miércoles, 16 de octubre de 2019

Análisis de tendencias y datos pos-debate (2): una mirada desde la Teoría de la comunicación



Otra de las consultoras que indagó respecto al debate del domingo pasado fue Federico González & Asociados. Realizó un relevamiento telefónico asistido con encuestador (CATI) sobre una muestra de 800 casos en Capital y Gran Buenos Aires (equivalente en términos geográficos al estudio sobre el AMBA que citamos de Raúl Aragón en el posteo anterior). El margen de error muestral es de +-4,1% y los datos fueron recolectados el 14 de octubre. La investigación midió diversas variables, entre ellas, la percepción de quién demostró en el debate estar más capacitado para ser presidente. Alberto Fernández rozó el 50% de las respuestas, vs 29,3% de Mauricio Macri, lo que da una ventaja de 20,4 puntos porcentuales favorable al candidato del Frente de Todos en este atributo. Roberto Lavagna alcanzó 3,5% de menciones y Juan Gómez Centurión 2,2%, mientras que José Espert y Nicolás del Caño empataron en 1,5%. Por otro lado, 7,3% no mencionó a ninguno y 5% dijo no saber (ver datos arriba; click para agrandar).  


En cuanto a la influencia del debate sobre la conducta electoral, casi un 40% dijo que el evento no tuvo impacto, mientras que para el 48,3% le hizo afianzar el voto que ya tenía decidido. Esto tiende a validar lo que expusimos en los dos posteos anteriores, relativizando el impacto en términos de cambio del evento en favor de un efecto de refuerzo, articulado con el llamado "sesgo de confirmación" (asignar un mejor desempeño en el debate al candidato que se pensaba votar). El efecto de cambio alcanza a un 5,1%, mientras que una proporción similar dice que el debate le ayudó a definirse (ver datos arriba; click para agrandar). Esto está muy en línea con un hallazgo ya clásico de la teoría de la comunicación: en los '60, Joseph Klapper sintetizó las conclusiones extraídas en torno a los efectos de los medios. En una serie de generalizaciones sumarias que intentan, como el autor señala, explicar y ordenar los resultados obtenidos en la investigación hasta ese momento, propuso que: 1) las comunicaciones masivas de tipo persuasivo no constituyen, en condiciones normales, la causa necesaria y suficiente de los efectos que producen sobre el público, sino que más bien actúan dentro y a través de un conjunto de otros factores e influencias 2) dichos factores de intermediación y condiciones ajenas a la comunicación convierten a las comunicaciones de masas en agente cooperador en el refuerzo de las condiciones existentes, ya se trate de intenciones de voto del público, tendencia a favor o en contra del comportamiento delictivo, o postura general respecto a la vida y sus problemas. Prescindiendo de qué condiciones se trate y de que los efectos sean sociales o individuales, los medios de comunicación suelen reforzar lo existente más que producir conversión o cambios importantes. Como se advierte, el aporte de ese autor en el sentido de que un evento mediático típico refuerza las tendencias de voto preexistentes más que generar cambios coincide con los resultados de las mediciones que venimos repasando.   




En cuanto a la calificación del evento en sí, más de la mitad opinó de manera positiva, mientras que casi un tercio opinó que no fue "ni bueno ni malo"; poco menos del 16% lo evaluó de manera negativa. Las opiniones se tomaron sobre quienes lo vieron en forma total o parcial, ya sea en directo o en diferido, por lo que se puede presumir que tenían interés en el debate. Las percepciones acerca de los desempeños relativos de los candidatos validan el sesgo de confirmación al que nos venimos refiriendo (ver datos abajo; click para agrandar): un 44,4% vio mejor a Fernández vs un 23,5% que se inclinó por Macri, lo que repite la brecha en el orden de los 20 pp favorables al candidato del Frente de Todos que vimos en la percepción de "mejor capacitado" más arriba. Espert mejora en esta variable y alcanza 8,3%, Lavagna roza el 5% y del Caño el 4%, en tanto que el candidato del Frente NOS ronda el 2%. 



En materia de credibilidad, los datos se ubica en el mismo orden de magnitud, con diferencias estadísticamente no significativas respecto a la variable anterior: 42,5% vio más creíble a Fernández vs 24,5% que eligió a Macri; nuevamente, 20 pp de brecha en favor del candidato del Frente de Todos. Lavagna mejora un poco, hasta alcanzar 7%, en empate técnico con Espert (6,8%). Del Caño sigue en torno al 4% y Gómez Centurión roza el 3% (ver datos abajo; click para agrandar). 


Con respecto a la influencian del debate en la predisposición a votar a alguno de los dos principales candidatos, en el caso del presidente Mauricio Macri el evento le restó (37,3%) más de lo que le sumó (28,6%); el diferencial es negativo en 8,7 pp. De todos modos, un 31,4% dice que no le influyó y casi un 3% que no sabe (ver datos abajo; click para agrandar). 


En el caso de Fernández se advierte lo contrario: el evento le sumó (46,3%) más de lo que le restó (27,5%), de lo que surge un diferencial positivo de 18,8 pp. Por otro lado, para un 24% no influyó, mientras que un 2,1% dijo que no sabe (ver datos abajo; click para agrandar). 




Por su parte, de acuerdo a los datos de la consultora Reputación Digital, Alberto Fernández acaparó un 42,7% del total de menciones en redes, vs 34,4% para Mauricio Macri (ver gráfico abajo; click para agrandar).


En síntesis, todos los datos revisados en los dos posteos recientes (consultoras Proyección, Raúl Aragón & Asociados, FGA y Reputación Digital) confirman nuestra hipótesis inicial del posteo del domingo en el sentido de que Alberto Fernández fue quien mejor capitalizó el debate, lo cual concurre en el mismo sentido favorable de la ventaja que venían mostrando las encuestas repasadas en el blog y el promedio de las encuestas más recientes: la media aritmética da 53,3% para Alberto y Cristina Fernández vs 33,3% para Macri-Pichetto, de lo que resulta una ventaja de 20 pp para la fuerza opositora. 

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