Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
viernes, 23 de julio de 2010
Señales para interpretar la economía y el mercado
Una discusión clave desde el 2008 hasta acá es cuál sería el proceso que se desarrollaría en la crisis global y local. Los analistas lo grafican de esta forma: en "V" (rápida caída hacia abajo y rápido rebote hacia arriba) en "U" (caída más suave, subida suave) en "L" (caída vertical con estancamiento) en "W" (caída, rebote, y nueva caída antes de retomar la recuperación). Repasemos algunos indicadores nacionales para ver cuál de esas gráficas se acerca más a lo que sucede con la economía local.
La industria avanzó 10,8% en el primer semestre, según Fiel. Contrariamente a lo que sucede con la inflación, los números de Fiel son incluso más positivos que los relevados por el INDEC, que calculó un avance del 9,6% en la primera mitad del año.
El Índice del Confianza del Consumidor que monitorea la Universidad Di Tella también viene mostrando ascensos: se incrementó 1,1% en julio y se ubicó en 48,2 puntos, muy cercana a la zona de optimismo (50 puntos o más), con una mejora interanual de 13,8%. El componente que refleja la intención de compra de bienes durables e inmuebles continuó exhibiendo una tendencia favorable: aumentó en el sexto mes del año 8,6% en comparación con el registro anterior, incrementándose la predisposición para adquirir electrodomésticos (+6,8%), automóviles y casas (+11,4%). De hecho, si enfocamos datos de la economía real, la venta de autos en cuotas creció 54% en el primer semestre del año respecto de igual período de 2009, según informó la Asociación de Concesionarios de Automotores de la Argentina (Acara). En esa línea, su presidente Dante Álvarez evaluó que los números de 2010 muestran que ha cambiado la predisposición para tomar crédito a la hora de adquirir un vehículo: "está relacionado con una mejora en la percepción de los clientes sobre la economía del país y también en una baja de la incertidumbre laboral” dijo.
Se desinflaron las expectativas de devaluación y la tendencia es un dólar a $4,10 a fin de 2010. El cambio de tendencia fue marcado desde los primeros días de julio, con el aluvión de dólares por la cosecha, el cierre del canje de deuda con dos tercios de aceptación, que devolvieron la calma en materia cambiaria. En ese marco, el diagnóstico por parte del gobierno nacional es que el crecimiento de la economía es sustentable. "Estamos consolidando un círculo virtuoso" dijo recientemente el viceministro de Economía Roberto Feletti, comentando que el superávit fiscal de junio muestra "solvencia, más nivel de actividad, mejores cuentas públicas". Y agregó que la cifra "no es producto de un ajuste, sino de inducir al consumo". De acuerdo con estadísticas oficiales, el superávit fiscal primario ascendió a 2.713,4 millones de pesos en junio último (un aumento de 198,4% respecto al mismo mes de 2009). El funcionario destacó que "por decisión de la Presidente, y por primera vez, el año pasado frente a una crisis externa tuvimos una política fiscal expansiva".
Amenazas. Sin embargo, los críticos del gobierno advierten que, si bien se verifica una leve mejora de los ingresos reales en los sectores relegados (cayó la indigencia y la pobreza dejó de crecer) la inflación erosiona el efecto positivo que en su momento tuvo la Asignación Universal por Hijo (AUH). Según Ecolatina, el 1er. semestre de 2010 finalizó con una inflación de 13,7%, la cifra más elevada desde la devaluación de 2002. Es decir, la AUH generó un shock de ingresos que sirvió para revertir el deterioro de la pobreza e indigencia en el corto plazo, pero si la inflación no se desacelera será muy difícil que los hogares de menores recursos puedan cubrir la suba de precios.
Otro elemento que los críticos destacan es que el boom de consumo también tiene que ver con que los argentinos adelantan compras para ganarle a la inflación y el consumo crece a mayor ritmo que la inversión. En un contexto en el que la mayoría de las opiniones tienden a la explicación del "efecto rebote" de la crisis en forma de “V”, con un “modelo”. que apuesta a estimular la demanda, con récords de producción y consumo, se plantea la preocupación de que la economía esté recalentada y la capacidad productiva del país no pueda crecer a la misma velocidad que el consumo, con el riesgo de espiralización de la inflación. Según la Fundación Mediterránea, mientras el consumo ya alcanzó los registros anteriores a la recesión de 2009, la inversión sigue por debajo de ese nivel. Hoy, los consultores económicos (caso Orlando Ferreres) plantean que las inversiones actuales están más orientadas al mantenimiento y a cubrir la demanda de corto plazo que a ampliar la capacidad instalada, y que están en niveles de 20%, cuando hasta 2008 era de 24%. El gobierno nacional es consciente de esto: el propio ministro de Economía, Amado Boudou, afirmó que la prioridad en la economía post-canje de deuda será el incremento de la capacidad productiva.
La crisis global. Los analistas no descartan que la economía de EEUU sufra este año una recesión de doble caída en "W". La volatilidad sugiere una amenaza de tormenta en la economía global, graficada por el abrupto ascenso del índice Vix –llamado "el medidor del miedo en Wall Street". Esta semana, el titular de la Reserva Federal de EE.UU, Ben Bernanke, describió un panorama económico “inusualmente incierto”, en un contexto enrarecido por los efectos de las medidas de ajuste en Europa.
El gobierno perdió la mayoría en el Congreso el año pasado, en un marco de crisis económica y también por un rechazo de la opinión pública al estilo confrontativo de los K. Con la economía rebotando con fuerza este año, la mejora en la confianza en el gobierno a partir de enero de este año es una tendencia a considerar, si bien se trata de una recuperación de imagen que parte del punto más bajo que tuvo el gobierno en diciembre de 2009. De acuerdo al Índice de Confianza en el Gobierno que publica la Universidad Torcuato Di Tella, en junio el gobierno logró un índice de confianza de 1,61 contra el 1,04 que tenía en diciembre. No obstante, entre el 2004 y mediados del 2007, cuando comenzó el declive de confianza en el gobierno, el promedio estuvo en 2,48, es decir que aún le queda un largo trecho para llegar a niveles que puedan sustentar posibilidades de éxito en la primera vuelta.
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Según mi criterio, como ya lo expuse en otras oportunidades no estoy muy a favor del gobierno oficialista, nuestro país bajo este formad e gobernar presenta señales de W, es decir caída, rebote y nueva caída antes de la recuperación.
ResponderEliminarSeguramente las estadisticas de aumento de consumo , en bieens durables son reales pero la nflación también es real y el gobierno ignora totalmente este tema, es más su política es pro inflación a traves de generar más demanda ´más consumo. Siento que como cidudados estamos recignados que hoy creemos,confiamos y mañana no sabemos. Creo que lo que nosotros podemos ver como ciudadanos hoy no es lo mismo que vamos a sentir el año proximo una vez finalizadas las elecciones. Argentina en los ultimos años mostro mucha inestabilidad en sus medidas politicas lo que trae aparejado un muy bajao nivel de confianza con el gobierno de turno.
Estimada Mariana:
ResponderEliminarmuchas gracias por participar. Respecto a tu opinión, más allá de la postura que tengamos frente al actual gobierno, hoy no aparece ninguna señal en la economía nacional que sugiera un proceso como el que vos decís de "W". Lo cual por supuesto no quiere decir que no pueda pasar, tanto por factores endógenos como exógenos. De hecho, estos últimos vienen presentando alguna turbulencia en los días recientes, en especial el nivel de actividad en Brasil y en EE.UU. En particular, un "amesetamiento" en Brasil podría tener efectos locales. Habrá que esperar y ver, "wait and see", como dicen los especialistas.