miércoles, 28 de marzo de 2012

Interesante discusión en España: encuestas vs. resultado electoral (1)


Este domingo hubo elecciones en Andalucía, con resultados que generaron un debate interesante: mientras las encuestas en general auguraban una debacle del socialismo (PSOE) y un triunfo categórico del Partido Popular (PP), en línea con la victoria de Rajoy en las generales de noviembre (en las que obtuvo la mayoría parlamentaria), el socialismo perdió apenas por 1,4 puntos. Si bien el PSOE cayó 8 puntos porcentuales respecto de la elección anterior de 2008 (en la que ganó por 9,6 puntos) esa merma fue opacada por el hecho de que los resultados de ese partido fueron mucho mejores a los que auguraban las encuestas.

El PP esperaba un amplio triunfo con 58 diputados, y el recuento arrojó para la candidatura encabezada por Javier Arenas una victoria magra: 50 diputados (el PSOE obtiene 47 escaños y, con el apoyo de los 12 diputados de Izquierda Unida -IU-, mantiene la posibilidad de gobernar). La última encuesta publicada por El País el 18 de marzo reportaba (un estudio encargado a Metroscopia) señalaba que el PP ganaría las elecciones autonómicas con más del 47% de los votos (una proyección de 59 escaños) y que el PSOE se quedaría con 41 diputados (34,4% del voto) e IU con 9 (8,8%). El diario ABC también auguraba una categórica victoria del PP (58 diputados y 47% de sufragios, contra 43 del PSOE y 35,6%). La encuesta de La Razón le adjudicaba al PP de 55 a 77 escaños (46% del voto) y al PSOE entre 42 y 43 (36,1%). El diario El Mundo ubicaba al PP por encima del 45% de intención de voto (un mínimo de 54 diputados y un máximo de 57) y al PSOE con 36% (43 ó 44 escaños).

De los sondeos publicados en las últimas semanas, el estudio encargado por el Grupo Joly y publicado en sus medios el 12 marzo señalaba, en la proyección más optimista para el PSOE, que podría llegar a 47 diputados (que finalmente logró) mientras que la encuesta del CIS publicada antes de iniciarse la campaña fue la que menos porcentaje dio al PP y la que más dio a PSOE e IU, pero aun así, se desvió 4,24 puntos por encima del voto que terminó recibiendo el PP y subestimó en 1,82 y 2,09 puntos al PSOE e IU. Esto desató la controversia acerca de por qué se produjo esa brecha. Repasemos algunos de los argumentos principales que se plantearon:

1) Según Juan Bosco Martín Algarra, la explicación pasa por un efecto de “la espiral del silencio”. Plantea el autor que al principio de la campaña electoral andaluza, el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) situaba al PP al borde de la mayoría absoluta y otros sondeos incluso la daban por hecho, lo que no sucedió. "Pensando la respuesta, me acordé de una interesante conferencia a la que asistí hace años y que se titulaba “La espiral del silencio”. La conferenciante, una señora alemana de casi ochenta años, eminente politóloga, hablaba de cómo afecta la percepción de la opinión pública en la misma opinión pública. Las personas tendemos a adaptar nuestra opinión sobre las cosas, entre ellas los asuntos políticos, a las actitudes y valores predominantes en una sociedad. Dicho de otro modo, antes de expresar una opinión que percibimos contraria a la de la mayoría, el individuo tiende a permanecer en silencio (aunque luego actúe y vote conforme a sus convicciones)".

"¿Cómo se aplica este fenómeno al caso concreto de Andalucía? Pensemos primero en la mala imagen que ha arrastrado el PSOE. Este partido sufrió un enorme descalabro en las elecciones generales de noviembre. Además, el paro de Andalucía sigue desbocado y, sobre todo, los medios no han dejado de informar durante la campaña sobre graves escándalos de corrupción socialistas. Esto último puede explicar que, a la hora de expresar una opinión ante un sondeo, al encuestado se muestre reacio a exponer abiertamente su intención de votar socialista. Al menos, más que a otras opciones políticas. Según esta teoría, muchas personas que han votado al PSOE este domingo habían manifestado días antes a los encuestadores su intención de apoyar a otras fuerzas: quizá UPyD, IU o incluso la abstención".

El fenómeno puede suceder al contrario: gente que anuncia su voto al PP, no tanto porque simpatice con este partido sino porque percibe que esa es la opinión mayoritaria y, por tanto “socialmente más aceptable”. Pero que luego vota a otro partido o, simplemente, se abstiene (...) Lo que parece claro es que esta teoría sociológica tiene su aplicación práctica. Y puede explicar, al menos en parte, por qué fallaron los sondeos pre-electorales. Estas ideas fueron expuestas hace décadas por la politóloga alemana Elizabeth Noelle-Neumann (1916-2010). Así se llamaba la señora que pronunció la conferencia mencionada al principio. Y a quien recordé, veinte años después, el día que las encuestas volvieron a estrellarse contra la realidad.

2) En la misma línea de interpretación, otros analistas hablan de un "voto vergonzante" al socialismo. El presidente del Instituto de Estudios Sociales, Pedro Arriola Ríos, y el presidente de Metroscopia, José Juan Toharia, apuntaron que hubo "un voto oculto" de personas que "se avergonzaban" de decir que iban a votar al PSOE y que al final apoyaron al candidato socialista a la Presidencia de la Junta, José Antonio Griñán. Arriola evaluó que sucedió lo que la politóloga alemana Neumann llamó "la espiral del silencio" y que en las grandes encuestas se detectaba un aspecto que marcaba la alerta: entre aquellos que decían que en los comicios de 2008 votaron al PSOE, un 25% en unos sondeos y un 27%, en otros, afirmaban que "no sabían que harían en esta ocasión". "Son más de 500.000 votantes", aseguró Arriola, sugiriendo que una buena parte de ellos podría haber votado finalmente a ese partido, a lo que se suma que ha existido "mucha gente no diciendo lo que pensaba votar".

Toharia coincidió, agregando que "el voto oculto" se descubre "a posteriori, esto es, sabemos que existe pero no contábamos con él y ha aparecido". "Históricamente eran los votantes del PP los que tenían esta actitud, si bien ahora ha existido un cierto votante del PSOE que estaba avergonzado de algunas que han hecho personas del partido, pero no de toda la formación y finalmente lo apoya. Una parte de los encuestados han ocultado a quién iba a votar".

Antonio Vera, director de Ipsos Opinión, se reconoció sorprendido por el resultado electoral: “Lo que nos desorientó fue un fenómeno propio de estas elecciones: el voto oculto del PSOE. En Andalucía el voto oculto es tradicionalmente del PP, y nosotros aplicamos correctores reduciendo el resultado que nos sale en el PSOE para compensarlo, es algo sistemático. Pero esta vez ha ocurrido lo contrario”. Pasaron por alto ese voto secreto, pero además el consultor admitió que también las encuestas en boca de urna tienen sus propias debilidades: “por muy bien que hagas la muestra no consigues el dato real, casi un 40% de gente no contesta a la encuesta”.

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