En el escenario de intención de voto hacia octubre reportado por Management & Fit (bastante alineado con el del estudio de Ricardo Rouvier que también vimos en el post anterior, por otra parte) el margen entre Scioli y Macri es de apenas 5 puntos porcentuales. En cambio, en el escenario de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 9 de agosto, la fórmula Daniel Scioli-Carlos Zannini se impondría por una diferencia de 8,6 puntos porcentuales frente a la dupla conformada por Mauricio Macri y Gabriela Michetti, según la misma encuesta nacional. En ese caso, Scioli lideraría con 34,9% frente a 26,3% de Mauricio Macri. En tercer lugar aparece Sergio Massa, con 10,1%. Completan la grilla José Manuel de la Sota, que comparte el frente UNA con Massa y obtendría 5,6%, Margarita Stolbizer, de Progresistas, con 4,2% y finalmente los socios-competidores de Macri en el frente Cambiemos, Ernesto Sanz (3,2%) y Elisa Carrió (2,9%). Esto implica, en los números de M&F, una disputa más cerrada después de las primarias: Macri crece 5,3 puntos (capitaliza los votos de Sanz y Carrió) y achica la diferencia con Scioli, que apenas crece dos puntos a 36,9% (dado que ya había captado la intención de voto residual de Florencio Randazzo en las mediciones). Con estos números, el Frente para la Victoria no alcanzaría ni el 40% de los votos ni la diferencia de 10% sobre el segundo que se necesita para evitar la segunda vuelta.
Otro dato de interés en la encuesta de M&F es que la aprobación a la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se ubica en 42,8%, lo que implica una clara mejoría respecto al piso registrado por la misma consultora en febrero pasado (en pleno desarrollo del caso Nisman), del 29,8%. En tanto, el nivel de desaprobación alcanza el 50,3%. De las cifras surge un efecto de acople entre la mejoría de CFK y la suba en intención de voto de Scioli, quien experimentó un repunte considerable desde febrero, cuando el caso Nisman empezó a remitir, de la mano de los sucesivos reveses judiciales a su investigación. De un 23,6% que tenía a comienzos de año, el candidato oficialista sumó más de 13 puntos. Macri, por su parte, apenas añadió 3,7 puntos en el mismo lapso.
Según la directora de M&F, Mariel Fornoni, el 60% del electorado se inclina por la continuidad del modelo con algunos cambios: "la gente quiere cambio y quiere continuidad", indicó Fornoni. Si se divide el escenario electoral en tercios, hay una parte que quiere "un cambio total", otra que quiere "continuidad con profundización" y el resto "busca continuidad con cambios". "En este último tercio está la definición de la elección". Estos datos reflotan la antigua hipótesis (expuesta varias veces en el blog) de los tres tercios, que en rigor es el plexo que explicaba por qué la mejor candidatura con la que contaba el FPV era la de Scioli y no la de Randazzo (más ligado a una continuidad sin matices, aun sin llegar a ser “K pura”). De acuerdo a las proyecciones de M&F, si el porcentaje de indecisos se repartiera el oficialismo estaría en unos 40 o 41 puntos. "Si miramos a donde dice la gente que irían los votos de la gente de Massa -en un posible balotaje- está bastante dividido 40 y 40 (para Scioli y Macri) y un 20% para otros lados", concluyó la analista. Por otro lado, el candidato del oficialismo, Daniel Scioli, se ubica como el dirigente con mayor diferencial de imagen positiva (diferencia entre la favorable y desfavorable), por encima de Gabriela Michetti (candidata a vice de Cambiemos/PRO), Macri y Stolbizer.
En la misma línea de mejoría oficialista y “empalme” entre la performance de CFK y Scioli están las últimas mediciones del consultor Carlos Fara. “La aprobación presidencial sigue subiendo y las chances de Scioli también. Veamos algunos números de nuestra última encuesta de la zona AMBA (Capital y GBA, que representa un tercio del electorado nacional): la aprobación de la gestión presidencial estaba en 55% a fin de mayo y trepó al 57% ahora, a principios de julio. Arrancó el año con 42% luego de la muerte de Nisman: el optimismo sobre el futuro personal / familiar está en el 72%, y es uno de los picos más altos de los 2 mandatos de la presidenta; el optimismo sobre el futuro del país por primera vez en este segundo mandato de CFK supera al pesimismo; por primera vez en 3 años la demanda de continuidad se equiparó con la demanda de cambio, representando un vuelco clave en el escenario electoral; el 46% cree que la situación del país será positiva si gana Scioli, 34% si gana Macri y 24% si triunfa Massa; el 23% piensa que la situación del país será negativa si gana Scioli, 36% si gana Massa, y 42% si triunfa Macri”. A estos datos, Fara agrega la tendencia pro-oficialista que vienen mostrando las elecciones provinciales (que no quiere decir pro-FPV). “Teniendo en cuenta que de 11 provincias en donde hubo elección en 9 ganaron los oficialismos distritales, lleva a preguntarse cuánto cambio realmente quiere este electorado. Vistos estos datos y la tendencia de comportamiento de voto es dable pensar que en los últimos meses la sociedad se ha vuelto más cautelosa, conservadora, timorata. Esto tiene que ver con que la oferta opositora no entusiasma lo suficiente o no transmite la confiabilidad necesaria para que la mayoría siguiese apostando por el cambio. Cuando los 3 principales candidatos son el cambio moderado, significa que el eje cambio – continuidad ya no es la clave de la elección. Entonces empiezan a prevalecer otros factores como la percepción de liderazgo, la lógica del “menos malo”, el rechazo de cada uno, y la garantía de gobernabilidad. Este esquema es lo que explica la preponderancia del gobierno y de Scioli por sobre una oposición que no logró construir un relato alternativo al del kirchnerismo. Para la sociedad hay un solo relato, y “la opo” solo comenta el relato del gobierno. La pregunta que cabe entonces es: ¿hasta cuándo se mantendrá esa tendencia a favor del gobierno? Porque si no baja de ese pedestal, el camino opositor se volverá muy cuesta arriba”.
Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
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