miércoles, 24 de julio de 2024

El presidente Javier Milei empieza el segundo semestre con el pie izquierdo (nota publicada en CBA24N)

Según la encuesta nacional realizada por consultora Delfos en julio, el presidente Javier Milei arrancó “el segundo semestre” de su mandato con el pie izquierdo. Las opiniones positivas sobre su gestión de gobierno ratifican una tendencia a la baja que comenzó a registrarse en junio: el mandatario comienza la segunda mitad del año con una paridad entre quienes opinan bien (47%) y mal (46%) de su gestión, lo que retrotrae las posturas a una situación similar a la que se había registrado en marzo pasado (gráfico arriba).

La aprobación arroja un panorama más desfavorable para el oficialismo: 47% vs 52% (gráfico arriba), con un saldo negativo de 5 puntos porcentuales, al igual que en marzo pasado. En lo que va de 2024, sólo abril presentó un panorama peor, con una brecha en contra de 13 puntos porcentuales. Esto ratifica que la opinión pública está operando sobre tres factores ordenadores: 1) el político, que se explica al enfrentar a Milei con “la casta”. Las controversias con el kirchnerismo, con el sindicalismo y las organizaciones sociales, a las que su discurso y construcción política se contrapone 2) el económico, atado fuertemente a la promesa marcaria de bajar la inflación, hasta ahora cumplido en una mayoría perceptiva (aunque en junio se frenó la tendencia a la desinflación visible desde enero pasado) 3) el social, entendido como el proceso de deterioro que sufren las economías domésticas y las condiciones sociales en el marco del ajuste en marcha. Milei había consolidado su base de sustento en el factor económico, que a lo largo del primer semestre le permitió mantener niveles de apoyo mayores al 40%. Sólo cuando enfrentó situaciones de disputa de poder con impacto masivo (como el paro de la CGT) logró politizar las opiniones y sumar a su caudal un apoyo extra en “la pelea contra la casta”. Desde que ese episodio se fue disipando, también fue cayendo el acompañamiento.  

En junio, Proyección ya había detectado paridad en la evaluación de gestión: 46,2% positiva vs 47% de negativa (gráfico arriba). En tanto, la medición más reciente de la Universidad de San Andrés (Udesa) arrojó una situación polarizada en aprobación, con un saldo desfavorable de 1 punto porcentual, y Delfos ubica a la negatividad en esa variable por encima del 50%.   

El malestar social se expresa con más contundencia en los sentimientos que genera en los electores la actual situación del país: Delfos detectó 56% de negatividad vs 42% de positividad, un saldo desfavorable de 14 puntos porcentuales (gráfico abajo). El 30% de esperanza se corresponde con el núcleo duro del voto a Milei (ese caudal lo votó en las primarias de agosto y en la primera vuelta de octubre de 2023), pero las emocionalidades negativas presentan mayores volúmenes.   

Así, avanzado julio, queda detrás la situación de polarización que se veía en esa variable en mediciones como las de Trespuntozero: 50% de negatividad vs 49,6% de positividad (gráfico abajo).  

En la misma línea, desde junio pasado la serie evolutiva de Opinaia venía mostrando un alza de las emociones negativas a costa del optimismo (gráfico abajo).  

En síntesis: 1) las últimas encuestas nacionales perfilan un deterioro de la imagen del gobierno nacional, con paridad y polarización entre opiniones positivas y negativas 2) en la variable aprobación de gestión, el panorama es cercano al de empate técnico, pero el saldo comienza a ser desfavorable, con brechas que van desde menos 1 hasta menos 5 puntos porcentuales 3) el sentimiento social ya es predominantemente negativo.  

miércoles, 17 de julio de 2024

La expectativa de inflación en las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

 

El viernes 12 de julio, el INDEC publicó el dato de inflación correspondiente a junio pasado: 4,6%, (gráfico arriba), con una suba de 0,4 puntos porcentuales respecto al registro de mayo. El registro implica una pausa en la tendencia a la desinflación que fue visible en los primeros cinco meses del año, si bien siempre dentro de niveles altos tanto en términos absolutos como contextuales (no es lo mismo un 4,6% en una economía que cae, como sucede en Argentina, que ese dato en una economía que crece). No se trata de un detalle menor, porque una de las “promesas marcarias” del presidente Javier Milei pasa por la reducción de la inflación. 

Las últimas encuestas nacionales ya venían anticipando en las percepciones del electorado una tendencia al amesetamiento en esa materia: según Fixer, en junio el optimismo al respecto se desplomó de 74% a 59% (gráfico arriba), una caída de 15 puntos porcentuales que se transfirió netamente al pesimismo en las creencias respecto a la evolución mensual de la inflación.

A su turno, la medición más reciente de Analogías arrojó un empate técnico en torno al 31% entre quienes creen que la inflación va a subir vs quienes esperan una baja; poco más de un cuarto (26,3%) espera que la suba de precios se mantenga en los actuales niveles (gráfico arriba).

En tanto, la expectativa de inflación a futuro para los próximos 12 meses según los datos blandos de la encuesta del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (CIF-UTDT) se ubicó en junio en 87% (promedio de las respuestas, gráfico arriba), arrojando una suba de 1,9 puntos porcentuales respecto al mes anterior (85,1%). Así, luego de un trimestre de bajas consecutivas, las expectativas inflacionarias volvieron a subir el mes pasado. 

En la misma línea, la encuesta de Opina realizada en junio detectó una suba de 24% a 33% (gráfico arriba) de quienes esperaban un aumento de la inflación en los próximos meses (+ 9 puntos porcentuales) que surgieron de manera casi total de la cantera de los optimistas que esperaban una disminución: de 52% a 44%, una caída de 8 puntos porcentuales. En síntesis: 1) el dato negativo de inflación de junio tuvo una anticipación en las expectativas que detectaron varias encuestas nacionales previas 2) sin embargo, no por eso el dato pierde relevancia, dado que hay dos riesgos latentes para Milei si la inflación se vuelve a acelerar o se ameseta en niveles altos (es decir, entre 4% y 4,5% mensual, lo que duplica la tasa de devaluación administrada del peso frente al dólar 3) como apuntó un reciente informe cualitativo de Proyección Consultores, “decepción y traición son los elementos centrales de desconexión del votante de Milei. Los dos mayores imperdonables para su electorado son la inutilidad del sacrificio y la percepción de que Milei es ´más de lo mismo´. Estos sentimientos pueden erosionar el apoyo de los votantes moderados, especialmente aquellos que buscan un cambio real y tangible en sus vidas”.

lunes, 8 de julio de 2024

Análisis de coyuntura, pacto de mayo en julio y 25 años de cordobesismo en Multimedios mordisquito (audio):


 

El Pacto de Mayo y el vínculo Nación-Provincias en las encuestas (nota publicada en CBA2N)

El Pacto de Mayo que se presentará para la firma en la vigilia del 8 al 9 de julio en Tucumán se originó en un anuncio del presidente Javier Milei en la apertura de sesiones del Congreso el pasado 1 de marzo. Luego de la caída del primer proyecto de Ley Bases en febrero, el libertario buscó dar un guiño consensual, pero su accionar político (ratificó el proceso de ajuste) mantuvo activo el conflicto. En ese marco, no sorprendió que la primera encuesta nacional al respecto arrojara resultados magros: entre marzo y abril, Pulso Research reportó que la percepción de que el pacto podía ayudar a resolver los problemas del país había cedido desde casi 38% a 35,1%, mientras que quienes creían que los empeoraría crecía desde casi 23% a 30,2% (gráfico arriba).

En mayo, la encuesta de la Universidad de San Andrés (Udesa) arrojó 42% de acuerdo vs 32% de desacuerdo con el pacto; por otro lado, 26% no sabía o prefería no contestar (gráfico arriba). Así, había  apenas una primera minoría de apoyo en un marco de opiniones divididas, muy lejos de un consenso mayoritario. En la misma línea, el informe mostraba que sólo 15% creía que el pacto debería firmarse tal como lo proponía el presidente, mientras que 33% se inclinaba por firmarlo luego de que fuera modificado y 29% pensaba que no debería firmarse (gráfico abajo).    

En mayo apareció la única encuesta que mostraba un respaldo más amplio: según Isasi/Burdman, 53% estaba de acuerdo con el pacto, vs 34% en desacuerdo (gráfico abajo).

Ese mismo mes estalló la crisis en la provincia de Misiones, en el marco del proceso de ajuste llevado a cabo por la Nación y que en ese distrito (como en otros) impactaba en términos de un recorte de los fondos enviados por el gobierno de Milei. La encuesta nacional realizada por Analogías en mayo detectó que 45,4% de los electores a nivel país creía que el conflicto con la policía y los docentes que sacudió a la provincia mesopotámica podría replicarse en otras, vs apenas 29% que pensaba lo contrario (gráfico abajo).


En junio, Isasi/Burdman midió la crisis de Misiones a nivel país: 53% atribuyó la responsabilidad al gobernador de esa provincia, vs 42% que la cargó en el presidente (gráfico abajo). 


¿Es posible mensurar el impacto de la crisis a nivel distrital? Según CB Consultora, entre mayo y junio el gobernador Hugo Passalacqua perdió 5,4 puntos porcentuales de imagen positiva en Misiones, al pasar de 63,4% a 58% (gráfico abajo). En el mismo lapso, la negativa creció de 33,5% a 39,2% (suba de 5,7 pp).     

Según el mismo estudio, a nivel intermensual la imagen positiva de Milei en Misiones cedió de 52,4% a 49,7% (2,7 puntos porcentuales menos; gráfico abajo), mientras que la negativa pasó de 42,6% a 45,7% (un alza de 3,1 puntos porcentuales). En ambos dirigentes las variaciones son menores, lo que sugiere que la crisis no tuvo un impacto mayúsculo (o bien que la herramienta de la encuesta no tiene la sensibilidad como para captarla, tal como la elevada imagen de Passalacqua en mayo no permitía anticipar la crisis). En cualquier caso, el presidente salió mejor parado que Passalacqua, lo que confirmaría la tendencia que arrojó la encuesta de Isasi/Burdman en el sentido de que la crisis afecta más a los gobernadores.

Yendo a los datos duros, el monitor fiscal que analiza las transferencias nacionales no automáticas a las provincias arrojó que en mayo de 2024 los distritos recibieron recursos (crédito  pagado) en un monto que implica una caída interanual nominal de 36,3% y una real de 83,3%. Todas las jurisdicciones sufrieron una baja interanual real. Los menores descensos se observaron en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (-35,5%), Salta (-36,3%) y Jujuy (-53,3%) y los mayores en La Rioja, San Luis, Santa Fe y Chubut (más del 99; gráfico abajo).

 

Según la encuesta nacional de Zuban Córdoba realizada a 6 meses de gestión, apenas 30,2% califica de manera positiva la relación de Milei con los gobernadores, en tanto que quienes la perciben de manera negativa son más del doble: casi 66% (gráfico abajo). Eso la ubica como uno de los tres ámbitos de peor valoración del gobierno nacional; sólo el vínculo con el Congreso aparece en una posición más desfavorable.

En síntesis, con el Pacto de mayo, muchos de los gobernadores firmantes corren el riesgo de seguir dándole gobernabilidad a Milei a costa de su propia gobernabilidad en los distritos que administran. Esto puede atribuirse a varias razones, pero puede haber una de fondo: quizá no entienden que el juego que juega el presidente no es el que ellos están jugando. Como anticipó Ad Hoc en su informe de febrero pasado: “La confrontación no es sólo un arraigo de su personalidad, es su modelo de implementación. Es la competencia, no la cooperación, la que guía la economía y la acción política del Presidente”. Quienes sí parecen entender el juego son los gobernadores que no suscribirán el pacto y que han definido un posicionamiento netamente opositor a Milei, con el bonaerense Axel Kicillof a la cabeza.

jueves, 4 de julio de 2024

Crisis de confianza y de expectativas en las encuestas (nota publicada en CBA24N)

La crisis de confianza que vienen mostrando los mercados en los últimos días tuvo algunas anticipaciones en los datos de encuestas recientes. Desde abril pasado, la medición  longitudinal de consultora Opinaia sobre la variable “confianza en que Javier Milei pueda estabilizar la economía” (gráfico arriba) venía mostrando que la suma de poca + ninguna confianza superaba a la de mucha + bastante confianza por diferencias que, si bien resultaban estadísticamente no significativas (entre 1 y 2 puntos porcentuales), ya perfilaban un pesimismo en alza.     

Ese mismo mes, la serie evolutiva de Circuitos Consultora mostró que la mayor confianza en Milei (“mucha”) para liderar esta nueva etapa política se estabilizó en torno al 40% luego de haber alcanzado un pico de casi 46% en marzo pasado, mientras que la ausencia de confianza insinuó una curva ascendente desde el piso de 34,2% para situarse en torno al 38% (gráfico arriba). En tanto, “poca confianza” aparecía relativamente estable, alrededor del 15%. 

Haciendo zoom en Córdoba, distrito donde Milei obtuvo el 74% de los votos en el ballotage de noviembre de 2023, la encuesta provincial de Pulso Social (gráfico arriba) mostró en la serie evolutiva actualizada a junio que la confianza (mucha + algo) en que el presidente pueda estabilizar la economía tocó un piso de 54%, mientras que la desconfianza (poco + nada) llegó a un pico de 44%. La brecha favorable fue de 10 puntos porcentuales, la más baja desde enero pasado (cuando registró 21 pp).     

A nivel nacional, una reciente medición de Opina mostró que en apenas un mes (entre mayo y junio) se recortó la percepción de que el esfuerzo que está haciendo la sociedad argentina a partir del ajuste planteado por Milei tiene sentido (gráfico arriba): la respuesta positiva pasó de 53% a 49%, mientras que la negativa creció de 46% a 50%. Más allá de que se trata de variaciones estadísticamente menores, el resultado fluctuó de un diferencial favorable de 7 puntos porcentuales a uno desfavorable de 1 punto porcentual.     

El mismo informe registró un súbito aumento de las expectativas devaluatorias, lo que coincide con la volatilidad de las últimas semanas: mientras que en mayo 36% esperaba una suba de la divisa, en junio esa creencia trepó al 55% (alza de 19 puntos porcentuales en apenas un mes). En ese marco, se desplomó la expectativa de que la moneda extranjera se mantenga estable (de 45% a 31%, 14 puntos porcentuales menos), mientras que la de descenso del dólar se ubicó por debajo del 10% (gráfico arriba).    

Finalmente, en Córdoba la expectativa de mejora económica medida por Pulso Social volvió al piso de enero pasado: 35%, con una baja intermensual de 10 puntos porcentuales respecto a mayo (gráfico arriba), mientras que el pesimismo se ubicó en 38%, por debajo del pico de 43% en enero de 2024 pero 3 puntos porcentuales arriba del optimismo; ese empate técnico es un mal resultado para el gobierno nacional en un distrito que fue un bastión en 2023. En síntesis: 1) tanto en encuestas nacionales como provinciales, ya se insinuaba una crisis de confianza en las variables de estabilización y mejora de la economía 2) el deterioro en las expectativas se articuló con una crisis en la percepción de que el sacrificio social en marcha tiene sentido; esto plantea un riesgo para el liderazgo presidencial, puesto que la desilusión podría derivar en que se instale la sensación de inutilidad del esfuerzo 3) la corrida cambiaria también tuvo una anticipación en el horizonte de la opinión pública.