viernes, 31 de julio de 2015

Haciendo la ”gran Nate Silver”: PASO (1)

En la jerga de espectáculos, el término “spoiler” designa a aquellos que anticipan partes significativas de series o películas. El término viene a cuento en la actual coyuntura, dado que uno de los usos de las encuestas es el de pronóstico (asociado al de base, que es el diagnóstico). Sin embargo, como hemos planteado varias veces, una encuesta es una foto del momento y no una película; una serie evolutiva de estudios (es decir, procedente de un diseño de investigación longitudinal) como la que vimos de Hugo Haime en la entrada anterior crea la ilusión de una película, ya que permite ver la evolución de una variable (en este caso, intención de voto). Pero, en rigor es sólo una impresión, dado que los puntos intermedios entre mediciones se presumen (por dar un ejemplo, la curva se “dibuja” entre la medición de mayo y la de septiembre, pero no sabemos con certeza qué pasó en los meses de junio, julio y agosto). 

En diversas elecciones de este año venimos haciendo la “gran Nate Silver”, esto es, construyendo promedios a partir de las encuestas (fotos) para ensayar aproximaciones al resultado final. Corresponde ahora hacer lo propio con las elecciones nacionales primarias, abiertas y simultáneas (PASO) que tendrán lugar dentro de 8 días, es decir el 9 de agosto. Para eso, valga la coincidencia, tomaremos 8 mediciones recientes de distintas consultoras. Las ordenaremos desde aquellas que presentan un panorama más competitivo y cerrado, hasta aquellas que muestran una mayor ventaja del oficialismo respecto a la oposición. Veamos:

Según Aragón y Asociados, Daniel Scioli (FPV) obtendría 31,3% y Mauricio Macri (Cambiemos) 26,5%. La brecha es de 4,8 puntos porcentuales, por lo tanto de baja significatividad estadística (no está en zona de empate técnico, pero covarianza mediante podría aproximársele). Un matiz: esta semana, el consultor Raúl Aragón adelantó que Macri perdió puntos después del ballotage porteño y creció Massa, por lo que habría que ver si la semana próxima reporta nuevas mediciones. De las conocidas hasta ahora, esta es la que menor ventaja le da al FPV. Si Macri lograra captar el 100% de los votos de sus rivales dentro del espacio Cambiemos en las PASO de cara a octubre (Sanz con 1,9% y Carrió con 2%), podría rondar el 30,4%, pero para ponderar esto hay que esperar el resultado de las PASO y las mediciones subsiguientes. Por otro lado, en la medición de Aragón, Sergio Massa (FR-UNA) se impone a José Manuel de la Sota (14,7% a 4,1%), en tanto que Margarita Stolbizer (Progresistas) alcanza un 3,7%. Otros candidatos suman 2,5% y hay 12,7% entre voto en blanco e indecisos. 

Por otro lado, Jorge Giacobbe reportó 36,1% para Scioli, 29,5% para Macri, 1,2% para Sanz, 1,6% para Carrió, 13,5% para Massa, 4,6% para De la Sota, 3,2% para Stolbizer, 2,9% para otros candidatos y 7,4% entre votos en blanco e indecisos. Aquí la brecha entre Scioli y Macri es de 6,6 puntos porcentuales, ya estadísticamente significativa aunque no categórica. En tanto, Management & Fit (gráfico de arriba) reportó 35,3% para Scioli, 26,5% para Macri, 2,3% para Sanz, 1,75 para Carrió, 11,8% para Massa, 6,3% para De la Sota, 4,1% para Stolbizer, 3,7% para otros y 8,3% para en blanco e indecisos. Brecha entre Scioli y Macri: 8,8%, ya más contundente. Hay otra medición donde la diferencia entre ambos es menor a dos dígitos: la de OPSM (Zuleta Puceiro) reporta 34,8% para Scioli, 25,5% para Macri, 2,3% para Sanz, 2% para Carrió, 17,2% para Sanz, 3,1% para De la Sota, 4,7% para Stolbizer, 6,7% para otros y 3,7% para votos en blanco e indecisos. Brecha entre Scioli y Macri: 9,3 puntos porcentuales.

En otras cuatro mediciones, la ventaja para el FPV es mayor a 10 puntos, es decir, del orden de los dos dígitos y (obviamente) estadísticamente significativa. Según CEOP (Roberto Bacman), Scioli 38,1%, Macri 26,6%, Sanz 2,3%, Carrió 1,6%, Massa 12,1%, De la Sota 5,2%, Stolbizer 3,6%, otros candidatos 2,4% y en blanco e indecisos 8,1%. Brecha: 11,5 puntos porcentuales. En el estudio de González y Valladares, Scioli 34,1%, Macri 22,3%, Sanz 3,6%, Carrió 2,9%, Massa 18,1%, De la Sota 6,4%, Stolbizer 4,8%, otros 2,2%, en blanco e indecisos 5,6%. Brecha entre Scioli y Macri: 11,8 puntos porcentuales. Esta medición, a su vez, arroja la menor diferencia entre Macri y Massa: sólo 4,2 puntos porcentuales, con lo cual pone al diputado del Frente Renovador-UNA todavía con chances de disputar el segundo lugar (a diferencia de todas las otras mediciones, donde Macri supera con claridad al tigrense). Por su parte, según Ricardo Rouvier, Scioli alcanza 38,8%, Macri 25,2%, Sanz 3,1%, Carrió 1,7%, Massa 9,7%, De la Sota 4,7%, otros 6,4%, en blanco e indecisos 5,5%. La brecha aquí es de 13,6 puntos porcentuales. La misma brecha se detecta en el estudio de Nueva Comunicación: 38,9% para Scioli, 25,3% para Macri, 4% para Sanz, 1,1% para Carrió, 14,7% para Massa, 4,1% para De la Sota, 5,7% para Stolbizer, 3,1% para otros, 3,1% para en blanco e indecisos.  

El promedio de estas 8 mediciones arroja 35,9% para Scioli (36), 25,9% y (26) para Macri, es decir, una brecha de 10 puntos, estadísticamente significativa; 2,6% para Sanz (3), 1,8% para Carrió (2), 13,9% para Massa (14), 5% para De la Sota, 4,3% para Stolbizer (4) y 3,7% para otros. En busca de regularidades estadísticas, podemos ampliar la gama de medidas de tendencia central para tomar la moda (el valor que más se repite en cada caso, o de mayor frecuencia relativa). Redondeando (es decir, sin tomar decimales) es de 35 y 39 para Scioli (dos veces en cada caso), 27 para Macri (frecuencia de tres), 14 para Massa (frecuencia de 2), 2 para Sanz (frecuencia de 3), 2 para Carrió (frecuencia de 6), 5 para De la Sota (frecuencia de 4), 5 para Stolbizer (frecuencia de 3). De esta síntesis resulta que Scioli, del oficialismo, sería el candidato más votado y superaría por unos 10 puntos a Macri, quien a su vez superaría a Massa por unos 12 puntos y aventajaría claramente a sus contendientes de Cambiemos; a su vez, Massa casi triplicaría a su rival de UNA, De la Sota. La semana próxima agregaremos a este primer examen de datos una capa de análisis y actualizaremos mediciones.  

miércoles, 29 de julio de 2015

Escenarios preelectorales (2): uno favorable al oficialismo

Mientras que las proyecciones de primera y segunda vuelta de Ipsos-Mora y Araujo presentaban un escenario muy competitivo y con leve ventaja de Mauricio Macri para el ballotage sobre Scioli, otro estudio nacional, en este caso del consultor Hugo Haime, presenta tendencias más similares a las de Aresco, es decir favorables al FPV/Scioli tanto para imponerse en primera vuelta como en un eventual ballotage. Según Haime el oficialismo, con Scioli encabezando la fórmula presidencial, acumula un 41,3% de intención de voto; lo sigue el Frente Cambiemos/Macri, que obtiene un 31%, mientras que Sergio Massa (Frente Renovador/UNA) se ubica tercero y sin chances de meterse en la pelea mayor, con 12,5%. Más rezagados aparecen Margarita Stolbizer, del Frente Progresistas, con 4,3%, Adolfo Rodríguez Saá de Compromiso Federal (3,2%) y Jorge Altamira del FIt (3,1%). 

Como esta proyección de Haime es de primera vuelta y no de primarias simultáneas, abiertas y obligatorias (PASO), no aparecen aquí las fórmulas que se presumen derrotadas en las PASO, es decir, la de la UCR con Ernesto Sanz y la de Coalición Cívica con Elisa Carrió (que en todas las encuestas aparecen por detrás de Macri) ni la de José M. De la Sota, que a priori resultaría derrotado por la de Massa en el frente Una Nueva Alternativa (UNA), ni precandidatos de otras fuerzas que deberán superar en las PASO el filtro del 1,5% del total de votos para pasar a la primera vuelta. Esta proyección de Haime deja al oficialismo a las puertas de imponerse sin necesidad de segunda vuelta, ya que Scioli supera el 40% de los votos con más de 10 puntos de ventaja sobre su principal contendiente, Macri.  

Aun así, ante la "polarización" entre Macri y Scioli, Haime & Asociados sondeó un posible escenario de balottage entre el candidato del Frente para la Victoria y el Frente Cambiemos. Aquí, los resultados fueron nuevamente favorables al gobernador de la provincia de Buenos Aires, que obtuvo 10 puntos de diferencia con su principal competidor: 50,7% para el FPV, contra 40,9% del Frente Cambiemos (en cambio, en la proyección de Ipsos-Mora y Araujo había una diferencia de 3,6 puntos porcentuales a favor de Macri). Los casi 41 puntos de Macri en esta proyección son consistentes con el techo de 42% que en la encuesta de Aresco tenía el segmento de electores favorables a que el próximo presidente represente un cambio de modelo, mientras que los 50,7% de Scioli coinciden con el 50,7% de electores que en la encuesta de Aresco se mostraba más favorable a la continuidad con algunos cambios o a una continuidad sin matices. Esto es realmente sintomático como regularidad estadística, ya que se trata de dos mediciones independientes entre sí. 

El estudio de Haime presenta una serie evolutiva amplia, que permite apreciar cómo la intención de voto de Sergio Massa fue decreciendo conforme se consolidaban las tendencias favorables a Scioli por el oficialismo y a Macri como principal opositor. De esa manera, este estudio muestra una apertura de la boca del yacaré ya inexorable. A partir de la próxima entrada, y ya con las PASO cerca, compartiremos proyecciones de cara a las primarias y dejaremos la primera vuelta para más adelante, dado que el resultado de agosto condicionará en gran parte las tendencias hacia octubre: una diferencia entre Scioli y Macri en torno a los 10 puntos perfilaría un escenario hacia la primera vuelta muy distinto que uno con una brecha menor a 5, por ejemplo.

lunes, 27 de julio de 2015

Escenarios preelectorales (1): uno muy competitivo

Mientras que la encuesta de Aresco proyectaba un escenario favorable a un triunfo del FPV con Daniel Scioli-Carlos Zannini en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias de agosto (PASO), hacia la primera vuelta (octubre) y también en caso de ballotage sobre la fórmula de Cambiemos, Mauricio Macri-Gabriela Michetti, otro estudio nacional, en este caso de Ipsos-Mora y Araujo, arroja para la segunda vuelta una leve ventaja para Macri. Veamos...

De acuerdo al estudio realizado entre el 3 y 10 de julio, el binomio Scioli-Zannini obtendría el 38,2% de los votos, seguido por Macri-Michetti, con 32,8% de los sufragios. Tercero y lejos de la pelea mayor aparece el binomio del Frente Renovador, Sergio Massa- Gustavo Sáenz, con 13,9%, afectado por un escenario de incipiente polarización entre el FPV y el principal frente opositor. La encuesta se realizó por teléfono (sistema CATI) sobre 960 casos en todo el país con un error muestral de 3,23%, con lo cual la diferencia entre Scioli y Macri es estadísticamente significativa (5,4 puntos porcentuales), pero de ninguna manera indescontable, no sólo porque la encuesta se cerró un mes antes de las PASO, sino porque, covarianza mediante, la disputa podría ser bien estrecha entre Scioli y Macri: imaginemos, por caso, que si la encuesta subestimara a Macri en 3% y sobreestimara a Scioli en la misma magnitud tendríamos un empate técnico. Esta aclaración resulta hoy más pertinente que nunca, a propósito de las discusiones sobre los “errores"“ de los pronósticos en las encuestas, agitadas por opinólogos y especialistas en “hablemos sin saber”. 

Por otro lado, la diferencia entre Macri y Massa (18,9 puntos porcentuales) no sólo es estadísticamente significativa sino contundente más allá de la covarianza potencial, a tenor de esta encuesta. Adviértase que en este estudio no se mide a los precandidatos que se presume derrotados por sus respectivos frentes en las primarias, es decir, Elisa Carrió (Coalición Cívica) y Ernesto Sanz (UCR) por Cambiemos y José M. De la Sota (Democracia Cristiana) por Una Nueva Alternativa (UNA). Así, Macri y Massa aparecen relativamente “beneficiados” por la ausencia de sus contendientes en los espacios que comparten. Tampoco se incluye a Nicolás del Caño, del PTS (que disputa con Jorge Altamira, del PO, por la candidatura del Frente de Izquierda), ni a otros candidatos que podrían competir en octubre si superan el filtro de las primarias, para lo cual necesitan alcanzar no menos del 1,5% de votos en esa instancia. 

Con el 38,2% de los votos y a una distancia menor de los 10 puntos que necesita para ganar en primera vuelta, el candidato del FPV debería enfrentar un ballottage. En ese caso, según Ipsos la tendencia es favorable a Macri: 49,1%, contra 45,5% de Scioli. No obstante, la diferencia de 3,6 puntos porcentuales es apenas mayor al error muestral del estudio, con lo cual es de baja significatividad estadística, casi entrando a la categoría de empate técnico. Aun así, al contrario que la encuesta de Aresco, abre un espacio para el triunfo opositor. En ese marco, los analistas consideran que el riesgo que representa el ballotage para el oficialismo llevaría a extremar esfuerzos para tratar de imponerse en primera vuelta, lo que a su vez implicaría lograr una brecha contundente en las primarias de agosto.

domingo, 26 de julio de 2015

Nota publicada en suple Tendencias de La Voz

TECNO 

Cloud Computing: una nube que no es pasajera

Tecnología aplicada a la casa y la empresa. El Cloud Computing se expande en todos los entornos: doméstico, profesional y corporativo. 
Por Norman Berra (Especial)

El crecimiento de los servicios asociados a la “nube” (término que alude a la posibilidad de tener archivos disponibles en todas partes y cualquier dispositivo con conexión a Internet, es decir, “descargable” desde la web) es palpable. Así, ya no hablamos de una tendencia “innovadora” en el mercado, sino de una herramienta que se consolida entre usuarios profesionales, de negocios y también a nivel doméstico. Veamos:  
http://www.lavoz.com.ar/tecno/cloud-computing-una-nube-que-no-es-pasajera


viernes, 24 de julio de 2015

Un análisis FODA de Daniel Scioli y Mauricio Macri (2)

La configuración de segmentos electorales detectada por Aresco, que revisamos en el post anterior, se articula con un ordenamiento de la intención de voto: según esa encuesta, el Frente para la Victoria con la fórmula Daniel Scioli-Carlos Zannini se impondría con algo más del 39%, superando a Cambiemos, la alianza que por el PRO encabeza Mauricio Macri y también integran la UCR (Ernesto Sanz) y la Coalición Cívica (Elisa Carrió), con 32%. En tercer término, aparece Una Nueva Alternativa (UNA), el frente que comparten (y cuya candidatura disputan) Sergio Massa y José Manuel de la Sota. “La encuesta no marca un triunfo del Frente para la Victoria en la primera vuelta, posterior a las PASO, pero lo está señalado tácitamente. La encuesta lo contiene. La lógica es que después de las PASO, haya una polarización en la primera vuelta de octubre, lo que llevará a un aumento de votos de las dos grandes fuerzas, acercando al FpV a la posibilidad de ganar sin ballottage. Por supuesto que todavía falta y habrá que ver los estados de ánimo de ese momento, pero hoy por hoy las cosas están así, con cierta estabilidad en los últimos tiempos”, señaló Federico Aurelio, titular de Aresco. 

La encuesta de la consultora Aresco se basó en una muestra nacional de 3.400 personas, de gran robustez casuística. Parte del estudio se realizó por teléfono (técnica que asegura un rápido y amplio barrido) y otra parte se hizo en lugares de acceso de transportes públicos o de tránsito de personas de bajos recursos, para percibir con mayor precisión a los más humildes (que suelen quedar subrepresentados en las encuestas 100% telefónicas, debido a la baja incidencia del teléfono fijo en esos estratos socioelectorales). En las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias de agosto (PASO), la fórmula de Scioli-Zannini superaría a la de Mauricio Macri-Gabriela Michetti: frente al 39,1% del FPV, el binomio del PRO conseguiría el 25,5%. Como en las PASO también participarán bajo el paraguas del frente Cambiemos la UCR, con Ernesto Sanz de candidato (llegaría al 3,6%) y Elisa Carrió, de Coalición Cívica (que agregaría un 2,9%), el total de Cambiemos sumaría un 32% (que, en teoría, Macri podría sumar para sí hacia la primera vuelta presidencial de octubre). 

Por otra parte, dentro del frente UNA, que en las PASO enfrentará a Massa con De la Sota, según la encuesta el diputado nacional del Frente Renovador se impondría al gobernador cordobés (12,3% a 6,7%). La suma lineal de ambos rondaría el 19%, esto es, lejos de Cambiemos, lo cual en principio lo dejaría fuera de la pelea mayor. Más lejos quedaría Margarita Stolbizer, de Progresistas (3,8%) y Jorge Altamira, del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), con el 3,5% (recordemos que en las PASO Altamira debe imponerse a Nicolás del Caño para quedarse con la candidatura de ese espacio). “En las PASO, las dos fuerzas que van adelante sumarían el 71% de los votos. Y esto significa que hay un 29%  que quedaría en lo que llamamos las terceras fuerzas. Ahora bien, toda la experiencia demuestra que tras esas PASO empieza a pesar el llamado voto útil que acecha a ese 29% que quedó votando a fuerzas que no aparecen con las mayores chances. La pregunta es cuánto de eso se polarizará y, en segunda instancia, a favor de quién. Es cierto que hay colegas que dicen que hoy en día, de la alianza Massa-De la Sota ya se fueron los votantes que podrían estar atraídos por Macri y de allí deducen que los que se quedaron son más proclives a irse hacia el lado de Scioli. No lo veo así. Es cierto que Massa ha perdido unos siete puntos en los últimos meses, pero nosotros en Aresco percibimos que se fueron la mitad a Macri y la mitad a Scioli. De manera que, en principio, podría seguirse ese criterio: que los que se vayan irán en un 50% a Macri y un 50% a Scioli. La cuestión es que si del total del 29% de los que votaron a terceros partidos se polariza un 12%, ahí ya Scioli alcanzaría los seis puntos que necesita para ganar sin ballottage”, planteó Aurelio.

De todos modos, el consultor no descarta una hipótesis alternativa en función de la cual en la polarización vaya una proporción mayor a Macri (opositor) que a Scioli (oficialismo). “Por las experiencias anteriores, la tendencia a la polarización es fuerte. La lógica me indica que puede afectar a la mitad de los votantes de las terceras fuerzas. Si, por ejemplo, se suman al FpV y a Cambiemos el 15% de los votos, pero en una proporción de 60% para Macri y 40% para Scioli, también el gobernador bonaerense ganaría sin necesitad de segunda vuelta, porque se quedaría con seis puntos de los 15 y eso le resultaría suficiente. Sería Scioli 45, Macri 41". Con un error muestral del 1,7%, esa ventaja es estadísticamente significativa, aunque de ninguna manera puede considerarse indescontable en el tiempo que falta para la elección, como lo remarca Aurelio. “Por supuesto que habrá que ver cómo están los humores en el momento de votar (...) Aunque hay que decir que los valores se mantuvieron bastante estables últimamente. En nuestra encuesta preguntamos por el voto en el ballottage, donde también se impone Scioli."


miércoles, 22 de julio de 2015

Un análisis FODA de Daniel Scioli y Mauricio Macri (1)

El análisis FODA es una técnica tomada del marketing comercial y adaptada al campo de la opinión pública. Consiste en una caracterización de fortalezas (F), oportunidades (O), debilidades (D) y amenazas (A) de los principales candidatos, de su propia fuerza y de los adversarios. Una rápida aplicación de este esquema (no pretendemos agotar el tema aquí) a los principales candidatos presidenciales hoy, Daniel Scioli y Mauricio Macri, revelaría que ambos cuentan entre sus fortalezas con gestiones para mostrar (Scioli en provincia de Buenos Aires, Macri en ciudad de Buenos Aires), amplios niveles de conocimiento a nivel nacional como dirigentes y sellos con pregnancia en la opinión pública (PJ-FPV y PRO, respectivamente). Como debilidades, Scioli encontraba hasta hace poco resistencia en los núcleos K duros (problema menguante, a tenor de lo que señalan las encuestas), en tanto que Macri adolece de una débil implantación territorial fuera de su bastión, la Capital Federal (déficit que, en parte, podría paliar su frente con la UCR “acuerdista” liderada por Sanz, que se impuso en la Convención de Gualeguaychú).

En un post reciente citábamos la encuesta de Management & Fit, según la cual 60 % del electorado se inclina por "la continuidad del modelo con algunos cambios. Si se divide el escenario electoral en tercios, uno quiere un cambio total, otro  quiere continuidad con profundización y otro continuidad con cambios: "en este último tercio está la definición de la elección", según Mariel Fornoni, directora de esa consultora. Esta afirmación coincide con la hipótesis de los tres tercios expuesta varias veces en este blog, y que en rigor es el plexo que explica por qué la mejor candidatura con la que contaba el FPV era la de Daniel Scioli y no la de Florencio Randazzo, más ligado a una continuidad sin matices, aun sin llegar a ser “K pura”. Mientras Mauricio Macri lidera claramente el segmento que quiere el cambio, Randazzo sólo podía disputar con Scioli el de la continuidad y profundización del modelo y tenía pocas chances de competir por el de la continuidad con cambios (mucho más permeable a la candidatura del gobernador bonaerense). 

Además de M&F y Fara, otra consultora indagó recientemente por la alternativa de cambio o continuidad: Aresco, de Julio Aurelio. Según ese estudio, el 41,8% quiere un presidente que represente un cambio de modelo, mientras que un 17,2% quiere un presidente que represente una continuidad sin cambios y un 33,5% aspira a un presidente que represente una continuidad con cambios. Así, los que hablan de continuidad (con los dos matices expuestos) suman 50%. Aquí hay una buena oportunidad para Macri: aún puede subir en las encuestas, hasta casi un 42% (sobre los menos de 30 puntos porcentuales que mide para las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, PASO, y sobre los poco más de 30 puntos que mide, en promedio de las diversas encuestas, de cara a las generales de octubre). Si las tendencias de Aresco están bien orientadas, entonces el segmento del cambio es más de un tercio del electorado. 

Sin embargo, los datos de Aresco también ponen de manifiesto una amenaza para Macri: ese 41,8% puede ser su techo, contra una corriente de continuidad que está en el orden de una ajustada mayoría electoral (50,7%, si bien con un casi 10 puntos porcentuales menos que en la encuesta de Management & Fit que citamos antes). Esto marcaría, en sentido contrario, el techo de Scioli (ya que aún un 7,5% que no se define, que resulta clave si lo hiciera en uno u otro sentido). En ese marco, algunos analistas destacan que si bien en los últimos meses la campaña de Macri se asentaba en que la premisa de que la mayoría del electorado quiere un cambio (de ahí que el frente dentro del cual es el candidato opositor más votado se llama Cambiemos), más recientemente el discurso del jefe de gobierno porteño se transformó y habla menos de cambio de modelo y más de cambio cultural (el discurso del domingo pasado, después del magro triunfo en el ballotage de Capital Federal, representó un nuevo -y problemático-giro discursivo). Del mismo modo, es palpable que el discurso de Scioli hoy es más de continuidad que de continuidad con cambios, dado que de cara a las primarias le resulta clave fidelizar el voto del núcleo duro K. Sin embargo, mantiene sus matices cada vez que puede, ya que eso le resulta necesario para captar al segmento electoral que demanda continuidad con cambio, vital de cara a la primera vuelta presidencial; de ahí las apelaciones de su discurso a que la etapa que viene es la del “desarrollo”. 

lunes, 20 de julio de 2015

Casi, casi un cisne negro: un mirlo blanco en CABA

En 1951, el psicólogo social Solomon Asch investigó la conformidad en los grupos, con un experimento en el cual los participantes debían estimar la longitud relativa de unas líneas dibujadas. En una de las variantes del experimento, el sujeto de prueba era colocado al final de la serie de participantes, y observaba con estupor cómo todos los anteriores se equivocaban en su evaluación del tamaño relativo de las líneas, una tarea que parecía muy sencilla. Puesto a tener que dar su propia evaluación, el sujeto se enfrentaba al dilema de evaluar las líneas de manera equivocada pero igual que el grupo (presionado por la conformidad) o dar su propia evaluación perceptiva correcta, pero contraria a la del grupo: “Voy a cantar como un mirlo blanco” (el mirlo macho se destaca por su plumaje totalmente negro, o pardo en las hembras; no los hay blancos) era el pensamiento que Jones y Gerard identificaban en ese sujeto de prueba al recrear el experimento de Asch. En esa ocasión, el sujeto no se animaba a ser el mirlo blanco y terminaba expresando la misma evaluación equivocada que el resto acerca de la longitud de las líneas. 

En la última entrada sobre Capital Federal, decíamos: "sería raro que en el ballotage apareciera un cisne negro". Ese término fue reflotado recientemente por Nassim Taleb para referirse al impacto de lo altamente improbable, pero en rigor proviene de una expresión latina más antigua del poeta Juvenal: “un ave rara en la tierra, y muy parecida a un cisne negro”. Cuando esa frase fue acuñada, se presumía que no existían los cisnes negros. Pues bien, la elección en CABA no llegó a ser un cisne negro (el candidato del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, ganó, como se preveía), pero sí vimos un mirlo blanco. De toda la serie de encuestas que analizamos en el blog la semana pasada, sólo una tuvo una aproximación aceptable al resultado final: la de Opinaia, que le dio a Larreta 53,6% (sacó 51,6%) y a Lousteau Martín 46,4% (obtuvo 48,4%). Todo un mirlo blanco, dado que de todas fue la que menor brecha detectó entre ambos candidatos, y además con una técnica de investigación a priori más propensa a sesgos: según Opinaia, su metodología es 100% online, mientras que los demás estudios eran telefónicos mayoritariamente. Tuvo un desvío de dos puntos porcentuales del resultado final, una aproximación más que digna.

Otra aproximación destacable fue la del blog que firma Adan de Ucea, quien sobre la base de los datos de la primera vuelta proyectó 53,2% para Larreta y 46,8% para Lousteau (desvío de 1,8). Claramente, estas cifras fueron mejores que nuestro promedio "Nate Silver", que resultó más desviado por el hecho de que las todas las mediciones de base sobrestimaron el voto al PRO y subestimaron el de ECO. Con un voto en blanco por debajo del esperado en las proyecciones previas, el voto de los electores que en primera vuelta se habían volcado por Mariano Recalde del FPV se sumó de manera masiva por el candidato de ECO en el ballotage, un efecto que en opinión pública se conoce con el nombre de “efecto del candidato menos favorecido” y que en esta coyuntura funcionó como “voto útil” (contrario al abstencionismo y voto en blanco), que contrapesó a su contrario, el “efecto del carro ganador”, al punto de casi poner a Mauricio Macri al borde de un resultado del tipo “ley de (López) Murphy”: “lo que puede salir mal en política, saldrá mal”.

De hecho, tiempo atrás habíamos aludido en este blog (ver "La ley de López Murphy...") a esa amenazante posibilidad para la candidatura presidencial de Macri: la de una elección no del todo favorable en su distrito bastión. En junio de 2007, Macri y Filmus (FPV) definieron la elección porteña en segunda ronda: el 61% de los porteños (60,94%) votó la fórmula Macri-Michetti y el FPV obtuvo el 34%. En julio de 2011, Mauricio  Macri obtuvo 1.057.188 votos (64,22%) y Filmus 588.976 votos (35,78%). Esta vez, el PRO no enfrentó al FPV sino a un candidato que comparte con su espacio el frente opositor a nivel nacional, y la astilla del mismo palo reveló ser más peligrosa para sus chances: apenas superó el 50% y quedó a sólo 3,2 puntos porcentuales de una catástrofe electoral, como hubiera sido perder en su distrito bastión. 

domingo, 19 de julio de 2015

Entrevista publicada en suple Tendencias de La Voz

CASA & DISEÑO 

“Cálida en invierno y fresca en verano; mi casa está bioclimáticamente bien orientada”

Coherente. Jorge Ribeiro aplica la arquitectura sustentable tanto en su empresa como en su vivienda familiar. Lo apasionan los aviones y disfruta de la sensación de poder y confort de los autos modernos. Hace un uso funcional de la tecnología.  

Por Norman Berra (Especial)

Nacido hace 63 años en Villa Mercedes (San Luis), Jorge Ribeiro destaca que Córdoba marcó su formación universitaria y humanística. Esa impronta se traduce en su profesión de arquitecto, que ejerce desde hace 38 años, y en la empresa familiar homónima de construcción y desarrollo inmobiliario que fundó hace casi una década. “Uno de nuestros mayores logros fue la decisión histórica de realizar proyectos basados en arquitectura sustentable y la difícil labor de calificarlos bajo normas internacionales como las LEED (Leadership Energy and Environmental Design)”, destaca.
http://www.lavoz.com.ar/casa-diseno/calida-en-invierno-y-fresca-en-verano-mi-casa-esta-bioclimaticamente-bien-orientada



sábado, 18 de julio de 2015

Nota publicada en suple Tendencias de La Voz

TECNO 

El smartphone, cada vez más protagonista

Tecnología aplicada a la vida cotidiana. El celular, cada vez más omnipresente en usos y aplicaciones, es quizá el mejor ejemplo de cómo la innovación tecnológica se involucra en el día a día de las personas.

Por Norman Berra (Especial)

Hoy, el desarrollo de la tecnología marcha hacia la personalización y la adaptabilidad a la rutina y las necesidades del usuario. La tendencia apunta a una retroalimentación en la que el teléfono inteligente termina por ser una extensión de la personalidad de quien lo maneja y está presente en cada momento de su día, por sus múltiples funciones. 
http://www.lavoz.com.ar/tecno/el-smartphone-cada-vez-mas-protagonista



viernes, 17 de julio de 2015

Ayo, Silver, la CABA te cabe: segunda vuelta en Capital

La “gran Nate Silver” que ensayamos en post anteriores con las tendencias que arrojaban las encuestas prelectorales en Capital Federal nos había dado 44% para Horacio Rodríguez Larreta (PRO), entre 26% y 27% para Martín Lousteau (ECO) y 21% para Mariano Recalde (FPV). En el escrutinio provisorio de la primera vuelta, el resultado fue 45,5% para Larreta, 25,5% para Lousteau y 21,9% para Recalde, desvíos dentro de un margen de +- 1,5%, una aproximación mejor que la que tuvimos en Mendoza sobre la base de las encuestas previas en ese distrito. Por supuesto, ningún promedio sería bueno si la base de las encuestas no lo fuera, así que el mérito es de la base. 

Por otra parte, tampoco es un detalle menor considerar que las encuestas en ese distrito tuvieron el beneficio de contar con las primarias como antecedente para ajustar sus proyecciones de cara a la primera y segunda ronda; Mendoza también tuvo primarias antes de la elección final, y lo mismo Santa Fe; lamentablemente, en Córdoba no tuvimos ese beneficio (además de una veda de datos inusualmente larga). En ese marco, el desafío de cara a la segunda vuelta en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) sería lograr aproximaciones aún mejores, dado que quedan sólo dos candidatos (con lo cual la covarianza queda restringida a dos magnitudes de la variable, y no a varios candidatos ni precandidatos, como en las primarias y la primera vuelta). Así, sería raro que apareciera un cisne negro.

A los efectos del promedio, tomaremos tres series de datos. En la primera, tenemos encuestas de OPSM, González y Valladares y Poliarquía: OPSM le daba a Horacio Rodríguez Larreta (PRO) 52,2% y a Martín Lousteau (ECO) 39,1%, con 6,4% de voto en blanco 2,3% entre indecisos, no respuesta y electores que no irían a votar. GyV tienen 47,8% para Larreta, 37% para Lousteau, 8,7% en blanco y 6,5% para ns/nc/nv. Poliarquía, por su parte, tiene 49,1% para Larreta, 38,3% para Lousteau, 5,7% en blanco y 6,9% para ns/nc/nv. El promedio de esta primera serie temporal de encuestas es 49,7% para Larreta (redondeamos en 50%, como venimos haciendo por ortodoxia metodológica) 38,1% para Lousteau (38%), 6,9% en blanco (7%) y 5,2% para ns/nc/nv (5%). 

En la segunda serie de datos tenemos encuestas de OPSM, González y Valladares, Poliarquía, Trespuntozero, Raúl Aragón y Asociados, Politia, Management & Fit, Query y Opinaia: OPSM le daba a Horacio Rodríguez Larreta (PRO) 49,1% y a Martín Lousteau (ECO) 38%, con 8,4% de voto en blanco 4,5% entre indecisos, no respuesta y electores que no irían a votar. GyV tiene 48,7% para Larreta, 39,5% para Lousteau, 6,8% en blanco y 5% para ns/nc/nv. Poliarquía, por su parte, tiene 50,2% para Larreta, 40,2% para Lousteau, 6,3% en blanco y 3,3% para ns/nc/nv. Trespuntozero tiene 46,9% para Larreta, 38,2% para Lousteau, 9,2% en blanco y 5,7% para ns/nc/nv. Aragón tiene 48,8% para el PRO, 38,7% para ECO, 4,1% en blanco y 8,4% para ns/nc/nv. Politia, 46,9%, 36,8% 7,4% y 8,9%, respectivamente. En el mismo orden, M&F tiene 42,9%, 34,6%, 7,1% y 15,4% (adviértase que en este estudio ese último valor es el más alto de toda la progresión). Por su parte, Query tiene 49,8%, 38,7%, 4,3% y 7,2%. Cierra esta serie Opinaia con 45,4%, 39,3% 5,9% y 9,4%. Esta es la que da menor distancia entre Larreta y Lousteau, y es un relevamiento 100% online, mientras que los demás son telefónicos mayoritariamente. El promedio de esta serie da 47,8% para Larreta (48%), 38,2% para Lousteau (38%), 6,6% en blanco (7%) y 7,5% ns/nc/nv (8%). Promedio de las dos series: 48,7% (49%) para Larreta, 38,2% para Lousteau (38%), 6,8% en blanco (7%) y 6,4% ns/nc/nv (6%). 

La última serie de datos es de encuestas que proyectan tomando en cuenta solamente los votos positivos (dato no menor, dado que cambia significativamente el porcentual detrayendo el voto en blanco y quienes probablemente no concurran a votar). En ese caso, GyV reportó 54,5% (Larreta) y 45,5% (Lousteau); Trespuntozero, 55,1% y 44,9%; Poliarquía, 54,7% y 45,3%; Politia, 56,1% y 43,9%; M&F, 54,7% y 45,3%; Query, 55,4% y 44,6%; OPSM, 56,4% y 43,6%; Opinaia, 53,6% y 46,4%; Qualitative, 58,2% y 41,8% (ver gráfico de arriba). El promedio de esta serie: 55,4% para Larreta (55%) y 44,6% para Lousteau (45%). Por su parte, el especialista Adan de Ucea, sobre la base de los datos de la primera vuelta, proyectó 53,2% para Larreta (53%) y 46,8% para Lousteau (47%). En pocas horas, veremos cómo funcionó este ensayo de aproximaciones. 

martes, 14 de julio de 2015

Actualizando las tendencias nacionales (2)

En el escenario de intención de voto hacia octubre reportado por Management & Fit (bastante alineado con el del estudio de Ricardo Rouvier que también vimos en el post anterior, por otra parte) el margen entre Scioli y Macri es de apenas 5 puntos porcentuales. En cambio, en el escenario de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 9 de agosto, la fórmula Daniel Scioli-Carlos Zannini se impondría por una diferencia de 8,6 puntos porcentuales frente a la dupla conformada por Mauricio Macri y Gabriela Michetti, según la misma encuesta nacional. En ese caso, Scioli lideraría con 34,9% frente a 26,3% de Mauricio Macri. En tercer lugar aparece Sergio Massa, con 10,1%. Completan la grilla José Manuel de la Sota, que comparte el frente UNA con Massa y obtendría 5,6%, Margarita Stolbizer, de Progresistas, con 4,2% y finalmente los socios-competidores de Macri en el frente Cambiemos, Ernesto Sanz (3,2%) y Elisa Carrió (2,9%). Esto implica, en los números de M&F, una disputa más cerrada después de las primarias: Macri crece 5,3 puntos (capitaliza los votos de Sanz y Carrió) y achica la diferencia con Scioli, que apenas crece dos puntos a 36,9% (dado que ya había captado la intención de voto residual de Florencio Randazzo en las mediciones). Con estos números, el Frente para la Victoria no alcanzaría ni el 40% de los votos ni la diferencia de 10% sobre el segundo que se necesita para evitar la segunda vuelta.

Otro dato de interés en la encuesta de M&F es que la aprobación a la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se ubica en 42,8%, lo que implica una clara mejoría respecto al piso registrado por la misma consultora en febrero pasado (en pleno desarrollo del caso Nisman), del 29,8%. En tanto, el nivel de desaprobación alcanza el 50,3%. De las cifras surge un efecto de acople entre la mejoría de CFK y la suba en intención de voto de Scioli, quien experimentó un repunte considerable desde febrero, cuando el caso Nisman empezó a remitir, de la mano de los sucesivos reveses judiciales a su investigación. De un 23,6% que tenía a comienzos de año, el candidato oficialista sumó más de 13 puntos. Macri, por su parte, apenas añadió 3,7 puntos en el mismo lapso. 

Según la directora de M&F, Mariel Fornoni, el 60% del electorado se inclina por la continuidad del modelo con algunos cambios: "la gente quiere cambio y quiere continuidad", indicó Fornoni. Si se divide el escenario electoral en tercios, hay una parte que quiere "un cambio total", otra que quiere "continuidad con profundización" y el resto "busca continuidad con cambios". "En este último tercio está la definición de la elección". Estos datos reflotan la antigua hipótesis (expuesta varias veces en el blog) de los tres tercios, que en rigor es el plexo que explicaba por qué la mejor candidatura con la que contaba el FPV era la de Scioli y no la de Randazzo (más ligado a una continuidad sin matices, aun sin llegar a ser “K pura”). De acuerdo a las proyecciones de M&F, si el porcentaje de indecisos se repartiera el oficialismo estaría en unos 40 o 41 puntos. "Si miramos a donde dice la gente que irían los votos de la gente de Massa -en un posible balotaje- está bastante dividido 40 y 40 (para Scioli y Macri) y un 20% para otros lados", concluyó la analista. Por otro lado, el candidato del oficialismo, Daniel Scioli, se ubica como el dirigente con mayor diferencial de imagen positiva (diferencia entre la favorable y desfavorable), por encima de Gabriela Michetti (candidata a vice de Cambiemos/PRO), Macri y Stolbizer.

En la misma línea de mejoría oficialista y “empalme” entre la performance de CFK y Scioli están las últimas mediciones del consultor Carlos Fara. “La aprobación presidencial sigue subiendo y las chances de Scioli también. Veamos algunos números de nuestra última encuesta de la zona AMBA (Capital y GBA, que representa un tercio del electorado nacional): la aprobación de la gestión presidencial estaba en 55% a fin de mayo y trepó al 57% ahora, a principios de julio. Arrancó el año con 42% luego de la muerte de Nisman: el optimismo sobre el futuro personal / familiar está en el 72%, y es uno de los picos más altos de los 2 mandatos de la presidenta; el optimismo sobre el futuro del país por primera vez en este segundo mandato de CFK supera al pesimismo; por primera vez en 3 años la demanda de continuidad se equiparó con la demanda de cambio, representando un vuelco clave en el escenario electoral; el 46% cree que la situación del país será positiva si gana Scioli, 34% si gana Macri y 24% si triunfa Massa; el 23% piensa que la situación del país será negativa si gana Scioli, 36% si gana Massa, y 42% si triunfa Macri”. A estos datos, Fara agrega la tendencia pro-oficialista que vienen mostrando las elecciones provinciales (que no quiere decir pro-FPV). “Teniendo en cuenta que de 11 provincias en donde hubo elección en 9 ganaron los oficialismos distritales, lleva a preguntarse cuánto cambio realmente quiere este electorado. Vistos estos datos y la tendencia de comportamiento de voto es dable pensar que en los últimos meses la sociedad se ha vuelto más cautelosa, conservadora, timorata. Esto tiene que ver con que la oferta opositora no entusiasma lo suficiente o no transmite la confiabilidad necesaria para que la mayoría siguiese apostando por el cambio. Cuando los 3 principales candidatos son el cambio moderado, significa que el eje cambio – continuidad ya no es la clave de la elección. Entonces empiezan a prevalecer otros factores como la percepción de liderazgo, la lógica del “menos malo”, el rechazo de cada uno, y la garantía de gobernabilidad. Este esquema es lo que explica la preponderancia del gobierno y de Scioli por sobre una oposición que no logró construir un relato alternativo al del kirchnerismo. Para la sociedad hay un solo relato, y “la opo” solo comenta el relato del gobierno. La pregunta que cabe entonces es: ¿hasta cuándo se mantendrá esa tendencia a favor del gobierno? Porque si no baja de ese pedestal, el camino opositor se volverá muy cuesta arriba”.

lunes, 13 de julio de 2015

Nota publicada en suple Tendencias de La Voz

TECNO 

Milennials: usuarios hiperconectados

Una generación muy “tecno”. Los Milennials poseen un vínculo con los dispositivos que está revolucionando el consumo y provocando cambios a nivel laboral. Un repaso por sus preferencias y “gadgets” recomendados. 

Por Norman Berra (Especial)

Los miembros del segmento “Milennnial” o Generación “Y”, como se identifica a los nacidos entre los ’80 y los primeros años de la década de los ’90, se distinguen por su particular vínculo con la tecnología. Esa característica impregna su manera de consumir y trabajar. Veamos por qué: 
http://www.lavoz.com.ar/tecno/milennials-usuarios-hiperconectados



viernes, 10 de julio de 2015

Actualizando las tendencias nacionales (1)

Veamos qué tendencias arrojan las últimas encuestas nacionales: según la medición de Rouvier & Asociados realizada entre el 16 y el 29 de junio, los precandidatos del kirchnerismo encabezan las preferencias sobre los del macrismo (sin proyectar indecisos). La fórmula presidencial del Frente para la Victoria integrada por Daniel Scioli y Carlos Zannini encabeza la intención de voto para las PASO presidenciales del próximo 9 de agosto con 35,1 % sobre el binomio de Cambiemos-PRO, Mauricio Macri y Gabriela Michetti, que acumulan el 26,9%. Completa el podio la precandidatura del Frente Renovador-UNA con Sergio Massa y Gustavo Sáenz con 9,8 %. En cuarto, quinto y sexto lugar se ubican José Manuel de la Sota-Claudia Rucci (UNA-Democracia Cristiana, 6,2 %), Margarita Stolbizer-Miguel Angel Olaviaga (Progresistas, 4,7%) y Ernesto Sanz y Lucas Llach (UCR, 3,1 %). La fórmula que encabeza Elisa Carrió (Cambiemos-Coalición Cívica) alcanza el 2,1%, casi en paridad con la liderada por Adolfo Rodríguez Saá (2,2%). Cierran la lista los postulantes en la interna del FIT, Nicolás del Caño (2%) y Jorge Altamira (1,6%).

La encuesta de Rouvier se realizó sobre 1.200 casos, de manera telefónica, y tiene un margen de error de +/-2,8%, con lo cual las diferencias entre Scioli y Macri (8,2 puntos porcentuales) y Macri-Massa (17,1 puntos porcentuales) son estadísticamente significativas. En cambio, la diferencia entre Massa y De la Sota (3,6 puntos porcentuales) está demasiado cerca del error muestral para ser considerada estadísticamente significativa. Así, el informe de Rouvier arroja una ventaja del FPV sobre el principal frente opositor; Massa continúa en tendencia declinante, mientras que crecen De la Sota (quien disputa con Massa la candidatura por el Frente UNA) y Stolbizer. Al interior del frente opositor Cambiemos, la ventaja de Macri (PRO) parece indescontable; si a su intención de voto se suman las de Sanz y Carrió, esa coalición trepa al 32%, con lo cual se acerca a 3,1 puntos porcentuales del FPV. 

El frente UNA, por su parte, no puede remontar un tercer lugar: la suma lineal de Sergio Massa y José Manuel de la Sota alcanza sólo 16%, la mitad que el acumulado de Cambiemos, lo cual sugiere una incipiente polarización de difícil vuelta atrás (es decir, una vez abierta la boca del yacaré no parece que vuelva a cerrarse, al menos por ahora). Asimismo, la consolidación de la fórmula que encabeza Scioli al tope de la intención de voto confirmaría que se encolumnó la intención de voto al ex precandidato Florencio Randazzo. "Scioli ha capturado todo el voto del Frente para la Victoria. El partido ha aceptado el apoyo de Cristina a Scioli”, explicó el consultor Ricardo Rouvier. 

Un panorama similar al de Rouvier muestra la encuesta de Management & Fit (M&F), realizada entre el 22 y el 29 de junio, sobre 2.400 casos en todo el país, con un margen de error en más o en menos de 2%. De cara a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) Scioli suma el 34,9% de las preferencias, contra el 26,3% de Macri. En tercer lugar se ubica Sergio Massa, con 10,1%. Ante la consulta sobre a quién cree que votaría si fuese hoy la elección presidencial de octubre, un 36,9% lo haría por Scioli, el 31,6% por Macri y 12,1% por Massa. En ese caso, la ventaja de Scioli sobre el líder del PRO se achica a 5,3 puntos; si bien sigue siendo estadísticamente significativa comparada con el margen de error muestral (y con una brecha un poco mayor que los 3,1 puntos que veíamos en la medición de Rouvier), sugiere una competencia mucho más cerrada, y por tanto un escenario más abierto en términos de resultados, dado que Macri estaría encolumnando los votos obtenidos por Sanz y Carrió en las PASO y forzando así una segunda vuelta.

martes, 7 de julio de 2015

¡Ayo, Silver! Una muy buena aproximación en las elecciones de CABA

La “gran Nate Silver” que ensayamos con las tendencias que arrojaban las encuestas prelectorales en Capital Federal nos dieron 44% para Horacio Rodríguez Larreta (PRO), entre 26% y 27% para Martín Lousteau (ECO) y 21% para Mariano Recalde (FPV). Con el 98,5% de las mesas escrutadas, el resultado fue 45,5% para Larreta, 25,5% para Lousteau y 21,9% para Recalde, con lo cual los desvíos entran dentro de un margen de +- 1,5%. De esto resulta una aproximación aún mejor que la que vimos en Mendoza sobre la base de las encuestas previas en ese distrito. Por otro lado, la izquierda (dividida, como ya es tradición en ese espacio) cosechó 7% de los sufragios en CABA (sigla con la que se identifica a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires). El eterno Luis Zamora (Autodeterminación y Libertad) fue el más votado, con casi 4 puntos porcentuales, mientras que Myriam Bregman (FIT) quedó con 3.

En términos de lecturas, se confirmó lo que veníamos señalando: el FPV quedó tercero y fuera del ballotage, pagando el precio inercial de una errada decisión en las primarias del 26 de abril, donde la concurrencia del frente con un exceso de figuras (la mayoría de ellas de nula o bajísima competitividad), dejó a Recalde en posición de cuarto candidato en término de votos. No hubo “polarización” nacional que salvara ese desatino y así el kirchnerismo perdió votos y vidriera respecto de la elección anterior de jefe de gobierno, cuando Daniel Filmus había alcanzado un 27% que le permitió disputar la segunda vuelta con Macri (quien venció holgadamente esa instancia, con más del 60%). Ahora, el ballotage del 19 de julio se celebrará entre Larreta y Lousteau, adversarios distritales que comparten el espacio opositor de cara a la elección nacional, y el kirchnerismo mirará esa elección por TV. 

En la comparación con las primarias del 26 de abril, Larreta no logró captar todos los votos que el PRO había obtenido en la sumatoria lineal entre él y la derrotada en la “interna”, Gabriela Michetti: 47,35%. Lousteau, en cambio, subió del 22,27% al 25,55% y Recalde del 18,72% al 21,9%, pero de nada le sirvió, quedando así tercero y fuera de la pelea mayor. Comparando con la performance del FPV en 2011, el kirchnerismo logró menos porcentaje de votos y cedió el segundo lugar a manos de ECO; Larreta, por su parte, también tuvo una performance por debajo de la de su mentor Macri en 2007. De cara al ballotage, hay una más que evidente ventaja para Larreta, que confirmaría la tendencia a la continuidad que, como señalábamos en el post anterior, vienen mostrando las elecciones distritales: hasta ahora, el oficialismo gobernante se impuso en Salta, Neuquén, Río Negro, Santa Fe, Córdoba y La Rioja (elecciones definidas). Todo indica que se impondrá el oficialismo en Chaco (por la gran ventaja obtenida en las primarias) y Capital Federal (por la ventaja alcanzada en la primera vuelta). 

Así, tendríamos 8 elecciones con un resultado de continuidad en términos de signo político contra apenas dos de cambio o alternancia (Mendoza, donde se impuso el frente entre la UCR, el PRO, el Frente Renovador y otros aliados, y Tierra del Fuego, donde ganó el FPV). Considerando los resultados de este súper domingo electoral, en el que votó alrededor del 20% del padrón nacional (aunque en elecciones distritales, da las que no se pueden derivar estadísticamente tendencias nacionales), el PRO revalidó sus títulos en su bastión, Capital Federal, pero no pudo cosechar un triunfo en Córdoba, que junto con la fallida Santa Fe era otra de sus grandes apuestas para esta carrera electoral. En Córdoba, el FPV quedó tercero lejos, al igual que en Capital y Santa Fe y con guarismos más bajos que en esos dos distritos (en CABA rozó el 22% y en Santa Fe el 30%). Un matiz: a diferencia de la elección en CABA, donde retrocedió, el kirchnerismo logró hacer pie en Córdoba, un distrito en el que en 2011 no había tenido candidato propio a gobernador, y mejoró apenas el resultado de las legislativas anteriores de 2013: obtuvo más del 17%, contra el 15,45% que había alcanzado en esa elección. Por contrapartida, en frente con el PJ gobernante confirmó su primacía en La Rioja. Claramente, esta condición que se ha revelado básica para la victoria del FPV, como ya hemos visto en Salta y Chaco y como también demostró, por contraste, Mendoza, y con algunos matices La Pampa, donde nuevamente una lista K “pura” perdió contra otra del PJ histórico este domingo, en el que esa provincia celebró primarias "sui generis" (dado que no eran abiertas).

lunes, 6 de julio de 2015

Nota publicada en suple Tendencias de La Voz

TECNO 

Días del futuro pasado

Tecnología “retro”. En los últimos meses, el clásico casete y un mensajero de antaño como el ICQ salieron del baúl de los recuerdos y volvieron por sus fueros.

Por Norman Berra*

Desde el año pasado, a la tecnología le ganó la nostalgia: dos clásicos, el cassette y el sistema de mensajería ICQ, fueron rescatados del olvido. En esta nota, repasamos los motivos que rodean a su regreso con gloria.
http://www.lavoz.com.ar/tecno/dias-del-futuro-pasado

  

sábado, 4 de julio de 2015

Haciendo la “Gran Nate Silver”: Capital Federal (3)


Cerramos la serie de entradas dedicadas a la elección de jefe de gobierno porteño con una actualización de cuatro encuestas que no teníamos en la entrada anterior. Vamos a los datos y luego hacemos la gran Nate Silver de los promedios. Según la consultora Circuitos, Horacio Rodríguez Larreta (PRO) 46,5%, Martín Lousteau (ECO) 23,9% y Mariano Recalde (FPV) 20,9%. Según Query Argentina, Larreta 44,1%, Lousteau 29,1% y Recalde 20,7% (datos del gráfico de arriba). 

Por su parte, la última medición de Poliarquía con indecisos proyectados, sitúa a Larreta en 46,7%, a Lousteau con 26%, a Recalde con 21,3%. En cuanto a la disputa en la izquierda, hay un empate técnico entre Zamora y Bregman (3,2% a 2,8%), dado que la diferencia no es estadísticamente significativa como para arriesgar quién de ellos se impondrá sobre el otro.

En tanto, la consultora Ceis es la que muestra más bajo al candidato del PRO, con 40%, con 25% para Lousteau y 22% para Recalde Santoro. La diferencia entre el candidato de ECO y el del FPV no es estadísticamente significativa como para arriesgar quién de ellos se impondrá sobre el otro, de manera que si efectivamente Larreta está lejos de imponerse en primera vuelta (está a 10 puntos, según esta encuesta), cualquiera de ellos dos podría pasar al ballotage.

Si hacemos la gran Nate Silver con estas tendencias, el resultado es el siguiente: 44% para Larreta, 26% para Lousteau y 21% para Recalde. Las variaciones no son significativas respecto a nuestra entrada anterior: un punto menos para Larreta, dos puntos menos para Lousteau y un punto más para Recalde. Si hacemos un promedio de los resultados Nate Silver de las tres series, obtenemos a su vez 44%, 27% y 21%. En pocas horas, veremos cuál aproximación fue la mejor al resultado. 

viernes, 3 de julio de 2015

Haciendo la “Gran Nate Silver”: Capital Federal (2)

Decíamos en la entrada anterior que la “Gran Nate Silver” (el promedio de las encuestas, sin decimales como marca la ortodoxia estadística) nos daba para Rodríguez Larreta 44%, para Lousteau 27% y para Recalde 20%, con casi 10% entre indecisos duros y otras opciones. Esto implica una ventaja para el PRO (oficialismo en ese distrito) de 17 puntos sobre la segunda fuerza, bien por encima de los errores muestrales reportados y favorable a la continuidad, como en las elecciones provinciales de Salta, Santa Fe y Neuquén. Es decir que el balance de elecciones distritales de hasta ahora más Capital Federal quedaría 4-2 a favor de la continuidad (las elecciones que hasta ahora consagraron un cambio de signo polítco o alternancia son Mendoza y Tierra del Fuego, en el primer caso a favor de fuerzas alineadas a la oposición nacional al FPV y en el segundo a favor del FPV)

Una aproximación alternativa a la que ensayamos allí podría ser tomar la mediana, medida estadística de tendencia central que se ubica como el caso intermedio en una serie ordenada. Al ser una medida de posición que aparece al medio de la sucesión ordenada de los valores que asume una variable, tiene la ventaja de no verse afectada por los casos extremos (esto la diferencia de la media aritmética o promedio). Haciendo gala de cierta heterodoxia y eliminando decimales, aplicar ese enfoque a los datos de las encuestas que vimos resulta en 43% para Rodríguez Larreta, 25% para Lousteau y 20% para Recalde. Como vemos, el candidato del FPV no varía con esta segunda aproximación, mientras que el del PRO y el de ECO descienden 1 y 2 puntos, respectivamente (variación estadísticamente no significativa).

En las últimas horas, vía redes sociales y medios se conocieron otras 5 encuestas. Una de ellas, del consultor Raúl Aragón, le adjudica a Larreta 46,9%, 24,3% a Lousteau y 22,2% a Recalde. Esta tendencia marca un matiz interesante con las encuestas revisadas antes: por un lado, pone a Larreta muy cerca de ganar sin segunda vuelta, dado que roza el 47%, a sólo 3 puntos porcentuales de la cifra mágica del 50% (con 6,6% entre indecisos, enojados y candidatos minoritarios). Por otro, muestra un empate técnico entre Lousteau y Recalde, por lo que si el candidato del PRO no llegara al 50% ambos tendrían chances similares de pasar al ballotage.  

Por su parte, la consultora González y Valladares es la que menor intención de voto le pronostica a Rodríguez Larreta, con un 42,7%, contra 31,6% de Lousteau y 20,3% de Recalde. Según esta firma, que realizó el sondeo mediante sistema IVR con 900 casos del 23 al 26 de junio de 2015, el 37,3% de los que votaron a Gabriela Michetti en las primarias de esa ciudad votarán el domingo a Lousteau. Dos consideraciones al respecto: esta consultora le daba en las primarias entre Larreta y Gabriela Michetti 4 puntos a esta última (ganó con claridad Larreta); la IVR (encuesta telefónica con respuestas grabadas para discar) es, en nuestra opinión, la metodología menos fiable de relevamiento. Esta consideración también aplica a la encuesta de Politia, que con una IVR de 800 casos realizada el miércoles último y que incluye la proyección de indecisos le da a Rodríguez Larreta 45,8%, a Lousteau 26,1% y a Recalde  20,7%.  

En tanto, la encuestadora Opinaia reporta un escenario relevado a través de una metodología "100% online" para un estudio de 863 casos entre el lunes 22 de junio y el jueves 25. Es la que le da más alto a Lousteau (32,9% de la intención de voto), pero aun así queda por detrás de Larreta (43,5%). Según ese sondeo, "el votante de Michetti en las PASO prefiere mayoritariamente a Rodríguez Larreta en un 66%, y un 30% se inclinaría por Lousteau, mientras que el 3% se inclinaría por Recalde y el 1% por Zamora". De acuerdo a Opinaia, el efecto "Michetti vice" apenas incrementó en 2 puntos porcentuales la intención de voto de Rodríguez Larreta. Esta encuesta destaca además que "Recalde acapara la mayoría del sufragio kirchnerista, excepto el caso del votante de Heller, que declara elegir mayoritariamente a Zamora". En nuestra opinión, que sea 100% online hace a este estudio susceptible a sesgos de nivel socioeconómico. 

A su turno, según la consultora Management & Fit, el 44,7% de los porteños votaría a la fórmula del PRO, Rodríguez Larreta-Diego Santilli. Lousteau y Fernando Sánchez, de ECO, suman un 23,5%, mientras que Mariano Recalde y Leandro Santoro (FPV) conseguirían un 21,3%. Aquí, la diferencia entre el segundo y el tercero es estadísticamente no significativa (como en el estudio de Aragón). El cuarto puesto lo disputan el binomio Myriam Bregman y José Castillo, del Frente de Izquierda (3,3%) y el de Luis Zamora y Sergio Sallustio, de Autodeterminación y Libertad (3,2%). Según M&F, un 4% de los 1.000 encuestados por medio de llamados telefónicos en la ciudad el 1 de julio aún no decidieron a quién tienen pensado votar o prefirieron no contestar. La gran Nate Silver, aplicada a esta segunda serie de estudios y sin decimales (como venimos haciendo), nos da 45% para Larreta, 28% para Lousteau y 20% para Recalde. Si hacemos una Nate Silver al cuadrado con los promedios de la serie de encuestas de la entrada anterior y de esta, obtenemos 44% para Larreta, 27% para Lousteau y 20% para Recalde. En pocas horas, veremos cuál fue el mejor predictor, pero cabe marcar un imponderable: en esa elección debutará la boleta electrónica, y se desconoce el impacto que ese sistema de votación puede tener en el comportamiento final de los electores.  

miércoles, 1 de julio de 2015

Haciendo la “Gran Nate Silver”: Capital Federal (1)


Nuestro ensayo a la “Nate Silver” en Mendoza logró una aproximación aceptable al resultado clave: 5 puntos entre Cornejo y Bermejo, contra una diferencia en las urnas de 7 puntos. Vamos a aplicar ahora la misma prueba para las elecciones de Capital Federal del próximo domingo, sobre la base de las encuestas que tenemos. Concentraremos el ensayo en los guarismos de los tres principales candidatos, al igual que en Mendoza; en esa provincia, la oferta estaba concentrada sólo en esas listas, mientras que en Capital Federal también participan dos fórmulas de izquierda, pero a los efectos del análisis estadístico los agruparemos junto con la categoría ns/nc, ya que las mediciones ubican a esos candidatos demasiado cerca de los márgenes de error muestral como para poder hacer una aproximación fiable.

Repasemos los datos. La consultora Management & Fit se basó en una muestra de 1.000 casos telefónicos para su encuesta realizada del 22 al 25 de junio. en ese estudio, la fórmula Larreta-Santilli (PRO) suma 42,2% de intención de voto; Lousteau-Sánchez (ECO), 24,5% y Recalde-Santoro (FPV) 19,7%. En tanto, las dos fuerzas de izquierda suman 7 puntos: Autodeterminación y Libertad, de Luis Zamora, 4,3%, y el FIT de Myriam Bregman (2,8%). Estas tendencias de Management & Fit son similares a las que difundió recientemente la consultora Aresco, de Julio Aurelio, que dio una proyección de voto del 45,4% para Larreta, de 26,5% a Lousteau y de 20,6% a Recalde. A diferencia de estas dos mediciones, un sondeo de OPSM (del consultor Enrique Zuleta Puceiro) arrojó mayor polarización para los dos principales candidatos: 46,9% a Larreta y 30,2% para Lousteau, con Recalde rezagado (16,3%). A su turno, según Poliarquía, el delfín de Mauricio Macri alcanza una intención de voto del 43,3%, Lousteau del 24,8% y Recalde del 19,7%, seguido por Bregman, del FIT, con el 3,2%, y Luis Zamora (AyL), con el 2%. 

Hay otros dos estudios que arrojan matices bien diferentes: uno de ellos ubica a Recalde más cerca de Lousteau y es de la consultora Analogías (Analía del Franco), según la cual Larreta encabeza con un 40,9%, a 16 puntos de Lousteau (24,9%), pero seguido de cerca por Recalde (22,6%). En esta medición, la diferencia entre Lousteau y Recalde no es significativa, mostrando un escenario de empate técnico entre ambos, que no permite descartar que Recalde pase a segunda vuelta. A su turno, una encuesta de Raúl Aragón se distingue por arrojar la brecha más baja entre Larreta (41,9%) y Lousteau (30,4%), con Recalde en 21,1%.

Por otra parte, un estudio de la consultora Circuitos ubica a Larreta con una intención de voto del 43,9%, seguido por Martín Lousteau con el 26,7%. En tercer lugar aparece el camporista Mariano Recalde, con 20,4% por ciento. El cuarto puesto sería para Myriam Bregman con el 3,5% y el último para Luis Zamora, con el 2,6%. La encuesta se realizó del 27 al 29 de junio sobre 1.054 casos en las 15 comunas porteñas y arroja que apenas 1,8% aún no sabe a quién votará. Recordemos que Circuitos fue la consultora que tuvo peor pronóstico en las elecciones de Mendoza (le adjudicó a Cornejo una ventaja de casi 15 puntos porcentuales, cuando obtuvo 7), pese a ser la que tenía el error muestral más bajo; nuestra hipótesis, expuesta oportunamente en ese caso, fue que la metodología de IVR que utilizó subestimó el voto oficialista. 

En cualquier caso, a tenor de las encuestas, las elecciones porteñas se encaminan a resolverse en la segunda vuelta, como ha sido hasta ahora, en la medida en que el candidato del PRO sigue sin alcanzar los 50 puntos para evitar el ballotage, lo que el propio Mauricio Macri reconoció recientemente como “prácticamente imposible”. El ballotage se realizará el 19 de julio. Allí, las tendencias preliminares coinciden en que se impondría Larreta, aunque sin llegar al 62% que consiguió Macri en el anterior balotaje. Esto se debe a que Lousteau captaría más votos de la tercera fuerza, el FPV (y también de la izquierda), de los que recibiría Larreta. Esto augura un final más reñido que el de los últimas dos segundas vueltas, en los que Macri (PRO) se impuso a Daniel Filmus (FPV), por más de 20-25 puntos, pero suficiente como para darle al PRO un tercer mandato consecutivo al frente de la Ciudad y preservar a Macri de un revés que sería potencialmente devastador para su carrera presidencial.

Habiendo citado los estudios de base, hagamos la “Gran Nate Silver”: si hacemos un promedio de las encuestas revisadas (y eliminamos los decimales, como marca la ortodoxia estadística), obtenemos que Rodríguez Larreta alcanzaría 44%, Lousteau 27% y Recalde 20%, con casi 10% entre indecisos duros y otras opciones. Esto arroja una ventaja para el PRO (oficialismo en ese distrito) de 17 puntos sobre la segunda fuerza, bien por encima de los errores muestrales reportados. Esto favorecería la continuidad, al igual que en las elecciones provinciales de Salta, Santa Fe y Neuquén, y a diferencia de las elecciones que consagraron un cambio de signo político o alternancia (Mendoza y Tierra del Fuego). Es decir que el balance quedaría 4-2 a favor de la continuidad. Si ahora reemplazamos el algoritmo predictivo de Silver por “algo de ritmo” a manera de valoración propia, podemos decir: 1) las encuestas arrojan un panorama donde la elección está localizada más que nacionalizada. El PRO gobierna el distrito y ECO es una fuerza cuya configuración no se replica en ningún otro distrito del país 2) esa configuración electoral dejaría afuera al FPV de la pelea por entrar a la segunda vuelta; la diferencia promedio entre Lousteau y Recalde no es abrumadora, pero sí estadísticamente significativa 3) la única esperanza para Recalde es que en los días que faltan la elección se “nacionalice”, es decir, reposicionar al comicio como una disputa entre dos modelos (el FPV y el PRO). Pese a encuestas que muestran una mejoría relativa del FPV, esa polarización no se detecta en los números y, salvo un imponderable o "cisne negro", el kirchnerismo paga el precio de la errónea estrategia de ir a las primarias de ese distrito con múltiples precandidatos, lo cual dejó a Recalde en posición de cuarto candidato en cantidad de votos (lección que, a nivel nacional, dio lugar primero al “baño de humildad”, y luego a la lista única Scioli-Zannini) y lejos del PRO y ECO.