viernes, 2 de marzo de 2012

Un cambio de paradigma global (6)


Comparto los que a mi entender son los fragmentos más esclarecedores de la columna de Salvador Treber publicada hoy en el diario La Voz del Interior, mechado con algunos comentarios propios (ya que esa columna está muy vinculada con este tema al que hemos dedicado varias entradas en el último mes).






link a nota completa:
http://www.lavoz.com.ar/opinion/perspectivas-economicas-2012

Perspectivas económicas de 2012
Constituye una genuina novedad el hecho de que los países sudamericanos, por primera vez en la historia, tampoco hayan sido impactados o arrastrados por la depresión vigente. Salvador Treber (Profesor de posgrado en la Facultad de Ciencias Económicas, UNC)

"La profunda crisis internacional que se venía incubando desde comienzos del siglo 21, pese a que comenzó a exteriorizarse en los países más poderosos y desarrollados del hemisferio norte a partir de septiembre de 2008, dista bastante de haber sido superada (...) además de extender su vigencia casi hasta fines de la corriente década, amenaza con recrudecer; constituye el principal problema 
que sigue jaqueando el futuro del mundo. Las noticias más preocupantes provienen de Europa Occidental, que exhibe un número de desocupados equivalente al 10 por ciento de su población económicamente activa –al­rededor de 18,5 millones de 
personas– (...) Estados Unidos no le va en zaga, pues allí hay otros 13,6 millones que revistan en igual condición y es poco lo que han descendido; apenas 600 mil recién en los últimos seis meses".


"Por contraste, China ha seguido manteniendo un ritmo extraordinario que, si bien no equipara al 10,6 por ciento de 2010, consiguió hacerlo a un óptimo 9,4 por ciento, el más alto del planeta, lo cual se viene reiterando en los últimos 20 años. India también da continuidad a su acelerada dinámica y esta vez se verifica un 7,3 por ciento (...) Estas dos economías, en plena expansión, han logrado prescindir de los avatares que afrontan quienes otrora eran líderes indiscutidos y marcaban el paso (...) Ante su debilitamiento en términos relativos, avanza el reclamo, cada vez en mayor medida, de un reparto menos concentrado del poder real, que apunte hacia un esquema más compartido".

En estos fragmentos, el economista agrega elementos que abonan una de las tesis del nuevo paradigma global: el centro de gravedad de la economía mundial, que en los últimos siglos estuvo en Occidente (hasta el siglo 19 en Europa y desde el siglo pasado en los Estados Unidos) está desplazándose hacia Oriente, lo que además tiene consecuencias geopolíticas en términos de transición hacia un mundo más multipolar.

"Constituye una genuina novedad el hecho de que los países sudamericanos, por primera vez en su historia, tampoco hayan sido impactados o arrastrados por la depresión vigente en la economía de su gran vecino del Norte y/o la dura problemática de la Unión Europea. El promedio del crecimiento global estimado en dicha área arroja, para 2011, una excelente tasa media positiva del 6,4 por ciento. Dentro de ese heterogéneo colectivo, correspondió a la Argentina alcanzar el registro más elevado (8,8 por ciento positivo) y, según las evaluaciones de los experimentados técnicos en el tema de las Naciones Unidas, aunque a un ritmo algunos puntos menor, se considera que esa tendencia persistirá, por lo menos, hasta 2016".


"En nuestro país, la elaboración del presupuesto de la administración nacional para el corriente año se confeccionó en función de una tasa probable de incremento en el producto interno bruto (PIB) del 5,1 por ciento, criticada por algunos analistas locales adversos al Gobierno, que no la creen viable pues suponen que llegará, como máximo, sólo al 4,2 por ciento. Por el contrario, en círculos más imparciales y objetivos se sos­tiene que la reducción podría a­tenuar su dinámica llevándola a un nivel que rondaría el seis por ciento, lo que puede conside­rarse, en el contexto global, una perspectiva noto­riamente positiva y tranquilizante".


Aquí el economista remarca, en el mismo sentido que hemos resaltado en entradas previas, que sin dudas Argentina integra el lote de economías emergentes que muestran un "desacople" relativo (otra de las tesis cruciales del planteo de nuevo paradigma global) respecto de la crisis que viven las que fueron potencias hegemónicas de Occidente a lo largo de todo el siglo pasado. Además, Treber dice claramente que no cree que la economía argentina esté en peligro de recesión o enfriamiento, como en los últimos días han planteado algunos especialistas como Juan Jorrat (considerado un experto en el análisis de los ciclos económicos argentinos). Más aún, en los fragmentos siguientes Treber profundiza esta línea de análisis:

"Esta perspectiva se torna más valiosa aun si se tiene en cuenta la reciente información sobre la coyuntura que está viviendo Brasil. Habría cerrado el año anterior en condiciones de virtual estancamiento, con crecimiento casi nulo de su economía (más 0,3 por ciento) y sus conductores no auguran una rápida e importante reacción de gran magnitud, pues la previsión oficial más reciente para 2012 se ubica en un modesto cuatro por ciento, que los especialistas privados bajan a un muy prudente 3,5 por ciento. Es bastante sugestivo que ello no haya influido hasta ahora en la evolución paralela de la economía argentina".


"Dado que el resultado del intercambio con nuestro país arrojó en 2011, como en años anteriores, un saldo a favor 
de Brasil de 5.803 millones 
de dólares, superando al de 
2010 en nada menos que un 36,5 por ciento, resulta evidente que –como dijo nuestra secretaria de Industria, Débora Giorgi, frente a ciertos reclamos ori­ginados en Brasilia– la Argentina “no es un problema sino más bien parte de la solución para Brasil” (...) Pese a que durante los tres primeros trimestres no hubo ningún tipo de restricciones y sólo en el cuarto se comenzó a corregir el excesivo gasto de divisas, el acopio de éstas fue elevado".


De esta forma, el economista le quita dramatismo a las (por cierto) "heterodoxas" medidas tomadas por el gobierno nacional para limitar las importaciones (licencias no automáticas, Declaración Jurada Anticipada de Importaciones y "ventanilla única") en procura de lograr este año un superávit comercial por encima de los 10 mil millones de dólares. Treber incluso avala esta línea de política económica en los fragmentos que siguen:

"(...) Mientras nuestras exportaciones totales subieron a 84.269 millones de dólares (más 23,7 por ciento) las importaciones treparon a 73.922 millones de dólares, lo que implica un aumento interanual del 30,8 por ciento. Para la Argentina, Brasil es el principal proveedor y cliente, con el cual se concreta la cuarta parte del referido monto total operado en ambas direcciones. Como las expectativas más inmediatas presentan 2012 con un más bajo ritmo de crecimiento a nivel mundial, sería poco responsable no prever que ello también suceda en este caso".


"Si no se adoptaran algunas medidas precautorias destinadas a ahorrar la compra de bienes prescindibles, en especial de consumo en el exterior, se cometería una gran imprudencia. Ello explica que hayan incorporado un régimen de autorizaciones previas para evitar excesos en las importaciones que se concretaron desde el 1º de febrero de 2012 en adelante. En general, la decisión fue recibida como algo lógico en función de las circunstancias reinantes, salvo la absurda queja del ministro de Comercio Exterior de Brasil, Fernando Pimentel, quien no ocultó su disgusto arguyendo que “con la Argentina siempre tenemos 
problemas”".


En los párrafos finales, Treber le agrega al análisis una opinión explícita contraria a las quejas que algunos actores del principal socio comercial argentino en el Mercosur han dado a conocer respecto de las medidas antes citadas:

"Tan amargo reclamo no tiene justificativo alguno, ya que los últimos años, en forma continuada y sin excepciones, los saldos les han venido resultando favorables cada vez por mayores montos. ¿Habrá supuesto (Pimentel) que era un derecho adquirido que se sostendría incólume y creciente para siempre, pasara lo que pasare? Tal pretensión implicaría un enorme menosprecio hacia nosotros. Es obvio que en el planeta se están viviendo tiempos harto difíciles, además de cambiantes, que exigen a todos estar muy atentos y vigilantes. Tal cosa, en líneas generales, se está haciendo a despecho del disgusto que por ello exhibe el citado funcionario brasileño".

2 comentarios:

  1. Hola, interesante la nota. Pregunta ¿cuál es la perspectiva de Juan Jorrat? ¿porqué habla de enfriamiento o recesión?

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  2. Gracias Mariana! En breve hablamos de eso...

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