovador aparece segundo con el 22,5% (en agosto se ubicaba en 25,5%). Tercero, con 16,4%, quedaría el PRO, el único partido que creció (tenía el 15,3% en agosto; nuevamente son variaciones no significativas). Como puede apreciarse, la marca FPV se ubica primera tanto en el estudio de M&F como en el de Fara (25,7% y 28%, respectivamente); el PRO apenas varía de un estudio a otro (16,9% y 16,4%). En cambio, el Frente Renovador queda cuarto en el estudio de Aresco (10,9%) y segundo en el de Fara (casi 23%, aunque con tendencia declinante). Con respecto al estudio de Aresco, los matices del sondeo de Fara son que el 44% avala la gestión de CFK (mientras que el estudio de Aurelio arrojaba una imagen positiva del 47%, variables que no son estrictamente las mismas pero que suelen presentar correlaciones). Según Fara, aún sigue habiendo una mayoría que no avala la gestión presidencial (52%).
lunes, 1 de diciembre de 2014
Nota publicada en suple Tendencias de La Voz
Tecnología y diseño aplicados a la inclusión
En favor de la accesibilidad. Soluciones para promover la igualdad de condiciones, tanto en materia de dispositivos tecnológicos como en diseño de espacios.
Por Norman Berra (Especial)
La accesibilidad es el grado en el que todos los individuos pueden utilizar un objeto, visitar un lugar o acceder a un servicio, independientemente de sus capacidades técnicas, cognitivas o físicas. Se trata de una condición indispensable para la participación e inclusión de todas las personas en cualquier ámbito. En los últimos años, diferentes soluciones tecnológicas, adaptaciones y productos de soporte informático y también avances en el diseño de espacios apuntan a favorecer a todas las personas en igualdad de condiciones, ya sea para el desempeño de un puesto de trabajo como en términos de su inclusión ciudadana en general. Veamos algunas tendencias en esta materia:
http://www.lavoz.com.ar/tendencias/tecnologia-y-diseno-aplicados-la-inclusion
La accesibilidad es el grado en el que todos los individuos pueden utilizar un objeto, visitar un lugar o acceder a un servicio, independientemente de sus capacidades técnicas, cognitivas o físicas. Se trata de una condición indispensable para la participación e inclusión de todas las personas en cualquier ámbito. En los últimos años, diferentes soluciones tecnológicas, adaptaciones y productos de soporte informático y también avances en el diseño de espacios apuntan a favorecer a todas las personas en igualdad de condiciones, ya sea para el desempeño de un puesto de trabajo como en términos de su inclusión ciudadana en general. Veamos algunas tendencias en esta materia:
http://www.lavoz.com.ar/tendencias/tecnologia-y-diseno-aplicados-la-inclusion
miércoles, 26 de noviembre de 2014
El mapa político va decantando en escenario preelectoral (3)
En el post anterior sintetizábamos lo arrojado por las encuestas de FUNEDUTRA y OSPM así: el FPV es competitivo, pues sostiene su condición de primera minoría ratificada en 2013; no está claro que haya un fin de ciclo, aunque es cierto que el precandidato que parece medir mejor es el que tiene más perfil propio (esto podría equivaler a un "fin de ciclo" dado por sus matices diferenciales y, en términos psicoanalíticos, por el necesario "duelo" asociado a la salida de CFK de la presidencia), y por cierto, aún no ha sido “nominado” como el candidato del espacio pan-oficialista. Macri ha crecido en los últimos meses, mientras que Massa se ha estancado o retrocedido en intención de voto, pero todavía no puede decirse que se haya "abierto la boca del yacaré" entre los dos opositores más competitivos. FAUNEN ya aparecía relegado de la pelea mayor, incluso antes del portazo de Carrió; ese frente repite la crisis que ya sufrió el Acuerdo Cívico y Social en 2010, y Carrió es la figura que funciona como síntoma de esa crisis, pero no la única responsable, dado que otros referentes de ese espacio, como el precandidato radical Ernesto Sanz, también venían mostrándose partidarios de una apertura del Frente hacia el PRO.
Nuevas mediciones ratifican, en líneas generales, ese panorama: se repite el podio de los tres candidatos Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri, en una condición de triple empate técnico en la pelea presidencial, por encima de los candidatos de FAUNEN que vienen cayendo en los últimos meses. Según un estudio del consultor Raúl Aragón, realizado entre el 13 y el 20 de noviembre sobre la base de 3.002 casos presenciales en todo el país (con un margen de error de 1.8%) consultados sobre un escenario de primera vuelta (no PASO) Massa cosechó un 26,1% de intención de voto, Scioli 24,8% y Macri 21,3%. Detrás aparece Julio Cobos, del FAUNEN, con 8,8% y José Manuel de la Sota con 4,5%. Así, Massa se muestra estable pero estancado, en tanto que Macri subió sostenidamente y ahora aparece consolidado, mientras que Scioli mejoró su posicionamiento respecto a mediciones anteriores. Esto es consistente con diversos análisis en el sentido de que su candidatura al interior del espacio pan-oficialista se va consolidando sobre la base de dos factores básicos 1) mide más que figuras alternativas del FPV en todas las mediciones conocidas en todos los distritos 2) para gran parte de la estructura de gobernadores del PJ, más pragmática que ideológicamente cercana al kirchnerismo, es el candidato con más chances de retener el poder para el peronismo en 2015.
Ante la pregunta por el voto en las primarias, según Aragón Scioli cae al tercer puesto por 15,5%, Massa sigue primero con 20,1% y Macri escala al segundo lugar con 18,3%. En sentido contrario, Cobos baja a 3,1%. Sin embargo, desde esa consultora marcan que en el caso de los candidatos “frentistas” (Scioli y Cobos) se asume que en la elección general sumarían al menos parte (aunque no todos) de los porcentajes que en la hipótesis de PASO incluyen a otros candidatos de los sellos por los que serían postulantes. En el caso del FPV, detrás de los 15,5 puntos de Scioli miden en las primarias Florencio Randazzo con 6,9%; Sergio Urribarri con 2,3%; Agustín Rossi con el 0,4% y Julián Domínguez con el 0,3%. Esto da algunos indicios de quiénes podrían ser contendientes del gobernador bonaerense en un escenario tripartito o bipartito, es decir, uno donde no hubiera candidato consensuado: en las PASO podría competir Scioli como candidato K “no puro” vs Randazzo (mano a mano) o Randazzo y Urribarri (escenario de 3), como candidatos más “kirchneristas”. Va de suyo que esa división, a priori, parece beneficiar a Scioli, dado que fragmenta en dos porciones el voto más “kirchnerista”, en una elección de carácter abierto en la que el aparato tiene una gravitación importante pero no tan decisiva como en una interna propiamente dicha de carácter “cerrado”.
En el caso del FAUNEN, según la encuesta de Aragón el ex gobernador mendocino recoge más intención de voto afuera que adentro del sello: en una eventual primaria ganaría el socialista Hermes Binner con el 5,5%, seguido por Elisa Carrió con el 3,7% (hasta nueva orden, no sería candidata en las PASO). Después aparece Cobos con el 3,1% y al final de todo Ernesto Sanz con el 1% (ratificando nuestra tesis de que el espacio mediático dedicado a este precandidato no tiene correlación positiva con su desempeño en las encuestas, sino más bien inversa). “Pino” Solanas (Proyecto Sur), otra figura de este frente, ni siquiera aparece en los reportes. Que Cobos mida relativamente más por fuera que por dentro tiene cierta lógica, toda vez que el ex vicepresidente de CFK es muy resistido al interior de la UCR justamente por ese antecedente (haber sido parte de la Concertación kirchnerista). Finalmente, la encuesta de Aragón confirma que no se abrió la boca del yacaré entre los candidatos que integran el podio (Massa, Scioli y Macri), pero que sí parece abrirse relativamente cuando la cuenta incluye a las figuras del FAUNEN, que muestran una tendencia al retroceso y quedan en situación de competitividad menguada.
Nuevas mediciones ratifican, en líneas generales, ese panorama: se repite el podio de los tres candidatos Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri, en una condición de triple empate técnico en la pelea presidencial, por encima de los candidatos de FAUNEN que vienen cayendo en los últimos meses. Según un estudio del consultor Raúl Aragón, realizado entre el 13 y el 20 de noviembre sobre la base de 3.002 casos presenciales en todo el país (con un margen de error de 1.8%) consultados sobre un escenario de primera vuelta (no PASO) Massa cosechó un 26,1% de intención de voto, Scioli 24,8% y Macri 21,3%. Detrás aparece Julio Cobos, del FAUNEN, con 8,8% y José Manuel de la Sota con 4,5%. Así, Massa se muestra estable pero estancado, en tanto que Macri subió sostenidamente y ahora aparece consolidado, mientras que Scioli mejoró su posicionamiento respecto a mediciones anteriores. Esto es consistente con diversos análisis en el sentido de que su candidatura al interior del espacio pan-oficialista se va consolidando sobre la base de dos factores básicos 1) mide más que figuras alternativas del FPV en todas las mediciones conocidas en todos los distritos 2) para gran parte de la estructura de gobernadores del PJ, más pragmática que ideológicamente cercana al kirchnerismo, es el candidato con más chances de retener el poder para el peronismo en 2015.
Ante la pregunta por el voto en las primarias, según Aragón Scioli cae al tercer puesto por 15,5%, Massa sigue primero con 20,1% y Macri escala al segundo lugar con 18,3%. En sentido contrario, Cobos baja a 3,1%. Sin embargo, desde esa consultora marcan que en el caso de los candidatos “frentistas” (Scioli y Cobos) se asume que en la elección general sumarían al menos parte (aunque no todos) de los porcentajes que en la hipótesis de PASO incluyen a otros candidatos de los sellos por los que serían postulantes. En el caso del FPV, detrás de los 15,5 puntos de Scioli miden en las primarias Florencio Randazzo con 6,9%; Sergio Urribarri con 2,3%; Agustín Rossi con el 0,4% y Julián Domínguez con el 0,3%. Esto da algunos indicios de quiénes podrían ser contendientes del gobernador bonaerense en un escenario tripartito o bipartito, es decir, uno donde no hubiera candidato consensuado: en las PASO podría competir Scioli como candidato K “no puro” vs Randazzo (mano a mano) o Randazzo y Urribarri (escenario de 3), como candidatos más “kirchneristas”. Va de suyo que esa división, a priori, parece beneficiar a Scioli, dado que fragmenta en dos porciones el voto más “kirchnerista”, en una elección de carácter abierto en la que el aparato tiene una gravitación importante pero no tan decisiva como en una interna propiamente dicha de carácter “cerrado”.
En el caso del FAUNEN, según la encuesta de Aragón el ex gobernador mendocino recoge más intención de voto afuera que adentro del sello: en una eventual primaria ganaría el socialista Hermes Binner con el 5,5%, seguido por Elisa Carrió con el 3,7% (hasta nueva orden, no sería candidata en las PASO). Después aparece Cobos con el 3,1% y al final de todo Ernesto Sanz con el 1% (ratificando nuestra tesis de que el espacio mediático dedicado a este precandidato no tiene correlación positiva con su desempeño en las encuestas, sino más bien inversa). “Pino” Solanas (Proyecto Sur), otra figura de este frente, ni siquiera aparece en los reportes. Que Cobos mida relativamente más por fuera que por dentro tiene cierta lógica, toda vez que el ex vicepresidente de CFK es muy resistido al interior de la UCR justamente por ese antecedente (haber sido parte de la Concertación kirchnerista). Finalmente, la encuesta de Aragón confirma que no se abrió la boca del yacaré entre los candidatos que integran el podio (Massa, Scioli y Macri), pero que sí parece abrirse relativamente cuando la cuenta incluye a las figuras del FAUNEN, que muestran una tendencia al retroceso y quedan en situación de competitividad menguada.
domingo, 23 de noviembre de 2014
Nota publicada en suple Tendencias de La Voz
Tecnología aplicada a la educación
Ayudas a los procesos. Se incorporan dispositivos y plataformas que suman aportes. Algunos, sin embargo, también desatan controversias. Novedades y casos destacados.
Por Norman Berra (Especial)
En los últimos años, asistimos a un proceso en el que las nuevas tecnologías complementan crecientemente a los clásicos útiles escolares y las herramientas educativas tradicionales. Repasemos algunos desarrollos y novedades:
http://www.lavoz.com.ar/tendencias/tecnologia-aplicada-la-educacion
jueves, 20 de noviembre de 2014
El mapa político va decantando en escenario preelectoral (2)
Con
posterioridad a la encuesta del CEOP que comentamos en la entrada anterior,
trascendieron otros dos estudios. El primero fue realizado por la consultora Opinión
Pública Servicios y Mercados (OPSM), dirigida por Enrique Zuleta Puceiro, entre el 2 y el 7 de noviembre. Sobre una muestra nacional de 1.200
casos, la encuesta sondea, en distintos escenarios, la intención de voto a
presidente y ubica en primer lugar a Daniel Scioli con el 24,1%. Mauricio Macri, sin ninguna alianza sino en carácter de candidato del
PRO, lo seguiría con 23,9%, lo cual implica un empate técnico. Detrás quedaría Sergio
Massa, con 19%) y, rezagados, los presidenciables del FAUNEN, Hermes Binner,
Ernesto Sanz, Julio Cobos y Elisa Carrió (13,9%), que esta medición reporta
como un aglomerado de candidatos.
El
segundo escenario medido por OPSM muestra a nuevamente a Scioli al tope, con 24,9% de
intención de voto para presidente, pero explora un supuesto frente entre Macri y parte del FAUNEN (Elisa Carrió, Ernesto Sanz y Julio Cobos). Medida por OPSM, esta conjetura alcanza 24,3% de intención de voto, con
lo cual no muestra a la oposición ganando competitividad aun armando un frente
si se lo compara con el registro de Macri en solitario. En cambio, esta hipótesis,
siempre según OPSM, mejora algo la performance de Massa, que llegaría a 22,6%. Este escenario también mide el desempeño de una fórmula liderada
por Hermes Binner en compañía de Fernando ‘Pino’ Solanas: según OPSM, logra 9,3%
de intención de voto. Es decir, lo que presupone aquí Zuleta Puceiro es que una
alianza entre Macri con los referentes de FAUNEN mencionados arriba podría
generar una ruptura con el ala más de “centroizquierda” del FAUNEN, que en ese
caso presentaría un binomio aparte (de ahí que se mida a Binner-Solanas). En
síntesis, según este estudio, una alianza hacia el PRO deja en el camino (9,3%)
más de lo que suma (menos de 1 punto). No obstante, hay que remarcar que la encuesta es previa al portazo que dio Elisa Carrió esta semana.
El otro
estudio divulgado es la Encuesta Nacional de Imagen y Voto que viene realizando
mensualmente el Observatorio de Política y Democracia de la Fundación Educando
para el Trabajo (FUNEDUTRA). Relevada de manera telefónica entre el 11 y el 14
de noviembre pasado, trabajó con una muestra de 850 casos que abarcó la
población de los centros urbanos más importantes del país: Buenos Aires,
Córdoba, Santa Fe, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Mendoza. En el
estudio, Daniel Scioli
aparece liderando la intención de voto de cara a
las presidenciales de 2015 con un 27,3%; lo sigue Mauricio Macri (19,6%) y en tercer lugar Sergio Massa (16,4%). Esta encuesta arroja una ventaja mayor para Scioli como candidato del FPV y una disputa más pareja entre Macri y Massa por el segundo lugar. Considerando los datos de las encuestas que
realizó FUNEDUTRA en los últimos meses, entre marzo y noviembre el mandatario
bonaerense creció un 7% y el jefe de Gobierno porteño un 6,5%, mientras que por
contrapartida, Massa, líder del Frente Renovador, sufre una caída en la
intención de voto del 8,4%. Detrás del podio mencionado (que, como venimos
repasando en este blog, coincide en todas las encuestas conocidas hasta ahora,
a veces con matices en el orden relativo en que se ubican los precandidatos)
aparece el ex gobernador de Santa Fe y líder del socialismo, Hermes Binner (5,8%o) y el ex vicepresidente y ex gobernador de Mendoza, Julio Cobos (4%), ambos del FAUNEN. Los encuestados que eligieron otros candidatos suman
un 5,9% y los que no eligieron a ninguno 11,8%, en tanto que los indecisos
trepan al 9,5% (respuesta ns/nc, que en rigor mezcla indecisión con cierto
rechazo actitudinal a responder).
FUNEDUTRA también explora un escenario sólo con los tres precandidatos del podio: en ese caso, 32,9% votaría a Daniel Scioli, el 27,9% se inclinaría por Mauricio Macri, el 21,7% por Sergio Massa y el 17,3% no votaría a ninguno. Por otra parte, según esta encuesta el voto oficialista rígido comienza a tener buena percepción de Scioli (abona la tesis de que el menos K de los candidatos del FPV va limando la resistencia interna), al mismo tiempo que Macri se consolida como opositor en detrimento de Massa. Más allá de los matices respecto al estudio de OPSM, el repaso de ambas encuestas permite confirmar algunas tendencias que ya venimos observando y agregar algunas otras consideraciones: 1) El FPV es competitivo; no está claro que haya un fin de ciclo, aunque es cierto que el precandidato que parece medir mejor es el que tiene más perfil propio, y por cierto, aún no ha sido “nominado” como el candidato del espacio pan-oficialista 2) Macri ha crecido en los últimos meses 3) Massa se ha estancado o retrocedido en intención de voto, pero todavía no puede decirse que se haya "abierto la boca del yacaré" entre los dos opositores más competitivos 4) FAUNEN ya aparecía relegado de la pelea mayor, incluso antes del portazo de Carrió; ese frente está repitiendo la crisis que ya sufrió el Acuerdo Cívico y Social en 2010, y Carrió es la figura que funciona como síntoma de esa crisis, pero no la única responsable (de hecho, radicales empinados como Sanz también venían mostrándose partidarios de una apertura del Frente hacia el PRO).
FUNEDUTRA también explora un escenario sólo con los tres precandidatos del podio: en ese caso, 32,9% votaría a Daniel Scioli, el 27,9% se inclinaría por Mauricio Macri, el 21,7% por Sergio Massa y el 17,3% no votaría a ninguno. Por otra parte, según esta encuesta el voto oficialista rígido comienza a tener buena percepción de Scioli (abona la tesis de que el menos K de los candidatos del FPV va limando la resistencia interna), al mismo tiempo que Macri se consolida como opositor en detrimento de Massa. Más allá de los matices respecto al estudio de OPSM, el repaso de ambas encuestas permite confirmar algunas tendencias que ya venimos observando y agregar algunas otras consideraciones: 1) El FPV es competitivo; no está claro que haya un fin de ciclo, aunque es cierto que el precandidato que parece medir mejor es el que tiene más perfil propio, y por cierto, aún no ha sido “nominado” como el candidato del espacio pan-oficialista 2) Macri ha crecido en los últimos meses 3) Massa se ha estancado o retrocedido en intención de voto, pero todavía no puede decirse que se haya "abierto la boca del yacaré" entre los dos opositores más competitivos 4) FAUNEN ya aparecía relegado de la pelea mayor, incluso antes del portazo de Carrió; ese frente está repitiendo la crisis que ya sufrió el Acuerdo Cívico y Social en 2010, y Carrió es la figura que funciona como síntoma de esa crisis, pero no la única responsable (de hecho, radicales empinados como Sanz también venían mostrándose partidarios de una apertura del Frente hacia el PRO).
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