El 25 de mayo de 2003 Néstor Kirchner asumía la presidencia,
luego de obtener 22,25% de los votos en primera vuelta vs 24,45% de Carlos
Menem, quien se bajó del ballotage. El aniversario 17 de ese hecho encuentra a quien
fue su jefe de gabinete, Alberto Fernández, como presidente, cuya gestión del
tema coronavirus es calificada positivamente por alrededor del 80% (con negativa
en torno al 20%). Según consultora Plebs, el 85% califica positivamente el
accionar del gobierno nacional respecto al Covid-19 (apenas 12% de negativa; ver
gráfico arriba); para Pulso Social, la calificación
positiva es del 80%, vs 19% de negativa (ver gráfico abajo).
En tanto, la imagen del gobierno nacional según Rouvier & Asociados es 68% positiva vs 30% de negativa (ver gráfico abajo).
Ese estudio muestra el mismo patrón en la imagen presidencial: casi 67% de positiva vs casi 31% de negativa (ver gráfico abajo).
La encuesta de Celag, en cambio, muestra registros similares a los de Pulso Social y Plebs, en torno al 80% de positiva (ver gráfico abajo).
Sólo la encuesta de Synopsis se desvía notoriamente del resto: casi 52% de imagen positiva vs 28,2% de negativa.
Un promedio de las
mediciones comparables da al gobierno nacional una imagen positiva del 69,2% vs
una negativa de 23,2%. Ese 69% está en el mismo orden de magnitud del
porcentaje que votaría a Fernández: 65%, según Celag (ver gráfico más arriba).
Otra
medición vinculada a la variable electoral fue la realizada por Reale-Dalla Torre: arroja 51,4% para el actual presidente y muestra que Macri
retrocedería del 40,24% que obtuvo el 27-O-2019 al 21,5%, confirmando que el
oficialismo mejoró y que Juntos por el Cambio empeoró (ver gráfica arriba; click para agrandar). El retroceso de Macri pasa fundamentalmente por electores que votaron por el ex presidente y que ahora se muestran indecisos y, en segundo término, por algunos puntos porcentuales cedidos hacia Fernández, Espert y el voto en blanco, en este caso dentro de variaciones estadísticamente no significativas. La última vez que una consultora hizo la misma pregunta fue en la medición veraniega de Rouvier & Asociados: el resultado había sido 51,1% para Fernández y 31,2% para Macri con 3,2% de voto en blanco/impugnado (ver gráfico abajo; click para agrandar), por lo cual restando del cálculo esa proporción para calcular sobre voto positivo (como sucede con los datos oficiales electorales), Fernández quedaba en 52,7% y Macri en 32,2%. De esa manera, se puede ver que el ex presidente y candidado de Juntos por el Cambio cedió casi 10 puntos porcentuales desde aquella medición y casi 19 pp en relación al 27-O-2019.
Por otra parte, según Analogías, casi el 70% aprueba el
gobierno de Alberto Fernández, vs apenas 16,5% que desaprueba (ver gráfico
abajo).
El estudio de Zuban Córdoba reporta una aprobación aún mayor:
82,1% vs apenas 17% de desaprobación (ver gráfico abajo).
Según ese estudio, la imagen favorable de Alberto Fernández roza el 78%, con casi 19% de negativa (ver gráfico abajo). Hay una merma de 6,5 puntos porcentuales respecto al anterior estudio, estadísticamente no significativa, pues el error muestral del estudio es de +/-2,83%.
En tanto, según CB Consultora, el presidente Alberto
Fernández posee una imagen positiva superior a la negativa en todas las
provincias; la más alta se da en La Pampa (75,5%) y la más baja en Córdoba (53,7%).
Asimismo, en 17 de los 24 distritos su imagen es mejor que la del gobernador
provincial, en 6 provincias está en el mismo orden de magnitud y sólo en una
(Mendoza) tiene una imagen positiva menor a la del mandatario provincial. En síntesis,
el presidente cierra mayo con un acompañamiento alineado en torno al 72,6% si hacemos
un promedio entre la variable imagen y aprobación; esto es, casi 24,4 puntos
porcentuales por arriba del resultado obtenido por el Frente de Todos el
27-O-2019 (48,24%). Son cifras inéditas de apoyo en un marco también inédito,
el de la pandemia global, y el oficialismo se beneficia por el consenso social
respecto a que gestionó el tema Covid-19 mejor que los gobiernos de otros
países y mejor de lo que lo hubiera hecho el gobierno anterior (ver gráfico
abajo). Por eso mismo, son cifras difíciles de sostener en el tiempo.