domingo, 30 de junio de 2019

Electorado, mercado interno y consumo (2)


La crisis del consumo interno se confirma tanto en el repaso de estadísticas privadas como de las oficiales. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), si se analizan los 40 meses que van de enero de 2016 a abril de 2019, en 37 meses el consumo minorista cayó, lo que pone en evidencia que el modelo Cambiemos impactó negativamente en el mercado interno. El contraste con la gestión CFK deviene evidente cuando se analiza la serie, incluso tomando el cierre del segundo mandato, cuya performance estuvo muy por debajo del primero (ver datos arriba; click para agrandar). A su turno, según el Indec, el consumo en supermercados cayó 14,5% en marzo y en shoppings/centros de compras un 16,6%. Con sendas caídas interanuales, ambas superficies llegaron a 9 meses consecutivos de continua contracción. En el rubro alimentos y bebidas, la caída rozó el 14% (ver datos arriba; click para agrandar).


A su turno, según la consultora Kantar Wordlpanel, el consumo cayó en abril pasado 7% interanual y 9% en el primer trimestre del año, lo cual decidió al gobierno a relanzar el programa Precios Cuidados, iniciativa que luego complementó con créditos vía Anses, el programa Ahora 12 y el plan Junio 0 Km, en un intento de levantar el consumo en el período preelectoral. La consultora prevé que el consumo caiga un 3% en 2019, lo cual tiene que ver con el impacto negativo de la crisis en los sectores menos favorecidos. "El 70% de la gente con bajos ingresos explica el 50% del consumo masivo", señala Osvaldo del Río, socio de la consultora Scentia, que detecta una correlación directa: la pérdida del poder adquisitivo de la población -de unos 12 puntos porcentuales en el último año de acuerdo a estimaciones del sector privado- golpea inevitablemente sobre las ventas comerciales (aunque se trate de productos de consumo masivo, entre ellos alimentos). 



En la misma línea, otro estudio de la consultora internacional Kantar publicado en junio reveló que la caída del consumo golpea más fuerte en los hogares de clase media y los más pobres del país. Si bien el trabajo remarcó que todas las familias disminuyeron la compra de productos masivos, las familias de ingresos medios bajos acumulan una baja de 9% en lo que va de 2019, mientras que en los hogares de recursos más bajos cayó 13%. “La principal característica de este difícil momento para el consumo es que todos los hogares resignan, más allá de su poder adquisitivo y realidad. De todas formas, la contracción en la base de la pirámide duplica a la de la cima”, apuntó la Worldpanel Division de Kantar. De acuerdo al estudio, en mayo pasado el rubro alimentos fue el que menos cayó en el análisis sectorial. Este impacto mayor en la base se articula con la redistribución regresiva del ingreso que se ha producido con la gestión Cambiemos: la brecha entre el decil (10%) más rico y el decil más pobre, que era de 17,82 en el primer trimestre del 2015, creció a 21,19 en el primer trimestre de 2019 (ver datos abajo; click para agrandar). En sólo un año, se brecha se amplió de 20 al 21,2 veces.  



Así, el 10% más rico de la población llegó a concentrar un tercio del ingreso total, lo que agrava la desigualdad y confirma que la crisis no golpeó a todos por igual. A partir de estas estimaciones, dos mediciones privadas calcularon que la pobreza se disparó al 35% en el semestre móvil que va desde octubre de 2018 a marzo de 2019, lo que implica que en un año hubo casi 4 millones de nuevos pobres y llegar al peor nivel desde 2008. La megadevaluación y su impacto inflacionario pulverizaron los ingresos de todos los sectores, pero mientras el 10% más rico perdió 14,9% en términos reales, el más pobre cedió 18,6%, lo que explica el salto en tándem de la pobreza y la desigualdad. De esta forma, el ingreso per cápita familiar del decil más pobre representó apenas el 1,5% del total, mientras que el 10% más rico aglutina 32,8% del ingreso total. A partir de la evolución de los ingresos y los datos de la canasta básica total y alimentaria del Indec, Daniel Schteingart, analista del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), calculó que la pobreza trepó al 35,2% en el período que comprende el cuarto trimestre de 2018 y el primero de 2019. Eso implica que el porcentaje de argentinos que no llega a cubrir sus necesidades básicas trepó 9 puntos porcentuales en un año: en cifras, 4 millones de personas pasaron a ser pobres en ese lapso, la mayor suba desde la crisis de 2002, lo que acumula más de 15 millones de habitantes en situación de pobreza. Además, según Schteingart, planteó que la indigencia llegó al 7,3% en ese período, el valor más alto desde 2014. En la misma línea, Martín González Rozada, econometrista de la Universidad Torcuato Di Tella, calculó una tasa de pobreza del 34,8% para idéntico lapso. 



Este es el plexo socioeconómico estructural (o, en otros términos, el resultado de los efectos socioeconómicos de gestión) sobre el que se asientan las tendencias preelectorales de cara a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del próximo 11 de agosto. El impacto negativo en el consumo y en el mercado interno permite entender por qué el gobierno, luego de haberse impuesto por 42% a 24,5% sobre Unidad Ciudadana en las legislativas de medio término de 20175, hoy corre desde atrás en la carrera preelectoral: según la encuesta más reciente de la consultora Gustavo Córdoba & Asociados, Alberto y Cristina Fernández alcanzan 40,5% de intención de voto, vs 32,9% de Macri-Pichetto. Lavagna-Urtubey alcanzan 12,2%, Espert-Rosales 5,4%, Del Caño-Del Plá 2,7%, Romero Feris-Sueldo 1,1%, Gómez Centurión-Hotton 0,2%, Castañeira-Mulhall 0,2% y Biondini-Venturino 0,10%, con menos de 5% de indecisos (ver datos abajo; click para agrandar). Realizada entre el 26 y el 28 de junio sobre una muestra nacional de 1.200 casos, tiene un error muestral de +-2,83%, con lo cual la diferencia de 7,6 puntos porcentuales entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio resulta estadísticamente significativa. Si sumamos este estudio a la serie evolutiva posterior al cierre de listas del 12 de junio pasado, el promedio sobre 11 encuestas nacionales da 42,2% para AF-CFK, 31,8% para Macri-Pichetto, 8,5% para Lavagna-Urtubey, 3% para Espert-Rosales, 2,5% para Del Caño-Del Plá y 1% para otros, con 1,7% de votos en blanco y 4,4% de indecisos. En este caso, la ventaja a favor del Frente de Todos sobre el oficialismo trepa a 10,3 pp. 


jueves, 27 de junio de 2019

Electorado, mercado interno y consumo (1)



Periódicamente, reiteramos en este blog una de nuestras premisas analíticas: no hay electores por un lado y consumidores por otro, electorado y mercado, sino una ciudadanía que vota y que consume. Ambas instancias cuentan con su especificidad, pero están conectadas por vasos comunicantes, no aisladas ni escindidas. Esa premisa se articula con otra: a mediano y largo plazo, son los efectos socioeconómicos de gestión los que construyen las tendencias electorales, más allá de los vaivenes de la coyuntura. Repasemos, entonces, algunos datos clave de la situación socioeconómica de cara a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del próximo 11 de agosto, para ponderar los efectos socioeconómicos de la gestión Cambiemos. Según el Indec, la tasa de desempleo llegó al 10,1% en el primer trimestre de 2019 frente al 9,1% en el mismo trimestre de 2018. En cantidad de personas, eso significa que en el último año se sumaron 155.000 desempleados. El relevamiento del Indec en 31 aglomerados urbanos de todo el país contabilizó 1.338.000 desocupados; extrapolando esas cifras a la población total del país, el número total de desocupados ascendería a 2,2 millones de personas. De esa manera, el desempleo volvió a los 2 dígitos.

Por su parte, según la última edición del Monitor de Humor Político y Social que realiza mensualmente en forma online la consultora D’Alessio IROL y Berensztein sobra una muestra de 700 casos, el 70% de los consumidores redujo sus compras de carne vacuna y de gaseosas en los últimos meses y el 80% sustituyó primeras marcas por otras opciones más baratas en el mercado de consumo masivo. Además, 8 de cada 10 personas bajaron o abandonaron sus compras de indumentaria y 6 de cada 10 achicaron el consumo de artículos de higiene personal. El 40% redujo sus compras de remedios: “los medicamentos no fueron abandonados, pero sí están en disminución, en especial en el nivel socioeconómico medio bajo”, indica el informe. Así, el deterioro del poder adquisitivo que se viene acumulando en los últimos años impacta en prácticamente todo tipo de consumos, desde alimentos hasta entretenimiento, si bien con matices. El alimento más afectado por la baja de consumo es la carne vacuna: el 72% dijo haber restringido o abandonado esas compras, junto con gaseosas. Le siguen cerveza (-66%), vino (-54%), postres lácteos (-54%) y fiambres (-51%. Entre el 40% y el 50% achicó o abandonó sus compras de pescado, manteca, azúcar, agua mineral, quesos y yogur, mientras que entre el 40% y el 30% reporta caída o eliminación del consumo de aceite, galletitas, leche y pan. Los únicos dos productos que mejoraron su desempeño son arroz y fideos: 4 de cada 10 dicen haber aumentado esos consumos. 




Por fuera de alimentos y bebidas, en el tope del ranking de las restricciones según D’Alessio IROL y Berensztein está ir a comer fuera de casa: el 81% de los consumidores redujo o abandonó ese gasto en lo que va del año. En el caso del delivery, el 77% achicó ese gasto. El segundo sector de la economía más afectado por la baja del consumo es indumentaria, ya que el 78% de los consumidores recortó esas compras. En cine, teatro y entretenimiento, la merma es del 76% de los encuestados, mientras que en viajes y vacaciones el 74% bajó su consumo. Además, hay achicamiento de gastos en rubros más esenciales, como artículos de perfumería e higiene personal (el 66% dice haber bajado sus compras) y artículos de limpieza (63%). El 62% limitó el uso del auto propio a causa de la fuerte suba de la nafta y de los peajes. En telefonía celular, el 55% bajó su consumo. En la escala de los rubros más afectados por la crisis de consumo luego aparece la televisión por cable (el 44% pidió cambios en los abonos). En medicamentos, el 41% dijo hacer achicado su consumo. Menos afectadas están las clases de apoyo escolar para los chicos (39% bajó o anuló el consumo), Internet (34%) y servicios de streaming (33%).

¿Cómo se traduce preelectoralmente un consumo interno en crisis? La más reciente de las encuestas conocidas es la que llevó a cabo Federico González & Asociados, sobre una muestra de 1.600 casos de residentes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el interior del país, realizada entre el 23 y el 25 de junio, con un error muestral de +-2,5%. Con proyección de indecisos, ubica a AF-CFK con 41,6% de intención de voto, vs 33,5% de Macri-Pichetto. Lavagna-Urtubey rondan el 9%, Espert-Rosales alcanzan 6,5% (por encima de lo que hemos visto en estudios anteriores), Del Caño-Del Plá 4,1%, Gómez Centurión-Hotton 2,1%; otras tres listas se ubican por debajo del 1% (ver datos abajo; click para agrandar). Así, el Frente de Todos supera a Juntos por el Cambio por 8,1 puntos porcentuales, una diferencia estadísticamente significativa. Asimismo, como hay un 3% de votos en blanco, si el resultado de la PASO fuera ese, los Fernández se aproximarían al umbral clave del 45% que resolvería la elección en primera vuelta. Con esta medición, ya hay 10 encuestas realizadas después del cierre de listas del 12 de junio: el promedio da 42,3% a los Fernández, 31,7% a Macri-Pichetto, 8,1% a Lavagna-Urtubey, 2,8% a Espert-Rosales y 2,5% a Del Caño. La brecha entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio es de 10,6 pp, estadísticamente significativa, lo que abre doble chance de imponerse en primera vuelta si esa tendencia se sostiene: por superar el 40% y 10 pp sobre Juntos por el Cambio, y por acercarse al 45% de caudal sobre votos válidos (el guarismo del 42,3% crecería al ajustar la base sobre votos positivos). 

lunes, 24 de junio de 2019

Tendencias nacionales luego del cierre de listas

A 50 días de las PASO, cuyas listas se terminaron de definir el pasado sábado 22 de junio (salvo contadas excepciones), la encuesta mensual relevada de manera telefónica del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) sobre una muestra nacional de 1.500 electores de todo el país (respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social) arroja que los Fernández superan en intención de voto a Mauricio Macri-Miguel Pichetto por 43,7% a 32,3%, una ventaja de 11,4 puntos porcentuales estadísticamente significativa. Esto insinúa una doble chance de ganar si la tendencia se sostuviera de cara a la primera vuelta, dado que superan el 40% y le sacan 10 pp de ventaja a Macri, además de quedar cerca del umbral del 45% que clausura el ballotage. Roberto Lavagna-Juan Urtubey alcanzan 9,3%, José Espert roza el 4% y Nicolás del Caño ronda el 2%, con casi 9% de indecisos (ver datos arriba; click para agrandar).



El evolutivo del CEOP muestra a la fórmula del Frente de Todos en franco ascenso (+12,3 pp entre puntas de la serie) y al oficialismo subiendo pero a menor ritmo (+ 5 pp entre puntas). En sentido contrario, la única fórmula sobreviviente de la avenida del medio se ubica muy por debajo de lo que todos sus precandidatos sumaban en marzo (-13,9 pp), mostrando así una clara polarización de la disputa preelectoral (ver datos arriba; click para agrandar). De hecho, tanto la suma de las subas del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio (17,3 pp) supera a la baja de la vía del medio (casi 14 pp), lo que indica que ambos polos toman intención de voto de la tercera vía, pero no sólo de ella. Por otro lado, la principal fórmula opositora también aventaja al oficialismo en permeabilidad electoral (50,7% de voto potencial vs 41,3%) y tiene un rechazo menor (47,2% vs 51,7%). Esto confirma que la teoría del techo más bajo para la oposición ya no se verifica, al menos en las encuestas, y que el oficialismo ha generado su propio consenso negativo en contra (ver datos abajo; click para agrandar). 



Similares tendencias arroja el más reciente estudio de la consultora Trespuntozero, sobre una muestra de 1.400 casos (recolectados entre el 13 y el 18 del mes), relevada de manera online, con un margen de error de +/- 2,6%. El binomio del Frente de Todos alcanza 42% de intención de voto, vs 33,4% de Juntos por el Cambio; una ventaja de 8,6 pp, estadísticamente significativa, que también perfila una doble chance de imponerse en primera vuelta, considerando que según este estudio hay casi 4% de votos en blanco. Aquí, Consenso Federal 2030 ronda el 8%, el Frente Despertar y el Frente Nos empatan en 2,5% y la izquierda apenas roza el 1%, mientras que casi un 7% se muestra indeciso (ver datos abajo; click paa agrandar). 



Finalmente, si actualizamos el promedio de 9 encuestas nacionales de junio posteriores al cierre de listas del 12/6, tenemos 42,4% para AF-CFK y 31,5% para Macri-Pichetto; ventaja de 10,9 pp, estadísticamente significativa. Lavagna queda en 8%, Espert en 2,4% y Del Caño en 2,3% (lo que implica un empate técnico entre esas dos fuerzas). Esto permite entender el por qué de la ofensiva del oficialismo sobre Espert (Juntos por el Cambio asume que el 2,4% de caudal promedio que tiene el Frente Despertar en las encuestas procede de ex cambiemitas) y por qué el titular de la UCR, Alfredo Cornejo, propone suspender las PASO en la categoría presidencial: si la elección fuera hoy, el oficialismo caería derrotado ante el Frente de Todos por casi 11 pp de diferencia, lo que pos PASO podría generar un fuerte cimbronazo. 

viernes, 21 de junio de 2019

Tendencias nacionales antes del cierre de listas del 22 de junio



Mientras el gobierno celebra un sondeo de Poliarquía de junio según el cual la aprobación al desempeño presidencial mejoró desde el 28% al 34% (una suba de 6 puntos porcentuales que, en rigor, no es estadísticamente significativa) y habla de una mejora del humor social gracias a una percepción de estabilidad financiera al mismo tiempo que las estadísticas oficiales marcan la suba de la desocupación y anticipan la de la pobreza (por contagio de la situación del empleo y por el aumento en las canasta de bienes), las encuestas nacionales siguen mostrando al oficialismo rezagado en intención de voto. Un día antes del cierre de listas de precandidatos para presidente, vicepresidente y diputados/senadores nacionales de mañana 22 de junio, repasemos los datos más recientes. 




Según la consultora Pulso Social, de cara a las PASO del 11 de agosto, el Frente de Todos (Alberto y Cristina Fernández) aventaja a Juntos por el Cambio (Mauricio Macri-Miguel Pichetto) por 41,6% a 33,5%, una brecha de 8,1 puntos porcentuales estadísticamente significativa, y queda a 3,4 pp del umbral del 45% (clave para ganar en primera vuelta). Consenso Federal (Roberto Lavagna-Juan Urtubey) roza el 12%, el Frente de Izquierda (Nicolás del Caño-Romina Del Plá) ronda el 4% y el Frente Despertar (José Luis Espert) roza el 4% (ver datos al inicio del posteo; click para agrandar). De acuerdo a sus datos, la fórmula más beneficiada al integrarse Sergio Massa al Frente de Todos es la de los Fernández, que captan casi el 60% del caudal del tigrense (ver datos arriba; click para agrandar). El estudio se basa en una muestra nacional de 800 casos relevados por IVR del 14 al 17 de junio, con un error muestral de +-3,5%. 



Según este estudio, el caudal del oficialismo (33,5%) está en el mismo orden de magnitud que la imagen positiva del gobierno (33%) y entre el resultado obtenido por Cambiemos en las PASO del 2015 (30,12%) y la primera vuelta del mismo año (34,15%). En cambio, el del Frente de Todos está algo por encima del caudal obtenido por el FPV en las PASO de ese año: 38,67%. Vale decir que el oficialismo estaría repitiendo su performance entre ambos comicios, mientras que la alianza entre el kirchnerismo y el justicialismo la estarían mejorando levemente (+2,93 pp), probablemente como efecto de la unificación del espacio pan-justicialista. 





Por su parte, OhPanel es la medición que presenta la menor diferencia entre el Frente de Todos y el oficialismo: 37% a 33%, 4 pp que implican un empate técnico. Sin embargo, hay que observar que esta medición online por panel presenta oscilaciones muy marcadas (en la primera posterior al anuncio de la fórmula de los Fernández les dio un récord de 18 pp de ventaja sobre Macri). Consenso Federal alcanza 11%, Despertar 3%, la izquierda 2%, el Frente Nos 1% y "otro" 2%. En este caso, lo votos en blanco y la abstención (2% en total) podrían hacer subir a todas las listas y acercar al Frente de Todos al umbral del 40% (ver datos arriba; click para agrandar). Finalmente, un estudio de Hugo Haime ubica al Frente de Todos con 45% de intención de voto vs 26,2% de Juntos por el Cambio, mientras que Aresco sitúa al primer frente en 43,5% y al oficialismo en 32,7%. Si actualizamos el promedio con 7 encuestas posteriores al 12 de junio (presentación de las listas con los sellos/frentes), da 42,3% para el Frente de Todos, 31,1% para Juntos por el Cambio, 7,8% para Consenso Federal, 2,2% para Despertar y 2,5% para el Frente de Unidad de la Izquierda. La brecha entre la principal fuerza opositora y el oficialismo es de 11,1% pp, lo que implica una chance de imponerse en primera vuelta si esa proyección se verificara en la PASO y se sostuviera en octubre. 

martes, 18 de junio de 2019

Lecturas del "finde" largo electoral y tendencias previas el cierre de listas nacionales (2)



La lógica del marketing político, siguiendo a Carlos Fara, indica que un candidato (o partido) debe concentrar sus mensajes en algunos sectores de la sociedad, típicamente aquellos en los cuales tiene más posibilidades de recoger votos: así se le saca el mayor rédito a los esfuerzos comunicacionales. La tarea de determinar el público objetivo forma parte de un proceso más amplio que es el de construir la coalición ganadora mínima: la elección se gana con una suma de sectores de la sociedad que adhieren a la propuesta o se identifican con un candidato o fuerza. En 2015, Cambiemos construyó su coalición ganadora mínima pensando en el ballotage de noviembre (de ahí la etiqueta "partido del ballotage"). En las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias de agosto (PASO) de ese año, definió la candidatura presidencial: se impuso Mauricio Macri/PRO (24,5%) sobre Ernesto Sanz/UCR (3,34%) y Elisa Carrió/Coalición Cívica (2,28%). El FPV, en tanto, presentó sólo una fórmula, liderada por Daniel Scioli, que alcanzó 38,67% de los votos. El sello UNA presentó dos listas, una de Sergio Massa/Frente Renovador que se impuso sobre José De la Sota por 14,32% a 6,24%. Entre las PASO y la primera vuelta, Macri no sólo sumó los casi 6 puntos electorales de Sanz y de Carrió, sino que creció otros 4,4 puntos electorales y trepó al 34,15%, de la mano de la victoria de su candidata a gobernadora en provincia de Buenos Aires, María E. Vidal, y de un incremento de la participación electoral (trepó al 80%). Scioli, en cambio,  apenas creció en volumen electoral, mientras que en proporción sobre electores retrocedió al 37,08%; Massa se mantuvo firme en 21,39%. Dada la diferencia menor a 5 puntos porcentuales entre Scioli y Macri (2,93 pp), tal como indica la teoría empíricamente fundamentada de ballotages en Latinoamérica, el resultado de la primera vuelta era reversible en la segunda; las chances se repartían simétricamente entre ambos contendientes. El ballotage arrojó 51,34% para Macri y 48,66% para Scioli, una brecha de 2,68 pp similar a la de la primera vuelta, pero en sentido inverso.

De cara a las PASO de agosto, oficialismo y oposición procuran construir ahora cada uno su coalición ganadora mínima. Aunque el resultado de las elecciones legislativas del 2017, en las que obtuvo 42% sobre 24,5% de Unidad Ciudadana (la lista opositora más votada) crearon en Cambiemos la expectativa de ganar en primera vuelta, diciembre de 2017 (reforma de movilidad jubilatoria mediante) y todo el 2018 (con corridas cambiarias, inflación récord desde 1991 y recesión) mellaron las chances del oficialismo, que ahora arranca la carrera electoral nacional desde atrás, ensayando una estrategia de cara al ballotage en la cual incorporó como compañero de fórmula de Macri al senador proveniente del justicialismo Miguel Pichetto. Se trata de un cambio rotundo respecto al manual duránbarbista que venía aplicando (basado en la antinomia con el peronismo, en componer siempre una fórmula presidencial PRO-pura y con una mujer como vice en el binomio), bajo un nuevo sello: Juntos para el Cambio. Del lado de la oposición, la construcción de la coalición ganadora mínima ha tenido dos pasos centrales y parece más orientada a ganar en primera vuelta que al ballotage: 1) en primer término, la definición de Cristina Fernández de ceder la candidatura a presidente a Alberto Fernández y correrse al lugar de vice, para mejorar el acercamiento a los dirigentes del PJ no K y del espacio pan-justicialista 2) sumar a Massa dentro de un nuevo frente, denominado de Todos, para dar fe de esa vocación aperturista y de esa forma evitar que Massa vuelva a ser "tapón" de las chances de victoria (como fue en 2015). 




¿Qué nos dicen las encuestas respecto a los respectivos estados de  conformación de la coalición ganadora mínima? Veamos: según el consultor Federico González, hace alrededor de un mes Macri tenía 23,6% de intención de voto, vs 27,8% de Alberto Fernández-CFK, mientras que Massa alcanzaba 16,5% y Daniel Scioli 4,2%. Ahora, Macri-Pichetto tienen 29,7%: una suba de 6,1 pp. En tanto, AF-CFK tienen 33,9%: idéntica suba de 6,1 pp, lo que sugiere que tomaron todo el caudal de Scioli y ganaron otros 1,9 pp. Massa, que tenía 16,5%, ahora tiene 14,2%; una merma de 2,3 pp, que sugiere que esos 1,9 pp que de incremento que vemos en los Fernández pueden provenir de una transferencia inicial de votos de Massa (previa al 12/6). Con una PASO por la candidatura presidencial, González proyecta hasta 48,1% para el Frente de Todos, lo cual le daría a esa frente una chance de ganar en primera vuelta al rebasar el 45% (ver datos arriba; click para agrandar). En cambio, si Massa no fuera candidato presidencial sino candidato a diputado nacional, como parece haber definido hoy mismo, el frente alcanzaría 42,1%, con una buena chance de ganar en octubre, pero menor al escenario anterior. En cualquier caso, de acuerdo a las proyecciones de González, el Frente de Todos tiene ventaja sobre el oficialismo en la construcción de la coalición ganadora mínima. 

Otra medición la realizó la consultora Ceis, y arroja que el Frente de Todos suma para las PASO de agosto una intención de voto del 44%: 39% para la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, en tanto que Sergio Massa alcanza un 5,2%. Con esa sumatoria, el frente opositor le sacaría en primarias 10 pp de ventaja a Juntos por el Cambio (Macri-Pichetto): 33,7%. En tercer lugar, Consenso 2030 (Lavagna-Urtubey) llegan al 10%, el "libertario" Espert a 3%, y el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) al 2,5%. Entre el rubro indecisos y el "otros" hubo un 7% de los consultados, lo que sugiere que el margen para crecer en ese terreno es bajo y que la mayoría de los electores tiene una posición tomada. Esta encuesta cerró el viernes 14/6 y se basó en una muestra de 1.642 casos en todo el país.  

Hay otra medición, la del CELAG. Si revisamos sus encuestas anteriores, CFK alcanzaba 36,6% de intención de voto, vs 24,9% de Macri y 11,% de Massa; ahora, la encuesta más reciente arroja 42,8% para AF-CFK, lo que da una suba de 6,2 pp. Macri alcanza 26,4% (suba de 1,5 pp), lo cual deja a los Fernández con doble chance de cara a una primera vuelta: a) sacarle a Macri una diferencia de 10 pp b) alcanzar el 45% (factible, dado que el escrutinio deja afuera los votos no positivos, es decir, en blanco/nulo, y también se detraen, obviamente, quienes no votarían). Con matices, al igual que el estudio anterior, este deja al Frente de Todos con ventaja en la construcción de la coalición ganadora mínima (ver datos al inicio del posteo; click para agrandar). De todos modos, habrá que esperar no sólo el resultado de las PASO, sino el efecto que ese resultado arroje: si el Frente de Todos sacara ventaja nítida sobre Juntos para el Cambio, se nos ocurren al menos dos, contradictorios en su impacto 1) temor a un regreso del kirchnerismo al poder, que ayudaría a Macri de cara a la primera vuelta (efecto del candidato menos favorecido) 2) que la decepción con Macri favorezca el voto castigo, dándole a AF/CFK el envión necesario para ganar en primera vuelta (efecto del carro ganador). 

lunes, 17 de junio de 2019

Lecturas del "finde" largo electoral y tendencias previas el cierre de listas nacionales (1)


Ayer se rompió el patrón de victorias oficialistas en elecciones de gobernador, y  con ganancias para la fórmula Fernández-Fernández: en el distrito más gravitante de todos los que votaban, el peronismo unido recuperó después de 12 años la gobernación de Santa Fe con el senador nacional Omar Perotti (Frente Juntos), que venció por 4,16 puntos porcentuales (40,51% a 36,35% de los votos) al candidato del Frente Progresista Cívico y Social, Antonio Bonfatti. Tercero lejos quedó el candidato de Cambiemos, el radical José Corral (18,9%; ver datos arriba, click para agrandar), con el agravante de que además cedió la ciudad capital, Santa Fe, en este caso frente al socialismo: allí, Raúl Jatón se impuso con el 47% sobre Ángel Albor Cantard, de Cambiemos (20,97%). Es la cuarta ciudad capital que Cambiemos (siempre con un radical al frente) cede en las elecciones desarrolladas hasta ahora (luego de Córdoba Capital, Santa Rosa y Paraná). En 2015, el PRO con Miguel del Sel había perdido la elección de gobernador por apenas 1.776 votos, lo que pone en evidencia el retroceso de ese frente en la provincia de Santa Fe. El peronismo también estuvo cerca de ganar la ciudad de Rosario, donde el socialista Pablo Javkin se adjudicó el triunfo sobre su contendiente Roberto Sukerman (34% a 32%). 






La victoria en Santa Fe cobra mayor importancia, dado que además implica la derrota del socialismo, un aliado clave del candidato presidencial de Consenso Federal. Sin dudas, Roberto Lavagna hubiera celebrado la continuidad del Frente Progresista Cívico y Social en el poder, tratándose del único distrito gravitante en el que gobierna una fuerza integrante de su sello. El otro distrito que rompió el patrón fue Tierra del Fuego, donde el intendente de Río Grande y radical K Gustavo Melella se impuso por el 50,9% de los votos contra el 37,8% cosechado por la actual gobernadora Rosana Bertone, quien había retornado un tanto tardíamente al kirchnerismo luego de coquetear con la Rosada y Alternativa Federal. Lo que no es un dato menor, Melella ganó sin necesidad de pasar por ballotage, al superar el 50% de los votos. 



En la provincia de San Luis, Alberto Rodríguez Saá obtuvo el 42,13% de los votos en la compulsa y se impuso por 7,5 pp al senador nacional de Cambiemos Claudio Poggi (34,64%) y relegó al tercer lugar al ex mandatario provincial Adolfo Rodríguez Saá (22,09%). Tal como hace una semana sucedió en Tucumán con Juan Manzur y José Alperovich, se pone en evidencia que difícilmente un ex gobernador puede batir a uno en funciones. Por su parte, en Formosa, como se preveía, Gildo Insfrán consiguió su séptimo mandato consecutivo, superando el 70% de los votos frente a su ex vicegobernador Adrián Bogado, que en esta oportunidad encabezó un frente de macristas y radicales por unos 50 pp. En síntesis, el domingo 16 de junio se saldó con 4 derrotas para los aliados de la Rosada, con dos distritos en los que retrocedió respecto a su performance de 2015 (en Santa Fe cedió 12,7 pp, de 31,6% a 18,9%, y en Tierra del Fuego cedió 34,6 pp, de 39,7% a 5,1%). En San Luis mejoró (de 29% a 34,6%, 5,6 pp) y en Formosa se mantuvo en 26%. Hace poco más de un año, Cambiemos anotaba a Tierra del Fuego entre los distritos con expectativas de ganar y a Santa Fe dentro de los ganables; perdió en ambos, y con contundencia. Hasta ahora, sólo ganó Jujuy (9/6), mientras que los frentes del PJ, kirchnerismo y aliado se impusieron en las elecciones realizadas entre mayo y junio, y dos fuerzas provinciales en Neuquén y Chubut entre marzo y abril (ver datos arriba; click para agrandar).




Un análisis de los resultados de las elecciones provinciales de gobernador desarrolladas hasta ahora arroja que las listas aliadas al Frente de Todos alcanzaron 43,5% de los votos, vs 27,5% de Juntos por el Cambio, 20,5% de fuerzas "no alineadas" y 8,3% afines a Consenso Federal (ver datos arriba; click para agrandar). Vale decir, de acuerdo a esta estimación, se invirtió el orden respecto a las elecciones de 2017. Si bien los resultados a gobernador no pronostican el presidencial, hace poco más de un año Cambiemos aspiraba a sumar 11 provincias a las 5 que gobernaba: 4 "expectables", donde había perdido por poco en 2017 (Chubut, La Pampa, La Rioja y Tierra del Fuego) y 7 "ganables" , donde se había impuesto en esa elección (Córdoba, Entre Ríos, Neuquén, Santa Fe, Salta, Santa Cruz y Chaco). De las expectables que ya votaron gobernador, Chubut, La Pampa y Tierra del Fuego, no ganó ninguna; sólo queda una, La Rioja. De las "ganables" que ya votaron, Córdoba, Entre Ríos, Neuquén y Santa Fe, tampoco; quedan 3 para dilucidar (Salta, Santa Cruz y Chaco).  Es decir, hasta ahora no sumó ninguna, retrocedió en varios distritos respecto a su caudal del 2015, cedió 4 ciudades capital y la hipótesis ahora es retener Mendoza, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y provincia de Buenos Aires (PBA), distritos que gobierna. 



Un análisis alternativo del politólogo Ale Agüero hace un cálculo algo diferente. Parte de que hasta el momento se emitieron 8.981.910 votos en las 14 provincias que eligieron gobernador, y el Frente de Todos obtuvo 3.163.021 (35,2%) contra los 2.201.281 (24.5%) de Juntos por el Cambio. 



Comparando el resultado de las 14 provincias con el 2015 Cambiemos perdió 552.000 votos, mientras que el Frente Todos ganó 470.000.



Según el informe, los principales retrocesos de Cambiemos se dieron en las provincias de Tucumán, Santa Fe, Jujuy y Tierra del Fuego. 



En sentido contrario, Cambiemos creció en San Luis y San Juan.



En tanto, los principales avances del Frente de Todos se registraron en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Tucumán y Tierra del Fuego.



Finalmente, los partidos provinciales (incógnita a nivel nacional) obtuvieron el 23,08%: aquí se incluye al Frente Renovador para la Concordia (Misiones) con 495.000 votos; al MPN (Neuquén), con 150 mil votos; a Juntos SRN (Río Negro), con 205 mil votos;: a la fuerza de Ricardo Bussi (Tucumán), con 123 mil votos, y al PJ no K de Córdoba, con 1.102.000 votos. En síntesis, este informe tiene una similar estimación que la proyección de Explanans en el caudal de Cambiemos (24,5% vs 27,5%, una diferencia de 3 pp), pero discrepa en el caudal del Frente de Todos (35,21% vs 43,5%, una diferencia de 8,29 pp). Así, mientras Explanans muestra una inversión de la foto del 2017 (con el Frente de Todos acaparando el caudal que tuvo Cambiemos en esa elección, por arriba del 40%, y vicecersa) el de este politólogo muestra una foto más similar a la PASO del 2015 en el orden de magnitud. Con todo, ambas coinciden en darle ventaja al frente opositor frente al oficialismo.

viernes, 14 de junio de 2019

Palpitando el "finde largo" electoral


Este domingo 16 de junio también es electoral, algo un tanto atípico por caer en "finde" largo (de tres días) y coincidir con el Día del Padre: ¿afectará eso la afluencia al punto de influir en los resultados? Ya se verá. De los 4 distritos que eligen gobernador, el más gravitante es Santa Fe, con 8% del total de votantes a nivel país (los otros tres son Formosa, San Luis y Tierra del Fuego). Uno de los estudios más recientes realizados en esa provincia, sobre una muestra de 1.585 casos efectivos (relevados entre el 7 y el 12 de junio) con un error de +-2,51% muestra al socialista Antonio Bonfatti con el 38,6% y al peronista Omar Perotti con el 35,3%. La ventaja de 3,3 puntos porcentuales a favor del candidato oficialista apoyado por el gobernador Miguel Lifschitz no es estadísticamente significativa e implica un empate técnico. Relegado al tercer lugar aparece el candidato del gobierno nacional, el radical José Corral, que apenas alcanza el 16,7% de intención de voto (ver datos arriba; click para agrandar). 




Por su parte, según Raúl Aragón & Asociados, el candidato peronista, el senador nacional Omar Perotti, roza el 40%, y el ex gobernador socialista Antonio Bonfatti el 36%; la diferencia es de 3,87 puntos porcentuales, nuevamente un empate técnico. En este caso, el candidato de Cambiemos José Corral roza el 25% (ver datos arriba; click para agrandar). El estudio se basa en una muestra de 1.500 santafesinos mayores de 16 años en condiciones de votar, encuestados entre el 22 y el 28 de mayo pasado. 

En tanto, de acuerdo a la consultora Management & Fit, el senador peronista Perotti está al tope de la intención de voto con 37,0%, seguido por Bonfatti con 33%; Corral aparece nuevamente relegado, con 18,7% (ver datos arriba; click para agrandar). Una ventaja de 4 pp, exigua como para arriesgar un pronóstico.


El acumulado de las tres últimas olas de M&F no presenta variaciones estadísticamente significativas: 37,5% para Perotti, 32,2% para Bonfatti y 19% para Corral (ver datos abajo; click para agrandar). La brecha crece a 5,3 pp, pero sigue siendo estadísticamente no significativa. En sentido contrario, según un estudio realizado por la consultora Doxa Data a fines de mayo, Bonfatti alcanza el 40,1%, Perotti 34,4% y Corral 16,3% (ver datos abajo; click para agrandar). Este estudio se basó en una muestra de 2.138 casos a personas mayores de 18 años, contactados entre el 22 y el 29 de mayo de 2019. Aquí la brecha se invierte a favor de Bonfatti: 5,7 pp. 


Si hacemos un promedio de las cuatro mediciones citadas, el resultado es 36,8% para Bonfatti y 36,6% para Perotti; empate técnico, algo que es consistente con elecciones anteriores en ese distrito (en junio de 2015, Miguel Lifschitz se impuso al candidato de Pro, Miguel Del Sel, por apenas 1.776 votos). Lo que sí cambió es el actor opositor: ahora, en todas las encuestas el candidato de Cambiemos queda desplazado al tercer lugar y en el promedio alcanza 19,1%, lo que implicaría un nuevo revés para la Rosada en un distrito casi tan gravitante en peso electoral como Córdoba. Con todo, los electores de Cambiemos podrían inclinar la balanza si prefieren que el socialismo no pierda a manos del frente peronista unificado. Una victoria de Bonfatti podría ser vista como el mal menor para la Rosada (comparada con un triunfo del peronismo unido). Sin embargo, también podría fogonear la candidatura de Roberto Lavagna, que encolumna detrás suyo al socialismo y al GEN, lo cual en el tablero nacional perjudicaría al presidente Mauricio Macri (pues Lavagna capta votos de ex cambiemitas y radicales desencantados). Si ganara Perotti, sería la primera elección del año en que un oficialismo distrital pierde el poder; además, eso reforzaría las huestes del Frente de Todos que lideran Alberto y CFK. 

Comparadas con Santa Fe, que abre la posibilidad teórica de un cambio de gobierno, los demás distritos no depararían sorpresas. En San Luis se espera una victoria del gobernador Alberto Rodríguez Saá contra dos ex gobernadores, su hermano Adolfo y el ex delfín de ambos y desde 2017 candidato de Cambiemos, Claudio Poggi. La incógnita es si será una elección contundente como la del domingo pasado en Tucumán (donde el actual gobernador Juan Manzur aplastó al ex gobernador José Alperovich) o menos categórica. Pese a la relativa "insularidad" de San Luis, el antimacrismo del gobernador puntano sumaría también puntos de clima de opinión favorables al Frente de Todos. En Formosa, el gobernador Gildo Insfrán va por su octavo mandato, con antecedentes apabullantes: en 1995 ganó con el 57,5% de los votos, con el 72,5% en 1999, con el 72,05% en 2003, con el 75% en 2007, con el 76% en 2011 y con el 73,3% en 2015. Así, la expectativa es que se sume a la ola de oficialismos triunfantes y también refuerce a la fórmula de los Fernández, detrás de la cual se encolumna. Finalmente, también con el apoyo explícito de Alberto Fernández, Rosana Bertone buscará la reelección en Tierra del Fuego. Durante gran parte de su gestión, la gobernadora fue aliada de la Casa Rosada y luego se acercó a Alternativa Federal, pero las encuestas de este año terminaron de definir su pase a al binomio de los Fernández. En ese marco, se alió con el kirchnerismo liderado por Walter Vuoto, intendente de Ushuaia y referente de La Cámpora. Por la oposición, se presentan el jefe comunal de Río Grande, Gustavo Melella, candidato por la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (Forja), y Juan Rodríguez, aliado de Cambiemos con el frente Ser Fueguino. Dada la división opositora, aunque no han trascendido sondeos recientes, la expectativa es que Bertone repita y se sume a la saga de oficialismos triunfantes. 

jueves, 13 de junio de 2019

Cierre de listas: análisis a la espera de las nuevas mediciones



Finalmente, ayer 12/6 se definieron las listas que participarán de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del próximo 11 de agosto. Serán 7 los frentes en los que se agruparán los partidos; hay varios binomios confirmados y listas que por ahora sólo han confirmado la candidatura a presidente: Mauricio Macri-Miguel Pichetto por Juntos por el Cambio (ex Cambiemos), Alberto Fernández-Cristina Fernández por Frente de Todos (con el Frente Renovador adentro, aunque no se definió aún si Sergio Massa competirá en la PASO por la candidatura presidencial), Roberto Lavagna-Juan Urtubey por Consenso Federal 2030, Nicolás del Caño-Romina del Plá por el Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad, José Espert por el Frente Despertar, Juan Gómez Centurión por el Frente Nos y Manuela Castañeira-Eduardo Mulhall por el Frente Nuevo MAS (ver datos arriba; click para agrandar).  También se inscribió el Frente Patriota, del neonazi Alejandro Biondini, que será acompañado por el ex carapintada Enrique Venturino.



Algunas consultoras se apresuraron a medir el impacto de la incorporación de Pichetto como candidato a vicepresidente de Macri. Es el caso de OhPanel, que sobre una base muestral nacional un tanto magra de 600 casos (implica un error muestral de +-4%) arroja que, respecto a la medición anterior, AF-CFK pasan de 38% a 39% y Macri con Pichetto pasa de 32% a 34% (ver datos arriba; click para agrandar). Se trata de variaciones estadísticamente no significativas considerando el error muestral. Por otro lado, este sondeo no incorporó a Massa dentro del Frente de Todos y siguió midiendo por separado a Lavagna y Urtubey, con lo cual no refleja fielmente el panorama que quedó configurado desde el cierre de listas de anoche.



Por esa razón, la mejor aproximación hasta nueva orden es la de Synopsis, ya que en ella no se mide a Urtubey (que sería vice de Lavagna) e incluye a Massa como parte de un acuerdo con AF-CFK (ver datos arriba; click para agrandar). Así, la fórmula de los Fernández roza el 41% de intención de voto y le saca 5,6 puntos porcentuales de ventaja a Macri (35,1%), ya que captan 23,4% del caudal de Massa, mientras que el presidente apenas captura casi el 11% del tigrense. Con todo, el más beneficiado según este estudio es Lavagna, que capta 41,5% del caudal de Massa y llega a 9,4%, un volumen que a priori perjudica a Macri en especial, ya que los estudios y análisis coinciden en marcar que esa fórmula capta votantes desencantados de Cambiemos (radicales y otros). En la misma línea, el economista Espert roza el 4%, caudal que también erosionaría parte del volumen de Cambiemos. En la misma línea se expresó el consultor Ricardo Rouvier: "Los votos de Massa podrían definir la elección, porque hicimos una medición que vuelve a ratificar en números que con la proyección de los indecisos, la fórmula Fernández - Fernández está pisando el 40% o 41% de los votos (...) Lavagna, puede operar según los antecedentes que tenemos, como un hombre que se lleve votos de Cambiemos, o de Macri. Esos votos que sacaría Lavagna también favorecerían a la fórmula Fernández - Fernández. Para nosotros tiene hoy un 8% y podría crecer un poco más, pero ese crecimiento será a costa de Macri. Espert, en tanto, tiene un 4% a nivel nacional".



Estos no son detalles menores, porque la diferencia que AF y CFK pudieran sacarle a Macri en las primarias pueden tener impactos clave de cara a la primera vuelta electoral y también en el tránsito económico hasta el día de la elección. Un 41% de caudal, como arroja la encuesta de Synopsis, no está muy lejos del 45% que define la elección sin necesidad de segunda vuelta, dado que en ese escrutinio no se cuentan los votos en blanco. Como las fórmulas que no pasen el filtro de las PASO no pueden participar en octubre, esos electores o bien se vuelcan a los candidatos que sí cruzaron ese umbral o bien votan de manera no positiva, achicando así la base 100 de cálculo y dejando más cerca del 45% a la fórmula más votada.  Por otro lado, el cálculo de la redistribución del caudal de Massa que hace Synopsis nos sirve también para nuestro promedio de encuestas. Sobre la base de 16 encuestas nacionales, el promedio da 37,3% para AF-CFK, 28,9% para Macri, 8,4% para Lavagna, 6,3% para Massa, 3,2% para Urtubey y 2,35 para Espert; una ventaja de 8,4 pp a favor de los Fernández. Pero, si redistribuimos el caudal de 6,3% de Massa según las proporciones que reporta Synopsis, los Fernández trepan a 38,6%, Macri a 29,3%, Lavagna a 10,5% y Espert a 2,5%; la brecha entre los dos primeros pasa a ser de 9,3 pp. Este resultado no es muy diferente al promedio que calculó el Observatorio de Encuestas de Proyección Ciudadana pos 18 de mayo, aunque en ese aún aparecía Massa por separado (ver datos arriba; click para agrandar). De todos modos, aunque la ventaja de los Fernández se acercara a los 10 pp y esa fórmula al 40%, hay que tener en cuenta que la PASO puede tener el efecto de "carro ganador" o el efecto contrario de "candidato menos favorecido", que es el que predominó en las primarias del 2015 y le permitió a Macri acortar la distancia entre ambas instancias de los 8 pp a apenas 3 pp, dejando así las chances de ganar el ballotage en paridad. Así, habrá que esperar a las nuevas mediciones y al cierre de listas de precandidatos del 22/6 para tener un panorama más completo. 

martes, 11 de junio de 2019

Tendencias nacionales antes del cierre de listas


Mañana miércoles 12/6 es la fecha de solicitud de reconocimiento de las alianzas de cara a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 11 de agosto, mientras que el 22/6 se presentan los precandidatos. Antes del plazo límite, veamos qué surge de las últimas encuestas conocidas. Una de ellas es la que citamos en el posteo anterior, de la consultora Diagrama Social. Se basa en una muestra nacional de 1.200 casos relevados de manera online entre el 24 y el 31 de mayo, que reporta a la fórmula encabezada por Alberto Fernández con 39% de intención de voto, contra 26% del presidente Mauricio Macri (ver datos arriba; click para agrandar). La ventaja de 13 puntos porcentuales entre ambos es estadísticamente significativa y deja a Fernández cerca de ganar en primera vuelta, dado que la distancia es mayor a 10 puntos y está apenas a 1 pp de llegar al umbral mínimo del 40% para imponerse; con captar el 1% de Daniel Scioli, podría llegar a ese guarismo. Por su parte, Macri queda en el mismo orden de magnitud de los votos que obtuvo en la PASO de 2015 (24,5%) y presumiblemente pierde algunos electores ex-Cambiemos (el sello llegó al 30,12% en esa PASO) a manos de Roberto Lavagna (9%) y José Espert (3%). Massa queda en empate técnico con Espert, por lo cual si el tigrense y líder del Frente Renovador formalizara un acuerdo con Fernández, también bastaría que 1 pp de su caudal se transfiriera a este para resolver la elección en primera vuelta. Si además consideramos que el conteo se hace sobre los votos válidos positivos, descontando el 5% de voto en blanco que arroja esta encuesta Fernández podría incluso rebasar el umbral del 40% sin los votos de Massa y sin el 1% de Scioli. Por su parte, el gobernador salteño Juan Urtubey, potencial candidato de Alternativa Federal, apenas alcanza 2%. 



Por su parte, según el consultor Raúl Aragón, la diferencia ronda 9 pp: 33% Fernández, 24% Macri. Similar diferencia presenta la consultora OhPanel, pero en niveles más altos para ambas cabezas de lista: 38% para Fernández y 28% para Macri, es decir, 10 pp (ver datos arriba; click para agrandar). En este sondeo, Lavagna trepa al 11% y Massa al 5%; si Fernández lograra sumar el caudal de Massa linealmente (lo que no siempre es fácil), podría imponerse en primera vuelta, por 43% a 28%. Incluso si Macri lograr tomar 5% de otros candidatos, Fernández podría consagrarse por 43% a 33%. Sin embargo, la consultora reporta una ventaja menor que la de su primera medición, como se puede advertir en el gráfico. Urtubey sigue muy relegado, apenas 2%.


Otra encuesta reciente, en este caso de Management & Fit, muestra un panorama muy diferente: 35,2% para Fernández y 34,9% para Macri, empate técnico. Aquí, Fernández requeriría del 6,8% de Massa para llegar al 42% y sacarle a Macri unos 7 pp de ventaja que lo posicionaran con ventaja de cara al ballotage, que en esta medición aparece como inevitable (Fernández necesitaría 3 pp adicionales para llegar al 45% y eludirlo). Lavagna trepa a casi 10% de intención de voto, mientras que Espert llega a 4,3% y queda en empate técnico con Urtubey, que en este sondeo llega al 4% (ver datos arriba; click para agrandar).


  
En cambio, la encuesta de RTD vuelve a mostrar una brecha a favor de Fernández, en ese caso de 5 pp y estadísticamente no significativa, que mantiene la disputa en empate técnico. Si Fernández sumara 6% del 7% que alcanza Massa (vía acuerdo o por electores que definieran el pase por propia voluntad), ganaría en primera vuelta, ya que alcanzaría 41% vs 30% de Macri. En este caso, Lavagna llega a 8% y Urtubey a 3% (ver datos arriba; click para agrandar). Al igual que en la encuesta de OhPanel y M&F, la diferencia entre Fernández y Macri tiende a achicarse respecto a la medición anterior, según esta consultora. 




Por otro lado, la consultora Synopsis midió varios escenarios sobre la base de un relevamiento nacional de 2.254 casos, encuestados telefónicamente entre el 30 de mayo y el 2 de junio, con un margen de error de +/- 2%. Con Massa compitiendo por separado, AF/CFK alcanzan 39,1%, vs 33,6% de Macri; brecha de 5,5 pp, estadísticamente no significativa. Allí, Lavagna alcanza 7% y Massa 4,3%, mientras que Urtubey y Espert empatan con alrededor de 3% cada uno (ver datos arriba; click para agrandar). En cambio, presuponiendo un acuerdo de Massa con AF/CFK, esa lista trepa al 40,7%, acercándose al umbral del 45% necesario para evitar la segunda vuelta; la brecha apenas varía (5,6 pp, no significativamente). Finalmente, de la lectura de estos datos, se advierte que ninguna encuesta incluía a Miguel Pichetto como precandidato de Alternativa Federal, en rigor porque no medía (es decir, ni siquiera lo que mide Urtubey, que cae dentro del error muestral; queda en 3,06% promedio en 5 encuestas). Por lo tanto, ahora que se anunció que Pichetto será candidato a vicepresidente de Macri, a priori se podría decir que no le suma nada en términos de caudal preexistente, al menos hasta que se hagan las primeras mediciones. Sin embargo, esta novedad sí es relevante, porque termina de detonar al ya golpeado espacio de Alternativa Federal y porque probablemente precipite el acuerdo entre Massa y Fernández (o puede que incluso se haya anunciado hoy para adelantarse a una eventual noticia de ese acuerdo). En síntesis, si actualizamos el promedio de encuestas, entonces, tenemos 37,1% para Fernández y 28,5% para Macri; una brecha de 8,6 pp, estadísticamente significativa y con la fórmula de Fernández cerca del 40%, pero con Macri también cerca del 30%. Por lo tanto, con una ventaja menor a 10 pp, todavía el ballotage aparece en el horizonte, hasta nuevas mediciones.  



lunes, 10 de junio de 2019

Resultados distritales y tendencias nacionales en junio (3)




Para completar el análisis, si revisamos las que estaban en la lista de "expectables" para Cambiemos, vemos lo siguiente: 

1) Chubut: con 100% de las mesas escrutadas, el oficialismo local (aliado de Sergio Massa) alcanza 41,3% sobre votos positivos, seguido por el kirchnerismo (34,0%). El candidato de Cambiemos alcanza 15,2% y queda tercero. En 2015, Cambiemos había alcanzado 14,79%, con lo cual avanzó 0,41 pp. 

2) La Pampa: victoria del PJ local, con el peronismo unido, por 52,6% vs 31,8%. En 2015, la expresión local de Cambiemos (Propuesta Frepam) había alcanzado 34,4%, con lo cual el retroceso es de 2,6 pp. Para peor, al igual que en Córdoba y Entre Ríos, el PJ le arrebató la capital a la UCR. 

3) La Rioja: resultado pendiente.

4) Tierra del Fuego: ídem anterior.


Vale decir que de los 4 distritos "expectables", hasta ahora Cambiemos perdió 2 y quedan 2 por definir. Hay otras cuatro provincias que Cambiemos siempre dio por perdidas y los resultados de este año confirmaron ese pronóstico: Río Negro, San Juan, Misiones y Tucumán. Sin embargo, también aquí hay razones para la preocupación, dado que en:


1) Río Negro: en 2015, las 2 listas aliadas de Cambiemos sumadas alcanzaban 13,4% de los votos. Este año, la lista unificada de Cambiemos llegó a 5,6% (un retroceso de 7,8 pp).

2) San Juan: en 2015, las 2 listas aliadas de Cambiemos (una de ellas, con el apoyo de Massa) sumadas llegaron al 42,8%; este año, alcanzaron 33,8%, un retroceso de 9 pp.

3) Misiones: en 2015, las 2 listas aliadas de Cambiemos sumadas llegaron al 22%; este año, alcanzaron 17,3%, un retroceso de 4,7 pp.

4) Tucumán: con 91,33% de mesas procesadas, el PJ local alcanza 50,13% de los votos, vs 20,10% de la lista aliada a Cambiemos. En 2015, la lista radical aliada a Cambiemos alcanzaba 41,51%, con lo cual el retroceso es de 21,41 pp.




En síntesis, el panorama de resultados distritales hasta hoy está muy por debajo de las expectativas de la Rosada hace poco más de un año. De los 5 distritos propios, ha retenido 2, aparece con chances de agregar un tercero y hay 2 aún con resultados abiertos (CABA y PBA). De los 7 distritos "ganables", hasta ahora Cambiemos perdió 3 y va camino de perder 4 (Santa Fe). Quedan abiertos otros 3. Por otro lado, de los 4 distritos "expectables", hasta ahora Cambiemos perdió 2 y quedan 2 por definir. Y, dato no menor, ha perdido 3 capitales de provincia. Además, se confirmó su derrota en otras 4 provincias. Peor aún, en casi todos los distritos en los que pierde (excepto Chubut) también cede puntos porcentuales de caudal respecto a la elección de 2015 (con pico de 21,41 pp en Tucumán). En cambio, en la mayoría de los distritos en los que pierde frente al PJ, los gobernadores de esos sellos superan el resultado de la elección anterior y alcanzan o rebasan el umbral del 50%: el piso es Tucumán (con 50,13%) y el techo Entre Ríos (57,47%). El "voto útil" contra Cambiemos puede explicar por qué el resultado de Manzur esté muy por encima del promedio que armamos el pasado viernes a partir de las encuestas conocidas (30%); es evidente que una parte del caudal del candidato más cercano al kirchnerismo, Alperovich (23,3% en aquel promedio) se transfirió al del PJ, el reelecto gobernador Manzur. 



Los resultados distritales no anticipan por sí solos tendencias nacionales, ya que son comicios distintos y cada distrito tiene un peso electoral muy diferente dentro del total nacional (ver datos arriba; click para agrandar). Además, hay un relativo mosaico de sellos en los resultados, no todos traducibles linealmente en Unidad Ciudadana o Cambiemos, las fuerzas que polarizan la elección presidencial (ver datos abajo; click para agrandar).





Sin embargo, esos resultados sí están plasmando un patrón: las expresiones locales aliadas de Cambiemos retroceden respecto al 2015 y sufren un efecto de "voto castigo", mientras que los peronismos locales se benefician con un "efecto de contraste" por el cual los electorados provinciales premian el colchón de certezas que les proporciona frente a la incertidumbre local. Por otro lado, al revés de lo que suponía, el PJ se ha encolumnado con el kirchnerismo, movimiento que se intensificó desde el 18 de mayo, cuando se anunció la fórmula Fernández-Fernández, mientras que es el peronismo antiK nucleado en Alternativa Federal el que ha quedado aislado y reducido en caudal. Finalmente, el clima de opinión que generan estos resultados adversos a la Rosada es consistente con encuestas nacionales que muestran a Cambiemos no sólo muy por debajo del 42% obtenido en las legislativas de 2017, sino también de la primera vuelta de 2015, como surge de la encuesta nacional más reciente de las publicadas, realizada por la consultora Diagrama Social, que ubica a Alberto Fernández 13 pp por arriba de Mauricio Macri (ver datos al inicio del posteo; click para agrandar). Estos son datos clave de cara al cierre de listas nacionales previsto para esta semana.