En nuestra nota de la semana pasada apuntábamos que el affaire Fernández vs Yáñez impactaba en el kirchnerismo, pero al menos por ahora no le generaba un gran daño en términos de acompañamiento electoral potencial según las últimas encuestas. La reciente medición de DC Consultores arrojó que 22,2% estaba dispuesto a votar a ese sello en las próximas elecciones (gráfico arriba), lo cual implica una baja de 5,08 puntos porcentuales respecto al 27,28% de caudal que alcanzó la sumatoria del sello Unión por la Patria (UP) en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto de 2023. Así, la merma potencial no termina de resultar estadísticamente significativa, a lo que se agrega que falta un año para el turno electoral y el “efecto Alberto” podría diluirse en ese plazo.
Con apenas matices, la última encuesta de los consultores Isasi-Burdman (gráfico arriba) reporta que aún en pleno escándalo 21% votaría al pan-peronismo (16% al peronismo y 5% al kirchnerismo), con lo cual la merma sería de 6,28 puntos porcentuales hoy respecto al caudal obtenido en las PASO hace un año. La relativa estabilidad de la intención de voto se confirma cuando se observa que 30% se inclinaría por La Libertad Avanza (LLA), sello que un año atrás sumó 28,96%; la diferencia de 1,04 puntos porcentuales no resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-2,18%.
A su turno, Zuban Córdoba detectó que 4% de los votantes de Massa en la primera vuelta de 2023 podría dejar de votar al peronismo por el escándalo, mientras que casi 7% ns/nc (gráfico arriba); así, se puede estimar que hoy el caudal del espacio rondaría el 33% en el peor de los casos, contra 36,78% que sufragó por UP en octubre del año pasado; nuevamente, la merma potencial sería acotada con la foto de hoy.
De las últimas mediciones, la única que muestra a LLA creciendo en la actual coyuntura es la que realizó el consultor Cristian Solmoirago; en un escenario donde no compite Juntos por el Cambio (JXC), LLA roza el 42%, pero el peronismo filo kirchnerista se muestra resiliente, con 30,5% (gráfico arriba). En síntesis, contra la sensación instalada de que el escándalo es capitalizado por Milei y pone en jaque al panperonismo, las últimas encuestas muestran una relativa estabilidad de las intenciones de voto de cara al turno electoral 2025. La comparación de datos sugiere que el affaire Fernández vs Yáñez está cristalizando opiniones preexistentes (refuerza a los núcleos duros del oficialismo vs a los de la principal fuerza opositora, más que modificar tendencias). En ese marco, la funcionalidad del caso para el gobierno nacional estaría quedando en evidencia, según el informe de Zuban Córdoba: 60,5% de los electores están de acuerdo con que los libertarios aprovechan el issue para desviar la atención respecto de la crisis económica y el crecimiento de la pobreza (gráfico abajo).
En la misma línea, 63,5% acuerda con que el oficialismo aprovecha el caso para pegarle al gobierno anterior (gráfico abajo). Así, la estrategia libertaria “si no hay pan, que haya circo” resulta eficaz hoy, pero difícilmente pueda tener efectos a largo plazo que operen en la campaña electoral 2025.
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